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NO AL ACUERDO PORCINO CON CHINA
from Revista Vegan #40
by revistavegan
Millones de personas se oponen al acuerdo porcino que nuestro gobierno pretende firmar en noviembre con China para instalar 25 megafactorías de cerdos que implican muchas cosas que son de extrema peligrosidad para nuestro país.
El lunes 6 de julio un comunicado de la cancillería argentina difundió un supuesto “constructivo encuentro” entre el Ministro de Relaciones Exteriores y Culto, Felipe Solá y el ministro de Comercio de la República Popular China, Zhong Shan, y anunció una “asociación estratégica” en torno al avance de un proyecto de producción de carne porcina.
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El 21 de julio de 2020, comenzaron a reunirse firmas contra el acuerdo. El 3 de agosto pasado, Guillermo Justo Chaves y Jorge Neme, secretario de relaciones económicas internacionales de Cancillería recibieron a Jóvenes por el Clima, a la periodista Soledad Barruti y al abogado ambientalista Rafael Colombo.
El rechazo ya era general y empezaron a florecer gran cantidad de juntadas de firmas y adhesiones en rechazo de este acuerdo, que según dijeron desde cancillería se firmaría el 1 de septiembre. Rápidamente activistas autoconvocados de todo el país organizaron una concentración nacional que se llamó #25A #BastaDeFalsasSoluciones, donde más de 200 organizaciones socioambientales en 23 provincias realizaron una jornada de protesta y que en Plaza de Mayo sufrió violencia y represión policial. Sin amedrentarse con las agresiones sufridas por la policía, los pacíficos activistas ambientales autoconvocados organizaron una nueva manifestación, esta vez bajo el lema #31A, un día antes de la firma del acuerdo. Pero el 30 a la noche, unas horas antes de la nueva marcha, un twit de Cancilleria anunciaba la postergación de la firma hasta noviembre.
El #31A igual se realizó, fue multitudinaria y no hubo represión. Escudado bajo el antifaz de los recursos económicos el gobierno intenta convencer a la población que este acuerdo es una panacea de beneficios incalculables para
sacar al país del pozo de las deudas. Pero nada dice de los peligros que acechan a este tipo de industrias, que no son pocas y denotan una falta total de interés en diversos aspectos que podrían ser realmente nefastos para toda la población.
Antes de abordar los problemas puntuales que podrían generar estas instalaciones industriales, me gustaría hacer algunas preguntas: ¿Los recursos económicos se deben generar a cualquier costo, como pasa con las producciones transgénicas de soja y maíz, las que desde hace décadas vienen envenenando la tierra, el agua, el aire y todos los alimentos que consumimos? ¿Vale la pena condenar a las personas, al ambiente y a los animales a la contaminación extrema por un aparente beneficio económico para unos pocos?
En fin…, ¿qué podemos esperar de funcionarios que han vendido y arruinado las excelentes condiciones ambientales que tenía nuestro país antes de la llegada de los transgénicos, de los agrotóxicos, de la megaminería y del fracking? Seguramente nada, o más de lo mismo, como estamos viendo en este momento con el más grande “cuento chino” que nos están obligando a aceptar. ¿Se han preguntado qué pasaría si esto, con toda la información real que existe y no con mentiras, se pusiera a decisión de la población a través de una consulta popular? Hoy
entre quienes se oponen por el bien de todos y los que lo promueven por el bien de algunos pocos, estamos viendo una lucha tremendamente desigual, donde el poder hegemónico de los políticos y funcionarios del estado aplasta cínicamente a las personas y a las organizaciones sociales, quienes se oponen solo para proteger a todos, a la biodiversidad y a los animales. Un país donde se castiga y descalifica a quienes dicen la verdad es un país sentenciado a la desaparición. Pasemos a la descripción de plan que quieren desarrollar según la información oficial que ha publicado el gobierno.
Se trata de la instalación de 25 megafactorías de 12.000 cerdas madres cada una, las que serían emplazadas en el noa y el nea. Para que estas instalaciones puedan funcionar y sean redituables económicamente hacen falta 1.500.000 de litros de agua por día cada una, lo que da una cifra de 37.500.000 de litros de agua por día, o sea unos 13.687.500.000 de litros de agua por año, un recurso que no sobra y que según dijo Manuel Saurí, director ejecutivo de “Agua segura” y basado en datos del indec, en Argentina “7 millones de personas no tienen acceso al agua potable”. Por otro lado, “El agua es uno de los problemas más críticos que enfrenta el mundo …”, es el mensaje que se da desde los organismos y cumbres internacionales que luchan contra el cambio climático.
Pero parece que en Argentina esto no es lo importante y se le quiere dar prioridad a la cría de cerdos para abastecer el consumo de China, mientras tanto millones de habitantes de nuestro país que no tienen acceso al agua... Para que estas 25 megafábricas de carne de cerdo puedan serles rentables a los inversores, deben cumplir 4 requisitos determinantes, estar emplazadas en lugares estratégicos que tengan a disposición, un establecimiento de 100 hectáreas cada una y con capacidad de siembra en la región de 12.000 hectáreas de maíz transgénico y 5.000 hectáreas de soja transgénica, con el combo de agrotóxicos que hacen falta para su desarrollo y además que no estén en zonas inundables. La elección de la zona estará supeditada al cumplimiento de los 4 ítems sin excepciones.
Todos estos requerimientos son por cada módulo o megafactoría, y si tenemos en cuenta que son 25, nos da un número total de una capacidad de siembra de 300.000 hectáreas de maíz transgénico y 125.000 hectáreas de soja transgénica, con el respectivo paquete “tecnológico” de agrotóxicos que necesitan, aumentando significativamente la contaminación y la deforestación que hará falta para poder cumplir estas exigencias que requieren estas industrias. Esto traerá acarreado infinidad de problemas para los pueblos originarios
que habitan esas regiones, quienes sufrirán la expulsión de sus hábitats y la desaparición de los bosques nativos de los que viven, bosques que regulan la biodiversidad y donde viven infinidad de animales que morirán inexorablemente. También las poblaciones cercanas se verán perjudicadas por cuestiones ambientales, desaparición de los reguladores naturales climáticos y contaminación del aire, el agua y la tierra.
¿Nadie se pregunta por qué China quiere sacarse de encima la producción de carne de cerdo de su país? ¿Por qué prefieren producir del otro lado del mundo con lo que esto significa en cuestiones de derroche energético? Tener que transportar cientos de miles toneladas de carne de cerdo a través de rutas marítimas, travesías que tardan entre 35 días a 45 días es realmente inapropiado. Pero nadie se lo pregunta… Seguramente se debe a la idea de sacarse de encima los problemas sanitarios que este tipo de industrias generan y que suelen terminar de la peor manera, así es el macabro negocio basado en la explotación de animales.
El hacinamiento de miles de cerdos en galpones inmensos, genera infinidad de enfermedades que terminan obligan a sacrificar millones de animales para aislar las enfermedades, lo que ya de por sí le da a
generando epidemias y pandemias. Hoy el mundo sufre una pandemia descomunal, el covid19, por comer animales silvestres como el pangolín, animal que se vende en los mercados húmedos de China. Pero antes fueron el mers en el 2012 por comer camellos, la gripe porcina en el 2009 por comer cerdos, la gripe aviar en el 2003 por comer pollos, la vaca loca en el 1996 por comer vacas, en hiv en el 1981 por comer monos, el ébola en el 1976 por comer murciélagos, entra otras. Pero… ¿Que está pasando? Nosotros somos tan tontos que queremos correr estos riesgos por un supuesto beneficio económico? Por favor, piensen, inveswww.weanimalsmedia.org
tiguen, analicen y reflexionen sobre lo que quieren hacer con nuestro país. Es evidente que esto, además de la tercerización de la producción para abastecerse de carne de cerdo a un país situado en el otro lado del globo terráqueo, parece tener otros objetivos ocultos. Para las personas que no comen carne ni aceptan la cría de animales para consumo humano, como los veganos y vegetarianos, y también para quienes están en proceso de dejar de comer animales, ya sea por consideración moral, o por cuestiones ambientales, de salud o espiritualidad o por lo que sea, este acuerdo es inaceptable por el simple hecho de que todas
estas personas no están de acuerdo con la cría y matanza de animales para alimentación. A estas personas que no son pocas, deberían sumarse los ambientalistas que también rechazan este tipo de industrias por el deterioro que le generan al ambiente y también se deberían tener en cuenta a quienes se oponen porque temen el riesgo sanitario que significan estas actividades productivas. Por lo tanto la oposición a este acuerdo porcino con China no solo tiene el rechazo de la comunidad vegana/ vegetariana, sino también de los flexitarianos, de los ambientalistas y de las personas que no quieren correr riesgos sanitarios. Si
supiéramos la cantidad de personas que se oponen, el porcentaje de la población, seguramente nos asombraríamos y tomaríamos conciencia de la falta de respeto que significa, que de parte del gobierno y de los legisladores, que no se los tome en cuenta. Vivimos en democracia, no? Y democracia es un término que viene del griego, demos = pueblo, kratos = gobierno y significa: El Gobierno del Pueblo, concepto que en esta ocasión brilla por su ausencia. Los que gobiernan fueron elegidos para gobernar y esto significa hacer cumplir la Constitución Nacional con el objetivo lograr el bienestar general de los habitantes y esto está directamente relacionado con cuidado ambiental y de la salud, ambas cosas en alto riesgo, de prosperar el acuerdo porcino con China. Esto está muy bien explicado en otra nota de este número que lleva por título: “la inconstitucionalidad del acuerdo porcino”. Pero además desde la ciencia, el profesor de Ecotoxicología de la Universidad Nacional del Litoral e investigador independiente del Conicet, Rafael Lajmanovich, puso en duda la sustentabilidad de estas mega granjas y dijo que “es muy discutible”.
“Desde el punto de vista ambiental no son sustentables. Desde el punto de vista de la salud son riesgosas: no quiere decir que sí o sí van a engendrar un virus zoonótico pero se corre ese riesgo”, explicó el científico. Sugirió que este tipo de producciones son como una suerte de “bomba biológica”.
Esta inaceptable intencionalidad de parte de las autoridades que lo promueven, ha despertado infinidad de acciones para mostrar el rechazo generalizado de gran parte de la sociedad, cientos de personalidades de nuestro país, y agrupaciones sociales, ambientales, veganas, vegetarianas, políticas, culturales y otras, han realizado marchas, juntadas de firmas y todo tipo de manifestaciones para hacerles llegar a los decisores el rechazo y repudio a este acuerdo entre Argentina y China. Lamentablemente desde los puestos de poder, la respuesta es soberbia y descalificante, Felipe Solá, ingeniero agrónomo y político argentino, actualmente ministro de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto de la Nación Argentina dijo en declaraciones oficiales que quienes se oponían eran jóvenes urbanos, dando a entender
que quienes se oponen no están calificados para hacerlo, algo que es totalmente falso. Es evidente que están priorizando el negocio antes que el bienestar de la población. Desde que se conoció el proyecto hubo una oposición que se exteriorizo en las redes, en medios y en las calles de todo el país. Sin lugar a dudas millones de personas se oponen y se opondrán a este acuerdo que se intenta firmar en noviembre y que le ofrece al gobierno la tremenda oportuni-
dad de escuchar la opinión de tantas personas, recapacitar y dejar sin efecto este proyecto funesto. Esperamos que quienes tienen el poder otorgado por el pueblo, escuchen el rechazo y repudio que se oye en todo el país y dejen sin efecto este inaceptable acuerdo con China. Millones piden que se deje sin efecto la intención y en cambio se promuevan las producciones orgánicas y agroecológicas y la alimentación basada en plantas, la única forma que tenemos de dejar un mundo habitable para las generaciones futuras.
Millones son los que se oponen a esta irracional iniciativa, y para mostrar esta postura y más información sobre lo inconveniente de este convenio, la uva Unión Vegana Argentina y Conciencia Solidaria se unieron para producir un video donde 28 celebridades de Argentina se suman y le dicen a la sociedad, por qué hay que rechazar la instalación de 25 megafactorías de cerdos.
NUEVAS PANDEMIAS INDUSTRIA ARGENTINA
→ https://youtu.be/0iebbzeeXaw