REVISTA VOZAL | 81
La salsa es un nombre genérico, para mí es el de una mujer
Por: María Victoria Córdoba
“Puedo volar con mis mariposas al lado de las suyas aún con todo lo que las atropella en esta ciudad inundada de humo, carros, paredes y cualquier otra cosa, todo depende de lo que nos une y lo que nos ha pasado y queramos que pase”. Mariana cierra el libro al final de la historia y se pone a bailar agarrada de un hilo de sus memorias. Aprendió a bailar sola en el barrio de la loma, al ritmo de la música de los equipos de las familias vecinas, hasta que pudo comprar un equipo para ella, el cual cuida y ha trasteado de un lado a otro. Mariana Suárez, como la llamaban en el barrio de la infancia por su nombre completico, conoce algunos ritmos universales porque estudió música. Sabe, y de sobra, que no todo el mundo siente de igual manera esa universalidad. Eso pasa porque los linderos de cada quien son distintos. Después de lo vivido, y a estas alturas de cuarentena con la que le han puesto trazas a todo, ahora recuerda al lado de otros vecinos más que el cómo aprendió a bailar salsa con quiénes aprendió, se acuerda de Stella, de Gilma y de otras vecinas, con quienes empezó a escuchar salsa brava, comprendió que la salsa es tan diversa como la vida misma. Recuerda que le empezó a gustar la Fania, sobre todo por Gilma la vecina que vivía a la vuelta de su casa, compartieron chistes y gustos por la salsa, tardes y noches parlotearon de lo mismo, Gilma la cogía de parche y todo se valía entre carcajadas, hasta que le llegaba el novio a Gilma y entonces hasta luego. Con Gilma aprendió no sólo a escuchar a la Fania, sino y también a montar bicicleta, en una vieja que le pertenecía a Jorge, un hermano de Gilma, en esa casa todos tenían bicicleta, aunque no a todos les gustaba la salsa, pero la salsa y la bicicleta comparten eso de sentir placer por la vida. Por entonces Mariana no pudo comprarse una bicicleta, pero sí un long play de la Fania. No obstante, Mariana aprendió más de salsa con su novia que con Gilma y, sobre todo, de la salsa colombiana. Su novia que vivía en Ciudad Jardín, lejos muy lejos de Mariana, por cosas del colegio se fueron