revista turba Por Javier Borelli
El que apuesta a la polarización pierde En el marco de la publicitada crisis de la prensa gráfica, el enfrentamiento entre el gobierno y el Grupo Clarín partió el escenario mediático. Las portadas de los diarios amplificaron los cruces y exhibieron como nunca el sesgo editorial a cada lado del arco político mientras los lectores, devenidos meros espectadores, abandonaban las trincheras. Los matutinos culpan a Internet mientras siguen en la pelea, pero las cifras no les dan la razón.
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n los últimos 10 años, el diario Clarín experimentó una caída del 36 por ciento en su venta promedio de ejemplares. Los motivos que dan sus editores son los mismos que emplean los dueños de medios en Estados Unidos y el Viejo Continente: la penetración de Internet y su uso como fuente informativa quita incentivos a la lectura en papel. Sin embargo, en ese lapso, la lectura de diarios impresos en Argentina cayó apenas un 6 por ciento, y sus más cercanos competidores en el rubro de la prensa gráfica mantuvieron sus tiradas o incluso experimentaron crecimiento en sus ventas: La Nación, el segundo en circulación, subió un 0,3 por ciento y Diario Popular, el tercero, creció un 31 por ciento. Analizando detenidamente el comportamiento en las ventas del Gran Diario Argentino se observa que nueve de cada diez lectores que lo abandonaron lo hicieron después de 2008, año en que estalló la protesta de las patronales agrarias por el proyecto de ley de retenciones móviles a las exportaciones, momento en que comenzó también la disputa abierta entre el gobierno nacional y los grandes medios masivos. ¿A qué se debe entonces la crisis de Clarín? ¿Cómo hizo La Nación, otro medio cuya línea editorial se enfrenta al gobierno nacional, para no sufrir las mismas conse-
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cuencias? Polarización o dependencia, el falso dilema que hace tambalear a los grandes medios. La caída en la circulación: un fenómeno regional Desde hace años el periodismo viene asistiendo a la crónica de una muerte anunciada: la de los medios impresos. Sin embargo, si se mira en detalle, los panoramas más escépticos se construyen con las estadísticas de circulación de diarios de los principales países occidentales y se acompañan con las noticias económicas de una crisis financiera que no afectó de igual forma a todas las latitudes.
El Pew Research Center for Excellence in Journalism, una organización no gubernamental con sede en Washington que analiza el estado de la prensa, explica estas diferencias regionales en su informe anual de 2011 en función de algunos factores clave: el crecimiento del PBI, los índices educativos y de alfabetización, la penetración de Internet (y específicamente de la banda ancha), la inversión estatal (ya sea mediante subsidios a publicaciones, financiamiento de medios públicos o beneficios impositivos), y la estructura económica de las empresas (fundamentalmente su dependencia publicitaria).
años analiza la prensa gráfica argentina. Mezcla de olfato periodístico y método analítico, Fernández se inclina por uno de esos motivos. “Clarín fue históricamente, le guste a quien le guste, el diario de la clase media argentina y yo pude estudiar los motivos por los cuales perdió progresivamente ese nicho entre
El comportamiento de estas variables en el caso argentino permite pensar en un buen desempeño de la prensa escrita nacional. Así lo confirman las cifras del Instituto Verificador de Circulaciones (IVC) analizadas por el Sistema de Información Cultural de la República Argentina (SInCA). Entonces, ¿por qué caen los que caen? Clarín se puso nervioso “Nunca hay una sola causa en la caída de las ventas de un diario, sino varias concurrentes. Pero los únicos estudios que las demuestran y precisan cuál de ellas es la que más impacto tiene los encargan, y no los difunden, las empresas periodísticas. Por lo tanto, es difícil de demostrar que la caída de ventas de Clarín se debió más a, por ejemplo, la mudanza de lectores, el impacto de la tecnología, la credibilidad o la pérdida de un nicho”, señala didácticamente Dardo Fernández, director de Diarios sobre Diarios (DsD), una organización que desde hace once
El informe anual presentado en julio de este año por la Asociación Mundial de Editores, integrada por las principales empresas de medios, destaca que entre 2011 y 2012 la caída global en la circulación fue menor al 1 por ciento y el acumulado en los últimos cinco años apenas marca una merma del 2,2 por ciento. Claro que esta situación es tironeada hacia abajo por lo que sucede principalmente en Europa Occidental y Estados Unidos, mientras que Asia levanta el promedio con un crecimiento en el último año del 1,2 por ciento y un acumulado a cinco años del 9 por ciento. América Latina, por su parte, aumentó un 0,1 por ciento su circulación entre 2011 y 2012 y prácticamente no sufrió modificaciones en el último lustro (-0,01 por ciento).
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