Revista Spes Unica nº 30 - Abril 2013

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Año 4 Nº 30

Ilustración de Sven Fennema

Spes Unica

Escriben y colaboran en este número:

Horacio Otheguy Riveira; Mariano Liebana; Guillem de Rubenhor; Chabela Ximénez; Oscar Ramentev; Roberto Langella ABRIL 2013


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Sumario Editorial

4

Soneto 126, por Lope de Vega

5

Tlön, Uqbar, Orbis Tertius (última parte), por Jorge Luis Borges

6

La visitante, por Horacio Otheguy Riveira

8

Canelita o el paso de azúcar amarga (5º parte), por Chabela Ximénez

12

Divagaciones pelotudas, por María de la Paz Reyes Peña

14

Se me cayeron las alas

16

Lesiones del buen vivir, por Roberto Langella

18

Magníficos borrachos con su placentera amargura, por Guillem de Rubenhor

19

El arte como ansia de lo ideal (2º parte), por Andrei Tarkovski

22

Las Horaciones de Horacio, por Horacio Otheguy Riveira

24

¿Quimecontás?, por Mariano Liebana

26

Los signos del horóscopo chino (Gato)

28

Batman desencadenado (2º parte), por Oscar Ramentev

32

Misceláneas interrumpidas, por Horacio Otheguy Riveira y Roberto Langella

36

El arte de Sven Fennema

40

Onomancia

42

Horóscopo

43

Sumario de los números anteriores

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Sin más divagaciones

E

n este número presentamos la última de las ―Divagaciones pelotudas‖ que Mary Paz escribió para nuestra revista.

No quedan más, fueron todas publicadas, a lo largo de estos años, y ahí están a disposición de quien quiera leerlas, en el perfil de Issuu de la Spes, junto con todos estos números. Todavía no termino de revisar todo lo que tengo de Mary Paz en su carpeta, posiblemente queden cosas sin publicar, ella era muy prolífica, o hayan otras que merezcan ser republicadas. Irán apareciendo de tanto en tanto si es así. Lo que estoy seguro es que no voy a forzar la situación por seguir haciendo que aparezcan cosas de ella en estas páginas, hasta terminar siendo que alguna sección de esta revista se vuelva así como una especie de santuario, donde importe más su presencia que sus contenidos. No es lo que a mí me gustaría ocurra conmigo y estoy seguro que a ella tampoco le gustaría pase, en ningún caso. Se me ha hecho algo duro desde que Mary no está ir armando estos últimos números, y no por la revista en sí misma, no es que haya perdido el interés de hacerla, que me aburra ni nada por el estilo. Es el acompañamiento que ella le daba a esta tarea lo que extraño. Hay cosas que ocurrían en esta revista, no sé qué tan a la vista, que ya no ocurren más, que no volverán a suceder. En fin, que la Spes Unica tiene larga vida, todavía, y si un día tiene que desaparecer lo hará por sí misma, porque es desde siempre un proceso que se ha ido decantando, como si ella misma decidiera sus propios cambios, sus relativas suertes; a veces la observo como un curso de agua que busca sin prisa y sin pausa su propio destino, su propia confluencia. Están finalizando secciones, se inician otras nuevas, la Spes va cambiando, busca formas nuevas, se abre paso, contempla otras posibilidades. A

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mí me gusta pensar que se decanta de forma natural, sin forzarla. Arrancó con muy pocas páginas y con pocas lecturas, hoy contamos con cerca de cincuenta páginas y lejos más de mil lectores. Sé que a algunos de ustedes—me lo han dicho—se les hacía corta la revista y larga la espera a que apareciera el próximo número. En determinado momento especulé con la posibilidad de volverla quincenal, hoy me doy cuenta que hubiera sido imposible mantener esa regularidad sin ir en desmedro de la calidad que hasta acá hemos sabido conseguir. Probablemente en un tiempo crezca en más páginas, no lo sé, no me desvela la cantidad, me ocupa la calidad. Estoy contento con los colaboradores que conforman esta revista, que le ponen el hombro por el mero amor al arte, como quien dice, Chabela, Horacio, Daniel, Guillem, ahora la suma de Mariano, sin ellos esta revista no sería posible. También les agradezco a los ilustradores, a algunos que hemos tenido, Antonio del Olmo, Pablo Scalise, Cristian Kocak, que por una cuestión de estilo de la revista, para bien o para mal no he podido aceptarlos de manera permanente (y no sé tampoco si ellos hubieran querido, claro). Hay más autores de valía que han pasado por estas páginas, y espero que un día, cuando gusten o pueda, vuelvan a hacerlo. Bueno, che, que esto no suene a despedida tampoco. No es eso, es que se avecinan cambios en esta revista, lo sé, y juntos iremos viendo de qué se trata, porque la verdad es que yo tampoco tengo ni idea. Pero a relajarse y a disfrutar, que nunca se trató de otra cosa. Roberto Langella, Marzo de 2013.


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ero ¿y los otros? Hacia 1942 arreciaron los hechos. Recuerdo con singular nitidez uno de los primeros y me parece que algo sentí de su carácter premonitorio. Ocurrió en un departamento de la calle Laprida, frente a un claro y alto balcón que miraba el ocaso. La princesa de Faucigny Lucinge había recibido de Poitiers su vajilla de plata. Del vasto fondo de un cajón rubricado de sellos internacionales iban saliendo finas cosas inmóviles: platería de Utrecht y de París con dura fauna heráldica, un samovar. Entre ellas -con un perceptible y tenue temblor de pájaro dormido- latía misteriosamente una brújula. La princesa no la reconoció. La aguja azul anhelaba el norte magnético; la caja de metal era cóncava; las letras de la esfera correspondían a uno de los alfabetos de Tlön. Tal fue la primera intrusión del mundo fantástico en el mundo real. Un azar que me inquieta hizo que yo también fuera testigo de la segunda. Ocurrió unos meses después, en la pulpería de un brasilero, en la Cuchilla Negra. Amorim y yo regresábamos de Sant'Anna. Una creciente del río Tacuarembó nos obligó a probar (y a sobrellevar) esa rudimentaria hospitalidad. El pulpero nos acomodó unos catres crujientes en una pieza grande, entorpecida de

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barriles y cueros. Nos acostamos, pero no nos dejó dormir hasta el alba la borrachera de un vecino invisible, que alternaba denuestos inextricables con rachas de milongas -más bien con rachas de una sola milonga-. Como es de suponer, atribuimos a la fogosa caña del patrón ese griterío insistente... A la madrugada, el hombre estaba muerto en el corredor. La aspereza de la voz nos había engañado: era un muchacho joven. En el delirio se le habían caído del tirador unas cuantas monedas y un cono de metal reluciente, del diámetro de un dado. En vano un chico trató de recoger ese cono. Un hombre apenas acertó a levantarlo. Yo lo tuve en la palma de la mano algunos minutos: recuerdo que su peso era intolerable y que después de retirado el cono, la opresión perduró. También recuerdo el círculo preciso que me grabó en la carne. Esa evidencia de un objeto muy chico y a la vez pesadísimo dejaba una impresión desagradable de asco y de miedo. Un paisano propuso que lo tiraran al río correntoso. Amorim lo adquirió mediante unos pesos. Nadie sabía nada del muerto, salvo «que venía de la frontera». Esos conos pequeños y muy pesados (hechos de un metal que no es de este mundo) son imagen de la divinidad, en ciertas religiones de Tlön.

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Aquí doy término a la parte personal de mi narración. Lo demás está en la memoria (cuando no en la esperanza o en el temor) de todos mis lectores. Básteme recordar o mencionar los hechos subsiguientes, con una mera brevedad de palabras que el cóncavo recuerdo general enriquecerá o ampliará. Hacia 1944 un investigador del diario The American (de Nashville, Tennessee) exhumó en una biblioteca de Memphis los cuarenta volúmenes de la Primera Enciclopedia de Tldn. Hasta el día de hoy se discute si ese descubrimiento fue casual o si lo consintieron los directores del todavía nebuloso Orbis Tertius. Es verosímil lo segundo. Algunos rasgos increíbles del onceno tomo (verbigracia, la multiplicación de los hrönir) han sido eliminados o atenuados en el ejemplar de Memphis; es razonable imaginar que esas tachaduras obedecen al plan de exhibir un mundo que no sea demasiado incompatible con el mundo real. La diseminación de objetos de Tlön en diversos países complementaría ese plan...6 El hecho es que la prensa internacional voceó infinitamente el «hallazgo». Manuales, antologías, resúmenes, versiones literales, reimpresiones autorizadas y reimpresiones piráticas de la Obra Mayor de los Hombres abarrotaron y siguen abarrotan-


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do la tierra. Casi inmediatamente, la realidad cedió en más de un punto. Lo cierto es que anhelaba ceder. Hace diez años bastaba cualquier

mundo. Encantada por su rigor, la humanidad olvida y torna a olvidar que es un rigor de ajedrecistas, no de ángeles. Ya ha penetrado en

previsiones no yerran, de aquí a cien años alguien descubrirá los cien tomos de la Segunda Enciclopedia de Tlön.

simetría con apariencia de orden -el materialismo dialéctico, el antisemitismo, el nazismo- para embelesar a los hombres. ¿Cómo no someterse a Tlön, a la minuciosa y vasta evidencia de un planeta ordenado? Inútil responder que la realidad también está ordenada. Quizá lo esté, pero de acuerdo a leyes divinas -traduzco: a leyes inhumanas- que no acabamos nunca de percibir. Tlön será un laberinto, pero es un laberinto urdido por hombres, un laberinto destinado a que lo descifren los hombres. El contacto y el hábito de Tlön han desintegrado este

las escuelas el (conjetural) « idioma primitivo» de Tlön; ya la enseñanza de su historia armoniosa (y llena de episodios conmovedores) ha obliterado a la que presidió mi niñez; ya en las memorias un pasado ficticio ocupa el sitio de otro, del que nada sabemos con certidumbre ni siquiera que es falso-. Han sido reformadas la numismática, la farmacología y la arqueología. Entiendo que la biología y las matemáticas aguardan también su avatar... Una dispersa dinastía de solitarios ha cambiado la faz del mundo. Su tarea prosigue. Si nuestras

Entonces desaparecerán del planeta el inglés y el francés y el mero español. El mundo será Tlön. Yo no hago caso, yo sigo revisando en los quietos días del hotel de Adrogué una indecisa traducción quevediana (que no pienso dar a la imprenta) del Urn Burial de Browne.


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s la tradi-

sentados en taburetes de madera

antología de comedias musica-

ción y la

sin cojines, tipo monasterio, mon-

les, algo enormemente placente-

ruptura de

jes en busca del alma perdida: la

ro y de lo más idóneo para des-

del visitante y su guía.

conectar por completo de la

todo convencionalismo al mismo tiempo. En ese juego se

Ni clientes ni pacientes,

larga jornada de abrumadores

sentía a gusto: cumplir con lo

ellos son visitantes misteriosos

conflictos ajenos, siempre inte-

que se espera de uno cuando se

que traen una historia cargada de

resantes, sí, hasta los que pudie-

es un psiquiatra de prestigio

tensión y de angustia. Y el doctor

ran parecer aburridos por reite-

internacional y sorprender a

en psiquiatría y psicología el guía

rativos expresados en un tono

propios y ajenos con métodos

escogido para conducirles por un

por demás monótono. Intere-

insólitos. Como llevar traje y

pasaje a menudo terrorífico, una

santes, sí, algunos emocionan-

corbata calzando deportivas.

especie de tren fantasma para con-

tes, y en cualquier caso su voz

Bueno, esa es una imagen ya un

versar con sus monstruos, que a

de Gran Gurú, serena, metódi-

tanto trasnochada, y es que le

veces también son los suyos, bue-

ca, precisa, afectuosa y distante

resultaba fácil trasnocharse, tal

no, siempre, de algún modo, claro,

en su punto justo. Semejante

vez fuera la suma de visiones y

como metáfora de la existencia en

combinación de emociones e

experiencias a lo largo de su

constante progresión, la identifica-

ideas suele dejarle agotado e

vida como médico y profesor.

ción momentánea es mutua, de lo

inseguro ante todas las situacio-

contrario no hay causa ni propósi-

nes de las que es responsable: la

to.

vida de los otros, sus visitantes.

Siempre traje y corbata, incluso en el más feroz de los veranos. El visitante en un

Aquella noche, la extraña

Llegó empapada, sin

sillón muy cómodo y el especia-

visitante llegó cuando ya no la

paraguas, cuando Dean Martin

lista enfrente, en otro sillón

esperaba y se había quitado la cor-

lucía su espléndida voz en Suena

igual de cómodo, aunque lleva

bata y la chaqueta; se paseaba fu-

el teléfono, “Bells are ringing”,

años pensando que les iría me-

mando mientras escuchaba una

Vicent Minnelli, 1960, donde

jor menos comodidad: los dos

tanto se divertía con Judy Holli-


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day.

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joven. En lugar de pedirle que

gularmente ―artificial‖, deliciosa-

Abrió la puerta confiado

volviera a llamar por teléfono

mente cautivante, y a medida

en recibir la comida china que

para concertar nueva cita o indi-

que hablaba y se movía fue ca-

había encargado, pero era ella,

carle que le esperase unos minu-

yendo en un extraño estado de

mojada de pies a cabeza, una

tos, que la recibiría en la consul-

hipnosis.

chica como tantas, que en cuanto

ta… se quedó pasmado deján-

— No sé cómo discul-

dio los pasos necesarios para

dola entrar, o mejor dicho

parme, doctor, pero le ruego

entrar por el sitio equivocado —

dejándose invadir.

comprensión; me fue imposible

la

entrada

su

abandonar el sitio

hogar, y no a la con-

en que estaba, algo

sulta de la puerta de

que

al lado, claramente

entenderá a la per-

identificada—

el

fección en cuanto

una

conozca mi situa-

sucesión de sensa-

ción. Un retraso

ciones poco felices,

impensado

sí, de esas que im-

inevitable que segu-

presionan tanto que

ramente, uy, repito

uno preferiría no

las

tener, dejar en la

repito, un defecto,

doctor

a

tuvo

seguramente

palabras,

pero

me

mesa de al lado, en el caso de

En un instante atravesó

bueno, no encuentro otra, de

que hubiera una mesa y de que

la invisible barrera y velozmente

seguro no me atrae, mejor segu-

existiera una posibilidad de libe-

dejó de ser la que acababa de

ramente, sí seguramente usted

rarse tan sencilla.

ver: si le había parecido jovencí-

sabrá comprenderme, bueno, a

Pero quedó paralizado.

sima, sosa, en todo caso tacitur-

eso vengo, a pedirle colabora-

No hizo nada de lo que debía ni

na, no más entrar se estiró

ción, encantada de ser su visitan-

deseaba. Se dejó llevar fatalmen-

mostrándose altiva, segura de sí

te.

te por el impreciso encanto de la

misma, y al mismo tiempo sin-

En tan breve entrega ya


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lo tenía todo servido. Si sabía lo

ni por miedo ni por deseo. Con la

película salga en condiciones y

de los visitantes es que había

precisa sensación de que se per-

todos ellos puedan disfrutar de

leído sus libros o asistido a al-

cibían los latidos de su corazón

la hermosa escena que estoy

guna de sus conferencias, y si

como una erección compulsiva.

filmando desde que llegué con

era capaz de seducirle con una

— En realidad llevo mu-

―métodos asaz modernos‖, co-

serie de palabras encadenadas

chos años esperando este momen-

mo a usted mismo le gustaría

también significaba que había

to, doctor, demasiados, tantos que

decir.

indagado en sus métodos, sus

ya me da pena que se acabe la jor-

Se desnudó, paseó su

estímulos para que las palabras

nada de un modo tan abrupto, así

piel y su humedad por el cuerpo

de la gente que se consideraba

que tal vez lo mismo podríamos

encendido del terapeuta y no

en estado de shock en la vida

hacer el amor frenéticamente, co-

cedió hasta que le vio irse en

brotara con ímpetu y libertad

mo dos amantes apasionados,

sucesión de gemidos de infarto

desordenada… encontrándose

aunque no se entusiasme con la

hasta caer reducido de tal mane-

a sí misma.

idea porque usted no me gusta en

ra que lo guardó en una cajita

Pero cuando dejó de

absoluto, y el motivo verdadero

china muy elaborada con multi-

hablar ya había abandonado el

de estar aquí, sentada en su sillón

tud de dibujos en poco espacio

abrigo mojado en el perchero

preferido, cruzada de piernas de

y un gozoso aire musical.

junto a la puerta, y su cuerpo

manera que usted pueda ver uno

La visitante quedó ex-

esbelto se afirmaba bajo la ropa

de mis muslos, no tiene más senti-

hausta después de semejante

húmeda.

do que el presenciar este precioso

sesión amorosa. Guardó los

Se quedé paralizado,

infarto que ya empieza a darle.

restos del médico en la cajita y

perplejo, mudo, mirándola, su-

Está todo perfectamente medido,

ésta en su bolso e iluminó la

mamente atraído por el tono de

doctor, y lamento mucho que us-

casa encendiendo todas las lu-

su voz, sus manos y las curvilí-

ted desaparezca, valga el eufemis-

ces con el fin de que su despe-

neas formas de su cuerpo, tan

mo, sin saber cómo ni por qué,

dida fuese a lo grande, como

atractivo que sentía una especie

pero sólo soy una emisaria de los

debería haber vivido si no le

de taquicardia que no recordaba

verdaderamente interesados en

hubiese dado por la resistencia

haber tenido jamás ante nadie,

castigarle de este modo, una testi-

dogmática.

go que está ocupándose de que la


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Una vez en el taxi se

necesaria y una transformación

despojó de su vestimenta con-

insólita: de la cajita china saldría

vencional.

el doctor convertido en un

El conductor también

minúsculo ser que se transfor-

era de su secta: iban desnudos

maría en humano con el tiempo

con un mono de obrero, un ofi-

y siempre y cuando aprendiera a

cio, un resplandor en la noche,

deletrear palabras hasta ahora

un beso inesperado, una caricia

desconocidas.

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….

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on el olor a pescado impregnándolo todo, era difícil concentrarse en los olores propios del postre del menú. Canelita tuvo que probar por dos veces el relleno de la tarta para asegurarse de que llevaba todos los ingredientes. Aunque tenía la base preparada del día anterior, el secreto de una buena tarta de manzana radicaba en el flan que la cubría y en la mermelada que lo bañaba y en eso, precisamente, era en lo que se estaba esmerando en aquellos momentos. - ¿Te ayudo a cortar manzanas? –preguntaba Daniela, mirándola sonriente. Canelita era consciente de que despertaba verdadera admiración en la camarera de los pechos altos pero, en ése instante preciso, no estaba por la labor de mantener con ella una de sus intrascendentes y vacías conversaciones de compañera. - Ya están cortadas y bañándose en limón – respondió secamente. - Eso se hace para que no se pongan negras ¿verdad? - seguía intentándolo. - Y desde cuándo te in-

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teresa a ti la repostería – preguntó sin responder. - Bueno, se puede decir que desde que andas enamorando a la clientela con tus postres –sonrió-. Ahí fuera está otra vez el chico de los botines negros. Ya ha preguntado por el postre del día y no quita los ojos de la puerta de la cocina, para ver si apareces. - ¡Deja de decir tonterías! No conozco al tal chico de los botines negros. De hecho nadie de mi barrio viene nunca por la venta, de modo que no se te ocurra meterme en problemas, o tendré que arrastrarte de los pelos por todo el gallinero. - ¡Qué carácter, mujer! Si lo único que quería era darte conversación y ser simpática. Y, además, que yo no me invento nada. También Rufino y María Antonia han notado que te mira. Y Doña Pilar dice que lo ha visto sentado en la parada del autobús, esperando a que salgas para verte marchar. - ¡Yo es que no puedo creerlo! ¿Habláis de mí a mis espaldas? –Aquello era lo que se conoce vulgarmente como pasarse de castaño oscuro. Estaba claro que había llegado el momento de pararle los pies a aquella Barbie Cotilla, si no quería ser la diana de todos los comentarios de la cocina. – Mira Daniela –

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dijo haciendo acopio de una paciencia que desconocía que existiera en su persona-, si de verdad deseas ser simpática, empieza por olvidarte de mí y de mi vida. No quiero escuchar ni un comentario más sobre el chico de los botines negros que, entre otras cosas, dudo de que sea el protagonista de la película que os estáis montando. - Desde luego que no te enteras de nada, chica. Parece que vivieras en la luna. ¿De verdad que no te has dado cuenta de nada? - ¡Qué se va a dar cuenta! –Intervino Doña PilarElla viene aquí a trabajar y es lo que hace. - ¡Oiga que yo también trabajo! –Daniela se sentía dolida en lo más profundo, siempre teniendo en cuenta la profundidad que poseía Daniela-. - Si, hija, sí, además de todo lo demás. - Está visto que no se puede ser amable con la gente. Ya ven, yo sólo quería alegrarle el día a canelita. Con ésa cara que trae de amargada de la vida, siempre tan seria. Pero se ve que, hasta para ser agradable, hay que pedir permiso. Pues que sepan … -Y su voz se fue apagando, que no extinguiendo, a través del pasillo, en busca quizás


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de algún otro misterio que requiriera de su intelecto con urgencia. - Ve con Dios, querida – dijo Bienvenido sin levantar la vista del pescado que se doraba en la sartén. - ¡No blasfemes, hijo, que lo que te hacía falta era que Dios te castigara! - Pues no sé, madre, como no me deje sin dientes, no imagino qué más puede echarme encima. - Podría mandarte una novia –sonrió Canelita-, como la mujer del sombrero. - Sin duda haríamos un gran cuarteto: La mujer del sombrero, yo, tú y el chico de los botines negros. - ¡Serás…! –Y le lanzó una bola de base de tarta de manzana a la espalda. - Tú empezaste, princesa. Ahora aguanta tu vela como cada palo –dijo esquivando el torpedo con una habilidad superior a la que cabría esperar, dado su volumen. - No sé qué mosca le habrá picado a todo el mundo con esto de querer buscarnos pareja, Bienve. Tendremos que parar el asunto de alguna forma. - ¿Qué tal si nos hacemos novios y acallamos los rumores? - Ni lo sueñes, amigo. ¿Crees que no me doy cuenta de que lo único que te mueve es el interés por mis postres? Aquello consiguió que el olor a pescado se apartara un poco de la cocina y dejara galante espacio

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para acoger a unas risas, que la inundó a la vez que consiguió relajar las

tensiones de sus habituales. Incluso Doña Pilar apartó por un momento su atención de la salsa verde, para unirse a la espontanea explosión de alegría. Canelita aparcó su enfado con Daniela y pospuso para más tarde su reflexión sobre el chico de los botines negros. Por su parte Bienvenido, logró a duras penas relajar su interés en el maravilloso olor a flan casero, que amenazaba con filtrarse por cada uno de sus poros. Estaba muy cerca ya la hora del almuerzo cuando Canelita empujó el carrito hasta el comedor. De no ser por el codazo de Daniela, hubiera vuelto a olvidarse del chico de los botines negros, pero aquel poco fortuito aviso la puso en alerta sobre lo que, en ese momento,

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parecía ser el mayor misterio de su vida. Le sorprendió en un principio percibir que aquel rostro no le era del todo desconocido. Un algo familiar emanaba de la faz de su enamorado y la chica se preguntó tontamente si aquella impresión no sería un signo del destino. Por un momento, y dejándose atrapar por lo meloso de su oficio, deseó poseer la clarividencia de Sebastián, para ser capaz de soñar con un encuentro como el que tuvo con la chica de los yacimientos. Pero al momento rechazó la idea por parecerle falta de toda la emoción que requieren las grandes aventuras. No era, pensó, de un atractivo llamativo. Tenía más bien el tipo de físico que hace pensar en los tristes poetas del romanticismo: De pelo negro y ojos tímidos, nariz fina, los labios perfilados en una boca algo mayor de lo habitual, perilla bien dibujada y pelo lacio, hasta casi la altura de los hombros. El chico de los botines negros tenía un rostro inteligente. Canelita empezó a dudar seriamente sobre la veracidad de las suposiciones de sus compañeros de trabajo. Realmente era un tipo interesante. Le sostuvo la mirada durante un largo minuto, con las manos apoyadas en el carrito de los postres y el delantal salpicado de hari-


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na. Él le sonrió mostrando apenas los dientes, con una mezcla de sorpresa y vergüenza en los ojos. Ella se sintió como una boba descarada, que estaba provocando la risa de un cliente de la venta con su estúpida curiosidad. Enfadada consigo misma, volvió a la cocina y no salió de allí hasta que estuvo bien segura de que se hubo marchado del local. La comida sin embargo transcurrió con toda normalidad. El mero empanado a las tres salsas era la delicia de la clientela y Doña Pilar fue felicitada por sus incondicionales, todos los camioneros que desde hacía años la llamaban Mami y que la hacían dudar de si realmente no serían hijos suyos. La tarta de manzana, las tres bandejas de medio metro cada una, se agotó antes de las cuatro de la tarde. Bienvenido estaba desolado. (CONTINÚA EN EL PRÓXIMO NÚMERO)

También pueden leer esta historia en el blog de la autora.

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Divagaciones pelotudas, Por maría de la paz reyes peña

H

ay días aciagos en los que no damos pie con bola y si lo hacemos es para romper algo. Hay momentos en la vida de una mujer, en que una busca una respuesta divina, así que yo decidí explorar otras religiones que no fueran la de mi tía Cloty, donde ya me tienen excomulgada y anotada en libro negro de los incorregibles. Así que un día bendito le pedí a mi tía Lulú que me acompañara a ver qué era eso del Mahi Kari, que mi amiga Hamiel me hablaba linduras del lugar. Agarramos el colectivo y fuimos a buscar el templo ubicado en las inmediaciones del metro Zapata. Nos dirigimos al lugar y nos adentramos en una casa adornada al estilo japonés, música de gong, arpas y laúdes japoneses, incienso y flores. Todo era muy lindo y relajante, así que pagamos la entrada, donación voluntaria o no te dejan entrar, y nos quitamos los zapatos para ir de rodillas por un largo pasillo que atravesaba todo el salón lleno de lo que me parecieron masajistas, y llegar al altar principal para postrarnos ante la diosa cuyo nombre no repetiré por miedo a ser severamente castigada. Que a mi no me importó hacerlo, yo soy respetuosa con todos los dioses, pero mi pobre tía torturó sus rodillas que casi lloraba del dolor de meniscos. Pero como yo pensé que estaba emocionada con tan exótica experiencia, seguí haciendo caravanas a mis guías japoneses repitiendo obedientemente las palabras que me decían. Estuvimos en meditación durante larguísimos minutos, aguardando a que nos armonizaran el agua y la tierra y otros elementos, que para eso eran las esteras donde te acuestan y te dan acupresión y algo parecido al reiki. Muy lindo todo. Luego de unas dos horas y de atravesar nuevamente el salón de rodillas me costó mucho trabajo incorporarme y luego poner de pie a mi pobre tía Lulú, que se despedía de las japonesas: ―sayonara‖, ―sazonara‖. Cuando al fin salimos a

la calle y a punto de abordar el microbús de regreso, mi tía me jaló la oreja con fuerza, no me pateó porque todavía le dolían mucho las rodillas. Claro que no la invité a mi siguiente experimento, en una mezquita musulmana, en las inmediaciones del metro Chapultepec. Esa incursión fue linda porque me enseñaron a cantar y las mujeres son muy lindas y se arreglan tanto que pasé desapercibida con mis anillos y pulseras estrambóticas. A los hombres les dan bebidas, mientras las mujeres están orando. A los hombres les convidan pipas de agua, las mujeres oran en el otro lado. A los hombres les dan de comer guisados exóticos y eructan, las mujeres oran en el rincón. ¡Buá! Lo hombre pueden tener muchas mujeres, pueden gozar del sexo; las mujeres, oran en el rincón. Ya no regresé. Finalmente acepté un estudio de la Biblia con los Testigos de Jehová. Las chicas que me lo dieron son lindas, amables, agradables. Vinieron tres veces por semana, aún lloviendo, aún con un frío de iglú, aún cuando me cortaron la luz, alumbradas con velas. Me explicaron muchas cosas, lo entendí, todo lindo. Avancé tanto que al poco tiempo iba a las reuniones dominicales y las de entre semana al ―Salón del Reino‖. Dejé de usar pantalones, me compré faldas largas, es más, para garantizar que fueran largas, me las mandé a hacer. Todos me trataban tan bien que pasé algunos detalles por alto. ¿Cuáles? Nimiedades, algunos ―no saludes a fulano porque está castigado‖, ―perengano está señalado, por unirse a una mujer católica‖, ―es homosexual y no se arrepiente, no lo puedes tocar‖. Y es que yo me sentía al fin aceptada con tantos ―hermana‖ con los que me hablaba todo el mundo, hasta el anciano, cuando lo llegaba a encontrar. Claro que mis hijos la sufrieron, porque los quería traer emperifollados y modositos, y son unas fieras. En fin, que no hay plazo que no se

cumpla y mi estilo es regar el tepache cuando menos lo pienso. Así que cuando me iban a bautizar, ya con la alberca lista, el anciano, a punto de decir conmovedor discurso y mis preparadoras orgullosas de su obra mirándome desde lejos. Se me ocurrió ir y meter la mano a la alberca, para comprobar la temperatura, digo, era invierno y no veía yo el vaporcito que esperaba del agua calientita. ¡Virgen santísima! ¡Está helada! El anciano me miró, las hermanas dejaron de sonreír, algunos abrieron mucho los ojos, otros se dieron media vuelta. Y yo, me regresé a mi casa tan pecaminosa como antes de haber pisado el ―Salón del Reino‖ con un ―No puede bautizarse, no está preparada‖.


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Se me cayeron las alas (parte 15) A la memoria de Eduardo Daniel Melgar

#266 16-nov-2010 18:50 Roberto Langella Además que los perros de Tíndalo se sienten atraídos por las ofrendas de maíz y gallos que umbandistas y quimbandistas suelen dejar en estos cruces. #267 16-nov-2010 22:43 Eduardo Daniel Melgar Con tonada de huayno que lo caracteriza, el capitán Beto vende en la puertas de su casa paquetitos de maíz y morcilla de gallo para conjurar las esquinas a los paseantes que van al cine. Gran parte de su capital responde a esto y a la quiniela de pasos que le propone a los mismos. Si desde la esquina a la otra da menos de 90 pasos, por solamente 2 pesos, los premia con una carta natal gratis y una recomendación para escribir para suite, con lo cual gana 5. "Aleje, vidalitá, a los perros de Tíndalo, vidalitá, y doble tranquilo, doble tranquilo". #268 16-nov-2010 22:58 Simón Domínguez Barahona ¡Jaja, épico! #269 16-nov-2010 23:32 Roberto Langella Así es, mi amigo, ¿quién vive con un solo trabajo?

#270 17-nov-2010 23:34 Eduardo Daniel Melgar Sí, el futuro es el tarot, amigo. Sus notas van de maravillas, como a mí me gustan, enredadas, difíciles, enigmáticas. Me he puesto a leer un poco de eso, pero no encuentro las cartas que venían con el librito. Las voy a dibujar, en todo caso. La que más me divertía es El Loco, un tipo que camina con un perrito enganchado en los fondillos. Y cuán verdadera es esta imagen, he visto tipos enojándose con los perros ladradores y retrocediendo sus pasos para decirles algo y volver, recoger un piedrita y amenazar, como si se tratara de la suegra que acaba de decirle una verdad dolorosa. No sé si la inversa es cordura o qué, en esos bretes yo trato de hacerme amigo y le digo al perrito que me cuente sus sueños. #271 18-nov-2010 0:36 Roberto Langella Mi amigo, si por lo menos encuentra entretenidos esos artículos del demonio, me doy por entero satisfecho. ¡Me falta espacio para todo lo que quiero poner!. Hoy pensaba en lo que usté me refería acerca del símbolo del infinito en el sombrero de El Mago. Hoy, escribiendo acerca de "La Justicia", otra vez salió ese tema a colación, en mi cabeza, y esta vez no pude ponerlo, por razones de espa-

cio. Bueno, cuando termine toda esta serie escribiré uno acerca de "El Infinito en los arcanos del Tarot"; es interesante, porque el Tarot, como el I Ching, son sistemas que se basan en los procesos del momento, sin por ello dejar de referir a lo infinito, a lo eterno. Solo que lo hace en determinados momentos, y es interesante intentar ver por qué. Respecto de su baraja de Tarot perdida, bien perdida está. Yo soy de la idea de que cada cual debería diseñar su propia versión de los arcanos. Una vez me puse a hacer una, en base a collages, pero terminé abandonando el proyecto, porque se estaba volviendo abstruso; era una versión que solo yo podía entender y aceptar. Por ejemplo, el arcano de "El Loco", en mi versión se llamaba "El Yuppie", y el personaje tenía la cara de Marta Minujín, que en vez de por un perro era mordida en el culo por Margarito Tereré. Presiento que mi suerte iba a ser muy negra, de echar esas cartas. #272 18-nov-2010 0:53 Eduardo Daniel Melgar El I Ching tirado con monedas es tan exacto e interesante que llega a transformarse en obsesión doméstica. Da resultados sorprendentes y para confirmarlo, uno puede llegar a hacerse dependiente si no parpadea un poco. Bué,


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lo dejé ahí porque ese aparato infernal reemplazaba mis neuronas efectivas con tanta eficacia que hubiera donado mi seso para torrejas. Es decir, no piensa, pero tiene todo pensado. #273 18-nov-2010 1:23 Roberto Langella El I Ching, en la versión de Wilhelm, desde ya, es tan exacto y objetivo que hay que ser chino para asumir sus consejos y llevarlos a la práctica. A mí siempre me pareció que le faltaba un hexagrama, sin embargo, o, en todo caso, a mí me hubiera gustado escribir otro más, el hexagrama 65, que es cuando las monedas caen de canto. Y tirarlo con varitas de milenrama no es muy diferente a jugar a los palitos chinos, me parece. #274 18-nov-2010 14:54 Eduardo Daniel Melgar A veces me dejo llevar, por ejemplo, con la borra del café o del té cuando el saquito está roto, veo casi siempre caras, lo mismo que en la ropa desordenada o las cortinas, las manchas de distinto tipo como de humedad o descaramientos de la pintura. Esa afición me vino de chico cuando iba a la peluquería y me la pasaba mirando las vetas de un zócalo de mármol, ya porque el peluquero era aburrido (ese compromiso implícito de charlar con el cliente) o porque se hacía un silencio que solamente la tijera gritaba men-

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sajes tipo chas chas que nunca me condujo ni siquiera a un chamamé. Probé con las nubes y es delicioso, pero estas tienen mensajes del planeta y somos tan chiquitos como pulgas. Un amigo japonés miraba sus heces, pero no me pareció ortodoxo concentrarse allí, bué, ellos o los chinos también comen gatos y otros bichos. Si algo bueno saqué es que no volví jamás a una peluquería, me lo corto yo desde hace 40 años y además, tenían revistas viejas. Una innovación era el trapito usado con tinta china con que limpiaba el pincel o la pluma, no se imagina los geniales dibujos que se forman con el tiempo. #275 18-nov-2010 15:00 Eduardo Daniel Melgar Ahora me doy cuenta por qué fracasaba en el Roschard en las entrevistas de laburo, tenía decenas de figuras que se me ocurrían y al final debía decir "una mariposa", pero ya era tarde. #276 18-nov-2010 17:01 Roberto Langella Es así, mi amigo, el mundo está lleno de mandalas y uno vive todo el tiempo en trance. Yo solía encontrar formas inconfesables en las arrugas del rostro de mi abuela paterna. De la materna no, porque se murió pasando los 80 pero sin una sola arruga en la cara, y sin un solo miligramo de botox, que en ese tiempo no existía. Canosa y sin arrugas; así murió mi abuela materna.

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#277 18-nov-2010 19:32 Simón Domínguez Barahona Ese Roschard y sus laminitas... recuerdo el día en el que creo volví loco a un pobre psicoanalista con mis respuestas sobre las manchitas. #278 18-nov-2010 20:56 Eduardo Daniel Melgar Usté y las minitas, no puede con su genio. #279 18-nov-2010 20:59 Eduardo Daniel Melgar Con lo único que tengo problemas es con las minas de los lápices de colores. Ah, la juventú. #280 18-nov-2010 21:01 Simón Domínguez Barahona Sí, yo ya me siento viejo compadre, jaja, y me refería a las láminas de las manchas.... ¿aunque por qué no? de las minas también, tanto las de colores como las de piel, jeje. #281 18-nov-2010 21:04 Eduardo Daniel Melgar Tiene cara de pendex, a no ser que como la mayoría acá, ponen una foto de hace varias décadas. Bué, ahora que me fijo, las gafas parecen de su abuelita. Mmm.


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R o b e r t o

Derecho a permanecer en silencio

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eberían declarártelo ni bien nacés. Permanecer callado, ese derecho que nadie parece estar demasiado interesado en defender. Que va, algunos tendrían que estar obligados. Pero a la gente no le interesa mantenerse en silencio debido a que el precepto que nos interesa se ha fundado sobre una base falsa: ―Todo lo que digas se te puede volver en contra‖. Mentira. La mayoría de las veces, digas la boludez que digas, no se va a volver en tu contra. Es más, la gente se dio cuenta rápido de esto y por eso se desinteresó también rápidamente de su derecho a quedarse callada. No, no es que lo dicho jamás se volverá en tu contra la ventaja de quedarse callado (porque, para el caso, el que calla otorga, es decir, también el silencio autoimpuesto puede volverse en contra). Entonces, ¿qué es?, ¿que en boca cerrada no entran moscas? Las moscas nacen en la cabeza humana, hermano, no entran, salen, y lo pueden hacer por cualquier orificio. Mi problema comenzó (ay, si me hubiera quedado callado…) de muy chico, el día que le pregunté a mi mamá por qué tenemos ombligo. No entendía entonces el énfasis puesto por ella al señalar que debía lavármelo particularmente cada vez que me bañaba. Ok., lo mismo era respecto de las orejas, pero eso es más entendible, con mugre en las orejas no se oye bien, por lo demás ¿qué va a andar mal a causa de un ombligo sucio? En fin, no es la cuestión ahora. Pero sí que por mis dudas acerca

b u e n

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v i v i r

L a n g e l l a del ombligo fue que me enteré que las personas salíamos de adentro de nuestras madres. Fue horrible, monstruoso hacerme a la idea. ¿Qué clase de injusticia era esa?, ¿qué habían hecho las mujeres para merecer eso?, ¿qué derecho nos arrogábamos los seres de salir de adentro de nuestras madres, de cualquier otro ser, del género y la especie que fuere?, ¿era esto la diferencia, la prueba concluyente de la siempre subyacente y nunca del todo declarada, confesada, superioridad del macho? Bueno, mi madre al menos no parecía demasiado resentida (lo que en definitiva tampoco me pareció menos sospechoso). En fin, en cualquier caso, que el ombligo era nada más que un nudo. Pero entonces sí reparé que en este único y unívoco hecho, caso, la especie sí había decidió hacer uso de su derecho a permanecer en silencio. Es decir, el derecho a quedarse callado genera tabúes. Tabúes, aquello de lo que consensuadamente no se habla, so pena de sufrir algún tipo de escrache, de marginarte, de convertirte en un paria. Además, porque mantener el tabú es cómodo. Hablemos de lo que hablamos pero hasta ahí, sin embarullar la cosa. Por ejemplo, está muy mal que un tipo le pegue a la mujer. Entonces agarran a la mujer y le dicen ―tenés que dejarlo, ¿no ves que no te ama?‖, y nadie se explica por qué la mujer sigue al lado del tipo. ―Están enfermos, los dos por igual‖, dicen. Ponele, pero luego los tratan como si estuvieran sanos, como si fueran los tipos más cuerdos del mundo (y además, como si los admonitores del bien que vendrá tuvieran to-

dos sus retortijones resueltos). Pero no, ni los admonitores lo tienen, ni por enfermos que estén víctimas y victimarios dejan de amarse.. ¿Que eso no es amor?, ¿que los enfermos no aman?, ¿no ama quien sufre cualquier patología, aunque no sea una amenaza para terceros?. Qué sé yo, Hitler acariciaba a sus perros, ¿lo hacía por el ¿qué dirán‖? ¿Estaba con Eva Braun nada más que por aburrimiento, o solo por su cuerpo, sin saber apreciarla de otra forma? Es fácil crear monstruos a los cuales luego perseguir por los bosques, horquillas y antorchas en mano. Pero bueno, luego no nos declaremos profundamente comprometidos con las causas, si solo vamos a analizarlas de manera sesgada. No despotriquemos contra tanta Inquisición, si también ansiamos hacer justicia tal cual nos plazca. Se me acaba el espacio, debo ir cerrando. Es cierto, a veces el silencio también se impone, pero como advirtió el poeta, el silencio también tiene sus sonidos propios.


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Magníficos borrachos con su placentera amargura, por Guillem de Rubenhor

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l arte y el alcohol forman una pareja de gran creatividad y autodestrucción de poderes ilimitados. Desde tiempos remotos van unidos y persiste su cautivante influjo. Creadores que navegan en dulces y terribles ríos de bebidas variopintas en busca de un estado ideal que a menudo conquistan en obras de ficción y fugaces episodios reales. Un mundo en el que el negocio de los fabricantes y comerciantes organiza día a día su cocktail-asesino; eso sí, advirtiendo que se beba con moderación. El influyente néctar y la delirante poesía se entrecruzan, se adoran y repelen en busca de un eterno paraíso.

No sé beber poco

H

ay tanto y tan bueno para escoger que en lo que cabe en un artículo me dejo llevar por la mera memoria y el aroma de mi exquisita bebida on the rock junto al teclado. Por ejemplo, la hermosa madurez de Catherine Deneuve en Place Vendome (1998). Allí su personaje —atribulada dama de joyero que la ingresa cada tanto en una clínica para desintoxicarla— reconquista su libertad una vez muerto su adinerado cónyuge. Se las apaña y lo consigue con exquisita lucidez. Pero en un momento de peculiar desequilibrio, un hombre la quiere convidar: ¿Un poco de vino? Y ella responde: No sé beber poco, y rechaza la invitación. Y tampoco saben beber poco los personajes que recuerdo ahora: un puñado de buenos amigos tabernarios, a caballo entre la ficción y la realidad, en ese punto inquietante en que se confunden las

obras maestras.

Bebedor y santo

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n 1939 —y en sólo 90 páginas—, Joseph Roth cerró su última obra, La leyenda del santo bebedor, una aventura de puro ensueño en el último día de Andreas Kartak, quien recorre puras situaciones ideales de amor, sexo, dinero y bebida hasta morir, como lo haría el propio autor días más tarde con sólo 44 años. Un austríaco en París que ha dejado una obra muy rica (Confesión de un asesino, La cripta de los capuchinos), pero esta Leyenda del santo bebedor es la que me parece más interesante: Andreas avanza maravillosamente borracho en un contexto de notable ingenuidad religiosa y sexual: una apología del alcohol que le arropa y eleva hasta entregarle dulcemente a los brazos de la parca. Y el autor sentencia: Denos Dios a todos nosotros, bebedores, tan liviana y hermosa muerte.

La pareja enamorada en Días de vino y rosas

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oe Clay y Kirsten Arnesen forman una de las parejas de alcohólicos más atractivas del cine. Hay bastantes más, pero con el denominador común de una sobrevalorada autodestrucción (Wanda y Henry —Faye Dunaway y Mickey Rourke— en Barfly; Ben Sanderson y Sera —Nicholas Cage y Elizabeth Shue— en Leaving Las Vegas…), en cambio, Joe y Kirsten son víctimas de una situación social mucho menos transitada en el arte: son simples mortales que se ven envueltos en la presión social de la copa ligada al trabajo, a las relaciones, luego a la ansiedad, más tarde al vertiginoso intercambio de alcohol y vida. Se adoran, se divierten emborrachándose, se dislocan y se pierden. Causan estragos. Se desintoxican. Vuelven a caer y en un momento determinado él toma la decisión de empezar de cero sin una gota encima, mientras ella llega a prostituirse para alcanzar una última ronda que siempre resulta insaciable. Adaptada también al teatro, el éxito grande de la película se basó en gran medida en Jack Lemmon y Lee Remick: memorables protagonistas. Y una curiosidad: es el único drama de Blake Edwards, el divertido director de comedias como La pantera rosa.

La revolución en curda

Misteriosa Catherine Deneuve en la piel de una dama prisionera del vino

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oscú-Petushki o MoscúCercanías fue escrita por Venedikt Eroféiev (1938-1990), a su vez protagonista de la novela: un borra-


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cho empedernido que viaja en tren para conquistar definitivamente a su encantadora novia ―la más deliciosa de las rameras‖. En el viaje conocerá a mucha gente, un periplo que tiene bastante en común con La leyenda del santo bebedor, aunque ningún elemento en común con aquel autor ni con la religiosidad de aquel texto. Aquí, Venedikt es un rebelde al sistema soviético por estado de ensueño etílico, y lo más seductor de la obra queda para el final cuando —tras muchos momentos divertidos en compañía de un ángel sin referencia mística alguna que le protege de sucesivas desgracias— caen en las redes de un peculiar delirium tremens donde en lugar de bichos espantosos lo que ve es a los líderes de la revolución comunista en mítines donde se vanaglorian del vodka a tal punto

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de teatro ensaya y vive una situación dramática ante una admiradora que muere en un accidente por perseguir su autógrafo. La diva alucina, le aterroriza cuanto vive, los años que pasan, su madurez, se replantea todo en unas horas alucinantes colgada de tanta cantidad de alcohol que todos temen que no asista al estreno, mientras el espectador se entera de que aquel accidente mortal no sucedió nunca, pero ha servido para que ella ponga su existencia boca abajo. Myrtle Gordon llega al teatro borracha perdida, sin mantenerse en pie, pero al acercarse al escenario se recompone y lleva a cabo una función espléndida ante un público más enamorado aún de ella. En cuanto acaba la función y agradece los aplausos, cae exhausta. Cuando a Rowlands le pregunta-

Gena Rowlands es la actriz Myrtle Gordon en Opening Night que ordenan que se regalen cajas enteras a la población. Una exaltación del alcoholismo en manos de un escritor que muere a los 52 años en un estado de embriaguez absoluto.

Una actriz cuesta abajo-cuesta arriba

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ena Rowlands interpreta a Myrtle Gordon, en Opening Night (Noche de estreno, 1977). Una primera actriz

ron por su creación contestó: ―No tuve que esforzarme mucho. He trabajado con actrices más alcoholizadas que este personaje y que, sin embargo, en escena resucitaban recordando todo el texto y desempeñándose brillantemente‖. La propia Rowlands no bebió en su ya larga vida (hoy 82 años). Sí lo hizo su marido, John Cassavetes, quien falleció a los 59 años.

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Dean Martin bajo el cielo del bourbon

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a película de Gena brilla con luz propia y exhibe a una mujer muy bebedora con capacidad de recuperación, pero en general son historias reales o ficticias con finales trágicos, y la moraleja que despliegan suele ser fatídica. Una de las grandes excepciones fue Dean Martin, un cantante-actor excelente que apenas lució una décima parte de su talento, ―felizmente‖ atrapado por las delicias de las bebidas de 40º. Murió a los 78 años, aunque desde los 50 muchas veces le dieron por muerto. El acontecimiento más extraordinario lo protagonizó en un escenario completamente borracho, ante una sala llena de gente que le ovacionaba. En aquella oportunidad adaptó un clásico y lo convirtió en himno a la borrachera. Se rió de sí mismo y en todo momento mantuvo su espléndida voz y dominio escénico, aunque era muy evidente que se mantenía en pie a duras penas. Hay que verlo deambular mareado sobre el escenario. Deja en el piano su vaso de bourbonwhisky, coge el micrófono y canta la letra de When you´re smiling (Cuando tú sonríes) en una adaptación muy libre: When you´re drinking: Cuando estás bebiendo… https://www.youtube.com/ watch?v=i3xPUOF0EwE Cuando bebes el espectáculo te parece divino. Cuando bebes mejora tu punto de vista. Pero cuando estás sobrio, cuando estás sobrio, el cielo parece gris. Cuando estás sobrio la vida asusta, así que sigue bebiendo, que eso es lo que más me gusta a mí. Mundos beodos, curdas, embriagados, ebrios, achispados…


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Gente estupenda, gente terrible, un sinfín de historias mientras la mayoría de los bares de nuestros pueblos y ciudades destilan día a día, noche a noche, desde desayunos con su copa de licor a la penúltima copa de madrugada, y esa placentera amargura de amar lo que sabes que te está destruyendo.

Dean Martin, hasta el cielo del bourbon hasta los 78 años de edad

Una hermosa y trágica historia de amor en Días de vino y rosas

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El arte como ansia de lo ideal (2º parte), por Andrei Tarkovski (tomado de Esculpir en el Tiempo, ed. RIALP)

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uando un artista crea su imagen, está asimismo superando su pensamiento, que es una nada en comparación con la imagen del mundo captada emocionalmente, imagen que para él es una revelación. Pues el pensamiento es efímero, y la imagen, absoluta. Por eso se puede hablar de un paralelismo entre la impresión que recibe una persona espiritualmente sensible y una experiencia exclusivamente religiosa. El arte incide sobre todo en el alma de la persona y conforma su estructura espiritual. El poeta es una persona con la fuerza imaginativa y la psicología de un niño. Su impresión del mundo es inmediata, por mucho que se mueva por las grandes ideas del universo. Es decir, no «describe» el mundo, el mundo es suyo. Condición imprescindible para la recepción de una obra de arte es el estar dispuesto y ser capaz de tener confianza, fe, en un artista. Pero en ocasiones resulta difícil superar el grado de incomprensión que nos separa de una imagen poética perceptible exclusivamente por el sentimiento. Lo mismo que en el caso de la fe verdadera en Dios, también esta fe presupone una actitud interior especial, un potencial específico, puro, espiritual. En este punto, a veces uno recuerda la conversación entre Stavrogin y Schatov en Los demonios de Dostoievski: «"Sólo quiero saber si usted mismo cree en Dios o no." Nikolai Vsevolodovich le miró con severidad. "Yo creo en Rusia y en su ortodoxia… Yo creo en el Cuerpo de

Cristo… Yo creo que su retorno se dará en Rusia… Creo", tartamudeó Schatov fuera de sí. "Y, ¿en Dios? ¿En Dios?" "Yo… creeré en Dios".» ¿Qué se puede añadir? De forma absolutamente genial se ha recogido aquí esa confusa situación anímica, ese empobrecimiento interior, esa incapacidad, que cada vez más se va convirtiendo en irremisible característica del hombre moderno, al que se puede calificar de impotente en su interior. Lo bello queda oculto a los ojos de aquellos que no buscan la verdad. Precisamente el vacío interior de quien percibe el arte y lo juzga sin estar dispuesto a reflexionar sobre el sentido y la finalidad de la existencia de éste, ese vacío seduce más de la cuenta y lleva a una fórmula vulgar y simplista, al «¡No gusta!» o «¡No interesa!» Un argumento fuerte, pero es el argumento de quien ha nacido ciego e intenta describir un arco iris. Queda absolutamente sordo al padecimiento que sufre un artista para comunicar a los demás la verdad que experimenta en ello. Pero, ¿qué es la verdad? Una de las características más tristes de nuestro tiempo es, en mi opinión, el hecho de que hoy en día una persona corriente queda definitivamente separada de todo aquello que hace referencia a una reflexión sobre lo bello y lo eterno. La moderna cultura de masas —una civilización de prótesis—, pensada para el «consumidor», mutila las almas, cierra al hombre cada vez más el camino hacia las cuestiones fun-

damentales de su existencia, hacia el tomar conciencia de su propia identidad como ser espiritual. Pero el artista no puede, no debe permanecer sordo ante la llamada de la verdad, que es lo único capaz de determinar y disciplinar su voluntad creadora. Sólo así obtiene la capacidad de transmitir su fe también a otros. Un artista sin esa fe es como un pintor que hubiera nacido ciego. Sería falso decir que un artista «busca» su tema. El tema va madurando en él como un fruto y le impulsa hacia la configuración. Es como un parto. El poeta nada tiene de lo que pudiera estar orgulloso. No es dueño de la situación, sino su vasallo, su servidor; la creatividad es para él la única forma de vida posible, y cada una de sus obras supone un acto al que no se puede negar libremente. La sensibilidad para la necesidad de ciertos pasos lógicos y para las leyes que los rigen sólo aparece cuando existe la fe en un ideal; sólo la fe apoya el sistema de las imágenes (o, lo que es lo mismo", el sistema de la vida). El sentido de la verdad religiosa se da en la esperanza. La filosofía busca la verdad determinando los límites de la razón humana, el sentido del actuar y de la vida humanos (y esto es válido incluso en el caso del filósofo que llega a la conclusión de que el actuar y la existencia humanos carecen de sentido). Al contrario de lo que se suele suponer, la determinación funcional del arte no se da en despertar pensamientos, transmitir ideas o servir de ejemplo. La finalidad del arte consiste más bien en preparar al hombre para


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la muerte, conmoverle en su interioridad más profunda. Cuando el hombre se topa con una obra maestra, comienza a escuchar dentro de sí la voz que también inspiró al artista. En contacto con una obra de arte así, el observador experimenta una conmoción profunda, purificadora. En aquella tensión específica que surge entre una obra maestra de arte y quien la contempla, las personas toman conciencia de los mejores aspectos de su ser, que ahora exigen liberarse. Nos reconocemos y descubrimos a nosotros mismos: en ese momento, en la inagotabilidad de nuestros propios sentimientos. Una obra maestra es un juicio —en su validez absoluta— perfecto y pleno sobre la realidad, cuyo valor se mide por el grado en que consiga expresar la individualidad humana en relación con lo espiritual. ¡Qué difícil es hablar de una gran obra! Sin duda, además de un sentimiento muy general de armonía, existen otros criterios claros que nos permiten descubrir una obra maestra dentro de la masa de otras obras. Además, el valor de una obra maestra es relativo, en relación con el que lo recibe. Normalmente se cree que la importancia de una obra de arte se puede medir por la reacción de las personas frente a esa obra, por la relación que resulta entre ella y la sociedad. En términos generales, esto es cierto. Pero lo paradójico es que la obra de arte, en ese caso, depende totalmente de quienes la reciben, de que esa persona sea capaz o incapaz de descubrir, de

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percibir lo que une la obra con el mundo en su totalidad y con una individualidad humana dada, que es el resultado de sus propias relaciones con la realidad. Goethe tiene toda la razón cuando dice que es tan difícil leer un buen libro como escribirlo. No puede existir una pretensión de objetividad del propio juicio, de la propia opinión. Cada posibilidad, aunque sea

sólo relativamente objetiva, de un juicio está condicionada por una variedad de interpretaciones. Y si una obra de arte tiene un valor jerárquico a los ojos de la masa, de la mayoría, esto suele ser el resultado de circunstancias casuales y resulta por ejemplo del hecho de que aquella obra de arte tuvo suerte con quienes la interpretaron. Por otra parte, las afinidades estéticas de una persona en muchos casos dicen mucho más sobre la propia persona que sobre la obra de arte en sí. Quien interpreta una obra de arte, normalmente centra su atención en un campo determinado para ilustrar en él su propia posición, pero en muy pocas ocasiones parte de un contacto emocional, vivo, inmediato, con

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la obra de arte. Para una recepción así, pura, haría falta una capacidad fuera de lo común para llegar a un juicio original, independiente, «inocente» — por llamarlo de algún modo—; pero el hombre normalmente busca confirmación de la propia opinión en el contexto de ejemplos y fenómenos que ya conoce, por lo que juzga las obras de arte por analogía con sus ideas subjetivas o con experiencias personales. Por otro lado, la obra de arte cobra, gracias a la multiplicidad de los juicios que sobre ella se emiten, una vida cambiante, variopinta, se enriquece, y así. llega a obtener una cierta plenitud de vida.

CONTINÚA EN EL PRÓXIMO NÚMERO


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Las Horaciones de Horacio, por Horacio Otheguy Riveira

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lamar al cielo en un tiempo que corroe y no

impúdico, pero jamás callado, aprovecho la invitación

socorre. Se me ocurre que no vamos ni venimos

de Master Langella para dejar que mis dedos se desli-

y para peor ni siquiera estamos quietos. Lo dijo

cen sobre el teclado y ataquen iras y alegrías de la vida

Groucho Marx: ―Hoy he tenido un día tan estúpido que

y el pensamiento sin ton ni son o bailando al sol que

salí de casa cuatro veces y no fui a ninguna parte‖.

más nos calienta a la inmensa mayoría.

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D

s voluntad divina, dícese, así como humana — corrígese— que la evolución vaya por diversos caminos, siempre alborotada por la codicia de

unos y la necesidad de otros, dos extremos bien asenta-

e teatro en teatro, y de libro en libro, semana a semana, a causa de mi trabajo como cronista cultural, a veces doy con

Belén Herrero Cagigal, jefa de prensa del Teatro Es-

dos. Dioses y hombres jamás estuvieron de acuerdo, y

pañol de Madrid, simpática y bien avenida como ella

pujaron lo suyo para dominar los territorios como la ma-

sola. En una ocasión le pedí entradas para un es-

yoría de los animales, aunque entre estos, como en etnias

pectáculo muy solicitado, y me respondió: ―No te

humanas, también los hay serenos y amantísimos de las

preocupes, Horacio, te tendré en mis horaciones‖. Y

cosas de vivir, dispuestos a negociar antes que atacar.

añadió: ―Qué malo. Soy famosa por mis chistes ma-

Pero son los menos, los mínimos, cosa que no tiene por

los‖. Yo también, le contesté, con la diferencia de que

qué importarnos, ya que las mayorías son un peligro tre-

este chiste nunca me lo habían hecho y me produjo

mendo, y a la vez una necesidad: siempre moviéndonos

una buena cantidad de diversión.

entre extremos muy extremos.

L

as mayorías que, como la democracia, al decir del eximio Jorge Luis Borges, ―Son un abuso de la estadística‖, son a su vez imprescindibles para

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e han llamado Rubenhor, Hora, Horito, Hori, Bhoris, Bhorisio, Horilacio… pero eso de que genero posibles hora-

ciones, encendidas y amistosas, pues nunca. Así que,

remover las sociales conductas desde siempre dominadas

gracias muchas, Belenísima, y a ver qué sale mes a

por la llamada clase dirigente. Sin mayorías no se hubiera

mes de esta ―nuestra‖ página en revista producida en

producido ninguna revolución y gracias a algunas revolu-

Argentina para el mundo entero.

ciones el mundo se ha volcado, ha girado y se ha estrellado, pero millones de personas muertas de hambre, de ignorancia y de locura han logrado una existencia en la que mirar al vecino era un acto poblado de sonrisas bien alimentadas.

A

A

sí las cosas, continúo con las horaciones de esta ocasión en torno a lo humano y lo divino, pero proclive a no plantearme nada

en especial, ni discurso ni contra-discurso, ni antisistema ni tal para cual don Pascual: es voluntad de las

sí las cosas, entre estas palabras que se buscan

propias palabras y su teclado que me quede donde

a sí mismas y a ratos se encuentran —y hacen

comencé y trate de indagar por qué empecé así: Cla-

como que no se conocen— he de decir nada y

mar al cielo en un tiempo que corroe y no socorre. Se

todo, ampuloso, pomposo, humilde, tímido, púdico e

me ocurre que no vamos ni venimos y para peor ni


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para peor ni siquiera estamos quietos. Lo dijo Groucho Marx: ―Hoy he tenido un día tan estúpido que salí de casa cuatro veces y no fui a ninguna parte‖.

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i etnias, razas, costumbres ni ideologías: personas, por favor. Sólo personas. Aquí y ahora en esta España que rezuma mise-

ria moral y corrupción a troche y moche hay mucha

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ero me temo que no hay más que esta desazón del alma mía frente a la necesidad olímpica de ir a alguna parte evitando tropiezos y desastres en

medio de España, un barco que hace aguas pero aún parece tener muchos salvavidas: su gente, la solidaridad de tantos que con su espíritu de lucha detestan que hablen de los políticos y de la vergüenza nacional como propia de ―todos los españoles‖.

U

para mantenerse en pie en compañía de otros. Así en la educación, la sanidad, en el arte, en todas las esferas surgen manos tendidas, trueques de atención para quienes no tienen dinero, cobijos, comida, y todo aderezado de amistad y amor a raudales en una sociedad que ha padecido una guerra civil cruenta y una dictadura durante 40 años y que después de 35 años de democracia descubrió un montón de porquería metida debajo de la alfombra y dentro de las cajone-

n amigo tuvo una dura experiencia en El Sal-

ras cerradas con llave.

vador. Un taxista le robó varias pertenencias importantes, entre ellas el ordenador portátil,

y ni modo de recuperar nada. Cuando fue a la comisaría con el número del coche, pensando que seguro que harían algo, se le rieron en la cara: ―Ya robaron mucho ustedes, los españoles, así que con que les roben un poco ahora tampoco pasa nada‖. Mi amigo se puso de mil colores y torpemente intentó explicar lo obvio: ―Yo no fui, yo no estuve en la colonización, yo…‖. Imposible. El poli se reía. Y así sucede en la mayoría de los países, y en unos y otros se generaliza. Aquí en España se hinchan a hablar en contra de argentinos, colombianos, turcos… Y lo hacen como se suele hacer en todo el mundo: con la vara de medir de repetir lo que oyen por ahí o con la experiencia que hayas tenido, que es algo terriblemente estúpido que a todos nos ha pasado alguna vez. Aunque no tiene perdón cuando le sucede a un profesional de medios de comunicación.

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gente valiosa que pone mucho de su parte cada día

na periodista de bastante popularidad — todavía en el candelero en el área de la mal llamada ―prensa del corazón‖— en los ochen-

ta escribió en un diario que los argentinos eran como las cucarachas, que te los encontrabas por todas partes. Luego se supo que había tenido un moderado disgusto con un noviete oriundo de las Pampas.

U

n descubrimiento terriblemente doloroso porque los robos del Estado, Casa Real y políticos gobernantes, generaron un défi-

cit bestial que ahora nos obligan a pagarlo a los llamados ciudadanos de a pie. Una lucha que se prevé larga, difícil, entre criminales de mucho cuidado en gran parte de Europa, pero, aquí y ahora, entre amigos viejos y nuevos. Amigos que existen en una abundancia que muchos no creímos posible, más allá de estadísticas y votos: en el misterioso campo de esa vida cotidiana que sólo tendría cabida en un telediario de las buenas noticias.


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¿ Mi abuelo el jeringón

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ntonces, primer concepto: los gases existen. Son materia. Y, si son materia, algún peso tendrán que poseer. ¿Por qué no pesan en un plato de una balanza? Porque son una materia bastante rara. Muy distinta a la papa o al sachet de leche: tratan de ocupar cualquier espacio vacío. Se expanden todo lo que pueden. Así que hay aire arriba de la balanza y debajo de ella. Y como los fluidos hacen fuerza también ―para arriba‖ -como descubrió Arquímedes al sumergirse en una bañadera, (cuando dijo ―Eureka‖, ¿te acordás?)- el aire que está arriba en la balanza se compensa con el que está abajo. ¿Cómo haríamos, entonces, para pesar el aire, o cualquier otro gas? Para mí, el primer paso sería juntarlo. Teniendo en cuenta que se escapa de cualquier recipiente abierto, elegiría algo cerrado e impermeable a los gases. Como, por ejemplo, un recipiente de metal, o de vidrio. Con algún agujero por donde se pueda meter el gas. Y una llave, para cerrarla una vez que el gas esté adentro. Ahí viene otro problema: el gas es muy ―livianito‖. O, como dicen los químicos, es muy poco denso. ¿Qué quieren decir con eso?: que pesan muy poco PARA EL VOLUMEN QUE OCUPAN. Y miden esa ―liviandad‖, esa densidad, como una PROPORCIÓN entre el peso del gas y el volumen de ese mismo gas. (Aclaración: en realidad ESO no es la densidad, sino un pri-

mo hermano, el Peso Específico, porque hay un quilombitoquilombote con el tema del Peso y la Masa, que después veremos, pero, para el caso, la explicación sirve igual). Decíamos entonces que los gases son poco densos. O sea que en una olla de un litro habrá muy poquito gas, que entonces pesará muy poquito también. O sea que la olla vacía pesará casi lo mismo que la olla con aire. De manera que el problema de pesar el aire para ver cuánta materia tiene incluiría algún proceso para meter mucho aire en la olla, para que así tenga algún peso perceptible. Y entonces dividir ese peso entre la cantidad de volúmenes de aire que le metí. A ver: tengo una olla de un litro, es decir, el volumen justo para meter un litro de leche. Una olla chiquita, bah. Una ollita, casi. Si está destapada tienes adentro un litro de aire. Que, como dijimos, apenas si pesa algo. Para que pese algo razonable, lo lógico sería meterle, digamos, diez litros de aire. O cien, mejor. ¿Cómo harías para meter cien litros de aire en una ollita de un litro? Habría que meterlo a presión, ¿no? Para eso tendrías que tener la olla tapada, con un burlete de goma, o algo así, para que no se escape el aire. Como una olla a presión, ¿cierto? Y meterle el aire con una jeringa por el piquito de arriba, sin dejarlo salir después. Si tienes una jeringa de un litro (tremendo jeringón, me hace acordar a mi abuelo) y le echás 100 veces el aire que contiene adentro de la olla, tendrás 100 volúmenes de aire en el volumen final de la ollita. Es decir, tendrás

una relación 100 : 1 entre el volumen inicial de aire antes de introducirlo y el volumen final de 1 litro de la olla. O sea que, si pesás la olla inicial, extraído por vacío el aire que tenía, y la olla después, con 100 volúmenes de aire, te dará una diferencia de pesos. Supongamos que la olla con cien litros de aire pese, digamos, por decir cualquier cosa, 130 gramos más que cuando estaba sin aire, ¿qué conclusión sacarías? Que, si 130 gramos son 100 litros de aire, entonces, ¿cuánto pesará UN litro de aire del que respiramos, no del COMPRIMIDO? Eso es una regla de tres simple. Lo que los matemáticos llaman una relación lineal directa con ordenada cero en el origen. (Ya veremos bien esto). Y se calcula siempre igual: se hace el clásico planteo de la Primaria. Si 100 litros pesan 130 gramos, 1 litro pesará X. Con X igual al producto de los dos medios sobre el extremo conocido, ¿te acordás? En este caso X resultará igual a 1,3 gramos / litro. Hacelo, si no me creés. Que quiere decir que cada litro de aire -del que tenemos alrededor- pesa 1,3 gramos.

El gas, ese incomprendido.

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ecapitulando. Primero: mi abuelo era jeringón pero muy bueno. Segundo: el estado de la materia que se llama estado gaseoso tiene varios problemas: no se ve, pesa re-poquito y se escapa de cualquier recipiente. Pero hay que entenderlo bien porque, si no, es imposible hacer razonamiento alguno con la ma-


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teria que es—justo— lo que estudia la química. Qué macana. Así que vamos a seguir tratando de entender a los gases, a las propiedades que tienen todos ellos. Es decir, a las leyes que los gobiernan. Volvamos, entonces, a la ollita a presión de 1 litro. Primero, dijimos, le sacamos -con una jeringa bien encastradatodo el aire que tiene. ¿Qué tendremos adentro de nuestra ollita tapada?: NADA. Lo que los Químicos llaman vacío. ¿Por qué me doy cuenta de que no hay nada? Porque, si peso la ollita (cerrada como está), no logro hacerla pesar menos, aunque haga más vacío. O sea que, concluyo, no queda más materia por retirar. (¿Te acuerdas de que toda la materia pesaba, no?). Aristóteles: lola, estabas equivocado. El vacío EXISTE, aunque parezca una paradoja difícil de deglutir. Bueno, le meto -con el jeringón de un litro- el litro de aire que le había sacado para dejarla vacía. Si ahora saco el jeringón del piquito por donde entró el aire, ¿qué te parece que pasará? Pasará que no entrará ni saldrá aire NETO, porque tanto el de afuera como el de adentro están a la misma presión. Algo de aire saldrá, seguro, porque el aire se escapa de cualquier lado. Pero una cantidad equivalente entrará, porque también se escapa del recipiente de la habitación hacia la ollita. (¿Cómo podrías hacer un experimento para saber que, aunque no haya salida o entrada de aire NETO, sí hubo entrada y salida de aire?) Bueno, tengo la ollita con 1 litro de aire. Agarro de nuevo el jeringón y le mando OTRO litrito de aire (Y van dos). Si a la presión del aire en la olla vacía le digo PRE-

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SIÓN CERO, y a la presión de la olla con un litro le llamo PRESIÓN UNO, o presión atmosférica, o presión de 1 atmósfera, o presión del aire que está en el ambiente, a esta nueva presión la llamaré DOS. O presión de 2 atmósferas. Si saco el jeringón que está tapando el piquito, ¿habrá entrada neta de aire por el piquito, o salida neta?

Nota: Para contactar con el autor escribirle a marianoliebanabioq@hotmail.com

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ó ( T o m a d o d e “ A s t r o l o g í a y C i e n c i a s A d i v i n a t o r i a s ” . B i b l i o t e c a B á s i c a M u l t i m e d i a . F . G . E d i t o r e s . M a d r i d , 1 9 9 8 ) .

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l Gato llegó en cuarto lugar a la llamada de Buda; es un animal emblemático de tendencia Yin; se orienta hacia el Poniente y su estación es el otoño, en donde un símbolo de su pureza debe vivir en soledad o, al menos, refugiarse en ella para poder ser él mismo. Discreto y prudente, honrado habitante del silencio y de la meditación inteligente, para un Gato no es nada sencillo poder convivir con el mundo externo y mantener, en su pureza debida, el mundo interno. Así, como casi todos los demás seres humanos, debe llegar al compromiso, al equilibrio que le permita mantener las constantes anímicas y los sueños sin que unos y otros se interfieran, sin que nadie triunfe sobre su modesta voluntad. No es fácil llegar a tal acuerdo entre realidad y necesidad y se produce, como reacción, un cierto resquemor ante los demás. Sin embargo, su actitud está lejos del egoísmo, defecto que el Gato teme especialmente a pesar de que su desconfianza natural les pueda llevar a ser abiertamente insolidarios. Por el contrario, para los que le conocen bien y han traspasado la barrera protectora de la intimidad, el Gato es el mejor amigo posible, el más esforzado compañero. Les cuesta tanto aceptar a alguien de fuera dentro de su refugio, de su hogar, que cuando lo hacen es con todas las consecuencias de la hospitalidad de la amistad plena. Trabajador esforzado, ahorrador prudente y generoso son otras características de este signo del Zodíaco chino.

Los años del Gato y los cinco elementos

(

Cada uno de estos tipos se repiten cada doce años).

GATO-TIERRA Los Gato nacidos en los años 1915 y 1975, tienen como elemento la Tierra. Cuando esto ocurre, el Gato tiende a sentirse en su elemento y las condiciones serán ideales para que armonicen su vida con la naturaleza, para que encuentren una tranquilidad que les es más que necesaria. Como siempre, los Gato tratarán de hacerse su rincón al abrigo de los disgustos grandes y pequeños, pero ahora tendrán también la sensación de que ha llegado el momento de ser tal y como desean ser, sin que les puedan echar en cara que están huyendo, porque estarán seguros de que no es cierto, de que suya es la razón.

GATO-MADERA La flexibilidad viene de la mano de la Madera en los años 1903 y 1963, los Gato reciben la nueva posibilidad de salir a la intemperie y estar allá, sin temores, sabiendo capear los temporales, que son mucho menos fuertes y frecuentes de lo que estos seres temen en un principio. Encima, los Gato nacidos en los años de la Madera tienen la gran ventaja de poseer cualidades fácilmente observables, eminentemente apreciables: son elegantes, atractivos, con sensibilidad y arte para moverse, expresarse actuar y reaccionar. No es que sean distintos a sus compañeros de emblema, es que han tenido la gran suerte de poseer la flexibilidad necesaria para poder vivir sin temores, tal como son.

GATO-FUEGO En los años 1927 y 1987, cuando el calor del sur gobierna la vida, los Gato reciben su benefactor impulso vital y les dará ese toque de energía que necesitan para arrancar y lanzarse hacia delante, hacia una vida plena, sin estar sujetos por la cadena de la prudencia. Con el Fuego los Gato se convierten en creadores, no en simples aprendices de la vida exterior a ellos. Sólo hay peligro si no saben ser dueños de esta nueva fuerza y se dejan llevar por ella confundiendo creación y destrucción; una forma de equivocada potencia que puede terminar por romper también su existencia.

GATO-AGUA En el año del Agua, 1951, es cuando el frío del norte se apodera de la tierra firme y de los seres que en ella viven. Entonces el Gato, invadido por el elemento Agua, se ve aún más complacido por la inacción, por la indolencia y toda su atención se centrará en la construcción, en el logro del refugio en


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el que piensa esconderse, aislarse, separarse de los excesos y de las exageraciones que no puede ni nunca podrá soportar. No dirá jamás que gran parte de sus motivos se esconden en una fuerte timidez y que su pretensión es huir de la realidad, de los enfrentamientos. GATO-METAL El aire seco del oeste ha pasado sobre la faz de la tierra y los Gato que han nacido en los años 1939 y 1999, se benefician de la claridad del Metal, de su pureza, sin mezclas ni manchas. El inmaculado metal ha marcado su existencia y ellos tienen que aprender a convivir con los demás, mientras que un rígido corsé les atenaza e impide la suavidad, la matización. Sus acciones oscilarán entre el blanco y el negro, entre la pasión y la cólera. Cualquier cosa menos diplomáticos, los Gato de Metal tienen la ventaja de no perderse en comparaciones y el riesgo de la inflexibilidad suma. Frente a lo que en un principio se pudiera pensar, no son gente de lucha y preferirán evitar los enfrentamientos, alejándose de la discusión, de la pelea.

El signo Gato y el amor

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os Gato son maestros en todos esos pequeños detalles como recordar aniversarios, onomásticas, preparar un regalo, adornar una mesa o escribir unas líneas de felicitación. Si pudieran, estarían todos los días felicitando a sus amigos y también a algún "semienemigo". Les gusta tanto la felicidad, que tratan de regar con ella a todos los seres que se aproximan a su entorno. Los Gato no se comprometen en ideas o tendencias, pero nada les frena en el amor; en esto sí que se comprometen a dar lo mejor de sí y a ser fieles.

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Salud

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os Gato tienen una sólida salud y una excelente capacidad para hacerse un refugio en el que protegerse de los ataques y las sorpresas. Sin embargo, esta virtud puede convertirse en un contratiempo ya que siempre necesitarán de dicho refugio. Si al Gato se le saca al aire, a campo abierto, todo su sistema se le viene abajo, queda inerme frente a las fuerzas sencillas de una naturaleza que no puede controlar. Desde luego, con su laboriosidad y disciplina rehará su hogar y se ocupará de los suyos, pero quedará tocado por el susto, por la sorpresa, y marcado por el temor de que aquel desbarajuste pueda de nuevo sobrevenirle en otra ocasión, tan súbitamente como la primera vez. Trabajo

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ara la cultura occidental resulta muy extraño que el símbolo del Gato pueda ser también cubierto por una liebre o viceversa. El felino y el roedor no parecen poder estar al servicio del mismo grupo humano; incluso, se habla de la mixtificación con el ejemplo de "dar gato por liebre", poniendo a la liebre en el departamento de lo bueno y al gato en la casilla de lo malo, lo falso. Pero en Oriente se puede intercambiar la figura de estos dos animales sin que pase nada. De los dos se dice que reflejan la prudencia y la discreción; que son honestos y perseverantes. Cuando se quiere hablar más en contra, se resalta su egoísmo y su susceptibilidad. Lo único que no se le debe exigir al Gato es que se encarame a una cátedra y vaya tomando, una tras otra decisiones de peso. Ese no es su papel; él sabe administrar, moderar, preparar, estudiar y realizar todo lo que haga falta y un poco más, si es necesario. No es perezoso, pero tiene un horror definitivo a la equivocación y muchas decisiones son muchas probabilidades a favor del error, muchas más de las necesarias para su equilibrio

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físico y mental. Aventura

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n casi todos los animales emblemáticos la aventura puede ocupar una parte importante en su vida, ya sea como motivo principal de sus sueños o necesidades, o como una vía de escape al tedio insostenible de la vulgaridad diaria. En este apartado de la personalidad zodiacal, en el mundo del Gato, la aventura es un peligro que acecha su estabilidad. Correr una aventura pierde su sentido de juego y la posible carga de emoción, para convertirse en un riesgo que acecha detrás de una situación imprecisa. El azar no es un reparto aleatorio de la suerte, sea esta favorable o desfavorable, es por sí mismo un elemento nefasto, porque todo lo que no sea conocido no se puede prever y este animal necesita controlar el presente y el futuro, con un criterio de previsión que muy pocos humanos pueden igualar. Que algo pueda suceder o no, por una mera organización aleatoria de la vida, es algo que desagrada profundamente a los organizados y metódicos Gato.

Compañeros de camino del signo Gato GATO/RATA Una mezcla bastante rara, un contrasentido de la naturaleza, que obliga a dos símbolos extraños a compartir toda una vida. Cuando menos, esta mezcla puede resultar bastante sorprendente, si se aguanta el contrasentido y se tiene paciencia para unirse en lo bueno y pasar por alto lo malo. Es el intento de poner juntos a la Rata introvertida y huraña y al Gato doméstico y familiar; puede ser agradable, por lo que tiene de absolutamente complementario y al menos es una forma de consolarse ante la desgracia de tener dos fundamentos opuestos o contradictorios.


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Esta pareja puede resultar en muchos momentos inaguantable, sobre todo ante una actitud eminentemente conservadora. Pero tal vez sea la pura costumbre, y ésta no es la mejor forma de abordar los problemas. GATO/BÚFALO Según los sabios orientales, del Gato y del Búfalo sólo puede esperarse una falta absoluta de templanza y equilibrio, una continua oscilación entre la alegría y la tristeza, entre la acción y la meditación, entre la mesura y la desmesura; pero todo sin previo aviso. Hay quienes opinan que quien pierde en esta relación es el Búfalo; él es apacible, al menos en apariencia, y el Gato es visto como el que trastoca su plácida existencia; es el felino quien saca de sus casillas al testarudo fabricante de surcos, al eterno trabajador. En cualquier caso, todos coinciden en calificarles de ser una mala pareja. GATO/TIGRE Felino unido a felino, una doble mezcla de engañosa apariencia y mentirosa presencia. A muchos les gusta tener y cuidar a un gato en casa, algunos menos les puede resultar agradable tener un tigre en casa. Aunque estos ejemplos zoológicos sean eminentemente occidentales, sirven de medida mínima para poner un poco de orden en los modos de pensar en animales emblemáticos, tan distintos de los signos zodiacales y tan completamente construidos sobre la triple base del año, la hora y el elemento. Son doce por doce combinaciones, multiplicadas, finalmente, por cinco, que hacen un total de setecientas veinte posibilidades y no todas van a ser buenas. En este caso no lo sería para el gato, pero tampoco sería recomendable para los acompañantes de esta reunión.

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GATO/GATO En la intimidad de este doblete se encontrarán uno o más secretos profundos. En su intimidad podrá existir cualquier cosa, por insospechada que sea, pero sólo la podrá encontrar el misterioso y reservado doble gato, que no es precisamente el ser más interesado en sacar problemas profundos, ni sentimientos sepultados en esas absurdas profundidades de su alma misteriosa y recóndita. La actitud prudente por naturaleza del Gato, se verá reforzada por esta unión y se perderá en interminables consideraciones antes de tomar cualquier clase de decisiones, por insustanciales que parezcan. Con tanto misterio en su vida, tendrá la ventaja única de resultar, a determinadas edades, terriblemente seductor para un público bastante amplio y ese misterio ambulante cosechará grandes triunfos, aunque perderá su encanto si desvela el misterio y confiesa su eterno temor. GATO/DRAGÓN De la unión del Gato con el Dragón hay que reconocer a un triunfador en potencia. Esta mezcla entre imperio de la fuerza y el dominio del saber y de la astucia es una combinación de héroe con sabio: una perfecta unión entre la inteligencia y la creación. Quien disfrute de esta compañía, podrá llegar a ser un magnífico rector de destinos, o convertirse en un ser despiadadamente astuto, con el placer insano de demostrarse a sí mismo su capacidad de manipulación. GATO/SERPIENTE No se puede decir que de los dos emblemas se pueda esperar una respuesta clara y cualquier cosa puede resultar de esta reunión de símbolos en una misma persona. Es un producto verdaderamente voluble, casi tanto como lo puede ser el humano medio, con una personali-

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dad característica, pero con una maleabilidad que se confunde demasiado con la comodidad. Con su desconcierto, heredado de los animales entremezclados, podremos encontrarnos con un insensato bromista, con un jugador profesional o con un ser con grandes y constantes deseos de sorprender en todo momento; de saltar sobre nuestra paz para desconcertar, para jugar, para probar su capacidad de encantamiento, de seducción y hasta de atemorizar. GATO/CABALLO Ante un ser de estas características debemos dejar terreno libre porque el Gato/Caballo es un ser lleno de ansiedad. Ésta, quizá se deba a su innata fiebre por quedar colocado a la cabeza de casi todo lo que se le ponga por delante, pues su meta no está fijada de antemano: tiene tantos deseos de ganar que sólo puede atender a lo que aparece más a mano. Pero no es un ser atolondrado, nada de eso, es un ganador nato y para ganar sabe que hay que actuar con prudencia, inteligencia y resolución. Como es natural, si le queda tiempo se lo dedicará al resto del mundo, pero sólo cuando esté satisfecho y, normalmente, no tiene mucho tiempo que perder en estarlo. GATO/CABRA Un ser dulce donde los haya, un soñador, un vagabundo del espíritu y, si la fortuna le acompaña, un vagabundo en la vida real; así puede definirse al Gato que tiene como compañero de viaje a la Cabra. Pero la vida suele ser bastante dura para los soñadores, así que le cabe como recurso el dejarse en exclusiva la parcela de las ensoñaciones para su uso privado y arrostrar la realidad como una carga aceptable; sobre todo, porque los otros también la aceptan y él se siente parte de un todo.


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Como compañero es un ser encantador; como amigo, un bien precioso, tranquilo, ecuánime y tan resistente como el más firme acero ante las contrariedades, por muchas que sean y por muy seguidas que aparezcan. Si sufre nadie va a notarlo porque si a él no le gusta que le turben en sus sueños, considera aún más imperdonable turbar a los demás.

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si no lo hay, lo harán: para ellos y para todos, porque sin ser generosos nunca serán egoístas. Ni de eso ni de otras muchas cosas tienen la más mínima necesidad.

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rece. E Suelen ser personas solitarias, aunque no por falta de encanto, sino por la necesidad de estar a gusto con su soledad, sintiendo su mundo sin ruido ni ecos. Le gusta

GATO/MONO Este tipo de Gato se caracteriza por ser personas inteligentes que han logrado obtener la mejor mezcla de imaginación y astucia, intuiciones ancestrales y un profundo estudio de todo lo que pudiera quedar ignorado en un descuido que para él o ella no debe existir. Los Gato/Mono tendrán el triunfo al alcance de su mano, si es que le llega a interesar el éxito. Porque una sabrosa unión como ésta tiene más interés en el medio que en el fin, en divertirse que en ganar. Su habilidad es bien conocida y no tiene ningún interés en demostrarla a los demás, ni en recordársela a sí mismo. Lo que le gusta es el juego, lo lúdico, la posibilidad de transformar cualquier trámite en una novedad, y si encima consigue divertirse, ya no necesita mayor premio. GATO/GALLO Un excelente y tranquilo compañero de camino como el Gallo, irá apaciblemente de la mano del Gato y juntos observarán el mundo con el dominio total de las situaciones. No será una pareja de caracteres ganadores ni un par de aventureros lanzados a la fama, sino un sólido personaje con fuerza y solidez para aguantar el más largo y difícil recorrido. Su camino ya se lo sabrá marcar él o ella, que nadie puede tener la pretensión de llevar a un Gato/Gallo a remolque ni en tumultuosa turba. Gato y Gallo irán por el buen camino y,

Drew Barrymore, Gato de 1975 GATO/PERRO Un ser desconfiado, pero no cobarde; una persona triste, pero buena y cabal; con una incapacidad innata de atacar, de hacer daño a los demás, porque bastante pesar tiene encima de sus costillas el Gato nacido entre las 19 y las 21. En esa hora de oscuridad grisácea se debate en angustias el que nace bajo esta influencia, pensando en lo que podía haber sido y no es, en lo que pudo llegar y no llegó. En todo este comportamiento del Gato/Perro hay más de melancolía constitucional que de causas reales, desconfiando siempre de un futuro incierto. GATO/JABALÍ También podría ser un triunfador, si le interesase, pero nada en concreto y todo en abstracto interesa al Gato/Jabalí. Es inteligente y muy organizado, como corresponde al Gato, portador del emblema principal, pero tiene el vigor del éste ca-

vivir bien, pero tampoco se va a dejar atar por la riqueza, ni va a perder la posibilidad de disfrutar del conocimiento o de los sentimientos. Sabe alegrarse con la presencia de amigos y amantes y es, con frecuencia, un tanto excesivo ya que posee una moral bastante peculiar.


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Batman desencadenado

Capítulo II Visita al Asilo Arkham. Despertó pasado el mediodía, sufriendo una horrible resaca, caído sobre la cama, aún sin desvestir. Se le había relevado de todas sus obligaciones habituales, en el trabajo, en su nueva misión no tendría horarios, por lo que tampoco tenía apuro. Luego de darse un baño y cambiarse de ropas, bajó a la calle a comprar el Gotham Examiner, para ir a leerlo a un bar. Desde la desaparición de Batman, todos aquellos meses, infructuosamente desde el Departamento de Policía se había intentado llamar su atención, por medio de la batiseñal. Aquella noche solo sirvió para que hordas de pandilleros tomaran por asalto el edificio y arrojaran el artefacto desde las alturas, de la terraza a la calle. Ciudad Gótica se hallaba al borde del colapso. Brad Stowell cenó algo al paso y luego regresó a su apartamento, a descansar, puesto que le esperaba una dura noche. Pasadas las 0 horas, un automóvil del gobierno fue a su casa a buscarlo, en cuyo interior ya se hallaba su jefe, el Dr. Cameron. Se saludaron secamente, continuaron todo el viaje en silencio, hacia las afueras de la ciudad. El automóvil surcó desoladas calles mojadas por la lluvia. Tras vadear los lindes del bosque, dieron con la entrada al Asilo Arkham, que recortado a lo lejos, se imponía a la distancia como un castillo tenebroso. Fueron recibidos por el Dr. Jeremías Fox, director del asilo y centro de reclusión. Mientras el Dr. Cameron hacía las presentaciones, sus asistentes sacaron los equipos del baúl del automóvil y los ingresaron al edificio.

-He visto al entrar que se instalaron cinco nuevas vallas de seguridad-. Comentó el Dr. Cameron al Dr. Fox. -Se instalaron cinco nuevas vallas, electrificadas y conteniendo distintas clases de trampas, cada vez que el Guasón fue restituido aquí por Batman, luego de cada una de sus fugas-. Respondió el hombre, preocupado. –Vayamos a la sala de interrogaciones-. Agregó después, invitando a los científicos a deambular por largos, desolados y oscuros corredores. A los pocos minutos desembocaron a una enorme sala, de paredes y pisos blancos, profusamente iluminada, como queriendo desesperadamente contrastar la tétrica apariencia de las inmediaciones. -Una mesa, sillas, un toma corriente-. Mostró el Dr. Fox a los visitantes. -¿Falta algo de lo que hayan pedido?. Brad se quedó viendo un extraño artefacto que se hallaba enfrentado a la mesa, a unos metros de ésta; parecía una pesada silla eléctrica, con un respaldo alto, de donde colgaba un no menos raro casco. -¿Qué es eso?-. Preguntó. -No podemos tener a estos peligrosos asesinos delante de nosotros sin una máxima sujeción de sus miembros-. Explicó el Dr. Fox. –Los atamos a ese sillón cada vez que debemos interrogarlos. Pero esta vez, sabiendo que su tratamiento consistirá básicamente en hipnosis, agregamos este casco, que se ajusta por la frente del sujeto, y cuyas finas pinzas adosadas bajan por aquí, se fijan a los párpados, y así obligan al individuo a permanecer con los ojos abiertos, indefenso a su terapia. -Más parece eso un aparato de tortura; no es el intento físico de no dejarse hipnotizar el que me preocupa, sino el psicológico-. Replicó Brad.

-Pero mejor tomarnos todas las precauciones-. Convino el Dr. Cameron. –Sería una estupidez que no pudiera hipnotizar a alguno solo porque no quiere abrir los ojos. Alrededor de ellos, una decena de hombres, entre guardias y asistentes, esperaba sus órdenes. -Muy bien, Dr. Stowell, ¿a quién quiere que le traigamos primero?-. Preguntó el Dr. Fox. Sentado a la mesa, Brad repasó la lista de internos. -A Harvey Dos Caras-. Respondió al cabo de unos minutos, en que parecía no poder decidirse. -¿Dos Caras?-. Se sobresaltó el Dr. Cameron. –Creí que empezaríamos con el Guasón. Tanto Brad como el Dr. Cameron conocían de sobra el perfil psicológico de Harvey Dos Caras; ambos habían estudiado profusa y detenidamente el Estudio Criminal Psicológico de Harvey Dos Caras, redactado por la Dra. Ruth Infantino. Dos Caras era un desgraciado hombre con una extraña y monstruosa deformación de exactamente la mitad de su rostro, debido a un ataque sufrido cuando era Fiscal de Distrito. El lado izquierdo de su cara era completamente verde, de una piel rugosa y dura como la de un paquidermo, con cabellos gruesos e hirsutos como crines, cuyo ojo sin párpado era rojo y los dientes como colmillos de bestia permanecían a la vista, mientras que su lado derecho guardaba la apariencia de un hombre normal. Pero la misma dualidad monstruosa se traspasaba a su fuero psicológico, vivía entre la cordura y la sinrazón, entre el odio y la desesperación, entre el arrepentimiento y la perversidad, absolutamente a la vez. Era como un Jekyll y Hyde sin solución de continuidad, sin umbral, por estrecho que fuera; era dos personas a la vez. Y para sobrevivir a esto, había apelado al azar. Continua-


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mente en su vida, al decidir qué parte de su ser tomaría las riendas sobre una situación, arrojaba una moneda al aire, jugándoselo a cara o cruz. -Es el único sujeto que tenemos aquí con un 50 % de probabilidad de que colabore sin escarceos-. Respondió Brad. El Dr. Cameron hizo una mueca de fastidio. -Está bien-. Respondió, sin embargo. –De cualquier manera, ésta será una noche muy larga. “De cualquier modo, este experimento es absurdo”, pensó Brad. Los guardias se retiraron, en busca de Harvey Dos Caras. Al cabo de unos minutos, Brad vio abrirse de par en par las puertas de aquella sala, y entrar a un inmenso personaje, alto y enorme como una montaña, enfundado en un chaleco de fuerza y escoltado por los guardias. Le pareció que, de querer, podría destrozar sus amarres con la sola fuerza de sus brazos, pero pronto notó también que en su gesto se hallaba como ausente. -Ese hombre está drogado-. Dijo. -¿Nunca antes vio a Harvey Dos Caras?-. Preguntó el Dr. Fox. –Esa expresión es la que tiene cuando se siente relajado y sin participar en ninguna situación, pero créame que se halla consciente de todo. Los guardias sentaron a Dos Caras en el sillón. Brad se le quedó viendo un momento. El semblante del lado derecho de aquel ser era como la de un hombre al límite de sus fuerzas, casi agonizante, mientras que el de la izquierda era el de una fiera al acecho. -Señor Harvey... -. Pronunció Brad, con aprensión. ¿Harvey Dos Caras?, ¿me escucha?. -Claro que sí, ¿qué quiere?-. Respondió con una voz que sonó doble, y en tono neutro. -Su colaboración... ¿Puede prestárnosla?. La parte más aterradora de su rostro pareció sonreír. -No puedo decidirlo... ¿Sabe?, para eso necesito tener

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una mano libre... -. Respondió del mismo modo. Brad miró al Dr. Fox. Éste hizo un gesto de negación. -¿Vale si soy yo quien echa la moneda?-. Preguntó, volviéndose hacia Dos Caras. -Solo si lo hace ante mi vista, y si tiene el tino de dejarla caer sobre mi rodilla... Brad se puso de pie y se acercó lentamente hacia Dos Caras. Se sintió como debió sentirse Teseo frente al Minotauro, pero sin las agallas. Metió una mano en el bolsillo. -Con mi moneda, no con la suya-. Agregó el criminal. – Está en el doblez de mi chaleco, a la altura del corazón; nunca salgo sin ella, je... Brad metió los dedos en el doblez del chaleco y tomó la moneda. -Cara, colabora; cruz, no lo hace; ¿de acuerdo?-. Dos Caras afirmó con un gesto. Brad tomó la moneda entre el pulgar y el índice y la arrojó al aire; la moneda giró varias veces sobre sí misma y fue a caer sobre la rodilla de Dos Caras. Salió el anverso de la moneda. -Usted gana-. Dijo Harvey, y su parte oscura pareció adormecerse aún más, mientras que la parte sana se reavivaba. -Bien, señor Dos Caras... El motivo que nos trae aquí es porque Batman ha desaparecido desde hace unos meses-. Lo que debía decir a continuación le hizo sentirse enormemente ridículo. – Señor Dos Caras, quizás usted...

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Sepa darnos algún indicio acerca de cómo o dónde encontrarlo. El hombre lo miró desconcertado. -¿Y cómo podría yo saber tal cosa?-. Casi exclamó. Brad sintió estar sudando frío. -¿Y existe la posibilidad de que su otra parte...?, ¿cómo llamarle?... -El asesino-. Respondió Dos Caras. -El asesino... ¿lo sepa?. -No tengo acceso a sus conocimientos, como él no lo tiene respecto de los míos. Solo nos respetamos porque uno y otro nos necesitamos para la supervivencia. -Pero existe la posibilidad de que él tenga ese conocimiento. -Quizás, no lo sé. El Dr. Cameron dio un feroz puñetazo contra la mesa. Luego, al límite de su impaciencia, se levantó de su asiento y se acercó a Dos Caras. -Pues sáquelo aquí, ahora-. Le dijo. -No sé cómo hacerlo-. Respondió Dos Caras. –Hasta que no se resuelva esta cuestión me veré obligado a estar al frente de la situación, y hasta que no se resuelva no volveré a aletargarme. Solo entonces cabe la posibilidad de traer al asesino de vuelta a la superficie, y eso solo si el azar lo permite... De otra manera, puede permanecer meses, años, dentro de mí, ocultándose...


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-Pero, con el hipnotismo, ¿no podemos obligarlo a salir?-. Terció el Dr. Fox. -¿Y qué con eso?-. Respondió Brad. –Aunque lo supiera, ¿qué razón puede tener un perverso para colaborar?. -Una razón perversa-. Replicó el Dr. Cameron. – Intentémoslo. Hicieron que los asistentes acercaran la mesa frente a Dos Caras, y luego montaron sobre ella un equipo que constaba de un aparato con una pantalla ligeramente parabólica, con una espiral pintada dentro; la luz de una pequeña lámpara la iluminaba. Brad pidió que apagaran las luces. -Ahora, señor Dos Caras, le pido que concentre su atención en el centro del espiral-. Dijo, y echó a andar el aparato. La espiral comenzó a girar lentamente y Brad siguió hablando, con una voz cada vez más pausada y monótona. Se siente cada vez más relajado, señor Dos Caras... Está dejando de sentir su cuerpo y solo puede percibir el sonido de mi voz, que es a lo único que puede responder... Empezaré a contar regresivamente, de diez a uno, y mientras tanto usted cada vez más profundizará su trance. Al oírme decir “uno”, solo seremos usted y mi voz... Diez... Nueve... Ocho... -. Al terminar de contar, Dos Caras parecía profundamente dormido. – Señor Harvey, ¿puede escucharme?. -Sí... -¿Quién de los dos está ahí?. -...Aún no lo hemos decidido... Brad alzó una mano, para calmar a los doctores, que empezaban a intranquilizarse. -Bien, señor Dos Caras, le diré qué haremos. Usted tiene ahora una moneda entre sus dedos, esa es su moneda, ¿puede verla?. -Sí... -Bien, ya conoce el juego. Échela al aire, si sale cara, el enemigo de Batman domina la situación, y si sale cruz... -. Los científicos se miraron entre sí. Brad preguntó. –Señor Dos Caras,

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¿echó usted la moneda?... ¿Señor Dos Caras?... El sujeto parecía profundamente dormido. -Salió cara, ganó el asesino, nos responderá solo si le dan las ganas... -. Masculló el Dr. Cameron. -Señor Dos Caras-. Porfió Brad. –Hace tres meses que Batman ha desaparecido, ¿sabe usted dónde o cómo podemos hallarlo?. -Es inútil-. Afirmó el Dr. Fox. Entonces, la enorme cabezota de Dos Caras se irguió, y su ojo rojo se clavó en el rostro de Brad, asumiendo su rostro un gesto feroz. -Mátense todos, zánganos, y vayan a donde de todas maneras irán a dar sus huesos algún día, al infierno-. Rugió. – Allí encontrarán a Batman. Brad sintió un escalofrío. -¿Batman está en el infierno?. -Nunca estuvo en otro sitio. Y no hablo con metáforas, no soy el Acertijo. -Vamos, Dos Caras-. Se atrevió Brad. –Tu limitación es tener que decir siempre la verdad. Tu lado honesto no puede mentir, y tu lado perverso no puede decir nada más que mentiras. ¿Puedes o no puedes decirnos dónde o cómo encontrar a Batman?. -Si me sueltan de aquí iré a buscárselos a donde quiera que se encuentre, y se los traeré envuelto en papel de regalo. -No sirve, llévenlo de vuelta a su celda-. Dijo imprevistamente el Dr. Cameron, encendiendo la luz. -¡Apague la luz!-. Exclamó Brad. -¡No puede interrumpir la terapia de este modo!. -Lo que no puedo hacer es permitir que este asunto se dilate por más tiempo, ¡vamos, tráiganme al Guasón!. Los asistentes comenzaron a desamarrar a Dos Caras. Brad se dirigió al Dr. Fox. -¿No entienden?, su peor parte quedó en la superficie...

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-No importa, esta dormido-. Replicó el Dr. Cameron. ¡Tráiganme a el Guasón!. -Pero cuando despierte en su celda, ese monstruo estará dominando la situación... -. Insistía Brad, pero ya era tarde, los guardias se habían llevado a Dos Caras.

...CONTINUARÁ EN EL PRÓXIMO NÚMERO...


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, Por Horacio Otheguy Riveira y Roberto Langella

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í, esa "soledad compartida con ella", de la que hablás, es igual a la distancia que compartía con ella y de ella. Mary no tenía demasiada consciencia de los 7500 km que nos separaban. O tenía más confianza en el sistema que permitía nuestra unión, no sé. Ja, yo qué sé si internet es un sistema sólido o del todo endeble, a veces me parecía que nuestra unión dependía de que un cable no entrara en corto. Bueno, te describo cosas que son obviedades también; las formas de la extrañeza son obvias, se ha escrito canciones con eso, todos sabemos lo que es la fuerza de la costumbre. Bueno, es que te hago compartir mi duelo, quizás te abrume con ciertos detalles, pero mi amigo el oso come empanadas y tiene mucha espalda, gracias por la paciencia. Ya volveremos a nuestros temas habituales. Esta noche sale el número homenaje. En una semana se cumple el mes de la partida de Mary. Siento que la publicación de este número es el primer paso a empezar a despedirla, ya tengo que ir pensando en el número de diciembre, al que ya tengo bastante armado, pero al que no volví desde que empecé con este número homenaje. ¿Te acordás que te dije que no sabía si iba a llegar a terminarlo para hoy? R. L. *

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í, me acuerdo que me dijiste eso, y me parece que el esfuerzo que hiciste ha sido muy bueno, muy bueno para todo cuanto te rodea, empezando por tu propia música interior, tan dolorosa y tan dulce al mismo tiempo, los contrastes nos acompañan siempre y más aún a vosotros dos; vive tu duelo como quieras, nosotros no tenemos más lazo que el verbal, así

que por favor repantígate y repítete cuanto quieras, la repetición es suma de poemas y un poema en sí misma, necesitas que el teclado cante y recante lo que quieres decirte y si de paso me lo escribes y me lo envías ya somos dos en una especie de kermesse donde no queremos luto ni nada parecido, a lo mejor echarnos a andar por esa playa de Veracruz mientras deambulamos por las calles que más te gustan de Lomas o de Barcelona, que recuerdas con tanto cariño... El tiempo y el espacio me resultan excesivamente veloces de un tiempo a esta parte, qué cosas, creo que van a una velocidad exagerada: ¡un mes ya! Hermoso será el trabajo que veré con gran ilusión mañana, precisamente el Día de Todos los Santos, donde se rinde un tributo a la muerte por lo general puramente formulista, por suerte no tengo muertos en los cementerios porque mis padres y la mayoría de sus familiares directos optaron por la cremación, por ser cenizas al viento, al mar, a los lugares donde fueron felices como agradecimiento a las cosas de la vida... La vida, tan extraña, ¿y si nosotros no somos más que muertos de permiso? Es una frase que me impacta y no sé quién la dijo. Ah, el Franco es todo un personaje, un exquisito, como aquel tipo con el que yo viajé sólo dos veces: CastelarOnce. Los dos leíamos, y un día me llamó la atención que leyera Esquilo, a quien yo andaba estudiando con entusiasmo, el primer gran autor teatral de la Grecia antigua, el tipo de Prometeo, el que se enfrentó a Zeus para darle el fuego a los hombres, la libertad... Y me puse a charlar, yo tenía unos 15-16 años. El hombre iba vestido de albañil, y lo era, enamorado de la poesía y el teatro, había ido muy pocas veces a ver una obra, pero entonces se había hecho con una biblioteca y se leía todo lo que encontraba y después escuchaba las transmisiones en directo por la radio. Que era algo que también hacía yo, un pibe impoluto, de familia de clase media profesional, dos veces, el

tren... para mí siempre un milagro que me sacaba de la melancolía familiar. H. O. R. *

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ura Vida. Siempre me simpatizaron esos países que son pasillos entre supuestos estamentos más importantes; Uruguay, que no es Argentina ni es Brasil; podría ser Portugal, que no es España ni Francia; Bélgica, que no es Francia ni Holanda. Y Costa Rica, o cualquiera de esos países que no son México, ni Cuba. Suelen ser muy orgullosos de su localidad, la defienden a puro canto de sus formas particulares. "Pura vida" no se dice en México ni se ha de decir en los países que circundan a Costa Rica. Qué tendrá que ver, pero oí que en Puerto Rico quieren mucho a los argentinos, porque en tiempos de exilios muchos docentes de aquí fueron a vivir allí, que fueron los que terminaron por armar el sistema educativo de ese país, por lo que, vaya, además habla de lo mucho que valoran su propia educación, se sienten muy hermanados con nosotros. Yo no sé qué tan mala ha sido y es la educación argentina, lo que entiendo es que nadie en este país ha aprendido jamás un carajo; los adultos suelen decir que los más chicos no aprenden nada, pero realmente nadie sabe nada. Yo veo un programa de preguntas y respuestas en la tv, que trabaja en la calle, los participantes son tomados de la misma calle y las preguntas son de cultura general, y en general, hombres, mujeres, viejos y jóvenes ves que no saben nada. Ayer preguntaban cuál es el planeta más luminoso, el sol responde una; "hirsuto" significa que tiene mucho o poco pelo, no sé, respondió otro. Una verdadera vergüenza la ignorancia por desidia, porque te das


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cuenta que es toda gente que ha ido a la escuela, y es gente mayor, que después critica a los más jóvenes por pasársela todo el día con los videojuegos. Insisto con que sos el tipo indicado para llevar un muy buen taller literario adelante. Yo no sabría hacerlo, o antepondría siempre mis propios parámetros de lo que es la escritura, o aunque pudiera ver los propios talentos de un tipo al escribir, no sabría acompañarlo en un desarrollo de eso, porque me falta esa experiencia tuya de haber leído y corregido a tantos escritores en géneros tan disímiles. Acá los coordinadores de taller son o bien profesores de literatura de la secundaria, que vienen con el manual bajo el brazo acerca de cómo hay que escribir, o escritores vanidosos que ven al aprendiz como una potencial continuación de sí mismos. R. L. *

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í, nos peliamos, carajo, ahí, a la mesa, tambaleándose los vasos de vinos: No digas boludeces, el Branagh le da cien vueltas a la versión vetusta esa de Karloff, el peor actor del mundo; vetusta las pelotas, la gran puta, lo que hay que oír... Bueno, no sé si sería capaz pero unos gritos pegaría. Aunque estoy en una onda tan pacífica que me sorprendo. Oigo auténticas burradas y me quedo mudo, no me lo puedo creer, estoy aprendiendo. Ahora que he vuelto a ver gente tengo que controlarme porque hablo demasiado. A mí no me gusta el cine de ese estilo. Ni la Hammer ni la Universal me gustan para volver a ver. Lo disfruté en una época. Y ellos eran mis héroes, Cushing, Lee y Vincent Price el que más. Todos ellos eran buenos actores que les cayó del cielo el género y no tuvieron más remedio que dedicarse a ello por la guita, que no era mucha por entonces, pero sí eran muchas películas y así adquirieron fama. En una entrevista en España por televisión Christopher Lee contó que una vez

le pilló una tormenta muy fuerte, muy británica en la carretera y el coche no le respondió, así que se lanzó a caminar hasta dar con una casa iluminada en las afueras. Llamó a la puerta, abrió un hombretón que, despavorido, gritó: "¡Él está aquí, Cathy!", y le dio un infarto. Acababan de ver uno de sus Drácula cuando abrió la puerta... En la tele le dio una risa nerviosa y añadió que se puso al volante del coche de la familia, lo llevó al hospital con su mujer y una hija... En fin, que el hombre salió adelante y les hizo un buen regalo... H. O. R. *

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ueno, el Frankenstein de Branagh es pa vos y el de Karloff es pa mí, así no nos peliamos. Me había hecho amigo de un muchacho inglés en Barcelona, Duncan Glynn, que era fanático de las versiones de terror de la Hammer, la versión inglesa de la Universal, y discutíamos sobre cuáles versiones eran las mejores. Bueno, yo le admitía que el mejor Dr. Frankenstein era Peter Cushing, pero que el mejor monstruo era Karloff; luego él tenía razón con Drácula, Christopher Lee era el mejor. Y le decía que el mejor hombre lobo era argentino, el Nazareno Cruz de Favio, jajajajaja, total, él nunca la iba a ver. Vos sabés, cuando fui a Europa yo fui con especial interés de relacionarme con sajones y franceses, sin despreciar a nadie, desde ya, pero me decía, para conocer a hispanos y latinos ya tengo con Argentina; nunca más tendría oportunidad de interactuar con gente de otra lengua. Bueno, me integré a un grupo donde habían españoles, chilenos, argentinos, mexicanos, algún que otro colombiano, donde todos eran medio ariscos en admitir a ingleses, franceses, etc., por más que hablaran español, que supieran hablar inglés, que la mayoría del grupo sabía. En fin, pero con el grupo nos reun-

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íamos por las noches, durante el día yo me amigaba con ingleses, sajones en general, franceses, africanos, todo lo que no hablara español, y con Duncan, por ejemplo, trabé tal amistad, y con unas chicas también inglesas, que empecé a integrarlos al grupo, y a todos los demás al principio no les gustaba demasiado, pero terminaron por aceptarlos. Así también Duncan me llevaba a los bares de su colectividad, donde no era muy bien recibido, me ninguneaban, la mayoría. Pero había un bar en Barcelona, en la plaza George Orwell, entrabas ahí y era como estar en Londres, calculo. Servían bíter y distintos tipos de pies. R. L.


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Consultorio Astrológico Spesunica Curso Práctico de Tarot a distancia Inauguramos nuestro Curso Práctico de Tarot a distancia, el cual tiene una duración de seis meses, de cuatro clases por mes, de modalidad intensiva, racional y psicológica. Por medio de este curso, el estudiante adquirirá los conocimientos específicos y completos acerca de tiradas y lecturas y sobre todas las nociones relativas a nuestra materia. La estructura del curso es modular, mensual y correlativa; esto significa que el alumno adquirirá por adelantado su vacante mensual, la que consta de un módulo de cuatro clases, por cada una que irá recibiendo un apunte de contenidos. La correlatividad de nuestras clases apunta a que nadie podrá "saltearse" módulos, ni obviar algunos de los primeros, aunque se contara con conocimientos previos. Sin embargo, las clases serán individuales y el alumno sí podrá "saltearse" meses de asistencia, sin perder la correlatividad; es decir, al regresar al curso, hubiera pasado el tiempo que fuere, retomará desde el mismo punto donde lo dejó. Se evaluarán exámenes mensualmente, y al final del curso habrá un examen integrador. Se otorgará entonces el certificado de asistencia al curso, y de reconocimiento del egresado como tarotista. Todos los inscriptos al curso recibirán el kit de estudio, el cual consta de todas las herramientas y contenidos necesarios, absolutamente, para la realización de este curso, tales como: Todas las clases serán dictadas por Roberto Langella o María de la Paz Reyes Peña, a elección del alumno. Mazo de cartas de Tarot Marsellés, de Botta (para imprimir). Mazo de cartas Zenner (para imprimir). Presentación del curso y apuntes nº 1, 2, 3 y 4 Carátula personalizada para ir encarpetando los apuntes Fuentes tipográficas para la computadora Todos los alumnos tendrán una clase de dos horas en un día de la semana a convenir, por el programa de videoconferencias Skype Siempre y en todos los casos los alumnos podrán resolver sus dudas y cuestionamientos vía e-mail. Los alumnos egresados encontrarán en Spesunica una fuente de consulta personalizada, para toda la vida. Téngase presente que la suma de los apuntes irán conformando un verdadero libro, manual de Tarot. La cuota mensual es de U$S 40.- ($ 150.– de Argentina) por adelantado, mientras que quien desee pagar el curso completo, en una o dos cuotas trimestrales, el precio final es de U$S 200.- ($ 800.– de Argentina). Para una mayor información acerca de las características de este curso, descargue libremente el artículo "Presentación, Estructura y Temario", en nuestra sección de descargas. www.spesunicastrologia.com.ar


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El arte de Sven Fennema

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( T o m a d o d e “ A s t r o l o g í a y C i e n c i a s A d i v i n a t o r i a s ” . B i b l i o t e c a B á s i c a M u l t i m e d i a . F . G . E d i t o r e s . M a d r i d , 1 9 9 8 ) . VALENTIN

VICENTE

Indica largueza de ánimo y carácter abierto. En ocasiones, y excepcionalmente, están tan agobiados por su temor a lo desconocido que apenas reparan en que se les ofrece ayuda y consejo. Dinero: Valoran el dinero lo suficiente como para no querer desprenderse de él. Amor: Cuando sienten afecto por alguien se lo manifiestan abiertamente. Trabajo: Son perfeccionistas en el trabajo, aunque algo inconstantes.

Simboliza la persistente superación de cualesquiera avatares contrarios o adversos que puedan presentarse en las diversas circunstancias de la vida. Es propio de personas que se preocupan por salir siempre adelante. Dinero: Conviene darle el valor que tiene en cada momento, y saber utilizarlo para los fines propuestos. Amor: Siempre logran afecto y reconocimiento. Trabajo: Realizan con celeridad y rapidez sus tareas. VICTOR

VANESA Indica dinamismo y afán por realizar proyectos que comporten fama y celebridad. Es propio de personas que sienten una especial atracción por el brillo social, por conocer gente: viven apegados a las apariencias. Dinero: En cualesquiera circunstancias, siempre prefieren el dinero. Amor: Les sirve como medio para conseguir un fin. Trabajo: Realizan su trabajo para ganar méritos o para conseguir prestigio. VERÓNICA Representa la necesidad que tienen algunas personas de buscar la verdad. Es propio de quienes se afanan con insistencia en poner orden en su vida y, en general, nunca están satisfechas con los resultados que obtienen. Dinero: Es necesario e imprescindible. Amor: El verdadero amor no es fácil de encontrar, pero puede aparecer; sólo hace falta reconocerlo. Trabajo: El trabajo bien hecho produce satisfacción.

Nombre que indica valentía, atrevimiento y arrojo. Es propio de personas que saben salir de situaciones difíciles o delicadas. Para estas personas no hay circunstancias adversas; donde otras personas fracasan, ellas salen victoriosas. Dinero: Para conseguirlo están dispuestos a todo. Amor: Piensan que vale la pena esforzarse por agradar a los seres más cercanos y queridos. Trabajo: Toda tarea a realizar es un reto. VIOLETA Indica cierta predisposición al hedonismo y al sibaritismo. Es propio de personas que huyen de todo sacrificio y que rechazan cualesquiera exigencias que conlleven atisbos de austeridad. Dinero: El dinero abre todas las puertas y satisface todos los caprichos. Amor: Reflexionan largamente, antes de elegir su pareja. Trabajo: Les cuesta comprometerse laboral y profesionalmente. VIRGILIO Revela un fuerte sentido de la ética y una tendencia hacia el comportamiento correcto y la discreción. Es

propio de personas que no se dejan impresionar fácilmente, pues su mundo interior es rico y firme. Dinero: Aunque muchos piensen lo contrario, el dinero no es un fin en sí mismo. Amor: El afecto, el cariño y el amor todo lo pueden. Trabajo: Cumplen con sus obligaciones laborales eficazmente. VIRGINIA Nombre que indica el deseo de superación en todos los órdenes. Es propio de personas que, al experimentar que el ambiente que les rodea es desagradable y ruin, crean un mundo intimo y único, a base de imaginación e inventiva. Dinero: Les preocupa el dinero, pero pueden pasar sin él. Amor: Es muy hermoso encontrar el verdadero amor, pero muy difícil. Trabajo: Trabajar en lo que a uno le guste es lo más valioso de esta vida. YOLANDA Revela afabilidad en el trato y buenos modos. Es propio de personas que mantienen cierto escepticismo ante determinados estamentos sociales, aunque no por ello se abstienen de tomar partido. Dinero: El dinero confiere poder y prestigio. Amor: Sentir el afecto de aquellos a quienes se ama es lo más hermoso de la vida. Trabajo: Realizan sus tareas con parsimonia, pero con eficacia. ZACARIAS Nombre relacionado con el recuerdo y la nostalgia. Es propio de personas que viven más pendientes de los hechos pasados que del porvenir; aunque, en ocasiones, se interesen por su futuro inmediato. Dinero: Es lo más valioso de la (Continúa en la página 43)


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Horóscopo de Abril Abril, por Roberto Langella

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Aries Mes de cumpleaños para la mayoría de este signo. Arrancan este año con mucha energía y mucho magnetismo, llevándose el mundo por delante, si bien la comunicación puede hallarse un tanto bloqueada.

b

Tauro Mes de cumpleaños para los del primer decanato. Lo mismo que para el signo de Aries, pero a partir del día 16.

c

Géminis Con el foco puesto en las amistades y los proyectos. Desde mitad de mes, tendencia a la introspección y el aislamiento.

d

Cáncer Mucha actividad y complicaciones en el ámbito social, profesional. Hacia fin de mes el foco se traslada más al tema de amistades y proyectos. Cuidado con entrar en conflicto con figuras de autoridad.

e

Leo El foco puesto en las cuestiones extranjeras, o en las concepciones filosóficas, religiosas, las abstracciones, el estudio y el arte superior.

f

Virgo La sexualidad toma el eje central, por lo menos hasta mediados de mes. Desde entonces, similar a lo

dicho para el signo de Leo.

g

Libra Mes dedicado al tema de la pareja, en que se profundiza cada vez más y más.

h

Escorpio Mes de mucho trabajo y con la atención puesta en temas de salud. Hacia mitad de mes el tema de la pareja toma mayor relevancia.

Piscis

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El foco puesto en las ganancias, en las cuestiones de dinero. Hacia mitad de mes, mayor actividad en asuntos de instrucción elemental, escritos y documentos.

i

Sagitario Mes de mucha creatividad y muy placentero, muy romántico también, a cuidarse de los excesos. Desde mitad de mes tendrá que concentrarse más en el trabajo.

Capricornio

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Dificultades y molestias con asuntos domésticos, o referentes al hogar o a los padres. Hacia mitad de mes las cosas cambian, se disfruta más de los placeres, la creatividad y el romanticismo.

Acuario

k

El foco puesto en las ganancias, el comercio, documentos y escritos, el medio ambiente más próximo, hermanos, vecinos. Hacia mitad de mes problemas domésticos, molestias debidas al hogar o discusiones con los padres.

(Viene de la página 42)

vida: no debe uno desprenderse nunca de su dinero. Amor: Son fieles y exigen que se les pague con la misma moneda. Trabajo: Realizan con parsimonia y meticulosidad su trabajo.


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Sumario de los números anteriores (La lista completa de números anteriores la hallarán en el Faquin Blog o en el muro de la revista en Issuu.) Revista Spes Unica nº 8 - Junio 2011 (Comprar versión impresa) Contenido: La verdad no existe (Reyes Peña-Langella); Noticias del mundillo literario; Ninguno como yo / Me gustaría tranquilizaros / Todos los premios (Horacio Otheguy Riveira); Los signos del zodiaco y el amor; Divagaciones pelotudas (Mary Paz Reyes Peña); Poema del invierno y de la primavera (Kenny Delgado Fragoso); Cómo escribir y llenarse de dinero (Roberto Langella); El Astrólogo y la Tarotista (Ñapi); Onomancia; El arte de Remedios Varo; Horóscopo; Instrucciones – Ejemplos sobre la forma de tener miedo (Julio Cortázar). Revista Spes Unica nº 9 - Julio 2011 (Comprar versión impresa) Contenido: No somos representativos de nada (Reyes Peña-Langella); Noticias del mundillo literario; Palillo y Cerilla enamorados (Tim Burton); Los no fumadores (Bill Hicks); Los no fumadores y yo (Roberto Langella); Los signos del zodiaco y la salud; Divagaciones pelotudas (Mary Paz Reyes Peña); Ensayo al amor (Kenny Delgado Fragoso); Como escribir un buen policial (Roberto Langella); Por la memoria de Eduardo Daniel Melgar (Roberto Langella); Nadie es perfecto (Luis García Orihuela); Reflexión acerca de „Nadie es perfecto‟, artículo de Luis García Orihuela (Roberto Langella); Onomancia; Correo de lectores; Horóscopo; El arte de Octavio Ocampo; Desperdicia (Tim Burton). Revista Spes Unica nº 10 - Agosto 2011 (Comprar versión impresa) Contenido: Carta del músico Fito Páez al diario Página 12 de Buenos Airea, tras las elecciones por la Gobernación de la Capital Federal, julio de 2011; Noticias del mundillo literario; Ojos de videotape (Charly García); Dios ha muerto, el hombre ha muerto y yo no me encuentro bien (Felipe Muñoz Plaza); Anhedonia (Charly García); Los signos del zodiaco y la salud; Divagaciones pelotudas (Mary Paz Reyes Peña); Carta a la familia / De qué me sirve amarte (Kenny Delgado Fragoso); Como sobrevivir a la buena onda de los colegas (Roberto Langella); El Astrólogo y la Tarotista (Ñapi); Sobre la internacionalización del Amazonas (Gilberto Gil); Onomancia; Desarma y sangra / Vampiro (Charly García); Horóscopo; El arte de Francisco Goya; El mito de la consciencia objetiva (Theodore Roszak). Revista Spes Unica nº 11 - Septiembre 2011 (Comprar versión impresa) Contenido: Soy kirchnerista (Roberto Langella); Noticias del mundillo literario; La larga previa de Roger Waters y The Wall en Argentina (Roberto Langella); Los signos del zodiaco y el trabajo; Divagaciones pelotudas (Mary Paz Reyes Peña); Como escribir poesía, ser poeta y que los demás le crean (Roberto Langella); Tanguito del riachuelo / Escollos / País convulsionado / Corazonada / A ella que anda por ahí / Sensual Baires (Jorge Dossi); Misceláneas interrumpidas (Otheguy Riveira-Langella); Pasiones / Versos a la muerte (Kenny Delgado Fragoso); Onomancia; Horóscopo. Revista Spes Unica nº 12 - Octubre 2011 (Comprar versión impresa) Contenido: Noticias del mundillo literario; La impunidad en el hecho artístico (Roberto Langella); No apto para diabéticos / Cuchilla vieja (José Luis Colmenero); Apología sobre Sócrates (Silvia Ditro); Parajoda: Últimas consecuencias de nuestra paradoja (Roberto López Moreno); Ninguno como yo (Horacio Otheguy Riveira); Silencio (Mayra Cabrera); Los enigmas del mundo (Brian Stableford); El arte de Antonio del Olmo; ¿Qué se siente que te maten a un hijo? (Mary Paz Reyes Peña); Los signos del zodiaco y el trabajo; Dios ha muerto, el hombre ha muerto y yo no me encuentro bien (Felipe Muñoz Plaza); Ojos de carne, ojos de fuego (Theodore Roszak); Divagaciones pelotudas (Mary Paz Reyes Peña); El Astrólogo y la Tarotista (Ñapi); Pero (el Mero Ser); El Mero Ser y los descreídos (Roberto Langella); Doña Luisa (Yoselem Divincenzo); Como escribir poesía erótica y no ser considerado un vulgar onanista (Roberto Langella); Diurno para el adiós y un soneto (Juan Bautista Villaseca); Sin título (Bárbara Ghianda); Princesa de Talco (Raül Jurado Gallego); El Nazareno (Ángel Loyola); Balandra (Roberto López Moreno); Oda (Kenny Delgado Fragoso); Sensual Baires (Jorge Dossi); Mis-


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celáneas interrumpidas (Otheguy Riveira-Langella); Pobre alma mía (Simón Domínguez Barahona); Mensajes de Hotmail (y otras divagaciones pelotudas) (Mary Paz Reyes Peña); Onomancia; Horóscopo. Revista Spes Unica nº 13 - Noviembre 2011 (Comprar versión impresa) Contenido: La mejor manera de derribar un gobierno (Reyes Peña-Langella); Noticias del mundillo literario; ¿Existe el alma gemela? (Roberto Langella); Pantalla del mundo nuevo (Pappo); Fue simplemente un viernes (Luis Adolfo Duarte Reina); Ideas y bosquejos para una filosofía y una hermenéutica de la astrología (Armando Rey); Los signos del zodiaco y la aventura; Divagaciones pelotudas (Mary Paz Reyes Peña); El Astrólogo y la Tarotista (Ñapi); Como ser filosofo y que no se diga que usted ha perdido el contacto con la realidad (Roberto Langella); Dime que me necesitas / Tu sombra (Kenny Delgado Fragoso); Misceláneas interrumpidas (Otheguy Riveira-Langella); Onomancia; Horóscopo. Revista Spes Unica nº 14 - Diciembre 2011 (Comprar versión impresa) Contenido: Feliz 2012 para todos (Reyes Peña-Langella); Noticias del mundillo literario; El mito de Lilith y el conflicto primordial de la humanidad (Roberto Langella); Aforismos (Raúl Gustavo Aguirre); Fue simplemente un viernes (Luis Adolfo Duarte Reina); Ideas y bosquejos para una filosofía y una hermenéutica de la astrología (Armando Rey); Los signos del zodiaco y la aventura; Divagaciones pelotudas (Mary Paz Reyes Peña); El Astrólogo y la Tarotista (Ñapi); Como ser un escritor de derechas con sentido del humor (Roberto Langella); Misceláneas interrumpidas (Otheguy RiveiraLangella); Todo mi desayuno / Se vuelca la sopa (Facundo Aguirre); Onomancia; Horóscopo; Historia de animales (Domingos Pellegrini). Revista Spes Unica nº 15 - Enero 2012 (Comprar versión impresa) Contenido: Feliz 2012 para todos (2) (Reyes Peña-Langella); Crónica de una presentación anunciada (Mary Paz Reyes Peña); Valerie Solanas, una mujer anatemizada (Roberto Langella); Sé tú mismo (Yoselem Divincenzo); El Astrólogo y la Tarotista al banquillo; Ideas y bosquejos para una filosofía y una hermenéutica de la astrología (Armando Rey); Se me cayeron las alas; Los signos del zodiaco en la historia (Aries); Divagaciones pelotudas (Mary Paz Reyes Peña); El Astrólogo y la Tarotista (Ñapi); Misceláneas interrumpidas (Otheguy Riveira-Langella); El arte de Renata Schussheim; Onomancia; Horóscopo. Revista Spes Unica nº 16 - Febrero 2012 (Comprar versión impresa) Contenido: La hoguera de las vanidades (Reyes Peña-Langella); Noticias del mundillo literario; Cartas Zenner: Una forma de medir la pes (Roberto Langella); O Crux Ave, Spes Unica (G. F. de Palestrina); Ideas y bosquejos para una filosofía y una hermenéutica de la astrología (Armando Rey); Se me cayeron las alas; Divagaciones pelotudas (Mary Paz Reyes Peña); Facebook como sucedáneo… ¡de todo! (Roberto Langella); Los signos del zodiaco en la historia: Tauro; Nuestro presente (Yoselem Divincenzo); El Astrólogo y la Tarotista (Ñapi); Tu léxico (Yoselem Divincenzo); Misceláneas interrumpidas (Otheguy Riveira-Langella); Onomancia; Horóscopo. Revista Spes Unica nº 17 - Marzo 2012 (Comprar versión impresa) Contenido: La inercia (Reyes Peña-Langella); Noticias del mundillo literario; La adolescencia (Yoselem Divincenzo); El sacerdote (William Faulkner); Ideas y bosquejos para una filosofía y una hermenéutica de la astrología (Armando Rey); Se me cayeron las alas; Divagaciones pelotudas (Mary Paz Reyes Peña); Adhiera a una nueva corriente literaria y que no se note que ud. escribe para el orto (Roberto Langella); El Astrólogo y la Tarotista (Ñapi); Los signos del zodiaco en la historia: Géminis; Rock: Música dura. La suicidada por la sociedad (Luis Alberto Spinetta); Misceláneas interrumpidas (Otheguy Riveira-Langella); El arte de Norman Rockwell; Onomancia; Horóscopo.


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Revista Spes Unica nº 18 - Abril 2012 (Comprar versión impresa) Contenido: 29 de febrero, perdón y después (Roberto Langella); Noticias del mundillo literario; La juventud (Yoselem Divincenzo); El huésped de Drácula (Bram Stoker); Ideas y bosquejos para una filosofía y una hermenéutica de la astrología (Armando Rey); Se me cayeron las alas; Divagaciones pelotudas (Mary Paz Reyes Peña); Las acólitas de Carrie Bradshaw (Roberto Langella); El Astrólogo y la Tarotista (Ñapi); Los signos del zodiaco en la historia: Cáncer; De la musa al poeta / Pecado / Desterrada / La muerte le sienta bien (María Ester Rinaldi); Misceláneas interrumpidas (Otheguy Riveira-Langella); El arte de Pilar Giménez Bret; Onomancia; Horóscopo. Revista Spes Unica nº 19 . Mayo 2012 (Comprar versión impresa) Contenido: De atenuantes y agravantes (Reyes Peña-Langella); Noticias del mundillo literario; La madurez (Yoselem Divincenzo); El huésped de Drácula (Bram Stoker); Malvinas en Madrid (Guillem de Rubenhor); Ideas y bosquejos para una filosofía y una hermenéutica de la astrología (Armando Rey); Se me cayeron las alas; Divagaciones pelotudas (Mary Paz Reyes Peña); Los poetas malditos (Roberto Langella); El Astrólogo y la Tarotista (Ñapi); Grandes poemas muy breves en español del siglo XX (Jorge David Alonso Curiel); Los signos del zodiaco en la historia: Leo; Compumanía (Mary Paz Reyes Peña); Misceláneas interrumpidas (Otheguy Riveira-Langella); El arte de Eva Besnyö; Onomancia; Horóscopo. Revista Spes Unica nº 20 - Junio 2012 (Comprar versión impresa) Contenido: Las flechas del tiempo, la aljaba de la edad (Reyes Peña-Langella); Noticias del mundillo literario; El huésped de Drácula (3º parte), por Bram Stoker; Norman Cousins, la risa es cosa seria, por Guillem de Rubenhor; El suicida, por Enrique Anderson Imbert; Ideas y bosquejos para una filosofía y una hermenéutica de la astrología (8º parte), por Armando Rey; Se me cayeron las alas; Divagaciones pelotudas, por María de la Paz Reyes Peña; Acerca de las naturalizaciones, por Roberto Langella; La poesía de Charles Bukowski, por Jorge David Alonso Curiel; Admirable, por Fabiana Villafañe; El Astrólogo y la Tarotista; Los signos del Zodíaco en la Historia (Virgo); Golpes bajos, por María de la Paz Reyes Peña; Garganta de sombras, por María Ester Rinaldi; Tom Traubert‟s Blues, por Tom Waits; Misceláneas interrumpidas, por Horacio Otheguy Riveira y Roberto Langella; El arte de Edward Hooper; Onomancia; Horóscopo. Revista Spes Unica nº 21 - Julio 2012 (Comprar versión impresa) Contenido: Noche de horror (Reyes Peña-Langella); Noticias del mundillo literario; El huésped de Drácula (última parte), por Bram Stoker; Margarita Landi, señora del crimen, por Guillem de Rubenhor; Ideas y bosquejos para una filosofía y una hermenéutica de la astrología (9º parte), por Armando Rey; Se me cayeron las alas; Divagaciones pelotudas, por María de la Paz Reyes Peña; Escuchame, por Horacio Otheguy Riveira; Tres poetas españoles que apuestan por la claridad, por Jorge David Alonso Curiel; El Astrólogo y la Tarotista; Misceláneas interrumpidas, por Horacio Otheguy Riveira y Roberto Langella; Princesitas muertas, por Thomas Czarnecki; Los signos del zodiaco en la historia (Libra); Los viejos de mierda, por Roberto Langella; Onomancia; Horóscopo. Revista Spes Unica nº 22 - Agosto 2012 (Comprar versión impresa) Contenido: Cortinas de humo (Reyes Peña-Langella); Noticias del mundillo literario; El marciano (1º parte), por Ray Bradbury; No está escrito en ninguna parte, por Horacio Otheguy Riveira; La voz de un pueblo dormido, por Fabián Gutiérrez Reyes; Divagaciones pelotudas, por María de la Paz Reyes Peña; Damas del crimen en primera línea de fuego, por Guillem de Rubenhor; Ideas y bosquejos para una filosofía y una hermenéutica de la astrología (10º parte), por Armando Rey; Se me cayeron las alas; El Astrólogo y la Tarotista; Recordando “Nueve Reinas”, de Fabián Bielinsky, por Jorge Alonso Curiel; Los signos del zodiaco en la historia (Escorpio); Misceláneas interrumpidas, por Horacio Otheguy Riveira y Roberto Langella; Pablo Scalise, de Llavallol para el mundo; Lo mejor (y lo peor) de Facebook; Onomancia; Horóscopo.


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Revista Spes Unica nº 23 - Septiembre 2012 (Comprar versión impresa) Contenido: Vamos por todo, por Mary Paz Reyes Peña; Noticias del mundillo literario; El marciano (2º parte), por Ray Bradbury; Suzanne Leperrier, la trapèziste, por Horacio Otheguy Riveira; Ideas y bosquejos para una filosofía y una hermenéutica de la astrología (11º parte), por Armando Rey; La pareja perfecta del siglo XXI (1º parte), por Simón Domínguez Barahona; Se me cayeron las alas; Poesía (El descubrimiento / De Dios / Él (Yo) / Resurgir primario / Miserando), por Daniel Grustán Isabela; Divagaciones pelotudas, por Mary Paz Reyes Peña; Lesiones del buen escribir, por Roberto Langella; El astrólogo y la tarotista, por Ñapi; Súbitos (El último suspiro de Narciso Ibáñez Menta), por Guillem de Rubenhor; Los signos del zodiaco en la historia (Sagitario); Tumbas de la gloria, por Fito Páez; Misceláneas interrumpidas, por Horacio Otheguy Riveira y Roberto Langella; La escultura hiperrealista de Ron Mueck; Lo mejor de Facebook; Lo peor de Facebook ; Onomancia; Horóscopo Revista Spes Unica nº 24 - Octubre 2012 (Comprar versión impresa) Editorial, por María de la Paz Reyes Peña; Dos años, por Roberto Langella; Noticias del mundillo literario; El marciano (última parte), por Ray Bradbury; Súbitos (Cuando ellas se desnudan), por Guillem de Rubenhor; La pareja perfecta del siglo XXI (última parte), por Simón Domínguez Barahona; Ideas y bosquejos para una filosofía y una hermenéutica de la astrología (última parte), por Armando Rey; Se me cayeron las alas; La Pastora / Florencio: el maquis hermafrodita, por Horacio Otheguy Riveira; Poesía, por Daniel Grustán Isabela (El ayeante primigenio, En menos de un millón de años, Tú que me lees); Lesiones del buen escribir, por Mary Paz Reyes Peña; Lesiones del buen escribir 2, por Roberto Langella; Divagaciones pelotudas, por Mary Paz Reyes Peña; Divagaciones pelotudas 2, por Roberto Langella; El Tarot de la Tarotista, por Ñapi; Los signos del zodiaco en la historia (Capricornio); Misceláneas interrumpidas, por Horacio Otheguy Riveira y Roberto Langella; El arte de Scott Davidson; Lo Mejor de Facebook; Lo peor de Facebook; Onomancia; Horóscopo; Sumario de números anteriores. Revista Spes Unica nº 25 - Noviembre 2012 (Comprar versión impresa) Editorial, por Roberto Langella; Calaverita para mi flaco, por María de la Paz Reyes Peña; Introducción a Gritos desde el Hades, por María de la Paz Reyes Peña; Semillas, por Jorge Dossi; Aventuras de una tarotista alocada (Los trabajos negros de Gina), por María de la Paz Reyes Peña; María de la Paz en Veracruz, por Horacio Otheguy Riveira; Poesía (Qué dirías / Vivir / Descubrimiento / Lo gris / Los villanos / Una promesa), por María de la Paz Reyes Peña; Poesía (Canción de amor para Mary Paz / A Mary Paz / Ouroboros consumada / Inventario / Escribir tu nombre con sangre), por Roberto Langella; Divagaciones pelotudas, por María de la Paz Reyes Peña; La galería de arte del Astrólogo y la Tarotista, por Ñapi; El Facebook de Mary Paz; Lo efímero y lo perdurable, por Roberto Langella y María de la Paz Reyes Peña; Los signos del zodiaco en la historia (Acuario); Onomancia ; Horóscopo ; Sumario de los números anteriores. Revista Spes Unica nº 26 - Diciembre 2012 (Comprar versión impresa) Seguir viviendo sin tu amor, por Roberto Langella; Noticias del mundillo literario; Los amantes, por Julio Cortázar; Tlön, Uqbar, Orbis Tertius (1º parte), por Jorge Luis Borges; El fantasma de la tía Guillermina, por Horacio Otheguy Riveira; Canelita o el paso de azúcar amargo (1º parte), por Chabela Ximénez; Divagaciones pelotudas, por María de la Paz Reyes Peña; Poesía, por Daniel Grustán Isabela; Se me cayeron las alas (parte 11); Sobre la astrología predictiva, por Eloy R. Dumond; Lesiones del buen escribir, por Roberto Langella; El Elegido, por María de la Paz Reyes Peña (1962-2012), por Guillem de Rubenhor; Esperando a Godot, por Ñapi; Misceláneas interrumpidas, por Horacio Otheguy Riveira y Roberto Langella; El arte de Bruno Torfs; Lo mejor de Facebook; Los signos del zodiaco en la historia (Piscis); Onomancia; Horóscopo; Sumario de los números anteriores. Revista Spes Unica nº 27 - Enero 2013 (Comprar versión impresa) Editorial; La soledad, por Bersuit Vergarabat; Tlön, Uqbar, Orbis Tertius (2º parte), por Jorge Luis Borges; Tres cervezas, dos tintos y un vermouth con ginebra, por Horacio Otheguy Riveira; Canelita o el paso de azúcar amarga (2º parte), por Chabela Ximénez; Divagaciones pelotudas, por María de la Paz Reyes Peña; Poesía, por Daniel Grustán Isabela; Se me cayeron las alas; Lesiones del buen vivir, por Roberto Langella; Valientes mujeres con pene, por Guillem de Rubenhor; Los signos del horóscopo chino (Rata); Misceláneas interrumpidas, por Horacio Otheguy Riveira y Roberto Langella; El


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arte de Winsor McCay; Escritoras; Esperando a Godot, por Ñapi; Onomancia; Horóscopo; Sumario de números anteriores. Revista Spes Unica nº 28 - Febrero 2013 (Comprar versión impresa) Contenido: Editorial; Hic et Nunc, por Julio Cortázar; Tlön, Uqbar, Orbis Tertius (3º parte), por Jorge Luis Borges; Deja que te enseñe, por Horacio Otheguy Riveira; Canelita o el paso de azúcar amarga (3º parte), por Chabela Ximénez; Divagaciones pelotudas, por María de la Paz Reyes Peña; Poesía, por Daniel Grustán Isabela; Se me cayeron las alas; Lesiones del buen vivir, por Roberto Langella; El silencio de Lorna, por Guillem de Rubenhor; Los signos del horóscopo chino (Búfalo); Misceláneas interrumpidas, por Horacio Otheguy Riveira y Roberto Langella; El arte de Cristian Kocak; Esperando a Godot, por Ñapi; Onomancia; Horóscopo; Sumario de los números anteriores. Revista Spes Unica nº 29 - Marzo 2013 (Comprar versión impresa) Contenido: Editorial; Se apaga la vista, por Arseni Tarkovski; Tlön, Uqbar, Orbis Tertius (4º parte), por Jorge Luis Borges; Laureano y Eleonora, por Horacio Otheguy Riveira; Canelita o el paso de azúcar amarga (4º entrega), por Chabela Ximénez; Divagaciones pelotudas, por María de la Paz Reyes Peña; Poesía, por Daniel Grustán Isabela; Se me cayeron las alas; Lesiones de astrología, por Roberto Langella; Médicos, enfermos y payasos, por Guillem de Rubenhor; El arte como ansia de lo ideal (1º parte), por Andrei Tarkovski; ¿Quimecontás?, por Mariano Liebana; Los signos del horóscopo chino (Tigre); Batman desencadenado (1º entrega), por Oscar Ramentev; Misceláneas interrumpidas, por Horacio Otheguy Riveira y Roberto Langella; El arte de Erwin Olaf; Esperando a Godot, por Ñapi; Onomancia; Horóscopo; Sumario de números anteriores. El Astrólogo y la Tarotista - Edición especial nº 1 (Comprar versión impresa)


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Consultorio Astrológico Spesunica Curso Integral de Astrología a distancia Inauguramos nuestro curso de astrología a distancia, el cual tiene una duración de seis meses, de cuatro clases por mes, de modalidad intensiva, racional y psicológica. Por medio de este curso, el estudiante adquirirá los conocimientos específicos y completos acerca de la confección e interpretación de la carta natal astrológica, Revoluciones Solares, cartas combinadas y sinastrías, y todas las técnicas complementarias que hacen al quehacer del oficio de astrólogo. La estructura del curso es modular, mensual y correlativa; esto significa que el alumno adquirirá por adelantado su vacante mensual, la que consta de un módulo de cuatro clases, por cada una que irá recibiendo un apunte de contenidos. La correlatividad de nuestras clases apunta a que nadie podrá "saltearse" módulos, ni obviar algunos de los primeros, aunque se contara con conocimientos previos. Sin embargo, las clases serán individuales y el alumno sí podrá "saltearse" meses de asistencia, sin perder la correlatividad; es decir, al regresar al curso, hubiera pasado el tiempo que fuere, retomará desde el mismo punto donde lo dejó. Se evaluarán exámenes mensualmente, y al final del curso habrá un examen integrador. Se otorgará entonces el certificado de asistencia al curso, y de reconocimiento del egresado como astrólogo. Todos los inscriptos al curso recibirán el kit de estudio, el cual consta de todas las herramientas y contenidos necesarios, absolutamente, para la realización de este curso, tales como: Todas las clases serán dictadas por Roberto Langella Tablas de Efemérides Planetarias para los siglos XX y XXI Tablas de Casas Otras diferentes tablas Plantilla para la confección de mapas astrales Presentación del curso y apuntes nº 1, 2, 3 y 4 Carátula personalizada para ir encarpetando los apuntes Fuentes tipográficas de astrología para la computadora Todos los alumnos tendrán una clase de dos horas en un día de la semana a convenir, por el programa de videoconferencias Skype Siempre y en todos los casos los alumnos podrán resolver sus dudas y cuestionamientos vía email. Los alumnos egresados encontrarán en Spesunica una fuente de consulta personalizada, para toda la vida. Téngase presente que la suma de los apuntes irán conformando un verdadero libro, tratado de Astrología. La cuota mensual es de U$S 40.- ($ 150.– de Argentina) por adelantado, mientras que quien desee pagar el curso completo, en una o dos cuotas trimestrales, el precio final es de U$S 200.- ($ 800.– de Argentina). Para una mayor información acerca de las características de este curso, descargue libremente el artículo "Presentación, Estructura y Temario", en nuestra sección de descargas.

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Un lugar de encuentro.

A la memoria de María de la Paz Reyes Peña (1962-2012) co-fundadora de esta revista y del consultorio astrológico Spesunica. Por siempre.

Spes Unica. Año 4 nº 30. Abril de 2013 Editada por el Consultorio Astrológico Spesunica Dirección: Roberto Langella Registro de Propiedad Intelectual: En trámite. Impreso por Peecho B. V., Amsterdam, Netherlands Colaboran en este número: Horacio Otheguy Riveira; Mariano Liebana; Chabela Ximénez; Guillem de Rubenhor; Oscar Ramentev; Ñapi. Las afirmaciones y opiniones vertidas en los artículos y textos son de exclusiva responsabilidad de quienes los escriben. Se prohíbe la reproducción total o parcial por cualquier medio de esta publicación, sin previa autorización de la editorial. Contenidos registrados en www.safecreative.org Los números atrasados pueden ser obtenidos siguiendo este vínculo: http://issuu.com/robertolangella

¡Esperamos sus colaboraciones!


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