REVISTA VOZAL | 109
Operación: asesina del popó Y otras crónicas de cuarentena Por: María Teresa Garzón Martínez Para Margarita Medina, mamá de la manada
Cuarenta días –¿eso es una cuarentena verdad?– en la comuna anarko punk feminista radical de la familia Garzón Bauer Wick –la mía– y la llegada de la primavera hacen del día tras día un día normal, como lo describe el odiado Juanes: “hoy es un día normal, pero yo voy a hacerlo intenso. Hoy puede apagarse el sol, pero no la luz de mi alma”. Y vaya que han sido días normales...
Operación: asesina del popó La cuarentena se me ha ido en descubrir la asesina del popó. No se trata de una asesina realmente, sino de una farsante. Las cosas se vienen dando reiteradamente. Todas las mañanas aparece un popó minúsculo en un lugar prohibido –como si en la comuna anarko punk feminista radical de la familia Garzon Bauer Wick hubiera lugares prohibidos–. Y la investigación empieza. Stat –el chihuahua más peligroso del mundo– está descartado, pues él es el rey. Sí muchachas: aquí el patriarcado se cuela. Entonces, sólo quedan tres sospechosas: todas hembras, todas estratégicas, todas súper tiernas. Daysi –princesa chihuahua– asume la culpa y corre a esconderse, pero Pedrita –gata actriz– y Boyka –gata faraona y manda más– también lo hacen. Trabajo en equipo, planeación y coordinación. Creen que me pueden engañar y, de hecho, lo hacen. Y yo ahí, dizque poniendo trampas, manteniéndome alerta, siguiendo los pasos sin ningún resultado. La asesina del popó ha burlado la ley en tiempos de neo fascismo.