REVISTA DE CULTURA Y OPINIÓN
EL MARQUÉS ILUSTRADO N°2 - Agosto del 2020 - Cerro de Pasco
CARRIÓN POR LOS SIGLOS Por Hugo Van Groot
UN VISTAZO AL PASADO Plazuela Carrión
¿ALGUNA VEZ les DIJE QUE LA AMO? Por Roberto Quintana
APUNTE SOBRE ROCOVICH Por Melquíades
SOBRE LITERATURA ACTUAL Por José Alvarado
MÚSICA CINE
LIBROS
SECCIÓN DE CREACIÓN LITERARIA
E
M
D
I
ientras el gobernador anuncia orgulloso el avance de sus obras tercermundistas discontinuadas, un hombre prefiere saltar del quinto piso antes de someterse a otra dosis de sedantes o simplemente para evadir el insoportable ambiente de un hospital colapsado. La nula capacidad de autocrítica que ostentan las gestiones actuales les lleva a insistir en sus insuficientes maneras de remediar la emergencia mundial y local. Sus discursos siempre están en tono autocomplaciente, no desaprovechan ocasión de exponerse mediáticamente caritativos y sonrientes para ensalzar la mediocre espectacularidad de la política consistente únicamente en repartir canastas y cerrar temporalmente bares crónicos. Se piensa que con medidas ridículas como soldar puertas o mojar borrachos el problema se soluciona al menos temporalmente cuando lo nuestro es un grave problema social y primordialmente educativo
T
O
R
muy complejo y que solo puede causar verdadera inquietud en los que tienen la infrecuente intención de involucrarse con la realidad humana y pretender interceder de algún modo o simplemente decir esta voz es mía. La pasada rendición de cuentas no pasó de ser una fiesta privada en la que solo faltó transmitir en vivo el descorche de celebratorias botellas y el círculo de amigotes riéndose de tal o cual comentario malintencionado. Por eso prefieren llevar de paseo al Ministro del Interior por las verdes calles de Oxapampa para pretender decir que todo está bien, antes de pasearlo por las resquebrajadas calles del Cerro de Pasco y ocasionarle alguna alergia por el polvo del olvido. A pesar de tantos años de desorden descuidado, por fin la honorable parece querer ordenar un poco el intenso comercio en las calles. Es casi seguro que ©edicionesdelmarqués
I
A
Algo dramático: esta epidemia se está llevando a una generación especial de personajes. Muchos de ellos dedicaron su vida a las actividades más dignas para merecer mínimamente un homenaje. Pero no uno que se limite al acto de mencionar la obra y de manifestar el vacío dejado en la comunidad. Sino un homenaje que valore y redondee el cúmulo de ideas que de no ser por ellos nunca se hubieran pensado desarrollar. No sea que le pase como a nuestro pueblo, que poco a poco va perdiendo sus cimientos y su memoria.
EL MARQUÉS ILUSTRADO REVISTA DE CULTURA Y OPINIÓN N°2 -Agosto de 2020 - Cerro de Pasco Dirección, maquetación y diseño: H. David Chávez Segura Editado en Cerro de Pasco, Pasco, Perú
L
sin el lamentable contexto epidemiológico, nunca se hubieran contemplado siquiera esas medidas para ordenar a los comerciantes que invaden las calles con sus productos. No solo nunca tuvieron la intención de educar, sino que ahora piensan que deben encontrar las calles ordenadas como si fuese esa la costumbre.
U N
V I S TA Z O
Plazuela Carrión durante un desfile cívico.
A L
PA S A D O
Foto: Raúl Chávez Célis, IMPRENTA CHÁVEZ.
CONTENIDO: EDITORIAL, página 2. UN VISTAZO AL PASADO, página 3. CARRIÓN POR LOS SIGLOS, página 5. MANUSCRITO DE MELQUÍADES SOBRE ROCOVICH, página 7. ¿ALGUNA VEZ TE DIJE QUE LA AMO?, página 8. BREVE APROXIMACIÓN A LA LITERATURA ACTUAL EN CERRO DE PASCO, página 9. ALTA MÚSICA, página 10. CINECLUB PASCO, página 11. LIBROS Y VIDEOJUEGO, página 12. SECCIÓN DE CREACIÓN LITERARIA, página 14.
Foto: H. D. Chรกvez
CARRIÓN POR LOS SIGLOS Por: Hugo Van Groot
D
aniel Alcides Carrión es el más importante personaje de la cultura cerreña. Varios hospitales, colegios, calles, una universidad y hasta una provincia llevan su nombre. Su imagen ha quedado inmortalizada en bustos y monumentos de cuerpo entero e incluso una inmensa escultura en la plaza principal que lleva su nombre. Su sacrificio, conocido al paso y casi de memoria en las cátedras, persiste a pesar del tiempo. Quien sepa interpretar el mensaje que su martirologio encierra se lleva una gran lección aplicable al estudio de la medicina, al plano de la consideración de los valores e ideales científicos y a la vida misma. Conocer su origen, vida e inmolación es una tarea agradablemente reveladora para quienes tienden a curiosear en la historia de su pueblo y los pormenores de las vidas de sus más insignes personajes. Era ya el año 2000 cuando en el programa “Visión Carmelina” el escritor Luis Pajuelo Frías manifestó su preocupación por la inminente extinción de la ciudad y, lo que es más evidente, la desaparición de su cultura rebajada por la apabullante modernidad tecnológico-social. Cuando se le preguntó por algún personaje que pueda ser considerado un prototipo de la cultura pasqueña, expresó decididamente: «Uno de los hombres extraordinarios de la cultura cerreña es Carrión. Carrión sintoniza todos nuestros traumas y nuestras exceptativas. Todo lo que llamaríamos vocación y entrega. Nuestro afán constructivista en favor de la ciencia, en favor de los demás. En Carrión se encumbra un valor que me parece excelente: morir por el otro. Algunos poetas siempre repiten esto de diferentes maneras. “Carrión fue como tú -le dicen a Cerro de Pasco- y tú como él eres, porque mientras Alcides por los seres del mundo entero se ha sacrificado, por el Perú tú estás agonizando y de tu suelo el fruto van sacando. para ofrendar el bienestar deseado”. Estas cosas me parecen importantes, pero pensemos que nosotros no hemos nacido para mártires. Carrión es un mártir, lógicamente, pero no por eso todas nuestras generaciones van a llegar al martirologio regalando inconscientemente todos sus recursos sin beneficio alguno. (…) Este es el personaje egregio que tiene Cerro de Pasco, es un paradigma extraordinario y es necesario estudiar todos los elementos de su vida. Cuya existencia a sabido afrontar a través de una cantidad de problemas. Carrión es un inmenso reto para nosotros como individuos y
colectivo. Creo que a Carrión no se le conoce o se le conoce muy poco. Es muy importante que en los colegios se estudie seriamente a Carrión. Profundizar en este gran personaje cerreño presupone algunas horas de diálogo». Todo aquel que se jacte ser un hombre de ciencias, debería conocer profundamente la personalidad de Daniel Alcides Carrión. Desde su origen hasta su desenlace, cada episodio de su vida encierra una enseñanza en los planos antropológico y médico. En las Fiestas Patrias de 1921, se celebró también la inauguración del primer monumento a Daniel Alcides Carrión en la Plazuela de León que pasó a llamarse Plazuela Carrión. Ahí, en medio del inmenso comercio eriguió el pueblo ese homenaje a su mártir por excelencia. César Pérez Arauco, en una entrada en su blog que le dedica al busto y la plazuela, describe con pena el actual estado del lugar y sus alrededores: “Pedazo a pedazo fueron echando por los suelos la cuna del mártir. Fíjense cómo ha quedado ahora. Miren su monumento, parece que viera con dolor la desaparición de su pueblo y el desamor de su gente. Su entorno está a punto de colapsar porque está al borde del tajo abierto. Los irrespondables se han llevado las placas conmemorativas y no se sabe de quién se trata. Hasta el óxido y la indiferencia de su pueblo ha desfigurado su rostro. ¡Que tal ingratitud!” Muy aparte de cualquier tipo de lamentación por la acostumbrada negligencia nuestra y el desinterés de instituciones por proyectarse más allá de la rutinaria actividad política, existe la urgencia de conocer a fondo no solo la vida de Carrión, sino de todo personaje irrepetible en la historia. Sumergirnos en la vida de los que fueron claramente mejores que nosotros nos llevará a acumular más certezas respecto del origen, desarrollo y diagnóstico de nuestra historia como ciudad y como humanidad. Como educadores y padres de familia, es nuestro deber fomentar en nuestros estudiantes e hijos la sensibilidad y la curiosidad por conocer nuestra historia, alcanzándoles para eso textos, documentales e información que les lleve a cuestionarse el pasado para proyectarse mejor desde el presente y no exponerlos a contenidos que atrofien sin remedio el placer por estudiar e investigar nuestra naturaleza humana.
SARGENTO PRIMERO
LORENZO ROCOVICH MINAYA Fotografía restaurada por Raul Zuñiga y coloreada por Erik Jair.
Apunte N°001 por Melquiades, el gitano de Plaza Centenario. Roque no pudo dormir no podía dejar de imaginar la imagen destruida de su hijo, apretaba entre sus dedos el reloj que le había enviado al frente luego de leer sus cartas escritas llenas de orgullo en medio del barro y el esfuerzo, no podía evitar sentir el vacío de cada palabra, el esfuerzo de su hijo por ocultar el dolor de la batalla, el cansancio del asesinato, el deber que comienza a pesar en el alma. Lorenzo no había dejado de pensar en los días largos que habían pasado, no dejaba de imaginar los cuerpos derrotados, calcinados y llenos de moscas, los rostros hinchados en una última expresión de dolor de sus enemigos, también repasaba con los ojos cerrados las miradas llenas de odio de la gente en Machala, como si esperarán la menor oportunidad de abalanzarse sobre todos y no sólo matarlos sino descuartizarlos. Otras personas simplemente cruzaban de vereda cuando se acercaba un peruano por la calle. El disparo atravesó su pecho justo en el momento en el que quería advertir de la emboscada, Lorenzo ordenó que se cubrieran mientras disparaba hacia los matorrales de donde venían los disparos sin darse cuenta que ya tenía dos balas incrustadas en el tórax como todos sus soldados que se desangraban al lado de sus caballos agonizantes como ellos. El frío anunciando el viaje largo se apoderó de sus músculos, dejó de recargar su revólver y apretar el gatillo. Cuando escuchó el último disparo se dejó llevar por el rumor de las cigarras. No cerró los ojos. Alguien se los cerró. Manos ajenas arrastraron su cuerpo y lo dejaron caer en un agujero. Roque apenas podía imaginar lo que pasó ese 11 de setiembre más allá de los escuetos y fríos documentos que el ejército le había proporcionado, cuando lo imaginaba sus ojos se llenaban de lágrimas, su corazón balbuceaba latidos que lo podían matar. Lorenzo ya no está. Su voz ya no inundará la biblioteca leyendo Moby Dick en voz alta.
¿@!gvn@
v3s l3s dij3 k l@ am0?
Historia de amor para entender que todo es relativo
El miedo casi siempre es el primer vencedor cuando deseamos hacer las acciones que nos hacen felices.
Roberto Carlos QUINTANA VILLAVICENCIO Charlar, eso es lo que hacen los amigos de siempre, charlar.
¿ALGUNA VEZ LES DIJE QUE LA AMO? I
F
ue raro encontrarla en el Messenger ese día y a esa hora. Eran las mañanas, una que otra alguna vez se conversó sobre sus días en las épocas oscuras en que él no supo nada de ella, además eran tiempos donde no era un deber saber de ella, sí quizá saber pero no un deber, en esa última charla además fue más un retrato de ayeres que de presentes, pero esa vez, la idea fue charlar, claro ¿por qué no?, charlar, eso es lo que hacen los amigos de siempre, charlar, de allí pasó casi un mes cuando él viajó por asuntos de su labor a la ciudad donde ella estudiaba, en esa semana hubo pausa en las labores, en esa pausa, agarró el celular de última renta y con el ánimo de agarrar la onda juvenil smseó al celular de ella, además le había ido bien en la anterior noche cuando conversó, así que invitarla a salir no era en sí algo que se podía negar, era jueves y los jueves siempre han sido propicios para estos hechos de la vida. “¿Salimos?”, “Claro”. “¿Dónde?, ¿A qué hora?” “Plaza de Armas”, “A las 11”, respondía ella, faltaban casi dos horas, “Ok, a las 11”. La emoción cundía en el corazón de él, su respiración se hizo más acelerada, comenzó a recordar los viejos tiempos de la amistad, esos tiempos, casi locos, recordó específicamente el paseo, las clases, sus quinceaños, varios recuerdos abordaron su mente mientras iba rumbo al lugar de encuentro, imagínese, estaba en el centro de la ciudad cuando la invitó, estaba en el mismo centro cuando ella acepto la salida, sabía qué hacer, tenía el plan listo, si no funcionaba pues qué, habría que insistir nuevamente, aunque él, conociéndola, sabía que era hoy o nunca. Llegó a la plaza, exacto las 11. “Qué buen cálculo tengo”, se dijo asimismo, “mmmmm”, esperó un poco, le smseó y ella le pidió un tiempo más, mientras tanto habría que escuchar la retreta que tocaba la banda de la Policía Nacional en Palacio de Gobierno. En esas tocadas, para sorpresa suya tocaron huaynos del centro y otras melodías, seguía esperando, no llegaba la citada, se puso a conversar con un guardaespaldas, eran tiempos finales de Toledo, entraría Alan el otro mes, faltaba poco, ya eran 40 minutos más de lo planeado, no sentía el transcurrir del tiempo, temía que llegase y fracasar en su meta, además era algo que cambiaría su vida, del todo, pero estaba dispuesto, la banda tocaba. Timbró el celular. Era ella. “Estoy en la primera banca al lado de los caballos”, al instante movió la cabeza, él se ubicaba al frente de Palacio de Gobierno, ella estaría al lado de los caballos, buscó a los caballos y su carreta, estaban al costado del Palacio Municipal, se enrumbó, asió firme sus pensamientos, “Tranquilo”, se decía. Eran dos experiencias, el hecho de encontrarse con alguien después de años y el hecho de que estaba enamorado de ella. Buscó los caballos, buscó la primera banca: estaba allí, por fin, era ella en persona. Vestía casaca verde ecológica, un jean rasgado contemporaneo, bolso beis, cabello suelto, colorizado entre negro, rubio y parte de rojo, estaba maniobrando su celular, sentada en la banca. La saludó, ella respondió con emoción, beso en las mejillas y a charlar, llegó la hora de la verdad…
E
II
ra jueves , ¿quién no recuerda el día en que comenzaron los sueños hacerse realidad? Esos días se convierten en nostálgicos e inolvidables, se alojan en la mente hasta siempre, charlaron sobre los viejos tiempos, charlaron de personas, de los amigos y amigas de ayer y quizás los enemigos de hoy, saludaron los éxitos de unos y los fracasos de otros, él inició la curiosidad de saber qué fue de su vida, tantos rumores tenían que ser aclarados y en verdad los fueron, como también, ella fue una batería de preguntas en torno de la vida de él, que lógicamente había sido más duradera que ella, pero como todo se posterga menos la hora de ir a comer, pues fueron a comer, pero ¿dónde? Caminaron y caminaron tan lejos desde donde estaban que llegaron a un restaurante donde él pidió algo que no le sirvieron y luego a seguir charlando, hablaron de la familia, el tiempo avanzaba, parecía no acabar, es que es así, los amigos cuando se encuentran después de años, el tiempo es tan rápido. Como dice la muliza cerreña: “el placer se va de prisa”. Terminaron de comer, fueron a un parque cercano que tiene el nombre de “La Muralla”. Ella aceptó ir, había buenas señales para lo que en adelante se tenía que hacer, llegaron, entraron, se sentaron, era necesario, cualquiera los hubiera confundido como una pareja normal de los de siempre, solo que ambos sabían que no era así, pero tú sabes la gente siempre será prejuiciosa hasta que se enteran de la verdad; ella le hablaba de los amores idos que no habían sido muchos, le hablaba porque de hecho él se lo había preguntado, porque el que no pregunta nunca sabe, se sentaron en una banca y al frente había un pequeño parque de forma circular, como la vida, todo da vuelta, él pensó: “Le pido, es la hora”. Pero el miedo siempre vence para hacer y decir, ya le había vencido varias veces. El miedo siempre es el primer vencedor cuando deseamos hacer las acciones que nos hacen felices, pero esa tarde no le venció, hablaba, la miró, no sé si ella intuyó lo que iba a hacer, pero el hecho es que se acercó, la miró, ella le miró tan cerca y se alejo, el miedo ganó, pero el optimismo no le dejó, la miró nuevamente, miró sus labios, tan tentadores… los besó y ella… aceptó el beso, se besaron, y con ese acto rompieron protocolos, destrozaron formalismos, se atrevieron a ese algo que está prohibido pero comprendieron que en eso está el gusto de la vida, en hacer lo prohibido, luego de tan excelsa experiencia hubo un silencio, se levantaron, rumbo al mirador que daba al río, avanzaron y él le contó una película cuyo titulo lleva esta novela y ella aguó la felicidad cuando le preguntó qué iba hacer con su actual enamorada que lógicamente no era ella… Él quedo en silencio nuevamente, iba a responder pero…………… “era domingo cuando ella le aceptó, era domingo cuando ella lo terminó, en el amor las mujeres tiene la sartén por el mango, ellas tienen el control siempre al terminar, nosotros tenemos el control solo al iniciar”
E
III
l amor nunca muere, solo cambia de persona. El amor al igual que todo, tiene su inicio luego su final, la
cuestión está en cuánto dura; así es, tenia él una enamorada, estaba con ella, sin embargo besó a alguien prohibida pero que le gustaba. ¿Qué humano no prioriza su gusto luego su razón?, aunque como dicen después del gusto es el disgusto, pero no sucedió así, la respuesta a su pregunta fue rutinaria, “Terminaré con ella”, le dijo. “Volveré a mi lugar y le diré lo que pasó, ella de seguro me dirá adiós, como toda mujer con autoestima, eso me dirá”. Luego de ello probó nuevamente sus labios y echaron a andar por ese parque que ya era parte de la historia de ambos, ella asintió en su decisión de no asumir una relación, simplemente vivía el día, como la generación contemporánea, hay que vivir el día y no planificarlo. “Lo que tiene que pasar que pase”. Así sale mejor decía, se sentaron luego de bajar al llano del río, al parecer, ese día las bandas estaban como cortejo en sus caminares y tertulias, una banda de músicos se puso a tocar esas melodías de atardeceres, luego de repasar algunos históricos de aquel parque denominada “La Muralla”, pensó que si hubiera practicado la lógica de los músicos en el amor, no hubiera sufrido mas adelante, porque el músico no se enamora, solo viene toca y se va, esa es su filosofía del amor, pero esa no era la cuestión en este caso, la principal observación de ella, era que no podía creerle terminar con una relación tan larga de casi 4 años por ella, pero él sí lo creía, había dado el gran paso. Fue bonita aquella tarde, irrepetible como los besos apasionados que se dieron y que solo los anónimos testigos pueden decir que sí paso. No llevó cámara, no hubo fotos, solo quedó memorizado en sus mentes para decir qué sucedió, así como sucede en los momentos más felices de nuestra vida, no hay con qué demostrarlo a los demás que sí fue posible, pero era momento de volver a la rutinas de ambos, llegaba el momento de terminar el encuentro, decidieron volver al lugar de su encuentro, habían ido allí como amigos y volvían como “amigos”. No le había pedido él con palabras, le había pedido con hechos, ya que en el amor valen los verbos más que los sustantivos, ella no le acepto con palabras pero aceptó con la firma de sus labios y eso es más practico que un “sí” nominal. Habían ido como sueltos, volvían agarrados de las manos, para ellos no había nada aun formalmente, pero para la gente que los veía pasar eran una pareja que estaba enamorada de sus locuras de juventud, y de juventud adulta, llegaron a la plaza nuevamente, al lugar del primer encuentro, aquella primera banca entre el Palacio Municipal y el otro frente. El mensaje de ella era claro a esas alturas, fue bonito, fue hermoso, pero no podía ser y dejarlo allí era lo mejor. En resumen vivió el día y mañana será otro día recordando a Scarlet en esa inolvidable película “Lo que el viento se llevó”, quizá era eso que quería, que el viento de esa tarde se llevará lo que pasó, se dijeron adiós e hicieron planes para que cuando esté en Cerro de Pasco pudieran volver a verse. “No insistas”, replicó ella, “hoy se vivió, mañana no sé”. Al final él le dio un beso sacro, el más lindo beso sacro, un beso al frente, a los costados y al final uno en la boca. Luego ambos se alejaron en direcciones contrarias como la vida de aquellos que se aman, porque los pensamientos contrarios son los que más duran. A casi 20 pasos después, él volteo para mirarla, ella no lo hizo, él agarró el celular, smseó al suyo y le escribió lo siguiente: “Recuerda que eres muy especial... para mí”. ¿Y allí se terminó? Sí, todo acabo. Él volvió a la realidad, no lo podía creer pero sucedió, la utopía se hizo realidad, la había besado pero no sabía si también había tocado aparte de sus labios
su corazón... Imagínate, cuando de repente de un día para otro, tus utopías se hacen realidad y luego al final los hechos dan a conocer que no solo fueron días, sino meses bien vividos, como aquella vez que conversaron en la plaza Chaupimarca hasta la 1 y 30 de la madrugada sin saber que más adelante sería derruída por el avance del Tajo Abierto, al igual que su amor derruido por el avance de la racionalidad, o ese viaje a la tierra del maíz, el reposo al lado del río y la larga caminata de retorno, cuando ella venció a una araña, o cuando rodearon caminando Chaupimarca, Paragsha y San Juan Pampa cuando no había anillo vial, o cuando ella se quedó dormida en el Bosque de Piedras y descubrió la pirámide de su tierra al despertar, las vueltas a su casa a las 4 de la mañana después de ver “forres gump” y saber que todo en la vida es como una caja de bombones, que no sabes qué bombón te va tocar, o cuando escucharon a Cabral para aprender que “soy lo que soy y me gusta”, o cuando masticaron almuerzos en “Los Delfines” para ver fotos y charlar de la vida, como también cuando él la recogió de su Universidad de noche para terminar caminando por las aceras de la ciudad que se convirtió en mudo testigo de sus encuentros apasionados, de sus carnes y de sus almas, cuando compartieron taxi en sus viajes al mega plaza para ver películas que son siempre un buen motivo para besar los labios de alguien que amas, como cuando él recibía mensajes de texto cada mañana de parte de ella, siempre mensajes especiales, mensajes en tu cumpleaños, en tus desánimos, en tus éxitos, o como cuando él le cantó a las 4 de la mañana “las mañanitas” en su cumpleaños, como cuando él no supo de ella casi por un mes, y lo desesperó, empezó la búsqueda, por todos los medios y luego de casi mes y medio la ubicó en el Messenger, para que ella le diga que todo acabó entre ellos sin previa consulta o acuerdo. Simplemente acabó, a pesar de que él insistió en seguir y la invito a charlar, ella aceptó ir el día octavo del mes 25, finalmente ella le dijo Cdte., TQM, y cortó. Así fue, un 23 empezaron a pedido de él y un 28 terminó a pedido de ella; era domingo cuando ella le aceptó, era domingo cuando ella lo terminó. En el amor las mujeres tiene la sartén por el mango, ellas tienen el control siempre al terminar, nosotros tenemos el control solo al iniciar. Así el TAMFI terminó y se quedó en el nick de su Messenger, ¿para siempre?, quizás, aunque quién sabe si alguna vez, se timbren nuevamente y vivan el día, vivan el momento, y luego se digan, fue lindo, fue bonito, hermoso, pero ya pasó… La vida sigue igual, a decir de Julio Iglesias que siempre hay por quién vivir por quién morir y por quién luchar, terminando al estilo de Juanes cuando canta que “para tu amor lo tengo todo”, pero de que vale si no te tengo a ti... Y a decir de ella, que desde mi cielo siempre estará la realidad que se hizo un sueño que lo vivirá cada noche al dormir para decir que sí, sí pasó, que sucedió en sus realidades hechos sueños. EPÍLOGO “Pero mi vida, yo nunca podré olvidarte y solo el viento sabe lo que has sufrido por amarme, hay tantas cosas que nunca te dije en vida, que eres todo cuanto amo…” Mago de Oz TAM FI
BREVE APROXIMACIÓN A LA LITERATURA ACTUAL EN CERRO DE PASCO Por: José Alvarado Travezaño
“V
oy a escribir hasta descubrirme/ muerto debajo de mis papeles en blanco…”. Estos son los dos primeros versos del poema “Con – taxis o sin – taxis” del poemario “Las Súper – cuerdas” de Albert Estrella. A partir de esas líneas nos hacemos la primera interrogante: ¿Para quién escribimos? ¿Existe un público para la lectura de poesía en Cerro de Pasco? ¿o es un público callado, temeroso de la inutilidad que el poeta pueda darle generosamente? En este sentido el silencio es peligroso, atentatorio, incluso cuando se ha perdido toda esperanza en la poesía. Entonces es preciso romper el hielo e involucrarse con los discursos que actualmente se difunden, los que no necesariamente conforman una “generación literaria” en el sentido exacto de la expresión (no existe una ideología determinada ni un estilo marcado que la identifiquen como tal), pero permiten visibilizar la escena en voces prometedoras que, a medida que dan apertura a nuevos espacios, crean desde las particularidades de lo cotidiano, desde sus necesidades inmediatas, con el fin de ser leídos o escuchados. Las generaciones literarias han sido marcadas por diversos acontecimientos históricos que definieron una línea de creación determinada, dirigida hacia el ámbito político con un constante ánimo de aversión por los gobiernos de turno y las continuos abusos de poder, como en España la Generación del 27, en homenaje y culto a Luis de Góngora por los trescientos años de su nacimiento en 1927, un grupo de importantes intelectuales de diferentes ramas artísticas proclama la Generación del 27, afectada a su vez por la Guerra Civil Española, en la que desaparecieron importantes bardos como Federico García Lorca y Rafael Sánchez Mazas, entre otros. En el Perú la Generación del 60, estuvo ligada de alguna u otra manera a la revolución cubana. Grupos que desde las vanguardias estéticas marcaron un espíritu de época. En Cerro de Pasco las dos primeras décadas del siglo XX estuvieron marcadas por el Modernismo siendo Darío el poeta cumbre de los vates cerreños, pero a diferencia de él “será el color gris, característica del cielo de Cerro de Pasco” el que predomine en la poesía cerreña. A esta época Víctor Maldonado denomina: “Etapa de la decadencia del siglo XX” y David Salazar la llama: “Modernismo”. Como vemos en ambos casos ninguno de los ya citados nos menciona la palabra “generación” para referirse a estos vates, incluso, más adelante, Maldonado llama a las posteriores etapas “Etapa de la post decadencia” y “Etapa doble cero”. Ambos estudios realizados manifiestan como primordial la temática de la poética, y en ninguno de los casos se manifiesta una clara posición política, ya que la temática es variada en cualquiera de las clasificaciones que convengamos. No en todas las épocas del siglo XX se pueden identificar temas
parecidos o recurrentes desde una sólida postura política hasta una conciencia de la tierra, de lo urbano e incluso de lo místico. Al fin y al cabo nada se unificaba, no pudiendo así acuñárseles el término de “generaciones literarias”. La llegada de la posmodernidad, supuso una disgregación de discursos a escala global, que iban a reincidir en una creación literaria de la dispersión. Temas variados, pluralidades en el ámbito social, reivindicaciones de los derechos de las minorías, la abrupta ruptura de las fronteras comunicacionales, las redes sociales y las plataformas virtuales contribuyeron para que se escriba desde lo variopinto. En el sentido de edades, lo generacional permanece vigente, mas no en el sentido amplio de lo literario.
EL NUEVO SIGLO Y SUS NUEVAS FORMAS n Cerro de Pasco, la poesía E finisecular y la de la primera década de este nuevo siglo fueron
moldeables a los cambios. En la actualidad existe una difusión que recae en los grupos y públicos minoritarios que la consumen. Se escribe, se publica colectiva e individualmente, se crean nuevos soportes, se reedita, se da cabida a voces ya consagradas y a nuevas mediante plaquetas y recitales poéticos independientes como es el caso de “Explosión Verbal”. El ser humano actual, desprovisto del contacto humano real, accede a formas de comunicación que atienden a las exigencias del tiempo y de la velocidad. El poeta contagiado del ritmo vertiginoso de las sociedades posmodernas ha de escrutar en el pasado para verse más solo entre sus pertenencias ante un mundo masificado. La escena poética a inicios de 2000 recae en las publicaciones de colectivos, como fue el caso de Fiat Lux y Sociedad NN que, entre 2002 y 2011, publicaron laboriosos libros de poesía con destacados poetas como Giancarlo Morales, Iván Alanya, Luis Puris, Bruno Colqui y Albert Estrella, entre otros. Actualmente, los blogs con contenidos literarios son el boom del momento, muchos con falencias y escasa edición que, en cierto modo, no aportan a un trabajo de calidad y de arquitectura del lenguaje. Por otra parte, siguiendo el camino ya trazado en un principio en Argentina, surgieron las cartoneras o plaquetas, que son trabajos artesanales que buscan romper el status quo de las editoriales tradicionales. También en nuestra localidad aparecieron plaquetas, entre ellas tenemos “Dolor de Muela”, del poeta Isaías Hurtado Santa Cruz. Otra plaqueta es “Insert Coin Here” de David Chávez Segura. Si bien las formas de difusión anteriormente citadas han aportado a la socialización del trabajo poético, con sólidos y variados discursos, no dan motivos para la aceptación de una ‘Generación Literaria’, ni
para caer en los ‘etiquetamientos’ tan utilizados en la historia de la literatura desde la academia, condicionando un trabajo que puede alcanzar metas mucho más amplias que las que un diagnóstico estético pueda darle. Cerro de Pasco ha forjado la obra de muchos poetas, se poetiza desde la urbe hacia el sinfín del lenguaje, en palabras de Luis Puris: “Estos poemas suenan al grito denigrante/ estos versos son como la Margarita/ que a sorbos desaparecimos ayer” Condenado a la ciudad de las ruinas, Puris hace de ella su infinita y placentera hoja de ruta poética. David Chavez, en cuya poesía compromete a la ciudad con la amplia visión de joven universitario, también se involucra con el amor desde una impronta utopía, escribiendo en su Insert Coin Here: “Yo quiero, pequeña,/ estar exiliado en el bolsillo trasero de tu jean/ y, si me animo,/ flotando en tu capucha por fin”, también apunta a la blasfemia bien lograda en “Zona segura en caso de simios”, escribiendo: “¿Dios tiene los dientes alineados?/ o solo alcanza a masticar un montón/ de cadáveres olvidados”. La minería y la contaminación como telón de fondo o como gestor historias será en Cerro de Pasco una constante literaria. Luis Puris se referirá a esto de la siguiente manera: “… no voy a ninguna parte/ mi alma acaba de ser expirada,/ PASCO/ Acaba mi ilusión en su viento,/ polvareda/ - polvo de mineral,/ polvo de pretérito mundo –”. La ciudad siempre será pregonera de diversas intencionalidades lingüísticas y poéticas hacia la dispersión discursiva.
DEL AMOR, DIVINIDADES Y OTRAS FORMAS esde geografías más lejanas, D la poesía tiene voz en uno de los emisarios del eros caído y enterrado. El amor en todas sus formas, sin límites ni restricciones, se embalsama en letras de José Alejos Lòpez, poeta que desde “Letanías de un ángel caído” apunta a las tribulaciones de la noche desde su más íntimo secreto, haciendo cada vez más resonante sus versos: “ahora tomo en mis manos la luna negra y espesa/ un cuchillo danzante llega a mi cabeza,/ es un te amo cuerpo de princesa/ un te amo profundo y sarcástico/ para ser una noche de terror”. O Hurtado Santa Cruz que desde “Dolor de muela” sigue exorcizando sus demonios, para el poeta la poesía es un rito, una bendición que Dios le ha dado, ese Dios que encuentra en los psiquiátricos, a quien le grita que pare la guerra como súplica, para referirse en una línea: “habrá que esperar que mejoren las telecomunicaciones en el cielo”. La poesía de jóvenes mujeres tiene en el puerto a importantes representantes como Susan Anticona e Indira Robles. Una necesidad de respuestas a lo infinito, a un destino sordo al que Indira hace referencia es un discurso cargado de ansiedad e
incertidumbre: “He perdido el tiempo descuidando los gatos… ellos me han advertido que vienen a esta vida con su bajita esperanza— Escucharas entre un cabello– y el cielo las señales se han perdido”. Susan matiza sus textos desde las construcciones teóricas del recuerdo, incluso desde las imprecisiones del tiempo, como lo reflejan estos versos: “Vuelve a pasar por sobre mis recuerdo tuyos, de los que no tengo sino unos cuantos relatos decodificados fríamente en el ordenador y unas pocas noches percibiendo tu andar en la avenida “D”, de aquel des – concierto. ¿Cómo te explico todo lo ofrendado, si no puedo leer los estigmas de tu alma?”. Por otra parte muchos poetas siguen la línea del silencio acuñado a la forma, como Giancarlo Morales que escribe: “Es cuando alguien entra por la puerta mira de hito en hito y se derrite gimiendo”. La disparidad de discursos de los poetas de menos de 30 años y ya con un futuro en las letras da paso a la diversidad de temas y de intuiciones particulares, como el caso de David Chavez que roza el ultraismo, aunque en el intento de construir la teoría del caos cualquier fenómeno puede ser simple y complejo al mismo tiempo. El movimiento regular y caótico coexisten, sin la infinita complejidad del caos no existiría el orden simple por lo tanto estructura imágenes como lo confirma el siguiente texto: “Suspiro de caramelo Desde la laringe surge un sabor a chocolate enfermo Sin amor, sería como colorante de nube limeña o de infinito bostezo pasqueño”. Otros poetas actuales como Albert Estrella, connotan la intensidad de lo intertextual; como lo demuestra en sus textos: “…y uno ya no recuerda si estuvo vivo/ si estuvo muerto/ si estuvo soñando/ o si todo fue una muerte en el sueño/ del que no podía dormir…”. La producción discursiva actual apunta a la disgregación, a la no “Generación Literaria” condicionada por un eje temático específico, sino a los vicios de la posmodernidad, al abarcamiento de todo y nada al mismo tiempo. El silencio existe desde adentro, porque —como escribió Octavio Paz— “desembocamos al silencio/en donde los silencios enmudecen”. Existe poesía en Cerro de Pasco y ha existido desde siempre. ¿Silencio? El necesario para seguir escribiendo, el que no entierra. ¿Poesía? Desde todos los lados y hacia todos los lados. De edades diversas o carentes de edad. Al fin y al cabo “todo se queda en casa en este gris burdel llamado vida”.
Miles Davis
BLUE LINES
NEFERTITI
“Una experiencia sonora psicodélica.”
“Implacable genio.”
Europe, 1991 Electronic
US, 1977 Jazz
The Beatles
The Yardbirds
REVOLVER
ROGER THE ENGINEER
UK, 1966 Classic Rock
UK, 1966 Blues Rock
“Irrepetible grabación de la especie humana.”
“La banda de tres genios.”
A L T A
S E L E C C I Ó N
P O R :
g i a n n
M Ú S I C A
Massive Attack
Pulp
DIFFERENT CLASS UK, 1995 Rock
“El inclasificable cerebro de Jarvis.”
The Doors
Sumo
LLEGANDO LOS MONOS Argentina, 1986 Reggae
“Inclasificable y deliciosa casualidad del rock argentino”
Invisible
STRANGE DAYS
EL JARDÍN DE LOS PRESENTES
US, 1967 Psychedelic Rock
Europe, 1991 Electronic
“Oscuridad espacial en plena era hippie.”
“Sublimación de una época jodida”
cineclub pasco
NAPOLEON
AL CAER LA NOCHE
Abel Gance Francia, 1927 Cine épico
Alberto Cavalcanti UK, 1945 Terror
LA QUIMERA DE ORO
EL MAQUINISTA
Charles Chaplin US, 1925 Comedia
Brad Anderson España, 2004 Thriller psicológico
EL FARO
MANCO CAPAC
Robert Eggers US, 2019 Drama psicológico
Henry Vallejo Perú, 2020 Drama
LA BIBLIOTECA DEL MARQUÉS
EL ORO DE LOS TIGRES
CARTERO
Jorge Luis Borges Argentina, 1972 Poesía
Charles Bukowski US, 1912 Novela
HISTORIAS DE CRONOPIOS Y DE FAMAS
LA CERRO DE PASCO
Julio Cortázar Argetina, 1962 Cuentos
Mario Sifuentes Perú, 2017 Historia económica
VIDEOJUEGO
CARRION Phobia Game Studio Videojuego de terror inverso de un jugador Plataformas: PS4 - Xbox One - Windows - Mac OS
SE C CIÓN DE CREACIÓN LITERARIA
OLD STREETS Sara Nieto
tú eres de tu casa pero yo soy del Cerro no te atrevas a pensar en otro lugar que no sea el tuyo salvo su recuerdo nada le pertenece a nadie en esta calle de relieve pongo un graffitti donde quiero ocultar las grietas no cuesta tanto basta buscar un color, un balcón y la imagen perfecta todo está en la promesa de que aprenderé los conceptos que se me calleron de la cabeza esa vez que resbalé y nadie me vio levantarme siempre me deslicé cuando pude lo hice poner aplastadas botellas plásticas en lugar de una tabla de surfear desiertos cof cof
SIN ESCALA Yésica Lino Sousa
en un camión vamos mi mujer y mi hija, maniobro esquivando los profundos baches la pequeña pregunta si ya llegamos no sospecha que viviamos así desde que nació sin llegar a ningún lugar dejando los caminos pasar
CICLOVÍAS Lucía Carrión
soy un invulnerable casco y un par de ruedas veloces son mis alas sobre el Cerro del pedal soy feliz esclavo me esfuerzo más que ninguno llego siempre el primero
realmente no pensé en eso cuando empecé pasear sería mi pasión y el término de las calles mi final
apenas dejo huella cuando paso por tu cuadra los perros temen mi pisada instantánea mi empujón definitivo
todo resumido en vicios repetitivos o viciosas repeticiones.
tus vecinos me ven pasar como un cíclico Hermes llevando un mensaje delicado a la punta del monte más empinado
HACHIKO Bényamin Bao
perrito blanco de la avenida con tu pelaje tan percudido, pasas por mi barrio y levantas una patita en la esquina de mi puerta para dejarme de recuerdo un charco que se seca al sol Oh! perrito blanco! ¿sabran algún día tu verdadero color?
mi consigna es con el timón surco con calma la cima me dejo ir por los declives y acampo donde el sueño me pida entre algunos pocos se habla de un pacto secreto con el viento un acuerdo amistoso con la tierra para que no falte el alimento puedo cerrar los ojos unos frenos son mi única esperanza.
ENTRE CAMARADAS Bényamin Bao
de tanto tomar agua sospechosa ya no sé por dónde fluyen mis ideas ¿se irán doblando esa esquina? ¿se habrán sentado a mi costado? sí, camarada, mejor la dulce muerte pacífica causante de libertad total ahora me ves moverme ahora ya no me ves en lo mínimo estoy recogiendo mis pasos los que fueron directamente hacia ti y los que dudaron más de un instante cruzar tu puerta sin que nadie me vea llegar el brazo izquierdo ya no me responde desde los cinco se fue despidiendo de mí adelantado a su época de no alzar cajas fuertes o pedazos de viga sin sentido alguno sabia que escoger entre las más lindas no me convenía yo que no puedo caminar más de una cuadra sin preguntarte por dónde vamos ahora no pude mirarme al espejo para peinarme bien, quererme un poco y desearme por primera vez vivo más allá de la semana que viene me puse a escribar en vano sobre ese tipo de amor que dices ofrecer las flores me reclaman su color en un sueño derivo sobre mi barco sin velas desde el faro lejano me ves y yo te veo abrazada a la cintura del capitán que me robó el uniforme un día que andaba borracho y triste triste y borracho olvidé guardar las apariencias caí en un charco pero debí mentirte diciendo que el lugar donde se zapatea es lo de menos pero es mi leve historia y tú solo la maravillosa cuota femenina que le da el carácter sentimental a la telenovela maldita he toseado hasta ver mis bronquios dibujados en un papel
toalla puedo respirar todavía son esas cosas que uno nunca olvida como manejar bicicleta o levantarse del piso SPOILER: un día no te levantas más, el equilibrio falla porque el oído derecho hace rato que se cansó de oir la lesión en el tobillo que te hiciste de pequeño ya no te deja caminar coleccionas cosas adoptas la saludable costumbre de mandarlo todo a la mierda y a pesar de eso poetizas como los mejores del barrio premio zonal de poesía emergente terminas vendiendo hasta el trofeo de tu abuelo para comprar un poco de gloria al indicado pero agrandado proveedor he pensado bien en si de verdad quiero dejarlo aunque siempre voy a volver por el aroma especial contenido en un frasco de rollos fotográficos no hay blanco y negro más antiguo que la fachada de mi Casona llegan por grupos y con botellas en la mano me invitan a sentarme ha pasado tanto tiempo, amigo ¿recuerdas a mi mujer, la más fiel de todas, la que nunca me desconfió nada? pues ahora puedes verla allá, sus hijos van al colegio y su marido fue por un tiempo gran amigo mío. pero ahora puedes ver que estoy aquí sentado, sin brazos, qué va, si no tengo a quien abrazar ni nadie quiere abrazar a un hombre sin brazos, ¿no crees que debí fallecer ese mismo día? ¿piensas todavía en que puedo ser feliz? me asombra tu ingenuidad o quizá solo sea el efecto de tener los brazos completos, alcánzame esa cajita, no veas lo que hay dentro, no hagas ruido al cerrar la puerta si regresas algún día procura venir listo para verme ya seco no te asustes así terminan alguna historias.