Año 3. Nº 23
A
S
T
R
O
L
O
G
Í
A
, O
T
T A R O R O S
T C
, U
P E
O N
E T
M O
S
A S . .
, .
C
U
E
N
T
O
S
Y
Escultura hiperrealista, Ron Mueck
Escriben y colaboran en este número: Horacio Otheguy Riveira; Daniel Grustán Isabela; Simón Domínguez Barahona; Guillem de Rubenhor; María de la Paz Reyes Peña; Roberto Langella SEPTIEMBRE 2012
Pá gin a
2
S pe s
Un ica
Consultorio Astrológico Spesunica
Regale y regálese su propia carta natal astrológica (nuestro informe es elaborado de manera completamente artesanal y personalizada); NO ES PRODUCTO DE PROGRAMAS DE COMPUTADORA. Incluye: Análisis de la carta natal propiamente dicho, análisis del horóscopo personal anual, informe sobre vidas pasadas, lista de heráldicas, mapas astrales a todo color. Obtenga gratis un ejemplo de nuestro producto en nuestro sitio de descargas, y comprobará la calidad del tratamiento y presentación. Con el encargo de dos cartas natales (parejas, padres e hijos, etc.) REGALAMOS un informe sinástrico (comparación de cartas, para evaluar compatibilidades e incompatibilidades de la relación). Los primeros 15 consultantes de cada mes recibirán un informe numerológico (personalidad y destino) GRATIS. Descargue gratis desde nuestra sección de links el programa de Videoconferencias Skype, para que podamos atender on line las lecturas de Tarot y runas celtas; nosotros le diremos cómo instalarlo y configurarlo. Escríbanos para que podamos brindarle mayor información sobre nuestros servicios y formas de pago. Tómese unos segundos para visitar todas nuestras secciones, donde hallará más detalles. Visite nuestra web y vea más detalles, listas de precios, y encuentre en nuestros blogs artículos interesantes sobre astrología y otros temas; ¡los esperamos!.
www.spesunicastrologia.com.ar
Pá gin a
3
S pe s
Un ica
Sumario Editorial
4
Noticias del mundillo literario
5
El marciano (2º parte), por Ray Bradbury
6
Suzanne Leperrier, la trapèziste, por Horacio Otheguy Riveira
8
Ideas y bosquejos para una filosofía y una hermenéutica de la astrología (11º parte), por Armando Rey
10
La pareja perfecta del siglo XXI (1º parte), por Simón Domínguez Barahona
12
Se me cayeron las alas
14
Poesía, por Daniel Grustán Isabela
16
Divagaciones pelotudas, por Mary Paz Reyes Peña
18
Lesiones del buen escribir, por Roberto Langella
19
El astrólogo y la tarotista, por Ñapi
20
Súbitos, por Guillem de Rubenhor
22
Los signos del zodiaco en la historia (Sagitario)
24
Tumbas de la gloria, por Fito Páez
25
Misceláneas interrumpidas, por Horacio Otheguy Riveira y Roberto Langella
26
La escultura hiperrealista de Ron Mueck
28
Lo mejor de Facebook
30
Lo peor de Facebook
32
Onomancia
35
Horóscopo
36
Pá gin a
4
S pe s
Un ica
Editorial Vamos por todo Por María de la Paz Reyes Peña
H
ay etapas en la vida de los seres humanos, donde uno no tiene ganas ni de levantar un dedo para dejar constancia de que sigue respirando y robando oxígeno en este planeta. Llámenle depresión, inercia, pereza, apatía, indiferencia o desmotivación, da igual. A mí me pasa cada tanto, sobre todo cuando acabo de jugarme el todo por el todo y la ruleta de la vida me lanza al rincón de los perdedores, ¡buá! Es horrible, uno se tira, literalmente, cual ballena encallada en la bahía, a esperar que alguien se apiade y le dé a uno el tiro de gracia para dejar de sufrir de una buena vez. Me pasó cuando caí en la cuenta de que yo no era una adolescente angelical, con hoyuelos en las mejillas y rizos dorados bajo el sol del verano, de esas que se ven adorables aún en las peores situaciones y tienen que espantar a sus hordas de enamorados. A cambio, me miré en el espejo y hallé a una caballona regordeta que se paraba chueco, con acné y el cabello recogido en trenzas, sudando a mares y nada tierna con mis torpes intentos de aprender a patinar. Ahí se me cayó mi primer fantasía, la de ser la princesita luminosa de mi grupo de amigas. Ahí es dónde surge la cuestión: ¿ser o no ser? La vida deja de parecernos atractiva y se convierte en un bosque tenebroso. ¡Qué diablos hice para merecer esto! ¡Dios me odia! ¿Por qué no me hizo rubia, de ojos azules y esbelta? ¿Qué le costaba?
Claro que la depresión me duró menos de una semana, bajo amenaza de que mi padre me dejara sin orejas por no hacer mis tareas y llegar puntualmente a mis clases de secundaria. Ya luego tendría verdaderas crisis que me hicieron morder el polvo y tener que recoger los pedazos de mí que quedaron alrededor. En cada una de ellas creí que lo que me pasaba era lo peor y más terrible que pudiera sucederme, y en cada una me costo trabajo levantarme y seguir, pero lo hice. Ahora me da risa ver el drama que significa la escuela para mi sobrino de ocho años, pero lo comprendo porque a su edad lo viví en carne propia. Y también me da risa ver a mis hijos pelear con las novias y luego tirarse en la oscuridad de su depresión a esperar el final. Uno siempre cree que el amor que acaba de perder era el amor de nuestra vida. De eso se trata vivir, de creer que los sueños del momento son los auténticos motivos de que estemos respirando en el planeta. Pero la vida sigue, uno se topa con nuevos motivos para enamorarse, para trabajar, para reír, para soñar. Llegan otros compañeros de viaje y ahí vamos, directo a tomar el siguiente tren hacia donde esperamos hallar la felicidad. Bué, la verdad que toda esta charla filosófica es el preludio de una confesión. Acabo de pasar una de esas etapas negras (con todo y el flaco a mi lado). Colgué la inspiración para escribir en la ventana para que se aireara, me puse mi mameluco de Barnie y me tiré en mi cama a esperar la muerte (se hace la occisa y ni me mira). Pasé días y días babeando con lo que
veía en Facebook, sin redactar ni una palabra. Cuando el flaco me contaba algo, le respondía con monosílabos. ¡No sé cómo me soportó! Estuve tan deprimida que creí que ya no protestaría si me cortaban la Internet, peor aún, si mi flaco se aburría de oír mi silencio y se largaba con la primera crespa que le hiciera ojitos. En fin, eso se acabó, la vida sigue, el mundo rueda, he sobrevivido a lo peor y ahora he vuelto, remasterizada, corregida y aumentada. Flaco, dile a las lagartonas que ni sueñen que te deje libre. Amigos, ni crean que dejaré de escribir. ¡Vamos por todo!
Pá gin a
5
S pe s
Un ica
Noticias del mundillo literario cosas, tal vez no pase nada de nada, mientras tanto, acá estamos.
Recuerden que apareció la edición especial nº 1 de El Astrólogo y la Tarotista, la que pueden ver haciendo click aquí. Para comprar la versión impresa, click aquí. * Se ha integrado una nueva sección de foros al Roberto Langella Faquin Blog (al fondo abajo en su misma ventana), presentando ya algunos temas en subforos. Pueden participar en los mismos, creando nuevos temas en los subforos; en el tema general "Bienvenidos", pueden proponer nuevos temas para subforos. Fíjense en la barra de herramientas, tienen la opción de agregar links, imágenes y videos a sus participaciones. Desde ya, se les pide buena conducta y verosimilitud en la propuesta de temas (la vida sexual de las ballenas puede ser muy interesante para alguien; bueno, en todo caso se irán eliminando subforos, pasado un tiempo en que nadie participe). Que sea un lugar de encuentro. Quizás de esto salgan buenas
* También en el blog, en la página de la revista, hemos agregado el sumario de contenidos de cada número, con sus respectivos links a los mismos, por si alguno busca un material en particular. * IMPORTANTE PARA FREELANCERS QUE COBREN SUS TRABAJOS MEDIANTE PAYPAL: Noticia: Este texto ha sufrido una leve corrección desde su publicación primera, debido a que se han contactado desde Payoneer, para aclarar que se trata ésta de una empresa absolutamente independiente de Paypal. Ocurre sí que la tarjeta representa un gran beneficio para los usuarios de Paypal, residentes en distintos países de Latinoamérica, pero debemos dejar claro que PAYONEER Y PAYPAL SON DOS EMPRESAS DIFERENTES. Recientemente lanzada la tarjeta de débito Payoneer, avalada por Mas-
terCard, cuya solicitud, envío y mantenimiento (en caso de no contener fondos) también es gratuita.
Esta disponibilidad nueva muy posiblemente beneficie a los usuarios de Paypal residentes en países latinoamericanos, que en algunos casos no contaban con el medio para hacerse del dinero en efectivo, ni maneras demasiado ágiles al momento de utilizarlo. Actualmente se puede cargar fondos desde Paypal a la tarjeta, así como realizar transferencias entre cuentas bancarias, y enviar cupones de cobro y pago, desde el panel de usuario de Payoneer. En caso de retener dinero en la tarjeta, hay una tasa anual de mantenimiento, de U$S 29,95, por lo que no conviene guardar allí nuestro dinero. El coste de retiro en efectivo es de U$S 3,15 por transacción (más hasta el 3% en países fuera de Estados Unidos). El coste de reemplazo de tarjeta (por pérdida o robo) es de U$S 12,95 La consulta de saldo en ATM (por cajero automático) es de U$S 1, y las transacciones por compras son gratuitas. Para mayor información vean este tutorial publicado en Taringa! Para solicitar la tarjeta gratuitamente (es promoción y no sé cuándo vencerá), aquí.
Pá gin a
6
S pe s
Un ica
El marciano (2º parte), por Ray Bradbury
E
l señor La Farge se sentó a la mesa y cuchillo en mano miró a Tom. -Tom, ¿qué has hecho esta tarde? -Nada -contestó Tom con la boca llena- ¿Por qué? -Quería saber, nada más -dijo el viejo poniéndose la servilleta. A las siete, aquella misma tarde, la señora La Farge dijo que quería ir al pueblo. -Hace tres meses que no voy. Tom se negó. -El pueblo me da miedo -dijo-. La gente... No quiero ir. -Pero cómo -dijo Anna. –Qué palabras son esas para tamaño grandullón. No te haré caso. Vendrás con nosotros. Yo lo digo. -Pero Anna, si el chico no quiere... -farfulló La Farge. Pero era inútil discutir. Anna los empujó a la lancha y remontaron el canal bajo las estrellas nocturnas. Tom estaba tendido de espaldas, con los ojos cerrados; era imposible saber si dormía o no. El viejo lo miraba fijamente. ¿Qué criatura es ésta, pensaba, tan necesitada de cariño como nosotros? ¿Quién es y qué es esta criatura que sale de la soledad, se acerca a gentes extrañas y asumiendo la voz y la cara del recuerdo se queda al fin entre nosotros, aceptada y feliz? ¿De qué montaña procede, de qué caverna, de qué raza aún viva en este mundo cuando los cohetes llegaron de la Tierra? El viejo meneó la cabeza. Era imposible saberlo. Por ahora aquello era Tom. El viejo miró con aprensión el pueblo lejano, y pensó otra vez en Tom y en Anna. Quizá nos equivoquemos al retener a Tom, se dijo a sí mismo, pues de todo esto no saldrá otra cosa que preocupaciones y penas, pero cómo renunciar a lo que hemos deseado tanto aunque se quede sólo un día y desaparezca, haciendo el vacío más vacío, y las noches más oscuras y las noches lluviosas más húmedas. Quitamos esto sería como quitarnos la
comida de la boca. Y miró al chico, que dormitaba pacíficamente en el fondo de la lancha. El chico se quejó, como en una pesadilla -La gente. Cambiar y cambiar. La trampa... -Calma, calma -dijo La Farge acariciándole el pelo rizado. Tom se calló. La Farge ayudó a Anna y a Tom a salir de la lancha. -¡Aquí estamos! Anna sonrió a las luces, escuchó la música de los bares, los pianos, los gramófonos, observó a la gente que paseaba tomada del brazo por las calles animadas. -Quiero volver a casa -dijo Tom. -Antes no hablabas así -dijo Anna-. Siempre te gustaron las noches de sábado en el pueblo. -No te apartes de mí -le susurró Tom a La Farge-. No quiero caer en una trampa. Anna alcanzó a oírlo. -¡Deja de decir esas cosas! Vamos. La Farge advirtió que Tom le había tomado la mano. -Aquí estoy, Tom -dijo apretando la mano del chico. Miró a la muchedumbre que iba y venía y sintió, también, cierta inquietud-. No nos quedaremos mucho tiempo. -No digas tonterías, no nos iremos antes de las once -dijo Anna. Cruzaron una calle y tropezaron con tres borrachos. Hubo un momento de confusión, una separación, una media vuelta, y La Farge miró consternado alrededor. Tom no estaba entre ellos. -¿Adónde ha ido? -preguntó Anna, irritada-. Aprovecha cualquier ocasión para escaparse. ¡Tom! El señor La Farge corrió entre la muchedumbre, pero Tom había desaparecido. -Ya volverá. Estará en la lancha cuando nos vayamos-. Afirmó Anna, guiando a su marido hacia el cinematógrafo.
De pronto, hubo una conmoción en la muchedumbre, y un hombre y una mujer pasaron corriendo junto a La Farge. La Farge los reconoció. Eran Joe Spaulding y su mujer. Antes de que pudiera hablarles, ya habían desaparecido. Sin dejar de mirar ansiosamente hacia la calle, compró las entradas y entró de mala gana en la poco acogedora oscuridad. A las once, Tom no estaba en el embarcadero. La señora La Farge se puso muy pálida. -No te preocupes. Yo lo encontraré. Espera aquí -dijo La Farge. -Date prisa. La voz de Anna murió en la superficie rizada del agua. La Farge caminó por las calles nocturnas, con las manos en los bolsillos. Las luces de alrededor se iban apagando, una a una. Unas pocas gentes se asomaban todavía a las ventanas pues la noche era calurosa, aunque unas nubes de tormenta pasaban de vez en cuando por el cielo estrellado. Mientras caminaba, La Farge pensaba en el chico, en sus constantes alusiones a una trampa, en el miedo que tenía a las muchedumbres y las ciudades. Esto no tiene sentido, reflexionó con cansancio. Tal vez el chico se ha ido para siempre, tal vez no ha existido nunca. La Farge dobló por una determinada callejuela, observando los números. -Hola, La Farge. Un hombre estaba sentado en el umbral de una puerta, fumando una pipa. -Hola, Mike. -¿Has peleado con tu mujer? ¿Estás calmándote con una caminata? -No, paseo nada más. -Parece que se te hubiera perdido algo. A propósito. Esta noche encontraron a alguien. ¿Conoces a Joe Spaulding? ¿Te acuerdas de su hija Lavinia? -Sí.
Pá gin a
7
La Farge se sintió traspasado de frío. Todo era como un sueño repetido. Ya sabía qué palabras vendrían ahora. -Lavinia volvió a casa esta noche dijo Mike, y arrojó una bocanada de humo-. ¿Recuerdas que se perdió hace cerca de un mes en los fondos del mar muerto? Encontraron un cadáver que podría ser el suyo y desde entonces la familia Spaulding no ha estado bien. Spaulding iba de un lado a otro diciendo que Lavinia no había muerto, que aquel cadáver no era ella. Parece que tenía razón. Lavinia apareció esta noche. La Farge sintió que le faltaba el aire, que el corazón le golpeaba el pecho. -¿Dónde? -En la calle principal. Los Spaulding estaban comprando entradas para una función y de pronto vieron a Lavinia entre la gente. Qué impresión la de ellos, imagínate. Al principio Lavinia no los reconoció; pero la siguieron calle abajo y le hablaron y entonces ella recobró la memoria. -¿La has visto? -No, pero la he oído cantar. ¿Recuerdas con qué gracia cantaba Las bonitas orillas del lago Lomond? La oí hace un rato allá en la casa gorjeando para su padre. Es muy agradable oírla. Una muchacha encantadora. Era lamentable que se hubiera muerto. Ahora que ha regresado, todo es distinto. Pero oye, qué te pasa, no te veo muy bien. Entra y te serviré un whisky.. -No, gracias, Mike. La Farge se alejó calle abajo. Oyó que Mike le daba las buenas noches y no contestó. Tenía la mirada fija en una casa de dos plantas con el techo de cristal donde serpenteaba una planta marciana de flores rojas. En la parte trasera de la casa, sobre el jardín, había un retorcido balcón de hierro. Las ventanas estaban iluminadas. Era muy tarde, y La Farge
S pe s
seguía pensando: «¿Cómo se sentirá Anna si no vuelvo con Tom? ¿Cómo recibirá este segundo golpe, esta segunda muerte? ¿Se acordará de la primera y a la vez de este sueño y de esta desaparición repentina? Oh Dios, tengo que encontrar a Tom, ¿o qué va a ser de Anna? Pobre Ana, me está esperando en el embarcadero». La Farge se detuvo y levantó la cabeza. En alguna parte, allá arriba, unas voces daban las buenas noches a otras voces muy dulces. Las puertas se abrían y cerraban, se apagaban las luces y continuaba oyéndose un canto suave. Un momento después una hermosa muchacha, de no más de dieciocho años, se asomó al balcón. La Farge la llamó a través del viento que comenzaba a levantarse. La muchacha se volvió y miró hacia abajo. -¿Quién está ahí? -Yo -dijo el viejo La Farge, y notando que esta respuesta era tonta y rara, se calló y los labios se le movieron en silencio. ¿Qué podía decir? ¿«Tom, hijo mío, soy tu padre»? ¿Cómo le hablaría? La muchacha pensaría que estaba loco y llamaría a la familia. La figura se inclinó hacia delante, asomándose a la luz ventosa. -Sé quién eres -dijo en voz baja-. Por favor, vete. No hay nada que pueda hacer por ti. -¡Tienes que volver! -Las palabras se lee escaparon a La Farge. La figura iluminada por la luz de la luna se retiró a la sombra, donde no tenía identidad, donde no era más que una voz. -Ya no soy tu hijo. No teníamos que haber venido al pueblo. -¡Anna espera en el embarcadero! -Lo siento -dijo la voz tranquila-. Pero ¿qué puedo hacer? Soy feliz aquí; me quieren tanto como vosotros. Soy lo que soy y tomo lo que
Un ica
puedo. Ahora es demasiado tarde. Me han atrapado. -Pero, y Anna... Piensa qué golpe será papara ella. -Los pensamientos son demasiado fuertes en esta casa; es como estar en la cárcel. No puedo cambiar otra vez. -Eres Tom, eras Tom, ¿verdad? ¡No estarás bromeando con un viejo! ¡No serás realmente Lavinia Spaulding! -No soy nadie; soy sólo yo mismo. Dondequiera que esté soy algo, y ahora soy algo que no puedes impedir. -No estás seguro en el pueblo. Estarás mejor en el canal, donde nadie puede hacerte daño -suplicó el viejo. -Es cierto. -La voz titubeó-. Pero he de pensar en ellos. ¿Qué sentirían mañana al despertar cuando vieran que me fui de nuevo, y esta vez para siempre? Además, la madre sabe lo que soy; lo ha adivinado como tú. Creo que todos lo adivinaron, aunque no hicieron preguntas. Cuando no se puede tener la realidad, bastan los sueños. No soy quizá la muchacha muerta, pero soy algo casi mejor, el ideal que ellos imaginaron. Tendría que elegir entre dos víctimas: ellos o tu mujer. -Ellos son cinco, lo soportarían mejor que nosotros. -¡Por favor! -dijo la voz---. Estoy cansada. La voz del viejo se endureció. -Tienes que venir. No puedo permitir que Anna sufra otra vez. Eres nuestro hijo. Eres mi hijo, y nos perteneces. (Continúa en el próximo número)
Pá gin a
8
S pe s
Un ica
Suzanne Leperrier, la trapèziste,
S
por Horacio Otheguy Riveira
urge de entre las sombras
convencidos de que Michelle, La Di-
por un envolvente silencio. Lo
deslizándose en monoci-
vine, tardaba en levantarse porque así
demás es misterio enredado en
clo por un cable sobre el
lo indicaba el guión, hasta que llega-
melodías que sólo escucha ella,
que avanza y retrocede aumentan-
ron los payasos y se la llevaron en un
voces que la endulzan al margen de
do la velocidad en cada empeño,
carromato de cuento de hadas.
la vida cotidiana. Por eso cuando
hasta que de pronto el cable se
Suzanne ha de vérselas con una nube
sale a caminar, siempre se sorpren-
mueve y comienza a ponerse verti-
de colores tenues en el espacio; pri-
de de que haya más humanos en
cal. Suzanne sigue subiendo; esca-
mero se introduce en un antiguo
dos piernas, fuera del riesgo trape-
pa milagrosamente del peligro de la
cañón militar de donde es despedida
cista, al margen de su vida solitaria.
pérdida de equilibrio.
para atravesar las nubes —a la mane-
Vive sola. Ensaya a diario, a diario
Cuando el cable logra la completa
ra de una Mujer Bala— y alcanzar un
entrena, día a día cumple con la
verticalidad, tras un mágico juego
trapecio en el que sin arnés protector
siguiente función en que se entre-
de luces, la bella trapecista desapa-
impone su esbelta y sonriente figura
gará al asombro de los espectado-
rece: un potente reflector la busca
haciendo equilibrios con un solo pie,
res con rutinaria profesionalidad.
por todas partes, recorre el cielo de
sobre una rodilla, bocabajo, los bra-
Para los compañeros es una solita-
la carpa, desciende hacia los com-
zos a un lado… y el trapecio en cons-
ria e intocable misteriosa. Para los
pungidos espectadores y allí la
tante movimiento.
empresarios, la principal atracción
encuentra, radiante en medio de
en los mejores circos del
chavales, bajo el esplendor de la
mundo.
orquesta que le rinde culto y plei-
Cuando Suzanne Leperrier
tesía entre violines y trompetas.
sale a la calle lo hace con-
Anda por los apoyabrazos de las
vertida en niña: un disfraz
butacas y alcanza la pista nueva-
que la protege de cualquier
mente, asciende por una cuerda
intento de seducción: dos
hacia el trapecio donde la espera su
coletas y una mochila Dis-
partenaire, Le Grand Tatave, con
ney con Pluto, su personaje
cuya colaboración andará entre
preferido. Le basta con
cuerdas y telas aéreas, y recorrerá
ponerse de esa guisa para
sus músculos creando insólitas y
sentirse aislada de libidino-
temerarias figuras sobre su espalda,
sos impulsos, como una
sus brazos y sus piernas.
Las ovaciones continúan acariciándo-
coraza, como una celda de cristal a
En el último número no tendrá
la bajo la ducha del camerino. Las
la que no llegan las sórdidas pasio-
compañero que la asista; es el más
miradas de admiración de niños y
nes que le atemorizan.
difícil que han hecho las mujeres
adultos siempre la siguen de cerca y la
Hasta esta noche en que se queda
de su familia; a tal punto que así
mantienen enamorada durante varias
más tiempo de lo normal bajo la
murió su madre: un dichoso final
horas. Después sale a recorrer la ciu-
ducha porque la recorre un placer
bajo las ovaciones que aumentaban
dad donde le ha tocado actuar, y
extraño. Siente besos cortos por el
cuanto menos se movía, todos
cuando llega la noche se deja abrazar
cuello, la espalda, las caderas… y
Pá gin a
9
S pe s
Un ica
una voz nunca antes escuchada la
verdaderamente pequeña: la niña
hace suya, y hablo como la poetisa
nombra de forma insistente; una
que simula la domina, la habita por
que nunca fui y soy la enamorada
voz bella y penosa, un lamento an-
completo. La recorre una emoción
que tampoco conocí‖.
gustioso. Placer y tristeza, y sobre la
más extraña aún de todo lo vivido.
Al salir de Madrid tuvo miedo de
piel las extrañas caricias de un hom-
Está a punto de retroceder, de vol-
perder a ese extraño amante que
bre prisionero de penas insondables
ver al circo donde poco falta para la
presencia su función con entusias-
y a la vez muy excitantes; una rara
segunda función; se pregunta si no
mo y luego la visita en el cuarto de
mezcla de abandono trágico, deseo
está haciendo un disparate; se que-
baño y la abraza hasta que se duer-
compulsivo y entre besos ardien-
da inmóvil junto a la iglesia, hay
me y la adora como no recuerda
tes… una envolvente repetición de
mucha gente andando, comiendo
que alguien lo hiciera nunca.
su nombre.
patatas fritas, hot dogs, churros con
Cierra el grifo. Busca apoyo en las
chocolate; conversando, paseando
paredes. Se sienta. Tirita. El desco-
perros, autobuses, taxis, coches,
nocido que acaba de amarla no se
todo la atemoriza, la marea. De
separa de ella; siente el sudor de las
pronto se encuentra desandando la
palmas de sus manos, el latido fuer-
esquina de la iglesia en un impulso
te de su corazón, la creciente excita-
físico irresistible: da seis vueltas
ción de su piel, y un aroma extraño,
apoyada en las palmas de las ma-
jamás percibido.
nos. Seis de ida, y seis de vuelta.
Se viste de prisa. Sale a la calle. A ciegas. No conoce Madrid ni sabe el idioma, más allá de un puñado de
Los peatones se quedan admirados. Aplausos que no agradece, monedas que no recoge.
Ahora todo es diferente. Él se recuesta a su lado en el avión, le lleva las maletas, le susurra al oído, agasaja su cuello, la acaricia pronunciando su nombre una y otra vez en diversas tonalidades musicales: Suzanne, un nombre que parece reconstruirse a sí mismo cada vez que él lo pronuncia, más aún ahora que le brinda el esplendor de sus ojos. Porque hace unas horas que no sólo le siente, le percibe, le adivina, sino
palabras. Camina largo por la calle
Luego entra en el templo. Se arro-
que le ve parcialmente: sus ojos y
de Alcalá, el bullicio normal, las
dilla ante la Virgen de Guadalupe, y
sus manos.
voces de la gente, el tráfico, y mu-
recoge un papel doblado en el enre-
chas parejas en las mesas de las ace-
jado que protege la imagen. Lo
ras: copas de cerveza con besos
abre: ―Vuelva a casa y espere‖. Y
espumosos.
luego otro: ―No siga. Deténgase‖.
Avanza en zigzag, recorriendo tramos de calles a medida que se topa con ellas. Cuando llega a la Parroquia de Nuestra Señora de Covadonga, Suzanne Leperrier, la trapèziste, se queda paralizada. Una tre-
Se muerde los labios, lágrimas recorren sus mejillas. Se hinca de rodillas ante el altar y se persigna y pide por la vida de ese amado que busca sin saber si existe. No recuerda haber rezado nunca.
menda desazón le quita la respira-
Nuevamente en su camerino vuelve
ción: sólo estará un par de días y
a la ducha. Sospecha el capricho de
marchará a Berlín, luego París y más
su amigo. En efecto: allí está él.
tarde Lyon, Grenoble... Siempre
Comparten una risa espontánea,
viajando y volando entre diversos
una
idiomas. La palabra siempre se le
―Buscándote por todas partes y
desmorona en su interior. Se siente
sólo existes en el agua que me reco-
carcajada
bullanguera:
rre y me abraza y me enamora y me
En cuanto llegan a la ciudad programada buscan con ansiedad el hotel más próximo al aeropuerto. Se desnudan torpemente, de prisa. Se abandonan bajo la lluvia de la ducha, mensajeros de la buena nueva de tan poderoso encuentro.
Pá gin a
10
S pe s
Un ica
Ideas y Bosquejos para una Filosofía y una Hermenéutica de la Astrología (11º parte, ensayo), por Armando Rey Publicado por primera vez en la revista digital Gente de Astrología-GeA nº 23, diciembre de 2002.
O
tro paso intermedio antes de hablarle de su problema de agresividad es pasar a hablarle de la relación de él/ella con su madre. A la luz de este aspecto puedo decirle perfectamente que es muy posible que como consecuencia del propio problema de su madre, ella no hubiera sabido relacionarse correctamente con esta dimensión del propio ser del cliente, en la relación que tuvo con él/ella. Así, es posible que su madre hubiera reprimido de algún modo cualquier expresión espontánea de agresividad y/o de autoafirmación de su hijo/a. Resultado, aparece como consecuencia natural de lo descrito la percepción del propio problema, o la persona reprime su agresividad, o se refugia en ella de un modo compulsivo. O ambas opciones que se alternan. Estas son las salidas típicas de los contactos LunaMarte, cuando no han sido trabajados conscientemente. Entonces viene el próximo paso, muy importante: Hablarle de un camino de integración. De cómo ha de esforzarse en lograr que sus sentimientos y sus impulsos afirmativos se encuentren, y en el encuentro construyan una actitud nueva, funcional, en la que fluyan iniciativas con sensibilidad emocional; la lucha de la afirmación del propio ser, con la apertura de recibir la vida y sus vaivenes, con la necesidad de tomarse en serio sus sentimientos, escucharlos, etc., etc. Para lograrlo es posible que haya de pasar por una fase difícil; atreverse a tomar iniciativas, a pesar de que se sienta inseguro, o deprimido o inestable, etc. Aquí excluyo una dimensión que nunca olvido en la situación real. En función del propio sexo del consultante, explorar cuál de los dos principios cósmicos es el proyectado afuera. Es fácil que una mujer con este tema viva a los hombres como amenazadores; si el que lo tiene es un hombre, con la misma facilidad proyecta a la Luna
en las mujeres y las convierta en seres que amenazan la propia iniciativa, por tanto han de derrotar, etc. Todo esto habría de enriquecerse con la posición por casas, las casas que rigen ambos planetas, los signos que ocupan, etc. Como ahora lo único que me propongo es resaltar unos efectos ilustrativos, considero suficiente lo expuesto. Aquí es cuando hecho a faltar más la interpretación real, viva, que se da en el encuentro en la consulta. El diálogo con la persona propicia que un caudal de creatividad potencial surja para ser usado. El astrólogo receptivo lo ha de captar y usar; si es así, las propias respuestas del cliente, sus gestos, sus expresiones, sus ocurrencias, todo fluye para que el trabajo de interpretación cobre el relieve y la trascendencia que le es propio. Y les aseguro que aquí toman partió, o han de tomarlo, todas las dimensiones del ser del astrólogo. Si solo hay cabeza, el astrólogo no se entera de nada; no puede percibir la magia que producen los símbolos cuando son trabajados con integridad; el acto interpretativo es terapéutico, movilizador, transformador. Brotan recuerdos, sentimientos, insights, que colaboran a que el trabajo de interpretación de la carta astral cumpla su cometido: No quedarse en la mera descripción de los hechos: ―Tú eres así o asá‖ (caracterología, tipología, etc.) ni en el mero listado de predicción de hechos (presentes, pasados o futuros), sino alcanzar la estatura que le corresponde; symbolon, instrumento para la religazón, para la reintegración de lo que estaba desintegrado, para el reencuentro con las zonas del ser y de la vida, que estaban separadas, escindidas. A MODO DE CONCLUSIONES PROVISIONALES
E
s necesaria la adquisición de un nuevo punto de vista en Astrología, pues siendo un instrumento para conocerse a sí mis-
mo, no es el conocimiento objetivo -científico de la mentalidad moderna, el conocimiento del conocedor-intelecto, que se conoce a sí mismo, como objeto, la Astrología solo sirve si implica la plena espontaneidad de la experiencia en la que el conocedor y lo conocido se vuelven uno solo. El intelecto se impone y rompe la experiencia, para reducirla a un tratamiento intelectual, que siempre implica la separación o la bifurcación; en cambio, el trabajo con símbolos debería siempre propiciar el salto del pensamiento a la experiencia; el astrólogo debe evitar el error de dar al cliente interpretaciones y explicaciones que acaban impidiendo tal salto liberador en la que la persona pueda librarse del filtro social-cognitivo del lenguaje y la lógica, y experimentarse como ser universal en contacto con las fuerzas más profundas de su propio ser, que son las de la humanidad entera. La captación de la realidad del símbolo astrológico debe ser hecha por uno mismo, no puede ser aprehendida en fórmulas intelectuales ni transmitida así al estudiante o al cliente; el significado de un símbolo no puede entenderse, si no se toma en consideración la idea que el alcanzar la verdad está indisolublemente ligado a una transformación interior, por eso la Astrología debería hacer suya la finalidad del propio zen, y verse a sí misma como a un arte de ver dentro de la naturaleza del propio ser, y señalar el camino de la servidumbre de la inconsciencia a la libertad de la consciencia. El que se despierta se abre y responde al mundo sin prejuicios cognitivos, porque ha renunciado a aferrarse a sí mismo como una cosa, y así se ha quedado vacío y dispuesto a recibir. A eso el zen lo llama el satori, el pleno despertar de la personalidad total a la realidad. La Astrología encierra un misterio
Pá gin a
11
que excede lo cultural, lo científico, y que sin perjuicio de que algunos colegas intenten explicarla en base a modelos que la muestran en su carácter científico y/o lingüístico, esos modelos deben dar cuenta del misterio, hacerse suficientemente flexibles y sutiles, como para al meno señalar lo que no puede explicar. Para mí, el misterio no es una cuestión de actitud romántica sino una toma de posición fundamental ante la Astrología, y ante toda la vida. Siento más bien que el misterio nos encierra a todos; somos su presa, y a la vez nos fecunda y nutre sin cesar; y no lo digo como metáfora más o menos poética, sino desde una postura radicalmente funcional y práctica: Elijo tratar a todo, a todos y a mí mismo, como a un insondable misterio. Misterio que trataré de resolver, como recomienda Don Juan, pero sin la mínima esperanza de lograrlo, pues reconozco mis límites, o los límites de cualquier ser humano enfrentado al abismal Universo que nos sostiene. Creo que los modelos que olvidan esta cuestión radical, acaban pecando de prepotentes y estériles, de pasatiempos intelectuales de una época, grupo humano, tradición, etc., que sirven para todo excepto para lo importante: Ayudarnos en nuestro viaje existencial. Occidente desarrolló, y sigue haciéndolo, la razón, y todos los utensilios abstractos y concretos propios de ella. Sus modelos, paradigmas y métodos, por supuesto que guardan coherencia entre sí, alimenta a grupos de expertos, y tienen resultados avasalladores (la tecnología, la actividad académica, por ejemplo). Pero, ¿constituye todo ello prueba alguna de su validez real, que para mí va indisolublemente ligada a la tarea de evolucionar, impuesta al ser humano, por el Universo entero, Dios, o lo que sea que cada uno considere?. O sea, ¿nos está ayudando la ciencia, la tecnología y toda la cultura-erudición en esta tarea?. Tengo mis dudas y muy fundadas. Ya Nietzsche nos alertó con su inquietante pregunta: ―¿Y si nuestra civilización estuviera totalmente equivocada?‖.
S pe s
Y no solo el filósofo sino que muchos otros tenemos la misma inquietud, el mismo miedo corrosivo; ¿hacia dónde nos lleva este desarrollo unilateral del ser humano?. Estas preguntas, creo que habrían de ser tomadas muy en serio por el colectivo profesional, pues sigo sintiendo que nuestra tarea como astrólogos es la de ayudar al ser humano a evolucionar; esto es, a mejorar sus condiciones vitales, y a
avanzar en su camino de realización. El símbolo tiene como virtud básica promover la reconciliación de los contrarios, buscar la relación de los opuestos, por eso sus mejores auxiliares son el relato mítico, la paradoja, la metáfora, etc., y por supuesto, el concepto, pero enmarcado, supeditado al poder superior unificador del símbolo, y convirtiéndole en un depositario más de conceptos (tú eres Tauro y por tanto eres así o asá; este tránsito es bueno, etc., etc.,), clasificaciones y asunciones teóricas. Hay pocos colegas que reflexionan lo suficiente acerca del sistema de contradicciones en que se apoyan y nutren los símbolos. La tensión contradictoria, inherente a todo el sistema de símbolos astrológicos, requiere de una actitud y temple del que los maneja, capaz de soportarla. ¿Cuántos astrólogos ven que en el corazón del guerrero Marte se esconde una inseguridad y vulnerabilidad radical, cuántos utilizan constructivamente el hecho de que el racional y analítico Mercurio sea capaz de engaños sin fin y los alquimistas vieran en él el aliento sutil que anima al cuerpo, la substancia
Un ica
fugitiva del alma, y finalmente, la materia prima, base del trabajo alquímico?, ¿cuántos consideran al pesado, represor, maléfico Saturno, también heraldo de la ―insoportable levedad del ser‖, esto es, del ser enfrentado desnudo, sin ornamentación posible al reto de su vocación, su tarea en el mundo?. No es cierto que la irracionalidad y la destructividad sean patrimonio de Plutón o Lilith (tan de moda hoy) o de Marte o Saturno, sino que la contradicción, no solo lógica sino también psicológicoexistencial, el desgarro y la desintegración, sinónimos todos ellos del conflicto, están presentes en cada uno de los planetas, signos, aspectos, etc. ¿Cómo usa el astrólogo la terrible evidencia de que todo símbolo sin exclusión alguna presenta dos facetas, una integradora y otra destructiva, que hallan o deberían hallar su medio de curación, su camino de re-integración, por medio de un uso adecuado del conocimiento simbólico, matricial?. Evidentemente con teorías conceptuales y ensayos estadísticos, me temo que no. Por eso me esfuerzo tanto en reivindicar la naturaleza práctica del conocimiento astrológico, y sus más antiguas raíces místicas, su capacidad de ser un mediador entre nuestras fracturas y la anhelada integridad interior, entre nosotros y esa presencia omnisciente, todopoderosa e invisible rectora de todos los acontecimientos y todos los destinos, que los astrólogos atestiguan y reflejan. Afirma Carlos Castaneda: “Nuestras opciones en la vida son limitadas, debido al hecho de que son definidas por el orden social. Los videntes creen que el orden social establece la lista, pero que nosotros hacemos el resto; al aceptar solamente estas opciones, ponemos límite a nuestras casi ilimitadas posibilidades”.
(Continúa en el próximo número)
Pá gin a
L a
12
p a r e j a
S pe s
p e r f e c t a
( r e l a t o ) ( 1 º p o r
C
S i m ó n
p a r t e ) ,
d e l
D o m í n g u e z
s i g l o
Un ica
X X I
B a r a h o n a
aminaba después
por la emoción terminé
suerte que yo con las
del trabajo en
invitándole un café y
mujeres, por lo que me
una soleada tarde
él aceptó; entramos en
sorprendió un tanto su
de junio, algunas hojas
una cafetería cercana y
respuesta.
caían de los árboles,
los recuerdos de la ju-
-No, ni la necesito,
el sol calentaba el ai-
ventud brotaron impa-
¿para qué una esposa si
re a tal punto que era
cientes y se esparcie-
tengo banda ancha?- di-
difícil respirar y el
ron por todo el local
jo él riendo, claro que
viento silbaba fuerte
junto a nuestras carca-
yo también reí, pero
como solo puede soplar
jadas, hablamos de pro-
algo en el tono de
con ese tipo de calor;
fesores, compañeros,
Eduardo me dejó descon-
caminaba sin prisas a
anécdotas y sobre todo
certado, un tenue tinte
mi departamento como
de compañeras. ¿Dónde
de seguridad o de cer-
cada tarde mirando las
estarían todas ellas?
teza se notaba en su
nubes que ese día no
Quizás casadas o en el
voz.
estaban, y además era
exterior, ni Eduardo ni
Cuando terminamos de
viernes, el prometedor
yo lo sabíamos.
reír, Eduardo dio un
descanso del fin de se-
Esta conversación des-
largo trago a su taza
mana me esperaba en mi
embocó irremediablemen-
de café y de repente
cama; llevaba en una
te en la pregunta in-
cambió el tono de su
funda tres películas
faltable -¿te casaste?-
voz haciéndolo parecer
que acababa de comprar
dijo Eduardo después de
más serio.
en la tienda de la es-
una larga carcajada a
-Las mujeres son un re-
quina de mi trabajo y
expensas de una compa-
lajo hermano, uno nunca
estaba ansioso por ver
ñera y una broma cole-
sabe lo que pasa por
cómo me sorprendería
gial.
sus cabezas y nada de
esta tarde Sandra Bullock.
-No- le contesté –los estudios, el trabajo,
Cuando de repente fren-
tú sabes- en realidad
te a mí, caminaba en
nunca fui bueno para el
dirección contraria un
galanteo y mi figura
rostro que no veía hace
regordeta tampoco ayu-
años, era mi amigo
daba en el proceso.
Eduardo, cursamos la secundaria juntos y no lo veía desde la graduación, fue en verdad un emotivo encuentro,
Después de una breve pausa le devolví la pregunta, Eduardo siempre había tenido más
lo que uno hace les parece bien; no, hermano, yo ya me cansé, hay que superarse, ¿sabes?aquí hizo una pausa y miró el cielo raso del café, prendió un tabaco mientras yo no sabía qué decir ante ese cambio de ambiente. -Hay que evolucionar, enfrentar el futuro y
Pá gin a
13
S pe s
Un ica
sus cambios- dijo él,
ciertamente no encon-
de una pareja? Y a la
como si estuviera dando
trarás sentimientos
final, después del ga-
un discurso ante miles
ahí, pero dime ¿quién
lanteo, el enamoramien-
de emocionados especta-
los necesita? Le quitan
to, los niños; ¿qué
dores. –y por suerte
el sueño a uno y aparte
conseguimos? ¡Nada! No
amigo mío, el avance de
quedas atontado y no
somos felices, somos
la tecnología cubre las
puedes trabajar. Y por
unos esclavos de la so-
necesidades de cada in-
si fuera poco es muy
ciedad y estamos cie-
dividuo.
probable que te lasti-
gos, a la final uno
Se produjo un tenue si-
men- y se acomodó en su
termina siendo pisotea-
lencio en el que yo no
asiento sonriendo de
do por la esposa. Mira,
sabía qué decir, al fin
oreja a oreja como si
si tú o yo estuviéramos
recobré algo de mí y le
hubiera dado la senten-
casados, ¿crees que
dije con una risita
cia más impresionante
nuestras adorables mu-
nerviosa, esperando que
de todos los tiempos.
jeres nos dejarían es-
todo eso sea una
tar conversando tan
broma.
amenamente en este aco-
-¿y casarnos con
gedor café?
una computadora?
Eduardo me miraba fija-
Al menos con una
mente mientras yo me
chica robot-
revolvía en mi asiento
aventuré en tono
sin saber a dónde ver
de broma para re-
ni qué responder.
cobrar el ambiente de tertulia. Eduardo me miró deteni-
Ciertamente estaba im-
damente, se acomodó en
presionado, pero más
su asiento y me dedicó
que impresionado empe-
una sonrisa de compli-
zaba a preocuparme la
cidad.
salud mental de mi com-
-Amigo mío, te contaré el secreto para ser feliz en esta vida- me miró como esperando agradecimientos y ante mi silencio prosiguió casi en un susurro, como si fuera un secreto de estado.
-Todo lo
que uno necesita está detrás de una pantalla,
pañero. -¿Qué estas diciendo, Eduardo? ¿No es en serio, verdad? ¡Casarse con una computadora!- y di un bufido de incredulidad que me puso más nervioso a mí mismo. -Piénsalo bien, hermano, ¿qué es lo que uno necesita en esta vida
(Continúa en el próximo número)
Pá gin a
14
S pe s
Un ica
Se me cayeron las alas (novena parte) A la memoria de Eduardo Daniel Melgar
#180 12-nov-2010 12:27 Eduardo Daniel Melgar "¿¿¿¡¡¡Como turco en un harén???!!! Vaya con el furioso, eso sí que me hizo reír, jajajaj" Esta línea de la dama azteca me ha hecho pensar si la risa así graficada tiene valores aceptables o pertenece a la imaginería de internet que no tiene normalización alguna y precisa de ciertas reglas. Este jajajaj termina con una jota que denota asco, yo diría que si dicha risa no espontánea debería ser jajajá o jajajarijajá o de otra forma, como de próximas navidades, jojoroijo jojó. Los que se ríen jejeje aluden a la burlona picardía de la superioridad y los que usan jijijiji, que son pocos, revelan una natural timidez que no delatan jamás. Ponerse de acuerdo con estas expresiones pueden conducirnos a un reconocimiento mayor y a no caer en la hipocresía risual que señala una excesiva dependencia con las formas antihumanas de la web. Jajejijojú. #181 12-nov-2010 13:18 Alma Delia Chávez Rojas ¡Maese Eduardo, no vea moros donde no los hay, jajajaj no denota nada! Simplemente es una risa y no se porqué razón siempre que escribo risas me salen en patrón de 7 y vengo rema-
tando con una J al final. Pero eso no quiere decir absolutamente nada. Lo que pasa maese es que como ya no había tema al cual seguirle hilando que me ha tomado como base para otro debate existencial, si quieren le pueden seguir, pero ya les he aclarado el porque me ha quedado con terminación de J. Además mi querido argento, el día de hoy no podré debatir porque salgo rumbo a la costa a exponer un artículo en un congreso. Así que se quedan solitos el día de hoy, espero no encontrarlos hechos trizas. Nos vemos #182 12-nov-2010 13:45 Eduardo Daniel Melgar Allá va la dama azteca, a instruir al mundo, con su j final pegada a los licores de su vida. Vaya, instruya su sabiduría, no dijo que de paso, va a engullirse con lo que encuentre en la costa, sálvense cangrejos y mejillones, pulpos y tortuguitas. #183 12-nov-2010 14:45 Roberto Langella Yo acuerdo a su tesis de que un jajajaj así terminado en j connota un asco final, que de cualquier forma es muy probable sea subconsciente, muy en la línea de los "lapsus" de Freud. Yo tengo un busto de Freud sobre mi escritorio, que ahora me mira como diciendo "sí, pibe". No va a pasar mu-
cho tiempo en que la RAE oficialice el término jajaja, así que habría que ponerse de acuerdo. No se cosa que terminemos con un jajajargh. #184 12-nov-2010 15:07 Eduardo Daniel Melgar Como dice usté, la cuestión de la risa escrita se presta para infinitos equívocos. Me despierta curiosidad ese lance posterno de una actitud vegetativa que luego debe recordarse para graficarla como en un globo de historieta. Yo recuerdo a Langostino, que siempre se desmayaba de nuca y si se reía, uno veía su boquita, pero acá la boca ausente y la hipotética perlada expresión, queda como ridículo. Yo creo que al usar el jajajá debería estar acompañado por un cambio en la fotito del perfil y de paso, practican con el JPG que es una risa y no juventud peronista genial. Fíjese, jotapegégegégege. Según el busto de Freud (¿qué estarán haciendo las manos?) esto es como pretender que Débora Frid se ría de un chiste de Seijas, que usté ha defendido en otro lugar. Lo cual no nos excluye a ambos de estar implicados en los yerros y alcahuetismos del inconsciente. De todos modos, como dijo el furioso, "aclaramos para oscurecer,
Pá gin a
15
si no de qué viven los fabricantes de candelas". #185 12-nov-2010 21:41 Roberto Langella No me nombre a la innombrable, maese Sueñero, no sea que la termine invocando. Ahora vengo. #186 13-nov-2010 0:20 Simón Domínguez Barahona ¡Vaya! ¡gran sin fin de debates olores-sabores, locuras, desesperanzas, descripciones personales y el más grueso (y sublime) humor negro que he visto! Además de los infiltrados que no son solo los canadienses, sino también los pocos cuerdos que siguen respondiendo a "don aquí estámi-materia-prima" que de hecho es el creador del tema... ¡Vaya, y entre mates y tortillas, campos y ciudades, estaturas de 1,90 con tacos, ex-tacleadores y licores de diversos sabores me han dado una de las lecturas más interesantes en un buen tiempo! Aunque soy recién llegado a este barco y sus diversas galeras ésta me pareció en suma interesante y divertida, los seguiré leyendo no se cansen de pelear que yo no tendría nada que hacer en las madrugadas Me despido con un jajajaJ por si las dudas. #187 13-nov-2010 0:25 Eduardo Daniel Melgar Me interesó el busto de Freud; ese busto, supuestamente es el Edipo, y está
S pe s
bueno que no incluya el habano, me pregunto si es de yeso o algo más importante, si lo mira penetrante o de costado y si tiene pañuelito en el bolsillo del saco, esos detalles me interesan y sobre todo, en qué concurso de kermese se lo sacó, no es lo mismo tirando al blanco que el aro en la botella. Puede ser, colijo, que haya sido el regalo de una novia que pensaba que usté era raro como el psicoanálisis y quiso quedar bien. Ahora puede ser un alter ego, digamos el sargento Segismundo, subordinado, que le dicta a veces a quien innombrar y la historieta que leer y memorizar a falta de un Shakespeare local. #188 13-nov-2010 0:34 Eduardo Daniel Melgar Otro infiltrado, don Beto, capitán. Ojo, Simón el mago debe ser, disfrazado de periodista. No parece canadiense, empero. Creo que hay que levantar anclas y meter los ratones a la cucha para otro naufragio. Dice que nos va a vigilar y si es como Foucault, ya sabe lo que nos espera. #189 13-nov-2010 0:38 Simón Domínguez Barahona Pues como lo ve don Melgar que de la simonística me sé algunas... Alquimias, druideses y otras vainas... No escapen navegantes, que un mirón no hace daño (juro bajo mi nombre que no soy espía de ninguna índole) solo un caminante que le gustan
Un ica
los debates y las buenas charlas. #190 13-nov-2010 0:49 Eduardo Daniel Melgar Debo reconocer que es más rápido que un druida. Me queda solamente una duda y que es la fotito del perfil. Hay varias posibilidades, está chupando una mandarina, está chiflando un gol de Boca o está conteniendo la risa de la que hablábamos antes. A menos que mis sospechas sean afirmativas y sostenga con la mano una careta de tergopol made in Canadá. (¿Adónde fue, capitán? Ya le dije que no use ojotas en los apuros). Ah, ya sé, toca la armónica. #191 13-nov-2010 0:56 Simón Domínguez Barahona ¡Buena esa! Jajaja, pero ninguna atinada, el día de la foto no tenía ni para una mandarina, no es que sea aguafiestas pero el futbol no me apasiona, de la risa quizás pero es más bien una cara de fastidio, lo de la careta pues ni se me cruzó por la mente, y toco casi todos los instrumentos de viento pero justamente la armónica se porta malcriada en mis manos... La foto más bien es una expresión de fastidio por la fotógrafa y con una gripe que me cargaba unos días.... (era eso o se me caían los mocos) jajá. Pdta.: ¡Muchas gracias por lo de druida! ¡¡¡Acepto el apodo!!!
Pá gin a
16
S pe s
Un ica
Poesía, por Daniel Grustán Isabela El descubrimiento
Sonidos vagos de vida musitan entre valles negados de luz. Mortaja negra, atravesada por mil candiles lejanos. Plata saltando en las cresterías, con fondo de celajes malvas y nocturnos. Argentinos sonidos también de muerte en latencia. Ignota muerte, cegada entre llamas de lar. Acurrucado yo, atenazado de miedos ancestrales. Hagamos ruido, demos luz, para que huyan las celomáticas, endógenas tinieblas. Yo aquí, uno entre ellas, con cada poro agazapado, floto en un océano de espacios sin oleaje. Me sustento en un paréntesis de titilancia. Abrazo mis rodillas de osario y miro sin ver un futuro que no espera. Me resuelvo en nudo de nonato para que el rocío que me tiembla resbale ignaro. Soy un punto insondable que descubre mares de espacios circulares. Soy un recipiente que contiene, que abarca el mundo. Que rodea desde los adentros. Que está vacío. Miro al Dios oculto de la noche y bajo, atónito, mis ojos de agua para que las mareas perdonen mi osadía. Extiendo dedos que sólo saben tocar polvo, y rozo, creo, esa parte de la nada que me asegura tu presencia. Y, al fin inmerso en la llaga, beso esas lágrimas de océano... que, tal vez (por esta única vez), me eleven a tu seno. * De Dios Encuentro que la cadena trófica está basada en la sangre. Los alimentos rapiñados por cada escalón se obtienen tras la muerte. Luego el "Creador", si lo hubiere, es un ser depravado o ininteligible (al margen de nuestra capacidad de entendimiento) e inaccesible.
Es de estúpidos darle vueltas a lo inaccesible. Por tanto salvo cambios celestes, deberemos permanecer en ese inquietante estatus de vivir sin dioses. * ÉL (yo)
Abomino del Borgiano espejo duplicador de humanidades. Entrambos la relación se resume en un juego de mimo. La escabrosa mirada intestina trasciende en la del otro. Agazapado en el interior, tabletea el mirador. La cartografía epidérmica me es ajena. Estoy por hacerle un corte de mangas, (aunque me den miedo esos ojos de orate) pero espero que él mueva primero. Quizá cuando parpadee desaparezca, tengo que hacerlo alternativamente. Llevo toda la vida esperando su primer movimiento. Una vez le di la espalda y estremecido, tuve la sensación de que se acercaba... sigilosamente, con una gran guadaña. Y por fin... sonriendo.
Pá gin a
17
S pe s
Un ica
Resurgir primario
Miserando
¿Y si sólo nos queda el bosque? Y en asunción de atónitas explosiones verdes allanar la suave hojarasca crepitante. Bañarte, ignorado, en charcos de soles blancos. Abrazar al trueno vertical, profanador de azules, conector mitológico, sostén de bóvedas celestes. Reptar raíces elementales, inquiridoras de La Madre. Comulgar ramajes encriptados, sobrevolar pájaros nadadores de aire. Pero temiendo esa latencia que espera la caída del paréntesis. Pero sintiendo la sombra que atruena lejanías, que se acerca en gritos estridentes, que muerde el silencio aterido, que viene y viene talando esperanzas, aludiendo terremotos viscerales, ocultando lunas en su grandeza umbría. Pero saber que se alza en ola, crestería nera, apagando temblores sin certeza. Pero conocer que piensa, que avanza, que lacera. Enfermedad atónita en viscoso apareamiento: contagioso lago desbordado de entenebros. Pero probar el rancio, metálico sabor de su cercanía, y querer avisar de su presencia en mudo grito. Correr. Correr en animalidad instintiva. Volar en quemaduras arcaicas, ancestrales. Pero detenerte. Pero volverte, agazapado y mordiente. Pero mirar a La Bestia a la cara, tensar el reducto, aparatarse, desandar huidas. Consagrar lo preciado como níquel lanzando el grito lacerante de la guerra, y avanzar hacia la nada que ya era sin saberlo. Pero embestirla y herirla. Pero ofrecer vísceras desatadas que honoran vida: Que extinguen el devenir en el primordial acto del ser.
Quiero que pase la vida calladamente; el transcurrir del tiempo no es acto primordial …devenir. El velo que nos seduce rapta la perspectiva. La vida, en propiedad, no es un objetivo; Tampoco una búsqueda: no persigue nada, no sirve de nada ...es. Se puede decidir concatenar instantes, se pueden hipotecar estos ante perspectivas decoradas... o se puede observar el largo tren y sentir sus vibraciones …sentir. Ignorar lo que hay ante los ojos, eludir sentimientos fatuos ... estar. Ser, es el designio, miserando en las mortajas de la noche. Transcurre, inexorable a pesar de todo. Es indiferente la acción. La vida sigue calladamente ya que estamos hechos de tiempo pasado: nunca seremos, siempre, nunca, fuimos.
Pá gin a
18
S pe s
Un ica
Divagaciones pelotudas, Por maría de la paz reyes peña
M
i madre era miembro honorario del club ―Hágalo usted mismo‖, le encantaba poner manos a la obra y dejar fluir todo su talento en crear desde pasteles que nunca se esponjaban, hasta disfraces de hada que parecían de mosca. Siempre nos quería tejer los suéteres de la escuela, las capitas para el frío, las bufandas y hasta los morrales para los útiles escolares. Y se las ingeniaba de tal manera para convencernos de usar sus obras, que yo terminaba llevando el morral con medio metro de correa sobrante amarrada para no andar arrastrando los útiles por el suelo. El colmo fue cuando mi padre se midió un suéter de color azul índigo precioso, pero una manga era larguísima, tanto que mi padre se ofendió y juró que nunca le pediría que le tejiera nada más. Luego rescató la máquina de coser de la abuela, entonces mi madre cosía con singular alegría todas las tardes. Aquello fue un derroche de entusiasmo, comenzó por reparar todas las prendas descosidas, pegando cierres descompuestos y una colcha rota de la tía Juanita. Luego compró una tela floreada para practicar y se puso a confeccionar unas cortinas nuevas, un mantel nuevo, unos fondos para nosotras, una funda para la licuadora y una almohada que rellenó con ropa vieja. Todo con la misma tela amarilla cuajada de florecitas de colores, faltaría más. De ahí a confeccionar pantalones que se te embarraban en las piernas y se te metían en el trasero; faldas que se colgaban por detrás y vestidos que te apretaban en las axilas, sólo hubo un paso. Pero nadie se atrevió a pro-
testar porque ella se emocionaba tanto cuando te media con su cinta métrica azul cielo, y marcaba con tiza blanca sobre la tela. Afortunadamente la máquina se descompuso porque el motor era viejo, y mi padre que era miembro destacado del mismo club, se ofreció a remediar el mal, logrando dejarla fuera de combate en un dos por tres. Así fue como mi madre se metió a repostera, se compró una docena de utensilios para ponerse a con-
feccionar galletitas, buñuelos, panqués y pasteles. Cuando la tía Lulis cumplió sus quince años, mi madre le confeccionó una obra majestuosa de tres pisos con tortas de diferentes tamaños, repletas de merengue azul y dos cuernos de la abundancia hechos de azúcar. Luego en nuestros cumpleaños hizo sendas tortas de fresas con mucho merengue y un cuerno de la abundancia. Cuando yo hice mi primera comunión, elaboró un pastel hermoso repleto de merengue con un cuerno de la abundancia y una hostia encima. Y cuando mi tío Felipe se iba a casar, compró el pastel de inmediato y le dio las gracias por sus buenas intenciones. También aprendió a hacer churros, donas y brazo gitano, con el cual nos entretuvimos observando cómo luchaba por enrollar el pan que le quedaba bastante seco. Y todavía recuerdo cuando hizo hot
cakes y al voltearlo sacudiendo la sartén hacia arriba, el disco de harina a medio cocer salió volando y se quedó pegado al techo. Nos reímos tanto que a mi madre se le fue el enojo por su fallido intento. Cuando las maestras nos pedían accesorios especiales, mi madre salía al rescate de la economía familiar. Cuando mi hermana bailo vestida de rusa, no usó una botas de piel a la rodilla, mi madre le simuló unas con cartoncillo negro pintado con betún de zapatos para darles brillo. Y cuando yo salí de haitiana, mi madre me hizo la faldita con tiras de rafia. A mi hermano le hizo la peluca de payazo con la mitad de un balón a la cual le pegó peluche de colores, y elaboró un disfraz de tío Lucas con un abrigo viejo de la abuela y una gorra de baño pintada de color carne. En fin, que aunque pasamos la vergüenza de ser las únicas bailarinas de ballet con tutú de papel de china, y las únicas japonesas con chancletas de baño a modo de ghetas, bueno, nos divertimos más que nadie en toda la escuela. Ahora cuando miro a mi sobrino vestido con un disfraz confeccionado por algún experto, no tiene el mismo encanto, y cuando le compro a mis hijos la mochila o el morral de marca, recuerdo mi morral de estambre azul, deformado y alargado por el peso de los libros y me dan ganas de abrazar a esa genia que era mi madre.
Pá gin a
19
S pe s
L e s i o n e s d e l b u e n e s c r i b i r : R e f l e x i ó n p o r R o b e r t o L a n g e l l a
E
l mundo de hoy está superpoblado de escritores, por dos sencillas razones: 1º) Comprás una computadora y te viene con el Word adentro. 2º) Opinar es fácil, cómodo, gratuito. Opinar es que ante algo que se te dice o se te muestre vos digas ―ah, yo creo que…‖. Hoy día se constituyen bibliotecas enteras, se fundan editoriales y revistas, en base a ―yo creo que…‖. La gente opina que Dios existe o que no, que los astrólogos son todos estafadores, cosas por el estilo. ¿A quién le importa que fulanito o menganito opine todas o algunas de estas cosas?; ni a su abuelita, pero ahí está el tipo diciéndolas, llenando más y más páginas. Usted, caro lector, podrá decir ―¿y qué carajo me importa a mí lo que Roberto Langella opine acerca de la opinión en sí misma?‖, con todas las chances de ganarse el premio si concurso a la objetividad hubiera o hubiese, vea. Porque, claro, a cualquiera de nosotros solo podría llegar a interesarnos la opinión de alguien que nos merezca algún grado de respeto por sobre el natural, el de la mínima condición humana. A usted podría interesarle, por ejemplo, saber qué opinaba Borges acerca del fútbol, aunque en esa materia el viejo hubiera dicho nada más que sandeces, al menos se trata de alguien que se ha ganado un prestigio, una reputa-
ción, por textos suyos de legítima relevancia, e importancia. Ahora bien, no exaltamos a Borges a la categoría de un prohombre de las letras, precisamente por opinar sobre esto y aquello, no por nada que tenga que ver con opinar, en términos generales. Encontramos sublime a un escritor de esta talla por su poética y por su grado de reflexión acerca de los temas propuestos. La gente suele confundir opinar con reflexionar, como ya he dicho en otras partes; confunde opinar con pensar (reflexionar), y ya cuando piensa cree que está filosofando. Nunca se llega a una reflexión, ni muy profunda, ni siquiera superficial, ni de cualidad alguna, a partir de un ―yo creo que…‖. Como digo, la opinión se genera ante algo que nos llega, externo, y aún cuando nos proponemos pensar, si no sabemos hacerlo terminamos apenas opinando, aunque el tema se haya propuesto de manera interna. En realidad, internalizar un tema no es lo mismo, precisamente, que generar un pensamiento, que solo puede hacerse desde el interior. Se puede pensar y reflexionar una opinión, desde ya, pero en la mayoría de los casos solo se obtendrá materia muerta. Y esto es así porque el acto de opinar es mayormente mecánico, reflejo. Creemos que no creemos en Dios, primero porque no sabemos que meramente estamos opinando, luego porque admitir
O p i n i ó n
Un ica
v s .
una posible existencia de Dios nos genera una angustia que nos corroe los huesos. Decimos que todos los astrólogos son estafadores, porque una mínima posibilidad de poder prever objetivamente nuestro futuro nos llena de horror. Esto no conlleva a que el uso de la máquina pensante inexorablemente nos conducirá a la credulidad. En absoluto. Hay filósofos ateos y hay detractores de la astrología muy bien pensantes, con sólidos argumentos, pero para saber fehaciente y conscientemente que uno se opone a algo, primero hay que estudiarlo. Los filósofos del ateísmo suelen saber de religión mucho más que un teólogo; los mejores detractores de la astrología suelen ser astrónomos que han invertido la mayor parte de sus vidas al estudio integral y pormenorizado del cosmos; estos y aquellos no se basan en ―pareceres‖ ni en ―yo creo que…‖ para desarrollar sus argumentaciones formidables, que real y legítimamente exigen al estudioso creyente saber ponerse a la altura de las situaciones planteadas. Nada, que el ejercicio de la polémica y del debate es de las relaciones más sublimes que cualquier humano puede tener. Pero para estar a la altura de ello hay que estudiar mucho, muchachos, acrecentar mucha miopía a base de lectura, ocupar muchas horas, doblar mucho el lomo, en fin, si no se quiere terminar guturando como un macaco. Que les aproveche.
P รก gin a
20
S pe s
Un ica
Pรก gin a
21
S pe s
Un ica
Pá gin a
22
S pe s
Un ica
Súbitos, por Guillem de Rubenhor El último suspiro de Narciso Ibáñez Menta Sama de Langreo, Asturias, 1912-Madrid, 2004
Y
deparó muchos éxitos. Primero en Estados Unidos, de chavalín, pero sobre todo en Argentina y sus Obras Maestras del Terror, además de Las historias para no dormir escritas y realizadas para televisión por su hijo Narciso Ibáñez Serrador en España.
tres esposas, mucha vida de escenario en escenario sin importarle mucho cuánto ganaba: vivía para el ejercicio continuo de interpretar, de ser otro, y lo contaba personalmente con mucha gracia, y notable sentido del humor, sin divismo.
a con cuatro años daSin embargo, el maestro que ba guerra en escena. todo lo aprendió en las tablas Los últimos años retornó a EsY a los 15 se asustó del teatro del mundo, era funpaña en una desacertada mucho. Tanto que planificó la damentalmente un amante del decisión. No cosechó los mismuerte del niño: “Ese fue mi mos éxitos que en Argentina ni teatro. En los primer y se le dedicó la admiración años „40, único acto cuando ya que merecía. Su último gran de auténtitriunfaba en trabajo fue en la versión teatral co terror. Buenos Aires, de La hoja roja, novela de Estaba desestrenó por Miguel Delibes: maravillosa esperado. primera vez en representación. Allí, el gran Mi cuerpo castellano La actor, a veces grandilocuente no evolumuerte de un y sobreactuado, lograba una cionaba viajante, de creación de riquísima sobrieexteriorArthur Miller, dad en el retrato dulcemente mente, seesa obra colotriste de un hombre que al juguía siendo En el camerino de su propia casa, en Buesal en la que bilarse comienza a vivir su proun niño en nos Aires. En Madrid tenía otro muy simiél participó pia muerte. plena adolar. como traducSin embargo, en las charlas lescencia e tor, protagonista y director, creanimadas, bien acompañaiba a estar condenado a serando un personaje, Willy Lodas de buen café y mucho lo durante mucho tiempo. Y man, con la sencillez y la metitabaco, Narciso Ibáñez Menta entonces conocí a Lon Chaculosidad de un genio del teahablaba de una gran frustraney, el genio del cine mudo y tro. del teatro, que hacía con Muchas obras gran éxito El jorobado de Noimportantes en tre Dame de Víctor Hugo, y escena, muchos aquí está su retrato en el caterrores que quitamerino de mi casa, y en cualban el sueño, quier camerino, mi padre desde clásicos principal, mi querido padre como El fantasque me enseñó el arte del ma de la ópera o maquillaje, el arte de transforUsted puede ser marse. Yo no podía maquillarun asesino y me de joven impetuoso, pero cuentos de Edgar sí de monstruo, y el niño podAllan Poe, hasta ía desaparecer drásticamenun admirable — te sin que la policía me reclapor lo divertido— mara”. En El hombre que volvió de la muerte profesor Van HelNarciso Ibáñez Menta lo consing en el Drácula taba con ilusión, como cualción argentina: «Fue algo terrique estrenó en Madrid en los quier episodio de su vida carblemente injusto. Tenía prograaños „70 en el Teatro de la Cogado de teatralidad: un ser mada una hermosa versión media. profundamente “escénico”, del Ricardo III, de ShakespeaLarga carrera, intensos amores, cuya monstruosa solución le
Pá gin a
23
S pe s
Un ica
cómo me afliges! Las luces arden como llama azul. Ahora es plena medianoche. Frías gotas miedosas cubren mi carne temblorosa. ¿Qué temo? ¿A mí mismo? No hay nadie más aquí: Ricardo quiere a Ricardo; esto es, yo soy yo. ¿Hay aquí algún asesino?
de Madrid, junto a su esposa Lidia Rojas, con ayuda económica de su hijo.
Y recita el Cortaba al Ricardo III, y personaje, lo seguiría me pedía haciendo disculpas: cuando, ya «No tema, casi un veamigo, no le getal, tras voy a dar la larga enferlata con todo Un pequeño gran actor, que aprendió medad de el texto, sólo rápido todos los recursos Alzheimer el último tracomplicada con otras dolenmo, que es espléndido. Escucias graves, de pronto le reche, escuche, tenga la bonsurgía la memoria: dad».
Y me pregunté si la antigua frustración de no haber podido montar Ricardo III no será un éxito rotundo en el Más Allá, donde un sinfín de monstruosos personajes le recibirían con los brazos abiertos, seguros de que un padre tan amado continuaría prestándoles su voz y su talento para humanizarlos y bendecirlos más allá del bien y del mal.
re, que iba a protagonizar y dirigir y que había cotraducido con una excelente traductora especializada en Shakespeare, cuando un colega envidioso repentinamente bien ubicado políticamente me echó por tierra el sueño de mi vida».
— Una proposición honrada triunfa mejor exponiéndola sencillamente, pero es imprudente anunciar con sencillez lo que no es honrado… Se excitaba sobremanera. El humo del cigarrillo brotaba de nariz y boca con la elegancia que le caracterizaba, y palpitaba como si fuera a subir a escena en pocos minutos, como si estuviéramos en la antesala de las últimas escenas, cuando el feroz rey físicamente deforme que todo lo consiguió a fuerza de crímenes terribles, tiene miedo. Narciso se iluminaba, y sin estridencias interpretaba sin dejar la silla, sin gestos, sólo con la voz: — ¡Dadme otro caballo! ¡Vendad mis heridas! ¡Ten misericordia, Jesús! ¡Calla, no ha sido más que un sueño! ¡Ah, conciencia cobarde,
Falleció en un hospital muy bien atendido. Una amiga común, Bilma Ledesma de Sturman, viuda del actor argentino Héctor Sturman, estuvo a su lado en el último suspiro: «Fue hermoso. Como si hasta entonces hubiese estado en tensión extrema. De pronto suspiró y se marchó. Su cuerpo estaba apagado desde hacía tiempo, no sabés lo pequeño que se había quedado…».
— No hay criatura que me quiera; y si muero, nadie me compadecerá; no, ¿por qué me habían de compadecer si yo mismo no encuentro en mí piedad para mí mismo? «Es un final muy largo, bien lo sabe usted, es obra densa, para mí la mejor de Shakespeare, la que mejor muestra las contradicciones del bien y del mal en un mismo ser… Esta criatura infernal que con malas artes se convierte en rey escucha las voces de sus víctimas, las voces de los muertos que le dicen: Mañana en la batalla piensa en mí… Y entonces tiene miedo. Por primera vez tiene miedo…».
Un rostro impactante, una voz que fascina, entre el gran teatro y el terror de los clásicos
Narciso Ibáñez Menta padeció larga enfermedad postrado en una cama, atendido por personal especializado en su casa
Pá gin a
24
S pe s
Un ica
Los signos del zodiaco en la Historia (Sagitario) ( T o m a d o d e “ A s t r o l o g í a y C i e n c i a s A d i v i n a t o r i a s ” . B i b l i o t e c a B á s i c a M u l t i m e d i a . F . G . E d i t o r e s . M a d r i d , 1 9 9 8 ) .
Jane Fonda Año de nacimiento: 1937 Procedente de una de las familias con más tradición en el mundo del espectáculo, Jane Fonda podría haber sido famosa por su ascendencia. Pero, lejos de conformarse con ser conocida como la hija de Henry Fonda o por ser una niña bien de Hollywood, esta mujer ha conseguido destacar en su vida profesional por la calidad de sus interpretaciones y su comprometida vida pública y política. Dicho de otra manera, Jane Fonda asumió al mismo tiempo que su fama, las ideas y contradicciones de toda una generación. Esta Sagitario tuvo un principio profesional ayudado por la presencia de su padre. A los veinte años ya trabajaba en algunas obras de teatro, pero no estaba contenta con su capacidad de interpretación y se marchó a París para aprender a dibujar. Después volvió a Estados Unidos, a estudiar piano, pero los cursos en Nueva York no le gustaron demasiado y se decidió a entrar en el célebre Actor's Studio de Lee Strasberg; pero siendo ella misma quien se pagara su curso mientras trabajaba como modelo profesional. Dicen los clásicos que en los Sagitario brilla por encima de todo una característica: la velocidad. Con esa velocidad actúan, piensan, cambian, se mueven y discuten. Queda por ver si esta rapidez de acciones y pen-
samientos es positiva o negativa para su personalidad. En el caso de Jane Fonda, su vida ha transcurrido a una velocidad de vértigo en todos los aspectos. Con un ascenso meteórico en el mundo del cine, ha pasado de ser un símbolo sexual a reina del aerobic y, con el paso de los años, convertirse en esposa de uno de los grandes magnates de la comunicación.
Para mantener este ritmo frenético es indiscutible que los Sagitario gozan, paralelamente, de una fuerza física y una energía envidiables. Si no fuera así, difícilmente podrían dar tanto de sí y durante tanto tiempo. La Astrología también señala que los Sagitario son gente especialmente predispuesta a la actividad lúdica, lo que daría lugar a una traslación a nuestros días de estos dos términos de juego y acción y podríamos perfectamente llamarlos aficionados al deporte, a la actividad atlética. De ello, la elegida como representante de este signo da buena cuenta y a su edad
mantiene una envidiable figura gracias al deporte. Incluso, en los ochenta publicó un sistema de gimnasia de mantenimiento que obtuvo un éxito arrollador. Los Sagitario adoran la libertad física y no es extraño que acudan a las pocas zonas libres que van quedando en un mundo superpoblado. Jane Fonda es también modelo ideal para su signo y cumple a la perfección la máxima del respeto y el cuidado de la naturaleza y los espacios libres. Jueces implacables con todos, los Sagitario se aplican también ellos su propia ley y no cejan hasta que la sentencia es satisfactoria. Esta búsqueda de la justicia, hizo que paralizase al completo su actividad profesional para dedicar años enteros al activismo pacifista, algo tan sorprendente en una actriz de su talla como en cualquier otro tipo de profesional de primera línea. Pero, aparte de su elevado cuadro de valores, existe en los Sagitario la tendencia a huir del mundo que les aprisiona y lanzarse a la conquista de los espacios prohibidos, de los ámbitos cercados por la opresión. Otros Sagitario célebres son Winston Churchill, Beethoven, Paul Klee, Frank Sinatra, Spinoza, María Callas y Edith Piaf.
Pá gin a
25
S pe s
Un ica
Tu m b a s d e l a g l o r i a , por Fito Páez
Tu amor abrió una herida porque todo lo que te hace bien siempre te hace mal, tu amor cambió mi vida como un rayo para siempre, para lo que fue y será (lo que fue y será). La bola sobre el piano la mañana aquella que dejamos de cantar, llegó la muerte un día y arrasó con todo, todo, todo un vendaval y fue un fuerte vendaval. Algo de vos llega hasta mí, cae la lluvia sobre París pero me escapé hacia otra ciudad y no sirvió de nada porque todo el tiempo estabas dando vueltas y más vueltas que pegué en la vida para tratar de reaccionar; un tango al mango revoleando la cabeza como un loco de aquí para allá, de aquí para allá. Después vinieron días de misterio y frío casi como todos los demás, lo bueno que tenemos dentro es un brillante,
es una luz que no dejaré escapar jamás. Algo de vos llega hasta mí, cuando era un pibe tuve un jardín pero me escapé hacia otra ciudad y no sirvió de nada porque todo el tiempo estaba yo en un mismo lugar, y bajo una misma piel y en la misma ceremonia; yo te pido un favor, que no me dejes caer en las tumbas de la gloria, gloria, gloria, gloria.
Pá gin a
26
S pe s
Un ica
Misceláneas interrumpidas, Por Horacio Otheguy Riveira y Roberto Langella
E
n mis tiempos de periodista todoterreno realicé muchos reportajes y entrevistas y hasta tuve una sección en una revista; de todo eso tuve tres experiencias muy buenas, muy positivas: 1. El marqués Diego de Araciel, un hombre que ganaba mucho dinero en tiempos del franquismo leyendo la baraja española y variados tarots. Capaz de provocar un escándalo en una revista que luego secuestró el gobierno, aunque a él no le pasó nada. Y todo por decir, cinco años antes de que se produjera: "Los socialistas gobernarán España muchos años y con mucho éxito". Gobernaron 14 años con amplias mayorías. Desde luego era un buen vidente y mirando las cartas bocinaba cuestiones importantes. A mí me ayudó mucho. Como adoraba a los periodistas, me recibió a mí y a mi mujer sin cobrarnos nada. También coqueteaba con el patetismo de un modo impresionante. Le hice varias entrevistas en distintos medios, y hasta me pagaron muy bien por un reportaje absurdo que hice con un colega, firmado al alimón: Araciel visita a tres dictadores: Stalin, Franco y Hitler. Fue un bombazo, y el tipo un genio. Cerraba los ojos y los veía y describía su situación espiritual. Un cuento, claro, pero como era un hombre muy culto sabía lo que decía. Genial. Era un afeminado y adoraba a un guapo hijo que tenía en una especie de altar que había tenido por un fugaz amor de juventud. Pasan los años y Araciel decae en fama, esplendor personal y físico, se le ve prematuramente viejo. Se lo presento a una compañera que es muy buena tarotista pero no suele hacerlo, ni ha cobrado nunca. Un día Araciel le llama para que le eche las cartas. Él siempre ha dicho que no tiene capacidad para leerse a sí mismo. Entonces ella me cuenta: "Es horrible lo que veo, Horacio, te juro, él estaba ahí delante y yo no sabía cómo decírselo, pero se lo digo: Diego,
tú estás pactando con fuerzas oscuras". "Sí, con demonios, claro, es imprescindible para prosperar, para mantenerse". "Es horrible, Diego". "Dime si es horrible también lo que continúas viendo". Y ella le dijo que esas fuerzas le traicionaban, que debía separarse. Pasan las semanas y la vuelve a llamar. Ella acude, más que valiente, periodista nata: curiosa. Le recibe un hombre destruido, como si hubiese padecido un derrame cerebral, hecho un guiñapo. Él le dice que no se preocupe, que esto pasará pronto, pero que necesitaba la energía de su videncia para mejorar. A ella le llama la atención por primera vez algo que a mí siempre me llamó la atención, que en la kitchenette de la sala donde recibe siempre hay chorizos, jamones, y esas cosas colgados, aunque nada huele, así como platos sucios. Cuando él convida un licor con galletitas danesas lo saca todo de un mueble impoluto. Mi amiga siente un escalofrío: "Son los oscuros espíritus con los que él comercia que se alimentan de lo terrenal de ese modo". Una semana después le visito yo, muy interesado en el fenómeno. Me recibe un Araciel pletórico, juvenil, "divina", nada de lo que vio mi amiga. Le digo: "Diego, me dijo Analía que estabas muy mal y estaba preocupado". "Nada, nada, Horacito, ya todo está en orden otra vez". Terminó envejeciendo muy mal haciendo el ridículo en la tele, hablando pestes de la decadencia de los socialistas (con razón), pero él mismo decadente, desesperado por pillar energía de jóvenes... hasta que murió en el olvido. 2. María Rodríguez. No recuerdo cómo la conocí ni recuerdo cómo perdí su dirección y su teléfono, pero durante una larga temporada de 1989 fue enormemente positiva. Nunca me quiso cobrar. Era una mujer sola en un apartamento modesto, más bien feúcha, pero simpatiquísima y adorable que a su vez me apreciaba mucho. Le envié muchos clientes a los que trataba con dureza si se lo
merecían (y se lo merecían, por cierto), a mí jamás. Entonces tenía muchos problemas de trabajo. Pues bien, María me ayudó muchísimo, iluminó zonas de mi pasado que yo necesitaba iluminar acerca de mis padres, y también sobre personas que me rodeaban. Llegué a estar muy dependiente de ella y la llamaba desde el trabajo donde tenía muchas dificultades, siempre me atendió con una amabilidad increíble. Cuando fui a Argentina en el 89 con toda la familia (la mitad de los pasajes eran de mis padres que no habían podido venir) María me animó, me iluminó mucho, veía cosas fabulosas a través de las cartas, y cuando volví la invité a comer y le di regalos que traje de la patria. Siempre la escuché, es verdad, ella me contaba sus historias de diverso tipo y también sus dificultades económicas y amorosas. Y de pronto, cuando nació la luz de mis ojos, jo, qué cursi de telenovela, bueno, me encantaría escribir una novela recargada de amores empalagosos e incluso una telenovela bien exagerada, claro, por encargo, con guita a la vuelta de la semana, bueno, cuando nació mi trompetista ... se fue perdiendo, ya su voz era más débil, ya no la llamaba para que consultara el tarot para mí... la dependencia se había roto, se había hecho la luz... y nunca más. 3. Miguel Molina Martínez, el anticuario vidente. Pero esta creo que ya te la conté. Con él termina el circuito y nunca más he querido consultar nada. Yo mismo he leído el Tarot en nombre de alguien y he acertado y he ayudado, pero ahí lo tengo: mudo. Creo que no debo manipular nada de eso. Desde luego las meditaciones de Miguel, las Meditaciones de la Luz recomiendan no hurgar en el futuro, vivir sin sospechar. H. O. R.
Pá gin a
R
27
especto del Tarot, lo que yo puedo decirte es que en determinados casos funciona. Cuando yo empecé a estudiar astrología se me ocurrió también empezar con Tarot, tanto como para agrandar el negocio, por así decir. Nunca me llevé bien con las cartas, no me gustan, no me gusta el tipo de gente que te consulta, no son las mismas inquietudes que por lo que la gente busca a la astrología, por caso. Sin embargo, durante unos cuantos años iba con mi mazo de cartas de aquí para allá. No soy un buen tarotista, a la gente no le gusta mi modo y no me funciona. Sin embargo, una vez en Barcelona, un tipo al que no conocía me pidió le leyera las cartas, mientras estábamos fumándonos unos porros. Joder, nunca hablé tanto en mi vida. Le empecé a decir vida y obra, sin saber de dónde me venía tanta información, y cuando vi que al tipo se le iba transformando la cara, ya, me relajé y seguí hablando, casi como poseído por un espíritu. El tipo se quedó con la idea de que alguien me había contado su historia, no podía ser que yo pudiera saber tanto de su vida en una sola tirada. Nunca más volví a sentirme conforme ni a gusto leyendo las cartas, y lo abandoné. Pero lo mismo he pasado yo a la inversa, como consultante, frente a tipos que me han dicho mi vida con pelos y señales, sin que hubiera modo alguno de haberse enterado por otro medio. En ese rango está Marypaz, puede estar tres horas hablándole sin parar a una persona, yo sé que muchas veces cansada, y vos decís, por imaginación que tenga, por locuaz que sea, es imposible mantener ese ritmo sin que lo que tengas para decir no venga de algún lado. Eso al margen de que a Marypaz le va muy bien como tarotista, tiene clientes de toda la vida, etc. Walter Mercado es un hijo de puta, pero tiene dinero y tiene un ejército de tarotistas en todo el mundo que trabajan para él, algunos son muy buenos, otros más o menos, otros
S pe s
no sirven para nada. El tipo te hace una prueba antes de tomarte, te pide que le leas las cartas (ahora creo que ya ni siquiera él, tiene gente que se encarga de eso), y depende cómo te desempeñes, que tan desenvuelto seas, te toma o te descarta. Igual, paga miserias, pero vos sos del equipo de Walter Mercado. Cómo funciona el tarot... Lo que puedo decirte es que los mejores tarotistas no le dan ni cinco de bola al significado de las cartas. Se supone que las cartas son un "puente" entre la persona que consulta y el que hace la lectura, las respuestas estarían en el inconsciente de la misma persona que trae el problema. En ese sentido no se diferencia mucho de la numerología o el I Ching, la misma astrología, se trata de un sistema de arquetipos y de correspondencias; lo "casual" no existe en materia de ocultismo, de esoterismo, se trata de hacer analogías. La astrología remite a los mitos griegos. En esos mitos estarían compendiados todas las posibilidades conflictuales del hombre. Luego se complementa con los diferentes intentos de catalogación de tipologías por parte del psicoanálisis. Con esto no digo nada acerca de estafadores y gente abusada movida por la desesperación. El Tarot no ofrece soluciones mágicas, como no las ofrece el psicoanálisis. R. L. *
E
s conmovedor lo que cuentas. Y lo tienes muy arraigado porque formaron una pareja sublime en tu vida, en tus comienzos de escritor sin tú saberlo: el excelso Borges, exquisito, oscuro, laberíntico, fabuloso, que en pocas líneas te eleva a un mundo diferente y Garayoa que te baja a la tierra pero en un terreno en el que puedes estar sin romperte, es un amigo sabio, un hermano mayor, un tío lúcido y cariñoso que con sentido del humor de cuenta cosas amargas o complejas pero ante las que no estás solo, estás con su pala-
Un ica
bra-compañera, esas palabras que te permiten empezar a comprender la realidad. No sé quién es Lanata ni quién es Garayoa, pero encontré esta carta que seguro te gustará mucho o ya la conoces de memoria: http://www.enlacecritico.com/inv estigaciones-articulos/cartaabierta-de-un-jorge-a-otro-larespuesta Es curioso el número de teléfono ahí esperando que suene, y tú esperando la llamada interior que te permita romper el ensueño y visitar a Borges en el viejo bar, uniendo a los dos maestros, cada uno con su estilo claves en tu soledad de entonces, en tu formación de hombre que siente y escribe… H. O. R.
Pรก gin a
28
S pe s
Un ica
La escultura hiperrealista de Ron Mueck
Pรก gin a
29
S pe s
Un ica
Pรก gin a
30
S pe s
Un ica
Lo mejor de Facebook
Sencillamente excelente
ยกMis queridos spesuniquitos!
De las genialidades del Pibe Trosko
Pá gin a
31
S pe s
Un capo el pibito
Dicho así suena fuerte, ¿no?
Un ica
Pá gin a
32
S pe s
Un ica
Lo peor de Facebook
Lo de “huevón” podríamos llegar a disimularlo, ¡¡¡pero esta foto tiene como 30 años, déjense de joder!!!
Comete esa porquería, que así vas a quedar
¡Sobre todo, qué buenas gomas habían en 1914!
Pá gin a
33
S pe s
Un ica
Pero, señora, ¿en qué momento la tipa lo consideró un novio?
Los tiburones voladores de Nat Geo, ¡copadísimos!
Y siguiendo con el Photoshop...
Pá gin a
34
S pe s
Un ica
Consultorio Astrológico Spesunica Curso Práctico de Tarot a distancia Inauguramos nuestro Curso Práctico de Tarot a distancia, el cual tiene una duración de seis meses, de cuatro clases por mes, de modalidad intensiva, racional y psicológica. Por medio de este curso, el estudiante adquirirá los conocimientos específicos y completos acerca de tiradas y lecturas y sobre todas las nociones relativas a nuestra materia. La estructura del curso es modular, mensual y correlativa; esto significa que el alumno adquirirá por adelantado su vacante mensual, la que consta de un módulo de cuatro clases, por cada una que irá recibiendo un apunte de contenidos. La correlatividad de nuestras clases apunta a que nadie podrá "saltearse" módulos, ni obviar algunos de los primeros, aunque se contara con conocimientos previos. Sin embargo, las clases serán individuales y el alumno sí podrá "saltearse" meses de asistencia, sin perder la correlatividad; es decir, al regresar al curso, hubiera pasado el tiempo que fuere, retomará desde el mismo punto donde lo dejó. Se evaluarán exámenes mensualmente, y al final del curso habrá un examen integrador. Se otorgará entonces el certificado de asistencia al curso, y de reconocimiento del egresado como tarotista. Todos los inscriptos al curso recibirán el kit de estudio, el cual consta de todas las herramientas y contenidos necesarios, absolutamente, para la realización de este curso, tales como: Todas las clases serán dictadas por Roberto Langella o María de la Paz Reyes Peña, a elección del alumno. Mazo de cartas de Tarot Marsellés, de Botta (para imprimir). Mazo de cartas Zenner (para imprimir). Presentación del curso y apuntes nº 1, 2, 3 y 4 Carátula personalizada para ir encarpetando los apuntes Fuentes tipográficas para la computadora Todos los alumnos tendrán una clase de dos horas en un día de la semana a convenir, por el programa de videoconferencias Skype Siempre y en todos los casos los alumnos podrán resolver sus dudas y cuestionamientos vía e-mail. Los alumnos egresados encontrarán en Spesunica una fuente de consulta personalizada, para toda la vida. Téngase presente que la suma de los apuntes irán conformando un verdadero libro, manual de Tarot. La cuota mensual es de U$S 40.- ($ 150.– de Argentina) por adelantado, mientras que quien desee pagar el curso completo, en una o dos cuotas trimestrales, el precio final es de U$S 200.- ($ 800.– de Argentina). Para una mayor información acerca de las características de este curso, descargue libremente el artículo "Presentación, Estructura y Temario", en nuestra sección de descargas. www.spesunicastrologia.com.ar
Pá gin a
35
S pe s
O n o m a n c i a :
( p r i m e r a
L e t r a
p a r t e )
“ M ”
( c u a r t a
p a r t e )
y
Un ica
“ N ”
( T o m a d o d e “ A s t r o l o g í a y C i e n c i a s A d i v i n a t o r i a s ” . B i b l i o t e c a B á s i c a M u l t i m e d i a . F . G . E d i t o r e s . M a d r i d , 1 9 9 8 ) . MERCEDES Indica serenidad y discreción, especialmente a la hora de exponer ante extraños o desconocidos determinados puntos de vista que podrían herir la susceptibilidad de éstos. La moderación es su cualidad principal. Dinero: Valoran el dinero en lo que vale, pero pueden apañarse muy bien sin él. Amor: Muestran su afecto de una manera delicada y sensible. Trabajo: Realizan con eficacia el trabajo que les compete. MIGUEL Representa una acusada predisposición hacia el realismo, y un talante lúcido y pragmático. Es propio de personas preocupadas por los hechos concretos, que valoran la experiencia y los resultados. Dinero: El dinero es imprescindible para realizar proyectos e innovaciones. Amor: La clave del verdadero afecto está en la fidelidad. Trabajo: Desarrollan sus tareas con suma concentración y aprovechamiento. MILAGROS Muestra una fuerza de voluntad poco común, aunque, en ocasiones, no logre ver claro a su alrededor. Es propio de personas que se preocupan por satisfacer los deseos de quienes no tienen ayuda. Dinero: Si se carece de dinero, siempre se está pensando en él. Amor: El verdadero amor hay que ir ganándolo en cada momento de la convivencia. Trabajo: Realizan sus tareas con entusiasmo y eficacia. MODESTO Indica seriedad a la hora de abor-
dar asuntos importantes; y, al propio tiempo, tranquilidad de espíritu cuando se trata de enfrentarse con problemas cotidianos, familiares y domésticos. Dinero: Consideran importante la posesión de riquezas. Amor: En ocasiones su timidez les impide manifestar sus sentimientos. Trabajo: Son eficientes en el trabajo. MOISÉS Indica representatividad y afán de protagonismo, especialmente en el ámbito familiar y cotidiano; en ocasiones, se interesan por la proyección social de sus actos. Son buenos anfitriones. Dinero: Valoran el dinero, pero saben salir adelante si carecen de él. Amor: Prefieren la compañía a la soledad. Trabajo: Realizan su cometido con rapidez y convencimiento. MONSERRAT Indica una gran predisposición a escalar peldaños en la vida social; especialmente, les interesan las cosas por motivaciones interesadas y, en todo caso, su lema es el pragmatismo a ultranza. Dinero: Consideran esencial al dinero, sobre todo para presumir ante los demás. Amor: Sólo se mueven emocionalmente si obtienen algo a cambio. Trabajo: Realizan sus labores con aprovechamiento. NATALIA Revela serenidad y entereza, especialmente a la hora de enfrentarse a determinados conflictos cotidianos. Se preocupan por el lado práctico de la vida, y no se paran a lucubrar sobre lo inútil o baldío. Dinero: Creen que con dinero se solucionan todos los problemas. Amor: El afecto verdadero lleva aparejada la serenidad de ánimo.
Trabajo: Consideran al trabajo como un deber ineludible v un derecho inalienable. NESTOR Muestra un talante siempre dispuesto y receptivo. Es propio de personas que aceptan, y valoran, las ideas ajenas sin sufrir por ello ningún trauma mental. No obstante, sus convicciones éticas son firmes. Dinero: El dinero, usado racionalmente, contribuye al bienestar humano. Amor: Los sentimientos y las emociones salen de muy adentro. Trabajo: El trabajo debe realizarse pronto y bien. NICOLÁS Es nombre propio de personas de gran entereza moral y de profundas convicciones éticas. Su capacidad para llevar a la práctica proyectos humanistas, que beneficien a la mayoría de las personas, es considerable. Dinero: No hace la felicidad, pero ayuda a conseguirla, para uno mismo y para sus allegados y amigos. Amor: La fidelidad es un requisito indispensable en el amor. Trabajo: Desarrollan la gran capacidad de trabajo. NIEVES Originariamente, este nombre indicaba limpieza, claridad y blancura. Es propio de personas que, en todo momento, manifiestan sus opiniones y sentimientos, sin que le coarte el ambiente o cualesquiera compañías. Dinero: Es algo tan necesario que huelga plantearse su utilidad. Amor: El afecto sólo vale la pena cuando a cambio se recibe también afecto. Trabajo: La dignidad de las personas exige tener un trabajo.
Pá gin a
36
S pe s
Un ica
Horóscopo de septiembre por Roberto Langella
a
Aries Algunos fastidios laborales, y también tendrán que cuidar los nervios, en la primera mitad del mes. Luego todo vira y se pone el foco en el tema de pareja. Será una época estupenda para disfrutar con la misma.
b
Tauro Algunos disgustos en el hogar, pero habrá lugar para placeres, mayormente intelectuales. Una sana competitividad con la pareja resulta muy estimulante.
c
Géminis Discusiones en el hogar por diferencias de criterios. Las mejores relaciones se disfrutarán con hermanos y parientes cercanos. Cuiden los nervios, podrían sufrir dolores de cabeza o pequeños accidentes.
d
Cáncer También, buena relación y diálogo con hermanos y parientes cercanos. Gastos en estética y placeres. Los hombres disfrutarán de los deportes, a las mujeres pueden surgirles algún amor, con un toque de misterio.
e
Leo Un mes para el balance financiero y la especulación. Se sentirán muy seductores y más atractivos que de costumbre. Podrían surgir discusiones y peleas en el ámbito del hogar.
f
Capricornio
g
Relación muy dinámica con el extranjero, y con todo lo que represente ciencias y leyes. La vida más íntima puede acarrear algunos fastidios. Alguna agresividad proveniente de las amistades, que se puede capitalizar, por ejemplo, compartiendo deportes.
Virgo Mes de cumpleaños para la mayoría de estos nativos. La emotividad estará un tanto contenida, se notarán fríos y distantes, con tendencia al aislamiento. Buena época para el estudio y el razonamiento práctico y elemental.
Libra Mes de cumpleaños para los del primer decanato. Se sentirán un poco dispersos, pero viviendo mucha vida social y con el foco puesto en los amigos. Se movilizan las finanzas y es posible que inicien algún negocio.
h
Escorpio Mucha comunicación y actividades de servicio y cooperación con los amigos. Podrían tener algún contratiempo con vuestras madres, o conflictos con lo que sea represente autoridad femenina. Tendencia a la hiperactividad, canalicen haciendo deportes.
i
Sagitario Conflictos con el medio más amplio y con todo aquello que revista o represente autoridad. Disfrutarán de las artes superiores, gustarán de todo lo relacionado con el refinamiento. Habrá mucha agresividad contenida, sin embargo, que estará bueno buscar canalizar por medio de alguna terapia.
Acuario
j
k
Mucho romance en la pareja, desprovisto sin embargo de mayor erotismo. Mejor disfrutar de una buena película y dejar los juegos sexuales para otro momento. Cuidado con no verse involucrado en episodios de violencia social.
Piscis
l
Buen diálogo y buena comunicación con la pareja, aunque quizás con cierta frialdad emocional. El consejo: vivan aventuras juntos, ya saben que se quieren, no necesitan decírselo a cada momento. También pueden disfrutar de la sexualidad, aunque algo desprovisto de romanticismo.
Pá gin a
37
S pe s
Un ica
Consultorio Astrológico Spesunica Curso Integral de Astrología a distancia Inauguramos nuestro curso de astrología a distancia, el cual tiene una duración de seis meses, de cuatro clases por mes, de modalidad intensiva, racional y psicológica. Por medio de este curso, el estudiante adquirirá los conocimientos específicos y completos acerca de la confección e interpretación de la carta natal astrológica, Revoluciones Solares, cartas combinadas y sinastrías, y todas las técnicas complementarias que hacen al quehacer del oficio de astrólogo. La estructura del curso es modular, mensual y correlativa; esto significa que el alumno adquirirá por adelantado su vacante mensual, la que consta de un módulo de cuatro clases, por cada una que irá recibiendo un apunte de contenidos. La correlatividad de nuestras clases apunta a que nadie podrá "saltearse" módulos, ni obviar algunos de los primeros, aunque se contara con conocimientos previos. Sin embargo, las clases serán individuales y el alumno sí podrá "saltearse" meses de asistencia, sin perder la correlatividad; es decir, al regresar al curso, hubiera pasado el tiempo que fuere, retomará desde el mismo punto donde lo dejó. Se evaluarán exámenes mensualmente, y al final del curso habrá un examen integrador. Se otorgará entonces el certificado de asistencia al curso, y de reconocimiento del egresado como astrólogo. Todos los inscriptos al curso recibirán el kit de estudio, el cual consta de todas las herramientas y contenidos necesarios, absolutamente, para la realización de este curso, tales como: Todas las clases serán dictadas por Roberto Langella Tablas de Efemérides Planetarias para los siglos XX y XXI Tablas de Casas Otras diferentes tablas Plantilla para la confección de mapas astrales Presentación del curso y apuntes nº 1, 2, 3 y 4 Carátula personalizada para ir encarpetando los apuntes Fuentes tipográficas de astrología para la computadora Todos los alumnos tendrán una clase de dos horas en un día de la semana a convenir, por el programa de videoconferencias Skype Siempre y en todos los casos los alumnos podrán resolver sus dudas y cuestionamientos vía email. Los alumnos egresados encontrarán en Spesunica una fuente de consulta personalizada, para toda la vida. Téngase presente que la suma de los apuntes irán conformando un verdadero libro, tratado de Astrología. La cuota mensual es de U$S 40.- ($ 150.– de Argentina) por adelantado, mientras que quien desee pagar el curso completo, en una o dos cuotas trimestrales, el precio final es de U$S 200.- ($ 800.– de Argentina). Para una mayor información acerca de las características de este curso, descargue libremente el artículo "Presentación, Estructura y Temario", en nuestra sección de descargas.
www.spesunicastrologia.com.ar
Consultorio Astro lógico Spesunica
A S T R O L T A R O T , P C U E N T O S C U E N T
O G Í A , O E M A S , Y O T R O S O S . . .
www.spesunicastrologia.com.ar robertolangella@spesunicastrologia.com.ar marypazreyespena@spesunicastrologia.com.ar
Un lugar de encuentro.
Spes Unica. Año 3 nº 23. Septiembre de 2012 Editada por el Consultorio Astrológico Spesunica Dirección: Roberto Langella y María de la Paz Reyes Peña Registro de Propiedad Intelectual: En trámite. Impreso por Peecho B. V., Amsterdam, Netherlands Colaboran en este número: Horacio Otheguy Riveira; Daniel Grustán Isabela; Simón Domínguez Barahona; Guillem de Rubenhor; Ñapi. Las afirmaciones y opiniones vertidas en los artículos y textos son de exclusiva responsabilidad de quienes los escriben. Se prohíbe la reproducción total o parcial por cualquier medio de esta publicación, sin previa autorización de la editorial. Mary Paz y Roberto registran sus contenidos en www.safecreative.org Los números atrasados pueden ser obtenidos siguiendo este vínculo: http://issuu.com/robertolangella
¡Esperamos sus colaboraciones!