El gato con botas / edición literaria a cargo de Elena Luchetti ; ilustrado por Huadi. - 1a ed. - Buenos Aires : SB, 2008. 8 p. : il. ; 23x21 cm. - (Clásicos para leer y pintar en familia. Cuentos de Carlos Perrault; 6)
ISBN 978-987-1256-37-2
1. Cuentos Clásicos Infantiles. I. Luchetti, Elena, ed. lit. II. Lavandeira, Sandra, ilus.
CDD 863.928 2
Título de la obra: El gato con botas
Autor: Carlos Perrault
© 2008, SB
ISBN: 978-987-23512-2-9
1O edición, Buenos Aires, julio de 2008
Dirección editorial: Andrés C. Telesca
Edición: Elena Luchetti
Dirección de arte: Cecilia Ricci
Ilustraciones: Sandra Lavandeira
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ABÍA UNA VEZ UN MOLINERO QUE DEJÓ COMO HERENCIA A SU HIJO MAYOR, EL MOLINO; AL DEL MEDIO, SU BURRO Y AL MENOR, UN GATO.
–MIS HERMANOS –DECÍA EL MÁS CHICO- PODRÁN GANARSE LA VIDA TRABAJANDO; PERO YO, DESPUÉS DE COMERME EL GATO Y DE HACERME UN MANGUITO CON SU PIEL, MORIRÉ DE HAMBRE.
L GATO, QUE ESCUCHABA ESTAS PALABRAS, RESPONDIÓ:
–NO SE PREOCUPE, SEÑOR; DEME UNA BOLSA Y UN PAR DE BOTAS Y VERÁ QUE LA HERENCIA NO ES TAN POCA.
l gato se puso las botas y echándose la bolsa al hombro, fue a un campo donde había conejos. Puso pastos tiernos en la bolsa y haciéndose el muerto, esperó a que alguno viniera a meter su hocico para comer lo que había dentro. No bien se acostó, un conejo entró en la bolsa y el gato lo encerró.
Entonces pidió hablar con el Rey.
–Le traigo un conejo que el Marqués de Carabás (nombre que inventó para su amo) le envía.
En otra ocasión, se ocultó en un trigal y cuando entraron dos perdices en la bolsa, las cazó. Fue a entregarlas al Rey:
–Le traigo dos perdices que el Marqués de Carabás le envía.
El gato continuó durante tres meses llevándole al Rey productos de caza de su amo. Un día, supo que el Rey iría a pasear a orillas del río con su hija y le dijo a su amo:
–Su fortuna está hecha, señor: báñese en el río, en el sitio que le mostraré, y yo haré lo demás.
Mientras el Marqués se bañaba, el Rey pasó y el gato se puso a gritar:
–¡El Marqués de Carabás se está ahogando!
El Rey, reconociendo al gato, ordenó que acudieran a socorrer al Marqués. El gato se acercó al Rey y le dijo que, mientras el Marqués se bañaba, unos ladrones se llevaron su ropa.
El Rey mandó que fuesen en busca de sus más bellas vestiduras para el Marqués.
Como el traje que le dieron le quedaba muy bien, la hija del Rey se enamoró.
El Rey quiso que el Marqués subiera a su carroza. El gato se adelantó, y habiendo encontrado a unos campesinos, les dijo:
–Díganle al Rey que el campo es del Marqués de Carabás. Si no, los haré picadillo.
El Rey preguntó a los campesinos de quién era ese prado.
–Es del Marqués de Carabás –dijeron.
–Tiene un hermoso campo –dijo el Rey al Marqués.
El gato, que iba delante, decía siempre lo mismo a todos los campesinos que encontraba; y el Rey estaba muy asombrado con las riquezas del Marqués.
El gato llegó finalmente ante un castillo cuyo dueño era un ogro y pidió hablar con él:
–Me aseguraron –dijo el gato–que puede convertirse en cualquier animal.
–Es cierto –respondió el ogro–y para demostrarlo vea cómo me convierto en león.
–Además me aseguraron –dijo el gato–, que también puede convertirse en animalitos pequeños; por ejemplo, en ratón.
–Es cierto –respondió el ogro–y para demostrarlo vea cómo me convierto en ratón.
Apenas lo vio, el gato se lo comió.
Entretanto, el Rey, que al pasar vio el castillo, quiso entrar. El gato, al oír el ruido del carruaje, corrió adelante y le dijo al Rey:
–Sea bienvenido al castillo del Marqués de Carabás.
–¡Cómo, Marqués –exclamó el rey–,este castillo también le pertenece!
L MARQUÉS OFRECIÓ LA MANO A LA PRINCESA Y, SIGUIENDO AL REY, ENTRARON A UNA SALA DONDE ENCONTRARON EL MAGNÍFICO ALMUERZO
QUE EL OGRO HABÍA PREPARADO PARA LOS AMIGOS QUE VENDRÍAN A VERLO
ESE MISMO DÍA, LOS CUALES NO SE HABÍAN ATREVIDO
A ENTRAR, SABIENDO QUE EL REY ESTABA ALLÍ. EL REY, ENCANTADO
CON EL MARQUÉS DE CARABÁS, AL IGUAL QUE SU HIJA, LE DIJO:
-SÓLO DEPENDERÁ DE USTED, MARQUÉS, QUE SEA MI YERNO.
L MARQUÉS ESE MISMO DÍA SE CASÓ CON LA PRINCESA. EL GATO SE CONVIRTIÓ EN GRAN SEÑOR, Y YA NO CORRIÓ TRAS LAS RATAS
SINO PARA DIVERTIRSE. Y FUERON FELICES Y COMIERON PERDICES.
Y COLORÍN, COLORADO, ESTE CUENTO SE HA ACABADO. Y ME VOY POR UN CAMINITO Y VUELVO POR OTRO, PARA QUE MAÑANA ME CUENTEN OTRO.
¿Conocen a alguien que haya heredado?
¿Heredó un molino, un burro y un gato, como los tres hijos del molinero?
¿Quieren dibujar la carroza del rey?
¿Será dorada como la de Cenicienta? ¿Cuántos caballos tiran de ella? ¿De qué color son?
¿En qué otro animal grande y temible el gato le podría haber pedido al ogro que se convirtiera? ¿Y en qué otro animal pequeño, aparte de ratón?
¿Los amigos del ogro serían también ogros y ogresas? ¿Les gustaría dibujarlos, como si se hubieran sacado una foto todos juntos?
¿Qué les habrá reparado el ogro a sus amigos para el almuerzo? ¿Incluiría postre?
¿Cómo habría aparecido la noticia del supuesto robo de la ropa del Marqués en un programa de televisión? ¿Ustedes serían el locutor o locutora? ¿Dirían algo así como: En horas de la mañana de ayer, aparentemente unos ladrones robaron la ropa del Marqués de Carabás que se estaba bañando en el río y…?
¿Conocen otros cuentos con ogros como La bella durmiente, El sastrecillo valiente o Shrek? ¿Tienen los libros? ¿Quieren volverlos a leer o a escuchar?
¿Alguien de la familia conoce uno nuevo?
Podrían contar el cuento según el rey: Había una vez un gato que, con frecuencia, me traía conejos, perdices, ciervos… de parte del Marqués de Carabás, a quien yo no conocía. Hasta que una vez que yo iba con mi hija paseando en la carroza por la orilla del río, el Marqués se estaba bañando y le robaron la ropa; entonces…
¿Y si dibujan unas barajitas con los personajes (el gato, el Marqués de Carabás, el rey, la princesa, el ogro, el molinero…), las multiplican por fotocopiado y juegan a la casita robada?
¿Quieren hacerse una máscara de gato con botas? Pueden usar un plato descartable que se sujetan con dos trozos de piolín o lana. Perforen a la altura de los ojos, para ver bien. Luego lo decoran. No olviden los bigotes de cerda de escobillón, paja de escoba, etcétera. Si tienen botas de lluvia, el disfraz ya es completo.
¿Y si le hacen un DNI al gato? Miren bien, pero bien, bien el de ustedes y confecciónenlo.
¿Qué nombre y apellido le pondrían? ¿Habrá nacido el mismo año que sus papás? ¿Qué sus abuelos? ¿Antes todavía?
¿Alguna vez comieron perdices, como el Marqués, la princesa, el rey y el gato? ¿Asadas, a la cacerola, en escabeche?
¿Vieron una perdiz de veras, en el campo o en el zoológico? ¿Y en foto? Si quieren verla, vayan a la página web www.naturalezadigital.org/data/media/4/perdiz.jpg.
