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Claudita In The City
Por:Claudia Helena Velásquez López
Soy Claudia Helena Velásquez López. Sí, Helena con “H”, como Helena de Troya, y con mis caballitos de batalla doy pequeñas luchas en compañía de mujeres, artistas, gestoras, productoras, que creemos en la equidad de género y la justicia social. Desde pequeña defendí a mis compañerxs que eran sujetxs de burlas y maltratos por cualquier característica que les hacía “diferentes”, pues nunca estuve de acuerdo con el abuso a las demás personas y siempre he respetado, valorado y amado la diversidad.
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La primera vez que tuve que defenderme a mí misma, fue en 5to de primaria, donde un compañero, como era típico en aquella época, no me podía ver “nerdiando” tranquila porque me estampaba picos en la mejilla, me alzaba la falda, me ponía espejitos por debajo de la silla y esas cosas que en aquella época se veían como “normales”, pero que yo no podía soportar. Siempre le agradeceré a mi madre que cuando le conté, me dio la orden de “voltiarle el mascadero”, que si la llamaban del colegio ella diría que me autorizó y de una vez le diría unas cuantas cosas a las directivas por permitir que esto ocurriera. Sorpresivamente, nadie me regañó, de hecho, creo que la profesora lo disfrutó, y el compañero, nunca más volvió a molestarme; en una época en la que no se hablaba de abusos ni de acosos sexuales, pero en la que cada madre y cada padre de una mujer, temía por el futuro de sus hijas. Desde aquel entonces, comprendí que tendría que defenderme como fuera, a gritos e incluso a golpes, para salvarme, y que perder el miedo era la única manera posible de vivir mi vida.
Crecí en el centro de Medellín, en medio del amor de mis abuelxs, mis tías y mi hada madrina, viendo a mi padre trabajar con su monóculo y escribiéndonos cartitas con mis hermanas; en contraste con “piropos” callejeros bastante molestos acompañados de tocadas de teta cruzando el semáforo, escandalosas bombas de narcos, dealers de callejón y smog citadino; al principio sobreprotegida por mi familia y luego dándome a mí misma la libertad de hacer lo que quisiera, costara lo que costara: siendo a veces dulce y a veces agresiva; vistiéndome como chico, como “señorita” o “trepandome” cual travesti; sin pelo o con larga melena; mostrándolo todo o cubierta de pies a cabeza; rodeada de artistas, de rarxs, de indigentes, de importantes individuos y de modestas gentes; transitando la ciudad a múltiples horas, sola o acompañada; porque elegí la libertad por encima de la seguridad, capturando con mi análoga cámara fotográfica, con la que andaba cada día y cada noche, a los múltiples personajes que encontraba a mi paso. Si, se puede decir que fui muy “necia”.
En medio de canciones punkeras, electrónicas y salseras, la vida me dio sorpresas, sorpresas me dio la vida; con el tiempo y los excesos, mi libertad se cansó de las calles, los licores, las fiestas, las situaciones extremas; mi libertad se llenó de ganas de trabajar para aportar desde mis mínimas posibilidades, al cierre de brechas de género, culturales, económicas, sociales y tecnológicas, declarándome feminista cuando comprendí que lo era desde antes de darme cuenta.
Elegí las artes plásticas como profesión, la gestión cultural como complemento, la participación política como herramienta, la docencia como compromiso y el “artivismo” como estilo de vida. Elegí también ser mamá, una decisión consciente y consecuente, asumiendo sus múltiples complejidades, voluntariamente como debería ser para cada mujer que asume este rol y, por miles y miles de razones, ha sido una decisión bastante afortunada.
No me arrepiento de la “Cuchillita Queen”, loca que fuí, y espero no arrepentirme de la “Madame Claudinette” que soy hoy. Cada día diferente, cambiando a mi antojo y tomando caminos acordes con mi ética de existencia. Amando lo que hago y haciendo lo que amo en medio de esta ciudad multipandémica.
DIRECTORIO DE ARTÍSTAS
LA ARTIVISTA - RED DE CREADORAS, PRODUCTORAS Y GESTORAS CULTURALES
Somos una red transdisciplinar que realiza acciones para el empoderamiento económico, social y político de las mujeres trabajadoras de las artes y las culturas en Colombia. Conformada por artesanas, artistas, arquitectas, compositoras, cuenteras, curadoras, diseñadoras, escritoras, malabaristas, museógrafas, publicistas; abogadas, administradoras, antropólogas, arqueólogas, estilistas, comunicadoras, cocineras, confeccionistas, contadoras, economistas, gastrónomas, ingenieras, pedagogas, periodistas, politólogas, programadoras, psicólogas, sociólogas, trabajadoras sociales, urbanistas; activistas, ambientalistas, animalistas, feministas y sabedoras; estudiantes, docentes e investigadoras; independientes, emprendedoras, empresarias y lideresas; mujeres diversas que nos articularnos para fortalecernos unas a otras a través de procesos con enfoque de género y justicia social.
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