Laberinto No.916 (02/01/2021)

Page 1

Suplemento cultural de MILENIO

LABERINTO HOMBRE DE CELULOIDE

MEMORIA

FERNANDO ZAMORA

ERNESTO HERRERA

David Fincher y la historia de El ciudadano Kane

Adiós al crítico Juan José Reyes Foto: Netflix

Foto: Facebook

SÁBADO 02 DE ENERO DE 2021 AÑO 17 - NÚMERO 916

La cruzada educativa de José Vasconcelos Marcos Daniel Aguilar/ FOTOGRAFÍA: HARRIS AND EWING


-02-

ANTESALA

2 DE ENERO 2021

EN EL BANQUILLO

Dos TEDI LÓPEZ MILLS

H

oy es el segundo día de un año nuevo. Abro los ojos a las siete de la mañana. La exactitud me parece un defecto. “Se supone”, escribe Borges, “que la prosa está más cerca de la realidad que la poesía. Entiendo que es un error”. En mi sueño solo pude distinguir la cabeza de la niña detrás de un anaquel y justo enfrente la silueta de otro personaje, la punta de un pie, el gato de costumbre. Las rimas no resuelven enigmas, pero me distraen cuando clavo la vista en un rincón donde la luz aún no traza ningún ángulo verosímil: matutino, diamantino, peregrino. Portarme bien tendría que resultar fácil pues creo saber de antemano en qué consiste. Amabilidad, cortesía, mesura y una pizca de indulgencia para aquellos momentos en que se advierte una pequeña omisión en las normas de conducta. Según el inasible filósofo Jean-Baptiste Botul, en su opúsculo La vida sexual de Immanuel Kant, “el criterio de moralidad no se encuentra en lo que hacemos, sino en la manera como lo hacemos”. La pureza de las intenciones y el silencio de los actos. Planteo a oscuras el tema del temperamento y su tenue vínculo con la conducta. El demonio en la cabeza no se esfuma por voluntad. Cuestión de clima, calor, frío, cables sin concordancia, uno amarillo, otro morado. La célebre caminata de Kant se convirtió en el reloj de Königsberg: a diario el filósofo salía a pasear a las cinco de la tarde, siempre por el mismo camino. Cualquiera que hace lo mismo a diario se somete al régimen de la ira y luego de la dulzura. Conozco las secuelas. Errar no equivale a equivocarse. ¿Cómo empieza el cuento de las tres llantas perdidas? Con el carro detenido en la curva y el polvo en la cubierta negra. Un turista taciturno mira de soslayo. ¿Quién le dirá la verdad? De ahí se pasa al siguiente episodio: “Eros y pensamiento”. Al cabo de unos cuantos ritos eróticos que incluyen las abluciones del caso, el ser piensa que piensa que piensa y se acaricia en la forma del futuro. Yo contribuyo con un elogio. Recuerdo mi libro. El 26 de marzo de 1929 se conocieron Cassirer y Heidegger en Davos. El tema elegido por los organizadores del encuentro fue: ¿qué es un ser humano? Una persona que se pregunta: alguien metafísico. Las respuestas nunca son lo de menos; por desgracia, mi memoria tiende a torcerlas cuando las compara con sus propios paisajes. Un ser libre, un ser bondadoso, un ser asustado, un ser angustiado, un ser disperso. La ficción comienza con el arrepentimiento inicial: un corazón roto en medio del bosque de símbolos. ¿Quiere usted las llaves de la ciudad? ¿Va a seguir siendo abstrusa, como si no hubiera nadie afuera? ¿Aprenderá a alabar al señor? ¿De quién serán las vacunas? No deja de doler el síndrome prolongado de la abstinencia. Brindamos al filo de las doce el último jueves del año viejo. Tres lágrimas sobrias en cada mejilla. Los testigos votaron en contra de mi sentimentalismo. Tramposa: lloriqueando por desconocidos. Garabato. A rebato. Me cubro con mi ala de mosca.

¿Cómo empieza el cuento de las tres llantas perdidas? Con el carro detenido en la curva

_

Mank. Dirección: David Fincher. Estados Unidos, 2018. Puede verse en México por Netflix.

HOMBRE DE CELULOIDE

Variaciones de un mismo tema

D

FERNANDO ZAMORA @fernandovzamora FOTOGRAFÍA NETFLIX

esde que aparece el rol de créditos uno sabe que Fincher está por introducirnos en un ensueño hollywoodense. Mank captura el espíritu de aquel tiempo en que Estados Unidos inundaba al mundo con Casablanca, El mago de Oz, Lo que el viento se llevó… y El ciudadano Kane. Mank es la historia de cómo se escribió esta última y es, además, la mejor película producida para streaming desde Roma, de Cuarón. Fincher confirma que la nueva normalidad transforma al cine, pero no lo limita. Durante una escena, Hearst espeta entusiasmado: “estamos por vivir una nueva edad dorada”. Es la voz profética de Fincher, un hombre que ha sabido adaptarse como pocos a las nuevas formas de hacer arte audiovisual. Porque el director no solo revolucionó el negocio de la distribución, es también como aquellos grandes que dieron el salto entre el cine mudo y el cine sonoro. Con ellos comparte la capacidad de traer la tradición a un nuevo formato. Todo esto es evidente en el modo en que David Fincher recrea (basado en un guion de su papá) el tiempo en que se escribió El ciudadano Kane. Como se sabe, en torno a la creación de esta, que ha sido considerada durante muchos años la mejor película de Hollywood, los eruditos suelen

discutir: ¿quién es realmente el genio detrás del guion? En 1971, Pauline Kael escribió en The New Yorker un largo artículo en el que en pocas palabras sostenía que la autoría de El ciudadano Kane debía atribuirse a Mankiewicz. Y que Welles se había apropiado de la autoría del libreto en un puro afán de notoriedad. Las respuestas no se hicieron esperar. Después de todo, Welles es una suerte de héroe nacional en Estados Unidos. El artículo de Kael ha seguido desatando polémicas que hoy reviven con esta película de Fincher. Sin embargo, como en todas las obras de arte (incluido, claro, El ciudadano Kane), el argumento resulta trascendido por la forma. Justo por ello Fincher decidió ofrecer a su filme el aire de una vieja película en la que Welles mismo aparece como una suerte de Nosferatu, un muerto viviente. No es una referencia casual; la técnica del claroscuro que tanto influyó la fotografía en la década de 1940 se inspiraba en el neorrealismo alemán, un movimiento con el

Los eruditos suelen discutir: ¿quién es el genio detrás del guion de El ciudadano Kane?

que Fincher, según demuestra su filmografía, tiene grandes afinidades. Y aunque Welles no es exactamente un asesino (como los que tanto atraen al director), sí que es como un Nosferatu que extrae de su guionista, alcohólico y decadente, la sangre creativa que necesita para vivir. Mank es, además, una película entretenida. Las escenas en los estudios transcurren como libro de referencia en el que todos los grandes tienen su sitio, desde Louis B. Mayer hasta Irving Thalberg. “Tenemos que hacer que la gente vaya al cine”, dice uno de ellos, pero Fincher parece no estar de acuerdo. Porque, lo dicho, sus últimas películas no se hacen para el cine sino pare internet. Para hacer una gran obra es necesario un gran tema. El de El ciudadano Kane es la incapacidad de amar. Más que por cualquier otro rasgo de carácter, El ciudadano Kane reprocha a Kane esta incapacidad. Resulta notable, por eso, que en Mank suceda lo mismo: Herman Mankiewicz está enamorado de una mujer, pero ella no le hace caso. Entonces él decide, por despecho, escribir un guion en el que se burla de ella. El escritor termina así transformándose en lo que más odia: un hombre incapaz de amar. Como si el guion de Mank y el de El ciudadano Kane fuesen dos variaciones de un mismo tema.

_


ANTESALA

2 DE ENERO 2021

ESCOLIOS

POESÍA

El enfermo DAVID CORTÉS CABÁN

A José Manuel Torres Santiago, in memoriam

La mirada queda sumida en el reflejo de la primera impresión Es cuestión de segundos un paso más hasta que las piernas insinúan haberse movido El esfuerzo requiere que el cuerpo se aproxime sin que las piernas sientan el vértigo como una hoja que cae y pasa por un túnel oscuro sin saber lo que acontece al final Así el cuerpo va distanciándose atraído por la claridad que desaparece en la habitación. David Cortés Cabán, poeta puertorriqueño. Este poema pertenece a Lugar sin fin (La Otra).

EX LIBRIS

El libro de la vida/ EKO

-03-

Dignos de crédito ARMANDO GONZÁLEZ TORRES

S

@Sobreperdonar

in la confianza casi ciega en ciertas promesas, sin la imaginación contrafáctica o el empeño utópico, probablemente seríamos una especie más uniforme, más gris y más precaria. Procesos medulares de la civilización, como la aparición y evolución del dinero o el despliegue del lenguaje, requieren una profesión de fe en lo hipotético. El dinero, particularmente el dinero fiduciario (como el papel moneda) que carece de valor intrínseco, constituye una metáfora que posibilita una evolución inusitada en la producción y los intercambios humanos. El dinero fiduciario cambia el sentido del tiempo humano debido a que, al abstraer el valor de lo material, le brinda a los medios de pago una liquidez, una homogeneidad, una universalidad y una proyección inusitada en el futuro. Así, aunque el dinero fiduciario no tiene un valor material en sí mismo, una colectividad se lo confiere gracias a la confianza de que podrá ser canjeado por bienes en cualquier momento, de que sirve para almacenar valor y de que funciona como indicador para determinar los precios de bienes y servicios. En su libro Dinero, lenguaje y pensamiento, el crítico literario Marc Shell (Canadá, 1947) hace una biografía conjunta de estos flujos prodigiosos que han dado forma a la historia humana. Con exigente erudición, Shell analiza la caracterización del dinero en grandes obras literarias, como El mercader de Venecia de Shakespeare o el Fausto de Goethe, pero, sobre todo, establece significativas analogías entre dinero y lenguaje. En efecto, señala Shell, existen semejanzas entre las transferencias de bienes que propicia el dinero y las transferencias de significados que propicia el lenguaje. Si para el individuo el flujo que le mantiene vivo es la sangre, para el cuerpo económico es la circulación del dinero y para el cuerpo social, la circulación de las palabras. Tanto en el caso del dinero fiduciario, como en el del lenguaje, es menester dar crédito, es decir, suspender la incredulidad espontánea ante un dinero que carece de materialidad o ante un lenguaje, como el humano, que no tiene conexión garantizada con la verdad. La certidumbre en el lenguaje se finca en la sobriedad y seriedad en su uso, así como en la correspondencia más o menos lógica entre la enunciación y la realidad, mientras que la certeza en el dinero proviene de la prudencia y responsabilidad en la emisión monetaria. El dinero debe ser convertible y las promesas de pago deben honrarse, lo mismo que la palabra debe ser entendible, confiable y apegada a la buena fe. La decadencia monetaria y lingüística también constituyen procesos muy similares: en lo que atañe a la primera, emisión inmoderada de circulante, inflación, pérdida acelerada del poder adquisitivo del dinero y desconfianza extrema en el signo monetario; en lo que se refiere al lenguaje, uso excesivo de la palabra, pérdida de su veracidad y variedad de significados e inoperatividad del habla para comunicarse y crear consensos.

La certeza en el dinero proviene de la responsabilidad en la emisión monetaria

_


-04-

DE PORTADA

2 DE ENERO 2021

Este año marca el centenario de la SEP, consumación del proyecto que emprendió el gran reformador y escritor

La odisea cultural y educativa de José Vasconcelos MARCOS DANIEL AGUILAR FOTOGRAFÍA GOBIERNO DE MÉXICO

E

ntre junio y octubre de 1920 comenzó la gesta de José Vasconcelos, quien tuvo como trincheras a la Universidad Nacional de México y al ministerio que crearía un año después, la Secretaría de Educación Pública (SEP). Fue una revolución que no se lucharía con ametralladoras ni con discursos políticos, sino con las armas de la palabra, el arte y la historia. Y lo haría al lado de un ejército no de soldados sino de intelectuales, artistas y, sobre todo, de profesores, la base de su modelo filosófico y educativo. En esos meses de 1920 había llegado la hora de la acción para Vasconcelos, antiguo combatiente revolucionario durante los diez años anteriores: primero al lado de Francisco I. Madero y después con una fracción de la Soberana Convención de Aguascalientes, la de Eulalio Gutiérrez, en la que fungió por muy breve periodo como ministro de Instrucción Pública. Al imponerse Venustiano Carranza sobre el resto de los generales, en 1915, Vasconcelos tuvo que partir hacia Estados Unidos; un destierro que lo obligó a meditar y replantear ideas no solo sobre la estética, sino sobre las implicaciones de esta en el proceso civilizatorio. Este personaje, que estuvo en el exilio alrededor de cinco años, regresó a México como regresó Ulises

de la guerra de Troya, con ganas de poner en práctica sus ideas en ese año que el investigador Claude Fell llamó el inicio de los Años del Águila. Para hablar sobre este periodo definitorio para la Universidad Nacional, para la educación y la cultura en México, entrevistamos a cuatro especialistas e interesados en la vida y obra de José Vasconcelos: Carmen Gaitán Rojo, gestora cultural y directora del Museo Nacional de Artes; Susana Quintanilla, ensayista e investigadora, especialista en el Ateneo de la Juventud; Pilar Torres, autora de José Vasconcelos, libro sobre el pensamiento filosófico del escritor; y Alberto Enríquez Perea, ensayista e historiador de las ideas.

El regreso de Ulises

Con el apoyo de Adolfo de la Huerta como presidente interino, Vasconcelos regresa “de un exilio prolongado en un periodo muy crítico para México; además, hay un elemento que se olvida y es que se está viviendo el contexto de la Primera Guerra Mundial. En este periodo de guerra interna y externa, Vasconcelos parte a Estados Unidos y viaja a Perú, y ahí, al recorrer el continente, comienzan sus debates sobre cuál podría ser el presente y el futuro de América Latina. Cuando regresa a México, lo hace como si fuera el regreso del héroe, pero hay que decir que José Vasconcelos buscó un acercamiento previo con Álvaro Obregón, amparado en la magnífica cobertura de Adolfo de la Huerta, un personaje que será cada vez más importante en la historia de México”, comenta Susa-

na Quintanilla, autora de Nosotros. La juventud del Ateneo de México. A propósito de esto, la escritora Pilar Torres asegura que “Carranza es uno de los personajes a quien Vasconcelos más aborrece, por ello se va exiliado. Y se puede saber algo de este destierro por sus cartas, en las que hace referencia a que en 1920 regresará a México, que tiene buena relación con personas que van a llegar al poder y que lo han invitado a formar parte del equipo de la Universidad Nacional. Hay que decir que en estas cartas ya plantea la idea de transformar a México con la educación, y es que siempre fue muy crítico sobre las circunstancias de la educación pública, y le achaca el supuesto desastre a Carranza. Quizá esto motivó que en los cinco años alejado de su tierra escribiera Pitágoras, una teoría del ritmo y La sinfonía como forma literaria, en los que plantea que el universo es como una sinfonía: la filosofía es el pentagrama y la educación es la orquesta que hará tocar a todo mundo”. Al preguntarle a Carmen Gaitán, directora del Munal, sobre cómo observa a este personaje en 1920, apunta: “me llama mucho la atención este joven funcionario, un joven pluricultural, con una visión panorámica. No solo se integra a la posrevolución, sino que es un hombre que ha trabajado con las ideas desde que era estudiante en la Escuela de Jurisprudencia. Quiero suponer que la personalidad tan incluyente de este joven viene desde que era parte del Ateneo de la Juventud, que tenía

la idea de romper con el positivismo impuesto por el régimen de Porfirio Díaz y los llamados Científicos. Vive la larga descomposición del Porfiriato y ahí se da cuenta de las fallas; por eso al triunfo de la Revolución comienza a gestarse en él un proyecto de nación del cual será partícipe en la construcción de las instituciones, ya que ve a lo lejos al México rural, lastimado y descompuesto”.

La Universidad a favor del pueblo

En el segundo libro de su serie autobiográfica, La tormenta (1936), Vasconcelos narra cómo vuelve a la Ciudad de México. Tomado el poder por el “delahuertismo, tan justo como el obregonismo”, dice, camina por la ciudad al lado de Miguel Alessio Robles, cuando este le pregunta: Y usted, ¿qué va a pedir? Y Vasconcelos responde: Nada. “A menos que vaya allí para deshacer el mal que hizo Carranza y a tomar la Universidad como base de un ministerio que no soñó ni don Justo [Sierra]”. Sobre la llegada del filósofo a la rectoría de la entonces Universidad Nacional de México, Enríquez Perea señala: “Vasconcelos quiere trabajar por una nueva educación y cultura, y lo hará desde la Universidad. En 1920, Vasconcelos empieza una estrategia para la creación de la Secretaría de Educación Pública. En el periodo en que está en la rectoría se manifiesta la importancia de la Universidad Nacional, que siempre pone todo de su parte, como lo hizo para el gran proyecto nacional de educación de Vasconcelos: sus imprentas,

Patio de la Secretaría de Educación Pública.


DE PORTADA

2 DE ENERO 2021

sus edificios, su personal, sus trabajadores, académicos e intelectuales. Vasconcelos no refunda a la Universidad pero le da un impulso enorme, la establece como punto central donde se gestarán muchas instituciones y le da su lema: ‘Por mi raza hablará el espíritu’ ”. Pilar Torres afirma que al llegar Vasconcelos a la Universidad “pronuncia un discurso en el que les dice a los universitarios que les mentiría si les dijera que la Universidad es la mejor de todas, y en cambio añade que no viene a repartir dádivas doctorales y a darle algo a la Universidad, sino todo lo contrario. Viene a pedirle que trabaje por el pueblo, pues ya es hora que la Universidad le retribuya al pueblo con la creación de un gran proyecto de educación pública federal”.

El revolucionario que funda la SEP

En el libro José Vasconcelos. Los años del águila, Claude Fell asevera que este programa de regeneración de la educación federal impulsado por Vasconcelos tenía el propósito de poner en marcha en México una educación que fuera capaz de integrar a los no alfabetizados, además de no solo llevar conocimientos teóricos, sino una práctica para incentivar la creatividad y el trabajo entre los más oprimidos. Finalmente, el Proyecto de Ley para la creación de la SEP se presentó el 22 de octubre de 1920; causó entusiasmo, pero también controversia, pues muchos se preguntaron si acaso no se trataba de un proyecto educativo de corte socialista.

“Fue pionero de la educación basada en la inteligencia emocional”. Pilar Torres Al respecto, Susana Quintanilla comenta que “cuando se funda la SEP, Álvaro Obregón, ya en el poder, le da mucho apoyo a la educación, le da recursos y es sorprendente que un país que está recuperándose de diez años de guerra civil haga una inversión tan fuerte en materia educativa. No estoy muy segura de por qué Obregón apoyó tanto a la educación. No se trataba del poder de convencimiento de Vasconcelos; más bien, tiene que ver con que Obregón viene del norte y trae la idea de que la educación es una herramienta del progreso y de la civilización. Además, no es que las misiones culturales hayan sido exitosas o que hayan transformado algo; básicamente, fueron el sentido místico y religioso que Vasconcelos toma de los misioneros de la Conquista, sumado a la actitud del maestro misionero, quien fungió como nuevo sacerdote. Es decir, hay toda una mística. Cuando estudié a Vasconcelos, no existían aún las investigaciones acerca de la influencia que recibió del orientalismo y el budismo, no entendidos como religiones sino en términos de resistencia y soporte social”. Sobre este modelo educativo y cultural emprendido desde la SEP, Alberto

Enríquez, autor de Alfonso Reyes. Curiosidades de coleccionista, comenta que en las misiones culturales y la cruzada contra el analfabetismo había “el sentimiento de que se podría transformar el país de una situación de analfabetismo a niveles de educación superiores. Añadió a la enseñanza el conocimiento del teatro, la pintura, la lectura, y ese modelo educativo rebasa el trabajo de los misioneros, pues renovó el modelo para que los profesores ofrecieran una educación mucho más integral, algo de lo que todos hablan en el siglo XXI. Además, promueve las impresiones de los primeros libros de la SEP, que salen con el logo de la imprenta universitaria, y llegan jóvenes talentos a trabajar a su lado como Daniel Cosío Villegas, Samuel Ramos, Eduardo Villaseñor, Carlos Pellicer, Ramón López Velarde, que va a trabajar en la revista El Maestro, donde publica ‘La suave patria’. Se le criticó por la colección de los Clásicos, pues algunos decían que era un derroche, pero para José Vasconcelos era una necesidad”.

El nuevo arte mexicano y el muralismo

En su discurso inaugural como rector de la Universidad Nacional de México en 1920, José Vasconcelos propone como parte de su proyecto educativo la instauración de una “estética nueva”, como lo explica Claude Fell en su libro. Un arte apoyado no solo por la Universidad sino por la nueva secretaría de educación que no tardará en crearse. Vasconcelos plantea que “la clase de arte que el pueblo venera es el

-05-

arte libre” y que la única exigencia que el Estado mexicano puede manifestar respecto a los artistas es que el “saber y el arte sirvan para mejorar la condición de los hombres”. Sobre este arte con visión “social”, Pilar Torres cree que “Vasconcelos piensa que el mexicano, por su manera de percibir el mundo, es un ser eminentemente poético, pero que la manera en que ha sido educado es contraria a eso, porque ha sido educado por ideologías extranjeras. Vasconcelos es pionero de la educación basada en la inteligencia emocional, con una educación artística, con interés nacional, que no patriota, porque lo nacional implicaba una cultura, una tradición, una combinación de historia, ancestros, pasado en común, futuro, y no solo el patriotismo pozolero”. En una idea parecida, Susana Quintanilla cree que “Vasconcelos no era un nacionalista, más bien alguien que representa el arte universal, pues quería que México formara parte de un contexto universal más amplio. Poner a Buda, a Platón, a Quetzalcóatl y al padre Las Casas en el patio central de la SEP es una cuestión de juntar las civilizaciones. Hay que reunir a los países, la cuestión misma del mestizaje pero no de manera folclórica”. Carmen Gaitán, autora de Diego Rivera y la Inquisición: un puente en el tiempo, piensa que este nuevo arte se integró también a la educación básica, a través de la enseñanza del teatro, la danza, la música, y a las misiones culturales en donde “participaron, por ejemplo, Germán y Lola Cueto con sus títeres”. Además, en aquel 1920, Vasconcelos comienza a pensar el desarrollo de lo que sería el muralismo mexicano, ya que “este conocimiento tan general y tan rico que trae después del exilio le dará la oportunidad de pensar que el gran pizarrón del mural será el lienzo para combatir el analfabetismo, la pobreza y la ignorancia en México. Evidentemente, este pensamiento se gestó años atrás, por el conocimiento que ya tenían Roberto Montenegro y Gerardo Murillo. Y es que Vasconcelos quería que los murales coadyuvaran a la función didáctica y a la creación de una nueva cultura en donde por primera vez se viera reflejado el campesino y el indígena, un reflejo de las ideas de Vasconcelos como reformador político y cultural y de los valores nacionales, valores que van a estar proyectados en el indígena no derrotado, no sometido, no agachado, sino en un indígena que se va a vestir con sus plumajes como en los muros que van a pintar Fernando Leal y Jean Charlot en San Ildefonso. Este secretario de Educación Pública se acerca a jóvenes como Ramón Alva de la Canal, Fermín Revueltas, Carlos Mérida, Carlos Orozco Romero, Gabriel Fernández Ledesma, llenos de ideales reformistas y que vienen saliendo de las Escuelas de Arte al Aire Libre, y se van a sumar al movimiento latinoamericano que promueve el secretario como forma de renacimiento no solo de México, sino de toda la región. Por eso el espejo que Vasconcelos crea con los murales es un espejo en el que todos podemos mirarnos, incluso en este siglo XXI”.

_


-06-

CIENCIA

2 DE ENERO 2021

DESMETÁFORA

Efemérides para 2021 Algunas fechas conmemorativas en la historia de la cultura, la ciencia y la tecnología GERARDO HERRERA CORRAL gherrera@fis.cinvestav.mx FOTOGRAFÍA MOSKISVET

E

ste año es el primero de la tercera década del siglo XXI y con él llegan múltiplos de diez que en la cultura occidental son siempre rememorados. En abril de este año recordaremos que hace 110 años, en 1911, se descubrió el fenómeno de superconductividad. Así se llama al comportamiento de algunos materiales según el cual, a una temperatura muy baja, conducen la electricidad sin resistencia. La disipación de calor se reduce por completo y la conducción se optimiza al máximo. La superconductividad está cada vez más cerca de llegar con una tecnología que promete cambiar la manera en que vivimos. Para que eso ocurra aún es necesario que se consiga fabricar un material que presente superconductividad a la temperatura ambiente, y a juzgar por los avances recientes no falta mucho para que se logre. Este año se cumplirá un siglo de que, en 1921, un matemático alemán llamado Theodor Kaluza demostró que en cinco dimensiones se podía unificar a la gravitación con el electromagnetismo, es decir que, con una dimensión más, podríamos entender ambos fenómenos de una manera sencilla y única. Esta idea no tuvo éxito, pero sí una influencia gigantesca que llega hasta nuestros días. Las teorías actuales que buscan describir todo en la naturaleza consideran la posibilidad de más dimensiones del espacio y la quinta parece ser importante en la más prometedora de las propuestas teóricas de nuestros días. En este 2021 habrán pasado 90 años de que el inventor argentino Lazlo Biró patentó el bolígrafo que utilizamos actualmente. Consiste en un tubo de plástico o metal con una bolita que gira en la punta dejando salir la tinta. En Argentina se celebra el Día del Inventor el 29 de septiembre, día en que nació Lazlo Biró. A lo que nosotros en México llamamos pluma, los argentinos le dicen birome. También se completarán 80 años desde que, en febrero de 1941, se sintetizó artificialmente al plutonio, elemento químico con 94 protones que luego se encontraría en forma natural. El hallazgo se mantuvo en secreto hasta 1945, cuando se hizo explotar la bomba atómica en Hiroshima y Nagasaki.

El astronauta ruso Yuri Gagarin.

Diez años más tarde, en 1951, se inventó la bomba atómica termonuclear o bomba de hidrógeno, en la que se consigue fusionar átomos de hidrógeno liberando energía. El dispositivo es más compacto y tiene un poder destructivo mayor que la bomba de fisión. En 1961, es decir, hace 60 años, Yuri Gagarin se convirtió en el primer ser humano en incursionar en el espacio al dar una vuelta a la Tierra. Este año se celebrarán los 60 años de la primera salida de nuestra especie al espacio. En diciembre se celebrarán los 50 años de que se le haya otorgado el Premio Nobel de Literatura al poeta chileno Pablo Neruda, de quien Gabriel García Márquez diría: “es el más grande poeta del siglo XX en cualquier idioma”. Esa fue la tercera vez que se otorgó a un latinoamericano la distinción que, salvo por algunas raras excepciones, sigue siendo esencialmente para escritores de países ricos.

En junio recordaremos que 40 años atrás dio inicio la pandemia causada por el VIH

En junio recordaremos que 40 años atrás dio inicio la pandemia debida al virus de inmunodeficiencia humana causada por un patógeno que interfiere con el sistema inmunológico incrementando el riesgo de adquirir infecciones comunes. La pandemia ha tenido un impacto considerable en el mundo entero. En 2018 se contaron 38 millones de enfermos y un total de 770 mil muertes. A la fecha van ya más de 30 millones de fallecimientos en el mundo debido a esta pandemia. Hace 30 años que la WWW arrancaba con gran impulso. El año 1991 vio cómo el protocolo desarrollado en diciembre del año anterior se abría paso para cambiar el mundo en que vivimos. En febrero de ese año el CERN introdujo el primer navegador llamado WorldWideWeb que sería descontinuado tres años más tarde. Sin embargo, la idea estaba ya en el aire y se desarrollaba con velocidad inusitada. Una guerra por su privatización acabaría siendo ganada por la gente que hoy goza de la gratuidad del gran invento. En agosto de 1991 el CERN entró en línea con el primer portal.

El 9 de septiembre de 2001 marcó la historia universal con el ataque a las Torres Gemelas de Nueva York. Es el asalto terrorista de mayores dimensiones que dejó 3 mil muertes, 25 mil heridos y daños materiales, políticos y sociales de incalculable magnitud. Hace 20 años el mundo incrédulo veía en sus televisores la catástrofe que el fanatismo religioso puede ocasionar. En octubre próximo serán diez años desde que la población del mundo alcanzó los 7 mil millones de habitantes; hace 20 que el mundo tenía 6 mil millones y para finales de 2021 estará ya muy cerca de los 8 mil millones. Quizá será después, en 2022 o 2023, en que se llegue a rebasar la más alta densidad de pobladores humanos de todos los tiempos. Estas son algunas de las fechas importantes en la historia reciente de la cultura, la ciencia y la tecnología que estaremos recordando este año. El mundo sería distinto de no ser por lo que ocurrió en esos años y será diferente por lo que ocurra en este 2021. Que el año que comienza nos deje a todos solo cosas buenas. ¡Feliz año nuevo!

_


EN LIBRERÍAS

2 DE ENERO 2021

NARRATIVA, ENSAYO Gambito de dama

Confianza ciega

-07-

MEMORIA Fulgentius

Un formador de escritores

P

ERNESTO HERRERA

Walter Tevis Alfaguara México, 2020 320 páginas

John Katzenbach Ediciones B México, 2020 592 páginas

César Aira Grijalbo México, 2020 168 páginas

Publicada en 1983, y objeto de culto entre los diletantes y maestros de ajedrez, esta novela sale de nuevo a la luz tras el éxito alcanzado por la serie adaptada para Netflix. Narra el ascenso de Beth Harmon, tan empeñosa como toxicómana, tan solitaria como genial, desde su niñez en un orfanato hasta su paso por los grandes torneos profesionales. Como saben los que conocen a Ruy López y a Gary Kasparov, el ajedrez no tiene nada de aséptico; es una guerra física y mental.

Un thriller aderezado por el misterio y la desazón existencial. Sloane, quien acaba de graduarse como arquitecta, recibe una extraña propuesta de trabajo: la construcción de seis capillas para seis personas muertas en improbables circunstancias. Su afán por resolver esas muertes choca con la personalidad esquiva de su empleador, un millonario excéntrico. Encima de todo, debe cargar con la desaparición de su madre, quien le ha legado una pistola y un montón de dinero.

Ambientada en los años de esplendor del Imperio romano, esta novela narra los desvelos del general Fabius Exelsus Fulgentius, quien a sus 67 años de edad sigue cosechando victorias. Su mayor ambición, sin embargo, no es la gloria militar sino literaria. A la vez que sostiene un duro asedio contra la región levantisca de Panonia, ensaya una pieza teatral de carácter autobiográfico que convierte a los soldados en torpes actores. La crítica a la llamada autoficción es delirante.

Tres

La ciudad de vapor

La sociedad decadente

Dror Mishani Anagrama España, 2020 272 páginas

Carlos Ruiz Zafón Planeta México, 2020 224 páginas

Ross Douthat Ariel España, 2021 336 páginas

ara mí, la imagen que debe quedar de Juan José Reyes (1955-2020), ya sea como jefe de Redacción de El Semanario Cultural de Novedades, dirigido por José de la Colina, o como director de la revista Textual, del periódico El Nacional, es la de un formador de escritores (los últimos años fue responsable de la revista Cultura Urbana de la UACM). Gente como Noé Cárdenas, Moramay Herrera Kuri, Alberto Arriaga, Javier García-Galiano, Carlos Miranda, Josué Ramírez, Fernando Fernández, José Homero y Armando González Torres estuvieron bajo su atenta pero liberal vigilancia. El método magisterial de Juan José era el del laisser-faire, en el que cada uno participaba según sus saberes y especialidades. Nieto de la escritora y abogada María Elvira Bermúdez, buena representante de la novela policial, e hijo de Salvador Reyes Nevares, miembro del grupo Hiperión, del que igualmente formaron parte Emilio Uranga, Luis Villoro, Jorge Portilla y Ricardo Guerra, su visión de lo que sería una publicación cultural debería incluir todas las ramas y no solo circunscribirse a lo literario. Historia, filosofía y política formaron parte de sus intereses y en este sentido fue un heredero de las ideas de Octavio Paz (los deportes y el cine mexicano de la Edad de Oro no le fueron ajenos). Dueño de una prosa precisa y elegante, fue autor de una obra parca. Crítico atento, bien pudo reunir un volumen de sus notas que lo mostrarían como el gran conocedor de la literatura mexicana que fue. Impresos, destacan el volumen sobre futbol Hambre de gol, del que fue antologador junto con Ignacio Trejo Fuentes, y de El péndulo y el pozo, investigación en torno a la generación filosófica Hiperión, una breve muestra de sus capacidades como historiador literario. En El Semanario… todos —José de la Colina, Noé Cárdenas y él— estuvieron atentos a mi trabajo. Como buen maestro, Juan José fue vigilando mi formación. Tras escribir reseñas durante un año, pasé luego a hacer notas más exigentes. Un fin de semana —día de tertulia en el Salón Palacio—, me pidió que escribiera sobre el centenario de García Lorca, que iba a ser la nota principal. “Es para el lunes. Ve a comprar una biografía que está en los libros tirados aquí afuera de editorial Era. Y no te vayas a emborrachar mucho”, me dijo. Sus textos y traducciones sobre filosofía e historia en El Semanario… hicieron que estos intereses se afianzaran más en mí. Además, a él también le debo haber tenido cierto tiempo una relación cercana con Juan Almela, mejor conocido como Gerardo Deniz, uno de los genios de nuestras letras.

De entre el grupo de autores consagrados en el thriller policiaco, el novelista israelí es uno de los más propositivos. En esta ocasión, ha dejado en reposo al detective Abraham Abraham, su personaje icónico, para seguir la estela de Patricia Highsmith. Un hombre que oculta su verdadera personalidad irrumpe en la vida de tres mujeres que se ajustan a la normalidad. La trama no tarda en volverse una radiografía de Tel Aviv y de sus márgenes habitados por seres intrigantes.

El autor de A la sombra del viento ha reunido sus cuentos, varios de estos inéditos, como carta de despedida y reconocimiento a sus millones de lectores. En sus páginas encontramos a un mendigo que cada noche recibe la visita de una mujer fantasmal, a un joven que decide convertirse en escritor para complacer a la niña de la que está enamorado, al arquitecto que lleva consigo los planos de una maravillosa biblioteca, a Cervantes y Gaudí, a ciudades frágiles y vaporosas…

El director de la revista The Atlantic ofrece un diagnóstico desolador de nuestro presente. La combinación de dominio tecnológico y parálisis política, sumada al agotamiento cultural, sostiene, conduce a una “decadencia sostenible”, un malestar que se alimenta de la sensación de futilidad de todos los actos humanos. Parece un diagnóstico pesimista. No lo es, sobre todo porque Douthat arroja pruebas de que la condición de las sociedades modernas es el colapso.

El crítico y ensayista Juan José Reyes, que murió el pasado 28 de diciembre.

_


LABERINTO

DIRECCIÓN: JOSÉ LUIS MARTÍNEZ S. EDICIÓN: ROBERTO PLIEGO EDICIÓN WEB: ÁNGEL SOTO ARTE Y DISEÑO: SALVADOR VÁZQUEZ

2 DE ENERO 2021

http:// www.milenio.com/laberinto/Facebook: Laberinto Milenio/Twitter:@SCLAberinto/Instagram: milenio.laberinto

TOSCANADAS

Una bola dentro del cráneo DAVID TOSCANA dtoscana@gmail.com

C

héjov tiene un cuento que en español se ha publicado como “Una apuesta” o “La apuesta”, pues poco se sabe del artículo determinado o indeterminado cuando en ruso apenas se titula “Apuesta”. Luego de una discusión en la que algunos piensan que es preferible la muerte que el confinamiento perpetuo, un banquero hace una apuesta con un joven abogado: si el joven permanece encerrado durante quince años, el magnate financiero le dará dos millones de rublos. La reclusión no es la de un preso cualquiera, pues aunque solo podía relacionarse con el mundo a través de un ventanuco, en su amplia celda tiene un piano y “cualquier cosa que necesitara, libros, partituras, vino y demás, le sería procurada mediante petición escrita, en las cantidades que solicitara”. En un principio, el abogado sufre “los fuertes embates de la soledad y

ISLA DE SAJALIN

Asiento de una de las más famosas prisiones rusas del siglo XIX.

el tedio”. Rechaza el vino porque “no hay nada más aburrido que beber un buen vino sin compañía”. Durante el segundo año, cesó de tocar música y comenzó a solicitar obras de autores clásicos. En el quinto, volvieron a oírse las notas del piano y el prisionero pidió vino. Pasa por distintos estados de ánimo y ya para el sexto año “empezó a ocuparse seriamente del estudio de idiomas, de filosofía e historia”. En el curso de los siguientes cuatro años, le compraron seiscientos volúmenes. El abogado llega a dominar seis idiomas, y escribe a su carcelero: “¡Oh, si supiera usted la celestial felicidad que embarga ahora mi alma al poder comprenderlos!” De ahí pasa a los evangelios, a la historia de las religiones y a la teología. Luego se ocupa de Byron, Shakespeare, ciencias, medicina, filosofía… Justo un día antes de cumplirse los quince años, el abogado escribe una carta al banquero. Le expresa las maravillas

que encontró en los libros, con los que se “arrojaba a precipicios sin fondo, incendiaba ciudades, predicaba nuevas religiones, conquistaba reinos enteros…”, y concluye que “cuanto el pensamiento humano fue capaz de crear a través de los siglos está comprimido como una bola dentro de mi cráneo”. Se sabe más inteligente y sabio que todos, y acaba por despreciar los dos millones de rublos, por lo que sale de su encierro una hora antes de lo pactado para así perder la apuesta. Desocupado lector: ahí está el cuento de Chéjov, listo para leerse. Así me evito hacer moralejas obvias sobre nuestro confinamiento, que no es permanente, o sobre este año, que no fueron quince. Y ya cada quien hará su balance anual: si algún conocimiento se comprimió como bola dentro del cráneo, o si este se fue vaciando ante la implacable succión de la apatía. Y con esto, Dios te dé salud, y a mí no me olvide. Vale.

_

BICHOS Y PARIENTES

La escritura como realidad aumentada

H

allo en el portal de National Geographic : “Descifrada la escritura fonética más antigua del mundo”, el proto-elamita, una lengua independiente del indoeuropeo y de las lenguas semíticas. Lo intrigante es que sea una escritura fonética, es decir, que representa sonidos del habla, no símbolos, ni conceptos sino sílabas, en este caso, y que se usó entre los milenios III y II A. C. No es la genialidad de nuestras escrituras modernas que hacen coincidir (sin lograrlo del todo) un sonido con un signo, que no conoció el mundo sino hasta el alfabeto griego. Estamos acostumbrados, como si fuera natural, a un resultado milagroso en el que empatan dos funciones distintas de una lengua: el modo de la representación de sonidos y el recurso de operar pensamientos. Pongo una analogía: multiplicar 8 x 7 es automático porque uno ya se la sabe; quizá Virgilio o Augusto se supieran también de memoria la multiplicación de VIII x VII. Pero ¿qué hacía un romano para multiplicar CXLVI por CCVII? Sacaba un ábaco: tres bolitas, ninguna, dos, dos, dos, y escribía: XXXCCXXII con una línea continua sobre las tres primeras X. En cambio, no es gran reto obtener el resultado de 146 x 207 utilizando solamente los propios números arábigos, lápiz y papel: 30222. Es decir: la representación escrita es la misma de la operación. El trazo sirve para la mecánica de pensar y resolver. Los números arábigos tardaron mucho en llegar a las culturas europeas. La Margarita Philosophica, uno de los primeros libros en proponer el uso de números arábigos

JULIO HUBARD FOTOGRAFÍA EFE

en vez de romanos, se publicó hasta 1503. En Archive.org puede consultarse un facsímil electrónico, y en la página 161 (aunque el libro no tiene numeración de páginas, cosa común hasta el siglo XVII, cuando los números arábigos ya fueron parte de la escritura común) aparece el famoso grabado que confronta a Pitágoras y su ábaco, con Boecio y sus números. El asunto sonoro de un lenguaje es el primero: se puede hablar perfectamente con un niño, un analfabeta, un ciego, se puede hablar por teléfono.

El rango sonoro es mucho más complejo que los signos que buscan representarlo

El recurso de la escritura, cosa visual, es una técnica aprendida y siempre a la zaga de la sonoridad. Todas las lenguas tienen sus zonas oscuras entre lo oral y lo escrito porque el rango sonoro es mucho más complejo que los signos que buscan representarlo… y los entuertos que de ahí salen pueden atisbarse en una pequeña obra maestra: Walter J. Ong, Oralidad y escritura (FCE, México). Algo semejante a la operación aritmética sucede con la escritura y lectura de las palabras: los sistemas de escritura fonéticos, en que coinciden un fonema con un signo, tienen la misma ventaja de los números: la representación gráfica es de suyo la mecánica de pensar. Con otros sistemas, los jeroglíficos, pictográficos… hay que hacer operaciones de modo distinto, en otro medio que sus representaciones.

Tablilla con rastros de la escritura protoelamita.

Para nosotros, a diferencia de un egipcio antiguo o de un maya, la escritura es un modo de pensar. Igual que con los números: es raro hallar alguien que pueda realizar mentalmente, con velocidad, operaciones en las centenas o mayores. Pero es aun más raro hallar quien no pueda sacar su lápiz y mecanizar la respuesta en muy poco tiempo. No sabrá cuánto da la operación, pero sabe cómo llegar a la respuesta. Unamuno escribió un ensayito: “Pensar con la pluma”. Cualquiera que haya escrito algo más extenso a una cuartilla sabe que la idea comienza como si fuera clara y distinta, pero pronto el pensamiento que la va escribiendo toma un curso propio. Una unión de cosas que parecían contiguas, de pronto empieza a beber tinta, o teclazos, y termina persiguiendo fantasmas… Unamuno recuerda a Plotino: no escribía lo que había pensado sino que escribía para pensar. O para espolear la imaginación; por ejemplo, la genial novelita de Lawrence Sterne, Tristram Shandy. Y recuerdo El agua grande, de Hugo Hiriart. Novelas que comienzan por su pura escritura y se convierten en maravillas literarias. ¿Sería imaginable que un antiguo egipcio decidiera ponerse a escribir para ver qué se le iba ocurriendo? El caso es que este desciframiento me provoca otra analogía: los retratos que se regeneran electrónicamente; por ejemplo: Breathtaking Historical Portraits Brought To Life Using AI Stuff, en YouTube. Notable que las imágenes más impactantes son las que se generan de pinturas y dibujos, de suyo imaginarios, no tanto las que vienen de fotografías. Igual, la invención sonora del elamita es una forma de realidad aumentada.

_


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.