Silvia Pinal: la estrella más grande de México José Luis Martínez S./ FOTOGRAFÍA: FILMS 59/ DE LA PELÍCULA VIRIDIANA SÁBADO 27 DE AGOSTO DE 2022 AÑO 19 - NÚMERO 1002 HOMBRE DE CELULOIDE FERNANDO ZAMORA El budismo y la conciencia de la muerte Foto: Burning Blue ENSAYO SARA SEFCHOVICH Gabriela Mistral: cien años de su paso por México Foto: Anónimo Suplemento cultural de MILENIO LABERINTO
-02- 27 DE AGOSTO 2022ANTESALA
E l árbol de la vida de Te rrence Malick es una película muy ambiciosa. Para contar la muerte de su hermano, el director recrea la historia del cosmos de prin cipio a fin. Memoriade Apichatpong Weerasethakul (disponible en Mu bi) comparte esta misma ambición y produce un estado de ánimo similar. La diferencia estriba, sin embargo, en que, a diferencia de las respuestas que ofrece El árbol de la vida, las de Me moriano son cristianas, sino budistas. Weerasethakul es tailandés. Memoria tiene en su equipo de producción al mexicano Julio Chavezmontes, la pro tagonista, Tilda Swinton, es escocesa, y en el diseño sonoro (fundamental para entender esta película) participa el también mexicano Sebastián Pérez Aguayo. La película sucede, además, en Colombia. No resulta casual que Memoriasea producto de un esfuerzo internacional. Como en ElTíoBoon pasadasmeequienpuederecordarsusvidas,dirigidaporelmismoWeerasethakul,lacosmogoníaenqueestábasadaestahistoriasuponequenuestrasalmasmigrandecuerpoencuerpoyportantodenaciónennación.EnMemoria,Jessicadespiertademodorepentino.Haescuchadounruido.Mástardelodescribecomoalgosimilara“unaenormeboladeconcretocayendoenunfondode
Acotaciones
La cosmogonía en esta historia supone que nuestras almas migran de cuerpo en cuerpo
l uso continuo de la segunda per sona es el único procedimiento que tengo a la mano para cons truir tu fantasma. No he cambia do el escenario ni la utilería. En una esquina del comedor siguen las siete ca jas de medicamentos, el jarabe contra la tos, el nebulizador, el oxímetro, el instrumento para cortar pastillas, la libreta con las instruccio nes médicas, las hojas con el registro cotidia no de tus signos vitales. Encima de esta especie de túmulo he puesto dos listones negros, co mo rutas paralelas. A diario se desacomodan. El rojo de una de las cajas empieza a opacarse. En el pequeño banco junto al equipal está el libro que dejaste a la mitad: Collected Poems de Philip Larkin. “Estoy donde quiero estar”. Martillo del sol. No son misteriosas las rimas; simplifican los sentimientos o complican las certidumbres. Unresting death, a whole day nearer now,/ Making all thought impossible buthow/AndwhereandwhenIshallmyself die. Un amigo me señala que, oficialmente, al duelo le corresponden cinco etapas: nega ción, ira, negociación, depresión, aceptación. Comenta que me he atorado en la ira. Guardo silencio por amabilidad —rasgo que no suele caracterizarme—, pero sobre todo por no dar le la razón, pues mi respuesta sería iracunda. Sé que mis amistades se preocupan: no saben cómo ayudarme. Una amiga me aconseja que viaje; otra, que me mude o me vaya a trabajar a una oficina. Un amigo me llama al gunos lunes por la mañana y me pre gunta cómo estu vo mi fin de sema na. El sábado vol ví a ver con cierto entusiasmo Mujer bonita y el domin go al mediodía, varios episodios de la segunda temporada de Seinfeld. “¡Ay, increíble!” Me llegan mensajes desconcertantes: “pienso en ti muy seguido” y debajo, una imagen que se mueve. Doy las gracias. He notado que a veces perturba la mención de tu nombre. El esposo de una amiga interrumpe mi breve anécdota sobre uno de nuestros últimos paseos para contarme sobre sus pesquisas siquiátricas. Mi amiga me explica que lo hace por mi bien: “so lo quiere distraerte”. ¿Por qué? He leído múl tiples libros acerca del duelo. El más preciso, el que mejor describe el malestar es Nivelesde vida de Julian Barnes; en específico, el tercer ensayo: “La pérdida de profundidad”. Según Barnes, el desconsuelo ordena y realinea a la gente que rodea al desconsolado; un circuito de planetas nerviosos en un cielo contraído. “No la volveré a ver, a oír, a tocar, a abrazar, a escuchar; no volveré a reírme con ella”. No vol veré a dormir contigo. Muerte es muerte. En el Canto XVI de mi Comedia apócrifa me di jiste: “seguro te vas a llenar de gatos”. No creo. Los dos que me acompañan son casi perfectos porque están dañados. Él es chaparro, de cola muy corta y no puede brincar; ella es flaca, in tocable y se esconde en su búnker cuando sue na el timbre. En las noches me acerco a tu urna y te hablo. En algún momento tendré que lan zar tus cenizas al célebre río que me indicaste. Queda lejos. Quizá me anime a aprender ale mán. Aberichbin _ EN EL BANQUILLO TEDI LÓPEZ MILLS Según Barnes, el ordenadesconsueloyrealinea a la gente que rodea al desconsolado
Memoria. Dirección: Apichatpong Weerasethakul. Tailandia, México, Colombia, 2021.
metal rodeado de agua de mar”. En una escena subsiguiente la vemos junto a una cama. En el hospital es tá muriendo su hermana. En torno a estas mujeres enfrentadas a lo inefa ble se teje una narración onírica. El sueño parece, sin embargo, una cinta de Moebius en el siguiente sentido: llegado el final, y con el mismo rui do, no es posible saber el momento en que comienza y termina la expe riencia que propone esta película. Si la visión de Terrence Malick es lineal, como plantea el mundo ju deocristiano, la de Weerasethakul es circular. Queda a cada uno inter pretar si Jessica está despertando o apenas ha comenzado a soñar. Memoria es una obra de arte, ante todo, porque exige ser interpretada. Y, como en el gran arte, si bien hay infinidad de interpretaciones po sibles, no significa que todas sean válidas. No es válido, por ejemplo, suponer que no estamos recibien do una historia. Para entender lo que estamos viendo es necesario, sin embargo, abrir los ojos y sobre todo escuchar. Hay una mujer que junto a un río encuentra a un hom bre que no solo recuerda sus vidas pasadas, también sus vidas futuras. El tiempo carece de sentido porque, además, este hombre recuerda la vi bración de una piedra y el aullido de los monos en la montaña. Recuerdo tantas cosas, dice él, que no necesito salir de este pueblo. No necesito ver ni cine ni televisión, comenta, por que me duelen todos esos recuerdos. Cuando él y ella finalmente se tocan, ella puede por fin escuchar lo mismo que él, la muerte de un ser querido, un poema, violencia, y el sonido del inglés y el español. No sufras, dice él, estos recuerdos no son tuyos. Pero ella ha encontrado que Jessica es él y juntos son todos. O mejor, todo. Han sido seres humanos y, como el tío Boonmee, han sido simios y la mujer que los mira morir en la cama. Ahora recuerdan también el futuro. ¿Ella está despertando o ha comen zado a soñar? No podemos saberlo. Ella es todos y es todo. Una piedra y algo que se mueve al otro lado del cosmos. Muy lejos del New Age que admite cualquier interpretación re ligiosa, Memoria es la puesta en es cena de las respuestas que ha dado la civilización budista a una de las preguntas que más duelen: ¿por qué tenemos que ver morir lo que más amamos? _
El jardín de la memoria infnita HOMBRE DE CELULOIDE
E
FERNANDO ZAMORA @fernandovzamora FOTOGRAFÍA BURNING BLUE
-03-27 DE AGOSTO 2022 MARCO ANTONIO CAMPOS
Lisboa, noviembre
EX LIBRIS Minotauro/ EKO ANTESALA Seducciónybarbarie
ESCOLIOS
Pero así, ¿cómo así?, como si hubieras delegado a otro hombre mandar cartas a Ophélia, para que ese Fernando, que no eras tú, que no fueras tú, o quizá, como si lo fueras, tuviese una silhuetaesguia, tan cerca en el trabajo y tan lejos de tu cuerpo, pero el otro, que eras tú, o alguien parecido a él, en el múltiple juego, comenzó a enamorarse, la locura y la muerte merodeaban, y Ophélia, quien sabía lo frágil que eras, quien sabía que no sabías sentir lo que sentías, que las manecillas no marcaron en tu reloj instantes para la dicha, ¿o era otro?, ¿acaso Álvaro?, y Ophélia dio oídos a la fuga, y se puso a ordenar tus cartas y mensajes —tal vez el Tajo se alejaba, tal vez los árboles en Lisboa deshojarían otoñalmente, “tal vez Fernando —dijo Ophélia—, por jugar con máscaras, por más búsquedas que ha hecho, por esta vez se le olvidó, o mejor, quiso olvidar, dónde perdió la cara”.
ARMANDO GONZÁLEZ TORRES @Sobreperdonar En el nazismo hay un deutópico,elementounapromesaredención
D etrás de los hechos de maldad más desconcertantes y gratuitos, sue le haber símbolos perversamente sofisticados. En su revelador Dic cionariocríticodemitosysímbo los del nazismo (Acantilado, 2003), la escrito ra y germanista española Rosa Sala Rose hace un recuento exhaustivo del sustrato simbólico, los razonamientos pseudocientíficos y las qui meras que plagaron el discurso, la política pú blica, la empresa bélica y la vida cotidiana de la Alemania nazi. En el nazismo hay un elemento utópico, una promesa de redención en la que se mezclan diversas fuentes intelectuales, religio sas y mitológicas. La moderna cultura alemana busca apropiarse de la herencia griega o de al gunos clásicos modernos (en La muerte de la tragediaGeorge Steiner narra la curiosa inten tona de algunos filólogos románticos para “de mostrar” que Shakespeare había sido alemán). Igualmente, exalta y rastrea la prosapia más prestigiosa para sus creaciones locales y sus ex presiones populares. Como señala Rosa Sala, la cosmovisión nacionalsocialista es indisoluble del mito ario, el cual tiene una larga genealogía y “evoluciona” hasta convertirse en la noción de una categoría racial superior, cuya pureza y esplendor deben impulsarse. Así, la noción de raza se espiritualiza e incluso se acuña el tér mino de “alma racial” para designar una serie de facultades intelectuales y morales que se derivan de una determinada constitución y apariencia física. Este nacionalismo racista se conjuga con un po deroso aire ocultista y esotérico.Deestas distintas fuentes abreva Hitler: en su lalanocióndisparatadasupremacistapreservacióndepurezaexplicael éxito de las naciones y la felicidad de sus ciudadanos. Por eso, el mesiánico guía aspira a restaurar las raíces de la nación alemana y a limpiarlas de las hibridaciones que la han debilitado. Esta perspectiva concibe la violencia como una fuerza purificadora y vislumbra una batalla definitiva entre el bien y el mal. También considera que la historia tiene un cometido y que hay generaciones predestinadas para cumplir una función esencial en ese despliegue. Rosa Sala se interna con deslumbrante erudición y poder narrativo en las raíces y la aplicación práctica de los distintos mitos y símbolos del nazismo, desde la esvástica, las antorchas o el vegetarianismo hasta las patrañas que circularon durante la guerra (y facilitaron su prolongación a un altísimo costo humano), como la existencia de un arma milagrosa que, en última instancia, daría la victoria a los alemanes. La autora llega a la inquietante conclusión de que este extendido entramado simbólico no solo constituyó la clave común de un grupo de maniáticos, sino un conjunto de prejuicios e ilusiones ampliamente difundidas en la modernidad. Por eso, aunque esta parafernalia no deja de causar reserva y repulsión, conocer su contenido y capacidad de seducción, que tanto daño y dolor produjo en muchas generaciones, contribuye a nunca más caer en sus hechizos. _
29, 1920 POESÍA
Silvia Pinal nació en el puerto de Guaymas, Sono ra, el 12 de septiembre de 1931. Próxima a cumplir 91 años, reci birá un magno homenaje “por su legado artístico y cultural a Mé xico” en el Palacio de Bellas Ar tes, donde estudió con grandes maestros. ¿Qué significa para usted este reconocimiento orga nizado por la Secretaría de Cul tura? “Es algo muy importante, como una señal de adiós, aunque espero que el adiós todavía tarde”, me respondió, bromista, el pasado miércoles en una breve llamada tele fónica para avisarle de la publicación de esta entrevista inédita, realizada el 27 de septiembre de 2014 en el Museo de Arte Moderno (MAM), por iniciati va de la entonces directora, Sylvia Na varrete. Le pregunté también si ha si do feliz: “Sí —me dijo—, he tenido mo mentos difíciles, pero sí he sido feliz”. El siguiente es en realidad un frag mento de aquella larga y divertida charla en el MAM, en la que Silvia re cordó su carrera, sus amores y, sobre todo, su experiencia con Luis Buñuel. Ganadora de la Palma de Oro del Festival de Cannes por Viridiana, protagonista de más de 80 pelícu las, infatigable promotora del teatro musical en México y pionera de la televisión, donde ha mostrado to das sus facetas: actriz dramática, cómica, bailarina, cantante, Silvia Pinal es, qué duda cabe, la estrella más grande de México, En el Ustedcinehace su debut en cine en 1949 en El pecado de Laura y un año después participa con Cantin flas en Puerta,joveny con Tin Tan en Elreydelbarrio. ¿Cómo fue tra bajar con estos dos grandes come diantes mexicanos? Con Cantinflas hice un papel peque ñito (una muchacha discapacitada), no era muy bueno, pero fue una gran oportunidad. Don Mario tenía la cos tumbre de escoger entre las chicas que empezábamos a la que más le veía cuerpo pa’chaleco… y así salimos
-04- 27 DE AGOSTO 2022DE PORTADA En entrevista, Silvia Pinal rememora su carrera sus amores y participaciones con f guras ”Fue un regalo trabajar con
JOSÉ LUIS MARTÍNEZ S. FOTOGRAFÍA FOTOTECA MILENIO
muchas que le debemos el impulso en nuestras carreras. Don Mario muy serio, aunque de repente soltaba un chiste que una decía: ¿me río me río? Era una gran persona. Me vió muchísimo hacer ese papel con porque luego comencé a hacer cosas más importantes; fue una gran ayuda. ¿Y con Tin Tan? Tin Tan era otra cosa, creo que mejor actor que hemos tenido, un tor completísimo, gran bailarín, cantante, cómico extraordinario, persona fabulosa. Yo hice una escena con él que me impresionó mucho vizcondedeMontecristo, de 1954). subía a una mesa y comenzaba a pelear con una espada en una mano y una tola en la otra. Tenía una extraordina ria agilidad mental y de movimientos. Además, era muy besucón, según dicen. Jajajaja. A mí no me tocó que me besara, pero era como chupón, tenía su boquita gorda, gorda… Era muy respetuoso del chupón es un chiste, que conste. En ¿CómoalternóUnextrañoenlaescalera(1955),conArturodeCórdova.fuesuexperienciacon Primero, era un actor extraordina rio, con una voz fantástica. Con ví algo muy bonito. Yo no tenía expe riencia y él, con (José María) Lina res-Rivas y don Andrés Soler, que eran grandes figuras, me arroparon. Aprendí muchas cosas con ellos.
Otro de los actores con los que bajó fue Pedro Infante. Ese era otro boleto. Pedro era tan cillo, tan inmensamente sencillo yo al principio no sabía cómo tratarlo, era una figurotota. Su mamá, doña quita, le llevaba la comida al set en canasta, y yo era requerida. Me doña Cuquita: “Vente, hija, vente mer”. Y ahí nos sentábamos a entrarle a la taquiza, comíamos rico y nos mos mucho, fueron momentos significativos. Él y Tin Tan me enseña ron que se podía ser famoso y al mismo tiempo simpático y sencillo. Fue suerte trabajar con ellos. En 1959 usted estelarizó, con Vittorio de Sica, Uominienobiluomini amorySilvia) dirigida por Giorgio Bianchi. En esa película, por cierto, también actuaba Elke Sommer.
Gustavo le respondió: “No se preo cupe, yo voy a hacer mis ahorros”. Y cuando lo volvimos a ver, llegó con un cheque del doble de lo que cobraba Buñuel, porque habíamos investi gado y ya sabíamos cuánto cobraba. Cuando don Luis vio el cheque le dijo a Gustavo: “Está usted equivocado”. Él le contestó: “¡No me diga usted que es más!” Con eso se lo echó a la bolsa y fue su adoración, fue como un hijo adoptivo porque Gustavo le conseguía lo que don Luis pedía, lo que fuera. Así logramos hacer Viridiana(1961) y Elángelexterminador. Viridiana la filmamos en España, con Franco en el gobierno. Gustavo decía: “Yo no trabajo con ese señor ahí”, y don Luis le respondía: “Usted ni lo va a ver, qué le importa”. Lo convenció, comenzamos a filmar y, claro, el go bierno estaba ahí, encima de nosotros para ver qué hacíamos, pero don Luis era muy hábil, hizo unas escenas fan tásticas, Franco las mandó pedir, las vio y nunca le cayó el veinte de lo que estaba haciendo don Luis, nunca, y, pues, pasaron y ahí está la película. La película, según se sabe, estuvo a punto de ser destruida por la cen sura franquista, y usted tuvo mu cho que ver para salvarla. Pues sí, era mi hija predilecta, la de fendí y la saqué de España.
carrera como actriz, de los escenarios con Buñuel”
Había vivido un tiempecito en Roma, ahí conocí a Elke. Ella no hablaba más que alemán, ya se imaginará nuestros diálogos. Yo champurreaba el italiano y medio me daba a entender, pero ella so lo hablaba alemán y los técnicos me ja laban para que le explicara algo o la lle vara a comer porque nadie le entendía. Trabajar con De Sica fue una expe riencia preciosa. Era simpático, un caballero, un galanazo, tenía tres mu jeres el malvado. Fue un hombre que bebió y regaló felicidad. Era un gran actor, director, escritor, un persona je muy importante. Tuve la suerte de tratar bastante con él, hicimos la pe lícula y visitamos muchos lugares de Italia. Conocerlo fue algo fantástico.
movimientos.bailarín,MarioimpulsoerasoltabaríoonoMesirconél,cosasayuda.queeselunacgranyunaescena(enEl1954).Sepelearunapisextraordina según respetuosoboquitabesara,yloconste. Córdova.(1955),él? extraordinaélviexpeLinaqueyaarroparon.ellos. que tra tan sencillosenquetratarlo,doñaCuenunadecíaventeacoentrarlenosreíamuyenseñamismoFueuna Vittorio(Pan,Giorgiocierto,
Buñuel, todo era con un doble sentido muy especial, pero pudo exhibirse. Después llegó Elángelextermina dor, en 1962. Don Luis quería hacer esa película en Inglaterra, en Londres. Era una película para hacerla allá, pero no pudimos, era imposible para noso tros por lo que costaba. Gustavo le dijo: “Don Luis, vamos a hacerla en México”. Lo convenció y así fue co mo hicimos la película aquí. Simón del desierto (1964) fue su último trabajo con Luis Buñuel. Para mí es mi mejor pelí cula, la quiero mucho. El papel del diablo es una ma ravilla; era un diablo medio lelo, no era malo. Se va a la discoteca a bailar rocanrol. Cantaba y jugaba alrededor del santo (Claudio Brook), le sacaba la lengua y hacía de todo para hacerlo caer en tentación. Don Luis de cía: “Es un diablo bastante bonito, muy simpático”.
mi casa con un gran arquitecto (Ma nuel Rosen Morrison), que era ad mirador de Rivera. Un día me dijo: “Te quiero presentar con el maes tro Diego, está aquí cerca, en Alta vista. A lo mejor te pinta”. “Qué me va a pintar —le respondí—, y luego, cuánto me va a cobrar”. Quién sabe qué le habrá dicho el arquitecto, pero el maestro me recibió muy afectuosamente y me dijo: “Por qué no la pinto…”. “Ay, maestro es que…”. Yo no sabía có mo decirle cuánto me va a cobrar. “Sí, ándele, la pinto”. Le pregun té al arquitecto como en cuánto me saldría la pintura y me dijo. “Que te pin te y luego, si le puedes pagar, bien, y si no, que se quedé con el cuadro”. Con esas condiciones… acepté. Entonces me co menzó a pintar, y fue un agasajo porque era muy mentiroso. ¡Inventaba unas historias, Dios mío! Además de actriz, us ted ha sido empresaria y productora de obras como La señorita de Tacna, de Mario Var gas Llosa, con Marga rita Gralia. ¿Cómo des cubrió esta obra, por qué eligió a Margarita como protagonista? Fue una cosa muy curiosa. Estaba en Buenos Aires y fui a comer a casa de una condesa que conocía a Vargas Llosa. En la comida me dijo: “Tú de berías hablar con Vargas Llosa por que tiene una obra que te iría muy bien, la están haciendo en este mo mento, ¿por qué no vas a verla?” Fui, la estaba protagonizando una actriz muy famosa, y pensé: “Qué papel tan precioso”. Me puse a platicar con la actriz y me comentó: “Si quie res, yo consigo que te reciba el autor para que le compres los derechos”. Él estaba en España y hablamos por teléfono, se portó muy amable con migo, me dijo que pasara por el li breto a Perú, que él iba a avisar para que me lo dieran. Cuando comencé a buscar el reparto, encontré a Mar garita Gralia. Era una belleza, le dije de qué se trataba la obra y que debía salir desnuda, y le encantó la idea. En la televisión Otro de los medios en el que ha he cho historia es la televisión, lo mis mo en teleteatros que en programas cómicos, telenovelas y series como Mujer,casosdelavidareal.¿Qué ha sido la televisión para usted? Ha sido básica, soy pionera de la te levisión. Nosotros comenzamos a trabajar en Televicentro, en el Es tudio A, que era el único que exis tía, con Sergio Corona, con Silverio Pérez, con el maestro Juan García Esquivel en la orquesta. Empeza mos haciendo programas en vivo, que a la gente le gustaban mucho. Bailábamos, cantábamos, contá bamos chistes. El maestro Silverio Pérez cantaba con su mujer, hacía mos cosas que a la gente le encan taban. Tuvimos mucho éxito, y de ahí en adelante seguí haciendo te levisión. Me gusta mucho. _
¿Cómo lo hicieron? Fue muy sencillo, imaginábamos co sas peores de lo que realmente pasó. Juan Luis Buñuel se había unido a nosotros y decía: “No van a poder sa car la película, Gustavo, los van a aga rrar en la frontera, los van a meter presos”. Gustavo le dijo: “No va a pa sar nada”. La película viajó escondi da en una camioneta llena de capotes y espadas de torero, sin latas ni nada. Nadie se dio cuenta y así libramos a Viridianadel gobierno de Franco. ¿Cómo fue la recepción en México? Tardó muchos años en exhibirse, diez años para que dieran los permisos. Se había visto ya en Francia, en Alemania, con un éxito extraordinario, pero ni en España ni en México la pasaban, hasta que llegó un momento en que Gustavo habló con una señora que era directo ra de Cinematografía, no recuerdo su nombre ni sé cómo la convenció, pero ella dejó pasar la película. No tuvo mu cho éxito porque era una película… de “Viridiana se había visto en Francia, en Alemania, pero ni en España y México la pasaban”
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Después de divorciarse de Rafael Banquells, su primer esposo, se ca só con Gustavo Alatriste, quien fue determinante para que usted fil mara con Luis Buñuel. A Buñuel yo lo busqué, lo perseguí has ta que logré que me hiciera caso. Le di je que quería hacer una película con él. Me respondió: “¿Pero, por qué? Yo no hago cine como el que usted hace, pelí culas muy bonitas” —lo había llevado a ver cobroporqueyayudaríaunLuisquétrabajarquedepresentó.Alonso,él,dijeeraanalizabapersona,conParaMistresviudasalegres(1953).mífueungranregalotrabajarél,porqueapartedeserunagranunhombreculto,quesabíayloquehacía,comodirectorextraordinario.Yoloperseguí,lequequeríahacerunapelículaconyenesomeanimómuchoErnestomigranamigo,quienmeloHabíamoshechounaobrateatro(Lased)ymedecía:“TienestrabajarconBuñuel,tienesqueconBuñuel”.AsíqueBuñuelmepreguntóporqueríatrabajarconél:“Ay,don—ledije—,porqueustedtienenombre,unprestigio,yamímemuchotrabajarconusted”,puessí,afortunadamenteaceptó.Gustavoseportómuygeneroso,donLuisdijo:“Yosoycaro,porelguionyporladirección”.
¿Por qué esa película no llegó a ser un largome traje? Dura 42 minutos. La idea de don Luis era ha cer tres cuentos. En aquel tiempo se usaban mucho las películas de tres episo dios. Dijo: “Vamos a hacer tres episodios, uno en Italia, otro en In glaterra y otro en México”. Para Italia hablamos con Fellini. Dijo que sí pero quería que entrara su esposa, Giulietta Masina, y no acepté. Don Luis me dijo: “No, japonesa —así me llamaba—, si usted quiere hacerla, hágala usted”. El chiste es que fuera una actriz con tres directores distintos, ese era mi sueño. Pero escogíamos puros directores que estaban casados y querían meter a sus esposas. No se pudo, pero me quedé con mi Simóndeldesierto. ¿Cómo dirigía Buñuel? Más que dirigir, platicaba con uno, con todos los actores, decía: “¿Tú qué piensas?, ¿cómo ves esto?” Recibía la opinión de todos, era magnánimo y aceptaba nuestra colaboración, y cuando algo no le gustaba, lo decía. A usted le ofrecieron irse a Ho llywood y no quiso, ¿por qué? Era muy difícil hacerlo, yo ya tenía un nombre en mi país, ya había hecho pa peles estelares, cosas importantes, y de pronto me decían: nosotros la con tratamos, la metemos a estudiar, le pa gamos su escuela, sus estudios, su ali mentación, su hospedaje, y al cabo del tiempo, cuando se reciba y comience a trabajar profesionalmente, nos pa ga todo el dinero que hemos invertido en usted. Además, el cine mexicano te nía buen cartel en todo el mundo y yo estaba metida en ese cartel. Entonces, no quise empezar de nuevo. En el teatro, y con Diego. Usted ha incursionado con éxito en todos los medios. En teatro, por ejemplo, hizo ElcuadrantedeSole dad, de José Revueltas, con esceno grafía de Diego Rivera. ¿Cómo fue su relación con él? Muy buena… Yo estaba construyendo
El homenaje a Silvia cupo17:45partirentregadosaccesoLosBellasPalacioPrincipalen19:00agosto,caboseDianaconducidoPinal,porBracho,llevaráael29dealashoras,laSaladeldeArtes.boletosdeseránadelashorasconlimitado.
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LITERATURA ENSAYO
4 Para ella la única razón de ser de la mujer es la maternidad: madre material y espiritual, toda deber, servicio y virtud, toda paciencia, oración y caridad.
Pero si recapitulamos sobre lo que hizo, vemos que Vasconcelos se propuso educativarevoluciónuna que correspondía a la revolución social que se había vivido, pero a quien invitó a preparar el libro de texto para niñas tenía una visión nada revolucionaria.
6 Isabel Prieto de Landázuri: en José María Vigil, , UNAM, México, 1952. 7 Julia Tunón: , Planeta, México, 1987. 8 Sara Sefchovich:,UNAM,México, 1997.
4 Lucía Guerra-Cunningham: “¿Qué escriben las mujeres?”, , número 10, México, octubre de 1979.
El de las niñas, en cambio (Lecturas paramujeres), lo hizo Mistral y su título no reconoce la diferencia entre mujeres y niñas. Si el objetivo del de los niños era “estimular la imaginación”, como dice José Joaquín Blanco, 3 el de las niñas era despertar los buenos sentimientos y reforzar los valores tradicionales. Y es que Mistral consideraba que el lugar del “sexo femenino” era el ámbito doméstico y su misión el cumplimiento del papel de madre, cuidadora y educadora.
Carmen Boullosa: ElsolitarioAtlántico Y, además, en nuestra edición digital:
¿Quiere decir que Mistral no supo, o si lo supo lo ignoró, lo que estaba sucediendo con los movimientos de mujeres en el mundo (incluido en su natal Chile y en México) donde SARA SEFCHOVICH FOTOGRAFÍA LA TERCERA
Cuando en 1924 cayó Vasconcelos, Mistral empezó a ser agredida por extranjera y se corrieron chismes sobre su persona, de modo que le preparó un rápido prólogo al libro, en el que se disculpó por haber aceptado el encargo, y al que firmó sin su nombre, solo como “La recopiladora”, para inmediatamente salir del país con la humillación que le hizo mucho daño. El libro no cumplió nunca el objetivo para el cual fue hecho, pues solo se editaría muchos años después por una editorial privada y hasta fines de los años ochenta, la propia SEP haría una edición conmemorativa, que yo prologué.Esteaño se cumplen cien años de la llegada de Mistral a nuestro país. Por ello se han hecho festejos, en los que se han dicho maravillas sobre su poesía, su pensamiento, su ejemplo.
Durante dos qué vino Gabriela Mistral a México hace cien años?
1
Sara Sefchovich: “Introducción” a Gabriela Mistral, , SEP, México, 1988.
3 José Joaquín Blanco: Vasconcelos, Fondo de Cultura Económica, México, 1980.
años permanecería en el país para cumplir con el encargo. Llama la atención que el gran gesto revolucionario que fue considerar que las niñas debían también recibir educación escolarizada se hizo a partir de la idea de que ese aprendizaje no debía ser igual para ellas que para los niños. Por eso se encargaron dos textos: el dedicado a los varones (Lecturas clásicas para niños) fue preparado por varios autores destacados de entonces, como Salvador Novo, José Gorostiza, Xavier Villaurrutia, Francisco Monterde, Jaime Torres Bodet, Bernardo Ortiz de Montellano, y consistió en una antología de lecturas clásicas que incluían pasajes de la Biblia, la Ilíada, el Quijote, obras de Shakespeare y otros, y además estaba ilustrado por los mejores dibujantes del momento.
domésticoera“sexoqueConsiderabaellugardelfemenino”elámbito
5 Por eso incluyó en el libro pasajes sobre la vida en familia, el amor filial, los objetos cotidianos, animales, plantas, sacados de Pascal, Alfonso Reyes, Kierkegaard, Martí, Ruskin, Tagore, Darío, Gorki, y de escritoras como Selma Lagerlöf, Sor Juana, María Enriqueta Camarillo y suyos. Los textos elegidos tenían en común una intención pedagógica y moral según las cuales la entrega de la mujer al hogar debía ser total: “Vivir para otro, a través de otro”, como escribió una poeta del siglo XIX,6 cumpliendo el papel de “dulce compañía, ángel del hogar, depósito de la confianza, consuelo en las desgracias”, como dijera José María Vigil.7
2 Palma Guillén: “Introducción”, a Gabriela Mistral,,Porrúa, México, 1981.
A Mistral la llamaron para participar en el nacimiento de un mundo nuevo, pero ella no quería eso, al contrario, deseaba un mundo en el que prevaleciera una idea de lo bueno y lo moralmente correcto, que era romántica y arcaica incluso entonces. _
5 “Esta es la sensibilidad de las poetas del siglo XIX”, afirma Carlos Monsiváis en “De la construcción de la sensibilidad femenina”, , número 49, México, diciembre de 1986.
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La poeta chilena, de Literaturaen1945.
E l proyecto educativo de José Vasconcelos partió del deseo de elevar a México y a los mexicanos hasta “la cima de lo humano”, gracias al trabajo y al saber. Desde la Secretaría de Educación Pública que él creo, puso en marcha una cruzada educativa y cultural que se proponía formar hombres nuevos, que no solo tuvieran conocimientos sino también moral, que no solo aprendieran aritmética, historia y geografía sino también ética, estética, civismo y hasta higiene, pues saber utilizar el jabón le parecía tan importante como leer a Tolstoi. Se propuso abrir escuelas y museos, y capacitar a maestros para que fueran a todos los rincones del país a “aumentar la capacidad productiva de cada mano que trabaja y la potencia de cada cerebro que piensa”. Editó miles de ejemplares con las obras maestras de la cultura universal y con consejos prácticos de higiene, dibujo, agricultura y de ciencia industrial, que se vendían a precios muy bajos y estaban en las bibliotecas públicas. Convocó a intelectuales y artistas, para que “salieran de sus torres de marfil” y se unieran a la gran tarea de redención nacional. También invitó a quienes consideraba “cumbres de la raza”, que eran intelectuales de prestigio del continente.1 Entre estos estuvo la poeta y maestra chilena Gabriela Mistral. ¿Por qué ella? Porque ambos compartían el “anhelo iberoamericano”: la idea de una América que no siguiera el modelo europeo ni estadunidense, sino que fuera “el gérmen de una civilización nueva, de una cultura original, una personalidad independiente”, que fundaría su futuro y grandeza precisamente en lo que se había considerado su desgracia: su geografía y sus culturas originarias. Mistral admiraba a Bolívar, Sarmiento, Rodó y Martí, y su poesía le cantaba a la naturaleza, al maíz y a los héroes de la historia. Gabriela desembarca en México en 1922, “Una joven alta, de cabellos casi rubios, delgada, de ojos verdes y muy hermosas manos”, escribió Palma Guillén, “mal vestida, mal fajada, con sus faldas demasiado largas, sus zapatos bajos y sus cabellos recogidos en un nudo bajo”.2 Vino para colaborar con Vasconcelos en una tarea específica: la de escribir el libro de texto para la enseñanza de las niñas.
desde fines del siglo XIX se empezaron a organizar para exigir derechos? Querían votar y ser elegidas, tener igualdad de oportunidades, protección a la mujer y acceso a la educación. Exigían reparto agrario equitativo para ambos sexos, derechos sindicales, e incluso control de la natalidad.¿Yquiere decir que tampoco supo, y si lo supo lo ignoró, lo que estaban escribiendo las mujeres de su época sobre el profundo descontento por las convenciones que las limitaban al hogar y al matrimonio, a la existireconómicadependenciayalsubordinado?8Nosésilosupoono.
Solo sé que para ella “No es la inteligencia sino el corazón lo que nos dará la solución de cada problema vital y no son los valores intelectuales sino las virtudes”.
Turner 291México,Noema2022páginas Blanco Móvil En su más reciente entrega, la revista dirigida por Eduardo Mosches ofrece algunas aproximaciones al maridaje entre los géneros musicales y la poe sía. Del bolero al rap, del rock en es pañol al influjo de Jaime López, y de las bandas que animaron la década de 1960 a la poética del tango, los ensayos convocados invitan a sacudir el alma.
Varios Número 153-154 México, 2022 88 páginas Bueno, aquí estamos Un maestro de ceremonias, un mago con grandes dotes y una ayudante en cantadora, la reina del acto estelar de ilusionismo, conforman un extraño trío en un balneario inglés durante la década de 1950. Aunque todo parece tocado por la gracia, un entorno de solador se extiende por doquier. Nada escapa al escrutinio de Swift. Graham Swift
525México,Almadía2022páginas Mujeres en la música en México Con el subtítulo Delagestaindividual alascolectivasfeministas, este apete cible volumen muestra el importante papel que las mujeres han ocupado en nuestra música popular y clásica: “han estado en todos los papeles del entra mado musical, silenciosas en algunos casos, silenciadas en otros, rebeldes en no pocos”, anota la editora. Yael Bitrán Goren (ed.) México,UNAM 2022 80 páginas www.librotea.com
El placer de leer
-07-27 DE AGOSTO 2022 VÍCTOR MANUEL MENDIOLA mendiola54@yahoo.com.mx Daniel Lezama: la poética de lo irreal E n la pintura de Daniel Lezama hay un efecto engañoso de abominable realidad excesiva: numerosos cuer pos desnudos, íntimas satisfacciones obscenas, bacanales nocturnas, ex cursiones secretas a cercanos parajes escondidos, el sexo de los niños, los pechos de una parturien ta, el hongo-hombre y el hongo-mujer, el Valle de México y sus montañas como las piernas abiertas al placer —y al delirio religioso—, los miembros erectos de los tímidos y fantasiosos adolescentes y, con frecuencia, la gran y oscura boca de la vaina, de la vulva, cuya imagen es, por una analogía ob sesiva de nuestro tiempo, la puerta hacia dentro o hacia fuera de la imaginación. Estas representaciones tan abrumadoras como fascinantes, por el don con el que están pintadas y por la espontaneidad de su compo sición, son mucho más que la realidad aludida o están por encima de ella o se encuentran en un más allá. Todas ellas en su craso realismo producen, contradictoriamente, lo no real, la ficción avasalladora de un yo proteico, la inti midad trocada en antropología y animalidad, la quimera que sustituye a la diaria existencia miserable. De este modo, tales representacio nes nos regalan un ideal brutal —por vasto— y atroz —por una vuelta interior al origen oscuro de la familia—. La imagen de México que Leza ma ha construido es irreal y sublime y, a la vez, primaria y basta. En los cuadros de la exposición del Museo de Arte Moderno de la Ciudad de México (2022) y en el reciente video Familia pródiga (Vaiven), dirigido por la pintora Valerie Campos, pode mos observar una obra con una fuerte unidad expresiva. En ella, el dibujo juega un papel cen tral. Las ideas del desnudo, del paisaje y de la naturaleza muerta cobran en la acumulación de actos y gestos un poderoso significado dra mático bajo el arte indefectible de trazar e ilu minar —hace mucho tiempo que en la pintura mexicana no surgía tal capacidad de comedia y tragedia—. Es como si Lezama nunca dejara de pensar que el movimiento de la línea y del color encuentra en las escenas y alegorías de la pin tura barroca uno de sus motivos fundamenta les. Así, él pone y fija sus cuadros en el instante de una acción doble: ora en la correspondencia entre formas memorables y arquetípicas, ora en la inevitable creación de una imagen del mundo por más ficticia que ésta sea. En su pintura, la intensa iluminación o el claroscuro, dosifica dos por el dibujo, producen actos teatrales de comprensión gestual y autoconciencia plástica. Hay muchos ecos, pero sobresalen las referen cias a varias pinturas de la gran tradición, como las de Jordaens, Velázquez y Goya; y las alusio nes a Balthus en La anunciación en el Cerro del Judío, a Wyeth en La mansión de la colina y a Fischl en La Venus. Tal vez el exceso de facili dad entraña un riesgo. A veces quienes miran los cuadros de Lezama temen o presienten, en la rapidez del dibujo y en una cierta ausencia de densidad cromática, un desvío hacia la ilus tración y el cartel. Quién sabe. Toda aventura, verdadera y rigurosa, avanza temerariamente. El realismo de Lezama es una acción implaca ble del espíritu del dibujo, sin el cual la pintura es como la poesía sin el verso. _ POESÍA EN SEGUNDOSNARRATIVA, ENSAYO
Emmanuel Gallardo 232México,Grijalbo2022páginas
184España,Anagrama2022páginas Así nació el diablo Este reportaje tiene como protagonis ta al Mawuchi, un joven delincuente que fue abriéndose paso en el mundo del hampa. De ser ladrón y narcome nudista, se convirtió en un sicario del Cartel Jalisco Nueva Generación. La cereza del pastel fue su participación en el asesinato de un par de israelíes en Plaza Artz.
Mejor que la fcción Han pasado diez años desde la primera edición de este muestrario de crónicas escritas en español, un amplio abanico de estilos, propuestas e inmersiones en la realidad hispanoamericana. Algunos de sus autores son ya nombres ineludi bles de nuestro atlas literario y nos con ducen hacia el encuentro con otras ma neras de estar en el mundo. Jorge Carrión (ed.)
Al Sur Este entrañable testimonio puede leerse en dos direcciones: como una declaración de amor incondicional por la Sierra de Juárez, en el Valle de Oaxaca, o como el diario de un esta dunidense, hijo de inmigrantes euro peos, que decide romper lanzas con su país de origen para rehacerse en un ámbito extraño, mágico y perecedero. Michael Sledge
La moda estoica BICHOS Y PARIENTES
JULIO HUBARD FOTOGRAFÍA WORD PRESS ecuestreEstatua enMarcoemperadordelAurelio,Roma.
tiene poco vigor. El famoso discurso de Pericles no me parece tan grandio so. Si le hubiese pedido una manita a Eurípides, le habría quedado sublime. El autor de Medea, Lastroyanasy Las bacantesno solo le habría mejorado el estilo, sino que le hubiese dado más dignidad a las palabras dirigidas a las mujeres, pues dice Tucídides que Peri cles apenas les da un breve consejo: “Si no se muestran inferiores a su propia naturaleza, su reputación será grande, y será grande la de aquella mujer cu yas virtudes o defectos anden lo me nos posible en boca de los hombres”. Si acaso sirve Montaigne como va ra de medir, veremos que hace mu chísimas referencias a Heródoto y muy pocas a Tucídides. Buena parte de las verdades no son eternas. En un tiempo lo quemaban a uno si negaba la existencia del pur gatorio, pero ahora se sabe que no existe más allá de la conciencia, ade más de aquellas fortunas que cobró la Iglesia por ir al cielo sin pasar por el purgatorio. Se acabó el negocio, se acabó el purgatorio. Pero sigue existiendo, pues está en el arte y la literatura, y tiene más sustancia la palabra de Dante que la de Dios. “Y cantaré de aquel segundo reino donde el humano espíritu se purga y de subir al cielo se hace digno”. Si Dante se ex presa mejor que Dios, entonces más elogio es para Dios llamarlo dantesco que para la Comedia llamarla divina. Y sí, Dios es dantesco. “Y comeréis la carne de vuestros hijos, y comeréis la carne de vuestras hijas, y pondré vues tros cuerpos muertos sobre los cuerpos muertos de vuestros ídolos, y mi alma os abominará”. Dios también es amor. No de la literatura, pero de la teo logía irán desapareciendo el cielo y el infierno tan temido. En la historia, por cierto, nunca han figurado. Mañana habrá otras verdades. Pe ro las mentiras de Heródoto seguirán siendo verdaderas. El historiador y geógrafo griego.
_ HERÓDOTO
Aveces, las disciplinas filo sóficas deciden ganarse el pan haciendo trabajo eventual en otros lados. Y les va mejor, en térmi nos de ingresos y ventas. Casi siem pre hay una tendencia más o menos filosofante en boga, como hoy les da a Harari o Han para hacerse muy fa mosos y mediáticos, pero de vez en vez sucede con antigüedades. En los años noventa fue muy diver tido observar la eclosión, como fuego de artificio, de Baltasar Gracián (16011658) entre casabolseros neoyorkinos. Una traducción al inglés del Oráculo manualyartedeprudencia se trans formó de lo que era —“laberintos, re truécanos, emblemas,/ helada y labo riosa nadería”, como dice Borges en su poema “Gracián”— en un best seller que le franqueó el acceso al altar del dios de los mercados y las estrategias bursátiles, junto a Maquiavelo y Sun Tzu. “Un Maquiavelo con ética”, dijo un famoso reseñista. Doble error: su poner que Maquiavelo carecía de mo ral o que Gracián entendía por política lo mismo que un renacentista de una ciudad-estado, libre y civil. Gracián es un enredo clarísimo. Son cosas de la España sorprendentes. Como que el palacio de El Escorial sea un monu mento a la frugalidad, o que Gracián sea escueto, y hay quien dice que lacó nico. Pero esas son paradojas solo si se les mira fuera del tiempo. En la diná mica de la vida, como una moneda que da vueltas, si se le ve de un lado es un gran pensador y un escritor misterio so y preciso; si se le ve del otro, queda lo que dice Borges en su poema: una “veneración de las astucias”. En todo caso, aquellos cientos de miles de ejemplares que se vendieron entre la gente de Wall Street fueron to dos de un libro que sirve justo de eso: un oráculo manual, una colección de aforismos oscuros y luminosos al mis mo tiempo, y su uso se parecía al del I Ching: me hago una pregunta, abro el libro al azar y me ofrece una dirección de pensamiento calculador, estratégico. El azar no es lo mismo que la Fortuna, ni el cálculo puede remedar la discre ción o la prudencia, y no hay modo de explicar a un acólito de la codicia que Gracián quiso dejar atrás la cortesía renacentista para construir un arte de vivir y ya no una exhibición de buena crianza y buenos modos. Con todo, el fuego de artificio de Gracián entre casabolseros no es tan intrigante como la actual boga de la filosofía estoica. Por distintos lados, de muchos modos, venía oyendo cosas sueltas por acá o allá. La curiosidad me llevó a un artículo de Shayla Love, en Vice. Resulta que, durante la pandemia, los dueños de las empresas y los CEO se han cogido de la filosofía estoica co mo de una cuerda de salvamento. Las meditacionesde Marco Aurelio incre mentaron 28% sus ventas; las cartas de Séneca a Lucilio, 42%. Eso, en papel. En versión electrónica, el incremento va en 356%. Y es peculiar porque, de los mundos filosóficos, los hay que solo son habitables de modo mental, otros sugieren y sancionan prácticas, pero el pensamiento estoico no tiene gran cosa si no es también una práctica. De hecho, es una práctica con predicados deAunquesabiduría.inicie como moda, que cun da el apego al pensamiento estoico es un salto cualitativo respecto de tanto libro de autoayuda, tanto coaching, y ese mundo que venera los liderazgos. De entrada, tan estoico el esclavo Epic teto, como el adinerado Séneca o el mismísimo emperador Marco Aurelio. En español tenemos una versión ex celente de Lasmeditaciones de Marco Aurelio (UNAM), hecha a su vez por un estoico admirable, Antonio Gómez Ro bledo, que no se cansaba de recomendar la obra a todo mundo, ni de regañarnos, a quienes fuimos sus discípulos. Otra grata compañía es Pierre Hadot, ¿Qué eslafilosofíaantigua?(FCE). Sigue el modelo tradicional que contrapone epicúreos y estoicos, pero interviene y acorrala las tentaciones especulativas refiriendo ambas tradiciones según el modo de responder a dos cuestiones prácticas. Puestos en el mundo, tene mos que elegir entre distintas ofertas del bien. Para los epicúreos (conste que reduzco), la elección es la del bien po sible, según la experiencia real que, a su vez, se remite al cuerpo. En conse cuencia, los epicúreos eligen el placer. Los estoicos están persuadidos de que su experiencia es “la situación trágica del hombre condicionado por el des tino” y, necesariamente, su elección es el bien moral: la virtud, el deber. ¿Placer o deber, con qué se guía uno? Parece que al epicureísmo casabolsero de los noventa le llegó la hora de pagar sus excesos. _
DAVID TOSCANA
E s muy común que cuan do algún académico hace mención de Heródoto, diga que se le considera Padre de la Historia, pero tam bién Padre de las Mentiras; en cambio, Tucídides sí es un historiador riguroso, y a través de él nos damos buena idea de lo que ocurrió en la Guerra del Peloponeso. Acepto tales razonamientos, pe ro sucede que Heródoto es un autor que leo y releo, mientras que no me pasa lo mismo con Tucídides. A tra vés de eventos y personajes ciertos, imaginados, dudosos o exagerados, Heródoto forma un suculento com pendio de sabiduría. Sus páginas es tán repletas de citas citables, de sen tencias para la vida, anécdotas para recontarse. En eso flaquea Tucídides, además de ser un narrador áspero. Su frase más célebre: “Los fuertes hacen lo que pueden y los débiles sufren lo que deben”, se la debe a un traduc tor al inglés, pues la redacción original
27 DE AGOSTO 2022 http:// www.milenio.com/cultura/laberinto/Facebook: Laberinto Milenio/Twitter:@SCLaberinto/Instagram: milenio_laberinto LABERINTODIRECCIÓN: JOSÉ LUIS MARTÍNEZ S. EDICIÓN: ROBERTO PLIEGO EDICIÓN WEB: ÁNGEL SOTO ARTE Y DISEÑO: JOSÉ LUIS MEDINA G.
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