REVISTA VOZAL | 59
a mi amorcito. Pienso en mis estudiantes y en la necesidad que tengo de ellos. Espero que estén bien. Son más fuertes que yo. En el país de los trapos rojos, tengo la confianza puesta en las pequeñas y concretas acciones de la gente que resiste. El contacto no solo surge cuando nuestras epidermis se acercan. Creo que entramos en contacto cuando estamos en el sentir y pensar de otro, así como mi abuelo pensó en nosotras hace años. Incluso, sentimos a los que no conocemos directamente, los intuimos y somos capaces de sufrir un momento por ellos. En esa casa vieja, heredada de mi abuelo, me siento parte de la miseria y de la resistencia a la vez.
Laura Rodríguez, profesora, escritora, mamá e integrante de la Asociación Benkos y del proceso EnCuentos. Licenciada en Educación Artística que confía en el encuentro, la conversación y la creación colectiva como posibilidades de reconocimiento y transformación de sí, y de esta realidad complicada que nos tocó vivir.
Intimidad
Por: Sol Astrid Giraldo E.
El asunto una vez más es de puertas. ¿Quién las construye? ¿Quién se queda adentro? ¿Quién se queda fuera? ¿Qué es quedarse de este lado o del otro? Las mujercitas de Vermeer nos dan una clave. Con sus pieles al óleo se asoman desde sus marcos para inaugurar el tema de la intimidad en la historia de las imágenes occidentales. Un concepto enunciado allí en clave femenina. Sus atributos iconográficos eran invariables: jarras, manteles, perlas, manos blandas sobre las mesas o los pianos. En esta galería, silenciosas bajan la mirada al lado de ventanas que estallan de luz, a metros de puertas clausuradas y sumergidas siempre en su dorada oscuridad doméstica. El problema con las mujeres siempre ha sido espacial. Por eso la cuarentena despierta viejas heridas. Se sacrificaron