17 minute read

LA INCONSTITUCIONALIDAD del acuerdo porcino con China

LA INCONSTITUCIONALIDAD Del acuerdo porcino con china

“Un cambio en los hábitos alimentarios hacia el aumento del consumo directo de alimentos vegetales parece ser un objetivo deseable en la perspectiva del desarrollo sostenible en los países desarrollados”

Advertisement

“Un cambio en los hábitos alimentarios hacia el aumento del consumo directo de alimentos vegetales parece ser un objetivo deseable en la perspectiva del desarrollo sostenible en los países desarrollados. Debido a su menor impacto, las dietas vegetarianas y veganas pueden jugar un papel importante en la conservación de los recursos ambientales y en la reducción del hambre y la malnutrición en los países pobres” (L Baroni, L Cenci, M Tettamanti, M Berati. European Journal of Clinical Nutrition -2007- 61, 279–286).

“La carne representa un despilfarro de agua y genera muchos gases de efecto invernadero. Somete a los recursos del mundo a una enorme presión. Una dieta vegetariana es mejor” (Lord Stern, economista y ex-vicepresidente del Banco Mundial) “Para contrarrestar el cambio climático es muy importante realizar cambios en el estilo de vida. Uno de los cambios de vida potencialmente más beneficiosos sería cambiar a una dieta con menos carne y más vegetariana” (Rajendra Pachauri, presidente del Grupo Intergubernamental para el Cambio Climático -ipcc- y ganador del Premio Nobel de la Paz).

la realidad de las megafactorias de cerdos: las megafactorías son una variante de lo que se conoce como la relativamente reciente industrialización de la ganadería o cría intensiva de animales. Se trata de un enfoque de la cría de animales diseñado para maximizar la producción, mientras se minimizan los costos. Para ello, las empresas agrícolas mantienen el ganado, como el vacuno, las aves de corral y los peces, con una alta densidad de población, a gran escala y utilizando maquinaria moderna, biotecnología y recurriendo al comercio mundial. Sin embargo, en todos los casos, han sido cuestionadas por no ser sostenibles ni éticas y, fundamentalmente, por su impacto ambiental (contaminación agrícola y cambio climático). Los animales están a menudo bajo estrés por estar en espacios confinados y se atacan unos a otros. En un esfuerzo por prevenir lesiones que conduzcan a infecciones, se les corta el pico, la cola y los dientes. Muchos lechones mueren de shock traumático cuando se les quitan los dientes y la cola, porque en estas operaciones no se utilizan medicamentos para mitigar el dolor. Las granjas industriales tratan de ganar espacio, con animales como los pollos que se mantienen en espacios más pequeños que una página A4.

De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (ccpeeu) en Estados Unidos, las granjas en las que se crían animales de forma intensiva pueden causar reacciones sanitarias adversas en los trabajadores de las granjas. Los trabajadores pueden desarrollar enfermedades pulmonares agudas y crónicas, lesiones musculoesqueléticas y pueden contraer infecciones que se transmiten de los animales a los seres humanos (tuberculosis, sars, mers, gripe aviar, covid 19). Se utilizan pesticidas para controlar organismos considerados nocivos y los agricultores ahorran dinero al evitar las pérdidas de productos por plagas. En los ee.uu., alrededor de una cuarta parte de los plaguicidas utilizados se usan en casas, patios, parques, campos de golf y piscinas y alrededor del 70% se utilizan en la agricultura.

Sin embargo, los plaguicidas pueden llegar al cuerpo de los consumidores, lo que puede causar problemas de salud, siendo una fuente de esto la bioacumulación en animales criados en granjas industriales.

Los estudios han descubierto un aumento de las enfermedades respiratorias, neuroconductuales y mentales entre los residentes de las comunidades cercanas a las granjas industriales. Una proporción significativa de los trabajadores de los mataderos son personas de color de bajos ingresos, muchos indocumentados, que tienen pocas opciones más que trabajar en estos trabajos peligrosos para mantener a sus familias. Los trabajadores suelen sufrir lesiones por estrés repetitivo, trastornos musculoesqueléticos, dolor crónico, trauma psicológico y, a veces, incluso amputaciones debido a la velocidad frenética de la línea de procesamiento en los mataderos. Un trabajador puede repetir el mismo movimiento entre 40.000 y 100.000 veces en un turno.

Según los datos de La Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (una agencia del Departamento de Trabajo de los Estados Unidos) , hay alrededor de dos amputaciones cada mes entre los trabajadores del procesamiento de carne e incluso más “incidentes graves” que involucran la hospitalización. Los informes muestran que muchos trabajadores migrantes están amenazados con la deportación si informan de una lesión o maltrato. Los trabajadores de los mataderos también experimentan estrés psicológico debido a la naturaleza violenta de su lugar de trabajo. Potencialmente pueden sufrir ansiedad, depresión, abuso de drogas y alcohol, paranoia y un aumento de arrestos.

El ccpeeu escribe que los compuestos químicos, bacterianos y virales de los desechos animales pueden viajar por el suelo y el agua. Los residentes cerca de estas granjas reportan problemas como olores desagradables, moscas y efectos adversos para la salud. El ccpeeu ha identificado una serie de contaminantes asociados con la descarga de residuos animales en ríos y lagos, y en el aire. El uso de antibióticos en el ganado puede crear patógenos resistentes a los antibióticos; los parásitos, las bacterias y los virus pueden propagarse; el amoníaco, el nitrógeno y el fósforo pueden reducir el oxígeno de las aguas superficiales y contaminar el agua potable; los pesticidas y las hormonas pueden causar cambios hormonales en los peces; los alimentos para animales y las plumas pueden impedir el crecimiento de las plantas deseables en las aguas superficiales y proporcionar nutrientes a los microorganismos causantes de enfermedades; los oligoelementos como el arsénico y el cobre, que son perjudiciales para la salud humana, pueden contaminar las aguas superficiales. La agricultura intensiva puede facilitar la evolución y la propagación de enfermedades nocivas.

Muchas enfermedades animales transmisibles se propagan rápidamente a través de poblaciones de animales en situación del hacinamiento y hace más probable el reordenamiento genético, como la pandemia de covid 19 que actualmente aqueja a todo el mundo. En la Unión Europea, las hormonas de crecimiento están prohibidas sobre

la base de que no hay forma de determinar un nivel seguro. El Reino Unido ha declarado que en el caso de que la ue aumente la prohibición en alguna fecha futura, para cumplir con un enfoque de precaución, sólo consideraría la introducción de hormonas específicas, probadas caso por caso. En 1998, la Unión Europea prohibió alimentar a los animales con antibióticos. Además, en 2006 la Unión Europea prohibió todos los medicamentos para el ganado que se utilizaban con fines de promoción del crecimiento. Como resultado de estas prohibiciones, los niveles de resistencia a los antibióticos en los productos animales y dentro de la población humana mostraron una disminución.

El comercio internacional de productos de origen animal aumenta el riesgo de transmisión mundial de enfermedades virulentas como peste porcina y bse. En los Estados Unidos, el uso de antibióticos en el ganado sigue siendo frecuente. La fda (Administración de Medicamentos y Alimentos, agencia del gobierno de los Estados Unidos responsable de la regulación de alimentos, medicamentos, cosméticos, aparatos médicos, productos biológicos y derivados sanguíneos) informa que el 80 por ciento de todos los antibióticos vendidos en 2009 fueron administrados al ganado, y que muchos de estos antibióticos son idénticos o están estrechamente relacionados con los medicamentos utilizados para el tratamiento de enfermedades en los seres humanos. En consecuencia, muchos de

estos medicamentos están perdiendo su eficacia en los seres humanos, y los costos totales de atención médica asociados con las infecciones bacterianas resistentes a los medicamentos en los Estados Unidos son entre 16.600 y 26.000 millones de dólares anuales. La agricultura industrial intensiva ha crecido hasta convertirse en la mayor amenaza para el medio ambiente mundial por la pérdida de servicios del ecosistema y el calentamiento global. Es uno de los principales impulsores de la degradación ambiental y pérdida de biodiversidad mundial. El proceso en el que se necesita cultivar alimentos para uso exclusivo de los animales suele realizarse mediante métodos intensivos que implican una cantidad significativa de fertilizante y pesticida. Esto a veces resulta en la contaminación del agua, el suelo y el aire por agroquímicos y desechos de estiércol, y el uso de recursos limitados como el agua y la energía a tasas insostenibles. La producción industrial de cerdos y aves de corral es una fuente importante de emisiones de gases de efecto invernadero y se prevé que cada vez lo sea más. En las granjas intensivas de cerdos, los animales son generalmente mantenidos en suelos de cemento con rejillas para que el estiércol drene a través de ellas. El estiércol suele almacenarse en forma de purines (los purines son una mezcla líquida de orina y heces). Durante el almacenamiento en la granja, los purines emiten metano y cuando el estiércol se esparce en los campos

emite óxido nitroso y causa contaminación por nitrógeno de la tierra y el agua. El estiércol de las granjas industriales emite altos niveles de óxido nitroso y amoníaco, en concreto, se producen grandes cantidades y concentraciones de residuos, corriendo peligro la calidad del aire y las aguas subterráneas.

Los impactos ambientales de la ganadería industrial incluyen:

- Deforestación para la producción de alimentos para animales (en nuestro país se incrementa con el salvaje proceso de sojización que comenzara en el año 1996 y que ahora se elevará exponencialmente). - Presión insostenible sobre la tierra para la producción de piensos de alto contenido proteínico y energético. - Fabricación y utilización de plaguicidas, herbicidas y fertilizantes para la producción de piensos. - Uso insostenible del agua para cultivos de alimentos, incluida la extracción de agua subterránea. - Contaminación del suelo, el agua y el aire por el nitrógeno y el fósforo de los fertilizantes utilizados para los cultivos de alimentos y el estiércol. - Degradación de la tierra (reducción de la fertilidad, compactación del suelo, aumento de la salinidad, desertificación). Y aquí la figura estelar es el combo letal de monocultivo-transgenia-agrotóxicos-fertilizantes Pérdida de biodiversidad debido a la eutrofización, acidificación del agua dulce, pesticidas y herbicidas. - Reducción mundial de la diversidad genética del ganado y pérdida de las razas tradicionales. - Extinción de especies debido a la destrucción del hábitat relacionado con la ganadería (especialmente los cultivos de alimentos).

Las megafactorías de cerdos que pretenden instalar en el país son caldos de cultivo de un tipo de Gripe Porcina que amenazó a China hace años, con un potencial pandémico altísimo. Ha sido la causa de la matanza de 300 millones de cerdos que portaban la gripe porcina africana. Este es el motivo por el cual quieren construir los galpones de hacinamiento y explotación de cerdos acá, lejos de sus fronteras: pandemias for export.

DAÑO AMBIENTAL: El derecho a un ambiente sano: Su tutela constitucional.

Lo señalado se ve ratificado por el criterio que ha asumido nuestra Constitución Nacional a partir de la reforma del año 1994 (sobre el que se ha señalado que ha logrado aproximarse a una aspiración razonable, habida cuenta de las proposiciones que se presentaron, buscando privilegiar la tutela del medio ambiente, pero poniendo en peligro las exigencias del desarrollo). En efecto, en el art. 41 se relaciona la protección del medio ambiente exigiendo que el mismo sea “sano”, “equilibrado” y “apto para el desarrollo humano”. De esta manera la supuesta concepción antropocéntrica se transmuta en una concepción biocéntrica, a través de una ética que extiende los confines de la comunidad humana más allá del hombre en sí mismo, comprendiendo también los suelos, las aguas, las plantas y los animales.

La norma establece como primera calidad que debe exigirse al ambiente es, justamente la sanidad (tanto respecto a la preservación y no contaminación como respecto a los ambientes construidos por el hombre), para luego exigir equilibrio (entendido como la relación de interdependencia entre los elementos que conforman el ambiente que hace posible la existencia, transformación y desarrollo del hombre y demás seres vivos. Pero la constitución no finaliza allí su análisis, el art. 41 debe vincularse con el art. 43, el cual refiere al medio ambiente, facultando a las personas a interponer acción de amparo “en lo relativo a los derechos que protegen al ambiente”. El art. 41 procura que el derecho a un ambiente sano alcance a “todos los habitantes” y el art. 43 otorga la vía del amparo a “toda persona”. El art. 41 de la Carta Magna exige

El proyecto chino-argentino de las Megafactorías de cerdos, vulnera, en forma flagrante, el artículo 41 de la c.n., puesto que afecta el derecho de todos los habitantes a gozar de un ambiente sano y equilibrado, no promueve ningún beneficio actual ni futuro, por cuanto el rédito es para políticos y el agronegocio (las personas que se emplean en estas faenas tienen una expectativa de vida muy inferior al resto y son remunerados deficientemente), comprometen recursos escasos y no renovables (agua, tierra, atmósfera) y los derechos de las generaciones futuras. Será un auténtico ecocidio, un crimen de lesa humanidad, caracterizado por un ataque generalizado contra la población bajo la excusa de aplicar una política económica del Estado.

Estas auténticas fábricas de la muerte afectarán irremediablemente la utilización racional de los recursos naturales, la preservación del patrimonio natural y cultural y de la diversidad biológica, sin contar con la creación de múltiples enfermedades zoonóticas y las asociadas a la contaminación producto de las excretas, los fertilizantes, agrotóxicos, hormonas, y antibióticos empleados en el proceso. Por esta misma razón, este proyecto colisiona con el art. 42 de la Carta Suprema, por cuanto afecta la salud pública y la seguridad e intereses económicos de los habitantes. Y este oscuro panorama será la antesala de las acciones que prevé el art. 43 del mismo cuerpo legal, que habilita a toda persona a interponer acción expedita y rápida de amparo, siempre que no exista otro medio judicial más idóneo, contra todo acto u omisión de autoridades públicas o de particulares, que en forma actual o inminente lesione, restrinja, altere o amenace, con arbitrariedad o ilegalidad manifiesta, derechos y garantías reconocidos por esta Constitución, un tratado o una ley. En el caso, el juez podrá declarar la inconstitucionalidad de la norma en que se funde el acto u omisión lesiva.

PERSONA: ONTOLOGIA DE LA COSTUM- BRE. PERSONA Por último, pero no menos importante, está la cuestión ética. Persona puede ser definida como un ser dotado de razón, conscien-

te de sí mismo y poseedor de una identidad propia. Inicialmente se conoce como persona no humana a la propuesta de creación de una figura jurídica postulada para ser concedida a ciertas especies de animales, aunque en nuestro criterio, debe ser extendido a todas. Ya en varios países se han abierto causas judiciales basándose en este concepto. Sin embargo, otros defensores de dicha figura jurídica argumentan que el criterio para otorgar personalidad jurídica es simplemente poseer una conciencia, es decir, tener capacidad para sentir (ver Declaración de Toulon).

CONCIENCIA Y SINTIENCIA. “La ausencia de un neocortex no parece impedir que un organismo experimente estados afectivos. Evidencias convergentes indican que los animales no humanos poseen substratos neuroanatómicos, neuroquímicos y neurofisiológicos de los estados de conciencia, junto con la capacidad de exhibir comportamientos intencionales. Consecuentemente, el peso de las evidencias indica que los humanos no son únicos en la posesión de substratos neurológicos

que generan consciencia. Los animales no humanos, incluyendo todos los mamíferos y pájaros y otras muchas criaturas también poseen estos substratos neurológicos” (Declaración de Cambridge sobre la Conciencia, 7 de julio de 2012).

PROTECCION JURIDICA. Concluyendo, más allá de las evidencias en que ninguna de las exigencias clásicas para atribuir el carácter de persona a un individuo (vgr.: razón, conciencia, lenguaje, identidad) son exclusivas de la especie humana, lo cierto es que, desde la perspectiva jurídica, lo crucial para la determinación del estatus de persona, es que la ley les otorga a estos individuos la capacidad de obtener derechos subjetivos y ser sujetos de obligaciones jurídicas y por ende, no existe ni ningún obstáculo para extender tal protección a las demás especies animales.

VULNERACION DE DERECHOS ESENCIA- LES DE HUMANOS Y NO HUMANOS. Frente a este nuevo paradigma ético-moral, con las evidencias de la ciencia en lo que atañe a sentencia y conciencia de los animales

no humanos (anh), es menester definir un nuevo status jurídico sobre éstos, dotarlos de protección real como titulares de derechos subjetivos específicos, impugnando su cosificación. Los animales no humanos son sustrato de consideración moral, porque son sujetos de una vida, como individuos merecedores de respeto y de no ser dañados por nuestras acciones. Este es el reconocimiento de la vida como un valor inherente en sí mismo y, como contrapartida, la obligación moral del ser humano con respecto a las futuras generaciones de humanos y de no humanos.

CONCLUSIONES Es evidencia científica los efectos nefastos en la salud que acarrea el consumo de proteína animal. Las principales organizaciones científicas avalan una dieta equilibrada basada en plantas (veganas/vegetarianas), como la mejor opción para conjurar las principales enfermedades actuales (diabetes, hipertensión, cáncer, arterioesclerosis, etc.). Pero también ahora sabemos que estamos en riesgo a nivel medioambiental y tenemos la necesidad imperiosa de salvar el planeta. No en vano, los científicos abogan por una migración masiva a una dieta de base vegetal, la cual podría aliviar los problemas de sustentabilidad del planeta (Revista Science, 31/5/2018). La investigación analiza el coste ambiental que tiene producir los alimentos que alimentan a los 7.575 millones de habitantes del planeta. Entre esos costos están el porcentaje de uso de tierra para criarlos, la cantidad de agua usada, las emisiones de co2, la acidificación del suelo y la eutrofización de las aguas subterráneas, de ríos y mares. En ambos casos el agente principal son los fertilizantes nitrogenados. Los resultados abruman: durante todo su ciclo de vida, esta producción ocupa el 43% de la tierra del planeta, es responsable del 26% de las emisiones de gases de efecto invernadero (en su mayor parte co2 y metano, ch4), del 32% de la acidificación y del 78% de la eutrofización. Por último, casi dos tercios del agua dulce retirada de las cuencas va para dar de beber a estos animales.

El veganismo permitiría conjurar la contaminación ambiental que implica la cría intensiva de ganado, pero a la vez también es justicia e igualdad, no sólo para los anh sino también en cuanto implica una notoria redistribución

de la riqueza. Porque un solo kilo de carne implica el uso indiscriminado de 15000 litros de agua, conforme lo ha dicho la fao (Organización para la agricultura que depende de la onu) y si todo el grano que se utiliza para alimentar a todos estos animales se empleara en alimentación humana, se podría alimentar dos veces a toda la población de la Tierra. Insisto, el veganismo es la revolución más grande, porque implica no sólo cuidar planeta sino ser justos también con los más desfavorecidos en países emergentes. Categóricamente el veganismo podría acabar con el hambre en el mundo, terminar con el holocausto de animales no humanos y permitir vidas plenas a los seres humanos en perfecto estado de salud. Proponemos un nuevo paradigma ético-moral que nace del veganismo, que propicia igual consideración moral a todos los seres sintientes, con un norte de respeto y justicia (obligaciones morales de los humanos hacia ellos para lograr su liberación y construir una sociedad más justa a nivel intergeneracional), y que a su vez permita definir un nuevo estatus jurídico y un nuevo contrato democrático sobre los animales no humanos, dotarlos de protección real como titulares de derechos subjetivos específicos, impugnando su cosificación.

En definitiva, la decisión de descosificar a los anh y optar, por ejemplo, por una dieta basada en vegetales (que promueve una mejor salud, beneficia el medio ambiente, reasigna los recursos más eficientemente y extingue el sufrimiento animal), en cualquier escenario ético-teórico, determinará la mayor felicidad para el mayor número, implicará igual consideración moral y una sociedad más equitativa, donde prime el respeto y la justicia. El Acuerdo porcino con China no sólo viola nuestra Constitución Nacional, sino que vulnera derechos esenciales de seres sintientes y concientes en forma masiva, afecta la salud pública, el medio ambiente y acentuará la pauperización y desigualdad económica en nuestro país.

Dr. Hugo Carrión Abogado especialista en Derecho Penal, Fiscal en lo Criminal del Departamento Judicial de Lomas de Zamora, Máster en Derecho, Ciencias y Tecnología de la Información, Vegano, Activista.

This article is from: