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Aguinaldo 2022 No con golpes Hay que hacerlo todo por amor, nada por la fuerza
No con golpes…. Hay que hacerlo todo por amor, nada por la fuerza
El 26 de enero de 1854 Don Bosco se reúne con un grupo de jóvenes para invitarlos a seguir trabajando en el Oratorio. Dice el acta: “Se nos propuso hacer, con la ayuda del Señor y de san Francisco de Sales, una experiencia de ejercicio práctico de caridad hacia el prójimo, para llegar más tarde a una promesa y, después, si se veía posible y conveniente, convertirla en voto al Señor. Desde aquella noche se llamó salesianos a los que se propusieron y se propongan tal ejercicio”. (San Juan Bosco, Obras fundamentales. Fundador, III, Sociedad de San Francisco de Sales, 663). Ejercicio de caridad entre los jóvenes según la espiritualidad salesiana, que en las Constituciones profesamos también hoy para “ser signos y portadores del amor de Dios a los jóvenes” (Art 24).
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Al celebrar los 400 años de la muerte de nuestro santo inspirador hagamos memoria cordial del significado esencial de nuestro carisma Salesiano. 1. Juanito Bosco, soñador. En el memorable sueño de los nueve años: “Tuve por entonces un sueño que me quedó profundamente grabado en la mente por toda la vida…. En aquel momento apareció un hombre muy respetable, de varonil aspecto, noblemente vestido. Un manto le cubría de arriba abajo… Me llamó por mi nombre y me mandó al frente de aquellos muchachos, añadiendo estas palabras:
No con golpes, sino con mansedumbre y la caridad deberás ganarte a estos amigos” (MO, p. 350.)
Ese sueño en la vida de Don Bosco se hace realidad en el Sistema Preventivo e inspira nuestra acción educativa como caridad pastoral. Caridad Pastoral que en el Evangelio aprendemos del Señor Jesús el Buen Pastor,
“aprendan de mí que soy manso y humilde de corazón” (Mt 11, 29). 2. Francisco de Sales. El santo de la dulzura fundamenta el ejercicio de la práctica de la caridad pastoral salesiana en Dios que es amor y nos ama: “Consideres lámour eternel que Dieu vous a porté- Considera el amor eterno que Dios ha tenido por ti, antes que el Señor sufriera por ti, su divina majestad te ha amado con un amor de predilección y su soberana majestad te ha amado de manera intensa. ¿Pero cuando ha comenzado a amarte? ¿Desde cuando ha comenzado a ser
Dios? Y ¿cuándo ha comenzado a ser Dios?
Dios no tiene principio y fin. Dios es eterno y te ha amado desde la eternidad. Y te ha preparado las gracias y favores que te ha dado” (Francisco de Sales. Introducción a la vida devota. I, 9). En estas primeras páginas de su obra, el santo canta la fe que tiene en
Dios sumo Bien, que por gracia dona su amor continuamente al hombre. Como confía en la bondad y amor de Dios – amor de benevolencia también el obispo de Ginebra muestra también confianza en la bondad del hombre, por eso existe en el hombre una natural inclinación al sumo Bien, y la gracia- “actúa tan suavemente y se adueña tan delicadamente de nuestros corazones que ninguna lesión causa a la libertad de nuestra voluntad; mueve con energía y finura los resortes del espíritu, y nuestro libre albedrío no sufre violencia alguna, tiene fuerzas no para oprimir, sino para aliviar el corazón; usa de santa violencia no para violentar, sino para seducir nuestra libertad” Tratado del amor de Dios, II, 12.
3. Todo por amor.
Por eso el salesiano cree y conoce que Dios es amor y por amor responde a la vocación de ser “signos y portadores del amor de
Dios” (Const. Art 24). Así enseñaba el santo Obispo: “Hay que hacer todo por amor y nada por la fuerza: hay que amar más la obediencia que tener la desobediencia. Les dejo el espíritu de libertad, no el que excluye la obediencia, porque es la libertad de la carne; sino el que excluye la coacción” (Carta a Juan Francisca F de Chantal, 14 de octubre 1604, OEA, XII, 359). De ahí que todo hay que hacerlo por amor y nada por la fuerza. Así como salesianos por la gracia del amor de Dios, aplicamos el Sistema Preventivo - “no con golpes” – “nada por la fuerza”, sino por amor. Amor. La “introducción a la vida devota” será una introducción a la vida del amor; el “Tratado del Amor de Dios” constituirá la llegada de la perfección de la caridad. Amar a Dios que nos ama, llega a ser para san Francisco de Sales, al mismo tiempo, el medio y el fin, punto de partida y punto de llegada e instrumento de la ascética salesiana. No es una ascética espartana de la fuerza sino cristiana – salesiana, que hace todo por amor.
Conclusión. Los primeros salesianos que hicieron el propósito de realizar un “ejercicio práctico de caridad”, practicaron este ejercicio, no como enseñaba la antigua mística, llegar al amor por medio de la virtud, sino llegaron a la virtud a través del amor
Mons. Fernando BascoPé M., sdB oBisPo castrense de BoLivia
