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Imagen Ejecutiva
¡QUE NADA TE RESTE PUNTOS CON TUS CLIENTES!
La vestimenta y estilos con aires parcos y fríos en el medio laboral están cada vez más obsoletos. La tendencia es comunicar cercanía y estimular a tus interlocutores con una imagen confiada y natural, pero cuidada. En general, las personas han optado por lucir más relajadas y prácticas, cónsono a la realidad en la que se mueve el mundo después de 2020. Sin embargo, algunos ruidos visuales te pueden afectar, tanto en modo presencial como virtual.
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5
errores que debes evitar
1 Estampados que cansen la vista del interlocutor. Lo causan telas que brillan mucho o provocan efectos visuales de movimiento.
2 Un aspecto recargado. Un arreglo esmerado está bien hasta el momento en que se ve recargado de accesorios, peinados demasiado elaborados, maquillaje tipo fiesta, el abuso de postizos (cejas, pestañas, extensiones de cabello, uñas u otros).
3 Ropa demasiado ajustada. El error no está en usar ropa al cuerpo, sino que no sea de tu talla. Los pliegues que se hacen en la ropa en las áreas de los brazos, las axilas, la espalda, en el cierre de los botones o cremalleras, ingles y debajo de los glúteos, así como el abrirse los bolsillos o pinzas son muestras de que no se ha sabido elegir la talla adecuada.
4 Toda prenda que, mientras
estés en una reunión, tengas que arreglar y ajustar cada dos
por tres. Te hará ver incómodo e inseguro y hacer sentir las mismas sensaciones a los que te observan.
5 La moda pijama. Dile NO a los suéteres, pantalones o vestidos del estilo “para estar en casa”. En el lenguaje no verbal, en vez del relajamiento del que hablamos, puede interpretarse como dejadez y es poco congruente para la relación con personas por trabajo.