Revista spes unica nº 35 septiembre 2013

Page 1

Año 4 Nº 35

Imagen de Otto Dix

Spes Unica

Escriben y colaboran en este número:

Horacio Otheguy Riveira; Mariano Liebana; Guillem de Rubenhor; Chabela Ximénez; José Luis García Ortego; Oscar Ramentev; Roberto Langella SEPTIEMBRE 2013


Pá gin a

2

S pe s

Un ica

Consultorio Astrológico Spesunica

Regale y regálese su propia carta natal astrológica (nuestro informe es elaborado de manera completamente artesanal y personalizada); NO ES PRODUCTO DE PROGRAMAS DE COMPUTADORA. Incluye: Análisis de la carta natal propiamente dicho, análisis del horóscopo personal anual, informe sobre vidas pasadas, lista de heráldicas, mapas astrales a todo color. Obtenga gratis un ejemplo de nuestro producto en nuestro sitio de descargas, y comprobará la calidad del tratamiento y presentación. Con el encargo de dos cartas natales (parejas, padres e hijos, etc.) REGALAMOS un informe sinástrico (comparación de cartas, para evaluar compatibilidades e incompatibilidades de la relación). Los primeros 15 consultantes de cada mes recibirán un informe numerológico (personalidad y destino) GRATIS. Descargue gratis desde nuestra sección de links el programa de Videoconferencias Skype, para que podamos atender on line las lecturas de Tarot y runas celtas; nosotros le diremos cómo instalarlo y configurarlo. Escríbanos para que podamos brindarle mayor información sobre nuestros servicios y formas de pago. Tómese unos segundos para visitar todas nuestras secciones, donde hallará más detalles. Visite nuestra web y vea más detalles, listas de precios, y encuentre en nuestros blogs artículos interesantes sobre astrología y otros temas; ¡los esperamos!.

www.spesunicastrologia.com.ar


Pá gin a

3

S pe s

Un ica

Sumario Editorial

4

La decadencia de la amistad, por Alejandro Dolina

6

Una visión extraordinaria, por Horacio Otheguy Riveira

10

Sobre el feminismo y otras militancias, por Roberto Langella

12

Por qué no soy vegetariano (3º parte), por William T. Jarvis

14

Mancha de vino rojo, por Chabela Ximénez

16

Tom Ripley, el gran amor de Patricia Highsmith, por Guillem de Rubenhor

20

Se me cayeron las alas

24

Las horaciones de Horacio, por Horacio Otheguy Riveira

26

El otro lado (última parte), por José Luis García Ortego

28

Apareció María Teresa, la protagonista (real) de un corto de ficción, por Roberto Langella

30

Textuales

32

Prohibido fumar, por Chabela Ximénez

33

¿Quimicontás?, por Mariano Liebana

34

Los signos del horóscopo chino (mono)

36

Batman desencadenado (6º entrega), por Oscar Ramentev

41

Misceláneas interrumpidas, por Horacio Otheguy Riveira y Roberto Langella

44

El arte de Otto Dix

46

Horóscopo

49

Sumario de números anteriores

50


Pá gin a

4

Celebraciones

P

romediaba una fiesta de cumpleaños en una casa antigua, de habitaciones reducidas, por lo que se habían habilitado unas cuantas, para mayor comodidad de la concurrencia. Una combinación de varias copas de vino tinto de distintas cepas (curioso varietal se habría formado en mi interior, en caprichosa alquimia) y de unas cuantas caladas a una perfumada marihuana me depararon un imperioso y súbito deseo de sueño, de pronto; no se trataba de cansancio de ninguna naturaleza, nada más deseaba dormir como quien desea disfrutar de un buen cigarro o de un polvo. Un reducido cuarto que en días no festivos hace de consultorio de una psicóloga estaba ahora siendo ocupado—curiosa, tal vez paradójicamente—por una pareja que dirimía ostensiblemente aunque sin escándalo sus cuitas. Necesitaban para ello nada más que un extremo del espacio, así que fui a ocupar el opuesto en diagonal, no sin ser mirado con un dejo de escándalo por la conciliabulada pareja. ―Perdón por la intromisión—hubiera querido decirles—pero no me interesan para nada vuestras reyertas, que sigan disputándolas así en cuasi silencio, nomás, que yo he de entregarme en brazos de Morfeo‖, pero a cambio de eso apenas me repantingué en una silla y puse un pie sobre otro en otra, me crucé de brazos y creo que pocas veces en la vida me entregué al sueño con tan pocos escrúpulos. No estaba cansado, vuelvo a decirlo, por lo que nomás dormía por placer, un sueño profundo que de cualquier forma no debió durar sino unos pocos minutos, hasta que la

S pe s

Un ica

celebranta anfitriona cumpleañera vino a ponerme una mano sobre el hombro: ―eh, Langella, ¿dormís?‖, mientras un Langella interno y mucho más ético que este (auto)observante y escribiente, completaba en un tono frenético: ―que no se va a dormir a una fiesta de cumpleaños, hijo de mil putas‖. La celebranta anfitriona cumpleañera entonces sentó a otra chica delante de mí—en la silla que acaban de desocupar mis pies—que empezó a hacerme una serie de preguntas y comentarios acerca de astrología y de Tarot, en un tono y cadencia como de asistenta social. Mis ojos habían quedado inexorablemente a mitad de camino entre cerrados y abiertos, y apenas la escuchaba y veía como detrás de una cortina, de una lluvia, de una cortina de agua, sin embargo y no sin fastidio respondía a sus requerimientos, puesto a que a esta altura, creo que tengo una especie de regla mnemotécnica basada en palabras claves, autárquica y caprichosa, pero que me permite bastante automatizadamente responder con fragmentos de discurso a cualquier cosa más o menos referenciales a tales asignaturas. Bueno, la cuestión es que la chica me estaba fastidiando, yo quería dormir entonces y nada más en la vida. Quiso saber qué les deparaba el resto del año a los del signo de Escorpio. Le respondí que no me dedico a la astrología de masas, sino a la más personal e individual, y la hubiera enviado a comprar el diario por el horóscopo y de paso a traerme media docena de medialunas, de no ser porque todavía era temprano, y porque había algo en esa chica, que me impedía del todo ser en ningún grado grosero con ella.


Pá gin a

5

S

uelo ser invitado a fiestas y reuniones, donde siempre hay también un experto en informática, uno en economía y otro, por caso, un estudioso de la ingeniería transgénica. Yo soy ―mi amigo el astrólogo‖, en tales ocasiones, a quien algunos mirarán con recelo mientras otros esperan que les lea las líneas de las manos, poco más o menos. Bueno, esta chica parecía ser de tales suertes, pero había algo en ella que me obligaba a prestarle atención, a responderle lo mejor posible a lo que decía, a intentar salirme de mi confortable aturdimiento, a prestarle atención. Y entonces, cuando por fin pude enfocarla, me encontré con una graciosa joven, que se había metido entre ceja y ceja charlar conmigo, y que no iba a detenerse hasta no conseguir una conversación satisfactoria. Quizá fuera eso o que ya del todo fastidiado le respondiera de forma grosera, pero ella parecía dispuesta a arriesgarse, a tener que desilusionarse si era lo último. Las fechas de cumpleaños son azarosas, pienso ahora, las fechas de cumpleaños y todo lo que les incumbe; las fiestas, la canti-

S pe s

Un ica

dad de velitas en la torta, los invitados, todo eso es azaroso. Pero esta chica parecía estar allí con un propósito, y no el de molestar mi sueño fuera de lugar. Esta chica quiere saber algo y es una chica que además sabe lo que quiere, de un modo tan seguro y asimilado, que por poco siempre conseguirá todo lo que desee, porque no hay forma de resistirse a los deseos o necesidades de alguien que realmente sabe lo que quiere. Y alguien que está seguro de saber qué es lo que quiere, naturalmente tiene que saber qué no, y eso la hace feliz, inmensamente feliz, y tamaña felicidad en una persona así, brilla, resplandece. Entonces, en determinado momento me sentí encantado de tener a esta joven mujer enfrente de mí, compartiendo su búsqueda con entusiasmo puro, celebrando el encuentro, la conversación, el cumplimiento de años, la vida. Roberto Langella, Septiembre, 2013.


Pá gin a

6

S pe s

Un ica

LA DECADENCIA DE LA AMISTAD AMISTAD, por Alejandro Dolina

M

uchos pensa-

de la amistad que preocupaban

de amigos, debe hacerlo en

dores han

a los Hombres Sensibles.

ese periodo. Después será

creído notar

Manuel Mandeb, el metafísico

demasiado tarde...".

que, en estos tiempos, la

de la calle Artigas, colecciono

Según se aprecia, el criterio

amistad es más un tema de

algunas de sus obtusas opi-

de Manuel Mandeb es inte-

conversación que una acti-

niones en un opúsculo titulado

resante y tal vez verdade-

vidad concreta.

maliciosamente Los amigos.

ro. Sucede que en cierto

Por cierto, es relativamente

Como ya es costumbre, trans-

momento de la vida uno

fácil encontrar personas

cribimos algunos párrafos.

descubre que está rodeado

dispuestas a componer can-

"... La amistad debe nacer en la

de extraños: compañeros de

ciones sobre los amigos. En

juventud o en la infancia.

trabajo, clientes, acreedo-

cambio es bastante difícil

Nuestros amigos son aquellos

res, vecinos y cuñados. Los

conseguir que esas mismas

que aprenden junto a noso-

amigos de verdad están le-

personas le presten a uno

tros o, mejor todavía, los que

jos, probablemente ence-

dinero.

viven aventuras a nuestro

rrados en círculos pareci-

Según parece, el sentimien-

lado. Y por lo general, la gente

dos.

to amistoso se halla en de-

aprende y vive aventuras en

Algunos empecinados insis-

cadencia. Todos los días uno

la juventud. Después casi to-

ten en cultivar amistades

tropieza con canallas que

do el mundo consigue algún

nuevas. Los matrimonios

lejos de preocuparse por la

empleo en casas de comercio y

maduros se visitan mutua-

escasez de amigos, se

ya resulta imposible adquirir

mente y desarrollan pálidas

jactan de ella.

conocimientos nuevos o pele-

parodias de la amistad ver-

-Yo, amigos, lo que se dice

arse con una patota.

dadera: se cuentan una y

amigos, tengo muy pocos, o ninguno- nos gritan en la cara. Y uno advierte que el sujeto está esperando que lo feliciten por semejante

"

otra vez episodios anti...A los once o doce años,

guos, vividos con los amigos

uno empieza a hartarse

viejos, que ya no están.

de la familia y encuentra

Cuando uno es joven no

que los muchachos de la esqui-

cuenta historias a sus

hazaña.

na son mucho más divertidos

amigos: las vive con ellos. A

En los años dorados de Flo-

que el tío Jorge. Durante más

pesar de estas sabias re-

res, cuando alcanzaban su

o menos una década nadie es-

flexiones de Mandeb,

apogeo la comprensión, la

tará más cerca de nuestro

existió en Flores una agencia

poesía y el juego del codillo,

corazón que esos muchachos.

destinada a ofrecer amistad

también existían enemigos

Y si uno quiere aprovisionarse

a los solitarios.


Pá gin a

7

S pe s

Un ica

Fue la célebre Proveeduría de

adulones que acompañaban

Un asunto que molestaba a

Amigos de Ocasión. Sus fines

al cliente a todas partes, se

los clientes era el rigor de los

de lucro eran innegables. To-

reían de sus chistes,

Amigos de Ocasión en sus

davía hoy se recuerda su

aplaudían sus ocurrencias y

horarios. Cuando vencía el

'slogan' publicitario: "Tenga

suscribían con entusiasmo

plazo estipulado, se termina-

un amigo desinteresado.

cualquiera de sus pensa-

ba la amistad.

Páguelo en cuotas".

mientos. Precediendo a esta

Sin saludar, los contratados

Con solo acercarse al mostra-

comparsa, solía marchar un

daban media vuelta y se iban,

dor, el cliente ya notaba un

corneta, que abría la puerta

muchas veces interrumpien-

clima amistoso y amplio. Los

de los bares y asomando la

do una carcajada o librándo-

empleados sabían como ata-

cabeza gritaba:

se bruscamente de un abra-

que saludaban con abrazos y

-¡Ahí viene el doctor Del Pre-

zo fraternal.

se despedían a los gritos.

te...!

Sin embargo, hay que admitir

Amigos divertidos, ruditos

El trabajo se hacía tan bien,

que algunos aspectos del

en cuentos picantes y exper-

que muchos de los contra-

funcionamiento de la provee-

tos en bromas pesadas.

tantes ya no podían pres-

duría eran bastante nobles.

También se prestaba un ser-

cindir de él nunca más. Mu-

Por ejemplo, la Sección Niños

vicio un tanto oneroso, es-

chos profesionales del barrio

permitía que los padres eli-

pecialmente para personas

extinguieron su fortuna pa-

gieran a los amigos de sus

encumbradas. Consistía en el

gando este servicio de la

hijos, sin correr riesgo algu-

alquiler de una cohorte de

agencia.

no.

car. -Buenas tarde. No sabes lo que me hizo esta mañana la bruja de mi mujer. Y a los treinta segundos uno se sentía entre amigos. Después, entre palmadas, guiños, pellizcones y confidencias, los comerciantes iban mostrando el amplio catalogo de la proveeduría. Tenían amigos silenciosos, dispuestos a escuchar cincuenta veces la historia de una operación. Amigos complacientes, siempre amables y elogiosos. Amigos efusivos


Pá gin a

8

S pe s

Un ica

Para ello se contaba con un

el lector pensando que nos

grado de amistad que sent-

numeroso plantel de chicos

internaremos en un tema tan

ían por alguien era cosa de

e incluso enanos, adiestra-

manoseado como el de la amis-

afeminados. Manuel Mandeb

dos en diferentes actitu-

tad entre la mujer y el hom-

pasaba largas horas en la

des.

bre. Vale la pena -eso sí- re-

esquina de Artigas y Morón

Según el gusto paterno,

cordar lo que dijo Manuel

fumando con Jorge Allen, el

podían encontrarse pibes

Mandeb a una amiga suya, tal

poeta. Muchas veces ni se

atorrantes para avivar a los

vez alquilada

hablaban. Se contentaban

pequeños pelandrunes, ni-

en la proveeduría.

con saber que el otro estaba

ños estudiosos para esti-

-Vea. Yo puedo ser su amigo si

allí.

mular a los adoquines, y

usted quiere. No trataré de

Ya en su última etapa, la

criaturas educadas y juicio-

seducirla ni me pondré román-

proveeduría empezó a ofre-

sas para serenar a los más

tico ni le haré propuestas in-

cer viejos amigos.

piratas.

decorosas. Pero sepa que yo

En un principio la idea con-

Desde luego, no pudo evi-

necesito que exista un amor

sistía en rastrear -a pedido

tarse que muchos chicos se

potencial. Me resulta indispen-

del cliente- el paradero de

resistieran a la decisión de

sable que exista una posibili-

personas ausentes y leja-

los padres. Así se oían con

dad en un millón de que algo

nas. Pero como advirtieron

toda frecuencia en Flores

surja entre nosotros. Le acla-

que la tarea era demasiado

frases como esta:

ro que es probable que si se

complicada, resolvieron que

- ¡Camine a jugar con los

da esa circunstancia yo salga

era más fácil inventar anti-

amiguitos que le alquilo su

corriendo. Pero es únicamente

guas amistades que resca-

padre, caramba...!

en virtud de esa remotísima

tarlas del pasado.

Asimismo existía un depar-

chance que yo estoy aquí

Se preparó entonces un

tamento para Damas, con un

oyendo su conversación como

magnifico grupo de viejos

amplio surtido de chimen-

un imbécil.

mentirosos que ante la en-

tos. Algunos malintenciona-

Los Hombres Sensibles nunca

trada de algún candidato de

dos decían que las mujeres

fueron buenos clientes de la

cierta edad, fingían recono-

no contrataban amigas, sino

agencia Amigos de Ocasión.

cerlo y le soltaban cuatro o

enemigas, pero ese es otro

Quizá porque sus presupues-

cinco recuerdos para ir to-

asunto.

tos eran muy humildes. O a lo

mando confianza.

El fracaso mas estruendoso

mejor porque

Esta sección trabajaba mu-

fue el de la sección Amista-

les gustaba que los quisieran

cho en las cenas anuales que

des Mixtas. Nada cuesta

gratis. En cualquier caso, los

suelen realizar los ex-

razonar que los caballeros

muchachos del Ángel Gris ten-

alumnos de los colegios. Su

que solicitaban amigas es-

ían un criollo pudor en estas

misión consistía en ir reem-

condían casi siempre otras

cuestiones. Para ellos andar

plazando a los fallecidos y

intenciones. No se espante

declarando públicamente el

mantener siempre firme la


Pá gin a

9

S pe s

Un ica

concurrencia.

pueden traicionarnos, por la

pués de estos años en que

Así, en cierta reunión de

misma razón que no se les

estuve tan ocupado.

egresados del Colegio Nacio-

permite escribir novelas.

Pero algo raro debe haber

nal Nicolás Avellaneda, pro-

Hoy cuando ya no existe la

sucedido, porque no había

moción 1921, se dio el curioso

Agencia Amigos de Ocasión,

nadie.

caso de que ninguno de los

vale la pena preguntarse si

asistentes había pisado

no será necesario inventar

jamás ese establecimiento, lo

algo para reemplazarla.

que no les impidió evocar a

Sera difícil, desde luego. Na-

profesores, reírse de pasa-

die podrá rescatar a los ami-

das travesuras y brindar por

gos perdidos. Poco podrá

encuentros futuros.

hacerse para librarnos de los

Con el tiempo, la actividad de

desconocidos que llenan

la agencia fue amenguando.

nuestro tiempo.

Contribuyó a este hecho cier-

En todo caso, cada uno de

ta mala prensa que siempre

nosotros deberá cuidar lo

tiene la amistad entre los

poco que tenga. Sin compo-

espíritus escépticos. En Flo-

ner canciones ni escribir

res, y en todos los barrios,

poemas. Se trata únicamente

se contaban leyendas sobre

de sentarse un rato en la

las traiciones de los amigos y

vereda o de matear en silen-

sobre las ventajas de la sole-

cio con los que están más

dad. Todavía en nuestro

cerca de nuestro espíritu.

tiempo hay personas que se

Si uno no tiene ya a los de

complacen en declarar que los

antes, cabe decir que tal vez

perros son

existen en el mundo amigos

mas leales y sinceros que los

viejos a los que todavía no

humanos. Cabe sobre esto

conocemos.

una pequeña reflexión.

Yo mismo, las otras noches

Tal vez sea cierto que los

resolví salir de mi encierro y

perros no traicionan. Pero

lleno de ilusiones me enca-

esto no es en realidad una

miné a cierta esquina que

virtud del animal. Ocurre sim-

conozco. Tenía ganas de fu-

plemente, que la módica or-

mar en silencio junto a tres

ganización mental del perro le

o cuatro sujetos que se es-

impide realizar procesos tan

tacionan en ese lugar.

complicados como una esta-

Pensaba además cosechar

fa. Es decir: los perros no

algún guiño amistoso des-


Pá gin a

10

S pe s

Un ica

Una visión extraordinaria, por Horacio Otheguy Riveira In memoriam de cuantos fueron atrapados

S

alió de la iglesia con una fuerza que nunca había imaginado. Estaba transformado de pies a cabeza porque entró como un sucio vagabundo y salió con aromas de buen baño, impecable sotana y una cartera llena de dinero. Eso sí, un detalle sin importancia: las manos que habían estrangulado le temblaban un poco. Ya en el tren recibió saludos, cortesías y miradas de asco. Miradas aparte, lo demás le provocaba una satisfacción impresionante, fantástica, única. Era otro hombre. Daba bendiciones a diestra y siniestra. Se las pidieran o no. Pero la mayoría se postraba y él lanzaba al aire ojos de poseso y tomaba entre sus manos la cara de niños y mujeres y les hacía la señal de la cruz en la frente y rumiaba en jerigonza oraciones que ignoraba. Viajó escuchando tangos, mu-

chos tangos de su colección de más de 300 temas por diferentes orquestas internacionales en una grabadora de alta calidad. No lograba quedarse quieto, y mucho menos sentado, andaba de aquí para allá por los pasillos del tren, en el bar, y en cuanto tenía un espacio más o menos cómodo, se marcaba unos pasos de tango. Si se detenía le llovían las felices imágenes del momento en que decidió entrar en la iglesia para buscar al culpable de sus males, al codicioso que le dejó en la miseria, sin ahorros ni posibilidades de recomposición. Le encantó esta palabra: “Joder, has estado lucido, Juanito, recomposición, sí señor, mira cómo va la gente por ahí como si nada sucediera mientras tú haces tu recomposición”.

S

u víctima estuvo bien ejecutada. La sangre era abundante en aquel gran cuerpo fofo, como un colador con cara de pánico suplicando que no, que se detuviera, pero él sabía muy bien que el jodido párroco no lo

era, que era un farsante protegido por la Iglesia, así que en ningún momento paró la sarta de cuchilladas, para nada, qué va, un horror maravilloso, un milagro de la naturaleza, una película de género de alto standing, bueno, eso se dice de las putas, qué risa, pues sí: putas todos ellos, vaticanistas de mierda, degenerados en potencia, célibes perseguidores de niños, maricones de postín y ladrones de alta alcurnia, jajaja, qué bien me queda todo esto. Y más satisfecho aún cuando se salta La cumparsita y se emboba con Taquito militar marcándose una coreografía alucinante al son de Mariano Mores y su gran orquesta. De pronto un vahído, la voz de su madre: “Me parece que te has equivocado, que no era ese, que no era ese para nada, y es que tú eres el mismo imbécil de siempre”.

D

e uno de los bolsillos cogió un botellín de ron que se zampó de


Pá gin a

11

golpe, y luego otra de ginebra. Una mezcla desagradable, pero había visto en las películas que el alcohol es un gran recurso para restablecerse. Primero se recompuso y ahora tocaba restablecerse. Puro drama. No sabía qué hacer. La voz de su madre era lo peor que podía escuchar en ese tren del que ya ni sabía adónde iba, medio vacío, tal vez un tren fantasma, vaya mierda. Perdido en el espacio y las manos manchadas de sangre invisible. Menos mal. Eso le tranquiliza. Se frota las manos, pasa la noche aturdiéndose de tangos, pasando de una orquesta finlandesa a una colombiana y de allí a otra japonesa, procurando dar con la imagen precisa, la ideal, la buena, la salvadora. Primero le empujó la imagen justiciera que le llevó a matar y ahora busca la visión del escape, del paisaje milagroso por donde sabrá fugarse y disfrutar de un mundo en orden con una cartera cargada de dinero. — El pasaje, por favor. Oiga, padre, despierte, tengo que marcarle el pasaje. — Ah, sí, perdona, hijo. El pasaje… No lo tengo. No me dio tiempo. Voy a una extremaunción, no pude sacarlo, lo pago ahora. — ¿Va a atender a una muerte? — Sí, hijo, sí, así Dios lo ha querido. — Por favor atiéndame a mí, sálveme, deme a mí la salvación eterna, padre, se lo ruego, llevo muerto una infinidad de tiempo haciendo este trabajo de porquería. El revisor se puso de rodillas y tras él aparecieron muchos otros: cura, enfermeros, policías, bomberos, presidentes de esto y aquello, ricos y pobres con el común denominador del vacío y la estupidez, y él les regalaba los santos óleos en un circuito de felicidad impagable porque todos, absolutamente todos, le

S pe s

agradecían que les ayudara a desaparecer de este mundo con placidez, bondad divina y generosidad supina.

E

l falso cura quedó exhausto. Le despertaron cuando ya no quedaba ninguna estación por delante. Se acabó el recorrido. Le invitaron a descender de la máquina. No se resistió. Bajó por la escalerilla y caminó bajo la lluvia un largo trecho, protegido por paraguas que portaban monaguillos jóvenes, muy atentos, que le llevaban a la catedral de León, un estilo gótico espectacular con un sinfín de vidrieras medievales. Cayó de rodillas, el sonido de sus huesos en el suelo alarmaron a la concurrencia. Cientos de feligreses le miraron y adoraron y corrieron a besarle las manos… hasta que sonrió y habló: “Es esta la visión que he esperado toda la vida, amigos míos, una visión que al fin me dará la tranquilidad eterna”. Todos se detuvieron para escucharle pero volvieron a circular a su alrededor, a besarle los pies y las manos, a pedir su bendición, a consagrar la sangre derramada, a clamar al cielo por la paz de los difuntos y la consagración de la primavera y la sabrosura de los hot dogs de New York y las gloriosas tetas de la muchacha que hace la limpieza.

P

edro Mariscal de las Morenas continuaba dando bendiciones cuando le detuvieron montando una moto. Le acusaron de exceso de velocidad. Firmó la multa y continuó viaje con su falsa sotana en una moto robada. Tenía una protección divina que impedía que le pasara nada grave. Y allí donde iba todos le adjudicaban un poder omnímodo, su mirada daba paz, sus manos seguridad, su andar, sabiduría. La voz de su madre reapareció

Un ica

una mañana en que él desayunaba un espectacular servicio de dulces y salados ofrecido por una creyente enamorada. Devorando como un salvaje vio a su madre, joven y hermosa, ocupando toda la ventana: “Ahora sí que te apruebo, zopenco, ahora sí, mátalos a todos y róbales. La bondad es un servicio que no puede regalarse”.

P

edro Mariscal sonrió, terminó de comer cuanto quiso, bendijo a la familia que le había acogido, besó las manos de las damas, estrechó la de los varones y salió a caminar feliz y olímpico, libre al fin de la voracidad de mamá, se quitó la sotana y los pantalones, y desnudo se dejó estrellar por un camión cargado de bombonas de gas.


Pá gin a

12

S pe s

Un ica

Sobre el feminismo y otras militancias militancias, por Roberto Langella Para mi amiga Lorena Kalemberg (ella tradujo los pies de las fotos)

peligroso. Porque ―es peligroso‖ que no sientas tales necesidades, las del común de los hombres (no en el caso de las mujeres… ¿por Cuándo fue que se instaló qué?). la idea de que el hombre, Y digo ―someramente‖ por dos para ser hombre (macho, razones: 1º) Si acaso un hombre – eminentemente varonil) debía en su imaginación– pudiera satistener un apetito, una avidez facer plenamente su manifiesta sexual desenfrenada? voracidad sexual, esto sería por Desde chicos, en el colegio, en extenuación, casi por desmayo, o el club, si no manifestabas una por quedarse dormido. Pero al urgencia sexual desenfrenada, despertar su urgencia sexual descontrolada (que solo podría prácticamente volverá a fojas cero, satisfacerse someramente en la o al cabo de un día. 2º) Porque cantidad, por definición jamás tampoco es sólo una cuestión de podría ser en la calidad), cuancantidad, también lo es de variedo menos ibas a pasar por ser dad; el sueño del hombre no es considerado ―un tipo raro‖, sólo mantener (obtener) la mayor alguien que necesita de tratacantidad de relaciones posibles, miento psicológico, que suscita además, el ideal será con la mayor algún grado de desprecio, y has- cantidad de mujeres posibles, de ta se puede llegar a considerar todas las estaturas, colores, densidades, y aún más, nacionalidades o etnias. Lo de la cantidad por sobre la calidad queda claro. La urgencia nunca puede tener pretensiones de calidad; la urgencia es una necesidad enferma, extrema, desbordada, desaforada. Esta idea de que a diferencia de la mujer el hombre tiene una necesidad de sexo en cantidad y en variedad extrema –lo que además, insisto, confirmaría su hombría– es completamente cultural, se ha venido trasvasando de generación en generación, se ha naturalizado y legitimado a través de tradiciones, de actos y “Para el momento en el que termine, actitudes, se ha hecho literatura nadie te querrá. Te destruiré” -Mi atacante “Trabajas en un centro de y cine en base a esta realidad; es ayuda para víctimas de abuso a partir de esta idea como nos sexual, debiste verlo venir” -Mi herrelacionamos hombres y mujemano.

¿

res desde siempre, en la calle, en los transportes públicos, en las escuelas y universidades, en los hospitales, en los bares y locales bailables nocturnos, en nuestras casas, en las redes sociales; no importa que seas joven o anciano, es la idea que se sostiene consensuadamente, aún en dirección a los niños. En su aspecto más costumbrista, es lo que sostiene el pintoresquismo del ―piropo‖, que un hombre vaya por la vida, a diestra y siniestra diciéndole a las mujeres galanterías, cuando no guarradas. Ésta es, como digo, una idea legitimada y naturalizada, ―normal‖, así considerada. Y para la sociedad ―normal‖ que así la asume, la exageración de esto –el delito– es la violación. El violador es aquel tipo que consuma el ideal que todos los demás expresan, obtener sexo en cantidad y en variedad, no importa el medio. Dirán que simplifico. Cuando un hombre ―normal‖ le dice a una mujer ―te parto‖, está obviando el medio. Es una broma, está jugando a que es un violador. Se ha instalado en la sociedad que esto no está mal, que hasta es gracioso. Quién no le ha dicho alguna vez a una mujer ―te parto‖, aún cuando quizás hace unas horas nos hemos indignado con un caso de violación concreta, de los tantos que aparecen en los informativos. El tema es que con aquella idea inicial se da un sustento, una cierta verosimilitud, al acto de la


Pá gin a

13

S pe s

Un ica

padre, la de su abuelo, la de comporta como el más común sus ancestros. Es un mandade los mortales… ¿contra qué to familiar que sienta y se era que estaba militando? exprese así, es un mandato En alguna de sus novelas, la essocial. Ningún hombre sabrá critora escocesa Kate Atkinson decir racionalmente a qué se dice que probablemente ya no debe tal urgencia, tal apetito, exista un solo hombre que mees como si su pene tuviera rezca la atención de una mujer. vida propia, como si se trataEs probable que sea cierto, es ra de un demonio que lo probable que las mujeres más domina. inteligentes y más sensibles ya se ¿Pero y quién y para qué fue hayan dado cuenta de eso, y que que se instaló esta idea, esta estén obrando en consecuencia. convención? Sin llegar al extremo de Valerie Alguien dijo ―divide y reiSolanas, que propuso el exterminarás‖. La especie humana nio del hombre, del macho, coestá dividida y confrontada mo solución a este tema, sin sus partes en cientos de subdudas una nota de esta naturaleza no puede ni profundizar ni “Él dijo que tú le diste permiso. Es su grupos, sean por etnia, napalabra en contra de la tuya” cionalidad, religión, creencias abarcar toda la complejidad que “Obviamente, cometiste un error de políticas, etc. Fundamentalcomprende. borracha y tal vez estar avergonzada mente está dividida en mujePero no menciono a Valerie de ser lesbiana” - Policía mujer porque sí, lo hago porque el ca(entrenada para la investigación de res y hombres, confrontada casos de abuso sexual) en feminismo/machismo, so de Valerie es un tema tabú hasta llegó a hablarse, en los aún en la actualidad. De la misviolación. Un violador es un ’60, de una ―guerra de los ma manera que lo es el asunto hombre normal ―que exagera‖, sexos‖ (concomitante con la de esta nota. Un tabú, aquello de es nada más que un desaforado. Guerra Fría de por entonces, lo que no se habla. Yo vuelvo a preguntarme: llamativamente). ¿Cuándo fue que se instaló la El capitalismo parece ser el maidea de que el hombre, para ser yor beneficiario del ―divide y hombre (macho, eminentemente reinarás‖, en todos sus aspectos. varonil) debía tener un apetito, El capitalismo, que sobrevive una avidez sexual desenfrenada? gracias a la explotación de fuer¿Quién o quiénes la instalaron, y tes sobre débipara qué? les, gracias al ¿Nos modifica realmente de masometimiento nera sustancial la vida, el hecho (la vejación, la de haber mantenido mayor canti- violación), gradad de relaciones sexuales?, ¿un cias a la fabricahombre que tuvo cien relaciones ción de armaes mejor en algún sentido que mentos y de uno que sólo tuvo diez? guerras. Bueno, no, no lo creo. La calidad Entonces, me de sólo una relación sexual podrá pregunto, cuanmodificar sustancialmente la vida do un militante de un hombre, no la cantidad. anti-imperialista, “Esta noche haremos lo que mami y papi están Cuando a un hombre se le escuanti-capitalista, haciendo” -Mi primer violador Derecha: “Ésta es la cha expresarse ―como macho‖, en su trato hacia ÚNICA manera en la que yo podría estar con una chica como tú” -Mi último violador en su voz puede oírse la de su las mujeres se


Pá gin a

14

S pe s

Un ica

Por qué no soy vegetariano (tercera parte) William T. Jarvis Traducción castellana: Dr. José Luis Torres Carbonel La versión original en inglés está disponible aquí: http://www.acsh.org/publications/priorities/0902/vegetarian.html

¿Comiendo según el Libro?

quién eres que juzgas al criado ajeno? (Romanos 14:2-4)

E

También parece condenar al vegetarianismo:

l vegetarianismo del Adventismo del Séptimo Día está arraigado en la Biblia, según la cual para la comida Dios dio a los humanos "...toda planta que da semilla que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla..." (Génesis 1:29). Dijo que la carne se ha vuelto una parte de la dieta humana después del Diluvio, cuando toda la vida de las plantas había sido destruida: "Todo lo que se mueve y vive, os será para mantenimiento" (Génesis 9:3). Enseñan los adventistas que la introducción de carne en la dieta humana en ese momento disminuyó el tiempo de vida humana de más de 900 años de los primeros humanos a "las tres partes y diez" hoy. Sin embargo, la Biblia advierte contra confundir prácticas dietéticas con conducta moral: Porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo.... (Romanos 14:17) ...nadie os juzgue en comida o en bebida o en cuanto a días de fiesta (Colosenses 2:16) Porque uno cree que se ha de comer de todo, otro que es débil come legumbres. El que come no menosprecie al que no come, y el que no come no juzgue al que come... y ¿tú

Pero el espíritu santo nos dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas inspiradas por demonios. Estos enseñantes dirán mentiras con aspecto honrado y lo harán tan a menudo que no molestará a sus conciencias. Dirán que se prohibirá casarse y mandarán abstenerse de alimentos que Dios creó para que con acción de gracia participasen de ellos los creyentes y los que han conocido la verdad. Porque todo lo que Dios creó es bueno, y nada es de desecharse si se toma con acción de gracias. (I Timoteo 4:1-4, Biblia Viviente) La pionera de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, Ellen G. White, (1827-1915) fue una defensora del vegetarianismo aunque ella no lo practicó. Como el Grahamites de su tiempo, ella enseñó que gradualmente la tierra habría de volverse más corrupta, con enfermedades y calamidades peores, y la comida — particularmente las comidas animales — insegura. En 1902 escribió que en el tiempo por venir el uso de la leche será interrumpido. Aunque White era una defensora de la ciencia y principalmente responsable por hacer Adventismo del Séptimo Día y cuidado de la salud una empresa basada en la

ciencia, claramente ella no se anticipó a los adelantos del siglo XX en salud pública y ciencia médica. A pesar del registro de la longevidad ahora disfrutada por personas en las naciones desarrolladas, los defensores vegetarianos dentro de la iglesia cogida a la histeria del día del juicio final de los años 90, ha decidido que ha llegado el tiempo de suspender todas las comidas animales y está predicando el veganismo fervientemente.

Al este del Edén

E

s posible proporcionar todos los nutrientes esenciales sin usar comidas animales, excepto la vitamina B12. Por otro lado, es posible proporcionar todos los nutrientes esenciales con una dieta sólo compuesta de carne. La adecuación dietética personal — incluyendo el valor de una dieta como la fuente de nutrientes esenciales y su valor como preventiva— para uno mismo y otros, es la principal consideración dietética de los vegetarianos pragmáticos. En contraste, la atropellada consideración dietética de los vegetarianos ideológicos varía con la ideología particular. Típicamente, su motivación es una mezcla de preocupaciones física, psicosocial, social, y moral, a menudo religiosa. Un problema incesante para los Adventistas del Sépti-


Pá gin a

15

mo Día que se casan con la ideología "regreso al Edén", es la ausencia de una fuente de alimentos no animal de vitamina B12. Un vegetariano Dietista Registrado que escribió una columna para la revista de una iglesia me preguntó si yo pensaba que los veganos podrían obtener vitamina B12 de los vegetales orgánicos que no eran lavados antes de la ingestión. Yo opiné que sería mejor comer alimentos animales que residuos fecales. Ella estuvo de acuerdo. Una suposición perenne entre los vegetarianos es que el vegetarianismo aumenta la longevidad. En el último siglo, los Grahamites — devotos de la filosofía "higiénica" Cristiana de Sylvester Graham (17941851)— enseñan que la adhesión al estilo de vida del Jardín del Edén habría finalizado la reclamación en la humanidad del potencial para la superlongevidad, tal como se le atribuyó a Adán (930 años) o a Matusalén (969 años). Yo discutí este asunto hace 25 años con un médico del Adventismo del Séptimo Día que era decano de la Universidad de Loma Linda (LLU), Escuela de Salud. Aunque admitió que los vegetarianos de Adventismo del Séptimo Día no habían mostrado espectacular longevidad, afirmó que esa longevidad antediluviana pudo ser posible por la secuencia de varias generaciones de vegetarianismo. Las revistas del Adventismo del Séptimo Día publicitan a los centenarios y a menudo atribuyen su longevidad al

S pe s

estilo de vida del Adventismo del Séptimo Día. Sin embargo, de 1200 personas que alcanzaron los 100 años de vida, señalados entre 1932 y 1952, sólo cuatro eran vegetarianos1. Yo continúo preguntando: ¿En qué parte de la Tierra está la excepcionalmente longeva población de vegetarianos? Los hindúes han practicado vegetarianismo durante muchas generaciones pero no han impuesto records de longevidad. A lo mejor, el conjunto de datos científicos de apoyo de la investigación relacionados con la nutrición apoya el vegetarianismo sólo tentativamente. La incidencia de cáncer colo-rectal entre los mormones no vegetarianos es más bajo que esos de Adventismo del Séptimo Día2. Una revisión de poblaciones de bajo riesgo para el cáncer mostró que los veteranos de la Primera Guerra Mundial que nunca fumaron tuvieron el riesgo más bajo de todos3. Cuando los datos aumentan, el optimis-

Un ica

investigación, las estimaciones de riesgo para la fibra dietética y cáncer colo -rectal era cercanos a 0. Un análisis de un grupo de estudios sobre ingestión de grasa y el riesgo de cáncer de mama, que incluye los datos de Adventismo del Séptimo Día, no mostraron ninguna asociación5. Una dieta sin carne puede facilitar el control del peso porque es una forma de restricción de comida. Pero uno no necesita eliminar la carne para mantener un peso saludable, y hay muchos vegetarianos en sobrepeso. Ciertamente la prudencia y la selectividad ensombrecen la mera abstención de consumir productos animales. CONTINÚA EN EL PRÓXIMO NÚMERO

1.

O. Segerberg. Living to Be 100: 1200 Who Did and How They Did It. New York: Charles Scribner's Sons, 1982. 2. J.L. Lyon, M.R. Klauber, J.W. Gardner, and C.R. Smart, "Cancer Incidence in Mormons and Non-Mormons in Utah, 1966-70," N Engl J Med 1976; 294:129-133 (p.132). 3. J.E. Enstrom. "Cancer Mortality among Low-Risk Populations," CA - A Cancer Journal for Clinicians 1979; 29:352-61.

mo de que la dieta es un factor significativo en el cáncer parece estar disminuyendo. Un análisis4 de los estudios de casocontrol de cáncer colorectal y fibra dietética mostraron que, en los estudios con los mejores métodos de

4. C.M. Friedenreich, R.F. Brant, and E. Riboli. "Influence of Methodological Factors in a Pooled Analysis of 13 Case-Control Studies of Colorectal Cancer and Dietary Fiber," Epidemiology 1994; 5:66-79. 5.

D.J. Hunter et al. "Cohort Studies of Fat Intake and the Risk of Breast Cancer. A Pooled Analysis," New Engl J Med 1996; 334:356-61.


Pá gin a

16

S pe s

Un ica

é é á í

í

í

í ó ó í ó

ó ó ó

í í í

í

í

í á

é ó

í ú

ó í

í

í ó

í

í

ó

ó í é

ú

í á

ó á

ó ñ

í ñ á

é á

á

í ó é

í


Pá gin a

17

S pe s

ó

Un ica

í

ñ é ó í

í ó

ó í

í

í

í

í

ó

á ó

ó ó ñ ó

ñ á ó ó

ñ ó ú ó

ó ó

– ó –

ú ó

ó

ó í

ó

ú é

ó

í í í


Pá gin a

18

S pe s

á ñ á

ñ í ó á

ó ñ

ñ ó ó ó ó

ó

Un ica


Pรก gin a

19

S pe s

Un ica


Pá gin a

20

S pe s

Un ica

Para Patricia Highsmith (Fort Worth, Texas, Estados Unidos, 1921-Locarno, Suiza, 1995) lo primero fue escapar, y bien lejos, a Europa, donde como muchos artistas norteamericanos logró crear su propia vida creativa, mientras otros creían en el sueño americano de ir de la nada a las más altas cotas de la miseria, que decía Groucho Marx.

P

atty Highsmith fue una

la ficción amó con

hermosa muchacha que

especial delicadeza,

deambuló con sus

prestándole muchas

lésbicas tendencias por una so-

atenciones a un hom-

ciedad machista y mediocre co-

bre que salió de la

mo pocas. Escribió novelas don-

marginación en que se

de prevalece la angustia por ser

encontraba a partir de

uno mismo contra viento y ma-

un asesinato bien medido y muy

be, y de un cinismo natural que

rea, marginado en distintos gra-

justo para cualquier lector sin

le permitirá encarnar al persona-

dos (por ejemplo: joven rico

prejuicios; ese es el bueno e im-

je más cínico de la literatura dis-

abrumado por su padre a quien

placable, el amable y frío, el se-

tribuido por cinco obras en las

intenta matar de un modo suma-

ductor de hombres y mujeres sin

que jamás se considera que deba

mente original, Extraños en un

intenciones sexuales, el millona-

ser castigado por nada. [Con los

tren); en los que la búsqueda del

rio que a veces tiene dificultades

años hubo lo menos cuatro pelí-

amor suele ser una aventura

económicas, el crack que nunca

culas muy distintas entre sí].

egocéntrica, narcisista sin réplica

muere habitando mil y un peli-

En A pleno sol, un hombre le

posible, pero con abundante vio-

gros en cinco novelas: Tom Ri-

encarga a buen precio ocuparse

lencia (Ese dulce mal, Mar de fondo,

pley.

de encarrilar a su hijo: todos

El grito de la lechuza…). Una sola vez publicó una historia de amor entre mujeres, muy dulce y muy interesante, sin crímenes de por medio, que dejó para el final de sus días. La última que escribió: Small g.: un idilio de verano. Si fueron mujeres quienes motivaron sus más profundas emo-

Nueva York, 1941

tienen mucho dinero, Ripley se

1. A pleno sol (The talent of

acerca con la excusa de una anti-

Mr. Ripley, 1955).

gua amistad, pero es despreciado

T

guita, y lo mata y asume su per-

por el arrogante Dickie y su ami-

ítulo en castellano

sonalidad, su pasado, su futu-

aportado por la pelícu-

ro…

la homónima que diri-

gió estupendamente René Cle-

ciones, cómo y de qué manera

ment con Alain Delon: belleza

nunca lo sabremos. Sabemos a

insólita en el cine de la época

ciencia cierta, en cambio, que en

(1960), delicado y sensual, imber-

… Había hecho el propósito de engordar un poco, ya que la ropa de Dickie le venía holgada y, además, Dickie tenía la cara más gruesa que él. En-


Pá gin a

21

S pe s

Un ica

dros, un pintor que

bre bueno y pobre que se torna

sigue creando pero

admirable justiciero. Ambos

en realidad está

tienen en común deplorar el

muerto, personajes

asesinato ―excepto cuando no

inesperados que

hay otra alternativa‖.

habrán de ser eliminados… Alain Delon, modelo de Ripley

tonces entró en un bar y pidió un emparedado de jamón y un vaso de leche caliente al ver que su vecino de mostrador lo estaba tomando. La leche apenas tenía sabor, era algo puro y a la vez purificador, tal como Tom imaginaba que debía de ser una oblea al tomarla en la iglesia.

(The Boy Who Followeed

Era una suerte, pensó, que los franceasí cualquier perro podía haberse acercado a oler las ramas que ocultaban el cuerpo, y sus ladridos se hubiesen oído a un kilómetro de distancia… El cadáver cayó en el interior de la fosa con un golpe sordo que a Tom le pare-

2. La máscara de Ripley

jersey con escamas de jabón fino que

(Ripley Underground, 1970).

tomó del baño de Heloise. Después se durmió estupendamente hasta las diez

H

de la mañana.

años en escribir la segunda parte. En-

tremedias: novelas y cuentos, algún ensayo, venta de derechos para guiones de cine, televisión, radio (más de 20). Ahora descubrimos a un Ripley con buena reputación, casado con Heloise, una atractiva heredera francesa con la que mantiene una relación de gran camaradería y mutua libertad. Ella nunca estará suficientemente informada de sus andanzas ilegales, pero lo sospecha todo y colabora en lo que puede. Falsificaciones de cua-

Ripley, 1980)

ses atasen a sus perros, pues, de no ser

ció una música deliciosa… Se lavó el

ighsmith tardó 19

4. Tras los pasos de Ripley

F

rank Pierson es un joven que tras matar a su millonario padre se

pone en manos de Ripley, a quien admira desde antes de conocerle. No es Tom Ripley bisexual ni se le ha visto en ninguna situación especialmente apasionada con nadie, pero aquí su protección del muchacho, siendo completamente asexuada, exhibe una pátina de sensualidad

3. El amigo americano

encantadora, a tal punto que se

(Ripley game, 1974)

viste de mujer para salvar a su

J

joven amigo. onathan es un modesto fabricante de marcos

Tom tuvo que reconocer que no le

felizmente casado y con

hubiese gustado analizar o revivir los

un hijo. Es escogido para asesi-

siete u ocho asesinatos que había come-

nar a dos mafiosos, ya que pade-

tido… Siempre había un secreto cu-

ce una leucemia irreversible y

rioso, además de horror, en el acto de

esta acción le permitirá dejar una

quitarle la vida a otro ser. Quizá la

fortuna a su familia.

gente no quería afrontarlo porque

Historia de creciente interés en la

sencillamente era incapaz de compren-

que Ripley tarda en adquirir pro-

derlo.

tagonismo, y lo hace en un sentido nuevo, solidario, ante el hom-


Pá gin a

22

S pe s

5. Ripley en peligro (Ripley

Desde el asiento del

Under Water, 1991).

conductor tiró de un extremo de la cuer-

U

na pareja norteamericana altera la confortable existencia de

TR. Su mundo se trastoca peligrosamente, aunque, eso sí, en una obra menos elaborada que las anteriores. Sin embargo, es

da para poder cerrar la puerta.

P

atricia Highsmith

amó, protegió

muy interesante porque es la des-

admiró a un per-

pedida del personaje en un ―para

sonaje brillante e

siempre‖ absoluto, y quien ha

ingenioso,

llegado hasta aquí hará el esfuer-

además de va-

zo de acompañarle en su periplo

liente, en un

con momentos muy logrados:

mundo de gran injusticia y cruel-

Las cinco novelas de Tom Ripley

dad. Al pasar por España concedió entrevistas con moderada amabiHighsmith urdiendo sus tramas

lidad y simpatía. Un periodista le

preguntó si tenía una idea conceEl bulto goteaba un poco. Tom lo notó

bida sobre la gente en general.

mientras se bamboleaba con él hacia la

Encendió un cigarrillo, fumó

camioneta. En el umbral de la puerta

placenteramente y echando el

se había quedado paralizado por la

humo por la nariz y la boca, res-

sorpresa durante varios segundos. ¡No

pondió: Mi imaginación funciona

debía dejar que le volviera a pasar algo

mejor cuando no tengo que hablar con

así! Mientras echaba la carga al suelo

la gente.

de la camioneta se dio cuenta de que no podía distinguir la cabeza de los pies.

Un ica


Pá gin a

23

S pe s

Un ica

Consultorio Astrológico Spesunica ! evo u ¡N

Informe de vidas pasadas: Nuevo servicio de Spesunica Los eclipses solares y lunares prenatales nos brindan información acerca del karma de un individuo, las características en conjunto de sus vidas pasadas y el correlato que de ello puede deducirse respecto de su vida actual. Esquemáticamente, podemos decir que por el signo zodiacal de su eclipse solar es que se indica las lecciones que ha venido el individuo a impartir a sus semejantes, mientras que el signo de su eclipse lunar es la guía de lecciones que necesita aprender para una ulterior evolución del karma. Un resumen de esto se agrega en el informe convencional de carta natal que nosotros brindamos desde nuestros inicios. Ahora ofrecemos una versión extendida, con una información realmente profunda, detallada, y lo más importante, de uso práctico, complementaria a la de la carta natal, por lo que, podemos agregar, ni siquiera es necesario para el consultante creer en la reencarnación ni en la teoría del karma. El informe se divide en dos partes: la referida al eclipse solar y la respectiva al eclipse lunar, ambos según el signo en que hubieran ocurrido. Por cada parte se detallan las expresiones consciente, inconscientes y transpersonales de sus influencias, y una valorable información acerca de la integración física, que brinda un pormenorizado detalle de la forma que tenemos de somatizar nuestras cuestiones kármicas, es decir, una valorable información acerca de las causas de nuestros problemas de salud, física y psicológica. Para la adquisición de este servicio no es necesaria la realización de la carta natal, pero insistimos que en absoluto esta información reemplaza a la de la carta astral, sino que la complementa y profundiza. Se trata de un informe de entre 15 y 20 páginas en formato A4, tipo de letra tamaño 11. Para ver un modelo de este informe, hacer click aquí. Para mayor información acerca de este servicio, por favor comunicarse a robertolangella@spesunicastrologia.com.ar.

www.spesunicastrologia.com.ar


Pá gin a

24

S pe s

Un ica

Se me cayeron las alas (parte 20) A la memoria de Eduardo Daniel Melgar

#356 21-nov-2010 11:29 Eduardo Daniel Melgar Ña Vera ha confesado con sus propias palabras: ha perdido un día y ya son dos. Creo que el deber de todo colaborador en este apartado es ponerse a ayudar a chelita a buscar esas horas perdidas con las bolas de cristal. Yo me he puesto a lijar al agua la mía y a despegarle las calcomanías de suite. Esto es urgente. Por lo pronto, creo que el pañuelo rojo que luce es un indicio para orientarse, si no es de Uruguay es una callecita parecida en la madre patria, mira contra el sol, al este, a las once de la mañana, para el lado del ríodelaplata y en su ojo derecho se refleja un surubí preocupado. En el otro, una ola charrúa se moja los recuerdos. A ver, compañía de chamanes aclounados, qué les dice el flequillo al viento, ¿otro murciélago disimulado? #357 21-nov-2010 12:00 Eduardo Daniel Melgar Aclaro: los que aparecen por este foro, todos tienen en alguna parte un murci disimulado que le dicta y le aconseja, al estilo daemon socrático. Puede ser un bigote oscuro, un flequillo, una barba o pelitos al viento. Ya no me preocupa el roschard, las mariposas están para otra cosa.

#358 21-nov-2010 15:54 Simón Domínguez Barahona Bueno conforme a la llamada a reunión extraordinaria de chamanes, desde el lado druídico respondo que los oráculos en el viento y en las hojas del gran roble sagrado me han descubierto algunos secretos, en los que, entre los más importantes, está el advenimiento diacrónico de los días restantes como espasmos cerebrales en cada persona quitados en un principio para encontrarles un mejor destino, es decir, se fue robado un día (que posiblemente no se lo utilice como es debido) para devolverlo lentamente unos segundos cada día para dedicarlos a la reflexión y pensar. Eso me han dicho los astros y los signos en el gran roble. Quizás sea una buena oportunidad para tomarse unos segundos al día y tan solo meditar. #359 21-nov-2010 16:47 Roberto Langella Disgamosló de una vez por todas, son muchos los días que se nos van de la vida, impensadamente y sin razón aparente. Conozco gente que se les ha vaciado la vida de días, de este modo. Y se quedan así, pensativos, viejos, solos, desterrados para siempre del almanaque. Es un tema angustiante, casi como el de ponerse a pensar acerca

del sexo de los ángeles. Dispensen si contribuyo al tabú, evitando este tema. #360 21-nov-2010 17:22 Eduardo Daniel Melgar Como dijo el decano de los poetas de Lomas, Julio Royano: "he dejado el vino, ahora tomo jugo de almanaque". #361 21-nov-2010 17:33 Roberto Langella Es así, los lomenses somos todos poetas, cosa de la que no se pueden jactar nuestros vecinos temperleyanos: "Civilización y barbarie", ¡ja!, pero por lo menos tienen ga y tiene lu, ¡no como los maricas de lanú! #362 21-nov-2010 17:36 Roberto Langella Todo el mérito es de Humbert-Humbert, el que se fue detrás de una Lolita. Nosotros nada más desarrollamos su escuela. #363 21-nov-2010 21:23 Simón Domínguez Barahona Que viva la humbertística y la humbertología; los humbertólogos estamos felices de nuestro pequeño espacio para pelearnos, reírnos, conversar de películas, minas y bandoneones... tómenlo así como un club bohemio-míticocinéfilo-ocultista de escrito-


Pá gin a

25

res....y el título del foro es aceptado para recordarnos a cada uno de nosotros que no podemos permitir que se nos caigan las alas. #364 22-nov-2010 20:45 Eduardo Daniel Melgar Por ahora, me veo como un pajarón. Hay alas, pero de papel afiche, me da la impresión de que el mundo gira en otro lado, por ejemplo en los foros de chistes adonde Alma fue a buscar risas que aquí no halla. El maestro Chust, no puedo creerlo, tantos links que uso de él. El resto, bueno, se lo merecen, son chicos, todavía juegan con globos y tocan pitos. Lo último que me esperaría es el colmo del capitán Beto (sin Paz le hace la guerra a todas las minitas) o al de Simón, el druida (no toca la armónica porque no sabe dónde va el aire) o el colmo de mí, reírme de un chiste que no entiendo. Brindemos don Félix, con jugo de almanaque frío y bailemos un rock lento con las chicas de 50. #365 22-nov-2010 22:43 Eduardo Daniel Melgar Un brindis con jugo de almanaque por Felipe. #366 22-nov-2010 23:09 Roberto Langella El mundo siempre anduvo dando vueltas en otra parte respecto de nosotros y eso se nos nota pior que si no nos hubiéramos bañado por unas cuantas semanas, mi querido Sueñero. A mí me encantan

S pe s

los chistes de colmos, uno se queda riendo como si hubiera metido los dedos en el enchufe. Por último, ¿para cuándo la versión Suite101 en guaraní?; ¡la quintacolumna paraguaya al poder! #367 23-nov-2010 4:18 Osvaldo Víctores Hola. Hace años me puse a hacer vinos, ya no; recuerdo uno que logré de uvas caletas, de esas que crecen en la zona costera, en realidad quedó muy bueno. Como dijo alguien que probó bastante de ese vino, "quedó achampanado". Me gustan los vinos caseros, el problema está en que no acidifiquen. Saludos Alma, brindo una copita por usted. #368 23-nov-2010 4:21 Simón Domínguez Barahona Eso si estuvo raro… #369 23-nov-2010 7:16 Eduardo Daniel Melgar Cuando Alma piensa en nosotros, suceden cosas. Deben aprender a leer crípticamente y mezclarlo con lo apócrifo. Si venimos hablando de los brindis y jugos, se supone que estamos brindando. Vamos, Simón, ¿un jugo de encina o de piedra? #370 23-nov-2010 16:40 Roberto Langella ¿Y si se tratara realmente así, de vino a secas?; a lo mejor

Un ica

el hombre es el mesías, y aquí nosotros despreciándolo. #371 23-nov-2010 17:20 Simón Domínguez Barahona Neee... yo prefiero un juguito de naranjilla que ni quiero ni puedo tomar alcohol... así que tomaré mi vaso de jugo ¡y salud, compañeros! #372 23-nov-2010 18:11 Roberto Langella A puro jugo nunca se le ve la cara a Dios, amigo. #373 23-nov-2010 18:31 Simón Domínguez Barahona Bueeno, hay otros psicotrópicos, jajaja... es que si tomo alcohol me muero (además de ser ateo)... ahí está por salir con fallas de fábrica... pero bueno, todavía existe la ayahuasca, jeje. #374 23-nov-2010 23:50 Roberto Langella Debe ser poderosa la ayahuasca, pero de solo pensar en su nombre me da terror. Vos quedate con eso y yo con el vino. No importa si Dios existe o no, lo importante es verle la cara.


Pá gin a

26

S pe s

Un ica

Las Horaciones de Horacio, por Horacio Otheguy Riveira

U

NA sola vez entrevisté

za es fundamental para salvar vidas y

mo acaba volviéndose loco, mezcla

a un directivo del Telé-

ayudar a encarrilarlas según su más

de pasión personal, exceso de ambi-

fono de la Esperanza

íntimo deseo. En el Puente de Wa-

ción y contagio ambiental.

en España. Me contó que la ma-

terloo, en Londres, y en otros puen-

yoría de las llamadas se daban por

tes del Reino Unido, como el de

intentos de suicidio o necesidad de

Newcastle, hay números de teléfono

que le convenzan ―de que mejor

impresos dirigidos a los que van allí

siga usted viviendo‖, o de que le

con ánimo de arrojarse al agua. No-

consuelen ―vivir siempre es mejor,

sotros igual, pero con aquella mujer

ya que la muerte es una desconoci-

no pude, ya había tomado sus pasti-

da‖; pero de pronto el hombre se

llas y su historia era terrorífica. Cuan-

relajó, llevaba una tensión muy

do salí de allí ya estaba muerta‖.

grande, se bebió un botellín de agua mineral y largó algo que necesitaba decirme imperiosamente:

Mire usted, una vez, no hace

D

ciano muy sabio, al que sin embargo

del mundo llamaría a un cura y que

cuando le vi maltratando a una joven

nos reclamaba a nosotros, los anó-

enfermera con el beneplácito de ella

nimos del Teléfono de la Esperan-

consideré que era Doctor Jekyll y

za a que la socorriéramos, y allí fui.

Mister Hyde: amable con las visitas,

La puerta estaba abierta, la mujer

déspota con el personal subalterno.

me recibió en la cama, al lado una

do las pastillas adecuadas con el mínimo sufrimiento posible, pero necesitaba ser escuchada. Me contó su vida. Una larga penuria que fue detallando hasta que le faltó el aliento. Para mí fue terrible porque el Teléfono de la Esperan-

y oscuro con pocas resoluciones sociales, pero admirables psicofár-

cos. La primera vez me

muriendo en soledad, que por nada

Sí, cuando yo llegué ya había toma-

siglo XXI: un mundo aún complejo

y la represión violenta.

pareció un tipo tan chiflado que no

C

del siglo XX, algo estancados en el

directores de psiquiátri-

traumas. La segunda vez era un an-

basto, la mujer sufría y se suicidó.

estilo, y en todos admiré los logros

des que antes obligaban al encierro

cia una mujer que decía estar

sociales, a veces amable, a veces

quiátricos de diferente

OS veces entrevisté a

le dedicaría ni quince minutos de mis

alguien diferente de los servicios

las habitaciones de psi-

macos para neutralizar enfermeda-

mucho me llamó con urgen-

silla de ruedas, cada día la socorría

T

RES veces anduve entre

L

A esquizofrenia, la paranoia, la psicosis… son estados del alma o la psi-

quis (durante mucho tiempo fueron sinónimos)… que durante siglos se reprimieron con extrema dureza. Hoy los que tienen mucho dinero, pero mucho, los encierran en clínicas de lujo para que no molesten, mientras a los pobres los asisten en

UATRO veces visité psi-

casa con servicios ambulatorios la

quiátricos como reportero.

mar de peligrosos: un par de días

Alguna vez me sentí identi-

sin tomar el medicamento y suce-

ficado con el protagonista de la pelí-

den las desgracias, los crímenes, la

cula de Samuel Fuller, Shock Corridor,

violencia imparable en familia o

Johnny Barrett, quien, entusiasmado

contra desconocidos.

por triunfar y conseguir el Premio Pulitzer entra en un psiquiátrico haciéndose pasar por paciente para investigar un asesinato producido en el centro hospitalario. Final: él mis-

L

A psiquiatría ha adelantado muchísimo en el perfeccionamiento de los

psicofármacos y las operaciones


Pá gin a

27

S pe s

cerebrales después de la segunda

SE duda de lo normal y lo anormal,

guerra mundial. Por ejemplo, en

pero llena está la clase dirigente de

España hasta los años 80, por la

anomalías que con suculentas canti-

mera sospecha de una enfermedad

dades de dinero pasan por ―cosas‖

mental te encerraban de por vida.

de ciudadanos adaptados a los

Pero hoy, en la jubilosa, hipócrita,

tiempos que corren, condenados

siniestra y a veces acertada demo-

con dificultad y excepcionalmente

cracia, sacan del hospital a un es-

por abusos sexuales y violaciones a

quizofrénico, le tratan con contro-

menores en hogares e instituciones,

les adecuados, pero en cuanto la

violencia psicológica y física contra

familia se descuida abandona las

mujeres aprobada por jueces que

medicinas y se lanza a la yugular de

incluso llegan a dictaminar que

cualquiera, convencido de que le

continúe la convivencia. En una

persiguen.

sentencia el maltratador aprovechó la visión de su señoría para rociar

I

NNUMERABLES investigaciones han sucedido a lo largo de la historia para inda-

gar, comprender, salvar a quienes padecen enfermedades mentales, pero durante siglos ha prevalecido el sadismo de los bien asentados socialmente frente a los diferentes hoy considerados iguales, reconvertido el concepto de loco por otros como trastorno de la personalidad, psicótico (no sabe lo que hace), psicópata (sabe lo que hace pero se niega a dejar de hacerlo).

A

diario paso por un par de clínicas madrileñas especializadas en estos

asuntos. En ambas hay servicios privados y públicos, con subvenciones del Estado, que se ocupan de solventar los gastos de tratamientos ambulatorios para desintoxicar fuertes adicciones: otra forma de alteración de la ―normalidad‖.

con gasolina a su ex esposa y prenderle fuego viéndola morir. Entre las llamas y los gritos de horror, la sonrisa del poder establecido. El asesino está en la cárcel, incapaz de arrepentirse, conviviendo tan a gusto con otros de su especie, al margen de miles que se confunden con la masa a diario: los ―normales‖ que desayunan hablando de los partidos de fútbol.

Un ica


Pá gin a

-

28

S pe s

Un ica

El otro lado (última parte), por José Luis García Ortego

¿Cómo que ―hemos‖? -Lo que digo, señor Pompa. Pero todavía hay más. –Se levantó y regresamos a la habitación. Sacó un guante del fondo del bolsillo de su chaqueta y se lo ajustó en la mano izquierda con lentitud-. Observe –dijo mostrándomelo-. Según me lo quito se va dando la vuelta, de tal forma que cuando por fin se despega de la punta de los dedos se queda del revés. Eso mismo puede pasar ahí dentro. Sé que lo que digo es difícil de comprender pero es una posibilidad. Es como si fuera la otra parte de un espejo. Desde la posición contraria el frente predominante sería el opuesto al que desde aquí tenemos. ¿Sería posible pensar en un opuesto de todo lo que somos si nos metiéramos dentro? Esa es una gran incógnita. ¿Qué habría sido del gato si hubiera sobrevivido a la falta del oxígeno? Todo esto escapa a nuestra comprensión por eso le digo que es importantísimo hacernos con el control del agujero con la ayuda de las mentes más claras del planeta… Es desesperante. Supongo que debió ver en mi rostro desencajado todo el horror que me producían sus palabras porque me miró asustado. -Silverio –dudé ante lo que iba a

decir. La situación excedía en mucho mis cometidos y mi responsabilidad. Estaba nervioso. Los últimos acontecimientos en el Ministerio lo complicaban todo -. Don Francisco ha sido cesado. –Pareció que todo su cuerpo que había aguantado una tensión tremenda se relajara de golpe. Quedó con la boca abierta esperando que le explicara cómo quedaba su situación-. Es muy probable que dejen de pagar todos estos gastos. Ocuparán esta vivienda para otros menesteres. Los acontecimientos políticos están creando nuevos tiempos y lo que ayer interesaba hoy no interesa lo más mínimo… -Mejor. El mundo tiene que enterarse ahora de esto. Este agujero sí que representa un cambio drástico en cualquier política. Algo que afectará al espacio tiempo de nuestro mundo que dejará en minucias los temas de siempre.

-Cada vez que habla me inquieta más, Silverio. -El Universo…; la física se estudiará ahora de otra manera. Además, es urgente controlar el crecimiento del agujero antes que sea imposible hacerlo. ¿Se imagina por un momento que el agujero sea como una montaña y pueda inclinarse hacia el frente y tragar pueblos enteros? Horrible… Mi imaginación podía desbocarse pero no en pensamientos de tal calibre. Siempre he sido mucho más práctico que otra cosa con el mundo actual. -He estado asomado prácticamente todo el día y todos los días… notando la velocidad de expansión. Una corriente apenas perceptible y la sensación de objetos en eternos viajes pasando no muy lejos de aquí… Llevando un rato el cuerpo tiende a introducirse por el agujero y huyes asustado… Puede tener una fuerza gravitatoria que absorba lo que se vaya poniendo a su alcance… -Silverio, es usted un auténtico gilipollas. No pude aguantar más. Los problemas se multiplicaban y era hora de ir resolviendo algunos. Saqué mi revólver y disparé al pecho del profesor. Dio un traspié y cayó sobre mí con un gesto de asombro. Me miró como si me pidiera


Pá gin a

29

auxilio y dejé que fuera derrumbándoseme poco a poco hacia el suelo. Luego lo arrastré hasta el agujero. Con grandes esfuerzos fui metiendo su cuerpo por la abertura hasta que por último logré colar sus pies. Me asomé al interior. Allí, en aquel espacio, lo vi. Creí que habría caído hacia abajo pero que va, se alejaba lentamente, engullido por la negrura. Antes de desaparecer, si aún le quedaba algún aliento de vida, supongo que me vio asomado por la extraña abertura en mitad de la nada. Su lado opuesto vería mi frente pero desde la dimensión contraria. Un cuadro fantástico de mi busto enmarcado en medio del espacio sideral. Pero tuvo que ser durante un segundo porque de inmediato sus ojos, ya turbios, se dieron la vuelta. Luego ya no divisé el cuerpo y me metí para adentro con rapidez porque me faltaba el aire. Por la noche regresé a la casa acompañado de un peón albañil. Bajó de la carreta una espuerta, un saco y un par de herramientas al tiempo que le daba órdenes escuetas. En la habitación misma hizo cemento y con él fue colocando ladrillos en el hueco de la pared. -No me había dado cuenta del frío que hacía afuera, señor. –Se detuvo mirando por la abertura a medio cubrir-. Juraría que antes no soplaba tanto el viento… -Por favor, termine de una vez – exigí con mal humor. -¿Qué ha ocurrido para que se haya caído toda esta parte de la pared? –Preguntó intentado entablar conversación. -¿Es usted imbécil o qué? ¿No le he dicho que se trata de un asunto oficial? No haga preguntas. Vaya más deprisa, no me gustaría ver amanecer aquí dentro con usted. Luego, una vez terminó, bastante contrariado por mis malos

S pe s

modos, recogió sus bártulos y lo dejó listo para que se secara. * *

A

ún hoy día me acuerdo del profesor Silverio y su descubrimiento. A los quince días mandé empapelar la pared y el agujero ya no existe, sólo existe en mi conocimiento. No sé si algún día se abrirá otra vez y aparecerá allí el cadáver de Silverio… Su cadáver opuesto. Y con él, algún mundo extraño, pero ya no sería un problema de mi competencia. Don Francisco ocupa un nuevo cargo. Sólo preguntó una vez por Silverio y le dije que había regresado a su pueblo. El gas revolucionario pasó a formar parte del archivo de expedientes sin resolver. Sigo trabajando a escondidas en un arma más convencional pero también muy interesante. Lo que no puedo es olvidar el descubrimiento de aquel buen hombre que cambió su sonrisilla irónica por una preocupación agobiante, igual que no olvido lo que me alarmaron sus palabras cuando aseguró que nuestro espacio, nuestro mundo, podía desaparecer y aparecer al otro lado del agujero, pero al revés. El proceso podía durar cien años o podía ser inmediato debido a su aceleración progresiva. De momento fui a la casa y la pared está en perfecto estado de revista. El papel decorativo ni siquiera está humedecido o roído ni ha cambiado de aspecto. Si para dentro de cien años el mundo se ha dado la vuelta como un guante al otro lado de la pared, yo estaré en otro destino sin que esa preocupación me altere lo más mínimo. Pero qué terrible para la gente cuando llegue el momento. El mundo al revés.

Un ica


Pá gin a

H

30

ace unas semanas apareció en Youtube un cortometraje de ficción titulado Ni una sola palabra de amor, hecho con material real. El realizador del corto, Javier “el Niño” Rodríguez halló dentro de una contestadora telefónica usada que compró en una feria, un mercado de pulgas, una cinta que contenía un singular registro de voz. En él se oía la voz de una mujer, María Teresa, se anunciaba cada vez a sí misma, intentando dar una y mil veces, hasta el hartazgo, con Enrique, un hombre que a todas luces no quería saber nada con responderle. Las llamadas-monólogos se suceden casi ininterrumpidamente en un lapso algo menor de 24 hs. En el corto, una actriz que representa a María Teresa mira a la cámara y actúa haciendo playback de ese testimonio real, verídico, histórico. El resultado es contagiosamente angustioso, además de la incomodidad de observar un hecho de la intimidad de alguien, un hecho triste por lo solitario, por lo patético del interés contra la indiferencia, el de una mujer adulta que no se entera que alguien no quiere saber nada con ella, en tanto no se le diga expresamente, con palabras. Finalmente –y ya evidentemente harto– aparece por último Enrique con su voz, para responderle, entonces la reacción de María Teresa es de sumisión total. A no confundir, es la historia de una obsesión, no una his-

S pe s

toria de amor. Antes de continuar con esta nota, aclarar que lejos está la intención de cuestionar la intencionalidad del realizador del cortometraje, al menos por ahora (“el problema no es lo que nos pasa, sino lo que hacemos con eso”, me decía el otro día una amiga). Agregar que desde la aparición de ese corto en Youtube se propagó de forma viral en pocos días. Hoy día 22 de agosto de 2013, el diario Clarín, en su versión online, saca una nota con el título Apareció María Teresa: la mujer real detrás del corto furor en la web, la mujer vive en las afueras de la ciudad de Mar del Plata, Buenos Aires, Argentina; tiene hoy 75 años de edad y dice que aquella cinta grabada data de 1998. Su relación con Enrique sigue siendo la misma, su vida no parece haber cambiado en nada. Los derechos de las personas son inalienables, no sé si legalmente lo son todos, pero sí al menos los fundamentales. In-

Un ica

alienables significa que nadie puede renunciar a algunos de sus derechos, ni siquiera voluntariamente. El derecho a la vida es inalienable, por eso intentaremos detener a quien trate de suicidarse, porque nadie tiene derecho a desprenderse del derecho de permanecer vivo. Nadie puede renunciar a su identidad, carecer de identidad, ni siquiera voluntariamente. Probablemente a María Teresa no le importe, quizás hasta le divierta el hecho de haberse “vuelto famosa”. Probablemente ahora la veamos pasearse por los programas de televisión, dar entrevistas, quizás hasta participe en algún programa como actriz. El diario Clarín encontró a María Teresa, la encontró porque primero la buscó, claro. Hace pocos días fue hallado el 109º hijo de desaparecido durante la última dictadura cívico-militar. Clarín no encontró a ninguno de esas 109 perso(Continúa en la página 32)


Pá gin a

31

S pe s

Un ica

La voz humana (1948), de Jean Cocteau y con Ana Magnani, el antecedente artístico de Ni una sola palabra para Alicia Cuando escribí este artículo y lo publiqué en el Fáquin blog, el pasado 22 de agosto, tal cual se presenta ahora aquí en estas páginas, preferí poner el foco en el hecho mismo del video y en su particularidad, el basarse en material verídico, de apenas quizás interés periodístico, para hacer un objeto que se pretende artístico, sin detenerme de modo alguno en la intención o el oportunismo del realizador Javier Rodríguez; no lo hice por una cuestión de extensión en el texto de un blog. Pero pensaba que un director de cine no anda buscando cintas olvidadas en contestadoras desahuciadas, y que si al hombre se le hubiera ocurrido un guión original tratando el mismo tema, nadie le hubiera prestado atención, es decir, que lo que el video de marras concita es el morbo del público. Por lo mismo, en el blog (ni en esta oportunidad) pongo el link al video de Rodríguez. Por no alimentar el morbo, y porque después de todo, el tema se popularizó tanto que es muy probable ya todos sepan de qué estamos tratando. Quién no, le basta con googlearlo. No obstante, me equivoqué respecto a que el tema sería completamente carente de interés de tratarse absolutamente de un hecho artístico, sin ningún material de archivo que lo sustente. En cuanto puse en tema a mi amigo Horacio Otheguy Riveira, él me refirió a este fragmento de la película de Cocteau, que trata exactamente del mismo asunto del todo desde la perspectiva del arte. De este material sí ahora pongo el link, aquí. En el cuerpo de este artículo mencionaba a El hombre elefante, una obra que podemos ver en cine o teatro, o alguien podría salir a filmar gente deforme, con que hacer un documental. Lo terrible sería que alguien pretendiera hacer arte a partir de imágenes verdaderas de verdadera gente deforme. Se podrá decir que Freaks (1932), de Tod Browning es prueba de esto, precisamente el usar reales ―freaks‖ (fenómenos) para la realización de esta película, lo que causó suficiente revuelo en su época y censura de la misma en muchos países. No vamos a detenernos ahora en el análisis de este caso, otra vez por falta de espacio. Solo decir que el arte es per se, sin aditivos, sin aditamentos. El arte es incuestionable y sirve tanto para exaltar lo más sublime de la condición humana como para denunciar sus miserias, y cualquiera sea los casos es impune, invalorable y por lo tanto incuestionable. El arte es sagrado, en algún punto se emparenta con lo religioso. El arte puede ser testimonial, emparentarse con el hecho documental y con el hecho periodístico, puede incorporar documentación—quizás sea lo que Browning hizo en su Freaks, incorporar documentación—pero nunca puede partir de la base, mejor dicho, no puede incorporar material de la realidad a su médula en una manipulación aberrante de su propia genética, sino por terminar corrompiéndolo todo. El arte es impune, pero la realidad no debe serlo. Se han cometido crímenes en nombre de Dios, no se puede violar la intimidad de nadie en nombre del arte, incluso aún con el consentimiento del violado, en la ilusión de que desde ahora se convertirá en una figura pública, como una diva del cine y con una posible proyección laboral remunerada. En este caso, ni siquiera hacía falta bajo ningún aspecto. Ya existía sobre el tema La voz humana (me dicta Horacio que entre otras tantas y numerosas versiones).


Pá gin a

32

S pe s

Un ica

(Viene de la página 30)

nas, por cierto. Recuerdo la película El hombre-elefante (en estos días se estrena una versión en el Teatro Astros de Buenos Aires), aquella escena en que acosado por la turba, desesperado, John Merrick grita: “¡No soy un animal!”. No, claro, no lo era, los animales no hablan ni reclaman por sus derechos. Las ferias de fenómenos, los freaks show, de itinerantes han pasado a instalarse en los plató de televisión. Nos hemos convertido todos en voyeurs y tu vida se puede convertir en un reality show en cualquier momento, basta que te dejes una cinta olvidada dentro de una contestadora que vas a descartar por vieja. El problema –dicen, nos quieren hacer creer– son los satélites con los que saben de nuestras vidas en cada deta-

lle, con los que nos vigilan. La vida y la condición humana son de por sí patéticas, finitos como somos dentro de una bola con centro en todas partes, borde en ninguno, que quién sabe no se trate todo así de un enorme sin-sentido. Podés encoger-

te de hombros y decir que no sos filósofo ni religioso, y está bien, no es obligatorio ser moral. Pero sí lo es ser ético. La ética es al ateísmo lo que la moral a la religión. Gracias por la atención.

Textuales ―Esta puta sensación de llegar siempre tarde, de pasar por las cosas sin tocarlas, de perder el tiempo tratando de hacer algo importante…‖. Joan Manuel Serrat. ―Llevo en mi mundo que florece todos los mundos que han fracasado‖. Rabindranath Tagore. ―Muere lentamente quien evita una pasión y sin remolino de emociones, justamente éstas que regresan el brillo a los ojos y restauran los corazones‖. Pablo Neruda. ―...Y cortar las amarras lógicas, ¿no implica la única y verdadera posibilidad de aventura?‖. Oliverio Girondo. ―Elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida‖. Confucio. ―Cinco minutos bastan para soñar toda una vida, así de relativo es el tiempo‖. Mario Benedetti. ―El automóvil, el televisor, el video, la computadora personal, el teléfono celular y demás contraseñas de la felicidad, máquinas nacidas para ―ganar tiempo‖ o para ―pasar el tiempo‖, se apoderan del tiempo‖. Eduardo Galeano. ―Los viejos sueños eran buenos sueños. No se cumplieron, pero me alegro de haberlos tenido‖. Meryl Streep.


Pá gin a

33

S pe s

Un ica

Prohibido fumar fumar, por Chabela Ximénez

T

umbado en la cama del hospital Darío mira la ciudad por la ventana. Llueve. El vaho empaña los cristales y unos gorriones se refugian en el pretil, ajenos a la presencia de la muerte que va recorriendo las habitaciones de ése ala, el ala de los afectados. Intenta recordar cómo empezó todo. Hacía apenas un mes se consideraba un hombre con salud. Caminaba una hora al día, comía sano y apenas fumaba medio paquete de cigarrillos al día. Pensaba dejarlo a principios de año, como casi todos los españoles, pero tampoco era la prioridad de su vida. Un cuarentón saludable, eso es lo que era hacía un mes. Sonrió pensando en cómo había intentado ahorrar el último año para ese viaje al Caribe y lo poco que en ese momento le importaba. Realmente había sido casi obsesivo. Redujo sus visitas a las cafeterías y suprimió las cervezas de los partidos de fútbol, dejó de ir al cine dos veces por semana y dijo no a muchas de las reuniones de compañeros,

que siempre terminaban al amanecer, no se compró nuevos zapatos esa temporada ni cambió de modelo de coche como tenía previsto desde el año anterior. Incluso había ahorrado al cambiar su marca de cigarrillos por aquel nuevo a mitad de precio que tanto anunciaban. Tanto esfuerzo para nada. Empezó a sentirse mal un miércoles por la

mañana. Le dolían el estómago y la garganta y no tenía ganas de comer. Salió a caminar su hora acostumbrada y no pudo casi llegar a la cafetería. Estaba agotado después de apenas tres kilómetros. Desayunó y salió a la calle a fumarse un cigarrillo, con la nueva ley ya ni siquiera se permitía el de después del café en el interior y en la calle también había prohibiciones. Tuvo que apagarlo porque había niños por la acera a menos de cincuenta metros

y no quería que la policía volviera a multarlo esa semana. Fumó su cigarrillo en el camino hacia el coche, justo antes de conducir porque tampoco estaba permitido. Se desvaneció aparcando en la puerta del trabajo. Luego vinieron las pruebas, el ingreso, la operación, los sedantes... Le quedaban sólo unos días, lo presentía, se lo decían las caras de los médicos. También las de aquellos hombres del gobierno que preguntaron qué marca de cigarrillos consumía y sumaron su nombre a la larga lista de afectados por aquella enfermedad misteriosa.


Pá gin a

34

S pe s

Un ica

¿ MEDICIÓN DE LA TEMPERATURA

A

hora bien, ¿cómo MEDIR ese nivel de equilibrio? Nosotros venimos equipados con muchos sensores de temperatura en la piel, en todos lados, para no andar calentándonos al divino cuete (o enfriándonos), pero, lógicamente, esa es una medida CUALITATIVA. Cualquiera se quema con una pava hirviendo, verbigracia. Pero un día de primavera, de esos de 25º C, para algunos está lindo y para otros hace frío. Si bien esto sirve para amenizar charlas cuando no hay mucho tema, sería útil encontrar un aparato tan aburrido que siempre dijera lo mismo cuando el nivel de desorden molecular fuera el mismo. ¿Está lindo afuera, vecino? 25 grados, don. LA ESCALA CELSIUS

H

ubo muchos intentos por lograr un aparato así. Pero me quedo con el de un tal Celsius, Juan Carlos, o ―Cacho‖, para los amigos, que retomó algunas de las ideas de Torrichelli: el aburrimiento, la bombilla, el mercurio, el vacío. Sólo le agregó un concepto más: el mercurio, como cualquier cuerpo, se agranda ante el quilombo como cualquier futbolista argentino comprende-. Y, claro, ponele que sos el mercurio; te dicen plomo, te rempujan para todos lados, hasta que tus propias moléculas se empiezan a poner cachondas y empiezan a hacer pogo con las de adentro. Y el cuerpo del mercurio se va agrandando. Eso es justo lo que

aprovechó Celsius para hacer su escala. Cuanto más grande es el mercurio, más despiole, dijo. Bueno, en realidad, en vez de despiole dijo temperatura, que es más o menos lo mismo. Pero tenía que encontrar algo que le dijera ―CERO‖ y algo que le dijera ―UNO‖, como cuando hicimos el manómetro, ¿te acuerdas? Como apenas se sabía poco y nada de la temperatura, más que los datos cualitativos que les daba nuestro cuerpo al funcionar, eligió como cero cualquier cosa. Algo que le pareció fijo y que cualquiera pudiese hacer en su casa. Ya desde la antigüedad se sabía que el agua, cuando se va congelando, siempre aspecta igual a nuestros sentidos, así haya poco hielo o mucho hielo. Ese punto de temperatura, llamado Punto de Congelación, parecía bien fijo y duraba mucho en el tiempo, hasta que toda el agua líquida se congelaba, o hasta que toda el agua sólida se fundía, se derretía. Y por eso lo eligió como su temperatura ―CERO‖. Aunque de cero, señor, no tiene nada, diría Larralde. Porque en el hielo, (repite la estrofa), porque en el hielo todavía quedan muchos choques inter (e intra) moleculares, señor. Y por ende, mucho calor por retirar. O sea que la temperatura ABSOLUTA nunca puede ser cero cuando todavía la podrías enfriar mucho más, señor. Y bueno, pobre Cacho / por algo había que empezar / y el tema después se zanjó poniéndole cifras bajo cero / cuando estaban los cuerpos menos calientes que en el cero. / Peor fue otro científico / Fahrenheit, un Inglés / que

quiso solucionarlo parcialmente haciendo una escala que arranca más abajo / pero que sigue siendo tan arbitraria como la Celsius / Y hasta parece mentira / pero es cosa señalada / ellos la siguen usando / de puro tercos que son. / Turingui te tongui tongui. / Turingui te tong y tongg. Bien, para no irme demasiado a la loma de los tomates, diré que ahora le faltaba el ―UNO‖ de temperatura. ¿Qué hizo don Celsius? Se fijó de nuevo en el agua. Y dijo casi lo mismo: ―cuando el agua hierve hay un amplio lapso en el cual la temperatura parece ser fija‖. -Ya lo mediría después con su termómetro y comprobaría que efectivamente es así-. Ese punto, en el cual conviven armoniosamente el agua líquida y la gaseosa, llamado desde siempre Punto de ebullición (por la bulla que hace), lo marcó con el número cien. CELSIUS REPRENDE A SUS DISCÍPULOS

¿

Por qué dices cien? Le preguntaron sus discípulos. Per que me piache, contestó el maestro. Y dijo Celsius, rojo de ira y de temperatura: ―¿No os dais cuenta, cabronatzzos di cuarta, que casi todo lo que ocurre en la tierra está comprendido entre el Punto de congelación del agua y el Punto de ebullición de la misma?‖. Y siguió, recaliente como una pipa: ―¿Es que no habéis advertido, so soquetes, que si pongo una escala muy comprimida, habría que andar a cada momento diciendo que hay cero, coma, tanto de temperatura?‖ Bueno, y los siguió amonestando toda la tarde hasta que todos


Pá gin a

35

dijeron que sí, de aburridos que estaban. Y terminó diciendo: ―Ea, patentemos nuestra escala y recibiremos ciento por uno‖. En fin, los convenció. Se levantó el Simposio, vino el brindis y terminaron todos haciendo un trencito y cantando ―Qué tendrá el petiso‖. Y ahí quedó científicamente establecido el número cien para el punto de ebullición de la escala. Es lo que se llama una escala arbitraria, como todas las que se hicieron en esa época. Un tal Remur -o algo así- hizo otra donde le daba el Valor de 80 º Remur al punto de ebullición del agua. Y funcionó bastante tiempo en Francia. Je je. Cada país importante buscaba imponer su escala. Para ver quién tenía la escala más larga, supongo. PARÁBOLA DEL CIENTO POR UNO

S

intetizando, don Celsius tomó el mate ese de Torrichelli, lo modificó un poco y pensó: a medida que aumenta el ―fuego interior‖ de las moléculas chocando, si le pongo mi aparato adentro, se va a ir contagiando. Y, cuando se contagia, se dilata. Y, cuando se dilata, sube por la bombilla de Torrichelli. Si hago una marca cuando lo meto en el agua en el punto de congelación, a esa marca le pongo CERO. Después saco mi Termómetro (ya hasta nombre le había puesto, el agrandado), lo meto valientemente en agua hirviendo, se contagia del calor del agua, se agranda como galleta en el agua, sube por la bombilla, y cuando ya no sube más, porque está en equilibrio, a ese punto le pongo CIEN. ¿Cien qué? Cien grados Celsius (o centígrados), en homenaje a mí, a don Celsius, aportante de la idea. Y por ahí

S pe s

me ligo el Nóbel. Aunque casi cualquiera ha visto un termómetro en su vida, igual lo vamos a dibujar, para resaltar las similitudes y diferencias con el aparato de Torrichelli. Ambos le cambiaron la vida a la humanidad. EL APARATO DE CELSIUS

Y

a ves, el mate está cerrado, no como el de Torrichelli. ¿Para qué? Pues para aislarlo de la presión atmosférica. Para que cuando cambie la presión el termómetro ni se entere. Está cerrado arriba para lo mismo. Y el vacío, ¿para qué será? La bombilla, a diferencia del de Torrichelli, conviene que sea bien finita. ¿Por qué? Y la maderita es para poner superpuesta la escala y, eventualmente, colgarlo de la pared, que quedan tan lindos (digo, si la maderita está bien ornamentada). AUTOEVALUACIÓN (Sólo para alumnos de la Tecnicatura en Termometría) 1º): El mercurio se agranda con la temperatura. ¿Y el vidrio? ¿Cuál se agrandará más? 2º): En este aparato ¿es tan imprescindible que el líquido sea mercurio? ¿Es imprescindible que esté bien vertical? 3º): La bombilla, si la hacés muy gruesa ¿qué pasa? Si la hacés muy finita y corrés el riesgo de

Un ica

no visualizar al mercurio ¿no te convendría que el vidrio produjera un cierto aumento, como si fuera una lupa? 4º) Si pongo mi termómetro en un líquido ¿hasta dónde lo meto? ¿Tendrá alguna marca? 5º): Si el líquido está re-caliente ¿se me termina el vacío? ¿Podría estallar? 6º): El bulbo ¿es de cualquier tamaño? ¿O tengo que experimentar? ¿Cómo harías el experimento? 7º): Si la bombilla tiene defectos constructivos y en algún lugar se ensancha un poco ¿afectará mis mediciones? ¿Será un error por defecto o por exceso? 8º): Si se agujerea la puntita de arriba del termómetro, aunque sea chiquita ¿será tan catastrófico como en el mate de Torrichelli? ¿Se te podrá volcar algo? 9º): ¿Qué ornamentos le pondrías a la maderita? 10º): De forma, para llegar al 10.

Nota: Para contactar con el autor escribirle a marianoliebanabioq@hotmail.com


Pá gin a

36

S pe s

Un ica

ó ( T o m a d o d e “ A s t r o l o g í a y C i e n c i a s A d i v i n a t o r i a s ” . B i b l i o t e c a B á s i c a M u l t i m e d i a . F . G . E d i t o r e s . M a d r i d , 1 9 9 8 ) .

L

a sabiduría oriental nos informa que HOU es el nombre que en China se le da al Mono y, al mismo tiempo, se nos asegura que la dirección del signo citado corresponde al camino que nos lleva hacia el punto del horizonte situado entre el sur y el oeste, a igual distancia de ambos. Esta trayectoria es, justamente, la contraria a la seguida por el Tigre y de aquí la incompatibilidad de ambos animales emblemáticos. Pero la figura simbólica de este animal, también aparece en culturas como la India donde se supone que el Mono es uno de los mejores servidores de Dios, y tal vez uno de sus más cualificados adoradores. Dicen los maestros de la antigüedad que en un lugar alejado de la región oriental sobresale de entre la tierra porosa la gran montaña Poshan; esta protuberancia del terreno, reconocida también como el lugar elegido por los seguidores del Tao para su idílico apartamiento de la sociedad y del mundo, produjo en su propio seno un gran huevo de piedra que, al crecer rompió su superficie. Entre un fuerte viento, la abertura de la montaña fue ensanchándose hasta echar fuera de sí al enorme huevo y el choque brutal contra las duras rocas que existían en aquellos parajes, hizo que el huevo se partiera en dos mitades dentro de las cuales se escondía un hermoso Mono. El animal era también de piedra, aunque poseía determinados sentidos, entre ellos la vista y el oído. Sin embargo, no podía hablar y sólo emitía algunos sonidos ininteligibles. Después de salir del huevo, se fue rodando hacia un gran río de agua tan cristalina que apenas se percibía su existencia; el mono-piedra, descendió cada vez más y más, sin que por ello lograra

tocar fondo; pasaba el tiempo, transcurrió una eternidad y el descenso continuó hasta que, por fin, se convirtió en un ser humano. Además de esta bella leyenda que explica el origen del hombre, la Astrología china considera a este animal como el noveno en acudir a la llamada de Buda. Los años del Mono y los cinco elementos

(

Cada uno de estos tipos se repiten cada doce años).

MONO-TIERRA Todos los Mono nacidos en los años 1920 y 1980 tendrán a la Tierra como elemento. Todo indica que el nativo de este símbolo emblemático considera a este elemento como el refugio al que siempre se vuelve después de un deambular por caminos llenos de obstáculos. Este peregrinaje suele ser lento y, a menudo, no representa mayores posibilidades para su protagonista. Bajo esta influencia, el Mono se ve obligado a defender las posiciones más materialistas y pondrá su inteligencia al servicio de quien más posibilidades tenga de triunfo. MONO-FUEGO Los nativos del signo emblemático Mono que hubieren nacido los años 1932 y 1992 tendrán por elemento al Fuego. Esto significa que la complejidad y la actitud complementaria destacarán por encima de otros aspectos que pudieran también tenerse en cuenta, a causa de su valor. Al tratarse de una tendencia Yang, detentada por el Fuego, sobre una tendencia Yin, puede

afirmarse que las energías desplegadas por el Mono, serán a su vez avivadas por el Fuego. Esto supondrá un incremento de la inteligencia natural atribuida a este animal simbólico. MONO-MADERA Los nativos del signo emblemático Mono que hubieren nacido en los años 1908 y 1968, tienen por elemento a la Madera. Esto significa, a primera vista, que la armonía y la serenidad presidirán todas las acciones de las personas nativas del signo emblemático que nos ocupa. Según algunas interpretaciones, esto significa que el apasionamiento del animal emblemático Mono, cede su lugar y es sustituido por la tranquilidad y la reflexión a la hora de tomar determinadas resoluciones. MONO-AGUA Los Mono nacidos en 1956 tienen por elemento al Agua. Se trata de una tendencia de elemento Yin, sobre otra tendencia similar del Mono; esto hará que el Agua produzca efectos que inciden en el Mono en el sentido de inclinarle hacia la búsqueda de la fuente, es decir, del origen; por tanto, rechazará como definitivo el dato del efecto y del fenómeno. MONO-METAL Quienes hayan nacido bajo el signo emblemático del Mono, siempre que ello hubiere tenido lugar en 1944, tendrán por elemento al Metal. Las demosofías orientales


Pá gin a

37

cuentan que el Metal proviene del revenimiento de la tierra mezclada con el frío viento estepario. Esto dará lugar a que la conducta del Mono esté condicionada por los resultados y por el interés que le reporten sus acciones. Por otra parte, incluso sus actitudes éticas tenderán hacia la crítica de todo lo novedoso, forzando un retroceso hacia la práctica de costumbres trasnochadas; el elemento Metal es como un caparazón que recubre al Mono, impidiéndole cualquier atisbo de progreso. El signo Mono y el amor

E

n todo lo que se refiere al amor, hay que felicitar a los Mono y, sobre todo, a sus parejas. Con ellos, sin duda, no conseguirán aburrirse ya que son personas divertidas y encantadoras, inteligentes y agradables. La belleza es de agradecer y, al igual que el resto, un Mono aprecia un buen físico; pero, ante todo, valoran la inteligencia y junto a ellos el tiempo pasa con rapidez. La estabilidad sentimental está asegurada con ellos y en este terreno no tendrán el más mínimo problema. Salud

H

ay algunos puntos débiles en la constitución de los Mono que, según la experiencia recogida durante generaciones, están en el sistema circulatorio y en un cierto desequilibrio endocrino, que les hace propensos a engordar sin causa aparente alguna. Su actividad constante, su necesidad de estar haciendo cosas y estudiando otras, esa inquietud es también una forma de desgaste vascular, les hace propensos a padecer hipertensión como bien se puede deducir de tan frenética actitud. Pero esto no debe sembrar la alarma entre ellos ya que los primeros síntomas de problemas o trastornos circulatorios aparecen en la madurez, ligeramente adelantados a la

S pe s

época normal de aparición en el promedio de las personas de sus características y forma de vida. Para evitarlo, nada mejor que marcarse un ritmo relajado y prevenir todo atisbo de desequilibrio. Trabajo

E

l Mono es un ser curioso y de la curiosidad nació la ciencia, por muy compleja que nos parezca hoy en día. Fue la curiosidad la que elevó al primer humano por encima del resto de los primates, al asir la primera y limitada herramienta. Este espíritu es el mismo que rige la vida de un nativo Mono y le acompañará en todos los ámbitos. De todos, el que más beneficios puede reportarle es el laboral ya que su deseo de conocer y aprender le proporcionará el respeto y admiración de sus compañeros. Estará, por tanto, capacitado para desarrollar trabajos relacionados con la investigación. Aventura

L

os Mono no son muy aventureros, no necesitan exóticos parajes para excitar su imaginación ni precisan de mayor fantasía de la que disponen; pero, de vez en cuando, se disparan y se evaden de la realidad, cuando la rígida disciplina de la vida se les hace insoportable y deben cortar con aquella sensación de asfixia que les atenaza. En esta huida de la melancolía, del sentimiento de frustración, salen en estampida y arrasan todo lo que tienen a mano. A su carácter aventurero, también contribuye su enorme curiosidad. Compañeros del camino del signo Mono MONO/RATA Todas las personas nativas del signo emblemático Mono, siempre

Un ica

que hayan nacido entre las once de la noche y la una de la madrugada, tendrán por compañero de camino a la Rata. Cuando el Mono tiene semejante ascendente, su ingenio se agudiza y su mundo perceptivo se amplía hasta límites inusitados. Por esto se dice de la presente simbiosis que resulta conflictiva, pues en realidad se trata de la lucha de dos animales con mucho carácter. Por un lado, la Rata, que acudirá a toda su astucia para engañar al Mono y, por otra parte, el propio Mono, intentando dominar toda situación, aunque se presente de forma sensiblemente adversa. MONO/BÚFALO Todas las personas nacidas bajo el signo emblemático Mono, mientras hayan nacido entre la una y las tres horas, tendrán por compañero de camino al Búfalo. La presente fusión provoca más beneficio que daño en el nativo del signo Mono, pues el Búfalo confiere serenidad con su discreta y agradable presencia. A veces no parece que el Mono se muestre muy receptivo e intentará confundir al Búfalo con mañas. No obstante, algunas corrientes astrológicas interpretan esta actitud del Mono desde un punto de vista cuantitativo; lo verdaderamente importante sería, no el número de respuestas fallidas, sino los sucesivos logros de la perseverancia y el control sobre los estímulos. MONO/TIGRE Quienes pertenezcan al signo del Mono, siempre que hubieren nacido entre las tres y las cinco, tendrán como compañero de camino al Tigre. Esta es una simbiosis que aporta al nativo del signo emblemático Mono cierta rapidez de reflejos respecto a la solución de algunos problemas de convivencia. Se dice, también, que el nativo del signo emblemático Mono, en esta situación, se vuelve más activo y


Pá gin a

38

dinámico que de costumbre pero, esta actitud, infrecuente en aquél, puede producir efectos contrarios a los deseados. Por ello, en algunas ocasiones, la ansiedad y la prisa rigen cualesquiera actos, proyectos y trabajos que las personas nacidas bajo el signo emblemático Mono emprendan. Esto les proporcionará un gran número de críticas y censuras por sus promesas incumplidas. MONO/GATO Esta fusión produce en los nativos del signo emblemático Mono una actitud desinhibida, caracterizada por la ausencia de escrúpulos. Por esto se suele pensar que los Mono, en la circunstancia presente, son personas pragmáticas y utilitaristas, a quienes únicamente les preocupa el dato y el interés, especialmente económico. No obstante, otras interpretaciones de esta simbiosis llegan a la conclusión de que también hay en ella connotaciones relacionadas con la astucia y con la reflexión profunda. Antes de tomar una determinación, deberán pensar detenidamente todas las circunstancias en las que se desarrollan los hechos. Siempre que el Mono tenga por compañero de camino al Gato, sean criticadas y tachadas de interesadas, aunque sus dotes creativas, su deseo de hurgar en lo hondo de las cosas, resultan en realidad ser la única causa que produce aquellos efectos que tantos y tan cualificados detractores atrae. MONO/DRAGÓN Todas las corrientes astrológicas coinciden en afirmar que esta fusión produce en los nativos del signo emblemático Mono, al menos en determinadas ocasiones, cierta actitud que raya en la arrogancia y la prepotencia. Esta altanería aleja al Mono del contacto con sus semejantes pero, como contrapartida, le dota de una inte-

S pe s

ligencia y una clarividencia poco comunes. Con todo, lo que más destacan los estudiosos de la Astrología, cuando se ocupan de la simbiosis MonoDragón, es la capacidad de clarividencia y lucidez desplegadas por los nativos del signo y circunstancia aludidos. Con frecuencia son calificados como personas inteligentes, que resuelven sus asuntos, por farragosos que aparezcan, con relativa facilidad; al mismo tiempo, racionalizan sus sentimientos y deseos íntimos, por lo que resulta poco menos que imposible conocer sus pensamientos o sus opiniones respecto a algunos temas delicados. Esto no quiere decir que sean introvertidos o poco comunicativos, sino más bien indica que desean preservar su persona de maledicencias debidas al exceso de confianza con los demás. MONO/SERPIENTE La astucia y el pragmatismo serían cualidades propias de la simbiosis que nos ocupa. A esto hay que añadir la opinión de algunas corrientes astrológicas que afirman que el Mono, en la circunstancia presente, posee una rapidez inusitada a la hora de confeccionar proyectos y llevarlos a cabo. Su capacidad de organización es tal que, en determinadas ocasiones, se le reclama con verdadera ansiedad, al menos por parte de ciertos estamentos, tanto públicos como privados. Su probada valía, por tanto, hace del nativo del signo emblemático Mono, cuando la Serpiente es su compañero de camino, un ser al que la sociedad necesita y al que se reclama con mucha frecuencia. MONO/CABALLO Los Mono nacidos entre las once y las trece horas tendrán por compañero de camino al Caballo. Esta fusión resulta, en principio, atractiva y beneficiosa a un tiempo. Parece ser que la presente fusión resulta rica en contrastes, es decir, las personas nacidas bajo el signo

Un ica

emblemático Mono con esta tendencia, serán personas polifacéticas en muchos terrenos. Pero las contradicciones de esta unión le harán aparecer unas veces generoso y otras como una persona replegada sobre sí misma. A menudo su entender se nos aparecerá cargado de realismo, pero en otras ocasiones se nos mostrará como un fiel representante de la utopía y del idealismo. Será, con frecuencia, un ser solitario que, a la vez, desea compañía. MONO/CABRA Las personas que pertenezcan al signo emblemático Mono siempre que hayan nacido entre las trece y las quince horas, tendrán por compañero de camino a la Cabra. Es esta una fusión provechosa para el nativo del signo emblemático Mono, donde la lucidez, la intuición y la racionalidad vienen a constituir las principales cualidades con que se dotan las personas pertenecientes a este signo. Sin embargo, ello supone la renuncia a su espíritu creativo y aventurero. Tal unión, por tanto, no resulta en ningún momento contradictoria, sino más bien complementaria, porque en realidad ambos animales emblemáticos se asemejan en la utilización de los mismos medios, aunque disienta en cuanto a objetivos o fines. MONO/MONO Todos los Mono nacidos entre las quince y las diecisiete horas tendrán por compañero de camino al propio Mono. Esta fusión produce, en un primer momento, cierta vivacidad en los nativos del signo emblemático Mono y los que disfruten de esta influencia, detentarán una singular inteligencia y una especial lucidez, no igualada por ningún otro animal emblemático. La unió Mono/Mono convierte a estos nativos en astutos maestros que, en contra de lo que pudiera


Pá gin a

39

esperarse, no intentan sacar de ello provecho alguno que pudiera recompensarles monetariamente. Más bien lo que buscan es el reconocimiento a su capacidad y valía. MONO/GALLO Todos los nativos del signo emblemático Mono, siempre que hayan nacido entre las diecisiete y diecinueve horas, tendrán por compañero de camino al Gallo. Parece que la presente unión hace altivas a las personas nacidas bajo este signo; otros estudiosos de la astrología afirman que la característica más sobresaliente de esta unión es un marcado carácter egocéntrico y es por esto por lo que resultaría poco menos que imposible relacionarse coherente y sinceramente con los Mono/Gallo. Sin embargo, no parece que tal actitud, incluso cuando se la reprueba abiertamente, sea relegada al olvido; muy al contrario, lo que en realidad quiere es llamar la atención sobre su persona y, a ser posible, no pasar desapercibido en momento alguno.

S pe s

MONO/JABALÍ Los Mono nacidos entre las nueve y las once de la noche, tienen por compañero de camino al Jabalí. Esta relación obliga al Mono a mantener una actitud realista y a preocuparse más de lo material que de lo inmaterial, de lo concreto más que de lo abstracto. Estas tendencias les convierte en perfectos prototipos del personaje solitario por excelencia. Además, añaden, tal vez sea la simbiosis más sagaz de todas; esto se demuestra en su capacidad para captar la mentira. Lo que hace imposible el engaño, cuando se halla presente un Mono/Jabalí, es la facultad de éste para desentrañar el significado verdadero de cualquier ambigüedad.

MONO/PERRO Todos los nativos del signo emblemático Mono, siempre que hubieren nacido entre las siete y las nueve de la tarde, tendrán por compañero de camino al Perro. Esta fusión proporciona al Mono una fuerte intuición que le hará permanecer siempre expectante. Estas características le ayudarán a llevar a buen fin todos los objetivos y fines que se proponga y será muy difícil engañar a un Mono-Perro. Por lo tanto, y en líneas generales, se puede afirmar que esta fusión en la que el nativo Mono/Perro se encuentra como condicionado, en realidad siempre tiene que estar dispuesto para la movilidad y para la actividad, lo que puede llevarle a estados de tensión anímica difíciles de contrarrestar.

María Grazia Cucinotta, Mono de 1968

Un ica


Pรก gin a

40

S pe s

Un ica


Pá gin a

41

S pe s

Un ica

Batman desencadenado novela por entregas, 6ºparte por Oscar Ramentev Capítulo VI El Diablo Danzando al Claro de la Luna. En la hemeroteca de la Biblioteca Pública, Brad revisó los ejemplares del Gotham Examiner, de los años indicados por Gatúbela, y releyó todas las notas aparecidas en el periódico referidas a Batman. Al cabo de unas horas creyó que la desquiciada mujer le había jugado una broma, o que quizás había estado desvariando, hasta que el nombre de la cuarta mujer buscada, que realmente se hallaba en todos los periódicos de aquellos años, saltó notoriamente ante su vista. Era el de la firma de la redactora de todas aquellas crónicas: Vicky Vale. En los albores de la historia de Batman, Victoria Vale fue una ignota cronista, quien se obsesionó con el vengador, ni bien él hizo su primer aparición. Fue la primera en conseguir una fotografía de él y lo persiguió por todos los rincones de la ciudad, para recopilar sus hazañas, siendo su meta suprema llegar a descubrir la identidad del encapuchado; fue una de las personas que más contacto tuvo con Batman y de quien llegó a decirse había alcanzado a mantener una relación romántica. De pronto, un buen día, súbitamente Vicky Vale salió de escena. Una oferta de trabajo en el exterior la habría tentado a abandonar la meta que le había vuelto popular y por la cual había sacrificado su vida. La cuarta mujer en la vida del encapuchado, que quizás incluso fuera la primera. ¿Cómo no he pensado en ella antes?, se dijo Brad. El muchacho decidió abandonar aquel edificio, una hora antes a que fuera abrir el bibliotecario.

De vuelta en su apartamento, durmió hasta pasado el mediodía. Luego telefoneó al Gotham Examiner, haciéndose pasar por un periodista extranjero; con el pretexto de querer hacerle una nota, consiguió que le dieran la actual dirección de la mujer, una calle en algún lugar de Los Ángeles, California. Colgó y volvió a hacer un llamado, esta vez al Aeropuerto de Ciudad Gótica. Después metió algo de ropa en un bolso y salió de allí. Durante el viaje, repasó los recortes periodísticos que había robado de la Biblioteca Pública; había allí una decena de fotografías de Batman y Vicky, juntos. Brad ahora retemplaba sus esperanzas. Ya en la ciudad de Los Ángeles, no tardó en buscarse un hotel donde asegurarse donde pernoctar, luego salió por un taxi, a buscar el domicilio de Victoria Vale. Se hallaba en los bajos de la ciudad, un sitio sucio y gris, de cierta manera emparentado con el ambiente de Ciudad Gótica, excepto por el clima. La dirección era la de un hotel sórdido y desvencijado, cuya antesala mugrienta estaba atendida por un apático encargado. Brad preguntó por Vicky. -Habitación 23, al final del corredor-. Respondió, sin levantar la vista del periódico. Brad se encaminó por el pasillo a oscuras y con fuerte olor a orín de gatos. Llegó frente a la puerta del apartamento, y golpeó. La puerta se abrió de manera entornada, aún sin quitar el seguro de cadena, y por ese espacio abierto se asomó una mujer como de casi 60 años de edad, despeinada y deslucida, quien aparentemente estaba algo ebria. -¿Señora Vale?. -¿Quién pregunta?. -Mi nombre es Brad Stowell, ¿puedo conversar un momento con usted?. -¿Acerca de qué asunto?.

Brad se tomó un momento antes de responder. -Batman. Vicky lo miró detenidamente. -¿Policía o periodista?. -Ninguna de las dos cosas, soy criminólogo. -¿Y qué quiere de mí?. -Colaboro con el gobierno en la búsqueda de Batman; no sé si sabe que se halla desaparecido. -El país está convulsionado, cómo no saberlo... Pase-. Dijo, abriendo totalmente la puerta. El interior del apartamento de Vicky estaba a tono con el resto del edificio. El polvo y el olor a encierro y a humedad reinaban. La mujer quitó unas cosas de un sillón y le invitó a sentarse; ella lo hizo en el que estaba enfrente. Encendió un cigarrillo. -Estoy visitando a todos los que de un modo u otro estuvieron relacionados de alguna forma con Batman... Señora Vale, ¿sabe usted cómo o dónde podremos contactar a Batman?. La mujer le seguía observando, como midiéndole. -Señor Stowell, ¿está seguro que usted trabaja para el gobierno?-. Le preguntó luego. -Bueno... No directamente. En realidad, lo hago para la Universidad de Ciudad Gótica; ¿por qué me pregunta?. -Porque creo que se están burlando de usted; nadie puede obligar a Batman a regresar, si no quiere, pero todos en el gobierno saben dónde está, o cómo contactarlo. -¿A qué se refiere?-. Preguntó sorprendido. Vicky se sonrió. -Brad, es usted un hombre muy ingenuo... O muy estúpido. ¿Qué le toca preguntarme ahora?, ¿si conozco la verdadera identidad de Batman?. El muchacho empezaba a sentirse indefenso.


Pá gin a

42

-Es exactamente lo... -Pregúntele a los del gobierno-. Le interrumpió. –Todos ellos saben quién es Batman. -¿Cómo?. -¡Ay, Brad!, ¿de veras se creyó el cuento?, ¿de veras cree que el gobierno hubiera dejado operar a Batman durante tantos años, sin la más mínima garantía?. Brad se relajó en su asiento. -De modo que... -Le están usando de cortina de humo. -¿A mí?. -¿Qué más?; alimentan la creencia popular de que nadie sabe quién es Batman; el gobierno comienza una investigación para descubrir dónde se halla Batman, desviando la atención pública hacia ese lado; mientras tanto, operan. -¿Operan?. -Los servicios. Discuten el mejor procedimiento para traer de regreso a Batman, o lo que sea que tengan que discutir. -Ya veo... Me siento un maldito desgraciado... -. Dijo Brad, completamente deprimido. -Se es lo que se es-. Respondió Vicky. El muchacho se quedó pensando un momento, luego dijo. -El Comisionado Gordon me dijo que Batman volverá, y que cuando eso ocurra, Ciudad Gótica se arrepentirá de no haberlo perdido para siempre. La mujer lo miró un momento. -Y realmente es así... Tratar con Batman nunca ha sido mejor que pactar con el diablo, para todos nosotros. Brad se restregó el rostro con ambas manos, con cansancio. -Nunca me he sentido más inútil... -. Dijo al cabo. ¿Usted qué cree, señora Vale?, ¿qué es lo que le conviene a Ciudad Gótica?, ¿recuperar a Batman o perderlo para siempre?. -A Ciudad Gótica le convendría que ni Batman ni Bruce Wayne jamás hubieran nacido-. Afirmo. –Y llámeme Vicky. Brad la miró azorado. -¿Qué me está diciendo?

S pe s

-Que Batman y Bruce Wayne son la misma persona. Brad se desajustó el nudo de la corbata. -Creo que necesito un trago... Vicky fue por una botella de whisky, y dos vasos. Brad bebió el suyo de un trago, y le pidió que le sirviera otro. Bebió su segundo trago en silencio. -Vicky... ¿Cree que hay algo que yo pueda hacer para resolver esta situación?. La mujer se quedó pensando un momento. -No lo sé-. Dijo al cabo. –Es curioso, hace unos cuantos años yo me encontraba en la misma situación en que está usted ahora. Mire, Brad, se lo explicaré así: Hay dos realidades en Ciudad Gótica. En una de esas realidades, cada uno sabe quién es quién. En medio de la depresión del ’30, Bruce Wayne era un niño, hijo del Senador Nacional Thomas Wayne, y había una sola realidad para Ciudad Gótica; en ese entonces, Batman y El Guasón aún no habían nacido. Jack Napier era un adolescente, incipiente delincuente juvenil, como tantos otros desesperados, víctimas de la gran crisis que asolaba al país. Una noche, Thomas Wayne lleva a su familia a pasear, creo que van al cine. Al salir, planeando ya regresar al hogar, en un confuso episodio la familia es asaltada y el matrimonio asesinado. El pequeño Bruce queda huérfano y sin ninguna otra familia. Quince años después, Ciudad Gótica se hallaba bajo el asedio del crimen organizado, casi hasta la anarquía. Entonces yo era una joven y tonta reportera, dando sus primeros pasos, trabajando para el Gotham Examiner. Una noche, de un momento a otro, un justiciero encapuchado, un hombre-murciélago implacable, aparece en ese escenario y empieza a imponer cierto orden, a sangre y fuego. Noche a noche, decenas y decenas de delincuentes aparecen maniatados y reducidos a las puertas de los destacamentos de polic-

Un ica

ía, cuando no muertos. Todo el mundo hablaba del vengador alado, aunque todavía nadie le había visto. En mi entusiasmo juvenil, me lancé a las calles con mi cámara fotográfica, esperando ser la primera que capturara una imagen del héroe. “Y lo logré. Una noche, en las inmediaciones de un sitio adonde la policía había sido dirigida, a través de un llamado anónimo, para que fueran a capturar a unos ladrones que habían sido reducidos; lo vi. Parecía pensativo, a lo lejos, detenido de pie en la cornisa más alta de la Catedral de Ciudad Gótica, como inconsciente del peligro, arrastrada en el aire su capa por la brisa, recortándose su figura contra la luna llena. Se le veía tan altivo, enseguida me enamoré de él... Nunca había estado tan emocionada, pero sin embargo no me tembló el pulso para alzar mi cámara y sacarle una fotografía. “Por más que me hallaba a más de media cuadra de la Catedral, él debió ver el estallido del flash, porque se volteó hacia mí. Y cuando vi que accionaba una de esas cuerdas que él tiene, proponiéndose acercárseme, aterrada eché a correr. Pero no alcancé a avanzar más de unos cuantos me-


Pá gin a

43

tros, cuando ya lo tenía delante de mí, cerrándome el paso. “-Señorita, deme su cámara-. Me dijo. “-No... Es mía-. Titubeé. “-La cámara-. Repitió, avanzando unos pasos. Su gesto y su mirada eran los más duros que había visto en mi vida. “-Tomar fotografías no es un delito-. Me oí decir, nerviosa. –Y usted persigue delincuentes, no a mujeres indefensas en la noche. “-Pero no soy atracción para turistas-. Dijo. “-No soy turista, soy reportera-. Respondí. “-Lo que me temía-. Y entonces vi que, no sé todavía cómo, mi cámara estaba ahora en sus manos. Me quedé muda de terror. Observó detenidamente el aparato, luego dijo. –Qué bien saben los rusos hacer estas cosas-. Después devolvió su glacial mirada sobre mí. –Conque reportera, ¿eh?, ¿de dónde?. “-Del Gotham Examiner, señor. “-Muy bien. Diga que mi nombre es Batman, y que vengo a vengarme. Póngalo como título debajo de su foto. “Acto seguido yo estaba con la cámara en mis manos, completamente sola. Batman había desaparecido. “Al día siguiente debía asistir a una fiesta en la Embajada Británica, enviada por el periódico, para cubrir el acontecimiento. Allí me encontré por primera vez en mi vida con Bruce Wayne, quien no se detuvo en su intento de seducirme, en toda la noche. Hasta entonces, yo solo sabía de él que era un play boy multimillonario, la clase de hombres que más desagrado me han despertado, desde siempre. “A partir de ese momento, Batman y Bruce Wayne comenzaron a aparecer noche y día en mi vida, a cada momento, en un extravagante juego de seducción, que me impulsaba a rechazar a Bruce, cuanto más atraída me sentía por Batman. Una noche, Wayne me secuestró y me llevó a su mansión, y sin explicación pre-

S pe s

via, de allí me introdujo en la baticueva, y me contó su secreto. “El año que siguió fue el más feliz de mi vida, y probablemente mi vida hubiera seguido así, de no ser por la aparición imprevista que una condenada noche el Guasón hizo en nuestras vidas. “Era el primer criminal que se atrevía a desafiar a Batman, poniéndose a su nivel. A partir de allí comencé a conocer el lado más oscuro de la personalidad de Bruce, y a notar que cierta patología que hasta ese momento había estado dormida en él, o semidormida, o que yo no había sabido ver, empezaba a despertarse, y que alcanzó su plenitud la noche que se enteró que el Guasón eran nada más y nada menos que Jack Napier, el asesino de sus padres. Nuestra vida y nuestra relación se transformaron desde entonces, convirtiéndose en un calvario; la primera vez que Batman atrapó al criminal, pensé entonces que todo volvería a ser como antes, pero después de la también primera fuga de el Guasón del Asilo Arkham, entonces supe que la historia nunca acabaría, que la situación no tenía retorno. Y no me equivoqué”. Vicky se hallaba desolada al terminar su relato. Brad le sirvió otro vaso de whisky, y se encendió un cigarrillo. -¿Y cuándo es que cree... Que vivió una situación parecida a la que vivo yo ahora?-. Preguntó luego el muchacho. -Poco antes de abandonar Ciudad Gótica para siempre. Yo ya había sido secuestrada por el Guasón una vez, y me había topado con él una decena de veces, y sabía ya también cuán horrorosa era su naturaleza, y hasta dónde podía llegar con su perversidad y sadismo. Entonces me pregunté qué le había pasado también a él, desde cuándo era así... y porqué no había asesinado a Bruce, cuando les quitó la vida a sus padres. -¿Y qué descubrió?. -Lo que descubrí fue tan horroroso que me llevó a abandonar Ciudad Gótica para siempre. Brad la miró un momento.

Un ica

-¿Debo entender... Que no quiere participármelo?. -Vuelva a Ciudad Gótica, y averígüelo usted mismo. Es posible que sea tonto e ingenuo, pero no deja de ser sensible, eso le juega a su favor. Y ya está a un paso de lograrlo. -Dígame una cosa más... Cuando descubrió eso tan horroroso... ¿Por qué no se lo participó a Bruce?. -Lo hice, pero él no pudo aceptarlo. De hacerlo, se hubiera vuelto completa e irracionalmente loco. Brad decidió que ya era hora de irse. Vicky Vale se despidió de él, estrechándole fuertemente la mano, y deseándole suerte.

CONTINUARÁ EN EL PRÓXIMO NÚMERO * * * acabo de hablar con Vicky Vale. -¿De veras?, ¿qué te dijo?. Brad pensó un momento antes de responder. -No mucho... En realidad, no tengo nada, Bill; creo que nos iremos por el precipicio... -Cálmate, muchacho, nos han relevado del asunto; ven pronto, que te necesitamos en tus tareas habituales. O mejor, tómate unos días de vacaciones, has estado trabajando en exceso, y aquí las cosas van a ponerse pesadas... -¿Por qué?, ¿qué ha ocurrido?. -¿Pero es que no estás enterado?, ¿no has leído los periódicos?; anoche hubo una fuga masiva del Asilo Arkham... Brad tragó en seco. -¿Qué... Qué dices?. -Están todos en libertad, Brad, ¿no entiendes?; ¡todos!, Harvey Dos Caras, Hiedra Venenosa, el Acertijo... “El Guasón”, pensó Brad. -Bill, escúchame, necesito preguntarte algo... ¿Sabías que Bruce Wayne es Batman?.


Pá gin a

44

S pe s

Un ica

, Por Horacio Otheguy Riveira y Roberto Langella

A

hora estoy leyendo una novela, un policial negro, de la serie del detective Jackson Brown, "Me desperté temprano y saqué al perro", se llama esta novela, la autora es Kate Atkinson, y es una muy buena novelista, muy recomendable, creo que respeta muy bien los códigos de la novela negra. El personaje tiene una serie en la tv británica. Bueno, tu relato de la policía en las horaciones, me recordó en algo a este libro que estoy leyendo ahora. A vos también te da muy bien la novela negra, tenés muy buena atmósfera para eso. Recién ahora yo creo estar elaborando un discurso por el estilo, en las últimas cosas que estoy escribiendo, que ya verás. En Valerie..., creo, Julia era demasiado ingenua para que el relato ganara el discurso del género. No me quejo, sólo pienso en ello. R. L. *

M

e entusiasma la novela negra. Está muy de moda desde hace años. Aprovecho las bibliotecas para pillar muchas obras que se caen antes de llegar a la mitad muy a menudo. También hay prestigiosos autores que tienen una fama imposible de justificar, pero a menudo les destrozan traducciones muy malas, que sin tener el original al lado te das cuenta. A mí me ha tocado corregir texto pésimamente traducidos con el original al lado: parece mentira que cobren por traducir porque yo pillaba las barbaridades y no sé una

mierda de inglés, incapaz de mantener una conversación, pero, eso sí, toda la vida viendo películas subtituladas, jajaja, una genialidad de la Patria nuestra. También me ha pasado con otras lenguas. Pero eso es otra historia. Ahorita estoy entusiasmado con tu recomendación, coño y recarajo. En los últimos meses leo a escritores que me gustan mucho pero no los termino, escriben muy largo y los dejo con la autopromesa de volver a ellos: el israelí Amos Oz (Las mujeres de Yoel, La caja negra, Un descanso verdadero...) y la norteamericana Joyce Carol Oates de la que lo mismo se ocupa Guillem este mes...

Y

entre medias cuesta disfrutar de una buena novela negra, más allá de mis autores ya releídos muchas veces. Así las cosas, entusiasmado saldré a buscar algo de esta Kate que me indicas. La última mujer de la que leí mucho es Patricia Cornwell: todo un estilo entre el policiaco y lo negro, además de contar con una muy atractiva médico forense de detective pertinaz. Pero, bueno, no entro en esto que es latoso, lo importante es que me acabas de presentar a una chica muy interesante. Con detective, cosa que a menudo estropea muchas novelas: hay demasiados. Pero si te ha interesado valdrá la pena. Este que estás leyendo no está en bibliotecas, y yo ya no compro ni a 5 euros, pero sí hay otro con ese detective: Expedientes. Y hay unos pocos títulos sin detective de la misma autora. H. O. R. *

T

e recomendé especialmente esta autora (me da que es buena en cualquiera de sus novelas) precisamente porque te sé cultor del género, mientras que yo no lo soy. Te vas a enamorar pronto de Katita y de su Jackson Brodie; ella es irreverente, cáustica, muy feminista, anti-thatcherista, a la vez es medio caótica, con un montón de historias paralelas que no vienen al caso (con todos los vicios de la novela moderna), pero se hace querer enseguida con sus puntos de vista y una sensibilidad muy aguda, muy especial; le perdonás todas las digresiones, todas las idas y vueltas, los derrapes que tiene a veces por su propia visión cínica de lo que está haciendo. Es una mujer rara, que si ves una foto de ella da más a Jefa de Redacción de una revista de decoración de interiores o de jardinería, antes que una escritora de policiales. Jackson Brodie no es omnipresente para nada, a un punto que se hace extrañar. Es un noble antihéroe, con una historia personal trágica, que quizás sólo los que vimos la tragedia de cerca podemos observar que es de cualquier modo verosímil; la vida a veces se parece bastante a un mal teleteatro, quiero decir. Yo empiezo a darle bola a la novela negra recién ahora, me conseguí unos cuantos libros del género que tengo por leer. Uno en particular: "Todo Marlowe", que reúne todas las novelas que hay del personaje en un solo volumen, con un estudio preliminar y tutti li fioqui, una edición de lujo. Me salió caro el aparatito de leer libros, pero se amortiza con la cantidad de libros que puedo bajar gratis de


Pá gin a

45

S pe s

Internet, y sí, se extraña el olor y la textura del papel, de cualquier manera el olor a tinta ya está perdido, desde el offset, el libro moderno tiene olor a tóner, puaj. R. L. *

D

e las muchas novelistas criminales nada sabía de Kate: les encanta esto que inventó la prensa de la Novela Criminal. De momento no tuve suerte, pillé Entre bastidores, que nada tiene de teatro ni de novela negra. Es su primera novela con gran premio y lanzamiento, pero no sé si la terminaré, porque, oh, coincidencia de los dioses de las letras peliagudas, va de familia disfuncional como la novela, mucho más larga que estoy leyendo de Joyce Carol Oates, Hermana mía, mi amor, basada libremente en un caso que causó sensación en USA: secuestro y asesinato de una niña diva del patinaje. Entre bastidores tiene un estilo muy rico, abierto, delirante en buena mezcla de tiempos y situaciones; en primera persona comienza hablando de lo que sucedía cuando estaba en fragor de la pasión sexual de sus padres... Pero, ya digo, demasiado en común con Hermana mía, que es más larga. Así las cosas, como tengo varias semanas antes de devolver las dos, y ansioso estoy por husmear en la mirada criminal de Atkinson, protegida del señor Langella de Lomas (a propósito, el tío rico está pegando fuerte con una película con robot en la vida cotidiana)... me voy a complicar aún más la cosa retirando en estos días de otra biblioteca el único ejemplar que de momento aparece en el horizonte con el detective: Expedientes.

La que tú estás leyendo también ronda por ahí, pero ya no a mi alcance, demasiado lejos, "de momento", jijijji: qué gusto leer, amigo, y qué bien me hace entrar en una biblioteca y esnifar las páginas de aquí y de allá. Voy a los Talleres con maletín o cartera menor en bandolera, con libros y películas de bibliotecas y o propios y papeles y cuadernos: es la ilusión de tener mucho quehacer, mucho trabajo. Me parece una estupidez eso de que no debemos engañarnos a nosotros mismos: somos menos que nada desnudos de ilusiones y autoengaño. Ser consciente de ello es la locura mansa con uno mismo, muy distinto de la neurosis de ir pregonando falsas historias para que se lo crean los demás: en mi caso es la levitación conmigo mismo, no para la galería. ¿Galería? ¿Qué galería? ¡Rediós, haced algo, este hombre se ha vuelto cuerdo! H. O. R. *

B

ueno, termino de leer hace unos días Me levanté temprano y paseé al perro (algo así), de la Atkinson, me gustó mucho, procuraré volver a cruzarme con ella en algún momento, ésta era la cuarta entrega de la saga de Jackson Brodie y creo que tiene muchos libros más del personaje. En esta hasta Brodie parece ser un personaje secundario, me cae muy bien el tipo, no es el típico detective sabelotodo, es casi un testigo de algo que se le impone y que él busca de manera compulsa, mientras además va completando el rompecabezas de su propia vida, que es una verdadera tragedia. Y sí, algo tiene la Atkinson con las artes escénicas, porque la protagonista central de esta novela es una policía que

Un ica

anteriormente fue actriz de un mal programa de TV, una idea que puede sonar algo descabellada y que sin embargo la Atkinson tan bien sabe hacer conjugar. Para mí, eso es un buen escritor, la persona que te convence de ideas que en otro contexto serían completos disparates, no cualquiera lo logra, la mayoría no lo logra. Mujeres escritoras hípercontemporáneas, qué hermoso. Terminé este libro, y bueno, tengo en mi aparatito una parva de libros que elegir, y me decidí de pronto por uno que no sé muy bien cómo fui a dar con éste, de una escritora irlandesa (toma nota): Kathleen MacMahon. El título: Así es como termina. La sinopsis dice que es una historia de amor con contratiempos, por lo que lo empecé con la idea de quizás tener que abandonarlo pronto, se me ocurrió podía ser literatura para sirvientas, estilo Corin Tellado, jajajaja. Pero no, es una novela hermosa, escrita con una dulzura y ternura que conmueven, algo que si se lleva al cine entrará en eso que llaman comedia romántica, y a la chica cuando menos debería actuarla Kate Winslet. Hermosa, hermosa novela, que aún sin terminar ya te recomiendo. R. L.


Pรก gin a

46

S pe s

Un ica


Pรก gin a

47

S pe s

Un ica


Pá gin a

48

S pe s

Un ica

Consultorio Astrológico Spesunica Curso Práctico de Tarot a distancia Inauguramos nuestro Curso Práctico de Tarot a distancia, el cual tiene una duración de seis meses, de cuatro clases por mes, de modalidad intensiva, racional y psicológica. Por medio de este curso, el estudiante adquirirá los conocimientos específicos y completos acerca de tiradas y lecturas y sobre todas las nociones relativas a nuestra materia. La estructura del curso es modular, mensual y correlativa; esto significa que el alumno adquirirá por adelantado su vacante mensual, la que consta de un módulo de cuatro clases, por cada una que irá recibiendo un apunte de contenidos. La correlatividad de nuestras clases apunta a que nadie podrá "saltearse" módulos, ni obviar algunos de los primeros, aunque se contara con conocimientos previos. Sin embargo, las clases serán individuales y el alumno sí podrá "saltearse" meses de asistencia, sin perder la correlatividad; es decir, al regresar al curso, hubiera pasado el tiempo que fuere, retomará desde el mismo punto donde lo dejó. Se evaluarán exámenes mensualmente, y al final del curso habrá un examen integrador. Se otorgará entonces el certificado de asistencia al curso, y de reconocimiento del egresado como tarotista. Todos los inscriptos al curso recibirán el kit de estudio, el cual consta de todas las herramientas y contenidos necesarios, absolutamente, para la realización de este curso, tales como: Todas las clases serán dictadas por Roberto Langella. Mazo de cartas de Tarot Marsellés, de Botta (para imprimir). Mazo de cartas Zenner (para imprimir). Presentación del curso y apuntes nº 1, 2, 3 y 4 Carátula personalizada para ir encarpetando los apuntes Fuentes tipográficas para la computadora Todos los alumnos tendrán una clase de dos horas en un día de la semana a convenir, por el programa de videoconferencias Skype Siempre y en todos los casos los alumnos podrán resolver sus dudas y cuestionamientos vía e-mail. Los alumnos egresados encontrarán en Spesunica una fuente de consulta personalizada, para toda la vida. Téngase presente que la suma de los apuntes irán conformando un verdadero libro, manual de Tarot. La cuota mensual es de U$S 40.- ($ 150.– de Argentina) por adelantado, mientras que quien desee pagar el curso completo, en una o dos cuotas trimestrales, el precio final es de U$S 200.- ($ 800.– de Argentina). Para una mayor información acerca de las características de este curso, descargue libremente el artículo "Presentación, Estructura y Temario", en nuestra sección de descargas. www.spesunicastrologia.com.ar


Pá gin a

49

S pe s

Un ica

Horóscopo de Septiembre Septiembre, por Roberto Langella

a

Aries Un mes con algunos fastidios personales pero para pasarlo bien en pareja. Buen mes para los que practican deportes.

b

Tauro Mes de mucha creatividad intelectual y literaria, y para disfrutar con hijos o niños en general. Discusiones o peleas con aquellos con quienes se convive. A partir del día 12, excelente para compartir en pareja.

c

Géminis Buena época para la comunicación son aquellos con quienes se convive. Muy bueno para el aprendizaje básico o técnico. Mucha creatividad artística, placeres estéticos y románticos.

d

Cáncer Excelente para los escritos, el periodismo, el comercio, el intercambio de información. Excelente comunicación con el entorno inmediato. No se sentirán emocionalmente armónicos con el hogar, salgan a hacer sociales. Posibilidades de grandes ganancias, pero cuiden de no gastar en exceso.

e

Leo El foco de atención está puesto en las finanzas, buen mes para el comercio. Pueden hallarse un tanto irritables, canalicen energías practicando deportes. Sin embargo se llevarán bien con hermanos,

parientes y vecinos.

f

Virgo Mes de cumpleaños para la mayoría de este signo. Cuidado con no estar reprimiendo la agresividad, practiquen deportes o recurran a terapia. Intercambio emocional con el medio ambiente.

g

Libra Mes de cumpleaños para los del primero decanato. Muchas actividades con amigos, o los proyectos se ponen en marcha. Sin embargo puede restarles la facilidad de palabra, la comunicación y el comercio. Un mes muy bueno para el romance y el intercambio amoroso. Se hallan muy enamoradizos.

h

Escorpio Problemas con la autoridad, con aquello que la represente, problemas profesionales. La pasarán muy bien con amigos y diseñando proyectos. Se hallan un tanto fríos emocionalmente.

i

Sagitario No es un buen mes para las actividades profesionales ni para las relaciones con aquello que represente autoridad. Actividad en cuestiones que implican lo extranjero, mucha energía en el pensamiento abstracto, religioso o filosófico. Excelente mes para las amistades y la generación de proyectos.

Capricornio

j

El foco de atención está puesto en lo extranjero y en el pensamiento abstracto, arte, religión o filosofía. Un mes de mucha sexualidad. Diferencias emocionales respecto de la sociedad en general, la profesión, la madre, o aquello que represente autoridad.

Acuario

k

Un mes de mucha sensualidad y sexualidad, pero (y de otro modo) podrían haber peleas con la pareja o los socios. Se disfruta mucho del arte abstracto, superior. Buena comunicación con el extranjero.

Piscis

l

Muy buen mes para la relación de pareja. Se disfruta mucho de la sensualidad emocional. Cuidado con accidentes, cortes y heridas.


Pá gin a

50

S pe s

Un ica

Sumario de los números anteriores (La lista completa de números anteriores la hallarán aquí). Revista Spes Unica nº 11 - Septiembre 2011 (Comprar versión impresa) Contenido: Soy kirchnerista (Roberto Langella); Noticias del mundillo literario; La larga previa de Roger Waters y The Wall en Argentina (Roberto Langella); Los signos del zodiaco y el trabajo; Divagaciones pelotudas (Mary Paz Reyes Peña); Como escribir poesía, ser poeta y que los demás le crean (Roberto Langella); Tanguito del riachuelo / Escollos / País convulsionado / Corazonada / A ella que anda por ahí / Sensual Baires (Jorge Dossi); Misceláneas interrumpidas (Otheguy Riveira-Langella); Pasiones / Versos a la muerte (Kenny Delgado Fragoso); Onomancia; Horóscopo. Revista Spes Unica nº 12 - Octubre 2011 (Comprar versión impresa) Contenido: Noticias del mundillo literario; La impunidad en el hecho artístico (Roberto Langella); No apto para diabéticos / Cuchilla vieja (José Luis Colmenero); Apología sobre Sócrates (Silvia Ditro); Parajoda: Últimas consecuencias de nuestra paradoja (Roberto López Moreno); Ninguno como yo (Horacio Otheguy Riveira); Silencio (Mayra Cabrera); Los enigmas del mundo (Brian Stableford); El arte de Antonio del Olmo; ¿Qué se siente que te maten a un hijo? (Mary Paz Reyes Peña); Los signos del zodiaco y el trabajo; Dios ha muerto, el hombre ha muerto y yo no me encuentro bien (Felipe Muñoz Plaza); Ojos de carne, ojos de fuego (Theodore Roszak); Divagaciones pelotudas (Mary Paz Reyes Peña); El Astrólogo y la Tarotista (Ñapi); Pero (el Mero Ser); El Mero Ser y los descreídos (Roberto Langella); Doña Luisa (Yoselem Divincenzo); Como escribir poesía erótica y no ser considerado un vulgar onanista (Roberto Langella); Diurno para el adiós y un soneto (Juan Bautista Villaseca); Sin título (Bárbara Ghianda); Princesa de Talco (Raül Jurado Gallego); El Nazareno (Ángel Loyola); Balandra (Roberto López Moreno); Oda (Kenny Delgado Fragoso); Sensual Baires (Jorge Dossi); Misceláneas interrumpidas (Otheguy Riveira-Langella); Pobre alma mía (Simón Domínguez Barahona); Mensajes de Hotmail (y otras divagaciones pelotudas) (Mary Paz Reyes Peña); Onomancia; Horóscopo. Revista Spes Unica nº 13 - Noviembre 2011 (Comprar versión impresa) Contenido: La mejor manera de derribar un gobierno (Reyes Peña-Langella); Noticias del mundillo literario; ¿Existe el alma gemela? (Roberto Langella); Pantalla del mundo nuevo (Pappo); Fue simplemente un viernes (Luis Adolfo Duarte Reina); Ideas y bosquejos para una filosofía y una hermenéutica de la astrología (Armando Rey); Los signos del zodiaco y la aventura; Divagaciones pelotudas (Mary Paz Reyes Peña); El Astrólogo y la Tarotista (Ñapi); Como ser filosofo y que no se diga que usted ha perdido el contacto con la realidad (Roberto Langella); Dime que me necesitas / Tu sombra (Kenny Delgado Fragoso); Misceláneas interrumpidas (Otheguy Riveira-Langella); Onomancia; Horóscopo. Revista Spes Unica nº 14 - Diciembre 2011 (Comprar versión impresa) Contenido: Feliz 2012 para todos (Reyes Peña-Langella); Noticias del mundillo literario; El mito de Lilith y el conflicto primordial de la humanidad (Roberto Langella); Aforismos (Raúl Gustavo Aguirre); Fue simplemente un viernes (Luis Adolfo Duarte Reina); Ideas y bosquejos para una filosofía y una hermenéutica de la astrología (Armando Rey); Los signos del zodiaco y la aventura; Divagaciones pelotudas (Mary Paz Reyes Peña); El Astrólogo y la Tarotista (Ñapi); Como ser un escritor de derechas con sentido del humor (Roberto Langella); Misceláneas interrumpidas (Otheguy RiveiraLangella); Todo mi desayuno / Se vuelca la sopa (Facundo Aguirre); Onomancia; Horóscopo; Historia de animales (Domingos Pellegrini). Revista Spes Unica nº 15 - Enero 2012 (Comprar versión impresa) Contenido: Feliz 2012 para todos (2) (Reyes Peña-Langella); Crónica de una presentación anunciada (Mary Paz Reyes Peña); Valerie Solanas, una mujer anatemizada (Roberto Langella); Sé tú mismo (Yoselem Divincenzo); El Astrólogo y la Tarotista al banquillo; Ideas y bosquejos para una filosofía y una hermenéutica de la astrología (Armando Rey); Se me


Pá gin a

51

S pe s

Un ica

cayeron las alas; Los signos del zodiaco en la historia (Aries); Divagaciones pelotudas (Mary Paz Reyes Peña); El Astrólogo y la Tarotista (Ñapi); Misceláneas interrumpidas (Otheguy Riveira-Langella); El arte de Renata Schussheim; Onomancia; Horóscopo. Revista Spes Unica nº 16 - Febrero 2012 (Comprar versión impresa) Contenido: La hoguera de las vanidades (Reyes Peña-Langella); Noticias del mundillo literario; Cartas Zenner: Una forma de medir la pes (Roberto Langella); O Crux Ave, Spes Unica (G. F. de Palestrina); Ideas y bosquejos para una filosofía y una hermenéutica de la astrología (Armando Rey); Se me cayeron las alas; Divagaciones pelotudas (Mary Paz Reyes Peña); Facebook como sucedáneo… ¡de todo! (Roberto Langella); Los signos del zodiaco en la historia: Tauro; Nuestro presente (Yoselem Divincenzo); El Astrólogo y la Tarotista (Ñapi); Tu léxico (Yoselem Divincenzo); Misceláneas interrumpidas (Otheguy Riveira-Langella); Onomancia; Horóscopo. Revista Spes Unica nº 17 - Marzo 2012 (Comprar versión impresa) Contenido: La inercia (Reyes Peña-Langella); Noticias del mundillo literario; La adolescencia (Yoselem Divincenzo); El sacerdote (William Faulkner); Ideas y bosquejos para una filosofía y una hermenéutica de la astrología (Armando Rey); Se me cayeron las alas; Divagaciones pelotudas (Mary Paz Reyes Peña); Adhiera a una nueva corriente literaria y que no se note que ud. escribe para el orto (Roberto Langella); El Astrólogo y la Tarotista (Ñapi); Los signos del zodiaco en la historia: Géminis; Rock: Música dura. La suicidada por la sociedad (Luis Alberto Spinetta); Misceláneas interrumpidas (Otheguy Riveira-Langella); El arte de Norman Rockwell; Onomancia; Horóscopo. Revista Spes Unica nº 18 - Abril 2012 (Comprar versión impresa) Contenido: 29 de febrero, perdón y después (Roberto Langella); Noticias del mundillo literario; La juventud (Yoselem Divincenzo); El huésped de Drácula (Bram Stoker); Ideas y bosquejos para una filosofía y una hermenéutica de la astrología (Armando Rey); Se me cayeron las alas; Divagaciones pelotudas (Mary Paz Reyes Peña); Las acólitas de Carrie Bradshaw (Roberto Langella); El Astrólogo y la Tarotista (Ñapi); Los signos del zodiaco en la historia: Cáncer; De la musa al poeta / Pecado / Desterrada / La muerte le sienta bien (María Ester Rinaldi); Misceláneas interrumpidas (Otheguy Riveira-Langella); El arte de Pilar Giménez Bret; Onomancia; Horóscopo. Revista Spes Unica nº 19 . Mayo 2012 (Comprar versión impresa) Contenido: De atenuantes y agravantes (Reyes Peña-Langella); Noticias del mundillo literario; La madurez (Yoselem Divincenzo); El huésped de Drácula (Bram Stoker); Malvinas en Madrid (Guillem de Rubenhor); Ideas y bosquejos para una filosofía y una hermenéutica de la astrología (Armando Rey); Se me cayeron las alas; Divagaciones pelotudas (Mary Paz Reyes Peña); Los poetas malditos (Roberto Langella); El Astrólogo y la Tarotista (Ñapi); Grandes poemas muy breves en español del siglo XX (Jorge David Alonso Curiel); Los signos del zodiaco en la historia: Leo; Compumanía (Mary Paz Reyes Peña); Misceláneas interrumpidas (Otheguy Riveira-Langella); El arte de Eva Besnyö; Onomancia; Horóscopo. Revista Spes Unica nº 20 - Junio 2012 (Comprar versión impresa) Contenido: Las flechas del tiempo, la aljaba de la edad (Reyes Peña-Langella); Noticias del mundillo literario; El huésped de Drácula (3º parte), por Bram Stoker; Norman Cousins, la risa es cosa seria, por Guillem de Rubenhor; El suicida, por Enrique Anderson Imbert; Ideas y bosquejos para una filosofía y una hermenéutica de la astrología (8º parte), por Armando Rey; Se me cayeron las alas; Divagaciones pelotudas, por María de la Paz Reyes Peña; Acerca de las naturalizaciones, por Roberto Langella; La poesía de Charles Bukowski, por Jorge David Alonso Curiel; Admirable, por Fabiana Villafañe; El Astrólogo y la Tarotista; Los signos del Zodíaco en la Historia (Virgo); Golpes bajos, por María de la Paz Reyes Peña; Garganta de sombras, por María Ester Rinaldi; Tom Traubert’s Blues, por Tom Waits; Misceláneas interrumpidas, por Horacio Otheguy Riveira y Roberto Langella; El arte de Edward Hooper; Onomancia; Horóscopo.


Pá gin a

52

S pe s

Un ica

Revista Spes Unica nº 21 - Julio 2012 (Comprar versión impresa) Contenido: Noche de horror (Reyes Peña-Langella); Noticias del mundillo literario; El huésped de Drácula (última parte), por Bram Stoker; Margarita Landi, señora del crimen, por Guillem de Rubenhor; Ideas y bosquejos para una filosofía y una hermenéutica de la astrología (9º parte), por Armando Rey; Se me cayeron las alas; Divagaciones pelotudas, por María de la Paz Reyes Peña; Escuchame, por Horacio Otheguy Riveira; Tres poetas españoles que apuestan por la claridad, por Jorge David Alonso Curiel; El Astrólogo y la Tarotista; Misceláneas interrumpidas, por Horacio Otheguy Riveira y Roberto Langella; Princesitas muertas, por Thomas Czarnecki; Los signos del zodiaco en la historia (Libra); Los viejos de mierda, por Roberto Langella; Onomancia; Horóscopo. Revista Spes Unica nº 22 - Agosto 2012 (Comprar versión impresa) Contenido: Cortinas de humo (Reyes Peña-Langella); Noticias del mundillo literario; El marciano (1º parte), por Ray Bradbury; No está escrito en ninguna parte, por Horacio Otheguy Riveira; La voz de un pueblo dormido, por Fabián Gutiérrez Reyes; Divagaciones pelotudas, por María de la Paz Reyes Peña; Damas del crimen en primera línea de fuego, por Guillem de Rubenhor; Ideas y bosquejos para una filosofía y una hermenéutica de la astrología (10º parte), por Armando Rey; Se me cayeron las alas; El Astrólogo y la Tarotista; Recordando ―Nueve Reinas‖, de Fabián Bielinsky, por Jorge Alonso Curiel; Los signos del zodiaco en la historia (Escorpio); Misceláneas interrumpidas, por Horacio Otheguy Riveira y Roberto Langella; Pablo Scalise, de Llavallol para el mundo; Lo mejor (y lo peor) de Facebook; Onomancia; Horóscopo. Revista Spes Unica nº 23 - Septiembre 2012 (Comprar versión impresa) Contenido: Vamos por todo, por Mary Paz Reyes Peña; Noticias del mundillo literario; El marciano (2º parte), por Ray Bradbury; Suzanne Leperrier, la trapèziste, por Horacio Otheguy Riveira; Ideas y bosquejos para una filosofía y una hermenéutica de la astrología (11º parte), por Armando Rey; La pareja perfecta del siglo XXI (1º parte), por Simón Domínguez Barahona; Se me cayeron las alas; Poesía (El descubrimiento / De Dios / Él (Yo) / Resurgir primario / Miserando), por Daniel Grustán Isabela; Divagaciones pelotudas, por Mary Paz Reyes Peña; Lesiones del buen escribir, por Roberto Langella; El astrólogo y la tarotista, por Ñapi; Súbitos (El último suspiro de Narciso Ibáñez Menta), por Guillem de Rubenhor; Los signos del zodiaco en la historia (Sagitario); Tumbas de la gloria, por Fito Páez; Misceláneas interrumpidas, por Horacio Otheguy Riveira y Roberto Langella; La escultura hiperrealista de Ron Mueck; Lo mejor de Facebook; Lo peor de Facebook ; Onomancia; Horóscopo Revista Spes Unica nº 24 - Octubre 2012 (Comprar versión impresa) Editorial, por María de la Paz Reyes Peña; Dos años, por Roberto Langella; Noticias del mundillo literario; El marciano (última parte), por Ray Bradbury; Súbitos (Cuando ellas se desnudan), por Guillem de Rubenhor; La pareja perfecta del siglo XXI (última parte), por Simón Domínguez Barahona; Ideas y bosquejos para una filosofía y una hermenéutica de la astrología (última parte), por Armando Rey; Se me cayeron las alas; La Pastora / Florencio: el maquis hermafrodita, por Horacio Otheguy Riveira; Poesía, por Daniel Grustán Isabela (El ayeante primigenio, En menos de un millón de años, Tú que me lees); Lesiones del buen escribir, por Mary Paz Reyes Peña; Lesiones del buen escribir 2, por Roberto Langella; Divagaciones pelotudas, por Mary Paz Reyes Peña; Divagaciones pelotudas 2, por Roberto Langella; El Tarot de la Tarotista, por Ñapi; Los signos del zodiaco en la historia (Capricornio); Misceláneas interrumpidas, por Horacio Otheguy Riveira y Roberto Langella; El arte de Scott Davidson; Lo Mejor de Facebook; Lo peor de Facebook; Onomancia; Horóscopo; Sumario de números anteriores. Revista Spes Unica nº 25 - Noviembre 2012 (Comprar versión impresa) Editorial, por Roberto Langella; Calaverita para mi flaco, por María de la Paz Reyes Peña; Introducción a Gritos desde el Hades, por María de la Paz Reyes Peña; Semillas, por Jorge Dossi; Aventuras de una tarotista alocada (Los trabajos negros de Gina), por María de la Paz Reyes Peña; María de la Paz en Veracruz, por Horacio Otheguy Riveira; Poesía (Qué dirías / Vivir / Descubrimiento / Lo gris / Los villanos / Una promesa), por María de la Paz Reyes Peña; Poesía (Canción de amor para Mary Paz / A Mary Paz / Ouroboros consumada / Inventario / Escribir tu nombre con sangre), por Roberto Langella; Divagaciones pelotudas, por María de la Paz Reyes Peña; La galería de


Pá gin a

53

S pe s

Un ica

arte del Astrólogo y la Tarotista, por Ñapi; El Facebook de Mary Paz; Lo efímero y lo perdurable, por Roberto Langella y María de la Paz Reyes Peña; Los signos del zodiaco en la historia (Acuario); Onomancia ; Horóscopo ; Sumario de los números anteriores. Revista Spes Unica nº 26 - Diciembre 2012 (Comprar versión impresa) Seguir viviendo sin tu amor, por Roberto Langella; Noticias del mundillo literario; Los amantes, por Julio Cortázar; Tlön, Uqbar, Orbis Tertius (1º parte), por Jorge Luis Borges; El fantasma de la tía Guillermina, por Horacio Otheguy Riveira; Canelita o el paso de azúcar amargo (1º parte), por Chabela Ximénez; Divagaciones pelotudas, por María de la Paz Reyes Peña; Poesía, por Daniel Grustán Isabela; Se me cayeron las alas (parte 11); Sobre la astrología predictiva, por Eloy R. Dumond; Lesiones del buen escribir, por Roberto Langella; El Elegido, por María de la Paz Reyes Peña (1962-2012), por Guillem de Rubenhor; Esperando a Godot, por Ñapi; Misceláneas interrumpidas, por Horacio Otheguy Riveira y Roberto Langella; El arte de Bruno Torfs; Lo mejor de Facebook; Los signos del zodiaco en la historia (Piscis); Onomancia; Horóscopo; Sumario de los números anteriores. Revista Spes Unica nº 27 - Enero 2013 (Comprar versión impresa) Editorial; La soledad, por Bersuit Vergarabat; Tlön, Uqbar, Orbis Tertius (2º parte), por Jorge Luis Borges; Tres cervezas, dos tintos y un vermouth con ginebra, por Horacio Otheguy Riveira; Canelita o el paso de azúcar amarga (2º parte), por Chabela Ximénez; Divagaciones pelotudas, por María de la Paz Reyes Peña; Poesía, por Daniel Grustán Isabela; Se me cayeron las alas; Lesiones del buen vivir, por Roberto Langella; Valientes mujeres con pene, por Guillem de Rubenhor; Los signos del horóscopo chino (Rata); Misceláneas interrumpidas, por Horacio Otheguy Riveira y Roberto Langella; El arte de Winsor McCay; Escritoras; Esperando a Godot, por Ñapi; Onomancia; Horóscopo; Sumario de números anteriores. Revista Spes Unica nº 28 - Febrero 2013 (Comprar versión impresa) Contenido: Editorial; Hic et Nunc, por Julio Cortázar; Tlön, Uqbar, Orbis Tertius (3º parte), por Jorge Luis Borges; Deja que te enseñe, por Horacio Otheguy Riveira; Canelita o el paso de azúcar amarga (3º parte), por Chabela Ximénez; Divagaciones pelotudas, por María de la Paz Reyes Peña; Poesía, por Daniel Grustán Isabela; Se me cayeron las alas; Lesiones del buen vivir, por Roberto Langella; El silencio de Lorna, por Guillem de Rubenhor; Los signos del horóscopo chino (Búfalo); Misceláneas interrumpidas, por Horacio Otheguy Riveira y Roberto Langella; El arte de Cristian Kocak; Esperando a Godot, por Ñapi; Onomancia; Horóscopo; Sumario de los números anteriores. Revista Spes Unica nº 29 - Marzo 2013 (Comprar versión impresa) Contenido: Editorial; Se apaga la vista, por Arseni Tarkovski; Tlön, Uqbar, Orbis Tertius (4º parte), por Jorge Luis Borges; Laureano y Eleonora, por Horacio Otheguy Riveira; Canelita o el paso de azúcar amarga (4º entrega), por Chabela Ximénez; Divagaciones pelotudas, por María de la Paz Reyes Peña; Poesía, por Daniel Grustán Isabela; Se me cayeron las alas; Lesiones de astrología, por Roberto Langella; Médicos, enfermos y payasos, por Guillem de Rubenhor; El arte como ansia de lo ideal (1º parte), por Andrei Tarkovski; ¿Quimecontás?, por Mariano Liebana; Los signos del horóscopo chino (Tigre); Batman desencadenado (1º entrega), por Oscar Ramentev; Misceláneas interrumpidas, por Horacio Otheguy Riveira y Roberto Langella; El arte de Erwin Olaf; Esperando a Godot, por Ñapi; Onomancia; Horóscopo; Sumario de números anteriores. Revista Spes Unica nº 30 - Abril 2013 (Comprar versión impresa) Contenido: Editorial; Soneto 126, por Lope de Vega; Tlön, Uqbar, Orbis Tertius (última parte), por Jorge Luis Borges; La visitante, por Horacio Otheguy Riveira; Canelita o el paso de azúcar amarga (5º parte), por Chabela Ximénez; Divagaciones pelotudas, por María de la Paz Reyes Peña; Se me cayeron las alas; Lesiones del buen vivir, por Roberto Langella; Magníficos borrachos con su placentera amargura, por Guillem de Rubenhor; El arte como ansia de lo ideal (2º parte), por Andrei Tarkovski; Las Horaciones de Horacio, por Horacio Otheguy Riveira; ¿Quimecontás?, por Mariano Liebana; Los signos del horóscopo chino (Gato); Batman desencadenado (2º parte), por Oscar Ramentev; Misceláneas interrumpidas, por Horacio Otheguy Riveira y Roberto Langella; El arte de Sven Fennema; Onomancia; Horóscopo; Sumario de los números anteriores.


Pá gin a

54

S pe s

Un ica

Revista Spes Unica nº 31 - Mayo 2013 (Comprar versión impresa) Contenido: Editorial; Parad los relojes, por W. H. Auden; Seco estudio de caballos, por Clarice Lispector; No escaparás de ésta, por Horacio Otheguy Riveira; Canelita o el paso de azúcar amarga (6º entrega), por Chabela Ximénez; Marie Mollins, funámbula, por Guillem de Rubenhor; Se me cayeron las alas; El arte como ansia de lo ideal (3º parte), por Andrei Tarkovski; Las horaciones de Horacio, por Horacio Otheguy Riveira; ¿Quimecontás?, por Mariano Liebana; Los signos del horóscopo chino (Dragón); Batman desencadenado (3º entrega), por Oscar Ramentev; Misceláneas interrumpidas, por Horacio Otheguy Riveira y Roberto Langella; El arte de Dan Mountford; Horóscopo; Sumario de números anteriores. Revista Spes Unica nº 32 - Junio 2013 Contenido: Editorial; El murciélago rubio, por Spencer Holst; Serafín y sus mujeres, por Horacio Otheguy Riveira; La euforia, por Roberto Langella; Canelita o el paso de azúcar amargo (7º entrega), por Chabela Ximénez; Una historia de amor que viaja en tren, por Guillem de Rubenhor; Se me cayeron las alas; El arte como ansia de lo ideal (última parte), por Andrei Tarkovski; Las horaciones de Horacio, por Horacio Otheguy Riveira; ¿Quimecontás?, por Mariano Liebana; Los signos del horóscopo chino (Serpiente); Batman desencadenado (4º parte), por Oscar Ramentev; Misceláneas interrumpidas, por Horacio Otheguy Riveira y Roberto Langella; El arte de Maya Kulenovic; Horóscopo; Sumario de números anteriores. Revista Spes Unica nº 33 - Julio 2013 Contenido: Editorial; No es fácil enamorarse de una mujer que tiene freezer, por Juan Sasturain; La noche de los feos, por Mario Benedetti; El hombre del traje gris, por Horacio Otheguy Riveira; ―Tom Waits. Conversaciones, entrevistas y opiniones‖, de Mac Montandon, por Roberto Langella; Canelita o el paso de azúcar amargo (8º entrega), por Chabela Ximénez; Por qué no soy vegetariano (1º parte), por William T. Jarvis; Se me cayeron las alas; Las horaciones de Horacio, por Horacio Otheguy Riveira; ¿Quimecontás?, por Mariano Liebana; Los signos del horóscopo chino (Caballo); El otro lado (1º parte), por José Luis García Ortego; Batman desencadenado (4º parte), por Oscar Ramentev; Misceláneas interrumpidas, por Horacio Otheguy Riveira y Roberto Langella; El arte de Antonio Berni; Horóscopo; Sumario de números anteriores. Revista Spes Unica nº 34 - Agosto 2013 Contenido: Editorial; La mala, por María de la Paz Reyes Peña; Aroma, sabor y sonrisa, por Horacio Otheguy Riveira; Facepopular, la nueva red social latinoamericana, por Roberto Langella; El alacrán, por Elisa Pérez; Por qué no soy vegetariano (2º parte), por William T. Jarvis; Canelita o el paso de azúcar amarga (9º parte), por Chabela Ximénez; Una mujer fatal, por Guillem de Rubenhor; Amaría viajar en tren, por Roberto Langella; Traición inesperada, por Ana Riera; La ceremonia de los peces, por Ana Riera; Se me cayeron las alas; El elegido, de María de la Paz Reyes Peña (19622012), por Horacio Otheguy Riveira; El otro lado (2º parte), por José Luis García Ortego; ¿Quimecontás?, por Mariano Liebana; Los signos del horóscopo chino (Cabra); Batman desencadenado (6º parte), por Oscar Ramentev; Misceláneas interrumpidas, por Horacio Otheguy Riveira y Roberto Langella; El arte de Paolo Roversi; Horóscopo; Sumario de los números anteriores El Astrólogo y la Tarotista (edición única y definitiva) (Comprar versión impresa)


Pá gin a

55

S pe s

Un ica

Consultorio Astrológico Spesunica Curso Integral de Astrología a distancia Inauguramos nuestro curso de astrología a distancia, el cual tiene una duración de seis meses, de cuatro clases por mes, de modalidad intensiva, racional y psicológica. Por medio de este curso, el estudiante adquirirá los conocimientos específicos y completos acerca de la confección e interpretación de la carta natal astrológica, Revoluciones Solares, cartas combinadas y sinastrías, y todas las técnicas complementarias que hacen al quehacer del oficio de astrólogo. La estructura del curso es modular, mensual y correlativa; esto significa que el alumno adquirirá por adelantado su vacante mensual, la que consta de un módulo de cuatro clases, por cada una que irá recibiendo un apunte de contenidos. La correlatividad de nuestras clases apunta a que nadie podrá "saltearse" módulos, ni obviar algunos de los primeros, aunque se contara con conocimientos previos. Sin embargo, las clases serán individuales y el alumno sí podrá "saltearse" meses de asistencia, sin perder la correlatividad; es decir, al regresar al curso, hubiera pasado el tiempo que fuere, retomará desde el mismo punto donde lo dejó. Se evaluarán exámenes mensualmente, y al final del curso habrá un examen integrador. Se otorgará entonces el certificado de asistencia al curso, y de reconocimiento del egresado como astrólogo. Todos los inscriptos al curso recibirán el kit de estudio, el cual consta de todas las herramientas y contenidos necesarios, absolutamente, para la realización de este curso, tales como: Todas las clases serán dictadas por Roberto Langella Tablas de Efemérides Planetarias para los siglos XX y XXI Tablas de Casas Otras diferentes tablas Plantilla para la confección de mapas astrales Presentación del curso y apuntes nº 1, 2, 3 y 4 Carátula personalizada para ir encarpetando los apuntes Fuentes tipográficas de astrología para la computadora Todos los alumnos tendrán una clase de dos horas en un día de la semana a convenir, por el programa de videoconferencias Skype Siempre y en todos los casos los alumnos podrán resolver sus dudas y cuestionamientos vía email. Los alumnos egresados encontrarán en Spesunica una fuente de consulta personalizada, para toda la vida. Téngase presente que la suma de los apuntes irán conformando un verdadero libro, tratado de Astrología. La cuota mensual es de U$S 40.- ($ 150.– de Argentina) por adelantado, mientras que quien desee pagar el curso completo, en una o dos cuotas trimestrales, el precio final es de U$S 200.- ($ 800.– de Argentina). Para una mayor información acerca de las características de este curso, descargue libremente el artículo "Presentación, Estructura y Temario", en nuestra sección de descargas.

www.spesunicastrologia.com.ar


Consultorio Astro lógico Spesunica

A S T R O L T A R O T , P C U E N T O S C U E N T

O G Í A , O E M A S , Y O T R O S O S . . .

www.spesunicastrologia.com.ar robertolangella@spesunicastrologia.com.ar Página de la revista en Facebook, aquí.

A la memoria de María de la Paz Reyes Peña (1962-2012) co-fundadora de esta revista y del consultorio astrológico Spesunica. Por siempre.

Spes Unica. Año 4 nº 35. Septiembre de 2013 Editada por el Consultorio Astrológico Spesunica Dirección: Roberto Langella Registro de Propiedad Intelectual: En trámite. Impreso por Peecho B. V., Amsterdam, Netherlands Colaboran en este número: Horacio Otheguy Riveira; Mariano Liebana; Chabela Ximénez; Guillem de Rubenhor; José Luis García Ortego; Oscar Ramentev; Ñapi.

Otros sitios de interés: Roberto Langella Faquin Blog Roberto Langella Faquin Poesía

Un lugar de encuentro.

Las afirmaciones y opiniones vertidas en los artículos y textos son de exclusiva responsabilidad de quienes los escriben. Se prohíbe la reproducción total o parcial por cualquier medio de esta publicación, sin previa autorización de la editorial. Contenidos registrados en www.safecreative.org Los números atrasados pueden ser obtenidos siguiendo este vínculo: http://issuu.com/robertolangella

¡Esperamos sus colaboraciones!


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.