REVISTA EL HUMO EDICIÓN # 3
PRESENTACIÓN El humo aparece en su tercera edición con una nueva propuesta de podcast “El huracán”, que representa la necesidad de expresar el pensamiento, de hacer pública la voz individual y de la sociedad. El huracán es un disparador radial que surge para amenizar la página con música y entrevistas, por supuesto con ocurrencias que puedan ir saliendo con el transcurso del tiempo. La idea es justamente hacer crecer y mejorar el proyecto de El humo en su totalidad. Ideas hay varias, sueños también, esperamos lograr alcanzar todas las metas, mientras tanto invitamos a seguir apoyando a la revista.
UN POCO DE:
Diana Ferreyra Poeta y narradora
Diana Ferreyra es una joven poeta y narradora. Ella dice abiertamente que está en plena formación de su carrera literaria. Cualquiera podría pensar eso por la edad que la autora tiene, pero en realidad Diana ha mostrado con sus libros que su trabajo es maduro, formándose, moldeándose, pero con mucho estilo. Nació en Morelia, Michoacán un 11 de mayo de 1990. En actualidad es estudiante de la Escuela de Lengua y Literaturas Hispánicas de la UMSNH. Ha obtenido Primer Lugar del XIII Premio Nacional de Cuento “Carmen Báez” (Morelia, Michoacán, México: Colectivo Artístico Morelia, 2006), Mención Honorífica de XIII Premio Internacional de Cuento “Carmen Báez”; Primer Lugar de XXII Premio Nacional de Poesía al Mar (Matamoros, Tamaulipas, 2007); y Mención Honorífica y Primer Lugar del Concurso de Cuento y Poesía por el IX Aniversario de la Escuela de Lengua y Literaturas Hispánicas (UMSNH, 2009). Ferreyra ha participado como invitada en mesas de lectura en Morelia, por conmemorativos a reencuentros de poesía, periodismo y narrativa, así como la presentación de sus libros expuestos en la Ciudad de México, Querétaro y en su ciudad natal. Fue invitada para brindar homenaje a la obra de Ramón Martínez Ocaranza. Ha participado en publicaciones de revistas y gacetas. Tiene publicado tres libros: En medio de la fogata (Ediciones Librería Luz, 2007. México), de la Colección La Tanda: Tres Narradoras (Colectivo Artístico Morelia, 2007), y en edición independiente el libro de poesía Desconócela (2009); y es participante de la colección de poemas Panorama de la Poesía Mexicana editado por Romina Cazón (escritora argentina) y Rubén Falconi (Ed. Acúfenos, 2009, México); de la recopilación de poemas Melodía de Colores (Centro de Estudios Poéticos, 2007. Madrid, España); y en la antología de Recuentos Urbanos de las compiladoras Susana Arroyo-Furphy y Herlinda Dabbah Mustri (Palabras y Plumas Editores, 2009. México, D.F.).
Sus cuentos han sido catalogados como realismo mágico debido a los distintos lugares (atemporales) que recorre con cierta timidez, y a la vez encadenando el subjetivismo en su prosa, que contiene el estilo culterano, logrando la espontaneidad de sus palabras. En ocasiones, ha sido concebida como complejo para leerse y sin embargo, recurre a temas sencillos desde el utópico de la belleza fémina (tal como se puede apreciar en su libro de poesía Desconócela), el costumbrismo, la metaficción, la fantasmagoría y la recreación del mundo a partir de la nada, así como también toques de surrealismo y ficción.
Así escribe Ferreyra Corral I Hay algo en ti como un álgebra cosmodestructora que altiva todas las formas surrealistas de este mundo. Apacible acaso, a veces con el desencanto que reúne algunas fosas comunes; en otras, cuerpos celestes que se incineran en tu velo. Eres Elisa, el vértigo del mar, hálito, y del desconocido ritmo, que envuelto, quisiera conocer. II La cosmogonía inicia con la mirada perturbada, inocentemente cruel. Sabemos de qué árbol nos cosechamos mas no encontramos las raíces. Las raíces son numerales fragmentados en cuatro partes. No nos gusta meter a terceras personas, por eso son cuatro. La alusión del pasado consumido en el futuro llamado azar, se destella cuando no sabemos cómo será el espontáneo ser. Decían que llevaba más de veinte años encerrado en la ventana roja. Unos hombres llamados como yo intentaron viajar, pues su abuela les contó que un joven estaba esclavizado por una Ofelia de cabellos largos. No recuerdo haber tenido esos hijos. Del poema DESCONÓCELA (Fragmentos):
Gracias, Paz Las masas humanas más peligrosas son aquellas en cuyas venas ha sido inyectado el veneno del miedo.... del miedo al cambio. Octavio Paz
EL AGUA DEL MAR ESTABA CHISPORROTEANDO un poco de ira, luego de saber que iniciaría la guerra contra él. Y no era la réplica por ser el magno enemigo, sino porque lo deseaban todos los países: estaban dispuestos servirle a sus pies. En la embarcación, que se unía con el corazón y pecho del océano, estaba dirigida por dos hombres cuyo nombre ni nación importaban. Estaban aislados de la demás comarca, la parcela los prefirió libres en todo el orbe. El barco, secta misteriosa que estaba al borde del suicidio, carecía de un destino. La semana pasada, dos pueblos se rebelaron y firmaron el acuerdo de una guerra sin tregua. Otros pueblos, en proceso de resurrección, se unieron a las causas de los bárbaros contra los anglosajones. "Y en el barco meticuloso, a mediados del siglo, contenía un individuo que, en determinado momento, fue de las víctimas por la firma de la guerra. Joaquín, el último
hijo de la descendencia de los Halcones, no daba su identidad por ser una raíz mezclada entre judíos y amerindios. Joaquín, en su cuna de media luna, escuchaba en la radio algunos cambios sociales y ortodoxos. Joaquín, sobre el mar, aullaba. Descortésmente aullaba, pues su familia, desolada y quebrantada, estaba sufriendo los últimos estragos de la guerra por el agua. No pudo ver a sus hermanos por última vez porque fue el primero en ser exiliado, justamente en la nada, y el dueño del barco, con la idea extraña de cazar el pez más grande del mundo, le dio la oportunidad de dormir y comer allí, aunque las náuseas y cefalea las sufriera en la madrugada. Se mecía de un lado hacia otro. Joaquín pedía a la misma naturaleza que combatiera los estragos vividos en los últimos setenta años". "Salió para limpiar los pisos en la amanecida y curiosamente, se sentía solo. La soledad consistía en olvidar a cuanta criatura o ser prevaleciera vivo, y se fuera esparciendo su tautología de sí mismo hasta convertirse en su propio enemigo. Unos pocos minutos después, el cielo se fue abriendo hasta que un capullo revoloteara en las nubes, y en su médula se estuviera filtrando una tenue luz, casi apagador de las tinieblas. El capullo se abría poco a poco hasta que la luz fuese similar al Sol escondido entre el humo y la oquedad. Apareció un río de nieve. Un río de nieve que los copos bailaban entre la atmósfera. Empezó a nevar, en un cálido lugar, comenzó a nevar" En lugares que se desconocía la figura lechosa, también nevó. En las playas, nevó. En los montes, nevó. En cada coladera, nevó. Cada uno de los rincones, se llenaban de ese frío destello que para muchos fue un insulto de la naturaleza. Los pueblos, marginados, tuvieron nieve. Los pozos se llenaban de ello, hasta que se descongelaba y surgía el agua. El agua entrañable. El agua poderoso. El agua que todos peleaban. Y los soldados tuvieron frío. La mayoría de sus piernas sufrieron la gangrena y regresaron a sus casas sin quejas ni desesperanzas. Los que no tenían hogar, fueron recibidos como los reyes con elefantes y antílopes de oro. Los pobres, entraron en albergues que descubrieron a sus verdaderos padres. Todos los desdichados podían sacar su lengua y probar una esfera de plata, conocer su consistencia y poder compartirla con otra persona. El mar se congeló. Así de simple. Fue una pista gigante de una pieza de hielo, sin temor a que se rompiera por un paso. El barco se detuvo. Los dos, el capitán y Joaquín salieron a caminar en el agua. Sentían calor por debajo de los talones. Estaban felices de andar por la superficie llamado hielo. Desde ese día, la guerra no pudo seguir. Desesperados, prefirieron irse a los hogares, y esperar que esa nieve se fuera evaporando. Prometía ser un año sin viajes. La electricidad de nada servía, pues los conductos se congelaron, incluyendo los coches y las chimeneas. El único calor se podía encontrar en un café, té o en la misma sala donde la familia estuviera sentada y platicando de un futuro sin conocer. Así, Joaquín, al ver que el camino estaba dedicado para él, decidió correrpor el agua para volver a ver a sus hermanos. El capitán únicamente se dejaba morir a través del frío. La gente creyó que ése sería el final de todo lo creado, pero Joaquín creyó que esa Paz de la nieve rompió con cualquier armamento decidido cobrar el miedo: había agua solidificada en todas partes. Sus libros "En medio de la fogata"
"Tres narradoras" "Desconócela" Donde ha participado: "Panorama de Poesía Mexicana" "Melodía de colores" "Recuentos Urbanos"
NARRATIVA
Erika Juseppe Baéz
Circo sádico Él, sí él, ¿quién más pudo haber sido? Él me maldijo con dos talentos que no sirven para hacer dinero en un mundo en el que el dinero lo es todo. Muchos dirán que no es así, que la felicidad está en el crecimiento personal, en la trascendencia del alma, pero la irrefutable realidad es que el dinero te da la felicidad en la tierra, ya en el “cielo” será de otro tipo, pero aquí, en la mundanidad, el dinero es la diferencia ente estar vivo o muerto, entre ser inmensamente feliz y ser profundamente desdichado. Sin dinero no puedes existir, sin dinero no puedes ser libre: algo tan sencillo como aparearse tiene precio, siempre requieres dinero para comprar preservativos, pagar el hotel o pagar el departamento en el que te aparearás, absorber el costo de la manutención del departamento, si es que tienes el dinero para rentar o poseer uno, resolver problemas de salud, exámenes médicos, anticonceptivos, pastillas de emergencia, cirugía por si hay que abortar, juguetes sexuales, lubricante, en fin. Comer cuesta, moverte cuesta, el amor cuesta, tener cara bonita cuesta, tener buen cuerpo cuesta, verte bien cuesta… y no hay nada que pueda cambiar eso. A Él debe hacerle mucha gracia ¡Ja!, y aunque desee con toda mi alma cagarme en él, no puedo hacer más que escupir los hígados y tratar de encontrarme al diablo y venderle mi alma; pero algo me dice que el diablo también es un artificio suyo para seguirse orinando de risa; ¡sí! el diablo es como una de esas figuras de cera de las casas de espantos, con voz grabada y luces neón en los ojos. Lo más sencillo sería negar su existencia divina, pensar que mi desgracia no es obra suya sino mía o de las circunstancias, que todo ha sido mi culpa; pero resulta que he hecho todo bien, he seguido su ley, he hecho lo que se espera de una hija, lo que se espera de una hermana, de una empleada, de una mujer, de una católica: ni siquiera puedo convencerme de que no existe, no puedo negar los siglos de sabiduría que no han podido refutarlo. No, no puede ser que esto no sea obra suya, las circunstancias son obra suya, la existencia de los seres son obra suya, y yo, a pesar de tener estudios superiores múltiples, trabajar desde la adolescencia y no haber matado ni robado, vivo al día y no poseo nada y no veo para cuando dejaré de estar jodida y se me acaba la juventud y se me acaba la fuerza y se me acaba el tiempo y sólo me quedo
a la orilla del abismo, suspendida. Tal vez debería sentarme y esperar a que se me acaben la juventud, la fuerza, el tiempo y la maldita vida, pero Él no me dotó con las agallas para hacerlo ¡qué gracia la suya! ¡Ja. Ja, ja! Siento sus carcajadas lloverme encima, yunques celestiales que aplastan, pero te dejan vivo, cual sobreviviente de sismo después de cinco días enterrado: orinado y orando… ¡ja, ja, ja! y Él ríe y ríe y ríe. Miro a mi alrededor y todos los días maldigo el día en que nací, peor aún haber caído en un país miserable como este, en donde no hay más que caos y más caos, en donde todos los días es un triunfo salir vivo, vivo del tráfico, del hacinamiento de jodidos que se multiplican geométricamente, de la falta de oportunidades, de los abusos, de tener el pie de los mediocres políticos en el cuello, del hecho de no haber nacido en el seno de la realeza o con un apellido ungido de poder eterno. ¿Por qué tengo que padecer las consecuencias de algo que no decidí? Yo no decidí nacer en una familia clasemediera, no pedí nacer en este país, ¡no pedí ni siquiera venir a este maldito mundo! Creo que ni siquiera quiero sobrevivir y ocurre, simplemente ocurre porque, si hubiera nacido en un país desarrollado, si tuviera lo que necesito, ni más ni menos, entonces no tendría Él con qué divertirse. Por eso hay ciegos y mancos y tuertos, porque tienen un fabuloso don que no pueden explotar gracias a la falta de sus respectivos miembros, ¡Ja, ja, ja! Ya oigo su divina risa; por eso hay quienes no pueden tener hijos cuando los pueden mantener, quienes no los quieren y tienen veintenas, por eso matan a los narcotraficantes justo cuando por fin logran tener suficiente dinero para vivir como nunca hubieran podido; por eso los que roban una hogaza de pan son refundidos en la cárcel más oscura y quienes violan, escapan… por eso Él te da lo que más quieres, para después quitártelo y reír, reír y reír. Debería ser un consuelo no ser yo el único objeto de su esparcimiento… vaya qué si se vengó por aquella desobediencia ¿será por eso que no somos más que sus patiños? ¿Acaso era posible creer que siendo todopoderoso no sería un dictador cualquiera, un autoritario que ante cualquier falta dejaría caer toda su ira sobre la humanidad? ¡Ja, ja, ja! Yo también me puedo reír ¡ja, ja, ja! Sí, me puedo reír y ahora río de tu desgracia, Dios, pues, tal parece que para ti sí hay un imposible: no puedes cambiar el hecho de que no se te obedeciera, y aunque te hayas desquitado expulsándonos a todos del Paraíso, sigues estando jodido y así seguirás ¡Ja, ja, ja, ja, ja!... Me encantan mis malditos talentos inútiles.
Erika Juseppe Báez. Escritora egresada de la escuela de escritores de la Sociedad General de Escritores de México. Intérprete-traductor graduada de Berlitz, School of Languages, México, profesora de idiomas y de traducción (Centro de Enseñanza de Lenguas Extranjeras, UNAM). Ha publicado en diversas revistas literarias como Palestra, El Universo de El Búho, Opción, Revista del Alumnado ITAM, periódico El Financiero, Voces de la Primera Imprenta y La Otra. Obtuvo Premio Publicación en el Primer Concurso de “Cuentos de Corto Metraje 2007″, Premio Publicación en el Segundo Concurso “Mano de Obra” 2006 (Oaxaca), ganadora del segundo y tercer lugar en los concursos de poesía: Luis Astey I y II, del ITAM (2001 y 2002). Actualmente estudia el último semestre de la Licenciatura en Ciencia Política y Administración Pública en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, imparte talleres literarios, organiza y participa en lecturas y eventos culturales.
ENTREVISTA
Cuestionario Proust a Celeste Alba Iris
Cuál es el defecto propio que deplora más? La barrena de los nervios girando de pulpa a piel. ¿Cuál es su mayor extravagancia? La foto de bodas: “En medio de nosotros mi gata como un Dios” y una carcajada que resuena en el rostro. ¿Cuál es su idea de la felicidad perfecta? Aceptar [La felicidad es un estado perfecto que no depende de la perfección] ¿Cuál es la virtud más sobrevalorada socialmente? La diligencia que supone afronta la tentación de la pereza. Pero visto de fuera, el mundo es un hormiguero en constante ebullición: diligencia extrema. ¿Qué talento desearía tener? Algún híbrido entre carisma y sosiego. ¿Cuándo y dónde ha sido más feliz? Un breve momento que fue/vuelve/regresará. ¿Cuál es su posesión más atesorada? El tiempo. La usanza de sentirme viva.
¿Qué palabras o frases usa más? Sí me entiendes... ¿Cuál es su héroe de ficción favorito? Wonderwoman con sus pulseras mágicas. Luego Chivigón o Gasú. Nunca una princesa Disney. ¿Cuál es su mayor miedo? Que el miedo brote debajo de las piedras, se enraíce en el muro de mi cuerpo. ¿Cuál es su estado mental más común? Parcialmente soleado con vientos moderados y escasas lluvias.
POESÍA
Ana Guillot (poeta y narradora, Buenos Aires, Argentina)
5 derretir la aurora con el cuerpo (mujer que has de arder) con aroma asequible precisa en el reclamo (mujer que has de martillar) raspajes con corcheas sones que te anidan y que suspira el himen como si fuera un plumerillo la infancia 62 tocame adentro el núcleo perentorio haber tocado la nervadura básica el órgano perfecto de la idea y estarme ahí como un tesoro como el rostro feroz de mi poder (del libro "La orilla familiar", 2009, Ed. Botella al Mar)
Gustavo Tisocco (poeta, Corrientes, Argentina)
Confieso que he amado
y me apuntaron todas las manos y sangr贸 mi casa y estuve en guillotinas de lenguas pudorosas y denunciaron mi coraz贸n desnudo y encarcelaron los gorriones de mis ojos y s贸lo me dieron un vino rancio que no beb铆. Confieso que he amado Y es mi gloria la condena.
(del libro "Paisaje desde adentro", 2006)
Revista EL HUMO Febrero, 2010 EDICIĂ“N # 3 www.revistaelhumo.com