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Medidas preventivas, ¿qué están haciendo las flotas ante el COVID-19?
Las empresas de autotransporte están tomando sus propias acciones para evitar que este coronavirus contagie sus operaciones y a sus colaboradores.
El COVID-19 mantiene su avance en el país con un incremento diario de casos confirmados por las autoridades de salud mexicanas, y cientos de miles de contagios en distintas regiones del mundo.
Aunque China –país que reportó el primer caso en diciembre pasado– asegura haber controlado y reducido el número de casos, en el resto del mundo el brote se multiplicó y rápidamente se ha extendido a todos los continentes. En México, la demanda y abasto de mercancías crecen ante la pandemia del COVID-19, y el autotransporte –el principal responsable de su movimiento– debe tomar sus propias medidas para evitar que MAYRA PÉREZ CERÓN
el Coronavirus contagie a sus flotas y colaboradores.
Los operadores de vehículos de carga deben realizar viajes de largo recorrido e, incluso, cruzar la frontera con Estados Unidos y Canadá, principales socios comerciales de México. Y, aunque puede considerarse que solo tienen interacción con otras personas si comparten dormitorios –por ejemplo– o si deben entregar documentación, es fundamental una estrategia de prevención.
Empresas como Súper Transporte Internacional (STI), con operaciones en el país y la Unión Americana, fortalecieron su estrategia de prevención y cuidado de la salud de los operadores de vehículos de carga, explica en entrevista Cynthia Villarreal Villa, Gerente de Recursos Humanos de esta firma.
Además de promover el descanso y la buena alimentación, la compañía ha puesto especial atención en una campaña de salud que arrancó desde el 24 de febrero.
Ésta consiste en brindar información sobre el COVID-19 a través de correo electrónico, sesiones presenciales y revisiones periódicas; éstas últimas se integran en las inspecciones físicas de descanso y signos vitales que se practican a los conductores de unidades de carga.
El equipo de enfermería de STI lleva un seguimiento puntual de cualquier síntoma que pueda presentar el operador, a quien se le toma la temperatura para descartar que registre algún cuadro gripal. De considerarse un caso sospechoso, se tiene previsto enviarlo a valoración al Seguro Social.
Si este instituto de salud fuera omiso en brindar atención médica, el colaborador de STI contará con el apoyo de la empresa de servicios logísticos para acudir a un laboratorio externo y tratar de comprobar si la persona está infectada con el virus.
En Nuevo Laredo, el mayor filtro por ser cruce hacia Estados Unidos, el procedimiento no cambia: el operador pasa al área médica para una revisión previa al viaje, en la que se supervisan signos vitales y
descanso; además de temperatura corporal, y se completan cuestionarios al conductor sobre algún tipo de malestar. “Si llegaran a presentar sintomatología, no se da más tiempo, aunque sea una sospecha mínima. Esto debido a lo que pueden tardar en regresar de Estados Unidos o Canadá sin recibir atención médica”, declaró Natally Leija, Jefa de Enfermería de STI.
Por su lado, la empresa Transmontes manifestó que la naturaleza de esta industria y de las compañías transportistas, obliga a tener la responsabilidad y seriedad debidas para atender estos fenómenos de salud pública y entender todas las aristas posibles. Por ello, su estrategia se centra en la difusión oportuna –tanto a los colaboradores administrativos como a los que participan en el traslado de mercancías– de información tomada solo de fuentes oficiales. “Nosotros generamos un poco más de 200 movimien
La principal medida, según la OMS, sigue siendo el lavado continuo de manos con un desinfectante a base de alcohol o con agua y jabón, así como la limpieza de superficies de trabajo. tos diarios, que son más o menos 3,200 operaciones mensuales en distintos puntos de la República Mexicana. Naturalmente, tomamos con mucha seriedad las medidas de prevención”, señala Einar Palomino, Director de Capital Humano de Transmontes.
La empresa transportista, que ofrece servicio a diferentes sectores productivos del norte del país y en el Bajío, explicó a TyT que cuenta con un departamento de Salud Ocupacional, vinculado a la dirección de Seguridad Patrimonial de la compañía, que en conjunto con el área de Capital Humano, diseñó un programa de prevención.
El eje central de éste es una campaña de comunicación, en la que se delinean normas de interacción entre compañeros e incluye a personas externas, como proveedores o clientes, con el objetivo de reducir al mínimo el riesgo de contagio.
De acuerdo con el directivo, lo que cambia de manera creativa es la logística, porque no es lo mismo tener a los operadores de forma simultánea en un mismo lugar, patio o sede. Entonces, la empresa busca aprovechar los recursos tecnológicos para mantener la coordinación con los conductores sin exponerlos a un contagio. Las medidas que marca la OMS En un esfuerzo coordinado por combatir la pandemia del COVID-19, la Cámara de Comercio Internacional (ICC) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) señalaron como prioridad inmediata que las empresas desarrollen y apliquen planes de continuidad de actividades y reduzcan la transmisión de la enfermedad.
En particular, indicaron ambos organismos, contribuir a que los empleados comprendan la enfermedad, sus síntomas y las conductas apropiadas; establecer un sistema de notificación para registrar todos los casos y contactos, llevar a cabo preparativos esenciales, limitar los viajes y el contacto físico, y previendo medidas como el trabajo a distancia de ser necesario.
Para la ICC y la OMS, la adopción de medidas tempranas, audaces y eficaces reducirá los riesgos de corto plazo para los empleados, y los costos de largo plazo para las empresas y la economía.
¿Qué medidas reforzar? Además de modificar las labores administrativas con la implementación del trabajo a distancia, las empresas de autotransporte han establecido –al menos– estas cuatro medidas para reducir un posible contagio entre sus operadores:
Sanitización de unidades La limpieza y desinfección de los vehículos es imprescindible para mantener la seguridad de los operadores. Se pone especial énfasis en los puntos de contacto en las cabinas –como manija, volante, palanca– a fin de evitar un foco de infección. Equipar a los operadores Las compañías dotan a los conductores de gel antibacterial y guantes para maniobras, con el objetivo de reducir las posibilidades de contagio. Revisiones médicas En cada llegada y antes de cualquier viaje, el equipo médico supervisa la temperatura corporal de los operadores y sus signos vitales. Además, realiza un cuestionario sobre su descanso, alimentación y posibles síntomas de un cuadro gripal. Concientización Las empresas transportistas proporcionan sugerencias sobre los lugares donde pueden o no detenerse los operadores a comer o descansar, evitar los saludos con la mano o interacciones que impliquen cercanía. Incluso, han llegado a acuerdos para agilizar los tiempos de carga y descarga con usuarios y generadores de carga.