Unidad 2.
La lectura y la escritura en preescolar
Objetivo General: Reconocer algunas condiciones, recomendaciones y sugerencias básicas a tener en cuenta sobre las habilidades de los niños en relación con la lectura y la escritura para determinar lo que conviene y no trabajar con los niños de preescolar.
Esta segunda unidad intenta que los maestros y maestras de preescolar tengan en cuenta un conjunto de saberes logrados a través de la investigación sobre el aprendizaje de la lectura y la escritura en niños y que se constituyen en orientaciones sobre qué enseñar y que no a los niños, así como algunas actividades de enseñanza que se pueden realizar y otros que no conviene. En este orden de ideas, esta unidad presenta, en primer lugar, algunos hechos y saberes que el maestro de preescolar debe tener en cuenta, y en segundo lugar, se presentan algunas recomendaciones que conviene hacer y otras que no.
Tema 2.1. Marco Pedagógico Si asumimos la pedagogía como la parte de la educación que estudia el proceso de enseñanza como un práctica comunicativa compleja que reflexiona sobre qué enseñar, para qué, y en función de qué tipo de sujeto formar, conviene entonces que postulemos que es lo que esperamos enseñar sobre la lectura y la escritura, para qué y qué tipo de sujetos lectores y escritores se espera formar en preescolar. Para empezar, lo anterior, es necesario que retomemos los objetivos educativos del MEN que hemos citado en la unidad 1. Así, de acuerdo con las disposiciones del MEN lo que se propone es un enfoque pedagógico de aprendizaje significativo de las habilidades comunicativas de los niños. Lo anterior implica que el sujeto lector que se espera formar sea autónomo, que aprenda de manera útil, funcional y auténtica tanto el sistema de escritura como sus usos y funciones. Por tanto, la enseñanza debe considerar la creación de situaciones didácticas en las que los niños aprendan a leer y escribir viviendo y experimentando la lectura y la escritura en sus usos y funciones reales en la vida cotidiana, familiar, urbana, e incluso escolar. Para mantener una consistencia con esta ideas conviene entonces que definamos que entendemos por leer y escribir puesto que la concepción que se tenga de estas prácticas socio- culturales será determinante en la manera como enseñamos estas habilidades.
¿Qué significa ser capaz de leer y escribir textos escritos en preescolar? La lectura como actividad cognitiva es un proceso de producción de sentido, que de acuerdo con Goodman (1982) se puede entender como un “juego de adivinanzas” en el que el sujeto que lee intenta conocer información o trata con varios tipos de información: pragmática, lo que se lee corresponde a una clase de texto que culturalmente se inscribe en unas prácticas sociales, por ejemplo, el niño reconoce que es una carta, que se escribe para comunicarse con otros que están lejos y que tiene una estructura diferente de, por ejemplo, los cuentos que su madre le lee en las noches. Una información semántica, quien lee supone, advierte o espera que el texto trate de algún contenido o tema, los niños caen en cuenta fácilmente por las imágenes de los textos, sus formas, títulos y otros formatos que
tratan de ciertas temas, así desde temprano saben que los cuentos tratan de historias, que los etiquetas y envolturas de los productos que se compran en la casa se relacionan con un producto y no con otro. Una información sintáctica, se entiende que quien lee dispone de la gramática de la lengua que usa para decodificar las ideas que están inmersas en las cadenas de enunciados que componen un texto escrito. Un información grafo-fonética, el lector dispone de conocimientos de las grafías de las palabras y sus sonidos, las separaciones entre ellas gracias a espacios o uso de signos de puntuación y las convenciones ortográficas. Contradictoriamente, la tradición de la enseñanza comienza por las dos últimas en el supuesto de que los niños todavía no saben leer ni escribir porque no dominan el sistema gramatical y los aspectos grafémico- fonéticos del sistema de escritura. Pero la verdad es que ocurre lo contrario, los niños llegan a la escuela con más conocimientos sobre los tres primeros saberes que sobre el último. Sin embargo, la escuela se concentra en que el niño adquiera este último y descuida el papel de los otros como meta educativa. Por tanto, los maestros de preescolar deben tener en cuenta que leer y comprender un texto no se limita a decodificar las gráficas en sus sonidos correspondientes, asociar las palabras con sus lexemas correspondientes, sino que éste es parte del proceso que ocurre simultáneamente en el juego de construir sentido y significado que para ello el niño lector aprendiz toma y usa otros conocimientos como el pragmático y semántico para resolver el juego de adivinanzas que constituye el proceso lector. En este mismo sentido, la escritura y su aprendizaje no se puede limitar únicamente a que los niños conozcan y dominen los conocimientos grafo-fonéticos y sus respectivos convencionalismos, sino que escribir implica saber que lo que escribe se inscribe en un formato cultural, para unos usos específicos y para cumplir unas funciones sociales particulares, de este modo, se vela porque el niño además de llegar a dominar el sistema y sus convenciones sea capaz de usar le sistema para responder a sus necesidades comunicativas reales. Por tanto, tan importante como lo primero es que el niño afine sus conocimientos empíricos e intuitivos sobre los usos, los formatos y las funciones de la escritura y de este modo vaya aprendiendo y dominando el sistema de escritura de forma significativa, esto es para suplir necesidades comunicativas reales. Una vez que hemos definido lo que entendemos por leer y escribir, veamos algunas consideraciones sobre lo que los maestros de preescolar deben tener en cuenta para iniciar y desarrollar la enseñanza de estas habilidades. Presentamos estas consideraciones a modo de guía para las maestras y maestros de preescolar