El amor como bandera - KIKI PETRONE

EL AMOR COMO BANDERA

Creo que el Veganismo es justamente eso. amor. Amor hacia los animales, la naturaleza, hacia uno mismo y el mundo entero. En mi caso decidí ser vegetariano en el año 2017. Lo fui durante 1 año hasta que empecé a informarme y a hablar con amigxs sobre el Veganismo y sentí que con ser vegetariano “me estaba quedando corto”. Luego de 1 mes de transición, decidí ser vegano. No me olvido más de la fecha: 1ro. de Agosto del 2018. Justo en el día de la Pachamama. Hermosa causalidad de la vida. A partir de ahí empecé a entender que el Veganismo era un mundo mucho más grande que el que yo imaginaba ya que lo relacionaba solamente con la alimentación, pero cuando descubrí que se trataba de una filosofía de vida, sentí: “esta elección es para siempre”. ¿Beneficios? Muchos. Desde sentirme muchísimo

mejor de salud hasta conectar con empatía con el mundo. Pero no todo es color de rosa. Porque así como empezás a amar un montón de cosas de la vida que quizás antes no registrabas, también empezás a despertar y ver muchas otras cosas que están mal, cosas que nos enseñaron que eran “lo que correspondía”, “lo que estaba bien”, pero que responden a una civilización, a una cultura y a una tradición que necesitan deconstruirse y evolucionar de manera urgente.

Un gran ejemplo de esto es el contexto en el que estamos viviendo actualmente. Nos encontramos en cuarentena hace más de 5 meses. Nos estamos quedando en casa para cuidarnos y cuidar a lxs demás de una pandemia de la que se dicen muchas cosas

hago con conocimiento de causa, dado que mis primeras movilizaciones como activista fueron, justamente, las del #25A y #31A. Fueron manifestaciones pacíficas, pero los medios se encargaron de comunicar algo totalmente tergiversado. Creo que, hagamos lo que hagamos, es fundamental hacerlo siempre con amor y con respeto. Eso nos lleva a que generemos empatía automática con el resto de las personas. Siempre desde el comunicar, del querer transmitir un mensaje, del informar, haciendo todo sin el propósito de imponer, sino de, justamente, empatizar. Pongo énfasis en esta palabra que tiene relación directa con el espíritu del Veganismo. Y también porque quiero remarcar lo difícil que es comunicarse con amor y empatía en un sistema centrado en la violencia y que responde a los intereses y necesidades de unos pocos.

y ante la que pareciera más fácil cerrar los ojos y firmar un acuerdo millonario negando que eso nos llevaría a crear una nueva pandemia, estando ya dentro de una. Es decir que, metafóricamente, nos encontramos en una “Mamushka de Pandemias”, pero nos venden que estaríamos frente a una medida política y económicamente brillante.

Ahora, yo me pregunto… ¿Y el medio ambiente? ¿Y los animales? ¿Y el planeta? Ante estas cuestiones ya sabemos lo que responderían las personas responsables de firmar dicho acuerdo, situación que no se soluciona postergándolo hasta Noviembre, como han anunciado hace algunos días. No. La solución es no firmarlo. Y eso recién sería el comienzo de un cambio radical que precisamos llevar a cabo como nación. Pero siendo Argentina el “Disney de la Carne”, levantar la bandera del amor, del respeto y de la conciencia ante la Casa Rosada, demostrando estar en contra de pasar a ser el productor de cerdos de China, es sinónimo de que nos tilden de rebeldes y de “ambientalistas extremistas que cacerolean en las plazas”. Cuando hablo de esto lo

En lo personal, me ha pasado en innumerables situaciones sufrir bullying en reuniones sociales por ser vegano. Desde el típico “Daaaale, con un día que comas asado… ¿Qué te hace?” hasta el muy poco desconstruido “Ahí llegó el put*** que no come carne”. En el medio, un sinfín de comentarios que los atajo con una sonrisa y los devuelvo con humor, amor y respeto. Eso genera 2 cosas en los demás. En principio, desconcierto. Porque esperan que me enoje y que entre en el juego que esas personas inician con sus comentarios vacíos de fundamentos y de razón, y que cuentan un nivel de aceptación por la diversidad totalmente nulo. Y, por otro lado, mi respuesta genera empatía automática, como les decía recién, al responder una agresión con amabilidad y buena onda. ¿Es el camino más difícil? Sí.

Pero es sumamente gratificante. Para este caso y para todos aquellos momentos en los que te ataquen con comentarios agresivos, siempre me va a parecer la mejor manera de responder.

Ante esta situación, en primera instancia, es importante detectar la falta de deconstrucción que existe en muchos sectores de nuestro país, más aún en el interior, donde este tipo de comentarios suelen ser “comunes” entre amigxs, familia, compañerxs de colegio, etc. Luego, en una segunda instancia, el objetivo será reeducar, para reconstruir una sociedad a la que le hace mucha falta empatizar con el prójimo.

Por mi parte, me considero Artivista. Activar a través del Arte. Comunicar a través del humor y de la música. Arte al que este año le sumé una arista más: la cocina. Hace unos meses, en plena pandemia, creé “tauro vegan food” (IG @tauro.veganfood). Es mi emprendimiento de comida vegana, con el que busco comunicar que una alimentación vegana puede ser rica, económica y saludable, derribando todo tipo de mitos que dicen totalmente lo contrario.

Estoy muy agradecido por la respuesta de la gente, dado que tuvo muchísima aceptación, no solamente en personas veganas o vegetarianas, sino también en personas y familias que nunca se habían animado a probar comida libre de crueldad.

Creo que de eso se trata. Animarse. Animarse a algo nuevo, a un cambio que es positivo por donde se lo mire. Animarse a cuestionar los mandatos y las tradiciones de todos los ámbitos: familiar, social y cultural.

“Llegará el día en el que entendamos que un futuro consciente, sustentable y saludable se logra con el amor como bandera.”

Así, tarde o (esperemos) temprano, llegará el día en el que entendamos que un futuro consciente, sustentable y saludable se logra con el amor como bandera. Amor hacia los animales, la naturaleza, hacia uno mismo y el mundo entero. Ese amor del cual les hablo, damas y caballeros, se llama Veganismo.

Kiki Petrone Artivista Vegano. Comediante, actor, locutor, músico y emprendedor.