CELO POR LA VERDAD Me consta que ustedes tienen celo por Dios, pero su celo no se basa en el conocimiento.Romanos 10:2 El verso anterior refleja algo importante: que el celo religioso y el celo por la Verdad son dos cosas diferentes. Pablo no se queda ahí, prosigue a aclararlo: El celo religioso está fundamentado en mandamientos, criterios e ideas acerca de la justicia que son mundanos – humanos. El mundo tiene su propia justicia, sus propias leyes, el problema es que todas estas ignoran (se oponen)a la Ley de Dios. Romanos 10:3 “Pues al ignorar la justicia de Dios y procurar establecer su propia justicia, no se sujetaron a la justicia de Dios” La justicia de el hombre auto-exalta al individuo, creando una cultura de méritos basados en métodos, que terminan en hipocresía, engaño y tristeza. Simplemente porque sólo Uno es Justo, Santo y Perfecto Autor de Salvación: Jesucristo. Romanos 10:4 “porque el cumplimiento de la ley es Cristo, para la justicia de todo aquel que cree.” La vida del cristiano es sencilla, sin pretensiones, nombramientos, títulos. Tal vez exista una rara e improbable excepción, de aquellos discípulos que hubiesen cumplido todo lo que Jesús les encomendó, estos al final de sus vidas reciban el título : “siervo inútil”. San Lucas 17:10 “ Así también ustedes, cuando hayan hecho todo lo que se les ha ordenado, digan: “Somos siervos inútiles, no hemos hecho más que cumplir con nuestro deber.”» El que alguien haya sido elegido por Dios para salvación, habla de un privilegio otorgado por Dios en forma gratuita, por eso nunca puede un llamado presumir por haber sido elegido, sino actuar con el conocimiento de que una simple confesión, ha transferido la Justicia de Cristo a nuestro haber, y todo por pura Gracia. Romanos 10:9 «Si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor, y crees en tu corazón que Dios lo levantó de los muertos, serás salvo.»
“Porque no hay diferencia entre el que es judío y el que no lo es, pues el mismo que es Señor de todos, es rico para con todos los que lo invocan” Romanos 10:12 Cristo derribó todos los muros, siendo que sólo El, y sólo por su gestión, la Salvación se extiende y centraliza en lo eterno ( ya no una mera forma terrenal, finita y perecedera). Por lo que aspectos y formas que otrora fueran importantes y hasta fundamentales, han venido a perder su valor y lo que es más importante, han perdido su vigencia y/o razón de ser. El mayor ejemplo de lo definitivo de este cambio es la erradicación de la nación terrenal de Israel, habiendo transportado Dios mismo, a todos los del Israel terrenal que alcanzaron justificación por la fe, al Nuevo Israel de Dios, uno que no tiene llamado para reinar en esta tierra, sino que es un pueblo llamado fuera, me refiero a la Iglesia, en la cual se resume la Salvación de él Cordero, y en la cual no hay nacionalidades y los estatus sociales de el mundo no determinan la naturaleza del Reino. Tampoco tienen influencia alguna las diferentes razas humanas de el mundo terrenal, nada de este mundo tiene valor real, sino que la Iglesia ha sido atada a una esperanza de un mundo literalmente nuevo. 2 Pedro 3:13 “Pero, según sus promesas, nosotros esperamos un cielo nuevo y una tierra nueva, donde reinará la justicia.” El cristiano está bajo las reglas de Dios y no de el mundo. Esto hace que el creyente esté en una constante búsqueda y consulta (estudio) de las Sagradas Escrituras, que marcan el parámetro de la voluntad de Dios; ayudando a que sea fuerte y no se someta a la mentalidad de sensualidad de la carne, que es estimulada por todo aquello que agrada al mundo.(la consulta popular). La consciencia de esto, mueve a todo aquel que conoce su dependencia de Dios a un celo por preservar vivo el mensaje único de el Evangelio de la Verdad. Como consecuencia, el desliz de un celo carnal tiene poca o ninguna posibilidad de surgir. Romanos 10:14 Ahora bien, ¿cómo invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán si no hay quien les predique?
Es indudable que Dios ha establecido el mensaje de el Evangelio (y su proclamaciรณn) como el medio por el cual