Laberinto No.727 (20/05/17)

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Laberinto

FELIPE EHRENBERG

JAVIER VALDEZ (1967-2017)

miriam mabel martínez p. 02

juan josé rodríguez, antonio ramos revillas p. 03

PHOTO ESPAÑA 2017

laura cortés p. 04

MILENIO

NÚM. 727

sábado 20 de mayo de 2017 FOTO: PIERRE MOLINIER, HANEL

ENTREVISTA A DAVID BACON

melina balcázar moreno p. 06


ANTESALA

sábado 20 de mayo de 2017

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LABERINTO

CAREL FABRITIUS

Inservible o Fabritius AVELINA LÉSPER www.avelinalesper.com

CASTA DIVA

E

l arte no es progreso y esa es su virtud. El progreso se mide por alcances económicos, sociales y políticos, es un avance que proyecta poder, elimina al pasado e invade el futuro. El ritmo del progreso es frenético, devastador, erige su propio altar para adorarse. El arte utiliza el tiempo en un gesto, una palabra, un color, en contemplación o en nada. La presión que el arte sufre para ser “actual y con las preocupaciones de nuestro tiempo” ha desvirtuado su trayecto, lo conduce a los objetivos redituables del progreso. El arte es y debe ser antiproductivo, antiprogresista y antiactual. El arte es y debe ser bofetada violenta, contradicción, reiteración y silencio. El arte es antiprogresista, su principal virtud es el fracaso, el error, la dilación, la despreocupación con el futuro, la obsesión con el pasado. El pragmatismo del progreso no existe para el arte, las estadísticas, los índices de crecimiento, las metas no describen una actividad con una sola búsqueda que tal vez nunca alcance y esa será su virtud. La realidad es irrelevante para el arte, el realismo es una ficción que

ALFILERES ARMANDO ALANÍS @elsaltillero

sucede bajo las condiciones de su lenguaje, en la tiranía individual, imperfecta y sin consecuencias de una emoción. La realidad es un punto de partida sin reflejo en el arte, en el momento que sea trasladada desaparecerán su apariencia y su circunstancia, sometidas a la coherencia de un lenguaje que no quiere diálogo. La dirección del progreso es lineal, la del arte es un círculo que se escarba de tanto andar, que conduce a ningún sitio y profundiza en lo que no se ve. Antiproductivo y sin reivindicaciones, su única causa es la obra misma, y esa puede ser fallida y esa será su virtud. Las obras de arte apegadas a la actualidad no son arte, son voceros de una ideología. La imitación total y la recopilación de esa actualidad no es arte, es propaganda, y es incapaz de confrontación crítica. El arte es antiproductivo, sin consenso, ni empatía, se realiza en soledad desde la posibilidad del rechazo. Los países no miden sus índices productivos con el arte, un poema no es una carretera, es un capricho sin consecuencias, si nadie lo lee y se pierde, entonces, tal vez

El jilguero

sea un buen poema. El arte no progresa, permanece estático, escuchando sus voces, silenciando las imposiciones. El arte es, y debe ser fracaso social, la antítesis del capital humano, un desperdicio que nos abre a la noción de belleza, y la belleza no es actual, no es progresista, es la infinita y grandiosa nada. L

Se acuesta con la cocinera, pero enfurece si descubre uno de sus pelos en la sopa. ESPECIAL

Alborotador contemporáneo ARTES VISUALES

F

elipe Ehrenberg (1943–2017) amaba a México. Este hecho está en su obra, en su activismo, en la huella que dejó, y tatuada en su piel. Ese amor por este país lo impulsó a crear puentes con las corrientes artísticas contemporáneas más vanguardistas, para luego trazar provocativas y politizadas rutas urbanas que se expandieron de la Ciudad de México al resto del mundo. Fue un artista ocupado por engendrar una red global aun antes de la globalización. Es uno de los principales generadores del arte contemporáneo en México. Sin él y su generación (con artistas como Oliverio Hinojosa), el posterior boom de artistas conceptuales mexicanos no se entendería. Su curiosidad y gallardía creativa lo llevaron a

MIRIAM MABEL MARTÍNEZ

experimentar medios que en los años sesenta, setenta y ochenta desafiaban la convención. Experimentador de lo formal, salió a las calles a recolectar estrategias plásticas que emergían de la cotidianidad, transformando esos hallazgos en piezas cuestionadoras. Fue un neólogo, como lo llamó Fernando del Paso tratando de definir a un artista que huía de las definiciones, pero que en la búsqueda de nuevos formatos, en la investigación vernácula, lograba conectar artistas, teorías y tendencias. Un artista Fluxus a la mexicana, que promovió el arte correo, editó libros de artistas, experimentó con el mimeógrafo, entre otras estrategias, marcando a las generaciones siguientes y despertando a sus contemporáneos. Desde su exploración fuera de

Felipe Ehrenberg

México hasta su capacidad y energía para bajar esas teorías a su contexto, “Ehrenberg supo leer las condiciones de lo contemporáneo pero con una inquietud social y antropológica muy diferente a la Generación de la Ruptura”, dice el artista Juan–Iván González de León, quien además celebra la capacidad de Felipe Ehrenberg para inventar “sus propias condiciones, proyectos y públicos, revelándose y negándose a rendir tributo al Estado”. Esa rebeldía no se limitaba a lo artístico. “Lo que más admiré en Felipe”, dice Mónica Mayer, “fue su espíritu peleonero y sus ideas sobre el sistema artístico. En los años

setenta organizó una colectiva que itineró por varias delegaciones y logró que pagaran a los artistas. Esa fue una gran lección. Compartimos muchas batallas gremiales”. En su taller en Tepito, su vida jarocha, su paso por la colonia Portales, su exilio inglés, su momento brasileño… se preocupó siempre por crear redes. Artista, editor, maestro, experimentador, alborotador, su generosidad contribuyó al despertar de los ánimos mexicanos para participar del arte contemporáneo en una cultura global en la que, sin duda, Felipe Ehrenberg saboreó sus indicios. L

dirección josé luis martínez s. edición roberto pliego, iván ríos gascón arte y diseño salvador vázquez


MILENIO

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ANTESALA

ESPECIAL

In memoriam

JAVIER VALDEZ CÁRDENAS El pasado lunes 15, el periodista y director del semanario Ríodoce, quién nació el 14 de abril de 1967, fue asesinado en Culiacán. Con estos apuntes, honramos su memoria

Yves Cortez

Hijas más viejas que su madre BICHOS Y PARIENTES

M NOSOTROS GANAMOS

ANTONIO RAMOS REVILLAS “Joven editor busca libro”. Así fue como conocí a Javier Valdéz Cárdenas, hace siete años, cuando llegó con su manuscrito desde Culiacán para dejármelo en las oficinas de Jus. Y claro que publicamos su Malayerba, y claro que nos hicimos amigos, era imposible no sentir empatía cabrona por él. Una tarde me escribió para decirme que estaba bien: fue el día que atacaron con granadas al Ríodoce. Ayer, la nota del periódico me avisó que nada estaba bien. Nos mataron, no solo al periodista valiente, sino al hombre más generoso de Sinaloa. Se quedaron los narcos con su venganza. Nosotros nos quedaremos siempre con el amor de Javier. Nosotros ganamos.

UN TRUENO EN MITAD DEL FORO JUAN JOSÉ RODRÍGUEZ

Javier Valdez insistía en la Utopía mesiánica de incidir con dedo de fuego en una realidad candente que, en las ciudades tomadas del norte, parece más una guerra fría contenida con repentinos combates cuando se fractura el equilibrio del poder. Nos gritaba que éramos un país de tuertos donde nos gobernaba la ceguera. Nos demostraba que una sociedad callada no es solo cómplice, sino partícipe y parte del complot. No hay nada más insano que vivir perfectamente adaptado a una sociedad enferma y él se negó a hacerlo. Pudo haber bajado su perfil y militancia a un ideal, pero optó por no bajar esa bandera, ese faro, esa brasa que le quemaba las manos al escribir su testimonio. Javier asumió una militancia sostenida, de un fervor jesuítico y directo a la hora de compartir las verdades que tremolaban, a gritos callados, las calles y veredas de Sinaloa. En donde se ha asentado la conspiración de silencios en torno a un tema, en donde la gente baja la voz al mencionarlo dentro de las casas mismas, él alzaba su trueno en mitad del foro. Ahora ha caído en cumplimiento de su deber y la página en blanco debe ser llenada: que la limpidez y la vergüenza no sean ira contra sí mismas, sino una nueva reflexión y una sociedad que al fin actúe con inteligencia. L

JULIO HUBARD

e he burlado de lo que dice Quevedo en la España defendida: que el español es anterior al latín. Sus argumentos son una extraña basura. Basura, porque están equivocados; extraña, porque un sujeto tan inteligente, erudito, superdotado para las letras y la esgrima conceptual no puede dejarse caer en esos rastreros chovinismos. Locura o mala fe. Quizá peor: lambisconería. Pero, ¿y si tuviera razón? Resulta que Yves Cortez, que murió en 2009, escribió un libro: Le française ne vient pas du latin, del que me enteré por otro: No venimos del latín, de Carme Jiménez Huertas. Dos libros, un alegato: que las lenguas románicas no descienden del latín. Existían desde antes de la invasión hegemónica de Roma y el establecimiento de las autoridades eclesiásticas, que impusieron al latín urbi et orbi. En lo que llegan mis libros, me ocupo de leer y revisar los blogues (vaya plural romanizado) de ambos autores (yvescortez.canalblog.com y carmejhuertas.blogspot. mx) y el video que me trujo por estos lares (“No venimos del latín”, en YouTube). Dimos por supuesto que las lenguas romances son hijas del latín. Sin dudas y aceptando explicaciones raras: ¿por qué una lengua declinada, como el latín, parió lenguas con artículos, como todas las romances; o por qué las lenguas que supuestamente derivan del latín no conservan la sintaxis o la gramática de la “lengua madre”?, se pregunta Cortez. ¿Cómo es que los adverbios, conjunciones y pronombres son muy semejantes entre las lenguas vulgares, pero inconsistentes con el latín? O peor: ¿por qué el campo semántico coincide en casi todas las lenguas, pero difiere del latín en casos muy importantes? Cortez muestra la consistencia de vocabulario entre el latín y las lenguas romances, cuando se trata de palabras literarias, técnicas y cultas. Pero en otros campos semánticos no hay parentesco. Por ejemplo, es “guerra”, en italiano, español, portugués, catalán; “guerre”, en francés (y war en inglés, que no es romance). ¿En latín? Bellum. O “tratado” (español y portugués), “tractat” en catalán, “tratat” en rumano, “trattato” en italiano; y hasta “treaty” en inglés, pero foedus en latín… Y la expansión del imperio romano fue de guerras y tratados. Algo no está bien en el cuento que nos contamos. Estos son casos específicos, que abundan, pero ni Cortez, ni Jiménez Huertas se quedan en curiosidades léxicas. Les importa la estructura profunda. Hay un entusiasmo absurdo cuando se atisba una transformación de ese calado. Pero ¿va a resultar que Quevedo tenía razón? L

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LABERINTO

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ENTREVISTA

PHotoEspaña 2017

LAURA CORTÉS

Entre lo sublime L y lo heterodoxo

Entre el 31 de mayo y el 27 de agosto, el Festival Internacional de Fotografía y Artes Visuales celebrará su vigésimo aniversario con la obra de seis grandes fotógrafos, entre los cuales se encuentra Teresa Margolles (Culiacán, 1963). Laberinto charló con Alberto García-Alix, quien tuvo carta blanca para crear el eje de la programación ANDERS PETERSEN

as imágenes del fotógrafo Alberto García-Alix (España, 1956) tienen como sello una constante búsqueda personal. Sus retratos muestran invariablemente lo mismo: el latido de su vida. Con más de 40 años de trayectoria, el artista leonés se ha convertido en una leyenda en Europa, no solo por el encarnizado carácter autobiográfico de su obra; sus andanzas al lado de motociclistas, toxicómanos, actores porno y otros seres marginales le han otorgado un extraño halo de heroicidad. Reconocido con el Premio Nacional de Fotografía en España y condecorado como Caballero de las Artes y las Letras, en Francia, entre otras distinciones, el creador mantiene inalterable su talante de juventud: sigue siendo amante de las motocicletas, las mujeres y la fotografía analógica en blanco y negro. Ahora arremete con una singular misión: “crear el corazón” del Festival Internacional de Fotografía y Artes Visuales PHotoEspaña 2017, que del 31 de mayo al 27 de agosto celebrará su vigésimo aniversario. La labor de García-Alix, asegura María García Yelo, directora de uno de los encuentros más relevantes en la escena fotográfica mundial, va más allá de la de un curador oficial: se le ha concedido “carta blanca” para determinar el eje de la programación. Con un sentido pasional e instintivo, el artista realizó su tarea. La exaltación del ser. Una mirada heterodoxa es el título en el que engloba las exposiciones de seis de sus fotógrafos predilectos. “Uno se reconoce en lo que ama y yo amo estos trabajos. Me siento identificado con esa pulsión que muestran en su obra”, expresa el comisario de esta edición en la cual, sin mostrar una sola de sus fotografías, proyectará lo más íntimo de sus impulsos creativos. El repertorio lo conforman autores que tienen en común la crudeza de una obra “sublime y heterodoxa”. El grupo está integrado por la mexicana Teresa Margolles, el sueco Anders Petersen, los franceses Antoine d’Agata y Pierre Molinier; el portugués Paulo Nozolino y el suizo Karlheinz Weinberger. García-Alix reitera en un texto escrito a propósito de La exaltación del ser que la obra de estos artistas “gira en torno a lo sublime, en su acepción más clásica de la exaltación corpórea cuando se juntan el dolor y el placer, y lo heterodoxo”. “Lo sublime no tiene ángel, tiene duende”, asevera parafraseando a García Lorca. “Desligado de la razón, anida en las tripas y el alma se alimenta. De ahí que regurgite como sensación o exaltación corpórea donde el placer y el dolor se dan la mano. Es una vieja idea romántica aún vigente”, refiere ahondando en su definición: encuentro y punto de partida, la emoción y su umbral. Por otra parte, no reconoce lo heterodoxo como “herejía o disconformidad, sino como obra que habita fuera de normas porque se nutre de lo más íntimo y pasional del autor. La creación de lo único”. En ese horizonte, “tenso como una goma que se estira”, las fotografías de los ungidos por García-Alix exhiben, más allá de la fuerte carga de sexualidad de la mayoría, la carne, la soledad, el deseo, la muerte, la decadencia y la desesperanza. TERESA MARGOLLES El crimen como ventana

Cafe Lehmitz

La fotógrafa con formación forense ha documentado compulsivamente la crisis económica, los desplazamientos, el narcotráfico, los feminicidios y la ola de violencia que han hecho de Ciudad Juárez un lugar de terror. El eje de su investigación artística ha sido la vida o, mejor dicho, la muerte en este sitio fronterizo. Pista de baile es la exposición que Margolles, la única mujer incluida en la selección de García-Alix, mostrará en PHotoEspaña. En esta serie de retratos hace posar a artistas transgénero que se presentaban en las pistas de baile de antiguas discotecas, ahora destruidas, frecuentadas por travestis en esta zona de paso. Sublime, inquietante y solemne, así considera García-Alix el trabajo de la artista visual que ha explorado la irrevocable y violenta presencia de la muerte. “El crimen como ventana. Su obra pone siempre su aliento en la violencia, grita al silencio y al trauma de la desaparición y su arbitrariedad. Cuestiona también nuestra comprensión y hasta nuestra sensibilidad farisea. Nos pone en entredicho por no ver ni tomar conciencia ni posición ante la injusticia social o de género y la agresividad que le pertenece”, escribe explicando su fascinación por esta autora.


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DE PORTADA

TERESA MARGOLLES

sin moralidad”. PHotoEspaña mostrará 30 obras de este autor muchas veces ninguneado y ajeno a cualquier tribu, en las que se ostenta la androginia, el voyeurismo, el fetichismo, los juegos sadomasoquistas y las simulaciones de quien sin ningún reparo, cuando le preguntaron si era homosexual, se asumió más como “lesbiano”. Lapidario, reveló: “Mi anatomía se ha convertido en ese lugar donde habitan mis horrores más secretos”, En palabras de García-Alix, este gran fabulador es “un individualista con lo femenino como obsesión y pertenencia. Su mirada heterodoxa y radical busca en la figuración del deseo su territorio más íntimo de creación. No se pone prohibiciones ni censura. Sexo andrógino. Sin vellosidad. Hermafroditismo simbólico”. PAULO NOZOLINO Decadencia eterna

Andrea sobre la discoteca La Madelon, 2016 ANTOINE D’AGATA

No hay un ápice de esperanza en las imágenes del fotógrafo portugués, solo se advierte “un mundo que se destruye continuamente”. Dueño de una pulsión oscura que se transforma en herida al reflejar gráficamente sus preocupaciones sociales, en particular por la degradación del medio ambiente, exhibirá su obra titulada Loaded Shine, una serie de paisajes angustiosos y desolados. García-Alix tiene muy claro por qué lo incluyó en su selección: “hay en sus imágenes un todo destruido que nos habla, que nos interroga. Como a fuego lento. Miramos penumbra. La descomposición de un paisaje oprimido. El pasado lo habita. Soledad de vacío. Angustia, tragedia y dolor. Con flash y a mediodía. Una vaporosa y visible idea de muerte nos embarga. El corazón en la mano. Vivimos en decadencia eterna”. KARLHEINZ WEINBERGER Liberación

México, 2014

ANDERS PETERSEN La magia de los invisibles

ANTOINE D’AGATA Estigma y dogma

García-Alix asegura que sufrió una convulsión al ver por primera vez las imágenes del artista sueco. “Es una obra generosa de humanidad compartida”, relata. Un trabajo inolvidable y tan poderoso, dice, que conmueve hasta las lágrimas. Sobre él ha escrito: “Mirada y latido de antropólogo, de naturalista. No juzga. Ni pone a su mirada pretenciosidad, ni artificio. La noche y su viaje. Como el de Céline, con la diferencia de que en los ojos de Anders no cabe ese pesimismo. Es más clemente. No es un cínico. Los quiere, es cómplice. Brinda y baila con ellos. Nos arrastra a seguirlos. Terminamos por conocerlos. Su fotografía les alienta a ser. Él ama a los que nunca se muestran. Los invisibles”. Conformada por 300 fotografías que captura a los personajes habituales de un establecimiento en Hamburgo, la serie Café Lehmitz, su ópera prima, podrá apreciarse por primera vez completa en PHotoEspaña.

Venerado como un fotógrafo maldito, se jacta de no haber retratado a nadie a quien no amara. Prostitutas y heroinómanos, “su familia”, han sido sus modelos constantes. Para García-Alix, se trata de uno de los autores contemporáneos más poderosos, capaz de aprisionar en sus fotografías el cuerpo de tal forma que aniquila cualquier atisbo de intimidad. “La exaltación toma la carne como catapulta de los sentidos. El amor y su violencia. Los cuerpos como estigma y dogma. No hay regreso ni salida. Ni bellos sueños. Ni otro camino que la inercia de la caída. Obra sublime. Eleva lo existencial de la angustia. De ahí que vomite vacío, lo exhausto de la existencia”, dice sobre este mítico creador, que expondrá en el Círculo de Bellas Artes, en Madrid. PIERRE MOLINIER Feroz hedonismo En 1976, se suicidó dándose un tiro en la boca. Años antes había preparado su epitafio: “Fui un hombre

Admirador de Elvis Presley y James Dean, empleado de un almacén en Zúrich y fotógrafo autodidacta, a finales de la década de 1950, emprendió un ambicioso proyecto: documentar a través de su cámara la vida de un grupo de jóvenes rebeldes, rockeros, motoristas. Firmadas con el nombre de “Jim”, sus primeras imágenes se publicaron en una revista de temática homosexual. La fotografía le abrió las puertas a un mundo ornamentado con elementos como hebillas cinceladas, chaquetas de cuero y braguetas cosidas por tuercas. García-Alix lo considera, por encima de todo, un heterodoxo. La obra seleccionada es íntima y sexual. Así se advierte en un ceremonioso encuentro fotográfico documentado en algunas de las imágenes que se exhibirán en PHotoEspaña. “No es un hombre osado, es más bien un solitario que fotografía de viernes a domingo por fascinación obsesiva un imaginario único de identidades y actitudes. Esta parte tan voyeur de su obra tomará con el tiempo espíritu ritual”, sentencia el curador español, quien añade que este trabajo de Weinberger es hasta ahora desconocido. Sin ortodoxias María García Yelo, directora del encuentro fotográfico, se muestra complacida. La selección con la que PHotoEspaña celebrará dos décadas de existencia perturbará a más de un espectador. Su carácter provocativo demuestra, como lo ha afirmado en diversas ocasiones Alberto García-Alix, que la fotografía es poesía visual que exige “posicionarse frente a lo que se mira y también mirarse”. Los seis autores que componen La exaltación del ser “engendran una obra fuera de ortodoxias donde la emoción lo es todo. De su capacidad de transmisión y empatía toma su gran fuerza. Como un chispazo. Una corriente intensa de excitación”, resume quien además de declararse un eterno insatisfecho es un creador sublime y heterodoxo. L


LABERINTO

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David Bacon

“Los fotógrafos tomamos partido”

El libro En los campos del norte documenta la ruda cotidianidad de los migrantes en Estados Unidos a través de un discurso textual y visual. La siguiente conversación gira en torno de la foto como objeto estético y como signo de militancia y herramienta para conseguir la justicia social ENTREVISTA MELINA BALCÁZAR MORENO/ PARÍS

E

n su más reciente libro, En los campos del norte (In the Fields of the North / En los campos del norte, University of California Press/ Colegio de la Frontera Norte, California/ México, 2017), el fotógrafo estadunidense David Bacon (Nueva York, 1948) da cuenta de la compleja realidad social de los trabajadores migrantes en Estados Unidos. Su atención no se concentra únicamente en las dificultades que enfrentan o en la precariedad de sus condiciones de vida, sino que pone énfasis también en sus acciones de resistencia, en su lucha por una vida digna. Durante más de tres décadas, ha seguido paso a paso —tanto gráficamente como a través de testimonios— la vida de quienes han logrado llegar al norte, motivado “por la fuerte convicción del poder de la imagen y de las palabras para impulsar transformaciones”.1 La obra de David Bacon se distingue por su persistencia

y determinación por estar presente en los momentos definitorios en la vida de los trabajadores. Al igual que en sus libros anteriores, como El derecho a quedarse en casa (2015), este libro combina fotografías con entrevistas e historias personales. ¿Por qué esta necesidad de reunir la imagen y el testimonio?

Es una cuestión un tanto polémica. Por lo menos en Estados Unidos, es muy común encontrar en las escuelas de periodismo la ideología de que una imagen tiene que ser completamente autónoma, constituirse en un icono. Todo tiene que ser autorreferencial como si no hubiera necesidad de palabras y la imagen debiera sostenerse por sí misma. Eso forma parte de la despolitización de la fotografía, que consiste en separar del contexto en el que se encuentra tanto el sujeto como el fotógrafo, cuyas intenciones tratan de borrarse de esta forma. Como lo hemos visto en la historia de la fotografía, la misma imagen puede significar diferentes cosas según el contexto. Por ello, creo que es importante establecer el contexto político y, en mi práctica como fotógrafo de la izquierda, mi trabajo conlleva intenciones sociales, por lo que es

Arvin, California. Dos trabajadores agrícolas arrancan mala hierba en un campo de papas orgánicas. A media tarde, la temperatura es mayor a 37 grados. Los trabajadores usan capas de ropa como aislante contra el calor.

importante establecer el contexto de las imágenes. Esto lo hago mediante varios medios. Uno de ellos es dar importancia a las palabras que contiene la fotografía. Por ejemplo, en la última foto del libro, se ve a unos niños que están haciendo su propia manifestación, y las palabras que aparecen ahí, “Justicia para todos”, son entonces muy importantes, porque son algo que ellos mismos producen, es su propia manera de entender la huelga en la que sus padres están involucrados.Palabras e imágenes trabajan juntas para crear un documento de la vida de esos trabajadores. Juntas adquieren un poder que ninguna de ellas posee por sí misma. Dos frases de fotógrafos me guían en mi trabajo. La primera es de Alexander Rodchenko: “Debemos tomar fotografías desde todos los ángulos, excepto desde el centro”. En la década de 1920, él y sus compañeros fotógrafos en Moscú fueron pioneros en utilizar ángulos extremos, la composición en diagonal y los primeros planos como un medio para sacudir la perspectiva del espectador y liberarlo de la complacencia. Hoy damos por sentadas estas técnicas, pero poco sabemos sobre su origen y propósito original. La otra frase es de Nacho López: “la fotografía no fue pensada como arte para adornar las paredes, sino para hacer evidente la crueldad ancestral del hombre contra el hombre”.

¿Vería su trabajo como algo artístico o se concentra más bien en su carácter documental? Pienso en las fotos que dedica a los niños, en particular una en la que se observa a una niña en bicicleta, rodeada de una nube de polvo.

No hay una respuesta sencilla a esta pregunta. Como fotógrafo, tengo un respeto por esa tradición, por ese modo de comunicación, que es también una forma de arte, pues los fotógrafos son artistas, crean imágenes, lo cual implica responsabilidad. Creo que no hay una contradicción entre propósitos


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DE PORTADA

FOTOS: DAVID BACON

sociales, políticos, y propósitos estéticos. De hecho, la tensión, la relación entre ellos es lo que resulta más emocionante. Actualmente, lo que fue un vínculo evidente se percibe a menudo como un peligroso conflicto de intereses. El canon dicta que los fotógrafos deben ser objetivos y neutrales y deben mantenerse alejados de la realidad que documentan. Sin embargo, creo que nuestro trabajo adquiere poder visual y emocional de su cercanía con los movimientos sociales que documentamos. No somos objetivos, sino que tomamos partido: documentar la realidad social es parte del movimiento por el cambio social. Como fotógrafo, entiendo el contexto que estoy capturando. Por ejemplo, en la foto de la niña hay algo de ambos aspectos. Estuve en el campamento agrícola Chicanitas en Thermal, California, porque me interesa ese sitio que concentra muchos trabajadores de los campos. Hay alrededor de 400 remolques. La mayoría vienen de Michoacán, son purépechas. Como conozco bien la zona, el desierto en que se encuentra —ya había estado ahí antes en otras ocasiones por mi actividad como sindicalista—, sé que el lugar puede ser bello pero al mismo tiempo muy problemático para la gente que vive ahí, en especial para los niños que sufren graves problemas respiratorios debido al polvo que aparece en la imagen. Sin embargo, la niña que vemos trata de disfrutar de la vida como lo hace cualquier otro niño y se divierte con su bicicleta. Esta foto combina aspectos positivos y negativos pues su vida es así. No quiero presentar a la gente como víctima, en primer lugar porque no se ve de esa forma. Trato de mostrar la complejidad de su situación, por lo que es necesario recurrir a una leyenda que contextualice y permita profundizar el entendimiento de la foto.

Thermal, California. Campo agrícola Chicanitas. Una niña montada en su bicicleta. El polvo que abunda en el sitio provoca asma en muchos de los niños.

Me parece que en el libro se esbozan dos líneas de reflexión que pueden ilustrar los títulos de los capítulos “Ganando la vida sin vivirla” y “Las cosas pueden cambiar”. ¿Cómo se manifiesta su compromiso como fotógrafo? ¿Lo conduce a tomar decisiones técnicas específicas?

Cuando tomo fotos, conservo en mente a Rodchenko y su manera de rechazar la identificación y forzar al espectador a pensar, como lo creía también Brecht. Utilizo los ángulos oblicuos por razones políticas, pero también por el dinamismo que aportan. Cuando se utilizan con una persona en el campo, en los surcos, se muestra su condición de trabajador; es una manera de hacer ver que el trabajador es más importante que el producto. De ahí que tome las fotos de muy cerca y que utilice un lente de ángulo amplio que me permite agrandar a la persona y además incluir el lugar donde se encuentra. Como se trata de un trabajo manual, es importante mostrar las manos, lo que la persona hace con ellas, lo que les ocurre al trabajar. Trato de incluir la información ligada a sus condiciones de trabajo, cómo están vestidos para protegerse, la dificultad, por ejemplo, de trabajar ocho horas continuas agachado. No es fácil tomar esas fotos, porque uno tiene que lograr acceder al campo, conseguir el permiso del capataz —si no lo hago me echan fuera—, pero también de la misma gente. Tengo que mostrarles que, con mi cámara, no soy alguien peligroso. No olvido que mi propósito es social y que soy solo uno de los innumerables fotógrafos que han tenido este objetivo. Por mi experiencia como organizador sindical, me interesa promover los movimientos sociales de la gente marginada. En otro momento de mi vida lo hice apoyando a la gente a formar sus sindicatos, ahora lo hago utilizando otras herramientas, pero el propósito sigue siendo el mismo: la justicia social. ¿A quién se dirige En los campos del norte?

El libro está en inglés y en español, ya que se dirige a la gente en ambos lados de la frontera. Es el resultado de una coedición, es nuestra respuesta a Donald Trump, nuestra manera de decirle que si él construye muros, nosotros vamos a saltarlos por medio de los libros y de la cooperación. El hecho de que sea bilingüe también se debe a que la gente en el libro lo es. Aunque la mayoría habla español y se encuentra confrontada con el inglés, practica cotidianamente otras lenguas, como el mixteco (de hecho me gustaría poder ofrecer sus testimonios en sus lenguas, es un proyecto que tenemos y esperamos poder realizar en el futuro). Hemos intentado mostrar nuestro respeto por la cultura de la gente que aparece en el libro, representando los diferentes aspectos de sus vidas. El libro se dirige, desde luego, al público en general, para mostrar una realidad que no es muy visible para la mayoría de la gente, ni en Estados Unidos ni en México. Las fotos aunadas a los testimonios permiten entender mejor la situación de estos

Thermal, California. Las manos de Armando, al cortar un racimo de uvas, retirando las secas o verdes.

trabajadores que dan de comer a todo un país. Es fundamental hacer que el consumidor entienda lo que está detrás de las frutas y verduras que lleva a su mesa. Al mismo tiempo, el libro se dirige a la misma gente que participó en él, que es, de hecho, el producto de una cooperación con ellos, pues la fotografía es un proyecto cooperativo. Es una manera de devolver a la comunidad las imágenes y palabras que nos ha brindado para que a su vez pueda emplearlas en sus luchas y continúe avanzando. Podría decir que está dirigido también a los estudiantes. Creo que puede contribuir a convencer a los jóvenes para que tomen parte en la lucha social, ya sea como organizadores, fotógrafos o escritores. He constatado que cuando ven que lo que viven se toma en serio, ellos mismos tienen ganas de hacer algo con sus vidas. Finalmente, podría decir que se dirige a los fotógrafos. De cierta manera es un libro polémico, porque la verdad es que la fotografía ligada a los movimientos sociales no es muy popular en Estados Unidos. Los grandes museos como el Whitney, el MoMA de New York o de San Francisco no se interesan por este tipo de foto; están todavía muy embelesados con el posmodernismo y no quieren nada que tenga que ver con lo social. Trato de aportar mi voz a ese debate y recalcar que la foto tiene un efecto real, y que no es justo hacer de lado la fotografía social documentalista y marginada al afirmar

mediante políticas culturales que lo único que vale la pena ver es todo aquello que no está ligado a los movimientos sociales. No hay que olvidar que las tradiciones de fotografía social en Estados Unidos y México han estado muy ligadas. Aunque sean claramente diferentes, siempre ha existido un intercambio de experiencias, desde los años 1920, en el que busco inscribirme. Hay que fomentar, explorar y popularizar todo lo que compartimos porque eso nos hace más fuertes. ¿Cree que su trabajo se verá afectado con la presidencia Trump?

He sido también activista en el movimiento pro– inmigrante desde hace casi 40 años. Nos estamos preparando ahora para una nueva ola de represión debido a las medidas de Trump, que traerán consigo más redadas, arrestos, deportaciones. No es que no hayamos confrontado este problema durante la administración Obama, que multiplicó los centros de detención. Hubo 12 millones y medio de deportaciones en los últimos ocho años, pero ahora es claro que el problema se agudizará. Estamos organizando a la comunidad, intentando proteger a los trabajadores indocumentados para respaldarlos y defenderlos y veo que lo mismo ocurre en todo el país, lo que me da esperanza y ánimo. L Ana Luisa Anza (Claroscuro), en su prefacio al libro, “Nos permite estar presentes de primera mano”. 1


PENSAMIENTO

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LABERINTO

JOSÉ HUESCA

El orbe ibérico de Hugh Thomas El 6 de mayo, murió el historiador británico dejando una obra volcada hacia la Guerra Civil española y el imperio de Felipe II MEMORIA SILVIA HERRERA

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e acuerdo con la información que da su discípulo Paul Preston, aunque Hugh Thomas (Windsor, 1931–Londres, 2017) estudió Historia, se entregó a ella azarosamente. Buscando estabilidad económica, se dedicó primero a trabajar para el gobierno inglés y a la política, y luego intentó ser novelista. Un episodio de una de sus novelas provocó que un editor lo animara a escribir sobre la Guerra Civil española. Sin conocimientos del idioma, Thomas asumió el reto; el libro terminó siendo un éxito que provocó reacciones negativas en su contra por parte de Francisco Franco, lo cual ayudó a cimentar su temprana fama. Desde este primer trabajo de 1961, el ámbito español se perfiló como su tema. Un segundo proyecto que le aseguró la celebridad, porque volvió a enfrentarlo con las autoridades correspondientes, fue su historia de la Revolución cubana. Escrito al margen de los jefes revolucionarios y apoyándose en documentos que le proporcionó gente non grata al régimen fuera de la isla, Thomas realizó otro gran libro que ha hecho que lo califiquen como “un historiador tóxico para el castrismo”. Nuevamente, estas reacciones en contra de su labor fueron los mejores elogios que pudo recibir. De Cuba. La lucha por la libertad (1971) se deriva un tanto La trata de esclavos (1997), como lo cuenta en la introducción. En este trabajo encontramos unos renglones que no dejan de ser una especie de principios que guiaron su actividad como historiador: “En el presente libro he tratado de explicar lo que sucedió. Al buscar la verdad, no he creído necesario hablar en cada página de ultrajes. Pero, de todos modos, la pregunta es ineludible: ¿cómo pudo tolerarse

durante tanto tiempo este negocio? En mis capítulos sobre la abolición hablo de esto, pero al cabo de varios años dedicados a escribir este libro no puedo pensar que los tratantes de esclavos y los capitanes de sus buques fueran ‘peores’ que los propietarios de esclavos, que a fin de cuentas formaban el mercado”. Para él, podemos derivar, el historiador no debe emitir juicios de valor; su compromiso es con los hechos. Retomando el tema español, la summa del trabajo de Thomas sería la trilogía sobre su periodo imperial: El imperio español: de Colón a Magallanes (2003), El imperio español de Carlos V (2010) y Felipe II: El Señor del Mundo (2013). La conquista de México (1993) es un libro que dialoga con estos tres tomos y, en menor medida, con La trata de esclavos. La asociación con lo que realizó William H. Prescott un siglo antes con el mismo tema era inevitable. Enrique Krauze efectuó un análisis comparativo de estas obras fundamentales. Para el autor de La presidencia imperial, la actitud romántica de asomarse a “tierras exóticas” es lo primero que une al estadunidense y al inglés. En cuanto a las diferencias, Krauze anota que Prescott, como “hijo de su tiempo”, no escapó a la visión positivista que lo hizo considerar “bárbaros” a los aztecas (y en general a las culturas prehispánicas) y a los conquistadores españoles como “una civilización superior”. Las fuentes marcan una diferencia fundamental: mientras que Prescott trabajó con limitaciones, Thomas las tuvo en abundancia. Si bien el acceso a una mayor cantidad de documentos es importante para precisar datos, me parece que poco influyen en el punto de vista de la época, sobre todo del lado del historiador estadunidense. A propósito de las 6 mil páginas que integran el “juicio de residencia” contra Cortés, Krauze observa: “Precott desechó por farragosos algunos de esos materiales. Thomas extrae de ellos, como una mina abando-

nada a la que se aplican métodos modernos, un metal histórico de altísimo valor”. En cuanto a la arquitectura de las obras, si bien pueden verse semejanzas en principio, para Krauze la otra gran diferencia, otro aspecto marcado por los tiempos que vivieron cada uno, se halla en la escritura: “No es solo el tono (épico, poético, a menudo digresivo en Prescott; claro, directo, contenido en Thomas). Es la textura narrativa que los distingue y que proviene de la diferencia abismal de información en favor de Thomas. Lo que, sin apartarse necesariamente de la verdad, Prescott recrea o evoca con los colores de su emotividad o su imaginación literaria, Thomas lo puebla de densidad informativa: un alud, a veces vertiginoso, otras pausado, de hechos, personas, dichos”. La coincidencia más importante entre ambos es que ven a Cortés con simpatía; Prescott con un aura más medieval, Thomas más renacentista. Los dos historiadores emprendieron una labor que le tocaba a los mexicanos (aunque hay que decir que la biografía que José Luis Martínez hizo del conquistador casi lo logra): reivindicar a Cortés como fundador de nuestra mexicanidad. Con desazón, concluye Krauze: “Mister Prescott no disipó el ‘mito negro’ [de Cortés]. Tampoco Lord Thomas lo disipará. Los libros no suelen ser tan poderosos”. Centrándonos finalmente en su trilogía sobre el imperio español, la fama de La Guerra Civil española la ha opacado y supongo que también las poco más de 2 mil páginas que han intimidado a los lectores. Pero como ha observado uno de sus críticos, Thomas “narra con ameno rigor”. Su interés por España nació de haberla recorrido en algunas vacaciones de mediados de la década de 1950; acaso también algo tenga que ver la continuidad histórica que existe entre el imperio español y el inglés. Refiriéndose al primer tomo, El imperio español: de Colón a Magallanes, Thomas de hecho traza todo el plan del proyecto, al resumir que su construcción se debió a una combinación de “curiosidad, patriotismo, suerte, fe y fiebre del oro”. La curiosidad define a Colón y a Magallanes; la fiebre del oro y el patriotismo los encontramos en los conquistadores Hernán Cortés y Francisco Pizarro, y en Carlos V y Felipe II; la suerte y la fe los acompañan a todos. En un principio, la Corona en realidad no tenía interés en la empresa de Colón pues, como acota Thomas, para el rey Fernando lo referente al Nuevo Mundo eran “cosas de Isabel”. Por ello, no es de extrañar el papel preponderante que juega la reina en este tomo inicial. Por su carácter, Thomas la equiparaba con su adorada Margaret Thatcher. Paulatinamente, y solo cuando van llegando la plata y el oro, los monarcas españoles se involucran en los asuntos americanos; esto es lo que desarrolla Thomas en El imperio español de Carlos V. Si el emperador atiende lo que sucede en esos lares, se debe a que los metales preciosos que le envían le van a servir para sus campañas europeas. La presencia de Plutarco es perceptible en el desarrollo de los capítulos dedicados a Cortés y Pizarro, quienes pasarían casi por las mismas vicisitudes en sus afanes de ser nombrados gobernadores en Nueva España y Perú. Por último, calificada desde el momento de su aparición como una “[biografía] clásica bajo cualquier punto de vista” (Manuel Lucena Giraldo, ABC Cultural), Felipe II: El Señor del Mundo culmina la trilogía reivindicando al heredero de Carlos V. Lucena Giraldo defiende su opinión desde la perspectiva de la globalización, es decir, con argumentos modernos. Puede ser considerado el más novelesco de los tomos por aproximarse a su protagonista desde sus conflictos internos. Sus planes de conquistar China es otro de los asuntos relevantes. El Mediterráneo y el mundo mediterráneo en la época de Felipe II, de Fernand Braudel, y el libro de Thomas quedan como las obras definitivas sobre este monarca. L


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VERNON SUBUTEX 2 VIRGINIE DESPENTES Literatura Random House México, 2017 327 pp. En la segunda entrega de las penurias de Vernon Subutex, el ángel caído de la gran época del rock, un buscavidas que se quedó sin techo cuando murió el amigo que lo hospedaba en su apartamento, Virginie Despentes se mueve a sus anchas al recrear los bajos fondos del nordeste de París, donde su antihéroe conoce a la fauna más extraña y se integra al selecto gremio de clochards del parque Buttes–Chaumont. Crítica feroz de la depauperación vertiginosa de las clases sociales de Occidente, esta novela es como un ajuste de cuentas con los fracasos de la Unión Europea.

PALABRAS EN MIS MANOS GUINEVERE GLASFURD Siruela España, 2017 356 pp. Durante varios siglos, se creyó que el filósofo racionalista René Descartes había sido un consumado solitario. Su relación con la doncella Helena Jans echa por tierra esta creencia. Sabemos, aunque no existen documentos que prueben este aserto, que durante al menos una década mantuvieron una relación epistolar y que fueron padres de una niña (Francine) a pesar de que nunca contrajeron matrimonio. Esta novela se instala en la mera especulación para narrar su romance nunca hecho público.

LA PIEL CURZIO MALAPARTE Galaxia Gutenberg España, 2017 393 pp. Pocas novelas como La piel han podido calibrar la miseria moral de Italia después del triunfo de las fuerzas aliadas sobre los ejércitos fascistas. Repudiada, prohibida por la Iglesia católica y publicada en Francia en 1949, narra las peripecias de un alter ego del mismo Malaparte por una Nápoles en ruinas y ocupada por las tropas estadunidenses, ante las cuales los habitantes se inclinan con falsa adoración. Si el lenguaje exhibe una brutal ironía, las escenas consignan el gusto mórbido por la abyección.

PERRO. VIDA DE RAINER MARIA RILKE ALBERT ROIG Galaxia Gutenberg España, 2017 389 pp. A los quince años, Rilke está interno en una escuela militar de Moravia —la misma en la que Robert Musil pasó los peores años de su vida— y le escribe a su madre diciendo que ya no cree en Dios. Un año después estudia comercio en Linz y le afirma a su madre que se volvió escritor. Empieza su única novela y es consejero de una amiga, también escritora, a la que le sugiere que borre a todo el mundo de sus recuerdos, que en su memoria solo conserve el mar, los árboles, las flores, los paisajes y, sobre todo, el cachorro de su infancia. Así comienza el libro de Albert Roig.

DE ARMAS TOMAR ÁNGEL GILBERTO ADAME Aguilar México, 2017 216 pp. Palma Guillén, Clementina Batalla, María Arias Bernal, Hermila Galindo, Tina Modotti, Adelaida Argüelles, Matilde Montoya, Juana B. Gutiérrez, María del Pilar Moreno Díaz, Mimí Derba, Eulalia Guzmán y Concepción Mendizábal son las activistas, luchadoras sociales, transgresoras, feministas, que el autor recupera a través de espléndidas semblanzas, documentadas con rigor, para trazar una suerte de ruta sociopolítica, laboral, familiar y cultural de la participación femenina en México, a partir de la Revolución.

F U EG O

EN LIBRERÍAS

L E N TO ×

TEMPORADA DE HURACANES

Fernanda Melchor Literatura Random House México, 2017

Habitantes de un cementerio ROBERTO PLIEGO robertopliego61@gmail.com

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i Falsa liebre sorprendió por la solvencia estilística para revitalizar nuestra más cruda tradición realista, Temporada de huracanes seduce por la fuerza con la cual lleva los ritmos y las voces de cierta oralidad al terreno siempre exigente de la escritura. Fernanda Melchor tiene un oído muy bien entrenado, y tiene asimismo un enorme talento para recrear el lenguaje de la lucha por la supervivencia, la misma que protagonizan los más miserables de entre los miserables. Los personajes de Temporada de huracanes son hijos de la indigencia material y moral y practican una sexualidad que convive con el arrepentimiento y la vergüenza. Son, por si con esto no fuera suficiente, adictos al alcohol, la mariguana, la cocaína y las metanfetaminas, o golfas capaces de abandonar a sus hijos para seguir la fiesta con el fulano en turno. Del sentido de pertenencia a una familia, una clase, una región, no saben nada; del desarraigo saben todo. Quizá por eso se afanan tanto por hundirse en la abyección. El disparador de la acción es apenas un pretexto para tejer una fi na trama de desplazamientos espaciales y temporales en una ciudad veracruzana, con sus casuchas malolientes, sus caminos peligrosos y su plaza sin gracia. El asesinato de un travesti, a quien apodan La Bruja por sus conocimientos de herbolaria y de algunos conjuros, no anuncia un thriller policiaco sino una expedición a través de las fantasías y las insatisfacciones carnales de un grupo de jóvenes malvivientes que se prostituyen en los andenes de la carretera y las cantinas donde se reúnen los camioneros y los trabajadores petroleros. Son sus voces quienes llegan hasta nosotros, a veces en tono confesional, otras con mal disimulada rabia, casi siempre procaces, hasta formar un coro infecto y doliente. Fernanda Melchor conduce y modula esas voces sin permitirse un solo momento de flaqueza. Imprime un ritmo del que no podemos sustraernos porque oscila entre el carnaval y el duelo. El imitador de Luis Miguel provocando los espasmos amorosos de La Bruja y blandiendo al mismo tiempo su femenina masculinidad una vez que ha sido acusado de robar 200 pesos —sí, 200 pesos— condensa estos dos extremos que se tocan. No he dicho “narco” ni he dicho “policía”. En Temporada de huracanes apenas y se alude a estas figuras espectrales. Fernanda Melchor dispone de tantas armas narrativas que tampoco ha necesitado escribir “Veracruz” para instalarnos en la ruina en que se ha convertido. Extrañaba tanto a una escritora con tal arrojo y oficio para contar las vidas y los lugares que ahora parecen habitantes de un cementerio. L


CINE

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LABERINTO

ESPECIAL

Raoul Peck

“El racismo forma parte de una agenda más amplia” El documental No soy tu negro evoca al escritor y activista estadunidense James Baldwin HÉCTOR GONZÁLEZ gonzalezjordan@gmail.com

ENTREVISTA

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a crónica del racismo y la lucha por los derechos civiles en Estados Unidos pasa por la prosa de James Baldwin. Convencido de que es una figura clave para hacer frente a la era de Donald Trump, el cineasta de origen haitiano Raoul Peck recupera su pensamiento en el documental No soy tu negro, controvertido filme postulado al Oscar, que ya se proyecta en las salas nacionales. James Baldwin es un escritor necesario para entender la historia del racismo en Estados Unidos; sin embargo, fuera de ese país es casi un desconocido.

Es verdad y me parece triste. No solo es uno de los mejores escritores estadunidenses del siglo XX; su voz es una de las más importantes de la literatura moderna. Su lectura es determinante y obligatoria. Las citas que lee Samuel L. Jackson para la película podrían haber sido escritas ayer. Traerlo a cuento en la era de Donald Trump es urgente y necesario. Donald Trump, más que una causa, es una consecuencia.

Trump es la expresión de lo que la política se ha convertido en Occidente. Es la consecuencia de la deconstrucción de muchas instituciones progresistas; su peligrosidad se debe a la debilidad de estas instituciones.

Hay una frase de James Baldwin que cito con frecuencia porque me invita a ser optimista: “El futuro del negro en Estados Unidos es tan brillante u oscuro como el futuro del país”. La frase es aplicable a cualquier grupo minoritario, latinos, mujeres. Sin embargo, el racismo parece recrudecerse en Estados Unidos.

James Baldwin

No me gusta hablar de racismo, prefiero hablar en términos de desigualdad o diferencias de clase. Si revisamos los sistemas de salud, educación, vivienda o derechos de las minorías, encontraremos las consecuencias de la inequidad. El racismo es una invención, una fabricación para hacer evidentes las diferencias de clase. Ahí es donde está el verdadero enemigo a vencer. El racismo forma parte de una agenda más amplia y sirve para que un grupo de personas ejerza el poder para lo que quiera.

el pacifismo predicado por Luther King, pero la realidad es que al hablar de la lucha de clases tenía un pensamiento tan radical como el de Malcolm X cuando señalaba que el capitalismo era un generador de pobreza, discriminación y represión. De los tres, el menos conocido en el extranjero es Medgar Evers porque, como escribió Baldwin, fue el primero en ser asesinado. Murió cuando la gente aún no estaba tan interesada en este tipo de temas, y su crimen detonó más muertes, peleas, desesperación y dolor.

En la película, a través de las figuras de Medgar Evers, Malcolm X y Martin Luther King, explica la historia del activismo racial. ¿Por qué no llegar hasta la actualidad?

Vivimos una época en que atrás de cada refugiado o migrante se ve a un virtual terrorista, y esto es una estupidez. La realidad es que el cierre de fronteras por algunos gobiernos obedece a que los políticos no saben cómo resolver los problemas que han creado y culpan a los demás de sus deficiencias. Europa y Estados Unidos llevan siglos dándole la espalda y abusando de decenas de países. Quizá sea tiempo de que asuman las consecuencias. L

Creo que el pensamiento de James Baldwin articula el discurso y la vigencia de los tres. Cada uno aportó algo y Baldwin nos enseñó a disipar sus diferencias para quedarnos con sus coincidencias. Hoy es menos peligroso promover

La respuesta internacional que ha tenido su película nos habla de que es un tema sensible a nivel mundial.

HOMBRE DE CELULOIDE

FERNANDO ZAMORA

Del entretenimiento al arte ESPECIAL

C

uando McLuhan diferenciaba medios fríos de calientes no imaginó que en 2017 los cines se llenarían de gente interactuando con teléfonos celulares. Hoy el cine tiene poco de caliente y mucha gente distraída. El asunto importa porque un espectador desatento no disfrutará de Alien Covenant, obra que requiere de buena disposición para advertir tanto el diseño de arte como las referencias a Solaris y Blade Runner. Luego del fracaso de Prometeo, Ridley Scott ha decidido seguir sus instintos. Hace ópera en el sentido de Wagner. Para bien y para mal. Puede que no tenga muchas intuiciones, pero son profundas de modo que, más que seguir el Alien de 1979, elabora los temas de su obra más notable: Blade Runner. Scott vuelve a construir un mundo en torno a los problemas existenciales de los

Alien Covenant. dirección: Ridley Scott. guión: John Logan y Dante Harper basados en personajes de Dan O’Bannon y Ronald Shusett. Con Katherine Waterston, Michael Fassbender, Demián Bichir, Danny McBride. Estados Unidos, 2017.

robots. Después de todo, ellos, en su relación de amor–odio hacia los seres humanos, replican la ambigüedad que tenemos hacia el probable creador de nuestra vida: Dios.

El guión tiene un par de problemas que podemos atribuir a dos cosas: la necesidad de ofrecer espectáculo a un público adicto a las palomitas y, al mismo tiempo, atender la necesi-

@fernandovzamora

dad de hacer arte. Además, Ridley Scott sigue con el mismo problema que lo llevó al fracaso en Prometeo: realiza muchos proyectos a la vez. Un director distraído funciona tan mal como un espectador que revisa su Facebook en la sala del cine. Ahora, si uno se deja engañar por la publicidad y quiere ver Alien Covenant con el mismo espíritu de quien va a ver King Kong, probablemente saldrá decepcionado. Y es que lo dicho: Alien Covenant está más cerca de 2001, de Stanley Kubrick, que de la típica película de monstruos espaciales. La acción la hay, pero llegado el último cuarto de hora el artista parece caer en la cuenta de que su obra no tiene la dosis hollywoodense de peleas, vísceras y la contenida escena sexual. En los últimos quince minutos lo entrega todo y emergen, como es de esperar, toda clase de cortes tramposos que crean un suspenso que sería innecesario si Ridley Scott hubiese solucionado de una vez su propia ambigüedad y se hubiese decidido a dar definitivamente el salto del entretenimiento al arte. L


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ESCENARIOS

ESPECIAL

Kristhyan Benítez: reconciliaciones e infinito Presentamos este retrato de Miniatures, álbum en el que el pianista venezolano ensaya piezas breves VIBRACIONES

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Kristhyan Benítez hay que imaginarlo desde Scriabin. Desde las visiones y el enigma. Desde el éxtasis y la poesía. Miniatures (2017), álbum que grabó en vivo, avanza íntimo y sombrío, delicado y hermético, como si el sonido proviniera de un piano rodeado de velas en una capilla triangular construida bajo tierra. Tres obras de Scriabin —Feuillet d’Album de sus “3 piezas”, el cuarto de sus “5 preludios” y el primero de sus “2 poemas”— son

HUGO ROCA JOGLAR hrjoglar@gmail.com

la introducción concreta, pero Scriabin invade el resto de la música a través de sus ideas: plegaria y rito, sensualidad y delirio. Desde el voluptuoso misticismo de Scriabin, el piano invade, por ejemplo, a Anatoly Lyadov (Preludio de “3 piezas”) y un formal, casi estricto, lenguaje de tierna intención romántica que pronto entra en conflicto con sus fantasías más privadas: ahí donde siempre ha sido una interminable extensión plana de nieve tan blanca comienzan a brotar

DANZA

flores verdes, amarillas y moradas. La contemplación se convierte en nacimientos. Kristhyan Benítez ofreció su primer concierto a los cuatro años en el Teatro Teresa Carreño de Caracas. Su maestra Olga López le había enseñado a ver notas a través de colores, a construir imágenes que surgen de sonidos. Efímeras imágenes de cromatismos inesperados; figuras mentales tejidas entre las líneas del pentagrama. Estamos, por lo tanto, ante un radical pianista imaginativo. A Benítez hay que imaginarlo desde Scriabin, pero también desde Satie. Y Satie, aunque no aporta pieza, cubre Miniatures de nudismo acuático y oníricas osadías. Poco a poco, la dinámica interpretativa se convierte en un complejo juego de adicción surrealista, como un perpetuo sueño que sin haber terminado se convierte en otro sueño. Desde Scriabin y dormido en Satie, Benítez piensa en Manuel M. Ponce. El apasionado Intermezzo mexicano —que en los dedos incorrectos luce complaciente y académico— suena profundo y solitario, difuso y anhelante, de una intimidad que confunde por lejana, como si el amante ya no estuviera ahí y su dolorosa confesión desesperada nos llegara a través de todas las cosas que han quedado huérfanas en la habitación vacía: calcetines, escritorio, libros y almohadas. Durante su paso por el Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela —de donde pasó a Nueva York (Manhattan School of Music) y a París (École Normale de Musique)— Kristhyan Benítez descubrió a Schumann, y quien descubre a Schumann abre un resquicio de su alma hacia la demencia. Si, como Benítez, ese alguien es de naturaleza sanguínea y etérea, la hendidura en su alma es mucho más grande y la presencia de Schumann cubre sus nervios con la fascinación terrible y obsesiva de los vicios. Desde Scriabin y dormido en Satie con un Schumann delirante atormentando los sonidos en cada uno de sus sueños, Benítez visita a Juan Carlos Núñez (1947) y el Retrato solemnísimo —que recuerda a Aldemaro Romero, el compositor más atrevido en la historia de Venezuela— abandona su grave sentido evocativo para imaginar, sin abandonar nunca un melodismo decimonónico, la incertidumbre de un músico sin idioma ideal, rodeado por interminables maneras de articular sonidos, que en su afán por construir lenguajes privados va y viene frenéticamente entre mundos sonoros —de la electroacústica al jazz, de la atonalidad al folclor popular—, ávido de reconciliaciones e infinito. L ARGELIA GUERRERO

makarova81@yahoo.com.mx

ESPECIAL

Diversidades

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a diversidad proporciona riqueza y amplía las posibilidades de comunicación y entendimiento. Nos abre a horizontes no siempre conocidos y nos coloca en planos de comprensión que a veces, por múltiples razones, resultan ajenos. El pasado 12 de mayo inició la temporada anual de danza Por la libre, organizada por el Centro Cultural Los Talleres con la presencia de seis compañías que proporcionarán la riqueza de la diversidad temática, técnica, de estilos y de composiciones coreográficas. Se trata de una temporada que va instaurando tradición en compartir la libre expresión de las compañías participantes, que amplía también las posibilidades de consolidación para compañías con larga y reconocida trayectoria, así como una plataforma de desarrollo para compañías emergentes. Es, pues, una temporada que abre la ventana de las potencialidades creativas e interpretativas y que ofrece la posibilidad de asomarse a estilos y temáticas muy distintas entre sí. En la edición de este año se cuenta con la participación de la compañía Contradanza,

Raúl Flores Canelo

con una obra que plantea un reencuentro con nuestra naturaleza de origen, a propósito de un texto de la filósofa María Zambrano. El coreógrafo Óscar Rubalcava estrenará El buen salvaje, que propone una disertación a partir de la sentencia de Rousseau “El hombre es bueno por naturaleza” e indaga en la certeza de dicha afirmación. La compañía Tándem ofrecerá la pieza Cortázar, compás al corazón, estableciendo un vínculo entre la literatura del autor, su gusto por la música y la danza. Nemián, la compañía residente, se hará presente con dos programas distintos: De madera y La llorona el 9,10 y 11 de junio; y Verbo ser e Historias el 16,17 y 18. Who Men es la obra de Maribel Michel que será interpretada por la compañía Momentos Corpóreos. Esta pieza invita a pensar los roles sociales y la individualidad humana. La compañía Ballet Independiente cerrará la temporada con el programa Pasión y vida en la danza, un recorrido por la trayectoria de la compañía fundada por Raúl Flores Canelo. Este programa contempla piezas de los coreógrafos Rafael Rodríguez, Omar Vélez y del propio Raúl Flores Canelo. La temporada anual ofrece una ventana a la diversidad que enriquece. L


VARIA

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LABERINTO

ESPECIAL

Agua bendita TOSCANADAS

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ace tres años, un montón de mexicanos se volcó a adorar ciertas reliquias de Juan Pablo II, las cuales, dijo la arquidiócesis, incluían “un pedacito de su piel que fue tomado después de su muerte, seguramente”. Apuesto porque sea verdadero ese “seguramente”, pues en la duda cabría imaginar a un papa moribundo mientras los cazadores de reliquias ya le están amputando el dedo gordo del pie o la tetilla derecha. Uno pensaría que estas manifestaciones de credulidad se habrían gastado en la Edad Media, pero en pleno siglo XXI pudo verse incluso a un mariachi tocándole canciones de Roberto Carlos al pellejo ése. Ratzinger, por ser más razonable y menos querido, no andará paseando su cutícula post mortem por el mundo. Pensaba en esto porque el sábado 13 de mayo se presentó el papa Francisco en Fátima. Más allá de echar a andar toda una industria turística que multiplicó sus precios durante ese fin de semana y de

DAVID TOSCANA dtoscana@gmail.com

soltar un discurso que cualquier abuelita puede armar, convirtió en santos a dos pastorcitos que hubiesen sacado cero puntos en la prueba PISA. De paso pasearon también sus lerdas reliquias, que consistían en una parva cantidad de pelos y huesos. Y la gente adoró esos pelos y esos huesos. No sé por qué, siendo lo más vulgar del mundo, las reliquias tienen este carácter sagrado aun cuando son falsas. Ahí está, por ejemplo, el famoso anillo de Barragán, que nadie ha denunciado como falso, pues no hay modo de convertir huesos calcinados en diamantes. Pero volviendo a las supersticiones religiosas, nada ha sido tan cotizado en la historia como las reliquias del señor Jesucristo. Como al mesías se le ocurrió ascender en cuerpo y alma al cielo, no dejó esqueleto en tierra sino apenas los clavos de la cruz, el manto de Turín, el trapo de Verónica o el prepucio que le cortaron a los ocho días y con el cual incontables monjas tuvieron también incontables orgasmos.

CAFÉ MADRID

Pero he aquí, amigos creyentes, que Toscana les dará la solución para acceder a las reliquias del hijo de Dios sin salir de casa. Jesús vivió treintaitrés años. Digamos que cada día bebía dos litros de agua. Eso es, redondeando, veinticuatromil litros que tuvo en su santísimo cuerpo y regresó al mundo en forma de orines, sudor, escupitajos, lágrimas y demás excreciones. Toda esa agua bendita paró en ríos y mares, se volatilizó y se metió en el eterno ciclo de evaporación y lluvia. Dos mil años después, por meras leyes físicas, químicas y del azar, esos veinticuatromil litros están homogéneamente distribuidos por todo el mundo. Así, en cada vaso de agua, hay miles de moléculas que VÍCTOR NÚÑEZ JAIME

un día hidrataron al Señor. Y dado que el cuerpo de usted, amigo mío, tiene sesenta por ciento de agua, en todo momento lleva dentro de sí el venerable H2O que un día la samaritana dio a Jesús. Esas hidromoléculas también están en cualquier botella de tequila o cerveza o vino. Así que la próxima vez que alce su copa para brindar, piense que el Cordero de Dios bien pudo decir: “Tomad y bebed todos de él, porque ésta es mi agua”. Con la salvedad, claro está, que lo mismo tenemos en nuestros cuerpos el agua de Cristo que la de Pilatos o Caifás, y hasta más de estos dos últimos, puesto que Jehová los bendijo con riquezas y larga vida para que bebieran más. L periodismovictor@yahoo.com.mx PABLO PICASSO

Sala 206

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l espacio rectangular, de paredes altas y blancas, se ubica en el segundo piso del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Oficialmente es la Sala 206, pero todos lo conocen como “el rincón del Guernica”. Es, desde luego, la zona más visitada de este lugar y, por lo tanto, lo más frecuente es toparse con hordas de gente contemplando ahí, impávidos y de pie, el cuadro más famoso de España, pintado hace ahora 80 años por el malagueño Pablo Ruiz Picasso (1881–1973). El lienzo mide 27 metros cuadrados, una dimensión que le bastó al autor para encerrar por completo al siglo XX. Se exhibe aquí desde 1992, después de un periplo casi tan fascinante como los elementos y acontecimientos que representa. Uno suele verlo por primera vez en los libros de texto y al leer o escuchar su historia siempre queda un halo de misterio. Por eso el día que nos paramos frente a él en esta sala resulta imposible no clavarle la mirada a cada una de sus partes. Observen al toro, al caballo herido y al pájaro. Fíjense en el soldado muerto, en la mujer de la parte superior derecha, que se asoma por una ventana y sostiene hacia afuera una lámpara. Miren ahora a la madre que, en el lado izquierdo, grita con su hijo muerto en los brazos y, en el extremo opuesto, a la que clama al cielo, con los

Guernica

brazos levantados, ante una casa en llamas. Es el horror. La belleza. El arte que sacude. Hace unas semanas, sin embargo, llegué a esa emblemática Sala 206 y ante el cuadro había varias cámaras, micrófonos e instrumentos musicales. A Radio Nacional de España, la radio pública, se le ocurrió celebrar las ocho décadas de la obra maestra de Picasso invitando a doce artistas (el grupo Vetusta Morla, Estrella Morente, Jorge Drexler e Iván Ferreiro, entre ellos) a cantar en ese espacio. Suena Guernica se llamó el evento y verlos a todos en ese “escenario” no solo le dio otro carisma a sus interpretaciones sino que, además, despertaron entre los oyentes una emoción y un respeto más acentuados hacia esa obra de arte. Pero lo que atrapa estos días en el Reina Sofía es una exposición que intenta deconstruir la pintura en donde se concentra la realidad bélica contemporánea. La muestra se llama Piedad y terror en Picasso. El camino a Guernica y presenta una

selección de documentos (cartas, fotografías, bocetos, grabaciones, cuadros fundamentales… traídos de otras partes del mundo) que dan cuenta del proceso creativo del artista enterrado en la Costa Azul. Como la Sala 206 no puede albergar todo ese material, han tenido que instalarlo en otros espacios. Por eso es recomendable volver a ella después de recorrer la exposición. Porque uno mira con otros ojos (más informados) el cuadro. Este simple ejercicio permite comprender su origen, el uso político que se hizo de él y el lugar que ocupa en la historia del arte pero, sobre todo, ser conscientes de que Picasso no habría podido concebir el Guernica sin una serie de trabajos previos en los que también se fijó en la agonía, la perplejidad y el horror de la violencia inherente a la guerra. El sufrimiento y la desorientación guardados y exhibidos en el segundo piso de este museo perduran, por desgracia, en nuestros días, y siguen representando a la perfección la escena trágica de nuestro tiempo. L


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