Ejemplar bimestral 10 Septiembre Octubre 2015
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En
Portada
Tema espiritual 3 ¿Porqué y para que ir a Misa?
Tema Familiar 5 La Esencia de la Misa
Informar para formar 9 Elección de Nuevos Consejeros.
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Lic. D.G. Rafael Reinerio
Diseño Editorial
Cumpleaños
10
Aniversario
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No es preciso, hijo mío, saber mucho para agradarme mucho; basta que me ames con fervor. Háblame, pues, aquí sencillamente, como hablarías a tu madre, a tu hermano. Háblame así, con sencillez, con llaneza, de los pobres a quienes quisieras consolar, de los enfermos a quienes ves padecer, de los extraviados que anhelas volver al buen camino, de los amigos ausentes que quisieras ver otra vez a tu lado.
¿Porqué y para qué ir a
Misa ?
Ma. Martha García G. y Rodolfo Guzmán Rico Seudónimo Aaron Coroiv
La Eucaristía es el lugar privilegiado del encuentro del discípulo con Jesucristo. En cada eucaristía los cristianos celebran y asumen el misterio pascual, por tanto, los fieles deben vivir su fe en la centralidad del misterio pascual de Cristo a través de la eucaristía, de modo que toda su vida sea cada vez más vida eucarística. La eucaristía fuente inagotable de la vocación cristiana es, al mismo tiempo, fuente inextinguible de impulso misionero. En la eucaristía el Espíritu Santo despierta en el discípulo la decidida voluntad de anunciar con audacia a los demás lo que ha escuchado y vivido. Se extiende así la gran importancia del precepto del “vivir según el domingo”. Vivir el domingo es en primer lugar vivir la pascua (cfr. Aparecida 251-252).
El Catecismo de la Iglesia Católica N° 2174, menciona que Jesús resucitó de entre los muertos el primer día de la semana, recuerda que la primera creación significa la nueva creación inaugurada con la resurrección de Cristo. Para los cristianos vino a ser el primero de todos los días, la primera de todas las fiestas: el día del Señor. Para nosotros los católicos cristianos vivir la eucaristía es vivir la resurrección, la nueva vida, cada vez que vamos a misa y especialmente la misa de los domingos, tenemos que saber que es una fiesta en la que celebramos la pascua, que es pasar de la muerte a la vida, por lo tanto, debo comprender que habrá cosas que deberán ir cambiando en mi vida, porque celebrar la eucaristía es aceptar que voy caminando por un proceso de crecimiento.
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Así cada hermano que desea vivir resucitado, en cada eucaristía y especialmente la del domingo, debe levantarse antes de celebrar los sagrados misterios, identificar las áreas de su vida que deben ser redimidas o transformadas e iniciar valientemente con la oración del Yo Pecador.
Púlpito y el Altar: El alimento de la palabra y alimento del cuerpo y la sangre de Jesucristo, para crecer, madurar y transformarnos. Mucho se ha dicho que el hombre es lo que lee y el hombre es lo que come, imaginen lo que pasa si come la Palabra de Dios y el cuerpo y la sangre de Jesucristo nuestro Señor.
Debemos ser valientes para reconocer: Yo me equivoqué, yo necesito cambiar, hay áreas de mi vida que necesitan ser redimidas y transformadas y siendo perseverantes, podremos tener la esperanza que poco a poco iremos celebrando nuestra liberación.
Ir a la eucaristía es vivir en comunidad, en familia. Ir a misa no significa ir únicamente al encuentro de Cristo, sino también al encuentro de los cristianos. Hay personas que encuentran más amor en los hermanos de la Iglesia que en su propia familia.
Recordemos, Ex 5, 1-2: “Después Moisés y Aarón se presentaron al faraón y le dijeron: Esto dice Yahvé, el Dios de Israel: Deja salir a mi pueblo para que celebre fiesta en mi honor en el desierto. Respondió el faraón ¿Quién es Yahvé para que yo deba hacerle caso, dejando salir a Israel? No conozco a Yahvé y no dejaré salir a Israel”. Entonces, comprendamos que la primera invitación de Yahvé para su pueblo es: Ir a celebrarle una fiesta.
El contacto con la eucaristía mantiene la unidad de la Familia Paulina y el sentido vivo de la Iglesia. “Todo nace, como de fuente vital, del Maestro Eucarístico. Así nació, del sagrario, la Familia Paulina; así se alimenta, se vive, así actúa, así se santifica, de la Misa, de la Comunión, de la Visita Eucarística, procede todo: santidad y apostolado (UPS II, 10).
En la actualidad sigue teniendo sentido, porque lo que necesitamos el pueblo de Dios, es salir de la esclavitud para vivir la pascua, pasar de la muerte a la vida, soltar las cadenas y vivir la libertad.
Vamos a misa para encontrarnos cara a cara con Dios y llenarnos de Él, así como Moisés en el Sinaí o cada vez que entraba en la Tienda de Reunión para suplicarle por el pueblo de cabeza dura y para llenarse de su sabiduría para poder guiar al pueblo escogido.
La eucaristía significa también acción de gracias. Es darle gracias a Dios por el don de la vida y por la salud. Celebrarla nos permite también obtener un doble banquete: El
La mejor manera de participar en la Santa Misa es comulgando en ella. “El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré el último día” (Jn 6, 54).
La
Esencia
Misa
de la
Pbro. Victor Ortega Covarrubias
Recordemos que los actos externos: gestos, palabras, signos, objetos; constituyen el “cuerpo” de la Misa, mientras que la fe y el amor representan “el alma” de ese cuerpo. Si alguien comulga sin creer en la presencia real de Jesús, sin duda recibe el Cuerpo del Señor, pero no participa de la salvación contenida en el sacramento. Por esta razón, mucha de la gente que acude a la Iglesia sale de ella igual que como entró, sin realizar su encuentro personal con la gracia de Dios, quedándose tan sólo con lo exterior. La celebración simboliza nuestro encuentro con Dios y con nuestros hermanos, reunidos en torno al amor de Jesucristo. San Pablo afirma que en la predicación dl Evangelio no debemos buscar la
sabiduría humana, sino acoger con fe la Palabra de Dios, que tiene el poder de transformar nuestra mente y nuestro corazón. Jesús dijo esta parábola por algunos que estaban convencidos de ser justos y despreciaban a los demás. “Dos hombres subieron al templo a orar. Uno era fariseo y el otro publicano. El fariseo, puesto de pie, oraba en su interior de esta manera: ‘Oh Dios, te doy gracias porque no soy como los demás hombres, que son ladrones, injustos y adúlteros, o como ese publicano… ayuno dos veces por semana y doy la décima parte de todas mis entradas’. Mientras tanto el publicano se quedaba atrás y no se atrevía a levantar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho diciendo:
“Dichosos los invitados a la cena del Señor”
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‘Dios mío, ten piedad de mí, que soy un pecador’. Yo les aseguro que éste último estaba en gracia de Dios cuando volvió a su casa, pero el fariseo no. Porque el que se hace grande será humillado, y el que se humilla será enaltecido” (Lc 18, 9-14). A veces incluso cometemos pecado, pues sólo vamos al templo para criticar las fallas humanas observadas en el rito: la falta de inspiración del sacerdote, el canto desafinado o la conducta de los hermanos.
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La Misa es el Banquete de Dios. Jesús nos narró una parábola al respecto: “Un hombre dio un gran banquete e invitó a mucha gente. A la hora de la comida envió a un sirviente a decir a los invitados: ‘Vengan, que ya está todo listo’. Pero todos por igual comenzaron a disculparse. El primero dijo: ‘Acabo de comprar un campo y tengo que ir a verlo; te ruego que me disculpes’. Otro dijo: ‘He comprado cinco yuntas de bueyes y voy a probarlas; te ruego que me disculpes’. Y otro dijo: ‘Acabo de casarme y por lo tanto no puedo ir’. Al regresar el sirviente se lo contó a su patrón, que se enojó. Pero dijo al sirviente: ‘Sal enseguida a las plazas
y calles de la ciudad y trae para acá a los pobres, a los inválidos, a los ciegos y a los cojos’. Volvió el sirviente y dijo: ‘Señor, se hizo lo que mandaste y todavía queda lugar’. El patrón entonces dijo al sirviente: ‘Vete por los caminos y por los límites de las propiedades y obliga a la gente a entrar hasta que se llene mi casa. En cuanto a esos señores que había invitado, yo les aseguro que ninguno de ellos probará mi banquete” (Lc 14,16-24). Lo mismo ocurre con la Misa. Jesús se refería al banquete del reino de los Cielos, en donde el Padre reunirá a los amigos que aceptaron su invitación. Quien invita es Dios. Los primeros invitados fueron los judíos, que en su mayoría rechazaron la convocatoria. Los segundos invitados, es decir, los ciegos y los
cojos, son los paganos, muchos de los cuales creyeron en Cristo. El sirviente que sale a pregonar la invitación es Jesús, que “no vino a ser servido, sino a servir” (cfr. Mt 20,28). En la actualidad los sirvientes que salen a convocar al banquete son los obispos, los sacerdotes y todos los agentes de pastoral. Aquí en la tierra ese banquete del Reino de Dios está representado por la Misa o la cena del Señor. Por desgracia, son muchas las personas que imitan a quienes rechazaron la invitación. Una tiene que probar un automóvil, otra tiene que hacer arreglos en su casa, otros en el campo, y no falta quien tiene planes para ir a la playa. En el momento de la comunión el sacerdote levanta la hostia y la presenta solemnemente diciendo:
“Dichosos los invitados a la cena del Señor”, pero son pocos los interesados en aceptar este regalo divino. ¡Imagina qué ocurriría si en lugar de ofrecernos el Cuerpo del Señor se nos invita a tomar una moneda de oro! ¡Cuánta gente iría corriendo a recogerla! Desde horas antes de la Misa habría ya una larga fila esperando a la puerta de la Iglesia, extendiéndose por todo el atrio. Muchas madres irían a reclamar a aquella moneda para sus hijos, y les guardarían un lugar en la fila. Creo que hasta sería necesaria la colaboración de la policía para poner orden en la multitud. Y, si hubiera la oportunidad de repetir, muchos irían varias veces a Misa en el mismo día para obtener tantas monedas como fuera posible.
Cfr. CECHINATO Luis, La Misa parte por parte, Dabar, México 2010, pp.13, 15,161-162.
La Misa es el Banquete de Dios 7
“Un hombre dio un gran banquete e invitó a mucha gente. A la hora de la comida envió a un sirviente a decir a los invitados: ‘Vengan, que ya está todo listo”
Ahora bien, preguntémonos: 1. ¿A caso Jesús vale menos que una moneda de oro? 2. ¿En dónde está nuestra fe? 3. ¿Somos cristianos o paganos?
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La tarde del miércoles 12 de Agosto de 2015 se realizó la elección de los Consejeros, que servirán junto con el P. Faustino Hernández Estévez, en la responsabilidad de animar y guiar a la Provincia en los próximos cuatro años. El P. Oliverio Mondragón Martínez, Secretario del Capítulo, procedió a la lectura de las Constituciones para enmarcar este evento. Enseguida la Asamblea Capitular invocó al Espíritu Santo con la oración de San Isidoro de Sevilla. El Superior General, P. Valdir José de Castro, dirigió un mensaje donde compartió algunos criterios sobre las características de un Consejero.
El Consejo de Gobierno quedó constituido de la siguiente manera: 1. P. Víctor Ortega Covarrubias, Vicario Provincial 2. P. Marco Antonio Vences Carbajal 3. P. Hno. Jorge Uriel López Caballero 4. P. Oliverio Mondragón Martínez Agradecemos a la Familia Paulina los acompañen con su oración, para que los trabajos del XII Capítulo se efectúen con calidad y audacia.
9
Septiembre
10
Ma. De los Remedios Camarena
01-sep
Aguascalientes
Ma. Del Carmen Ramirez de Rivera
03-sep
Uruapan, Mich.
Roberto Bautista Cianca
04-sep
Boca del Río
Carlota Sanchez de Serrano (Viuda)
11-sep
Celaya, Gto.
Josué Francisco González Vidal
11-sep
Coatzacoalcos
Patricio Berros
11-sep
Miami, Fl.
David Rodríguez Pérez
12-sep
Zapopan , Jal
Josefina Martínez Bonilla
14-sep
Guanajuato
Jorge Cabrera Samperio
14-sep
Boca del Río
Martha Elena Méndez de Figueroa (Viuda)
15-sep
Coatzacoalcos
Rosita Cardenas de Fernández
15-sep
Coatzacoalcos
Ma Guadalupe García Hernández
15-sep
Boca del Río
Rogelio Rivera Mendez
16-sep
Uruapan, Mich
Francisco Delgado Reyes
17-sep
Boca del Río
Martín Trinidad Aragón
19-sep
Miami, Fl.
Vanessa Janeth Ramírez Mora
22-sep
Guanajuato
Elva Sanjuana Espinosa Vázquez
23-sep
Nuevo, León
María Mercedes Zamarripa Rocha
24-sep
Guanajuato
Gerardo Elías Romo Lóoez
24-sep
Aguascalientes
Isaac Eduardo Rodríguez Flores
25-sep
Tlajomulco, Jal.
María Guadalupe Nava Jasso
25-sep
Edo. Mex.
Graciela Vieira Angulo
27-sep
Silao, Gto.
Ismael Fuentes Juárez
27-sep
Guanajuato
Miguel Ramón Muñoz
29-sep
Coatzacoalcos
José Francisco Calles Huidobro
30-sep
Tula. Hgo.
Octubre Teresa Gutiérrez de Hernández
02-oct
México, D.F.
Cecilia Ramírez de Mateos (Viuda)
02-oct
Zapopan, Jal.
Leodegario Islas Vázquez
02-oct
Tula, Hgo.
Teresa Morales de Ramos
03-oct
Puebla
Heidi Sanchez
03-oct
Miami, Fl.
Francisco Rojero Valenzuela
04-oct
Cd. Juárez
Francisco Valdez López
04-oct
Tlaquepaque, Jal
César Sánchez
07-oct
Miami, Fl.
Ma. Luisa Avila de Montenegro (Viuda)
09-oct
Guanajuato
Sanjuana Fuentes Juárez
11-oct
Silao, Gto.
Teresa Palomino Hernández
15-oct
Aguascalientes
Miguel Angel Domínguez López
18-oct
Boca del Río
Esmeralda Valerio Santiago
21-oct
Cd. Juárez
Hermelinda Hernández Alvares
28-oct
Hidalgo
Ma. De Lourdes Pino de Bautista
29-octt
Boca del Río
11
Septiembre Octubre 2015
Septiembre
12
Victor Gutiérrez Tellez Adriana Reyes Aulis
09-sep-05
Aguascalientes
José Miguel Moguel Pavón Clemencia Montero Capetillo
13-sep-76
Veracruz,ver.
Pascual Zaragoza Martínez Gloria Chávez de Zaragoza
14-sep-68
México, D.F.
Rogelio Rivera Mendez Ma. Del Carmen Ramirez de Rivera
16-sep-74
Uruapan, Mich.
Jesús Navarro Tejeda María Concepción Hernández de Navarro
21-sep-65
Uruapan, Mich.
Anselmo Raymundo Menchaca Aurea Domínguez Nieto
29-sep-63
Edo. Méx.
Rubén Oscar Cortes Páramo María Gloria Córdoba de Cortés
30-sep-73
Uruapan, Mich.
Septiembre Octubre 2015
Octubre Andrés Islas Vargas Cira Molina Vargas
01-oct-11
Puebla
Victor Acevedo Hernández María de los Angeles Cañedo de Acevedo
03-oct-93
Tula, Hgo.
Francisco Valdez López Bertha Alicia Briceño Navarro
12-oct-85
Tlaquepaque, Jal.
Adrian Ibarra Bnderas María del Carmen Mayorga Baez
16-oct-10
Cd. Juárez
Jorge Cabrera Samperio Nora Alicia García Carvajal
19-oct-96
Boca del Río
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