Escrito por: Soto Bouhier, Rodrigo Javier
Sobre los 100 años de la Revolución: Cuestionada, temida y odiada por muchos, lo cierto es que la Revolución de 1917 marcó un antes y un después en la Historia. Adorada y deseada por tantos otros, trajo consigo una vorágine de cambios inimaginables para un Imperio ruso decadente y anquilosado reticente a las transformaciones. El andar lento y cuidadoso del zarismo fue suplantado por la intrépida marcha bolchevique que, arrasando con el resto de revolucionarios, acabó por hacerse con el poder político del renacido Estado. La vanguardia del revolucionario profesional impuso la dictadura del proletariado y conforme el confalón rojo se apoderó de la sociedad, los soviets fueron convirtiéndose en un cascarón vacío. Una elite burocrática se reprodujo desde las entrañas del tan esperado comunismo y gestó en paralelo una intestina lucha entre aquellos que juraron transformar el mundo entero. La muerte de Lenin le arrebató a este su vida privada, convirtiéndolo en una momia sacralizada por el partido y el Estado. El culto a la personalidad del Secretario General Iósif Stalin, siguió a este hasta 1953, dejando tras de sí una potencia industrial a costa del hambre y la desesperanza de millones de campesinos. La victoria en la Gran Guerra Patriótica contra el nacionalsocialismo y sus aliados, elevó las consignas de la cuestionada revolución, reivindicando para sí el título de inmortal que perdura hasta nuestros días. A pesar de sus gigantescos errores, contradicciones, juegos sucios, corrupción y crímenes, la Revolución de 1917 dio, da y dará en un futuro mucho de qué hablar. Sus hijos lanzaron el primer satélite, pusieron el primer hombre en el espacio, funcionaron de contrapeso a una potencia hegemónica ambiciosa, propugnaron ideales de igualdad y fraternidad no siempre cumplidos y fomentaron un nacionalismo único en su tipo. Su legado, con todo lo que este representa, fue finalmente superado por sus actores y coyuntura. Siendo hoy solo pasado, la Revolución bolchevique — que terminó por desplazar a las movilizaciones más moderadas o bien se adelantó a otros radicales — pervive en la memoria y los anales de la historia como una de las transformaciones más importantes del siglo XX y uno de los acontecimientos más importantes de la humanidad. Le pese a quien le pese, lo cierto es que su lucha aún vive en el corazón de millones.