Laberinto
TABACALERAS Y PUBLICIDAD
gerardo herrera corral p. 08
SOBRE ARVO PÄRT
hugo roca joglar p. 11
EL AÑO DUAL MÉXICO-ALEMANIA andrea rivera p. 04 y 05
MILENIO
NÚM. 677
sábado 4 de junio de 2016 EL CARRO DE HENO (DETALLE), EL BOSCO
EL BOSCO EN EL MUSEO DEL PRADO víctor núñez jaime p. 06 y 07
ANTESALA
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LABERINTO
BARBARA KRUGER
Sin significado AVELINA LÉSPER www.avelinalesper.com
CASTA DIVA
S
aturado de textos, atiborrado de palabras, engordado con pretensiones semánticas, el arte VIP es un contenedor de significados, lo que sea, cualquier objeto y gesto están supeditados a “significar” y ese “significar” está constreñido, con una disciplina sectaria, a ser político, buen rollista, soft–izquierdista. El paralelismo es: todo significado político da a la obra significado de arte, esto es, la condición de arte está supeditada a ser la depositaria de un eslogan, hemos regresado a los regímenes totalitarios que despreciaban el arte que no fuera un instrumento proselitista. El compromiso creador no es con el arte, es con la propagación de un “significado”, así la obra es un significante atado a un significado políticamente aceptable. Rompamos con esa sumisión, el arte no está obligado a significar, a construir falsas metáforas para conquistar un valor o ser apreciado, el significado es una sensación íntima del creador, no más, es un presentimiento, es el primer latido de la obra. El arte VIP está condenado al significado porque tiene miedo al silencio, al espacio para que la obra exprese su propia realidad, se manifieste, requiere
ALFILERES ARMANDO ALANÍS alaniscanales@gmail.com
la literalidad conceptual para manipular al espectador, obligarlo a “entender”, a asimilar. La necesidad del artista de plasmar un color, modelar arcilla, trazar una línea, es suficiente para significar, para nacer y existir como obra. El significado por más político y trendy que sea no es capaz de convertir algo en arte: la presencia del arte es su propio significado, que es capaz de marcar y alterar el espacio–tiempo, que se manifiesta en la urgencia expansiva de la creación. La belleza, la imaginación y la factura han sido sacrificadas para ser sustituidas por palabrería significativa, tenemos prohibido sentir a la obra; la intuición, la emoción que nos contagia el color, la textura, los volúmenes, la estancia en la contemplación es poética silenciosa. La significación limita la obra, la hace dependiente, la experiencia estética pierde la libertad de unirse con la sutileza de la obra, la complicidad del diálogo íntimo queda violada por la asamblea de conceptos. El artista que parte de un significado externo mata su voz interna, su instinto con la materia, la forma. La piedra es piedra, el rojo es rojo, lo que el artista y la materia tienen que decir está dicho en el objeto mismo,
la manipulación significativa es una mentira adosada a la obra. La obra con la obligación de significar pide permiso para existir, castrada depende de un salvoconducto teórico, de una justificación frente al espectador, y no es así, la obra no tiene que justificarse verbalmente, la obra tiene que existir en su libertad y en su verdad. El significado inicia como un misterio que intriga al artista, y continúa como un misterio para el espectador que debe adentrarse en la contemplación para percibirlo, significar no es explicar, no es un panfleto que mutila el razonamiento.
Los vicios del lenguaje y de los conceptos enferman a la obra, la distorsionan, la hacen intransitable, no hay estancia posible dentro de algo sobre explicado, no hay investigación. Las obras que sobreviven, que trascienden como arte, son más grandes que el significado, más poderosas que los conceptos, son viscerales, orgánicas, nacen de la profundidad de la psique, de los azares del espíritu. Las que dependen de la tiranía de las palabras curatoriales, teóricas y académicas, morirán con esas palabras, desaparecerán en la vergonzosa tumba de la demagogia. L
La contorsionista desenredó brazos y piernas pero no pudo desatar el nudo de su corazón. ESPECIAL
Las cenizas de Gabo AMBOS MUNDOS
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na de las más sabias decisiones sobre los restos de García Márquez tiene que ver con sus cenizas. “Serán ceniza, más tendrá sentido”, como escribió Quevedo, pues solo gracias a ellas, a su capacidad aluvional, es que se pudo resolver el complejo y muy sensible tema del reparto entre los dos países centrales de su vida: México y Colombia. De no haberse cremado, esta división habría sido imposible, ¿seccionar en dos el cuerpo? Imposible. Pero gracias al fuego hoy ambos países cuentan con una parte del polvo residual que les permitirá sentir —y por supuesto creer— que Gabo está ahí, en el México en el que se hizo escritor y que lo acogió en los años ochenta, cuando en Colombia su seguridad y puede incluso que su vida peligraban, y la Colombia de su nacimiento, la que le dio el gran tema y el espacio privilegiado a su obra, que es El Caribe, y que en Cien años de soledad narra desde su fundación mítica. Gabo adoró México, pero su obra nunca fue mexicana. La gran tradición de México inclina a sus novelistas o poetas hacia el ensayo y la
SANTIAGO GAMBOA Facebook: Santiago Gamboa–círculo de lectores
reflexión, tal vez por respeto a Alfonso Reyes, un espacio en el que García Márquez nunca se sintió cómodo. De ahí su fervor por Rulfo, uno de los mexicanos que no fue a la vez un intelectual, como sí lo fueron Octavio Paz o Carlos Fuentes, por cuyas obras desfila toda la filosofía, la política, la historia, el arte y la literatura no solo del siglo XX sino de los siglos pasados. Honrando esa tradición mexicana, Paz o Fuentes —o Pitol o Volpi o Villoro— podrían detenerse en cualquier instante de sus vidas y, súbitamente, producir una brillante disertación sobre los sonetos de Shakespeare, la figura de la “aporía” en la sofística griega o la Escuela de Frankfurt. Gabo en cambio no, aunque esto no significa que no tuviera una enorme cultura. La “no ficción” de García Márquez no está en el ensayo sino en el periodismo, algo que muchos autores literarios mexicanos no practicaron. Esto tal vez se debe a que el periodismo fue tradicionalmente el modo de ganarse la vida del escritor en los países en donde ser escritor producía poco. Pero esto en México es distinto, pues los escritores reciben becas del Estado y
La urna del Nobel colombiano
además está la diplomacia, que cumple el papel alimenticio que en otros países dan los periódicos: Paz fue embajador en India, Fuentes en Francia, Pitol en Checoslovaquia, Alfonso Reyes en Argentina. En Colombia muy pocos escritores han sido embajadores. Algunos —yo mismo— han ocupado puestos diplomáticos menores, pero éste no fue el caso de García Márquez. Así pues, la parte colombiana de las cenizas de Gabo ya está en Cartagena de Indias, la ciudad de algunas de sus grandes novelas y el lugar que él mismo eligió para construir una casa y vivir cuando estuviera en El Caribe colombiano. Y la verdad es que hacía falta tener en el país un lugar físico y a la vez simbólico donde poder hacerle un homenaje o simplemente ir a recogerse un momento y pensar en él. L
dirección josé luis martínez s. edición roberto pliego, iván ríos gascón arte y diseño salvador vázquez
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ANTESALA
ESPECIAL
× A RAC E L I
M A N C I L L A ×
La mujer del umbral Estos versos dan inicio a La mujer del umbral (Mano Santa Editores, México, 2016), un largo poema que concilia el apetito amoroso y la ebriedad musical
S
oy la que llega con su flauta al banquete del amor.
La señora mexicana
Llego con los ebrios,
con los no convidados. Mi música sigue aquella delicadeza de palabras que mis acompañantes jamás podrían alcanzar. Soy la única mujer. Me siento capaz de llegar al discurso: un girasol me ha visto prepararme para la fiesta. La flor me observa desde una ventana que viene del futuro, de una ciudad ficticia y tropical.
×EKO×EX LIBRIS×ALEJO CARPENTIER×
CARACTERES
ÁLVARO URIBE alvuribe@yahoo.com.mx
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ara efectos de este estudio se puede agrupar a las señoras en dos categorías: la de la señora a secas, clase de mujer que se da en todo el mundo y suele ser casada (aunque no siempre) y con hijos (aunque no siempre) o, si es soltera o no es madre, tener de cuarenta años para arriba; y la de la señora mexicana, subclase de mujer que suma, a las características generales de la otra, la obvia de haber nacido o vivir en nuestro país, la necesaria pero no suficiente de pertenecer a la clase media o de plano alta, y la envidiable pero inconfesable de no trabajar para nada o trabajar solo por gusto. La señora mexicana se distingue de sus paisanas a primera vista. Es la que pasa medio día, y muy seguido el día entero, en bata y pantuflas y con tubos en el pelo y crema en la cara y las uñas de las manos recién barnizadas y la boca llena de palabras que manan en torrente o de golosinas sin azúcar para no engordar. La que va no menos de dos veces por semana al salón de belleza y saluda de beso tanto a clientas como a empleadas y se pasa las horas frente a un espejo mientras le retocan las luces o la peinan o le hacen manicure y pedicure; y en ningún momento, ni siquiera cuando le lavan el pelo, deja de hablar. La que se emperifolla y se perfuma y se pone medias y tacones altos para ir a donde sea, desde el mercado sobre ruedas hasta el gimnasio, pasando por el nuevo centro comercial que visita en cuanto lo inauguran, según dice, “para conocer”. La que posee una gigantesca Van, modelo del año, que usa para ir al súper (aunque esté a dos cuadras) o recoger a sus dos hijitos en la escuela (aunque esté a cuatro) y que se propone cambiar por tres coches usados ahora que impera en la ciudad el doble Hoy No Circula. La que detesta a la copuda jacaranda que crece frente a su casa porque cada primavera las hermosas flores violáceas ensucian la banqueta y, peor aún, la Van reluciente; y en venganza ella manda podar el árbol inerme hasta que solo queda un triste tronco y, como ese muñón vuelve a echar ramas que amenazan con florear, lo arranca de raíz y cubre el hoyo con cemento. La que les tiene repelús a las palomas (porque manchan todo de caca) y a las arañas y otros bichos (que quién sabe cómo se meten a su casa); de suerte que, para sentirse más segura, elimina las plantas y el pasto de su jardín y lo reduce a un patio pelón que le sirve de tendedero. La que emplea una o dos sirvientas y las menosprecia y hasta las odia, pero no prescinde de ellas, ni para de hablar muy mal de ellas, ni (pobrecita) sería nada sin ellas. Todas estas taras, amén de otras muy suyas, aquejan a doña Auxiliadora, casada hace décadas con el próspero y confiable y no muy atractivo señor Zaplana, a quien quiere un poco aunque no lo ame tanto, y de quien recibe mucho cariño y más, siempre más dinero. Tú la conoces desde su niñez ya aseñorada, y no te sorprende en absoluto que Auxiliadora de Zaplana, parodia de sí misma en todo momento, sea hoy el prototipo de la señora mexicana. L
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LABERINTO
ESPECIAL
Linden-Museum en Stuttgart, sede de una exposición de altares a los muertos
México-Alemania
Vecinos a pesar de la distancia Arranca el Año Dual con más de mil actividades dedicadas por igual a la ciencia, la cultura, la educación, la innovación, la movilidad social y la sustentabilidad. Estas páginas hacen un recuento extenso de los momentos más atractivos REPORTAJE ANDREA RIVERA/ BERLÍN
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n un ambiente de agitación cultural, entre las propuestas que más han llamado la atención del público alemán está el Año Dual México– Alemania 2016–2017, un proyecto de Estado cuyo compromiso es unir a las dos sociedades en los ámbitos social, comercial, artístico, de diálogo político y cooperación. Es por ello que el enfoque del programa de actividades se hizo con atención en seis rubros esenciales: ciencia, cultura, educación, innovación, movilidad social y sustentabilidad. Con el arranque del AD, la cadena de televisión Deutsche Welle salió a las calles de varias ciudades para entrevistar a jóvenes alemanes y a estudiantes latinoamericanos de intercambio. Les preguntó: “Cuando piensas en México, ¿qué es lo primero que se te ocurre?” Acerca de cuál es su visión sobre las relaciones México– Alemania, qué piensan sobre el Año Dual y qué asocian con México, alumnos de las universidades de Colonia y de Hamburgo respondieron: “Contra lo ambiciosos que son los alemanes, México es visto como un país donde todavía está arraigado el sentimiento hacia la familia; las personas son sociables y cariñosas”. Encuentran interesante el Año Dual porque todavía hay mucho que desconocen de la realidad mexicana. Son conscientes de que México es un país en vías de desarrollo y reconocen la lucha de las minorías. “El
FRIDA KAHLO EN LA CASA AZUL/ ANÓNIMO, 1930
machismo aún rige la idiosincrasia mexicana”. Esperan que la iniciativa trascienda las relaciones institucionales y se enfoque más en la gente. “Ojalá podamos tener una visión más amplia de lo que es México porque en este momento se ofrece un panorama muy complejo. En el escenario internacional hay una imagen fuerte de violencia y atrocidades. Queremos conocer otras cosas que pasan, saber qué puede aprender Alemania de México y México de Alemania”. Los estudiantes más alejados de lo que es México, al menos de algo están seguros: “Mi impresión es la de un país muy alegre con habitantes muy alegres, todo lo contrario de los alemanes”. México representa culturas antiguas, ocupación española, música, gastronomía, mezcal, estrechas relaciones con Estados Unidos, migración, narcotráfico, inseguridad, corrupción, estudiantes desaparecidos, violencia contra las mujeres, futbol, Frida Kahlo, desmadre, tacos. “Cuando vas allá, todos te dicen que la salsa no pica”. Los varios clichés: “Mucha gente piensa que los mexicanos siguen usando sombrero”. Sobre los estereotipos: “Son puros prejuicios lo que se dice de los países. Por cierto, no todos los mexicanos bailan ni se la pasan tomando chocolate y no todos usan bigote”. Algunos mencionaron el monumento de la Plaza de México en Viena, erigido en recuerdo de la solidaridad mexicana al mostrar su desacuerdo cuando la Alemania nazi anexó a Austria. En la calle Niederkirchner, donde la historia ironiza uniendo el horror y la belleza, se oficializó la presencia
de México en la nación germana. Ahí se ubican dos edificios emblemáticos: el antiguo cuartel general de la Gestapo y el museo Martin–Gropius–Bau, la casa de exposiciones más importante de Berlín que desde el pasado abril acoge la muestra Mayas, el lenguaje de la belleza. La otra gran exposición en Berlín es Arquitectura mexicana contemporánea. El programa mexicano del AD se extenderá por todo el territorio alemán y concluirá hasta finales de mayo de 2017. Incluye la participación de México en ciclos de conferencias magistrales que abordarán la realidad social y política, en las universidades de Bonn, Colonia, Chemnitz, Kassel, Münich y Tubinga. En Berlín, México asistirá en calidad de país invitado al Study World, la Feria Internacional de Universidades, y durante la Semana Mexicana de Ciencia y Tecnología difundirá los avances en investigación; participará en foros de negocios y ferias industriales sobre tecnología aeroespacial, ambiental y automotriz; de eficiencia energética, turismo y tecnologías de la información. Con fotografías inéditas, la exposición Frida Kahlo. Más grande que la vida es una de las más esperadas por el público de Baden–Baden, que por primera vez contemplará a la pintora mexicana en escenas de la vida cotidiana. Se ofrecerán conciertos de gala dirigidos por Alondra de la Parra en Berlín y Bremen, y el Día de Muertos se celebrará con la instalación de altares en el Linden–Museum de Stuttgart y el Rautenstrauch–Joest–Museum en Köln. México estará presente en los festivales de cine Berlinale, Filmfest Münich y el International Filmfest de Heidelberg. La directora de Proyectos y Eventos Internacionales del Instituto Mexicano de Cinematografía (IMCINE), Monserrat Sánchez Soler, confirmó a Laberinto que han estado trabajando con la Berlinale para fortalecer la presencia de México. “Berlín es una de las presencias más importantes, pero no es la única. Ya estuvimos en Dortmund, en el Festival de Cine de Mujeres de Colonia, y a su vez tenemos preparado un programa para otros festivales. La presencia de México se logra con películas seleccionadas y con participación en los actos de industria. Esto es muy importante para el IMCINE porque no solo promueve que las películas se vean sino también que se hagan, sobre todo en contextos cada vez más internacionales. Planeamos participar en el DOK.Fest Leipzig a través de FOPROCINE, uno de los fondos más importantes del IMCINE que
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apoya a documentales. El de Leipzig es uno de los festivales de documentales más importantes de Europa. “Por supuesto, no podemos forzar la selección de las películas, pero seguramente tendremos una participación relevante en la Berlinale. Es muy pronto para hablar de la selección. La Berlinale no empieza aún a ver las películas. Más adelante sabremos cuáles entrarán en competencia. El protocolo que ellos siguen es anunciar los festivales con tres o cuatro semanas de antelación y uno no puede matarles la noticia porque son los que al final del día seleccionan y anuncian. Conforme nos piden materiales, nos vamos enterando de qué les interesa. Algunos festivales ya saben desde ahora qué quieren”. Por su parte, la directora general de Publicaciones de la Secretaría de Cultura, Marina Núñez Bespalova, confirmó a este suplemento la presencia de México en el Poesiefestival Berlin 2016 (3 de junio), el espectáculo de poesía y electrónica El Congo Allen and Friends (10 de junio), Miss Read: The Berlin Art Book Fair, la Feria del Libro de Arte de Berlín (10–12 de junio), las ferias del libro de Frankfurt (19–23 de octubre) y de Leipzig 2017 (23–27 de marzo), con la participación de los escritores Carmen Boullosa, Álvaro Enrigue, Luis Felipe Fabre y Julián Herbert, además de editores y traductores. En México, Alemania será el Invitado de Honor en la edición 44 de la Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil (11–21 de noviembre). Se ha confirmado la visita del ilustrador y autor de libros infantiles Sebastian Meschenmoser, ganador del Premio Pluma de Plata 2008, y la participación de la editora y creadora de la colección Alfaguara y Siruela de literatura infantil Michi Strausfeld, condecorada con la Orden Isabel la Católica 2009 y la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso X El Sabio en 2016, en reconocimiento a su labor de promoción de la lengua española, la literatura iberoamericana y los buenos hábitos de lectura. Se anunció también que la editorial alemana Union Verlag traducirá al alemán la antología narrativa México 20, que reúne propuestas literarias de 20 de los más destacados escritores mexicanos menores de 40 años.
LA PRESENCIA DE ALEMANIA
En México aún no ha comenzado la celebración. A unos días de inaugurarse en la capital mexicana el Año Dual Alemania–México 2016–17, el director del Instituto Goethe en México, Reinhard Maiworm, relató a Laberinto cómo surgió este proyecto y refirió algunas de las actividades que conforman una parte del programa que él mismo se encargó de coordinar y dirigir. “Fue a raíz de una visita a Alemania del presidente Enrique Peña Nieto, cuando todavía era gobernador. Platicó con la canciller Angela Merkel y la idea de organizar un año dual nació para celebrar la amistad entre ambos países y crear mayores vínculos. En cuanto recibimos nota, formamos un grupo de trabajo con el que ideamos el formato a partir de las propuestas que surgían. Queríamos presentar de todo un poco. De esta manera abordamos los temas de movilidad, sustentabilidad y la industria 4.0, pero también nos interesaba incluir la cultura, la formación académica, proyectos científicos e industriales. Muy pronto surgieron puntos de interés común y formamos un grupo de representantes de la GIZ (Agencia Alemana de Cooperación Internacional), del DAAD (Servicio Alemán de Intercambio Académico), del Instituto Goethe, de la Camexa (Cámara Mexicano–Alemana de Comercio e Industria), más un representante del Patronato de la Industria Alemana para la Cultura; todos coordinados por la embajada de Alemania en México”.
El resultado —señaló Maiworm— es la conformación de unos 250 proyectos que van a realizarse con el logotipo del Año Dual y alrededor de mil actividades que se celebrarán en once ciudades mexicanas. “Tenemos una cantidad considerable de proyectos que pueden sobrevivir. Empezamos con una red de danza que a largo plazo podría convertirse en un proyecto mexicano–alemán o mexicano–europeo. Estamos aún recibiendo propuestas que quieren afiliarse al Año Dual, y contamos con una larga lista de iniciativas en nuestra página (www. alemania–mexico.com). “En el rubro del arte visual, traemos grandes nombres. El 16 de junio inauguraremos en el MARCO de Monterrey una gran exposición con obras de Otto Dix, que podrá visitarse a principios de octubre en la Ciudad de México. Elegimos a Otto Dix porque la violencia significó una experiencia muy traumática después de la Primera Guerra Mundial. Decidimos, junto con el MARCO y el MUNAL, que Otto Dix sería muy actual para México y el mundo. Otra exposición que se inaugurará en Guadalajara es Un viaje por el mundo, conformada por 400 obras realizadas de los años cincuenta a la fecha por más de cien artistas. Aquí puede observarse la historia del arte contemporáneo alemán. En teatro traemos una obra del Volksbühne, uno de los teatros más destacados de Berlín, una puesta en escena dirigida por Christoph Marthaler, quizá el director más innovador en este momento (se refiere al musical Tessa Blomstedt, que desarrolla con humor la búsqueda de pareja en la época del chat y los clubes de citas). La música nueva tiene un papel importantísimo en nuestro programa. Hemos planeado con Robin Schulkowsky y el trompetista Reinhold Friedrich, dos músicos destacados, la intervención de cien trompetistas y cien percusionistas en un espacio público en la Ciudad de México. Hace dos años tuvimos la actuación de un joven y destacado contrabajista, Sebastian Gramss, que enamoró al público. Propuso un proyecto con la actuación de por lo menos otros diez contrabajistas. Será un concierto que se presentará en el Festival de Jazz el año próximo. “El concierto de inauguración será dirigido por Alondra de la Parra. La Orquesta Juvenil Federal de Alemania y la Orquesta Juvenil Carlos Chávez interpretarán La noche de los mayas, de Silvestre Revueltas, y la Heroica de Beethoven. El cupo será limitado, pero hemos preparado una presentación digital en vivo en una carpa instalada a un lado del Palacio de Bellas Artes. Me siento nervioso a unos días de la inauguración, pero es normal teniendo enfrente un proyecto tan amplio”. A Maiworm le preguntamos si hubo alguna razón particular para elegir el 2016 para llevar a cabo el Año Dual. “Es una coincidencia porque el Instituto Goethe celebra ahora su cumpleaños 50. El desafío de organizar un proyecto de esta magnitud solo ocurre una vez en la trayectoria del Goethe. Por eso, este Año Dual es para nosotros un regalo que difícilmente volverá a repetirse”.
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VARIA
El programa alemán incluye, en la categoría de cine, el ciclo 50 películas 50 años. Comenzando con 1966, el Goethe proyectará cada semana una película memorable. Durante la 15a Semana de Cine Alemán, que comenzará en agosto, se exhibirán más de quince largometrajes, documentales, dos películas infantiles recién desempacados de festivales alemanes (algunos musicalizados en vivo) y una retrospectiva de Rainer Werner Fassbinder. Además, el Festival Internacional de Cine Documental de la Ciudad de México ha lanzado la convocatoria Docunexión MX–DE, en colaboración con el Instituto Goethe y el Dok.Fest München. En cuanto a las exposiciones, se presentará una muestra representativa de la actual fotografía digital alemana. Veremos la fotografía arqueológica de Teobert Maler, quien retrató las ruinas mayas entre 1864 y 1912, como arte fotográfico y documentación científica. Cándida Höfer es considerada un clásico de la fotografía contemporánea; el mundo la conoce por sus fotografías de espacios públicos vacíos. La creación artística de Sibylle Bergemann es reconocida como una de las más importantes dentro de la fotografía alemana contemporánea. El ejercicio de creación colectiva fue uno de los principios máximos del arquitecto y urbanista Hannes Meyer, de quien se podrá observar su trabajo en México, donde vivió exiliado desde 1939. Al más allá y de regreso es una exhibición de maletas preparadas por 50 mexicanos y 50 alemanes pensando en qué se llevarían en su último viaje. Future Perfect reúne la perspectiva de dieciséis artistas contemporáneos con respecto a ideas futuristas. Las megatendencias del siglo XXI, con el desarrollo de tecnología cada vez más compleja y avanzada, se exhibirán en el Túnel de la Ciencia Max Planck, donde el origen del universo, el estudio del cerebro humano y la visión del suministro de energía sostenible siguen siendo el pan nuestro de cada día. La oferta es extensa. Habrá talleres de financiamiento para el clima y el medio ambiente, de movilidad urbana, de tecnología digital, seminarios sobre estrategias innovadoras de educación avanzada. Para elegir qué ver, la programación completa del Año Dual se puede consultar en la página www.alemania–méxico.com. L
LABERINTO
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El Bosco
El misterio no deve Con una grandiosa exposición, el Museo del Prado conmemora 500 años de la muerte del pintor holandés, un enigma que más convendría no resolver, como dan cuenta este reportaje y la reseña del libro-viaje de Cees Noteboom que, además de invitar a la contemplación, propone irse a vivir a La coronación de espinas, La mesa de los siete pecados capitales o cualquier otro prodigio VÍCTOR NÚÑEZ JAIME/ MADRID
H
ay una figura retórica que siempre acompaña a El Bosco: la hipérbole. Especialistas y aficionados suelen referirse a este pintor holandés, fallecido hace 500 años, como el autor de una obra “extraordinaria, excepcional e irrepetible”. Es común que todo aquel que entra al Museo del Prado, en el corazón de Madrid, se detenga varios minutos delante de El jardín de las delicias y observe con fascinación cada uno de los elementos que componen el tríptico. Dentro de la pinacoteca, solo Velázquez y Goya le hacen la competencia en popularidad, pero tal vez a partir de este verano el artista que no fechó sus cuadros y solo firmó algunos ocupará un lugar muy destacado en los hitos culturales de España. Porque El Bosco. La exposición del V centenario, inaugurada el lunes 30 de mayo por los reyes de España y la princesa de Holanda, es la más completa que se ha hecho hasta ahora sobre él. Por eso se espera una afluencia masiva de público. Quizá el secreto de su éxito se encuentre en los misterios, hipótesis y huecos de su vida e iconografía que, a lo largo de medio milenio, ni el más astuto historiador del arte ha logrado aclarar. Hay, sin embargo, consenso en algunos aspectos. Las investigaciones más serias indican que Hieronymus Bosch nació en 1450 en una villa holandesa llamada Bolduque, a donde su familia había llegado procedente de Alemania. Era nieto e hijo de pintores, por lo que se supone que aprendió a pintar en el taller familiar. En 1481 se casó con la hija de uno de los comerciantes más importantes de la
región y, al acceder a la alta burguesía, se sintió con mayor libertad para realizar su trabajo. Su ingreso a la Ilustre Hermandad de Nuestra Señora, una cofradía de origen medieval dedicada al culto religioso y a las obras de caridad, lo convirtió en un artista respetado y admirado. Debido a ello, el rey Felipe II comenzó a comprar sus cuadros, sobre todo después de que El Bosco muriera en 1516, y por eso se conserva la mayor parte de su producción artística en España. “Para abordarlo hay que tener en cuenta la escasez de datos fiables y, sobre todo, la época de drásticos cambios que le tocó vivir: básicamente cuando se estaba fraguando la crisis de la identidad cristiana que había ahormado hasta entonces la historia de Europa Occidental, luego dividida entre reformistas protestantes y contrarreformistas católicos y, por si fuera poco, en 1492 se descubrió el continente americano. Todo eso determinó buena parte de su cosmovisión”, dice Francisco Calvo Serraller, historiador y crítico de arte, uno de los españoles que más se ha dedicado a estudiar a este creador. Deambulando entre el paraíso y el infierno, entre delirios y enigmas, entre bestias y ninfas, la vida y la muerte, el sarcasmo y lo grotesco, el bien y el mal, el premio y el castigo, el placer y el tormento, El Bosco y su imaginería innovaron la pintura e influyeron de manera determinante en las generaciones que le siguieron. En la alimentación de su fantasía “se entremezclan una cultura rural tradicional con muchas claves olvidadas, una religiosidad en profunda transformación y, naturalmente, la incertidumbre sobre su personalidad individual y la de su entorno”, afirma Calvo Serraller, quien no deja de inculcarle a sus alumnos de Historia del Arte, en la Universidad Complutense de Madrid, su pasión por el autor de La coronación de espinas. Para conformar la magna exposición que estará abierta al público hasta el 11 de septiembre, se han traído, en condición de prestadas, obras como Las tentaciones de San Antonio procedente del Museo de Arte Antiga de Lisboa, El camino del calvario del Monasterio de El Escorial de Madrid, La coronación
de espinas de la National Gallery de Londres, El nido del búho del Boijmans Van Beuningen de Rotterdam, o dibujos como el Hombre árbol del Museo de la Albertina de Viena, “excepcional y capital en la obra de El Bosco. Porque es un artista que pinta como un dibujante y dibuja como un pintor”, dice Pilar Silva Maroto, curadora de la muestra, quien además señala que se exhiben 21 pinturas y ocho dibujos del autor. Pilar Silva es la jefa del Departamento de Pintura Flamenca y Escuelas del Norte (1400–1600) y Pintura Española (1100–1500) del Museo Nacional del Prado y lleva dos décadas dedicadas a la investigación y restauración del legado de El Bosco. “Esta exposición es excepcional porque vamos a tener la mayor concentración de obras de El Bosco. A lo largo de la historia hay hitos, como las exposiciones de 1967 en su pueblo natal y la de Rotterdam, en 2001, pero en ninguna había piezas esenciales como El jardín de las delicias, que pertenece al Museo del Prado. Así que ésta es una oportunidad única”, enfatiza. No obstante, toda esta celebración viene precedida por otra exposición en la ciudad natal del pintor y por una polémica. Hieronymus Bosch, visiones de un genio estuvo abierta durante tres meses (del 13 de febrero al 8 de mayo) en el Museo Noordbrabants de Bolduque; incluyó 70 elementos, entre pinturas y objetos, y durante ese tiempo recibió a más de 400 mil visitantes. Debido al escaso presupuesto que posee, hace un lustro este museo regional ofreció a su equipo de expertos para estudiar y restaurar algunos cuadros de El Bosco, a cambio de que luego se los prestaran para exponerlos a propósito de los 500 años de la muerte del artista. Las conclusiones de sus análisis, presentadas a principios de este año, estipularon que ni La mesa de los siete pecados capitales ni La extracción de la piedra de la locura ni Las tentaciones de San Antonio Abad habían sido pintadas por Jheronimus Bosch. Trascendió la indignación de los directivos y restauradores del Museo del Prado, pero en ese momento no quisieron atacar a sus colegas holandeses.
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DE PORTADA
EL CARRO DE HENO, PANEL DERECHO/ EL BOSCO
EL JARDÍN DE LAS DELICIAS (DETALLE)/ EL BOSCO
VER CON OJOS INCRÉDULOS IVÁN RÍOS GASCÓN
elado Poco antes de la inauguración de El Bosco. La exposición del V centenario (patrocinada por la Fundación BBVA y no por el Estado español), Pilar Silva Maroto mantuvo la atribución de esas tres obras al artista y dejó claro que los colores y pigmentos empleados en las obras “no son ajenos a los que empleaba el maestro”. Miguel Falomir, director adjunto de Conservación e Investigación del Museo Nacional del Prado, explicó que escucharon los argumentos de los expertos, pero que no los convencieron. “Por tres razones. La primera de ellas de índole científico, pues se ha contemplado la dendrocronología, que determina los años de que datan las maderas sobre las que están pintadas las obras. En los casos de esas tres pinturas, el tiempo en que fueron cortadas las maderas coincide con el periodo en que El Bosco estaba activo. Además, el análisis de los pigmentos revela que ninguno de los materiales utilizados en ellos es ajeno a la obra de El Bosco. Estos estudios no te dicen quién ha pintado la obra pero sí quién no lo ha hecho. Y la tercera razón tiene que ver con la documentación histórica: no existe ningún documento directo que afecte a estas obras”. La exposición que, por cierto, ha llegado acompañada de un aumento de precio en las entradas al Museo del Prado (16 euros, con derecho a ver la colección permanente y las muestras temporales), no está estructurada por orden cronológico, sino por secciones temáticas: “El Nuevo Testamento”, “El mundo y las postrimerías”, “Las obras profanas”, “Los santos” y “Los dibujos”. En un espacio adicional se encuentra una serie de trabajos técnicos (reflectografías infrarrojas, macrofotografías) realizados por el Bosch Research and Conservation Project holandés, que revelan detalles de los soportes y la pintura. Todo se encuentra distribuido, cómo no, alrededor de El jardín de las delicias. “Esa es su obra maestra porque se trata de un ciclo del destino de la humanidad, desde la creación de Adán y Eva hasta su trágico destino mortal. Hay un consenso
Cees Noteboom piensa en Las tentaciones de San Antonio y evoca una idea de Roland Barthes: no hay recuerdo que pueda reproducirse fielmente. Luego, el escritor neerlandés invoca otro tiempo y otro espacio, cuando a los veintiún años vio por vez primera esa obra de El Bosco en el Museo del Prado e intenta describir la turbación que le provocaron los seres que habitan en la tela pero es inútil. Frente a ese raro universo, orgiástico y solemne, Noteboom solo pudo recuperar las imágenes del mundo real: la de los soldados de Franco, tan parecidos al ejército de Hitler, con sus cascos alemanes y su forma de marchar; la de los camareros de los bares de Madrid, a los que se les llamaba con silbidos insolentes, y otro cuadro, El carro de heno, que más de seis décadas después para él cambiará su esencia y contenido porque sí, efectivamente, hay muchos elementos que trastocan la memoria, la deforman, incluso la reinventan: publicado por Siruela, El Bosco. Un oscuro presentimiento, de Cees Noteboom, muestra la forma en que retentiva y percepción se alteran como la propia piel, el propio cuerpo. Y es que para desentrañar la clarividencia de Hieronymus Bosch, Noteboom viajó a Lisboa, Madrid, Gante, Rotterdam y Bolduque, el sitio en que el pintor nació en 1450, siguiendo un hilo de conjeturas estéticas e intelectuales: la Hermandad del Cisne (a la que perteneció el creador de El jardín de las delicias); el mundo cotidiano del siglo XV con sus burdeles, sus limosneros, sus tullidos, sus cojos, sus borrachos; los peñascos teratomorfológicos con que El Bosco adornaba sus paisajes, farallones monstruosos que singularizan las postales de los Países Bajos; las creaturas: grotescas, feéricas, inusitadas e inexplicables del misterio plástico de un artista que se anticipó al surrealismo y, súbitamente, Noteboom comienza a indagar la naturaleza de un hombre tan distante pero próximo a este siglo quizá porque, como intuyó ese Roland Barthes que le recordó a Noteboom lo oscura y extraña que es la reminiscencia, “el artista no tiene moral pero sí una moralidad. En su obra se plantean las cuestiones: ¿qué son los otros para mí?, ¿cómo tengo que desearles?, ¿cómo debo prestarme a sus deseos?, ¿cómo hay que mantenerse ante ellos? Al enunciar, cada vez, una ‘sutil visión del mundo’ (así habla el Tao), el artista compone lo que su propia cultura alega (o rechaza) y lo que desde su propio cuerpo insiste: lo evitado, lo evocado, lo repetido, o mejor dicho: prohibido/ deseado: éste es el paradigma que, como si fueran dos piernas, hace andar al artista, en la medida que produce” (Lo obvio y lo obtuso). No hay mejor idea que ésta para describir los asombros, estremecimientos y perplejidades que El Bosco suscita en un Cees Noteboom que se pregunta constantemente cómo se verán sus obras con ojos ajenos: los ojos de quienes no han leído la Biblia, los ojos negados para la contemplación, los ojos inquisidores. Noteboom se toma su tiempo para mirar La adoración de los Magos y entonces descubre la mano del artista, luego al propio artista: “Lo veo trabajando y es como si de pronto estuviera a nuestro lado y fuera posible preguntarle, a él que nunca dijo nada, si es cierto lo que sostienen los exégetas: que en su obra una llave suele indicar la sabiduría; la concha de mejillón, infidelidad; que el huevo es el símbolo principal de los misteriosos poderes de la alquimia o que una rata representa siempre el sexo o las mentiras contra la Iglesia”. El universo simbólico de El Bosco formula misterios absurdos y apocalípticos, incógnitas cuyas claves yacen en los sueños. L
en reconocer que en el panel izquierdo se narra la historia del mundo, haciendo énfasis en el destino humano; en las dos tablas siguientes está la creación del hombre y de la mujer, el pecado original y sus epígonos. En el centro está el placer y en el ala derecha sus fatales consecuencias”, explica Francisco Calvo Serraller. En torno a este cuadro, además, el cineasta madrileño José Luis López Linares ha realizado un documental, El Bosco, el jardín de los sueños, en el que 30 personalidades de la cultura y la ciencia, entre los que se encuentran Cees Noteboom, Laura Restrepo, Orhan Pamuk, Miquel Barceló, Nélida Piñón, José Manuel Ballester, Ludovico Einaudi y William Christie, contemplan y conversan con la obra protagonista. “Al final de una novela, el escritor desvela el misterio. En este caso, el autor no quiere que lo resuelvas. Quiere que permanezcas en ese misterio”, reflexiona el escritor Salman Rushdie en la película. El también director de documentales como A propósito de Buñuel o Lorca, así que pasen cien años, citó a sus entrevistados cuando el museo estaba cerrado (antes de las diez de la mañana o después de las ocho de la noche) y ante su cámara, por ejemplo, Miquel Barceló contó los conejos que aparecen en el tríptico que define
como “un gran día de fiebre”. Para el filósofo Michel Onfray, la obra es “una invitación a pensar lo impensable”. El director de orquesta William Christie se quedó deslumbrado “ante uno de los mayores enigmas” de la historia del arte y se preguntó: “¿tiene solución?” Esas imágenes están mezcladas con secuencias filmadas en lugares que tienen que ver con El Bosco y sus pinturas y están acompañadas por una banda sonora que incluye piezas de Bach, Elvis Costello o Lana del Rey. El punto de partida de López Linares fue el libro The Land of Unlikeness, una investigación del historiador holandés Reindert Falkenburg en torno a los misterios de El Bosco. “Muy al comienzo, Falkenburg plantea que la obra fue concebida como un tema de conversación para una audiencia formada por los nobles de la época y eso es lo que el espectador encontrará en el documental: una conversación”, puntualiza el cineasta a quien, dice, solo le faltó el testimonio de Umberto Eco. “Ya estaba hablado con él, aceptó venir, pero se murió antes”. En su ubicación habitual, según datos del Museo del Prado, a El jardín de las delicias lo observan todos los días un promedio de 4 mil personas. Porque (como otras obras de El Bosco) atrapa y fascina. Pero no es fácil de mirar. L
CIENCIA
sábado 4 de junio de 2016
p. 08
LABERINTO
ESPECIAL
Donde se vive el sabor Cuando la industria tabaquera introdujo el filtro en sus cigarros, la suavidad del nuevo producto estaba dirigida a las mujeres. El vaquero Marlboro nació para cambiar esta asignación de género DESMETÁFORA
GERARDO HERRERA CORRAL gherrera@fis.cinvestav.mx
W
illiam Thourbly fue el primer rostro de una de las campañas publicitarias más exitosas de todos los tiempos. Aunque nunca fumó, sí logró que muchos lo hicieran. Después de él vendría el deportista Charles Connerly, un jugador de futbol americano, para continuar con la campaña. Al mariscal de campo de los Gigantes de Nueva York lo siguieron varios de los defensivos del mismo equipo. De todos ellos Dick Hammer, Wayne McLaren y David McLean murieron de cáncer de pulmón, muy probablemente por fumar, de manera específica, cigarrillos Marlboro. Cuando McLaren se enteró de que tenía cáncer en los pulmones a los 49 años de edad, fumaba una cajetilla y media de cigarros al día. Aunque le extirparon uno de los pulmones, el cáncer siguió avanzando hasta llegar al cerebro. McLaren murió dos años después de que fuera diagnosticado y en ese tiempo trabajó muy activamente en una campaña antitabaco. Poco antes de morir se transmitió un mensaje de televisión con imágenes alternadas del cowboy y su convalecencia. En el mensaje se mostraban las imágenes contrastantes mientras se escuchaba la voz de su hermano reprendiendo a la corporación de tabaco que promovió un estilo de vida independiente con la figura de un vaquero autosuficiente en un paisaje agreste. El anuncio cerraba diciendo “¿Qué tan independiente puedes ser realmente, acostado aquí, con todos esos tubos conectados a tu cuerpo?”. Philip Morris & Co. había introducido Marlboro como un cigarro para mujeres en 1924 y le empezó a colocar un filtro en 1950 como respuesta a la evidencia científica que ya entonces mostraba los daños a la salud que conlleva el fumar. Fue entonces cuando un estudio de mercado mostró que si bien los hombres consideraban la posibilidad de fumar Marlboro con filtro, les preocupaba el poner su masculinidad en duda al ser vistos como fumadores de cigarrillos para mujeres. Se pensó entonces en una campaña publicitaria que cambiaría esto con una serie de figuras marcadamente masculinas entre las que se encontraban capitanes de barco, levantadores de pesas, corresponsales de guerra y trabajadores de la construcción, entre otros. Leo Burnett estuvo a cargo de diseñar la cruzada de mercadotecnia y el vaquero fue el primero de la serie. Se dice que la inspiración por una sobrada
masculinidad de los vaqueros llegó a Burnett como resultado de una portada de la revista LIFE que había publicado, en 1949, la fotografía de Clarence Hailey Long como soporte a un reportaje sobre la vaquería en Texas. Clarence es el primer Hombre Marlboro. En ese momento Clarence tenía 39 años y 68 kilos de peso. Hombre silencioso, modesto y reservado, con un rostro quemado por el sol y profundos pliegues de la piel que salen de los ojos, irradiados por un iris azul pálido. Clarence llevaba un sombrero Stetson y una bandana en el cuello. Los ojos entornados mirando al horizonte que se pierde de tan lejano y un cigarro en la boca quedaron grabados para la posteridad en la fotografía más representativa del oeste. La fotografía le proporcionó a Clarence numerosas propuestas de matrimonio que se negó a aceptar. Trabajó toda su vida en los ranchos de Texas, bromeando: “Si no fuera por un buen caballo la mujer sería la cosa más dulce en el mundo”. En un año las ventas de Marlboro crecieron de manera sorprendente y Philip Morris decidió quedarse con la figura del vaquero abandonando la serie propuesta de emblemas masculinos en su promoción.
MÁS DOCTORES FUMAN CAMEL QUE NINGÚN OTRO CIGARRO La marca Camel llegó a echar mano de la estadística para poder afirmar: “De acuerdo con un estudio a escala nacional: la mayoría de los médicos fuman Camel, más que cualquier otro cigarrillo”. Para esto, explicaba: “Doctores de todas las especialidades, 113 mil 597 fueron encuestados a lo largo de todo el territorio nacional. La pregunta era: ¿qué cigarros fuma?”, luego, sin dar números, concluía: “la marca más nombrada fue Camel”. Camel incursionó así en la costumbre de mentir con estadísticas. En los años cincuenta se dio un interesante escamoteo de la mercadotecnia en los áridos terrenos de la medición y sus irregularidades. Los fabricantes de cigarrillos abandonaron por un momento los maravillosos vuelos de la imaginación. Las frases tan inolvidables como prometedoras desaparecieron por un momento para recurrir a los porcentajes y el análisis químico. Fue entonces que la famosa revista Reader’s Digest comisionó a un laboratorio de análisis químicos a realizar una serie de estudios. Se eligieron siete marcas, las cinco más vendidas: Lucky, Camel, Chesterfield, Philip Morris, Old Gold; así como Pall Mall y Avalon. Se tomaron 24 cigarros de paquetes adquiridos en el mercado para que fueran fumados por un robot de cristal que analizó las sustancias presentes en el humo. Se reportaron los contenidos de nicotina y alquitrán junto con el tiempo que se tardó en fumar el cigarro hasta dejarlo como una bacha de dos centímetros de largo. El reporte de laboratorio decía: “La diferencia entre marcas es pequeña y ninguna marca es superior a sus competidores como para justificar su selección tomando como base el que su daño sea menor”. En nicotina, los resultados variaron de 2.04 miligramos de Old Gold a 2.46 miligramos de Philip Morris. Fue aquí donde entraron la estadística y sus artilugios. En el artículo de Reader’s Digest, el autor señalaba que la compañía Lucky hizo campaña diciendo: “Por más de dos años el contenido de nicotina de los Luckies ha sido 12% menor que el promedio de los otros cuatro más vendidos”. Olvidaba de manera deliberada que no es el contenido de nicotina en el tabaco lo que importa sino la nicotina fumada. Los Luckies tenían 1% menos que el promedio de los cuatro más vendidos y no era ciertamente el de menor contenido de nicotina entre los cinco. Old Gold proporcionaba 2.04 miligramos mientras que Lucky Strikes suministraba 2.22 miligramos. Este hecho llevo a la compañía Old Gold a una campaña de promoción basada en los datos estadísticos. Los números reportados en las mediciones están dispersos como lo están siempre las mediciones. Se cuenta con estimadores de la desviación de los datos numéricos alrededor de una media aritmética. Si queremos evaluar qué tan significativo es el hecho de que Old Gold esté por debajo de la media, debemos saber qué tan dispersos son los datos. La media aritmética en el contenido de nicotina de todos los cigarros examinados menos una desviación media es 2.116. Puesto que Old Gold tiene en promedio 2.04 miligramos de nicotina, restando a la media aritmética dos veces la desviación media tendremos 1.892 mg que ya es menor que 2.04 mg que tiene Old Gold. Esto quiere decir que los Cigarros Old Gold se desvían de la media en poco más de una desviación típica. Un efecto significativo es aquel en el que el valor obtenido se encuentra a una distancia considerable, en términos de desviaciones típicas, de la media aritmética. Una desviación típica de la media no es un efecto significativo. Para algunas áreas de investigación en ciencias se considera algo realmente extraordinario cuando el resultado que se obtiene se encuentra a cinco desviaciones típicas de la media. En los años cincuenta, la gente estuvo expuesta a la promoción de cigarros con el uso de esta mentira. La desviación que puede ser considerada azarosa dio pie a uno de los primeros engaños en comercialización. Desafortunadamente, era solo el inicio de lo que se convertiría en costumbre en el mundo de las ventas. L
MILENIO
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sábado 4 de junio de 2016
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SU PASATIEMPO FAVORITO WILLIAM GADDIS Sexto piso España, 2016 692 pp. Oscar Crease, catedrático universitario, entabla un juicio por plagio en contra de un productor de cine. Lo que al principio parece un litigio cotidiano en los tribunales, se convierte en un dédalo de intrigas, farsas, timos e intereses. No obstante, la justicia, ese concepto que desde las primeras páginas se ve de esta manera: “La justicia se encuentra en el otro mundo. En éste lo que hay son leyes”, es la figura más prostituida y manipulada por todos los personajes de esta obra monumental del también autor de Gótico carpintero y Jota Erre, que se hizo acreedora del National Book Award. LA FELICIDAD ES UN ARMA CALIENTE VÍCTOR RUIZ VELASCO Librosampleados México, 2016 100 pp. Para Juan Manuel Chávez, uno de sus lectores, los cuentos que integran este volumen del peruano Víctor Ruiz Velasco, quien también es poeta y novelista, “iluminan la oscuridad que se arraiga en las relaciones personales”. Como lo hace ver el beatlesco título del libro, la música le sirve de apoyo en varios de ellos. En “El lugar más horrible”, una de las historias que serían más representativas y que tiene un epígrafe de Bob Dylan, el protagonista llega a una ciudad que no le gusta a cerrar un negocio, pero ese disgusto solo es un eco de una relación que espera pueda mantenerse. CARTAS CRUZADAS 1965–1970 ARNALDO ORFILA Y OCTAVIO PAZ Siglo XXI México, 2016 639 pp. En el prólogo, Jaime Labastida escribe que estas cartas cuyo contexto temporal es la creación de la editorial Siglo XXI, “revelan el profundo respeto que el uno tenía por el otro: muestran su estatura (moral e intelectual) a los dos. Ningún otro texto podría expresar mejor las duras (y bellas) condiciones en las que surgió Siglo XXI hace cincuenta años, que este conjunto de cartas en donde resplandece la inteligencia y la independencia de criterio de dos grandes intelectuales de la América nuestra”. ANTE TODO, NO HAGAS DAÑO HENRY MARSH Salamandra España, 2016 346 pp. Neurocirujano con estudios en filosofía y economía, Marsh pertenece a esa clase de hombres que saben comunicar una experiencia. En este libro ventila 26 casos clínicos de rigurosa autenticidad que avanzan por el amenazante desfiladero del sufrimiento. Sus enfermos padecen tumores en el cerebro o la médula espinal, dolores faciales, leucotomía, traumatismos del lóbulo frontal, infartos… Narra como si se dirigiera a una audiencia de neófitos y lo hace con tal sentido de la compasión que nos sentimos uno con el dolor que invade los hospitales. LA REVOLUCIÓN CÓSMICA ALAN KNIGHT Fondo de Cultura Económica México, 2015 196 pp. Escritos en el marco del centenario de la Revolución mexicana, estos cinco ensayos comparten el interés por estudiar los cambios que trajo consigo el movimiento transformador de 1910. Una pregunta más que pertinente sirve como punto de partida: ¿hay espacio para una nueva interpretación de la Revolución? A partir de ella, Knight traza un cuadro regionalista, observa las aportaciones del utopismo, analiza el contexto internacional y trata de dilucidar el éxito de la revuelta. Es justo decir que hay capítulos de la historia mexicana que aún están por escribirse.
F U EG O
EN LIBRERÍAS
L E N TO ×
VIENTOS DE SANTA ANA
Daniel Salinas Basave Literatura Random House México, 2016
Ruido y más ruido ROBERTO PLIEGO robertopliego61@gmail.com
¿
Qué podemos esperar de una novela cuando ni siquiera hemos leído diez páginas y sale al paso la frase “la cárcel no se hizo para los poderosos”? Debemos esperar el veredicto en blanco y negro del periodismo y no la ambigua sabiduría de la literatura; debemos esperar asimismo comentarios editoriales sobre el trabajo ingrato del reportero y las decenas de colegas asesinados en el cumplimiento del deber; es decir, nada más que raciones copiosas de indignación. Es inevitable prever el curso de toda historia protagonizada por un esforzado reportero: hay una anomalía en el orden justo del mundo —un crimen sin resolver, una mentira costosa, un acto negligente— que el reportero está obligado a sacar a la luz a pesar del riesgo y la amenaza. Por supuesto, antes que el miedo a la muerte prevalece el amor a la verdad. Si a eso agregamos unas cuantas peripecias y cinismo en grandes proporciones, obtendremos una novela hecha tan solo para animar la sobremesa de un restaurante. Con semejante inocencia se comporta Vientos de Santa Ana: Guillermo Demian, un borrachín con quince años de mediocridad en el diario El Bordo, se siente tocado por la buena fortuna cuando tiene la oportunidad de entrevistar a Salomón Saja, ya moribundo, ex jefe de escoltas del gobernador electo Alfio Wolf y asesino material del gacetillero Hilario El Gato Barba. No bien reconocemos Tijuana, su geografía y su política danzando a orillas del abismo, quedan al descubierto los propósitos nada novelescos de Daniel Salinas Basave quien, según informa la segunda de forros, alguna vez practicó el “periodismo de alto riesgo”: Alfio Wolf no es otro que Jorge Hank Rohn, Salomón Saja es José Antonio Javier Vera Palestina, quien en 2015 abandonó la cárcel después de purgar una condena de 25 años por el asesinato de Héctor El Gato Félix, es decir, Hilario El Gato Barba. Que Salinas Basave no aspira a la verdad de las mentiras se impone como una lápida cuando vemos al narrador empeñado en trazar un cuadro extenso, demasiado extenso, de las prácticas periodísticas en Tijuana: notas escritas para luego venderlas a los poderosos, concupiscencia entre gobernantes y directores, bajos salarios que invitan a engrosar las fi las de la corrupción. Leemos y contemplamos ceremoniosamente cómo se levanta una espada flamígera sobre la cabeza reluciente de la clase política. Daniel Salinas Basave ha trasplantado a José Antonio Javier Vera Palestina a un ámbito mañosamente ficticio para someterlo a una agonía dolorosa que hace prever su arrepentimiento y la confesión postrera: el nombre de quien en 1988 dio la orden de asesinar a El Gato Félix o, en fin, a Hilario Barba. Tiene ánimo de justicia y ese mismo ánimo da al traste con su novela. Qué se supone que debemos de hacer con ella. Tomarla como un noble desahogo, un llamado, de los que tanto abundan, a ajustar cuentas con los miles de bribones protegidos por la impunidad, es decir, como un ejemplar más de la militancia —cualquiera— con pretensiones literarias. No hace época…, solo ruido. L
CINE
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sábado 4 de junio de 2016
LABERINTO
ESPECIAL
Katina Medina Mora
“Me interesan los enredos humanos” Con ecos del cine romántico francés, Sabrás qué hacer conmigo aborda la relación entre dos personas que intentan resolver su caos emocional ENTREVISTA
E
n el pasillo de un hospital, Nicolás (Arturo Barba), epiléptico desde niño, queda prendado de la distante Isabel (Ilse Salas). Sus historias se entrelazan hasta que quedan enganchados en una relación llena de carga emocional. En Sabrás qué hacer conmigo, Katina Medina Mora presenta una historia de amor deudora de la intensidad del cine romántico francés. Su filme, más que un romance, deja ver a dos personajes dispuestos a sobrevivir pese a ellos mismos. Sabrás qué hacer conmigo presenta, en principio, a dos personajes complejos y en situaciones límite.
Me interesan las problemáticas humanas, así como las imposibilidades que enfrentamos para vivir. Creo que las relaciones interpersonales son inagotables. Todos tenemos la posibilidad de escoger entre solo vivir e ir pasándola o disfrutar de la vida y hacer más cosas. Se plantea los personajes como sobrevivientes, incluso de sí mismos.
Hay gente que se dedica a respirar. A mí me interesaba mostrar que hay un poco más. Siempre nos podemos abrir más a la vida.
HÉCTOR GONZÁLEZ gonzalezjordan@gmail.com La película se sostiene en las emociones de los personajes.
Una de nuestras prioridades era conseguir una película muy humana, entrañable y real. Lo ideal es que la gente conecte con la historia de amor o con la historia maternal. Ambas partes son circunstancias cercanas a cualquier individuo. Cuando se busca la empatía per se con el espectador se puede caer en el maniqueísmo.
Cuando haces una película hay que estar muy consciente de cada decisión, desde la dirección de actores hasta la postproducción. Un recurso muy fácil para guiar las emociones es la música, y yo prefiero que los actores sean quienes lleven al espectador. Asumo que pude haber caído en el cliché o que por momentos se me pudo ir la mano. En todo caso, lo principal es estar seguro de lo que se quiere contar y de la emoción que buscas generar. Desde la estética hasta el planteamiento del amor como tema, su película me parece deudora del cine francés.
Soy fan del cine francés. Supongo que será verdad aquello de que uno
hace las películas que le gustaría ver. Me parece interesante que hables de estética porque trabajamos el lenguaje visual de una manera particular. Así como el guión está dividido en tres capítulos, también la parte visual. Al filmar a Nicolás, todo lo hicimos con cámara fija; si se movía, tenía que ser en dolly, su departamento es más abierto. Todo está en función de cómo vive la vida. En cambio, rodamos la vida de Isabel con cámara en mano porque su vida es más caótica, por eso los cuadros son más cerrados y su departamento es más pequeño. Ya en el tercer capítulo, donde van los dos, filmamos en steadycam, la combinación de ambos estilos. Vemos los movimientos más suaves porque ellos se empiezan a acomodar. Decía Godard que cada movimiento de cámara es una posición política.
HOMBRE DE CELULOIDE
El discurso visual es lo más importante en el cine. Un close up, los cortes, son muy importantes. No queríamos filmar el ataque epiléptico de Nicolás con inserts o cortes, nos parecía mejor filmarlo en plano secuencia para darle realismo. Fue algo muy cansado, pero nos parecía más impactante y real. Usted viene de una formación dramatúrgica. ¿Qué ventajas o facilidades aporta estructurar la película en capítulos?
La estructura en capítulos fue idea de la guionista Emma Beltrán, y fue acertado en tanto que podíamos haber hecho una película de sucesos. En cambio, una narrativa fragmentaria nos ayudaba a mantener algo de misterio en el personaje de Isabel. Al final nos permitió conocer los puntos de vista de cada personaje y aportar a la comprensión del espectador. L
FERNANDO ZAMORA
@fernandovzamora ESPECIAL
Depp a través del espejo
A
licia en el país de las maravillas de 2010 es la peor película de Burton. Los personajes de Carroll sucumben bajo toneladas de ideología. Alicia crece para poder enamorarse del Sombrerero Loco, pero hay más: se transforma, para decirlo en lenguaje corporativo, en una eficiente “emprendedora” que tiene la visión de conquistar (económicamente, se entiende) a esa China que humilló el imperialismo inglés. En aquella espantosa situación dejamos a la pobre Alicia de Carroll. Aquí la volvemos a encontrar al inicio de Alicia a través del espejo, una película todavía más vulgar que la peor película de Burton. La capitana Alicia lucha contra los piratas de Malasia, y nadie parece darse cuenta de la referencia a Emilio Salgari. Mejor. La capitana maniobra en la tormenta, lanza cañonazos, salva el barco de su padre, un bergantín con el insípido nombre de La Maravilla. La capitana mira al cielo y pontifica: “la única manera de lograr lo imposible es convencerse de que es posible”. Desde esta cumbre presuntuosa, la película se desliza cada vez más abajo. Alicia volverá a Londres, se enfrentará con el machista Lord Ascot, penetrará un espejo y encontrará a Johnny Depp encarnando al más ramplón de sus personajes: el Sombrerero Loco. Puede que alguien con más de cuarenta años aún recuerde la desagradable sorpresa de ver a Ralph Macchio en Karate Kid 3. El jovial aprendiz de Miyagi se había transformado en un señor regordete que trataba de ser simpático imitando a un muchachito. Daba vergüenza. Más o menos sucede lo mismo cuando aparece Johnny Depp en esta película
Alicia a través del espejo (Alice Through the Looking Glass). dirección: James Bobin. guión: Linda Woolverton. con Mia Wasikowska, Johnny Depp, Helena Bonham Carter, Anne Hathaway. Estados Unidos, 2016.
aunque, si comparamos las carreras de Macchio y Depp, veremos que es real aquello de que mientras más grandes, más fuerte caen. Todo en Alicia a través del espejo parece conspirar para que se grabe en nuestra mente la imagen de este sombrerero medio aniñado y medio estúpido. Los valores de la clase media estadunidense metidos con calzador, la caricatura extravagante del machismo contra el que se rebela “nuestra heroína”, la Reina Roja que era lo único salvable de la película de 2010. Todo se resume en el patetismo de un gran actor: Johnny Depp, como Ralph Macchio en 1989, ha llegado a un callejón sin salida. Parece previsible la ruina de su carrera: el destierro a los papeles en comedias de tercera clase, la televisión.
Depp se volvió muy famoso con otro personaje de Tim Burton: Edward Scissorhands. Hizo algunos papeles mediocres como el de Whitey Bulger en Pacto criminal de 2015, pero bastaba recordar a Jack Sparrow para quererlo. Después de ver esta película, tengo la impresión de que los personajes cómicos lo han devorado. Se le ve cansado y, si uno revisa lo que está por filmar, verá que se ha quedado estancado en una comedia cada vez más gazmoña. ¿Qué fue del actor de Arizona Dream? Depp es un hombre de muchos registros que sin embargo se ha vuelto la caricatura de una caricatura, algo que ni siquiera los grandes de los grandes personajes, como el de Buster Keaton, han podido superar. L
MILENIO
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sábado 4 de junio de 2016
ESCENARIOS
ESPECIAL
El tiempo no existe Arvo Pärt es tal vez el compositor vivo más famoso del mundo; hace 45 años escribió su Tercera Sinfonía VIBRACIONES
HUGO ROCA JOGLAR hrjoglar@gmail.com
A
rvo Pärt es nombre de tres notas que deben escribirse ligadas. Una célula melódica áspera y corta, tan contundente que nada distinto puede sonar después sin que luzca falso o accesorio. Un sonido esencial y absoluto que actúa sobre los nervios de maneras misteriosas: provoca íntimas visiones, genera preguntas y sume en la reflexión. Quien lo escucha queda prendado y necesita escucharlo de nuevo: Arvo Pärt.
II
Arvo Pärt perdió el interés por la música hacia 1967, a los 32 años. Todo lo que entonces había compuesto le sonó ridículo e insuficiente. Descubrió vano ornamento y mentiras ahí donde antes encontró novedades que lo emocionaron. Dejó de escribir. Quemó algunas partituras. Se le agotó la fuerza de voluntad para crear y perdió la fe en la música de su tiempo. El problema eran los infinitos universos que tenía a su alcance: ¿cómo encuentro mi idioma ideal entre infinitas posibilidades de articular sonidos? Buscar solo lo había sumido en la desesperación y el caos. Entonces se sumergió en mundos antiguos, en remotos pasados en donde los compositores tenían completamente claro lo que era la música y cómo debía ser escrita. Estudió la monodia tonal y el contrapunto a dos voces; el canto gregoriano y la polifonía renacentista. Y entonces, tras un silencio de cuatro años, compuso su Tercera Sinfonía (1971).
III
La música de Arvo Pärt cambió vertiginosamente con la publicación de su Tercera Sinfonía. El radical compositor de vanguardia —el que dedicó a Luigi Nono su cerebral composición serial para orquestaPerpetumm mobile (1963), tan matemática y fría como la de cualquier furioso defensor de la dodecafonía— estrenó de pronto música de inspiración medieval, llena de polifonía, escrita en lenguaje tonal, que
DANZA
parte de una intensa fascinación por Josquin Des Prez, Johannes Ockeghem, Guillaume de Machaut y Jacob Obrecht.
IV
La Tercera Sinfonía debe entenderse como una declaración de principios en la que Arvo Pärt dice algo como: por fin he comprendido que el tiempo no existe, que no se avanza, y en realidad todas estas cosas que nosotros hacemos (destruir el imperio de la melodía en aras de que todos los parámetros del sonido tengan la misma importancia; inventar métodos para articular sonidos en donde la indeterminación y el azar tengan relevancia, o preparar pianos poniéndole bolitas de goma en las cuerdas de la caja para obtener sonidos nunca escuchados) resultan inútiles intentos por innovar, estúpidos juegos de ego técnico. Todos estos “descubrimientos” (la ambigüedad tonal, el espacio para la improvisación y los instrumentos preparados) de maneras directas o indirectas, ya los usaba Bach. Durante el siglo XVII, Bach componía utilizando elementos que, a finales del siglo XX, se consideraban la base para la música del futuro. Atribuirle un sentido lineal a la historia es absurdo: Schönberg encaja con Pergolesi y yo encajo con Hildegard von Bingen.
V En la Tercera Sinfonía Arvo Pärt utiliza por vez primera las semillas de lo que posteriormente, en obras como Für Alina para piano (1976), o Spiegel im Spiegel para violín y piano (1978), se convertiría en su personalísimo estilo “tintinnabuli”, que es hasta hoy en día un elemento principal en su música. Según sus propias palabras, esta técnica es “un área donde a veces me interno cuando busco respuestas acerca de mi vida, de mi música, de mi trabajo. En mis horas bajas y oscuras, tengo la sensación de que nada que no esté dentro de esta cosa tiene sentido. La complejidad y las muchas alternativas me confunden y entonces tengo que buscar unidad. ¿Qué es esto y cómo encuentro el camino hacia ello? Las pistas hacia esta cosa perfecta aparecen de muchas formas y todo lo que no es importante se esfuma. Tintinnabulation es así... Las tres notas de una triada son como campanas. Y es por eso que lo llamo tintinnabulation”.
VI
Un sonido tan contundente que nada distinto puede sonar después sin que luzca falso o accesorio. Un sonido esencial y absoluto que actúa sobre los nervios de maneras misteriosas, que al escucharlo una vez se necesite, para sentirse bien, seguir escuchándolo: AR–VO—PART. L
ARGELIA GUERRERO
makarova81@yahoo.com.mx CARLOS FURMAN
Permanencia del instinto
E
l 29 de mayo de 1913 se estrenó en París La consagración de la primavera compuesta por Ígor Stravinsky para la compañía de Diáguilev, quien pidió a Vaslav Nijinsky realizar la coreografía. A 103 años de aquel polémico y poco entendido estreno podemos y debemos resaltar la maravillosa música creada por Stravinsky y la tremenda dificultad que supone realizar coreografías sobre temas y estructuras musicales que remiten de inmediato a lo primitivo, pero que en un sentido más profundo poseen una complejidad tanto rítmico–melódica, como temática. La coreografía de Nijinsky fue poco comprendida y mal recibida por la crítica. La música gozó de mayor aceptación en las audiencias, pero representó —y representa— un reto para los creadores de danza. A partir de su controversial estreno, múltiples coreógrafos y compañías han tomado el reto de montar la obra, con mayor o menor éxito y aceptación del público; hacerlo implica una indagación intensa sobre la naturaleza primigenia del ser humano y su representación en escena a través de movimientos que dibujen y representen esta naturaleza. Coreógrafos como Pina Bausch, Maurice Béjart, Gloria Contreras y Xavier Leroy han tomado el desafío, y varias compañías como el Ballet Nacional de Cuba o el Joffrey Ballet tienen también en sus repertorios esta pieza musical que alude, como lo explicara el propio Stravinsky, a rituales primitivos que celebran la llegada de la primavera, entre los que se incluye un sacrificio humano. No todas las coreografías retoman el tema del sacrificio, pero sí abordan el tono ritual, comunitario y tribal propuesto en la partitura.
La consagración de la primavera dirigida por Mauricio Wainrot
El escritor Alejo Carpentier dedicó su última novela a una disertación sobre la historia social del ser humano tomando como eje conductor precisamente la obra de Stravinsky, y haciendo énfasis en la dificultad que ha implicado a través de la historia crear coreografía para la pieza, así como ha costado a la humanidad volver a los principios básicos sobre los que hemos fundado a la sociedad. La protagonista de la novela de Carpentier, una bailarina que transita por el mundo y sus conflictos, experimenta una serie de frustraciones al no conseguir una pieza danzada que verdaderamente empate con el carácter planteado en la pieza musical. Esta batalla coincide con sus
esfuerzos no solo por entender una partitura, sino la historia misma del ser humano y su sociedad. Visita múltiples naciones, se confronta con diversas ideologías, padece guerras y revoluciones, conoce los distintos estilos de danza de las latitudes por las que sus circunstancias la conducen, y es en la Cuba prerrevolucionaria en donde agrupa a un conjunto de jóvenes en quienes encuentra la esencia telúrica que la obra musical requiere. Es en los cuerpos de los latinoamericanos donde la protagonista de Carpentier mira por fin la relación profunda con la música ritual de Stravinsky. Ciento tres años de una pieza viva que despierta el instinto humano. L
VARIA
sábado 4 de junio de 2016
p. 12
LABERINTO
ESPECIAL
La mentira de las verdades TOSCANADAS
S
e supone que la filosofía y la ciencia buscan la verdad; pero ésta es muy escurridiza. Desde siempre se ha sabido, y los mexicanos estamos curtidos en el tema. Bertrand Russell se la pasó meditando sobre la verdad. En un ensayo titulado ¿Por qué pelean los hombres? Un método para abolir el duelo internacional, habla de una religión del pensamiento, en cuyos dogmas propone: “Más valdría que el mundo pereciera a que yo o cualquier otro ser humano creyera una mentira”. Russell, como buen ateo, no creía en ciertas “verdades”, pero estaba seguro de otras “verdades”. En cuanto a quemados en la hoguera, habría poca diferencia entre esta religión del pensamiento y la de dioses encarnados. En la Historia de la filosofía de Will Durant aparece una torcida cita que no se sabe de quién viene: “Si tuviera que elegir entre la belleza y la verdad, no lo dudaría: me quedaría con la verdad”. Y luego remata con: “Nada hay verdadero en el mundo
DAVID TOSCANA dtoscana@gmail.com
excepto la belleza”. Así que uno no termina de entender en dónde está la elección si belleza y verdad son la misma cosa. Pero aceptando que son cosas distintas, a veces suele ser preferible la belleza con mentira. Por ejemplo un hombre que es absolutamente feliz con la mujer que lo engaña, a la anciana que le ocultan que su hijo murió y en cambio le dicen se fue de viaje, o el orgullo de un museo que posee un falso Rembrandt sin que nadie sepa que es falso. Hay incontables ejemplos en que la belleza, la armonía o la paz son preferibles a la verdad. En el arte también prefiero las mentiras bellas. En literatura me gusta más Don Quijote que Godofredo de Bouillón; Aureliano Buendía que Rafael Leónidas Trujillo; Pedro Páramo que aquella infausta “Loba”, cacique de Chimalhuacán; en la propia Guerra y paz me quedo con el príncipe Andréi antes que con Napoleón o el zar Alejandro; y opto por Raskólnikov antes que
Bertrand Russell
por Dostoievski. Pero si paso a leer Historia o alguna crónica, los gustos se invierten. O bien, pueden mezclarse cuando leo los evangelios o el Cantar de Mio Cid. En literatura, a esta capacidad para ganarse la confianza del lector le llamamos verosimilitud. A su equivalente en la vida cotidiana se le conoce como credibilidad. En una novela toda esta verosimilitud está contenida en el propio texto. En cambio, en un discurso político, la credibilidad está más en los antecedentes que en las palabras. Lo mismo pasa con cualquier informe o declaración de un funcionario. Si Bertrand Russell hubiese sido mexicano, no encontraría cabida para esa religión del pensamiento; sabría
CAFÉ MADRID
que la desconfianza aguda va un paso más allá del escepticismo, no es una mera suspensión de la credibilidad, sino una negación de todo discurso oficial. Nos blindamos hasta tal punto para no creer en mentiras, que también negamos las verdades. Sin importar la verdad o mentira que implique un enunciado, para el receptor todo es mentira. Esto significa que las palabras son mero ruido. Y sin embargo los políticos se empeñan en hablar y la prensa en reportar el ruido que articularon. En eso no hay belleza. No hay verdad. Por eso es mucho más creíble Kafka cuando nos habla de un hombre que se convirtió en insecto que un gobernador que niega haberse convertido en una rata. L
VÍCTOR NÚÑEZ JAIME
periodismovictor@yahoo.com.mx ESPECIAL
Golpes narrativos L
os ídolos del boxeo han seducido a varios escritores. A los estadunidenses Norman Mailer, David Remnick y Gay Talese, al colombiano Alberto Salcedo Ramos o al mexicano Ricardo Garibay, por nombrar algunos. La victoria o la derrota que implica son, sin duda, materia literaria. También las historias particulares de sus principales exponentes, que suelen ir de la desgracia a la gloria y de ahí a la ignominia. Pero quizá su principal atractivo consiste en que es una metáfora de la vida misma. “El boxeo apela a mi sólida creencia de que la vida es una pelea sangrienta”, sostiene J. R. Moehringer, un ex reportero de Los Angeles Times, de quien se acaba de publicar en español su libro El campeón ha vuelto (Duomo). “Esa pelea te define, te da forma, tal como debe ser y seguirá siéndolo hasta que se declare un vencedor, y entonces empieza la siguiente pelea, y la siguiente, hasta que llegues a la última pelea de tu vida, que perderás, como todos los que has conocido perderán la suya”. Una tarde, mientras todos los miembros de la Redacción del diario californiano empezaban a cerrar la edición del día, una reportera de la sección “Local” le enseñó a Moehringer un recorte amarillento. En él se hablaba de una de las principales figuras del boxeo estadunidense, de quien se pensaba que había muerto pero que en realidad, derrotado y sin dinero, vivía en la calle. Se trataba de Bob Satterfield, todo un ídolo de los cuadriláteros en las décadas de 1940 y 1950. “Ahí hay una historia”, se dijo a sí mismo y al instante salió en busca de la vieja gloria caída en desgracia. Lo buscó en las calles y acabó hallándolo en un albergue. Tuvo varios encuentros con él y, cuando
El reportero J. R. Moehringer
creía que ya tenía el material suficiente para escribir un perfil, uno de sus editores le dijo: “¿Y si ese indigente no fuera el verdadero Bob Satterfield?” Al reportero le parecía imposible que el hombre con el que había charlado varias veces fuera un impostor porque le había dado muchos detalles de su vida personal y profesional, acontecimientos que había contrastado con la hemeroteca y con las declaraciones de algunos implicados. Pero la pregunta de su jefe sembró en él la duda y lo llevó a continuar buscando hasta la extenuación. Será mejor que ustedes mismos lean el resultado final de esa pesquisa. Baste decir que se encontrarán con unos golpes narrativos (nunca mejor dicho) extraordinarios. Duomo está editando todos
los libros escritos por Moehringer después del éxito que tuvo con la biografía del tenista Andre Agassi (Open). Hace unos días, este autor que ha sido premiado con el Pulitzer por un reportaje sobre los descendientes de los esclavos de Estados Unidos vino a España y dijo que “cuando El campeón ha vuelto se publicó por primera vez, en 1997, me cambió la vida, porque me cambió la manera de sentir mi vida y el trabajo de mi vida”. Como para dejar claro el motivo de su afición, y de varios de sus colegas por este deporte, explicó ante un auditorio lleno de aprendices: “Si boxear es la metáfora definitiva de la vida, entonces, creo yo, es la metáfora definitiva de la escritura, que no es más que una destilación, una trasposición, una explicación de la vida”. L