Mañana es mejor - EUGENIO VIVIANI ROSSI

MAÑANA ES MEJOR

Pasaron 173 años desde que 140 personas se unieron y fundaron la primera Sociedad Vegetariana del mundo en Inglaterra porque no concebían como normal y saludable comer animales. Y más de 218 años que Joseph Ritson escribió su ensayo “sobre la abstinencia de comer alimentos animales como un deber moral”. Podemos pensar que pocas cosas han mejorado hasta este 2020, incluso sentir que estamos en un momento histórico tremendo, con un virus proveniente de explotar y esclavizar animales que mata a cientos de miles de humanos; un planeta que se prende fuego, que se queda sin ozono y se llena de basura. Tengo el deber sentimental y espiritual de decirte que no.

Estamos y tenemos que estar cada vez mejor. Que hayan transcurrido 20 años desde creación de la uva (Unión Vegana Argentina) y que siga más vigente que nunca, ver como año tras año son mas las personas que se acercan al VegFest sin poder caminar de la cantidad de gente que hay en los salones, ver como las dietéticas se han transformado en el nuevo “supermercado” de miles de familias y que las capacitaciones que hacen referencia a Nutrición Vegana completen sus cupos año tras año; todo eso nos muestra que las cosas están cambiando.

Podemos preguntarnos si podríamos estar mejor. La respuesta es un SI contundente. Podríamos, en este momento, no tener ningún matadero más abierto ni animales esclavizados sufriendo ni siendo torturados, evitando epidemias globales, reduciendo el impacto climático y probablemente gozando de un mejor estado de salud colectiva. Si. Pero hoy día tenemos miles de santuarios de animales dispersos por todo el planeta Tierra, lugares veganos para disfrutar de una comida libre de crueldad y millones de personas que han ampliado su consciencia por una necesidad imperiosa de coherencia interior de no comer nada de origen animal. Eso a mí me emociona. Se ve, se siente, se disfruta. Un crecimiento exponencial de consciencia planetaria, de compasión para con otros seres vivos, de querer cuidar y proteger a nuestra Tierra.

Además, disponemos de miles de publicaciones científicas que hacen alusión al vegetarianismo y a una dieta basada en

plantas que nos ayudan a mejorar nuestro accionar y a evidenciar que una alimentación vegana bien planificada es posible en todas las etapas del ciclo vital (embarazo, lactancia, niñez, adolescencia, adultez, deportistas) y puede prevenir y a veces tratar enfermedades, sobre todo las enfermedades crónicas no transmisibles que conforman las primeras causas de muerte en el mundo (enfermedades cardiovasculares, cáncer, diabetes, obesidad). Este tipo de posturas han tomado las principales sociedades científicas del mundo como la and (Academia de Nutrición y Dietética de eeuu, la Sociedad Argentina de Nutrición, La British Dietetic Association y la Asociación de Dietistas de Canadá. Un acto tan cotidiano como elegir que comer puede impactar drásticamente en la sustentabilidad de nuestra Tierra. Una dieta basada en plantas integrales (Whole Food Plant Based Diet) muestra una reducción significativa en la emisión de gases de efecto invernadero, en la utilización de agua dulce, y disminución de uso de recursos planetarios. Tal es así que cambiar la dieta y basarla en plantas se encuentra entre las medidas de mayor impacto climático que puede tomar una persona por el Planeta.

Por el contrario, una dieta alta en proteínas de origen animal es una dieta muy poco sustentable para nuestro planeta ya que aumenta la emisión de gases como gas metano, utiliza mayor cantidad de agua

comparado con granos, y hace uso de mucha mayor cantidad de recursos de Tierra. Es por esto que revistas científicas de alto rigor científico como “The Lancet” se han manifestado al respecto pregonando un cambio en nuestro estilo de vida y en nuestro tipo de alimentación, disminuyendo las proteínas animales y sumando proteínas vegetales (sobre todo legumbres). Por lo expuesto anteriormente creo que comer es un acto político, revolucionario y un acto de amor para con vos y para con los demás seres que viven en la Tierra. La alimentación no es la iluminación ni mucho menos, pero sin una buena alimentación nada es posible. Y en esta búsqueda de respuestas en la que estamos todos, poder llevar algo de coherencia a lo que pensas, con lo que sentís y lo que finalmente terminás haciendo; es algo mayúsculo.

“Un acto tan cotidiano como elegir que comer puede impactar drásticamente en la sustentabilidad de nuestra Tierra”

Estamos obligados a ser optimistas. Sin optimismo la tarea que tenemos por delante perdería su sentido más hondo. Es imposible

cambiar algo y a alguien que ha perdido la esperanza en sí mismo y en el ser humano. Estamos obligados a ser optimistas para seguir tomando consciencia colectiva y poder mostrar con respeto, compasión, comprensión y empatía, aquello que alguna vez vos y yo no podíamos ver tampoco pero que de alguna forma se nos presentó y nos permitimos vivirlo y tomarlo como pilar fundamental de nuestras vidas: el veganismo.

Como nos ha cantado por tantos años Luis Alberto Spinetta en su cantata de puentes amarillos: “Mañana es mejor”

Eugenio Viviani Rossi Médico, Universidad Nacional de La Plata. Director del Curso de Posgrado en Nutrición Vegetariana. Facultad de Medicina. unlp. Docente en Posgrado de Nutrición para la práctica clínica, Facultad de Medicina, unlp. Docente en Cátedra de Fisiología de eurhes, Universidad Nacional de La Plata; carreras de Nutrición y Enfermería. Co-Dirige ceni (Centro Educativo de Nutrición Integral). Docente en Posgrado de Nutrición Vegetariana y Vegana. uba (Universidad de Buenos Aires). Docente en Diplomatura Nutrición Vegetariana y Vegana. Universidad de Belgrano.