2005 02 ES

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rior e t n i e d o v Culti

Soft Secrets

weckels world of wonders

Texto y fotos: Weckels, el especialista en cultivos de Atami

Lana de roca y poliuretano como sustratos La reciente moda de cultivar en fibra de coco puede haber hecho cambiar de opinión a muchos cultivadores, pero muchos profesionales todavía prefieren la lana de roca y el poliuretano (PU). Antes de echar un vistazo a los pros y contras de ambos sustratos, comparándolos, os contaré cómo empezó la lana de roca a convertirse en un medio de cultivo tan popular.

El desarrollo de la lana de roca La lana de roca se produce a partir del basalto y roca caliza, mezclados con coque, y fundidos a una temperatura de unos 1600 º C. La lava caliente resultante se echa en un disco rotatorio que la expele, haciendo que se solidifique en fibras largas y finas. Estas fibras constituyen la auténtica base, y, tras el añadido de diversos agentes aglutinantes y otras sustancias para mejorar la absorción de agua, el sustrato conocido como lana de roca está listo. Después de los sustratos de tierra, este es el medio de cultivo más popular. Es cierto que muchos cultivadores consideran la lana de roca como un producto “químico”, pero los humanos sólo empezaron a fabricarlo después de haberlo descubierto en la naturaleza. Debo decir que no es que se encuentre tirado por los bosques (nada de ir en busca de sustrato gratis por ahí). Pero los primeros ejemplos de lo que más tarde se llamaría lana de roca se encontraron alrededor de los volcanes. Durante algunas erupciones, los volcanes escupían bolas de lava que iban dejando tras de sí estelas en forma de hilos mientras surcaban el aire. Estos hilillos, en realidad vidrio naturalmente hilado, eran atrapados por el viento y enviados en ocasiones a kilómetros de distancia, donde la gente empezó a encontrarlos. Escenas como esta eran frecuentes en sitios como los volcanes de Hawai, y no pasó mucho tiempo hasta que los científicos se interesaron por tan extraño material. Pronto se percataron de que esta sustancia ligera y lanosa retenía en su estructura cantidades considerables de aire –y por lo tanto, retenía también el calor, lo que la convertía en un excelente material aislante. A nosotros, los holandeses, nos pareció interesante como material aislante, pero a nuestro espíritu de cultivadores lo que realmente le fascinó fue su potencial para obtener buenos resultados en los cultivos, usado como sustrato. En 1969 el mayor fabricante de lana de roca de Holanda consiguió crear un material adecuado para medio de cultivo. Fue el principio de una nueva era para los cultivadores holandeses. Desde ese momento se dividieron en dos grupos: los biocultivadores (cultivaban en sustrato de tierras) y los hidrocultivadores (en lana de roca). Los primeros eran los más numerosos, ya que cultivar en sustrato de tierra es considerablemente más barato, y para la mayoría el cultivo “hidro” era también demasiado complicado.

Este es el ejemplo perfecto de un sistema hidro de funcionamiento eficaz y bien construido.

Las propiedades de la lana de roca La lana de roca es increíblemente ligera, puede retener gran cantidad de agua (alrededor del 80%) y en su capa superior retiene también mucho aire (como un 20%). Como es mucho más ligera que otros sustratos, ahorra muchos dolores de espalda a la hora de acarrear piezas de lana de roca en lugar de pesados sacos de sustrato.

En contraste con la lana de roca, las placas de PU no se degradan. El uso de lana de roca también tiene sus inconvenientes, uno de los cuales es que se irritan mucho las manos, para no mencionar los problemas para los que llevan lentillas. Sobre todo cuando se trabaja en un espacio pequeño, las pequeñas irritaciones se convierten en seguida en un problema a largo plazo. Además, los finos fragmentos de lana de roca que circulan por el aire, no benefician precisamente a los pulmones cuando se inhalan. No está probado que la lana de roca provoque cáncer, pero se sabe desde hace mucho tiempo que estas pequeñas y secas fibras causan efectos extraños sobre el cuerpo. Por supuesto, hay muchos cultivadores que toman la precaución de sumergir los bloques de lana de roca en agua (con o sin nutrientes añadidos) antes de trabajar con ellos, pero a pesar de todo siempre hay momentos en los que es imposible evitar el contacto con las partículas en suspensión (por ejemplo, al abrir los paquetes). Por eso os recomiendo utilizar una mascarilla cuando manipuléis lana de roca seca; ayudan bastante. Si tenéis la piel sensible, también aconsejo llevar guantes de goma. Siguiendo estas sencillas precauciones, no os sentiréis agredidos por el entorno de trabajo. Otro inconveniente es que los bloques de lana de roca a menudo retienen mucha humedad en su capa inferior, lo que puede ir en detrimento del paso del oxígeno en esa capa. Dado que un buen suministro de oxígeno es vital para el buen desarrollo de las raíces, y por lo tanto para la salud de toda la planta, está de más señalar que hay que mantenerse vigilantes al respecto. Una solución es reducir al mínimo necesario el agua que les damos a las plantas, de modo que la lana de roca pueda volver a tomar el oxígeno suficiente. También se puede dar por ejemplo pequeños riegos hasta doce veces, en vez de seis grandes dosis, para que la lana de roca no esté demasiado empapada. Eso es algo que siempre aconsejo para el cultivo de interior.

Si se cultiva en lana de roca, son más adecuados doce pequeños riegos que seis más abundantes. pH En comparación con otros sustratos, la lana de roca tiene un valor pH relativamente alto, alrededor de 8.0. Y por una buena razón, ya que la lana de roca expuesta a condiciones de acidez o de bajo pH tiene una tendencia a disolverse, y por lo tanto a perder su estructura. Si ocurre esto, su calidad se reduce considerablemente, y lo mejor que se puede hacer es tirarla. No obstante, con un uso normal se pueden sacar dos buenas cosechas de los bloques de lana de roca, y sería una pena tirarlo después de una sola. Pero si el agua que se ha utilizado era demasiado ácida o tenía demasiada concentración de fertilizante líquido y/o estimulantes, la estructura de la lana de roca se desmoronará. El aire y, por tanto, el aporte de oxígeno se verán considerablemente afectados. Otra razón por la que muchos cultivadores tiran la lana de roca después de una sola cosecha es la pesadilla que supone quitar de ella todos los trocitos de raíces enredadas. ¿Recordáis lo que

decía sobre efectos irritantes de las pequeñas fibras en suspensión? Lo mismo pasa con esto.

Poliuretano Otro sustrato al que no se presta demasiada atención, pero que tiene un buen número de ventajas comparado con la lana de roca es el poliuretano o PU. Se trata de una espuma hecha de petróleo y empleado originalmente en la fabricación de muebles, donde sirve de relleno (ya que el material es muy suave, estupendo para los sofás, por ejemplo). Los cortes sobrantes de este proceso de producción se cortan en trozos pequeños, lo que se conoce mejor como Oxygrow. Para convertir estos copos en adecuados para usarlos como sustrato, se mezclan con un aglutinante orgánico y se presionan dentro de un molde hasta obtener un determinado grosor. Durante el proceso se le va introduciendo vapor caliente, lo que une entre sí los copos, convirtiéndolos en adecuados para cultivar sobre ellos.


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