EL MARQUÉS ILUSTRADO #6 Cerro de Pasco, Diciembre, 2020 by edicionesdelmarqués

REVISTA DE CULTURA Y OPINIÓN

EL MARQUÉS ILUSTRADO N°6 - Diciembre del 2020 - Cerro de Pasco

un vistazo al pasado Postal de la Plazoleta Carrión

TODO ES PRECARIO Por Bényamin Bao

200 años de república Por Rodrigo Morales Pérez

EL ROCK

Por Giancarlo Morales Pérez

el bohemio y su guitarra Por Luca Prodan

LIBROS MÚSICA CINE SECCIÓN DE CREACIÓN LITERARIA

New Gothic Wings by Pollock H.D. Chávez

Jr. Libertad

editorial M

i baño de florecimiento del año pasado fue la estafa más grande del mundo. Aun así, este diciembre también consigo mis ramos de ruda y me baño en tibia leche pasteurizada, deseando que el año que se aproxima tenga más piedad que este que ya nos dice chau.

Mientras los de la Oficina de Comunicaciones del GOREPA liman cuidadosamente sus cutículas viendo tops de Dross Rotzank, en Pasco los muchachos se deprimen y no faltaron los que hartos decidieron que era mejor ser un alma en pena que un vivo apenado.

Esta navidad, los niños coristas de Yanacancha entonaron sus villancicos con el mismo ímpetu de siempre. Es decir, debilitados como de costumbre, sus voces no llegaron más allá del Kaypin Cruz.

Primeras piedras por doquier, y no tengo dónde irme a sentar para conversar con mis contados amigos escritores sobre las nuevas tendencias literarias vanguardistas. No hay una sola banca disponible en la Plaza Chaupimarca para sentarme un rato a tomar el sol o ver la nieve caer.

Más incendios incontrolables en la ciudad cenicienta. Por poco y se prende en llamas toda la ciudad si no fuera por las nevadas que cubrieron de blanco las calles propicias para resbalarse o ahogarse en las inundaciones de siempre. Ríos en Yanacancha y lagunas en el centro. Caminando por la laguna Patarcocha no puedes respirar pero sí puedes jugar tu partidito en el recientemente inaugurado estadio homónimo. En un acto sin igual de coherencia por parte de nuestras autoridades, después de pensarlo detenidamente, llegaron a la conclusión de que más vale grass sintético que ambiente limpio, respirable al menos. Un regidor, el barbado cordero que bala en lenguas, trata inútilmente de limpiar su imagen de despreciable hampón regalando su sueldo a los más necesitados a quienes no tuvo reparo en transmitir en vivo y en directo desde la más alta miseria humana de nuestros asentamientos humanos.

A nuestros poetas solo los visitan en su lecho de muerte para regalarles una inservible réplica de la Torre del Reloj de Campana y posar para la foto. "Yo soy muy solidario y siempre me hago fotos con los que he ayudado" parecen decir esos seres políticos lamentablemente. Pasó un aniversario más de la Marcha de Sacrificio que hizo posible la creación de la Universidad Nacional Daniel Alcides Carrión y desde aquí deseamos que ese sacrificio no haya sido en vano como parece: ese campus incompleto, con edificios a medio construir y facultades inexistentes, dista mucho de ser esa institución del saber que algunos creímos que era. Aunque nuestros mediocres funcionarios sean el peor ejemplo, a pesar de todo, desde aquí les deseamos a nuestros lectores que este 2021 sea un año repleto de logros individuales y colectivos merecidos. Salud.

©edicionesdelmarqués

EL MARQUÉS ILUSTRADO REVISTA DE CULTURA Y OPINIÓN N°6 - Diciembre de 2020 - Cerro de Pasco COMITÉ EDITORIAL

DIRECCIÓN GENERAL: H.D. Chávez, DIRECCIÓN DE PRENSA: Giancarlo Morales Pérez, REDACCIÓN: Luca Prodan, Facundo Cabral y Guisseppe Brichetti, CORRECCIÓN DE ESTILO: Carmen Aire, DIRECCIÓN DE ARTE: Bényamin Bao, ASESORÍA LEGAL: Gina Berrios Halcón, ASESORÍA ESPIRITUAL: Dra. Yénésis Estrella OFICINAS PRINCIPALES: Grau 351 - Marqués 141 - CORREO ELECTRÓNICO: elmarquesilustrado@gmail.com

Editado en Cerro de Pasco, Pasco, Perú

H. D. CHÁVEZ

A 200 años de la Batalla de Cerro de Pasco, así lució la histórica Plaza Chaupimarca.

H. D. Chávez

CONTENIDO: EDITORIAL, página 2. UN VISTAZO AL PASADO, página 4. TODO ES PRECARIO, página 6. 200 AÑOS DE REPÚBLICA, página 7. EL ROCK, página 8. EL BOHEMIO Y LA GUITARRA, página 9. LA BIBLIOTECA DEL MARQUÉS, página 10. ALTA MÚSICA, página 10. CINECLUB PASCO, página 11. SECCIÓN DE CREACIÓN LITERARIA, páginas 13, 14 y 15.

UN VISTA Z O A L PASA D O

Bella postal de diciembre de 1968 donde figuraba aún esa par te de la antigua Calle Dos de Mayo que ya no existe más. Hechura de Raúl Chávez Célis, tipógrafo ya desaparecido, es parte de una colección de postales con motivos cerreños que iremos publicando paulatinamente. ARCHIVO: IMPRENTA CHÁVEZ.

H. D. Chรกvez

Alejandro Neyra, Ministro de Cultura, en su visita a la destar talada Plaza Chaupimarca con motivo del Bicentenario de la Batalla de Cerro de Pasco, el 6 de diciembre.

El Alcalde Provincial junto al Ministro de Cultura en su paso por las ruinas de la Plaza Chaupimarca. H. D. Chávez

todo es precario... C Por: Bényamin Bao

on la novedad de que más calles de Pasco se siguen destruyendo por el avance minero, cabe solicitar de inmediato a los responsables que derrumben todo de una vez para evitarse el mal gusto de celebrar acontecimientos históricos en penosos espacios que parecen haber sido detonados con ANFO por algún pirómano cegado por el plomo. Así nos ahorramos el disgusto de tener que aceptar el puro maquillaje improvisado de quienes tienen cautivos los cargos públicos y creen que con un poco de pintura encima de las ruinas de las casonas ajenas, el escenario está listo para celebrar cien años más de lo que sea. Peor aún que los funcionarios de la Honorable y la Dirección de Cultura Pasco, están esos "cultores" que no pierden la oportunidad para hacer maromas en nombre de la historia. Los que aprovechan estas situaciones para hacerse campaña política regalando medallitas insignificantes pretendiendo honrar con inútiles gestos a los que a su parecer son dignos de ser llamados "vencedores de Pasco", no merecen más que nuestra indiferencia pues no dan la más mínima señal de consciencia histórica y, al contrario, sus deseos de figurar en una fotografía en las redes son más fuertes que la disposición para leer un libro histórico completo. Se "celebró" el Bicentenario de la Batalla de Cerro de Pasco. El escenario: la destartalada plaza Chaupimarca con sus losetas incompletas, la Casa Vegas tiembla como una vieja casa maquillada antes de su definitiva muerte, el punto geodésico botado en alguna alcantarilla, los muros y columnas a medio construir: toda una expresión de la improvisación. En la ceremonia protocolar, el Alcalde aprovechó hablarle de economía al ministro de Cultura, quién pensó inocentemente que la plaza Chaupimarca era Patrimonio hasta que un reportero le corrigió haciéndole saber que más Patrimonio de la Nación era el bar "La Maca", ubicado al frente de la otra fea maquillada plazuela Carrión. Mientras el gobernador Ubalde(sic) se encaminaba al atrio, un muro

cayó pero se logró disimular gracias al ruido de la Sinfónica Nacional grabada en MP3, ni para el FLAC alcanzó. Ni un cachimbo balbucea tanto como Ubalde(sic) al leer un discurso escrito con horrores comunicativos. La lluvia de ese día no hizo más que acrecentar el ambiente fatal. Un viento pertinente pasó y por poco se llevó las hojas del discurso, pero en un movimiento rápido el Gobernador logro cogerlas antes de que sus palabras salgan volando. Terminados los tartamudeos, se ordenaron para condecorar a los personajes sobresalientes con unas medallas de latón, a la trayectoria cultural, al desenvolvimiento humano artístico. Gracias, Chanini, por todo.

Todo es precario. La escenificación de la Batalla fue posible aunque Arenales tuvo que llevar una mascarilla Kn95. En su entrada a la Plaza Carrión, un actor que iba montado en un caballo perdió el control del animal y cayó sentado en medio de la calle. El resto de actores, que se esforzaban por estar a la altura de tamaño acontecimiento histórico, se contornearon para formar figuras de guerra. Terminado el teatro, los cerreños que quedaron tocaban el cemento fresco de la plaza Chaupimarca y se preguntaban qué clase de restauración era esta que nos querían vender. Todo es precario. La Casa Vegas ha muerto hace más de un año y su tumba está en la misma Plaza Chaupimarca. Jr. Libertad huele a muerto desde hace más de tres meses pero ya estamos acostumbrados a que todo esté en estado de putrefacción a nuestro alrededor. ¡Oh! ¡Pobres calles que dentro de poco estarán más desfiguradas aún por las pintas electoreras que vomitarán en sus paredes los salteadores militantes! ¡Cuantos rostros oportunistas en afiches pegados harán más irresistible el huir de este sitio! ¡Es mejor ser un desierto que un callejón lleno de perros, basura y falsos predicadores que te ponen una zancadilla al verte huir despavorido de esta tierra movediza oxidada de muerte! ¡Oh, matapintas! ¿Dónde estarán cuando dibujen un árbol donde antes había un bosque?

200 años de república

f r ac a s o y p e r c e pc i o n e s d e l o s p e r ua n o s d e s d e l a i n d e p e n d e n c i a

Por: Rodrigo Elio Morales Pérez

na frase común en el léxico nacional, repetida incansablemente por nuestros connacionales, es: “El peor enemigo de un peruano es otro peruano”. Puede sonar, para muchas personas, un dicho propio de las situaciones y percepciones sociales más modernas de nuestro contexto, sacadas de las visualizaciones de crímenes y conjuras traicioneras presentadas en noticieros y magazines de la televisión peruana. Pero, ¿cuál es la verdadera extensión social e histórica de esta frase y el contexto que la rodea? Se han construido diversos relatos y mitos alrededor del fracaso de la República Peruana. Muchos consideran diversos inicios o circunstancias que provocan el poco realce internacional de la nación; la herencia colonial española, la cuestión tercermundista, la corrupción, entre otros. En el presente ensayo me enfocaré en los hechos y sucesos que posibilitaron estas percepciones sociales del peruano promedio, especialmente en la frase “El enemigo de un peruano es otro peruano”, la leyenda negra de la conquista, la corrupción y el tercermundismo; para explicar desde las percepciones del ciudadano peruano el fracaso de 200 años de República. INDEPENDENCIA Y PRIMEROS ENFRENTAMIENTOS

ntes de llegar a la era Republicana, nuestro país fue un virreinato, colonia explotada del Reino de España que clamaba por su libertad desde tiempos de Túpac Amaru II, que surgió como resultado de la “vil” conquista española del justo Tahuantinsuyo en el siglo XVI, con la captura del amado gobernante Atahualpa. O eso es lo que nos dicen nuestros textos de Ciencias Sociales en la escuela y colegio. Realmente la historia es distinta y no tan simple como se la pinta; la enemistad entre peruanos es una lucha física e ideológica que se arrastra desde antes de que estas tierras se llamaran Perú y que se consolida con la realidad de nuestra independencia. “La Independencia aparece entonces como consecuencia de la acción de San Martín y de Bolívar en el Perú. (...) Para estos libertadores, el derrumbe del bastión colonial que significaba el Perú era condición necesaria e indispensable para garantizar la Independencia americana. En este proceso la élite peruana no participó directa ni activamente porque su surgimiento y su robustecimiento como clase estuvo estrechamente asociada a su vinculación con la metrópoli. Su creciente vulnerabilidad económica, desde fines del siglo XVIII, y su desarticulación ideológica la inhibieron en su afán de conquista del poder político”. (Bonilla, y otros, 1972) El anterior párrafo fue sustraído del libro “La independencia en el Perú” que señala claramente el porqué de nuestra independencia y explica las tibias críticas de próceres, como Hipólito Unanue, frente a la política abarcada en el virreinato y los deseos de libertad; que después explicaría los enfrentamientos entre caudillos que serían el pan de cada día durante el siglo XIX. Dado que la independencia peruana se puede establecer como necesaria para consolidar la libertad de Venezuela, Gran Colombia en esa época, y de Argentina, países de los cuales provienen las dos Corrientes Libertadoras, es en esta Guerra de Independencia donde vemos el primer rastro de enfrentamiento entre peruanos, ya mencionado por Basadre en el primer tomo de su “Historia de la República del Perú”. Ahí nos reseña que Riva Agüero, primer presidente del Perú, en una conjura entre el congreso y él se censuran mutuamente y se nombra nuevo presidente a Torre Tagle. Riva Agüero decide negociar con el bando realista para sacar del poder a Torre Tagle y Luna Pizarro; dando ya a entender las profundas fisuras con las que nace la República. Otra muestra de enfrentamiento se daría en la Batalla de Ayacucho con la conocida despedida entre hermanos, hijos y padres antes de iniciar la batalla ya que no enfrentaba a españoles contra libertadores: enfrentaba a peruanos realistas y a peruanos independentistas, en una suerte de guerra civil propiciada por los países fronterizos. Esta muestra de enfrentamiento constante, presente aun hoy en día y que no se detuvo hasta en las horas más negras de nuestra historia, constituiría el germen y el inicio de la frase mencionada al principio del presente ensayo. Pero otros eventos la alimentaron, pues el enfrentamiento fue creciendo no solo en guerras y luchas intestinas sino en decisiones corruptas y malgasto de dinero que se entrelazaban con las peleas entre peruanos. CORRUPCIÓN: VENAS PROFUNDAS EN LA CARNE DE LA REPÚBLICA DEL TERCER MUNDO

l siglo XIX se compone de escándalos de corrupción en los periodos de bonanza, como la era del guano, y que se extendían a las crisis económicas, sin tomar atención a lo que sucedía en el interior de la patria, cimentando aún más la idea de enemistad peruana y nuestro hundimiento en los países periféricos; la máxima consecuencia de la corrupción, el malgasto de dinero y el endeudamiento extremo se da en la bancarrota del Estado de 1876 y la humillación peruana en la Guerra del Pacífico, donde aún se siguen viendo enfrentamientos entre caudillos políticos y militares.

Aunque el siglo XX amanece en la vida política social peruana como una continuidad democrática entre presidentes de un solo partido, la República Aristocrática, rápidamente salen a flote los enfrentamientos y golpes de estado propios de una República en constante enfrentamiento político desde su nacimiento, además del clásico olvido de las necesidades del ciudadano de provincias, concentrándose la clase política en el enfrentamiento entre partidos, sea APRA y UR o APRA Y UNO, que incluían masacres como la de Chan Chan que creían firmemente en un cambio que no llegaría y serían más cifras para la constante lucha entre connacionales. La década de los 60 pasó entre tibias reformas y contrabandos por parte del ejército peruano como lo reseña Alfonso Quiroz: “Entre los oficiales de alto rango implicados en esta trama de contrabando figuraban el vicealmirante Ponce (futuro ministro del Gobierno), el general Ítalo Arbulú (exjefe del Comando Conjunto de las fuerzas armadas), otro general, tres coroneles y dos tenientes coroneles. En lugar de hacer públicos estos nombres, la comisión parlamentaria remitió la lista del personal militar y policial mencionado en las cartas a los ministerios respectivos para una investigación interna. Las autoridades de los ministerios desecharon los cargos y declararon a los sospechosos «inocentes». Un informe del inspector general del ejército, recibido por el general Velasco Alvarado y convalidado con su firma antes de remitirse a los comisionados parlamentarios, exoneraba a todos los oficiales implicados por las cartas debido supuestamente a la insuficiencia de pruebas” (Quiroz, 2013) En los mentados contrabandos se encontraban “telas de paracaídas” que en realidad eran lujosos vestidos para mujer, nos señala Quiroz, además de muestras de incumplimiento de impuestos en los alimentos llegados a los bazares de las fuerzas armadas. Estos hechos y muchos más fueron reseñados en un informe de una comisión parlamentaria creada para investigar el contrabando y que fue destruido en los primeros días del “Gobierno” Revolucionario de las Fuerzas Armadas, donde se señala que la corrupción y el patronazgo tuvieron un sitio importante entre las causas y consecuencias del golpe. De cierta manera, los escándalos fueron las bases políticas del régimen “revolucionario”. Se puede señalar que el gobierno militar y la consecuente política de apaciguamiento y “negligencia benigna” del gobierno de Belaúnde generaron un caldo de cultivo para la aparición de movimientos que fomentarían aún más el desprecio y odio entre peruanos, surgiendo el terrorismo del Partido Comunista del Perú-Sendero Luminoso (PCP-SL) y del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA); produciendo las matanzas más horrorosas de nuestra historia e institucionalizó el terrorismo de Estado junto a las atrocidades del comunismo moribundo en el Perú. Las últimas décadas del siglo pasado dieron paso a la decadencia política y moral de nuestra República, donde resaltamos hechos de corrupción como la compra de los Mirages, los dólares MUC, las ventas de empresas del Estado a precios menores de los reales, la carretera transoceánica, el tren eléctrico de Lima, el Aeropuerto de Chincheros, entre otros escándalos de nuestros gobernantes, ampliamente conocidos por la opinión pública. A esto se suma la conversión de los partidos políticos en mafias del poder, propiciando distanciamiento y hartazgo de la ciudadanía frente a cualquier muestra de la política y generando fracturas dentro de la sociedad atribuibles a diversos pensamientos y formas de actuar tan similares a las establecidas por los poderosos a lo largo de la historia republicana.

PALABRAS FINALES

inalmente, con olas de represión policiaca en las últimas semanas se reafirma la frase que inició este ensayo. “El enemigo de un peruano es otro peruano”. Situación observada y llevada a cabo desde el inicio de nuestra República, con una independencia poco deseada, con un caudillismo rampante que ahoga nuestras arcas en despilfarro y en corrupción, con escándalos a lo largo del siglo XX, donde participan los idolatrados por ambos espectros de nuestra política; unos en claros ejemplos de contrabando y otros siendo ciegos a los actos de los primeros y a la realidad nacional, degenerando a una República que se sostiene dentro de un barco de 200 años que hace agua por donde se le mire. Hoy más que nunca resuenan las palabras de un pensador peruano: “Niños, sed hombres, madrugad a la vida, porque ninguna generación recibió herencia más triste, porque ninguna tuvo deberes más sagrados que cumplir, errores más graves que remediar ni venganzas más justas que satisfacer”. (Gonzales Prada, 1894) Debemos comprender entonces que la situación actual no se merece a una generación. La responsabilidad de madrugar a la vida le corresponde a todo peruano justo, que entienda que su enemigo no es otro compatriota, sino que entienda que el enemigo se sienta en la ignorancia y en la complacencia de los métodos corruptos, de las luchas intestinas y en el sufrimiento de nuestra sociedad.

ese

grito

silencioso

rock que

pa r t e

tiene 1

millones

años

Por: Giancarlo Morales Pérez

Esta será solo una introducción, apenas un tentempié para una larga historia de muchas partes y tal vez un libro entero de este género musical que viajó por siglos para encontrarse totalmente entero y viviente durante la segunda mitad del siglo pasado y luego de los horrores del imperialismo, la revolución industrial, y las dos guerras mundiales.

El autor

ómo se escuchó el estruendo de dos células jugando a convertirse en un ser mucho más grande, multicelular, desobedeciendo por alguna razón la programación establecida en su ADN. En ese microscópico lugar y momento se gestó la primera canción de rock, el primer solo explosivo de la evolución que catapultó este planeta del silencio rampante y totalitario a la música fabricada por millones de tipos de vida complejos…

Podría contarse de otra manera pero es así es una narración larga de una factura compleja y a veces hiperbólica, glam escribirían en el New Musical Express. En algún momento el atribulado homo sapiens sapiens en su intensa y muy particular auscultación de la naturaleza se encontró con los enteógenos, psicotrópicos y narcóticos, descubrió la naturaleza laberíntica y embriagadora de los jugos fermentados acumulados en el fondo de sus ceramios y ánforas. Algunos crearon una música disonante con sus liras, aulos, flautas de pan, etc. Tocando música emanada del mismo aliento de los dioses del Olimpo en disonante universo acompañado de los coros entraban en trance. El rock que aún no se llamaba rock los engullía, los perdía en el bosque de su carne, porque el geniecillo de los enteógenos les dice al oído que esta vida es el único lugar que conocerán del tiempo y del espacio, por eso el perderse en la carne y en la mente con esos ritmos, armonía y melodías, mezclándose como paisajes en el oído y movimientos tectónicos en los músculos y huesos, como si se hubieran convertido en planetas y el magma del alma les emanará de repente en volcánicos deseos. La historia se los tragó, el eco del rock bacanal quedó desperdigado como los mármoles destrozados donde antes había templos. Despertó nuevamente mientras alguien cantaba invocando en lenguas con el color de la jungla y un recuerdo dibujaban de garganta en

garganta mientras pizcaban algodón bajo el sol. Los gritos y el látigo en realidad eran un cántico que su padre les había cantado para no olvidar de dónde venían, poco a poco los recuerdos fueron reemplazados por rutas de escape, las canciones en medio de los fogones y faenas eran mapas musicales conduciendo hacia la libertad, un código que no entendía el otro homo sapiens sapiens que lo había esclavizado. Se convirtió en libertad, nuevamente era rock y usó los objetos que los hombres habían usado e intercambiado durante milenios, los instrumentos musicales que le dieron piel y músculos a su vieja alma que había viajado siglos, cual Osiris desmembrado que espera que Isis recolecte todos los pedazos de su anatomía. Los viajes de la especie humana hicieron que esas partes se juntaran y nacieran en un recóndito y profundo escondite de la historia humana. Los descendientes de los esclavos africanos en los Estados Unidos habían conseguido agitar las ondas sonoras de siglos en los instrumentos llegados de Europa y Asia: pianos, guitarras, violines, baterías, trompetas y saxofones destilaron el sonido de milenios. El rock es el hermoso y profundo canto de cisne de una civilización que está en decadencia, es la crónica de un siglo que desgarró las esperanzas de los viejos pensadores, es el murmullo del arte que acompaño las últimas convulsas décadas que derivaron en este lento pero inevitable final de la civilización occidental. El rock de letras simples y caóticas, muchas veces acarameladas hasta el hastío, pasaron a tener letras cargadas de filosofía y reivindicación, incluso de una narración exacta de los sentimientos y emociones de fechas cargadas de anhelos, acontecimientos traumáticos y tragedias para la humanidad. Como en la década de los 60 en la que el rock gritaba paz y su instrumentación cada vez más virtuosa nos llevaba por pasaje oníricos o de pesadilla que recordaban los horrores no solo de la guerra de Vietnam sino de todas las guerras y también los horrores incomprensibles del periplo inexorable hacia la nada de nuestra humanidad, donde las únicas experiencias placenteras y escapistas las tenemos con la música y los enteógenos, donde nos despojamos del caparazón del ser para entregarnos a los viajes sin retorno que tuvo el rock and roll en sus milenios de historia.

Fotograma de "2001: A Space Odyssey" de Stanley Kubrick

H. D. Chávez

e l b o h e m i o y l a g u i ta r r a

Por: Luca Prodan

on la pérdida física del literato Hugo Apéstegui Ramírez (1956 - 2020) se generan pertinentes análisis de su actividad académica y artística —además de ser compositor de valses, huaynos y hasta autor de la letra del Himno a Pasco, se le puede considerar la primera guitarra rockera surgida en Pasco en el grupo "Evolución" —, es también oportunidad para repensar la industria y la educación artística en Pasco. La guitarra de Hugo Apéstegui nos hace mucha más falta que nunca como ejemplo del arte por el desarrollo y no el arte por el disfrute mismo de la bohemia. Hugo Apéstegui usó la guitarra no solo para remover los sentimientos de sus oyentes, sino que ese instrumento fue una herramienta de trabajo que le permitió mantener a su familia, dignificando para siempre una labor tan sacrificada como es la de un músico. Es notoria la precariedad general que no solo tiene Pasco en sus calles, sino también en sus contadas instituciones y actividades artísticas que siempre han tenido un halo de improvisación e inconsecuencia. Por eso es tiempo de que reconozcamos que debido a eso los artistas de Pasco prefieren irse a otras regiones a mejorar y difundir su arte en lugar de soportar a los "cultores" de Pasco que solo se activan cuando tienen la oportunidad de hacerle la corte a su funcionario favorito. Decenas de guitarristas, compositores y cantantes han huido de la ciudad a otras regiones o, en el peor de los casos, se han perdido en la bohemia de una ciudad que en cada esquina tiene un bar abierto. En este sentido la educación artística es clave y urge que los maestros fomenten la sensibilidad artística en sus estudiantes en lugar de atiborrarlos de información innecesaria. Con más razón en estas fechas de distanciamiento el arte hace llevadera la espera a una mejor normalidad. Pero como en Pasco el arte no vende pero sí se vende, las actividades culturales se han reducido al mínimo y la distracción solo viene de canales inaccesibles. La falta de espacios

de recreación ocasiona depresión en la población y los lleva a consumir material e información basura. La Casa de la Juventud es otro espacio abandonado que se resiste a la pudrición camino a Paragsha. No existen espacios de intercambio artístico ni intelectual. Las bibliotecas permanecen cerradas y los suicidios se van activando con éxito o no en algunos puntos de la ciudad. Hace falta una Casa General del Artista Pasqueño, donde el creador pueda encontrar al menos una silla donde apoyar su cansado cuerpo sensible por los años. Pero parece ser que nos dan estadios, primeras piedras y canastas para negarnos un espacio de recreación y evitar que nos reunamos saludablemente a comentar, planificar y ejecutar proyectos artísticos. Es por eso que el artista pasqueño que desea ejecutar medianos proyectos artísticos habita espacios familiares para poder reunir al equipo y generar actividades en sus colegios y barrios. Pero el trabajo que se puede lograr mediante estas iniciativas adolece de algunas limitaciones que hacen que el alcance poblacional del proyecto se reduzca. Sin embargo, existen reconfortantes experiencias de colectivos que al organizar eventos artísticos recibieron hermosas respuestas de la población. Eso demuestra que el poblador pasqueño mantiene todavía parte de su sensibilidad. Es tarea del gestor cultural aprovechar lo existente para pujar en la actividad artístisca e incluso relacionar el arte con la salud mental. No perdamos la oportunidad de hacer industria cultural y artística en Pasco. Nuestra juventud pasqueña, que ha demostrado no ser adepta a la protesta ni al reclamo, puede ser materia prima aprovechable en busca de otros canales de desarrollo social a través del arte.

L A BIBLIOTECA DEL MARQUÉS

“Miscelánea Humanística” MARCO AURELIO DENEGRI 2010 POLIMATÍA

“La venganza de la geografía” ROBERT D. KAPLAN 2012 GEOPOLÍTICA

ALTA MÚSICA

“Hospicios” Leusemia 2004 Progresive Rock, Power Metal

“Muéranse” Rafo Ráez 1999 Rock, Trova, Punk

“La Espalda de Amil” Los Fulgencios 2016 Rock, Latin, Cumbia

“Caracoles” Kanaku y el Tigre 2010 Folk Rock, Indie Pop

cineclub pasco

“Garras humanas” Tod Browning 1927 Drama, Circo, Terror

“Doctor Insólito” Stanley Kubrick 1964 Comedia negra bélica

“Mank” David Fincher 2020 Comedia, Biográfica

“Soul” Pete Docter 2020 Animación, Música, Drama

N Ó I C C E S DE N Ó I C A E a R I C R A R E T I L

C E R R O D E PA S C O Por: Giancarlo Morales Pérez

001

002

Pesa el polvo de esta ciudad ... los cuellos se arquean, los corazones pesan tanto que la gente camina despacio

Y el miedo es la saliva ca yen

do luego de la mordida y el miedo es un recuerdo de los 80 que te pide un céntimo para el pan por las mañanas estirando sus manos llenas de tierra porque acaba de enterrar a alguien …Y se fue escribiéndome su sombra con pedacitos salidos de su boca, plumas de algún ave vendida por kilos …los sueños se sudan y huelen por las mañanas y parece que este poema ya fue escrito…sudado…

como si el tiempo fuera el muerto que acompañan a enterrarse a ser la última palabra de una boca abierta a la que tienes que poner cemento para que deje de gritar...

003 Y esas casas ya ni fantasmas tienen los ahoga el silencio donde no saben nadar …y hacen bulla y hacen música tratando de encontrar sus huesos …Y los gritos iluminan la noche temblamos porque nuestros músculos quieren hablar lo que nosotros no podemos decir …nos han robado las bocas …las lenguas han terminado secándose en sal para comerlas …una sopita dejada para el muerto y este se da cuenta que todo tiene sabor a tierra …incluso él…

MUDANZA

DEVEZENCUANDO

Por Lalo Trash

Por Giuseppe Richeti

Andarás de vez en cuando andaremos hasta olvidar tener pies qué más da en este cielo todos van sobre sillas flotando leyendo de sus manos la lluvia que la moja leyendo de sus manos el sudor de sus veranos hasta perderse en esas líneas como trincheras diminutas donde seres diminutos mueren no te das cuenta, no nos damos cuenta

ALUCÍN SINCERO Por David Chávez Segura

Matadería de noche y de día siempre fría será tu guía y mis callejuelas me dicen que están hartas de mí no soportan que las mire con mis únicos ojos repudian más que nunca mi lágrima cargando ya suficiente de inundado claman basta de humedecer cimientos para desenterrar poemas llenos de polvo mejor dobla la esquina arráncate de acá nadie te conoce circula no más pero qué pasará con mis caminitos pregunto unas piedras me dicen tranquilo aquí vamos a estar me voy de memoria a mi casa tengo miles de hojas que mirar voces que distinguir y unos dientes que picar la mirada triste de mi madre me recuerda cuánta falta nos hace un piano para expulsar la pena que nos aplasta desde el cuarto piso tristísimas querellas en el viejo tajo ya no recuerdo si fui el muchacho que cayó de parietal o el niño que murió a los cinco en tallarines verdes ahogado

Mi padre me ve sufrir al cargar ese gran mueble y sabe que no llegaré a su edad con esa mirada ve en mis brazos la fuerza desvanecerse así parece decirse manos de escritor te di ejemplares pulmones del ejército gritaron antes que yo nazca del explosivo un sucesor que viene a decirle algo apenas entre tantos papeles hay escritas palabras de hace años manchadas con tinta rebalsada un verano en que aprendí a fumar sentado en el campo me puse en equilibrio solo hasta antes del almuerzo en que me tocaba hacer chistes mis muebles se ríen de mí los libros ya no alcanzan es por eso que me voy a mudar de piel un ratito ahora soy un zángano vibrando con mis alas cruzo el puente sin miedo a las piedras toco la puerta de tu casa pero ya no estás tendida esperas al hombre de las llaves indicadas

CACIQUE Por Luca Prodan

l abismo aparece luego que gira la llave y entra al departamento. La puerta parece pesar toneladas. Ha estado tres días en los gritos, ese “pueblo” donde él es un señor feudal. Sus hijos callan al verlo entrar. Las sonrisas desaparecen de sus labios, sus dientes alegres se esconden debajo de los labios. Ana, su hija mayor, le coge el saco y le da un beso en la frente. Él ve esos ojos que no dibujan nada, ni una mirada, ni una palabra, ni un saludo. El beso es un rastro de saliva que se deja sin pensar. Ella sabe que su viejo hace las preguntas mientras otro golpea o hace que la serpiente de la electricidad muerda cuerpos toda la noche. Números, direcciones, cientos de descripciones mientras las lágrimas caen y la sangre brota de acá para allá. En toda la tierra arrasada del cuerpo, no se deja nada para el alma. Todo se quema meticulosamente. El tiempo se cuenta en gotas de sangre perdidas, los ojos quedan en blanco antes del desmayo y el cabo los vuelve a despertar arrojándoles el agua de la lluvia acumulada en un balde. A lo lejos, se escuchan puertas que se abren y cierran. El dolor se abre y se cierra. La rodilla mordida por un martillo está a punto de estallar. El lugar sin silencio, piensa alguien por allí que puede ver las botas, pero nada más. Está vendado oliendo a muchas noches, a días largos. Aunque no sepa cuándo es de día o de noche, han logrado quitarle el tiempo teniéndolo recostado. Se ha olvidado que la tierra gira, que llegan las sombras. Lo único que sabe es que hoy toca que le quemen la carne. Poncio cierra la tapa de las teclas del piano y apresura el vaso con whisky. Ha acabado, se ha olvidado o ha creído olvidarse de las gargantas que olvidan gritar ahogadas en un mar de dolor de olas anchas y fuertes. Se ajusta la corbata nuevamente. El uniforme es su piel de reptil. Oculto en la selva de la ciudad, maneja un carro que ya tiene años, pero cuyo motor ruge como felino. Esconde una nueve milímetros por allí, en algún lugar del auto. Va solo, pero siempre ve los retrovisores, memoriza los carros. Si uno está demasiado tiempo atrás de él, voltea, lo pierde. Gira el volante, se pierde en otra calle, se detiene en el rojo. Sus ojos se detienen en unas piernas que se pierden en la calle. Ya está en verde, desaparece de la ciudad, se va rumbo al lugar. Le encienden el cigarrillo. No puede evitar respirar el olor de la carne haciéndose polvo lentamente. Aspira una buena bocanada de humo, luego lo expulsa por la nariz. Siente el mareo de la nicotina apoderándose de su cerebro. El alma ya ha desaparecido. Solo queda el animal para el olvido debajo de la tierra, piensa. "Han sido veinte, cacique. Hemos tenido que traer un retro excavador" le dice el capitán interrumpiendo sus pensamientos. Poncio ve al capitán y sus ojos perdiéndose como el humo de los cigarrillos: "Es tu trabajo y tienes que cumplirlo como yo lo hago". Apaga el cigarrillo en la suela del zapato y vuelve a subir a su carro. El capitán se acerca a la ventanilla y le ofrece otro cigarrillo. Poncio no puede evitar oler la muerte que emana: "Por lo menos lávate las manos". El capitán se ríe. "No vengas con esa limpieza de cirujano, cacique, que ni siquiera he almorzado por ocultar tus fiambres", le increpa el capitán. Poncio pisa el acelerador, regresa lentamente a la ciudad. Ya en la ciudad, pasa delante de una inmensa iglesia y se persigna tres veces. En la tercera, la logra ver. Camina sosteniéndose del brazo de él. Cómo olvidar ese caminar lento y cadencioso. Es ella, su ex mujer, Estela. La imaginaba en Estados Unidos o en cualquier otro lugar. Mujer de un agregado militar. Podría estar en cualquier parte del mundo. Pero esta acá, en esta ciudad sucia donde él, Dwight -que la lleva del brazo, solo toma agua embotellada- se fue dejándole una nota a Ana y a los gemelos. De repente, un claxon lo despierta. No puede evitarlo. Sus músculos se contraen, sus venas aumentan su caudal, su corazón ruge como el motor de su carro. Saca la nueve milímetros, se baja del carro y se acerca lentamente al automóvil que le ha tocada el claxon. Rompe la ventana. Las niñas que están dentro gritan. "Cállense mierdas", grita mirándolas. Las niñas callan. Poncio saca su pistola y apunta al chofer: "Qué te has creído, mierda, para tocarme el claxon así”. "La niña, jefe, la niña tiene ganas de orinar", titubea el conductor. Poncio estira el brazo en que tiene la pistola y le da un golpe en la nariz. La parte, la deforma. El chofer sangra. Las niñas gritan al verlo. Una de ellas se ha orinado y de su pierna caen gotas de orín. "La próxima que te vea, va ser una bala, hijo de puta", susurra Poncio al chofer mientras le jala de su corbata. "Así que procura que no nos encontremos", le dice y le suelta. Poncio sube a su carro y arranca. La estampa de la virgen que cuelga del retrovisor cae con el movimiento del carro. El abismo aparece luego que gira la llave y entra al departamento. Ahí está él, Dwight, bebiéndose su whisky. "Hi, Poncio", le dice y le da un vaso con whisky. "Hola, Dwight. Habla español, por favor, estamos en mi país". Dwight sonríe. "Como quieras. Estela está con tus hijos. Espero no te moleste", dice y vuelve a sonreírle. "Solo quería decírtelo. Mañana nos vamos a la playa. Te traigo a tus hijos en tres días". Poncio no voltea, está viendo por la ventana la inmensa ciudad. Oye que la puerta se cierra. Dwight se ha ido. Poncio se deja caer sobre el sofá. Sabe que no volverán.

S I LU E TA D E L H O M B R E Por Frank Chinaski

Perdidas agendas de entre musicales ardientes, donde las llamas son hielo y el hielo encarna en la tierra. No habrán más recuerdos que el de una niebla blanca como a las 6 de la mañana y el quinual cual pino cayendo por la estrella. Es la remienda de tres puntas o un cesped pañuelo quien corrije al nuevo inquilino de la gran prueba que sujeta una hermosa y miserable vida No hay mordaza en mi sopa, qué mierda ha sido todo esto... "- ¡Oiga!, ¿me trae un poco de tela y un par de liguillas...? - ¡Para llevar, Señor! ¡Apúrese o de un puntapié te regreso a tu jodida realidad!" Que el remordimiento no es más por años de engreimiento ya que una tarde se mueve y la puta gime o una madre arrulla al niño ¡Cógelo! ¡Se cae! Jajá Hay silencio más que nunca y dinero por jugar a jarrones no hay metralla que suene pero la tierra grita y sus representantes lloran en silencio escuchan muere una bala encima del cadáver.

- La sangre hierve mientras ruedan a fluidos por las rieles del destino; fueron tres derivadas y entonces Newton gritó ¡Eureka! - ¿Qué dices? - ¿No fue él? Pero, ¿cómo no lo diría si llovieron manzanas luego de sumergirse e integrar cada gota de realidad para sorprender al milenio? - Ok... Ya no son tres viajeros... Algunos dicen que son cuatro y otros cinco... El gran maestro llegó desde siete que lo recibieron y ahora bajó a los tres para llevarlos en los cuatro que dictan desde el portador de peces... ¡Muévete y acción! ¡Sé natural! ¿No hay más gotas de sudor? Dicen dueños de verdad... - Mejor estarías muerto...¿o te ciego para sentirte muerto? - ¡No! No se cierra el ojo. ¡Ensayo y error, señor! - ¡Estoy arrepentido!- grita-. ¡Hay que salvarlo! Son tanta teoría y ningún sentido... ¿Qué es la teoría frente al tiempo? ¿O la historia se volvió ley?... ¡No! ¡Es el camino que elijen! ¡Es la libertad! ¡Grita libertad! ¡Grítalooo! ...Te veo, mi hermano, te sigo viendo y te siento...

Detalle de "A Roman Feast" de Roberto Bompiani.