Los recreos musicales 11 de junio 2015
El programa del día 11 de junio se centró en la música de dos compositores españoles de finales del S.XIX y S.XX: Manuel de Falla e Isaac Albéniz. Sus obras fueron las siguientes: De “ EL AMOR BRUJO” de Manuel de FALLA: 1. Introducción 2. Danza del fuego. 3. Escena y romance del pescador. 4. Intermedio. De la Suite “ IBERIA” de Isaac ALBÉNIZ 1. 2.
EL Puerto. Triana.
Los comentarios estuvieron a cargo de Alberto Martínez de 2º ESO D.
“El amor brujo” es posiblemente la obra más emblemática del compositor gaditano Manuel de Falla. Se conmemora este año el centenario de su estreno, la genial composición pasó de ser una modesta gitanería local a un gran ballet internacional. En 1915, Falla transformó la versión de tres canciones cortas para mezzo-soprano en un ballet para orquesta sinfónica. El argumento cuenta la historia de la gitana Candela, que ve como el espectro de un antiguo amante muerto se interpone en sus amores con Carmelo, su verdadero amor. El maleficio sólo se romperá con la ayuda de Lucía, cuya belleza enamora al espectro, mientras las gitanas bailan la Danza del Fuego. De esta manera, al fin puede besar a Carmelo, dejando atrás el hechizo.
La Danza del página más El amor de las más de la música trata de una compuesta motivos de rítmico, casi acorde con la conjuro y
fuego es la apreciada de brujo, y una universales española: se danza por tres carácter obsesivos, escena de
encantamiento que intenta evocar. El fragmento es una excelente muestra de la habilidad de Falla para tratar los diferentes instrumentos de la orquesta, por ejemplo el piano, usado de manera percusiva.
Manuel de Falla nace en el 1876 en Cádiz, donde aprende los rudimentos primeros de la música.Recibió sus primeras lecciones musicales de su madre, una excelente pianista que, al advertir las innegables dotes de su hijo, no dudó en confiarlo a mejores profesores. Tras trabajar la armonía, el contrapunto y la composición en su ciudad natal ingresó en el Conservatorio de Madrid, donde tuvo como maestro a Felipe Pedrell. Afincado en París desde 1907, allí entró en relación con Debusy, Ravel, Dukas e Isaac Albéniz, cuya impronta es perceptible en sus composiciones de ese período, especialmente en Noches en los jardines de España, obra en la que, a pesar del innegable aroma español que presenta, está latente cierto impresionismo en la instrumentación. La madurez creativa de Falla empieza con su regreso a España, en el año 1914. Es el momento en que compone sus obras más célebres, El amor brujo y El sombrero de tres picos fueron compuestos por encargo de los célebres Ballets Rusos de Diaghilev.Otras obras importantes son: Siete canciones populares españolas para voz y piano , la Fantasía bética para piano,y la Vida breve. Pero las obras que más fama le han dado, son las obras llamadas “andalucistas”:Noche en los jardines de España, El amor brujo y El sombrero de tres picos. Su producción pianística es poca si la comparamos con la de Albéniz y Granados y otros autores. Muertos sus padres en 1919, Falla hará realidad el viejo sueño de retirarse a la soledad y silencio de Granada. De esta etapa será la ópera de muñecos El retablo de Maese Pedro,
sobre una episodio del Quijote, y la gran obra Concierto para clave y orquesta. En 1939 se traslada con su inseparable hermana María del Carmen a Buenos Aires para asistir y dar varios conciertos. Allí, huyendo del mundanal ruido, se retira a Alta Gracia, donde muere en enero de 1947 el más grande de los músicos españoles. Sus restos serían trasladados a la Catedral de Cádiz, en cuya cripta reposan. ... La suite para piano Iberia, escrita por Isaac Albéniz, fue compuesta entre 1905 y 1909(fecha de la muerte del compositor), y es quizás la más importante obra de la literatura pianística española, así como una de las cimas de la música para piano de todos los tiempos. No debe confundirse con la Suite Española, Op.47, también de Albéniz. Consta de cuatro cuadernos de tres piezas cada uno. El Puerto. Es la pieza más corta de la colección. Hace referencia a El Puerto de Santa María (Cádiz). Comienza con una introducción que servirá como fórmula de acompañamiento de gran parte de la pieza. Le siguen el primer tema (con la indicación allegro commodo) y el segundo tema, en el que utiliza el mismo acompañamiento de la introducción pero con un matiz suave. El desarrollo viene indicado como "muy lángido" y en él podemos encontrar influencias claras de Debussy tanto en la sutileza armónica como en el empleo de la escala por tonos.
Triana. Una de las más divulgadas piezas de Albéniz. Evoca el barrio sevillano a través de una seguiriya bulliciosa y colorista, dentro de una estilización poética que no cae en el folclore tópico. Hay en toda la pieza una elegancia de fraseo y un señorío de la mejor ley.
Isaac Albéniz es uno de los compositores españoles más importantes del siglo XIX, especialmente por sus obras para piano, de inspiración nacionalista y lenguaje moderno. Nació en Camprodón, Gerona, y fue un niño prodigio al piano. Su padre Ángel Albéniz preparó el primer concierto público de su hijo cuando sólo tenía 4 años y lo presentó en el Teatro Romea (Barcelona). A los 13 años huyó de su casa y trabajó como pianista en varios países latinoamericanos, a donde llegó en un barco como polizón. Hay constancia de que estuvo en Argentina, Uruguay, Brasil y Cuba. En el otoño de 1873 regresó a Madrid. Más tarde estudió en el Conservatorio de Bruselas (1875-1878) con el compositor y pianista húngaro Franz Liszt (1878) y con el compositor nacionalista español Felipe Pedrell (1883). En 1893 se estableció en París, donde recibió clases de Vincent d'Indy y entró en contacto con un grupo de compositores de la vanguardia europea entre los que se encontraban Claude Debussy y Gabriel Fauré, que influyeron de forma decisiva en su moderna técnica compositiva.
Con estas alegres y atractivas melodĂas espaĂąolas nos despedimos deseando a todos un buen verano. Chana LĂłpez