“sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos.”
Santiago 1:22
Eso es lo que nos queda como tarea, esa es la acción en la que hay que ocuparse, debemos ser hacedores de la palabra. Pero, no debemos confundirnos, la acción a la ejecución de la palabra, no es algo que se puede hacer usando las reglas de la religión. Los judíos, con sus sacerdotes, ritos, sectas y códigos, se alejaron de Dios, a pesar de haber sido confiados con la Palabra, por la necedad de la carne, dogmatizaron sus acciones. Gran error, pues no solamente dejaron el mandamiento de Dios de lado, usaron sus propios hechos para justificar su condición de pecadores.