SÁBADO 10 DE SEPTIEMBRE DE 2022 AÑO 19 - NÚMERO 1004 HOMBRE DE CELULOIDE FERNANDO ZAMORA El Caravaggio de Derek Jarman Foto: Channel 4 ESCOLIOS ARMANDO GONZÁLEZ TORRES biológicaAñoranza Foto: Survivor
Suplemento cultural de MILENIO LABERINTO
Defensa y elogio de la edición independiente
Valerie Miles/ FOTOARTE: LUIS M. MORALES
TEDI LÓPEZ MILLS
ANTESALA
No supe a qué parte de nosotros te referías: a la piel extensa o a la piel abstracta
oy es lunes. No puedo poner te en mi lugar y no puedo po nerme en tu lugar sin violen cia. Bajo hacia la calle y oigo la cumbia que viene del camión de la basura. Busco mi sombra en las baldosas del pasillo y bailo: dos pasos, tres pasos; ape nas unos cuantos segundos. Aparece la por tera con un tambo enorme y me dice que le da gusto verme contenta. “Bailando para no llorar”, le respondo, y de inmediato me aver güenza mi falsa convivialidad. No hay nada correcto en esta historia. Me fijo en los de talles: la bolsa de Farmacias del Ahorro que cuelga de mi brazo derecho, mi blusa guinda, mis tenis azules. Nada se ajusta al calendario o a la imaginación. En la noche anoto en mi cuaderno: ¿quéfuenuestroamor?La pregun ta misma es una orilla y no debo asomarme. “Debajo de la luz/ se oculta/ la piedra”. En mi sueño estás sentado sonriente en el borde de la cama. Te toco la cara. Salimos a caminar y te pierdo en una esquina. Hoy es martes. Re leo La estatua de sal de Salvador Novo para una clase. Las tumescencias en Chihuahua y luego en Coahuila. Tú y yo las habríamos co mentado con nuestras propias palabras. Tier namente. ¿Quién se conoce? A la vuelta de la casa hay un puesto de flores; un joven rema ta rosas amarillas. Compro un ramo y coloco los pétalos desprendidos en un cuenco de ba rro en la sala. ¿Qué estoy haciendo? En “As fódelo” William Carlos Williams escribe: “he aprendido mucho en mi vida/ de los libros/ y fuera de ellos/ acerca del amor./ No termi na con la muerte”. Hubo
Diario
La película tiene un inicio más o menos convencional: el pintor está postrado. Moribundo, luce el rostro amoratado y los labios hinchados. Un muchacho, un amante tal vez,
E
l arte contraría la expe riencia vivida. Así dice Caravaggio en la película del mismo nombre (dis ponible en Mubi). Esta frase, que opone la vida al arte, señala el programa de la obra de Jarman: Ca ravaggio, una obra que revela al cine como arte visual. El hecho de que haya sido restaurada y de que forme parte de un homenaje que ofrece Mubi a Tilda Swinton sirve como pretexto para vol ver a ver esta extraordinaria película.
EN EL BANQUILLO
La fuerza más notable de Cara vaggio radica en la fotografía, del mexicano Gabriel Beristáin. La du pla Jarman-Beristáin se apropia de las pinturas del italiano. Con Cara vaggio, Jarman consolidó una fama que había ido ganando, primero, co mo director de arte. En este puesto trabajó en diversas películas de Ken Russell, de quien hereda la libertad de expresión, el gusto por los esce narios grandilocuentes y por las his torias mínimas. Todo ello hace que la obra del cineasta se parezca más a una ópera que a un cuento. Si uno desconoce la historia de Caravaggio difícilmente entenderá los guiños de Jarman, sus audacias y logros.
lavarte el cuerpo de pies a cabeza: ya no era tuyo, ya no era mío. Firmé papeles y fui cerrando puertas. Hoy es miér coles. Me llama la doctora para cancelar mi cita; señala que sin duda no entiendo los pro cesos y carezco de los recursos necesarios pa ra identificar lo que contiene por naturaleza mi conciencia y lo que inventa para presumir una superficie que ni siquiera existe. “Su yo patina”. Habría querido contarle de la pista de hielo en Municipio Libre y de las figuras que yo trazaba al ritmo de la música. A la doc tora le interesan solo los recuerdos inconclu sos, el instante preciso del olvido: ahí vive la verdad, según ella. Imposible demostrarlo a estas alturas de la nostalgia. Leo tu libro sobre el Renacimiento: “Virgilio salió de las prensas en 1470, Homero en 1488, Aristóteles en 1498, Platón en 1513”. Hoy es jueves. Voy a una jun ta y los funcionarios me dejan esperando en un salón veinte minutos; una secretaria me avisa que los convocaron a otra junta. En el taxi desmenuzo los episodios de cada ruptu ra. Hoy es viernes. “Nos vemos muy secos”, me dijiste en el Canto XVII de mi Comedia apócrifa. No supe a qué parte de nosotros te referías: a la piel extensa o a la piel abstracta. Sigo con la lista de las preguntas que no te hi ce. Hoy es sábado. El 10 de septiembre de 1982 nos casamos a las cinco y cuarto de la tarde. Alguien nos regaló polvo blanco. Tú te fuiste a dormir antes. _
tróbesonopúblicodemasiadoalfinalytedielúltimoporqueenlaenfermeraa
casi ciego, a punto de morir de sida, pero con los recursos para levantar un proyecto económicamente gran de, filmó Blue: un cuadro azul y una banda sonora espectacular son lo único que Jarman necesita para ha cer cine. También en Caravaggio es fundamental la banda sonora. Y es que asombrado con la fuerza de los cuadros de Beristáin, el espectador corre el riesgo de olvidar el sonido. El mar que escucha el pintor postrado, el viento y un niño que hace sonar un silbato. Para entender a Derek Jarman es necesario aprehender lo sonoro, atender a cada ruido o vibra ción: al idioma y a las frases que el autor construye. Son diálogos teatra les, como cuadros de Caravaggio. Al igual que en la ópera, los diálogos se vuelven música. Si en lo visual Jar man es minimalista, en lo sonoro es barroco. No extraña por eso que en su búsqueda haya rescatado de la sombra a Marlowe y su Eduardo II, de la cual hizo una adaptación en 1991. Cuando Jarman da vida a un autor isabelino o a una pintura barroca, lo hace también para re flexionar sobre sí mismo, su sexua lidad y su vida. Sus deseos homoeró ticos. El hombre que sueña al inicio de esta película no es Caravaggio, es Jarman. Y Gabriel Beristáin consi gue meternos en los sueños de este maestro del arte visual.
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Una ópera de Derek Jarman
H
lo mira al otro extremo del cuarto. Pronto sabremos que se trata de un ficticio sirviente. A él y al amor que le destruyó la vida, a una prostituta que se volvió su mejor amiga, Cara vaggio ofrece sus últimas reflexiones, las de un moribundo que recuerda cuando entró al servicio del carde nal Del Monte, cuando conoció a Ra nuccio (quien habría de ensartarle una cuchillada) y cuando pintó a la Magdalena que llora, único recuer do de una amiga que también morirá violentamente. Pero además de Rus sell hay en Caravaggio otra influen cia notable, la de Pasolini. De hecho, desde el punto de vista estrictamente cinematográfico hay más en esta pe lícula de Pasolini que de Caravaggio. El director italiano se manifiesta so bre todo en la lógica de lo sintético, de que lo que sobra atenta, de que la belleza deriva de la simplicidad. Mucho se ha escrito en torno a lo li mitado del presupuesto de Jarman. La verdad es que el director era un minimalista por convicción. Lo de muestra el hecho de que, en 1993, ya
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Para entender a este director es asonoro,aprehendernecesarioloatendercadavibración
HOMBRE DE CELULOIDE
FERNANDO ZAMORA @fernandovzamora FOTOGRAFÍA CHANNEL 4
Caravaggio. Dirección: Derek Jarman. Reino Unido, 1986.
ESCOLIOS
Este poema forma parte de Conjuro para romper un espejo (UACM-Bonilla Editores, México, 2022).
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Esta forma de vida tenía ventajas desde dietéticas hasta emocionales, pues la alimentación dependía principalmente de la ingesta de vegetales ricos en fibra y, debido a la importancia de la cooperación, se generaba una ética social igualitaria, donde la solidaridad y la genero sidad eran, literalmente, indispensables. La sexualidad en estas sociedades era más libre y agradable, carecía del sentido de posesión y de culpa y aceptaba el albedrío y el deseo de mujeres y hombres. Para Zerzan, el sur gimiento de elementos de la cultura, como la escritura, constituyeron un rompimiento de este orden natural y permitieron codificar los símbolos de la dominación y comenzar el ciclo de esclavitud humana, derivado de la división del trabajo. De hecho, la aparición de figuras como los chamanes hizo eviden te que esa capacidad extrasensorial y ese vínculo mágico con la naturaleza que todos poseían, se había privatizado. Por su parte, la agricultura y la domesticación de anima les, sorprendentemente, limitaron la calidad de vida de esas sociedades arcádicas, en las que se disponía de recursos suficientes pa ra sobrevivir y mucho tiempo libre para el juego. Así, de acuerdo a esta óptica, a veces simplista pero invariablemente seductora, detrás de la ambivalente modernidad subsis ten resabios de formas de vida no normadas y placenteras, cuyo recuerdo aún impacta la memoria humana y desata una casi inexpli cable añoranza biológica. _
POESÍA
¿
MAYA LÓPEZ
ARMANDO GONZÁLEZ TORRES @Sobreperdonar
Me acostumbré a ver tus ojos dulces, tu rostro detenido en los treinta y tres años. Me mirabas con tus ojos de papel periódico en blanco y negro; con el amor que nunca pudiste darme. Estabas en medio de otros muertos, surcado de veladoras. Eras de los desnudos, esos que se quedan sin nada y son felices. Dicen que tu cadáver sonreía (con un tiro de gracia entre los sueños). Yo no te conocí nunca pero poblaste mi infancia de ternura —aunque mi vida sirviera para medir tu muerte— y aprendí a quererte, tanto, desde el pequeño retrato en blanco y negro desteñido.
Cristo familiar
Para algunos, la prehistórica esvidaunestadoidealdelquenodebimossalirnunca
En qué momento la especie humana vi vió su edad de oro? Parecería paradóji co que en una de las etapas históricas en que supuestamente se dispone de ma yor abundancia material, libertades y posibilidades vitales para mujeres y hombres, se siga añorando un incierto estado paradi siaco. En su libro Guía del cazador recolec torparaelsigloXXI (Planeta, 2022), Heather Heying y Bret Weinstein, dos biólogos evolu cionistas e intelectuales públicos, encaran de nuevo el “malestar de la cultura” contemporá nea y lo explican como fruto de una desadap tación del cerebro y el cuerpo ancestrales a las exigencias de una cambiante modernidad. A partir de esta perspectiva, hacen una amena y pedagógica historia de la evolución huma na, abordan temas como la alimentación, el amor y la crianza y brindan diversos consejos para “desmodernizarse”, algunos sensatos, otros muy extravagantes. Esta afable y exa gerada diatriba de la vida moderna no es rara y llega a adoptar las vertientes más radicales. Por ejemplo, para algunos, la vida, ya no pre moderna, sino prehistórica, es un estado ideal del que la humanidad no debió salir nunca. John Zerzan, en su controvertido ensayo Fu ture Primitive, señala que, antes de la inven ción de la agricultura y la sedentarización, la vida humana era más plena y saludable. Para Zerzan la etapa de los recolectores-cazadores constituyó un momento idílico de la humani dad en el que las jerarquías no eran significativas, se privilegiaba la coopera ción sobre la competencia y existía una relación más equitativa entre géneros.
Añoranzabiológica
EX LIBRIS
A Gilberto
ANTESALA
Somos viciosos/ EKO
Entretener a toda costa no es el propósito esencial del anti-oficio de editar; es, por encima de todo, aspirar a convertirse en un arte
C
existir, en el sotobosque silvestre, proyectos editoriales independien tes, especializados, vanguardistas, subversivos. Este ecosistema in dustrial, que se encuentra al final de un proceso que obliga a publicar en términos de puro beneficio y no de acumulación de capital simbólico o estético, ha permitido también la proliferación de un amplio micelio de proyectos editoriales bellísimos, de infinitas variedades de hifas que alimentan el alma, la imaginación y la condición humana.
el talento de escritores como Mel ville o Bolaño. Solo dos ejemplos de la legión de escritores adelantados a su tiempo a lo largo de la historia, los que tuvieron que pasar una lar ga temporada en el desierto antes de ser reconocidos. Pero los edito res son también personas sensibles que aman la literatura y se toman su anti-oficio, su arte si cabe, su papel de predicadores del talento y de la experiencia estética del fenómeno del lenguaje, en serio. […]
(y de autoedición, nada)
La idea de Zadie Smith explica, en parte, mi críptico y atrevido título, porque creo que, en este caso, en su argumento concreto, se puede susti tuir la personalidad del editor donde ella escribe del escritor. Smith sos tiene que “entre el ideal platónico de la novela y la novela real siempre está el maldito yo: vano, tramposo, miope, cobarde, comprometido. Es difícil que los jóvenes lo entiendan al principio. Un ebanista con oficio hace buenos muebles, y un zapatero con oficio arregla bien los zapatos, pero los escritores con solo oficio rara vez escriben buenos libros. Hay un elemento malvado en todo esto:
La palabra “industria” me lleva al afán de poder, a gente que llama o piensa en editores como “porte ros” o “guardianes” del éxito, como si alguien hubiera podido realmen te evitar que el mundo reconociera
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Pero caveatemptor: lo anterior no se aplica a todos los editores, sobre todo a los que toman sus decisiones según el big data, y cuyos directo res, que no suelen ser editores ni lectores, obligan a seguir lo que el mercado dicta, seguir las tendencias en vez de marcarlas. En este punto
on este título me refiero a un oficio que en mi caso es una ardiente pasión, una continuada aventura existencial, un aprendizaje de nunca acabar: el amor a los libros, es decir, al objeto físico, y también a la literatura, en cuanto que fenómeno del lenguaje, como define Aristóteles. Para una editora, esos dos aspectos conforman el fundamento del oficio. Es decir, una editora juega a dos ban das. Sin embargo, la edición es un ofi cio que desafía su propia definición. Un oficio al que no basta ser solo ofi cioso. Es también un anti-oficio. La literatura es subversiva, y cuando es buena, es material peligroso. Como lo confirma el condenable ataque a Sal man Rushdie hace unos días.
Mi relación con lo literario es una relación fenomenológica, personal, de vida y de tradición larga y también extraña porque vivo entre dos lenguas con mucha intensidad, dos mundos que a veces se juntan en un mundoen-medio, como señala el iranólogo Henry Corbin o la medievalista Vic toria Cirlot, por razones tanto esté ticas como existenciales en mi caso. Nunca lo he expresado así en público con tanta claridad, pero me lancé al mundo desconocido, al auto-exilio, casi como un acto suicida. La joven que se lanza, o es empujada por las circunstancias, al volcán.
Entonces, si me permiten, quie ro aprovechar la amable invitación y la plataforma que me han brinda do para hablar más bien de otro tipo de edición, que busca deleitar, pero no a toda costa, y que creo se acerca mucho más a mi modo de entender este oficio: la edición como un arte. Y aquí podríamos empezar por discutir si se trata más bien de una artesanía, pero como no debo extenderme, me limito a decir que es un arte, citando a Roberto Calasso, con quien dialo garemos en adelante.
La edición como un arte, que no quiere decir producir libros de ar te, aunque también, reniega un po quito de esa industria, aunque pa rezca perfecta. Los conglomerados de mega-empresas conquistadoras del mundo han creado una enorme y poderosa industria internacio nal. Y sé que, gracias a eso, pueden
La edición del yo
Se ha ocultado la luna. También las Pléyades. Es la media noche y las horas se van deslizando y yo duermo solitaria. Safo, hace 2600 años
Me refiero al paso al título del ci clo, “La industria editorial en una era de incertidumbre”, antes de co mentar cosas que me interesan un poquito más, como hubiera dicho con sarcasmo la escritora catalana Montserrat Roig (véase su texto en el número 24 de Granta en es pañol, dedicado a las “poéticas del lenguaje”). Mi respuesta a esa pre gunta es fulminante: ¿cuándo no ha sido una era de incertidumbres para la industria editorial? […]
Y digo alma adrede, en conversa ción con la reflexión de Zadie Smith en un ensayo imprescindible titulado “Fracasar mejor,” en el que presenta un sencillo argumento: los escrito res tienen una personalidad propia y esa personalidad desempeña un papel importan te en su éxito o su fracaso. Yo lo am plío para afirmar que, si los autores conocen lo que es el fracaso, les ase guro que también los editores lo co nocen íntima y do lorosamente. Traté hace años a un administrador que escribió, con su madre, un libro titulado Maquiavelo para gestores. No es broma.
por conveniencia lo llamaremos el ‘yo’ aunque, en tiempos menos me tafísicos, con ‘alma’ habría bastado”. ¡El yo como alma! La literatura del alma, las figuraciones del alma. No sé si me gusta más que ese famoso “yo”. Pero lo interesante, continúa Smith, es que “la personalidad de un escritor es su modo de estar en el mundo: su trazo innegable”. Y pienso en los artistas del trazo, como Amat o Pollock, que se constituye en un inconfundible acto corporal. Cuando se entiende el estilo en este sentido, no se trata solo de una sintaxis asombrosa, sino el resultado de alguna misteriosa imbricación con el lenguaje. El estilo ha de verse como una expresión muy específica, temporal y espacialmente; la única expresión posible de una conciencia humana individual. Es decir, el arte proviene de un estilo, de una forma de estar el ser en el mundo: lo que Emerson llamaba el “carácter”, algo que Smith defiende brillantemente en contra de las ideas de T. S. Eliot, que niega a los escritores una “personalidad”. Se trata de nuestro modo de procesar el mundo, que no puede separarse del resto de nuestras actividades. Es nuestro modo de obrar. Sí, eso. Y lo afirmó Calasso en su Marca del editor, y Jaume Vallcorba en su discurso de clausura de la maestría de edición en la Universitat Pompeu Fabra: el editor es una personalidad, tiene un estilo, tiene gustos, tiene una forma de estar en el mundo, de captar el espíritu del tiempo en el que vive, y es en su selección y su concreción de un acto literario en un libro lo que expresa un estilo propio.
Los conglomerados de poderosamega-empresashancreadounaindustriainternacional
VALERIE MILES* ILUSTRACIÓN ROMÁN
Puedo asegurar que, en mi caso, la relación con la literatura y su for ma particular de extrañeza no es un asunto baladí. No. La literatura no solo representa una experiencia es tética que quiero compartir. Para mí tiene la electricidad de algo urgente, de lanzar un salvavidas, y la misión de compartirla, en mi caso, cobra la seriedad de una misión vital. La li teratura, y eso lo puedo confirmar, me ha salvado la vida. No es una exa geración. Y aunque también me ha dado sustento, lo esencial de mi re lación con la literatura no proviene de allí. No he buscado una carrera en una industria, no he buscado un lugar de poder, he buscado una ma nera de seguir viva, una razón para seguir viva, en un mundo salvaje, lle no de sinsabores, lleno de miserias de lo más cotidianas. Y he querido, he sentido la necesidad, de poner mi modo de estar en el mundo al servicio de algo más grande que yo misma. Mi yo, quizá, pero mi alma, sin duda: como una extensión de la súperalma emersoniana. Compar tida, por ejemplo, con una escritora con la que he trabajado a fondo en el cruce de culturas, Azar Nafisi: para conseguirlo a veces una tiene que hacer seis cosas imposibles antes del desayuno. Porque, ¿quién soy en el mundo, en mi tiempo, en mi espacio? Ah, allí está el detalle. Ay, there’s the rub
Publicar es iluminar y dar visibilidad a una obra y a su autor.
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Es buscar e, incluso, educar a los lectores
En esta estirpe está Jonathan Galassi, que hizo de una editorial como Farrar, Straus & Giroux, den tro de uno de los grupos interna cionales más grandes del mundo, parecer una indie; y ello, os aseguro, no es nada fácil. Sobre todo, en los años noventa y en los dos mil, años que según Calasso fueron la “época
dorada de la edición”. Y cómo olvidar a Jorge Herralde, pues ¿qué sería de nuestra lengua sin Anagrama?, nuestra educación sentimental. O aquí mismo en México Margarita de Orellana y Alberto Ruy Sánchez han descubierto y fijado una riqueza asombrosa gracias al empeño úni co que es Artes de México. O a mi gran amiga y cómplice en la vida y la literatura, Barbara Epler, presi denta de New Directions, editorial nonagenaria que encarna en un claro y reciente ejemplo lo dicho por Beatriz. Su mayor éxito de to dos los tiempos se consumó el año pasado: la novela de Osamu Dazai, No Longer Human (Indigno de ser humano), publicada por primera vez en ¡1948! Vendía tan pocos ejem plares que otra editorial la hubiera enviado a su destrucción al segundo año. ND tiene paciencia y entien de bien este anti-oficio: valor por encima de la inmediatez mercantil, igual a justicia poética. Aunque no ocurra siempre, lo reconozco. Pero cuando así sucede, la magia, como un rizoma, como una simbiosis mi corrízica, permite que la dichosa alma escape y se reconstituya con letras nuevas, en constante trans formación, y nos alcance como un soplo de otros tiempos y otros lu gares justo cuando nos tiene algo que decir. Ya el propio título, No Longer Human, no podría ser más adecuado a nuestra realidad.
recuerdo a otra gran editora, Dia na Vreeland, quien famosamente dijo que un editor nunca debe dar al público lo que quiere, sino lo que aún no sabe que quiere. Es decir, se trata de los elementos prospectivo y prescriptivo del oficio, al anti-ofi cio, de editor. También recordemos a la ilustrada librera Sylvia Beach, de Shakespeare & Company, que publicó el Ulises de Joyce porque nadie más se atrevió a publicarlo. Edere significa “sacar fuera”, “dar a luz”. Editar, publicar, es iluminar, y dar visibilidad a una obra y a su autor. Es buscar y crear e incluso, sí, educar a los lectores, seducirles con algo nuevo, algo que contiene pen samiento, poesía y paradojas. Y es también un negocio que a veces tam bién contiene pensamiento, poesía y paradojas. La edición existe en un espacio en el que se cruzan el arte y el negocio. Y aquí invoco otra vez a Roberto Calasso, el cual afirmó que el editor tiene “algo de mercader, y un poco de empresario de circo”, pe ro como casi ningún otro, también defendió la edición como un arte. Hay una estirpe de editores que son para mí los modelos que aun en estos tiempos inciertos actua les inspiran, muy humildemente y consciente de las distancias, mi manera de habitar la edición como un anti-oficio oficioso. Por ejemplo, cito a menudo algo que dijo Beatriz de Moura, “el tiempo de los buenos
Lo infinito de in ternet, como cual quier otro infinito material sin lími tes, se asemeja pe ligrosamente, dice, dijo, al desier to. Es tarea del editor rescatarlo y darle un marco. Darle luz.
libros es infinito”, o de nuevo a Jau me Vallcorba cuando recuerda este momento en Dante: “quien, después de su fatigoso periplo por el mundo de ultratumba, tras haber sufrido un sinfín de penalidades y pasado por terribles peligros, en el Paraí so ya, ve encuadernado con amor en un volumen, aquello que en el universo está desencuadernado, es decir, ve en forma de libro lo que en el universo son solamente plie gos sueltos”. Algo así hace el edi tor, dice Vallcorba. Y lo hace con amor. También le apenan los mu chos libros que aparecen colgados en internet, como ahorcados mecidos por el viento, sin que nadie les pres te gran atención.
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que se convierten en poesía, música, razón; en mímesis.
la generación que de alguna manera tendrá el poder de acabar con ella. Creer que nuestro mundo infestado de tecnología es un presagio de la muerte de la narrativa expresada con palabras, como algunos argumentan. Las personas que lo afirman probablemente no sean lectores. Perdonadlos, porque no saben lo que dicen.
El racionalismo ilustrado en Francia, o Baltasar Gracián, nos dieron aforismos ingeniosos, y hoy Twitter se regodea con ellos. La proliferación del uso de imágenes en nuestra cultura repleta de pantallas facilita los experimentos con imágenes y texto, aunque no sea nada nuevo y de alguna manera ello se remonte al Renacimiento. Nos fascinan nuestras series y nos encanta el cine, pero tampoco han acabado con la ficción escrita. Pueden dar muerte a las novelas malas, pero nadie lo va a lamentar. En el cine entramos por completo en el mundo de otra persona, vemos sus imágenes. La literatura, por el contrario, como supo Borges, ofrece al lector un papel activo en la producción
eso se intenta quemar libros, silenciar a los escritores con violencia, mandar a la cárcel a los editores, por eso puede volverse de nuevo un anti-oficio tan peligroso: eso lo entendí la primera vez que leí MadameBovary. Afirma San Agustín que quien pueda entender la palabra antes de que se pronuncie, antes de que los sonidos formen las imágenes de la palabra, será capaz de ver el enigma a través del espejo, es decir, el rostro divino. A través del espejo oscuramente, decía Pablo en una epístola, y en la misma frase donde sostiene que sin amor no hay nada. Y pienso en ese amor que declaraba Vallcorba por el libro.
E insisto, la literatura se remonta al tiempo mítico, cuando nombrar algo era un acto mágico que extraía un objeto de lo inconmensurable y le daba presencia. Luz. Y una vez nombrado, un objeto se puede asociar con otras cosas. Oscuridad. Una distinción crea movimiento, y al nombrar un tercer elemento se abre el espacio de la sintaxis para construir correspondencias: sombras, analogías, espirales, y formas
La literatura, como espejo de la vida humana en su tiempo, tanto social como íntima, sigue de cerca el avance de la civilización. Si nos remontamos a la prehistoria, creo que resulta más bien arrogante pretender que somos
mental de sus propias imágenes. Famosamente, el lector es como un músico, la partitura puede ser la misma, pero cada individuo la interpretará de maneraEntoncesdiferente.ofrezco dos predicciones: creo que la traducción será cada vez más importante. Exponernos a puntos de vista nuevos y foráneos nos permite reencontrarnos con lo que hay en nuestro inconsciente colectivo, nos enriquece y nos une en un espacio de empatía. Me parece que ello se convertirá en una suerte de supervivencia darwinista. Estamos condenados a compartir este mundo con los otros prisioneros, y es un mundo cada vez más pequeño. Nos conviene conocernos mejor. El arte vive del debate, escribe Henry James, de la experimentación, de la diversidad de acercamientos, del intercambio de visiones y de la comparación de puntos de vista. Es lo que nos permite trascender el entorno de lo cotidiano y tocar lo universal. Contamos historias; compartimos secretos, sueños, alegrías, miedos, dolor y aversiones; conscientes de que la imaginación es el tónico, el bálsamo, el lenitivo que lo cura todo. Exorciza nuestros demonios y vuelve a encandilar un mundo desencantado. Los que dedicamos nuestra vida a las artes, y en particular a la literatura, sabemos que ese es el motivo de nuestro empeño: las correspondencias, las conexiones; los puentes existenciales hacia el reino del otro, hacia las miles e interminables aventuras de la experiencia humana. Y la segunda: me parece que viviremos un renacimiento de la conciencia de las mujeres expresada con palabras, lo cual es realmente una de las grandes incógnitas de los tiempos. Un retrato de la artista ya no adolescente. Y dado que la mayoría de los lectores hoy en día son mujeres, las que compran libros son ellas, el mercado parece estar de acuerdo y cuando eso sucede no hay vuelta atrás. Digamos que el poder entra. El gran elemento oculto, el gran misterio, el gran espacio inconmensurable, lo más desconocido es... ¿qué piensan realmente las mujeres cuando piensan en libertad? Cuando los hombres no median, cuando no están reducidas a su papel de madre, hija o amante. ¿Qué? ¿Qué? ¿Creen que lo sabemos realmente? Pues bien, me parece que estamos a punto de averiguarlo. Y creo que podemos llevarnos una
El lenguaje poético, para seguir con Aristóteles, debe parecernos extraño y maravilloso, debe volver a encantar el mundo conocido porque le resta la familiaridad del hábito y lo vuelve a iluminar, a añadir texturas a las cosas que habíamos dejado de ver porque estaban demasiado cerca. Las palabras pueden ser vaciadas y despojadas de significado, el lenguaje puede envejecer cuando intentamos cercarlo demasiado, dominarlo y fijarlo. El lenguaje está vivo, se transforma en el espacio y el tiempo, es un instrumento que tocamos en cada época de forma diferente. Y un escritor con un oído agudo, o un ingenio particularmente profundo, con un sentido natural de las cadencias, del aliento, puede sacudir ese letargo, alterar la realidad para que las cosas que son familiares se vuelvan ligeramente diferentes, misteriosas, encantadas con lo que Freud define como uncanny. Roman Jakobson llamó a este proceso desfamiliarización, que Victor Shklovsky introduce en “Arte como artificio”.
La literatura imbuye el significado a los signos que se originaron en la prehistoria cuando los homínidos aprendieron por primera vez a imaginar o proyectar la presencia de otras mentes y una intencionalidad compartida. Comunicación. Empatía. Pero no hay vestigios del surgimiento del lenguaje. Es una ausencia. A Nabokov le gustaba repetir que la literatura no nació el día en que un chico corrió por el valle Neanderthal gritando viene el lobo, el lobo, mientras un enorme lobo gris le pisaba los talones; no, la literatura nació el día en que un chico corrió gritando el lobo, el lobo, sin que le persiguiera lobo alguno. Paradoja. Podríamos preguntarnos: ¿qué mito vivimos hoy?
Pero también, oh paradoja, por el contrario, cosas que creíamos tan diferentes, tan lejanas en el espacio o el tiempo, adoptan las cualidades de lo conocido. Es decir, el lenguaje transforma y también intensifica nuestra relación con el mundo. Roland Barthes escribió que “El lenguaje es como una piel y froto mi lenguaje contra el otro”. Todo el que pasa tiempo intensamente explorando el lenguaje sabe que la magia sí existe. “Todas las grandes verdades comienzan como blasfemias,” sostenía Bernard Shaw. Como que la Tierra es redonda, como que da vueltas al Sol, como que existen otras galaxias y planetas.
Luz.sorpresa._
Discurso pronunciado durante las Conferencias Chapultepec rumbo a Mondiacult 2022.
La literatura se remonta al tiempo mítico, unnombrarcuandoalgoeraactomágico
Mircea Cârtârescu: ElRuletista• Carlos Illades: Utopía y ciencia ficción • José de la Colina: Santander, Santillana • Alma Gelover: ElChino Bruckenmeyer• Alexis de Chaunac: Lamujersincabeza• Ángel Soto: Entrevista con Emiliano Monge • Ana Quintanilla: El último amor del mundo clásico Salvador Gallardo Cabrera: Mauricio Sandoval y la poética del trozo • José Juan de Ávila: Entrevista con Juan Tallón además, en nuestra edición digital:
El lector puede leer la versión íntegra de este texto en nuestro sitio web: www. milenio.com/cultura/laberinto
Voy concluyendo con una confesión. El aspecto subversivo de la literatura es lo que me atrae tanto. Una subversión pausada y bella pero inexorable. La resistencia perfecta.Poderosa.Subrepticia.Por
¿Qué mito será el de nuestro futuro? La única forma de saberlo es continuar escribiendo, pues la imaginación es una facultad adivinatoria, es lo que nos permite ver, describir un futuro posible y hacerlo realidad.
*Agradezco a la Secretaría de Cultura, a Pablo Raphael y a su excelente equipo la invitación a participar en las Conferencias Chapultepec rumbo a Mondiacult 2022.
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Y,
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DE PORTADA
E
Penguin Random House México, 2022 224 páginas
Jeremías Gamboa
Carlos Fonseca
Contra el futuro
Emily Brontë España,RBA 2021 312 páginas
157México,Almadía2022páginas placer de leer
¿De qué hablamos entonces cuando hablamos de Por desobedecer a sus padres? ¿De un ensayo biográfico? ¿De un reportaje habitado por rumores, notas bibliográficas, opiniones médicas, expedientes y los testimonios de amigos, detractores y admiradores de ese fantasma al que en años recientes algunos creyeron ver como una copia sucia y maloliente del príncipe salvaje que jugaba a ser malabarista con el lenguaje? ¿De un retrato verídico que, paradójicamente, muestra el aliento y la consistencia de la ficción? ¿De qué hablamos? De todo eso y algo más: ya que sobre todo pisa los terrenos de la imaginación, Ana Clavel es capaz de desdoblarse en un personaje de Alicia en el país de las maravillas, una suerte de libro-talismán que hace las veces de umbral hacia los órdenes superiores de la creación artística.
El protagonista de la novela del peruano Gamboa es un treintañero que llega a la Universidad de Colorado. Ahí conoce a Nate, quien busca un compañero para practicar español. Nate lo lleva a su vez con su grupo de amigos. El choque cultural, la vida fuera del campus y las relaciones románticas son algunos de los temas que toca el autor.
Guillermo Sheridan
Marta Peirano México,Debate 2022 248 páginas
Tres historias convergen en esta novela: la de una escritora en pie de lucha contra la afasia, la de un antropólogo que busca preservar al último depositario de una lengua indígena, y la de un superviviente del genocidio en Guatemala, despojado de sus recuerdos. Son tres historias sobre la pérdida pero también sobre la búsqueda.
Diego Rodríguez Landeros
A FUEGO LENTO
El hablador y el cojo
Por desobedecer a sus padres México, 2022
Relanzamiento de la colección Novelas Eternas, cuyo hilo conductor es la mujer. Las Brontë, Edith Wharton y Nathaniel Hawthorne son algunos de los autores. Esta es la única novela de Emily Brontë y cuenta la historia del amor arrebatado, tormentoso (loco, lo llamaría Breton), entre Heathcliff y Catherine Earnshaw.
Austral
n el origen de Pordesobedecerasus padres(Alfaguara) hay una leyenda negra: a mediados de la década de 1970, el poeta Darío Galicia (uno y muchos a la vez) fue sometido a una lobotomía; al parecer, sus padres aconsejaron esta práctica que, según los pronósticos de una corriente infame de la psiquiatría, erradicaba la homosexualidad.Esaleyendainduce una pesquisa que avanza al compás de intuiciones y pistas borrosas. ¿Qué fue de ese amigo incómodo de los infrarrealistas liderados por Roberto Bolaño? ¿Qué del encantador de serpientes en las aulas y los corredores de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, del admirador de Lewis Carroll y del duende trasnochador en quien muchos adivinaban el mismo talante subversivo de Oscar Wilde? Así, sembrando preguntas, Ana Clavel inicia un viaje al pasado que es también un trabajo detectivesco, sobre todo porque Darío Galicia o Da Río G.Alicia había desaparecido sin dejar rastro.
NARRATIVA, ENSAYO
Cumbres borrascosas
Los ensayos de este volumen son tan extraños como fascinantes. Los une el interés por la cuenca del Valle de México, una red fluvial que conserva mitos y auspicia leyendas. El drenaje de Tenochtitlan, la zona lacustre de Mixquic, el canal del desagüe en su tránsito por Ecatepec son algunas de las sorpresas que depara esta inmersión.
Animales luminosos
Drenajes
Una selección de columnas periodísticas armadas con una extraordinaria cantidad de recursos por las cuales desfilan figuras tan disímiles como el Quijote, Juan José Gurrola, Gerardo Deniz, Gabriel Zaid, Andrea Camilleri... Los asuntos son igualmente dispares: el futbol, los tamales oaxaqueños, la guerra de trincheras, los sismos.
¿Es posible hablar aún de resistencia ciudadana? Parece que sí, al menos desde la óptica de la periodista española, que en este libro llama a enfrentar los estragos ambientales provocados por el “capitalismo desastre”. Su argumento desalienta a los seguidores a ultranza de las grandes tecnologías como aliadas de la humanidad.
El poeta de alas grandes
México,Turner 2022 304 páginas
ROBERTO PLIEGO robertopliego61@gmail.com
-07-10 DE SEPTIEMBRE 2022
www.librotea.com El
Hay, como leemos, una “belleza oscura” en el destino de Darío San G.Alicia. El dandy de larga cabellera, pantalones de terciopelo y andares de bailarín se muestra al final de la pesquisa como un despojo que sobrevive de la caridad, una sombra de sí mismo que pepena vasos de café y levanta colillas del suelo. No se trata solo de las señales de la vejez sino del abandono, como si un hado inclemente le hubiera dejado caer su pesada mano para castigar su rebelde y licenciosa singularidad. _
240España,Anagrama2022páginas
Con esto, que es verdad, uno co mienza a confundir risa con llanto. Porque si algo queda claro es la in acabable literatura que viene del derecho consuetudinario, bastante simple: un reo presente, la parte acu sadora, la parte defensora, un jurado y un juez. Con eso tienen los incultos para llevar a cabo lo que llaman jus ticia. Su tradición comienza en Es quilo (Las euménides), el juicio de Sócrates, y halla su sátira en varios lugares de Aristófanes. Podemos se guir a lo largo de la historia literaria, casi siempre en el género dramático, hasta los programas de televisión y reality shows. Una tradición que va de lo más alto a lo populachero. Pero tiene una característica: todo ciuda dano puede entender cualquier ca so. Y no solo ellos. Nosotros, bajo la roca del “derecho civil”, podemos
Alguna vez asistí a un concierto de piano. A mediados del tercer movi miento del de Chaikovski, el pianista se detuvo, desmemoriado. El director se aproximó velozmente con la partitura y le señaló la secuencia de notas. Mien tras regresaba a su tarima, reanudó la dirección y comenzó a sonar de nuevo orquesta y piano. Quizás en un pasado
En las mismas palabras se da el respeto y la bofetada al público. Y es que la música clásica no debería ser como el futbol, en el que se aplaude el infructuoso esfuerzo o se condes ciende con quien falla el tiro penal.
A
http:// www.milenio.com/cultura/laberinto/Facebook: milenio_laberinto
DIRECCIÓN:
Cualquier expediente, en un san tiamén, alcanza los cientos de miles de páginas. Un lector asiduo, para solamente leer un expediente de los más sencillos, pasará tres años en teros de su vida. A eso, añadamos la repugnante prosa del “legalés” (una germanía de la lengua española) y el resultado es... lo que tenemos.
canónicaLatradiciónjurídicaromano-.Distinguevariossistemasjurídicos,peroseconcentraendos:elqueellosllamancommonlaw,“derechocomún”(¿mejorllamarlo“consuetudinario”?);yel“derechocivil”,comoeldealgunospaíseseuropeos,MéxicoyAméricaLatina.Juntayanalizavarioselementos:elderechocivilromano,elcanónico,elmercantil,lasrevoluciones,lacienciajurídica,yexplicacadacosaconclaridad.Unmapaparaextranjeros,peromuyútilporquenosotrossomosfuereñosennuestropropiosistemajurídico:“resultainteresanteelhechoque[losabogadosde‘derechocivil’]piensenquesusistemalegalessuperioralnuestro.Esaactitudha
Ya luego, uno se da cuenta de que no existe más que una sola obra que reproduce el sistema de justicia que tanto enorgullece a los letrados y ju ristas de nuestra tradición. Sí: Elpro ceso, de Franz Kafka. Y el emblema perfecto de la Justicia aparece en el cuadro de aquel pintor: “tengo que pintarla así por encargo; en realidad es la Justicia y la diosa de la Victoria al mismo tiempo”. A Joseph K. le “pa recía totalmente la diosa de la Caza”.
DOMINGOPLÁCIDO
Laberinto Milenio/Twitter:@SCLaberinto/Instagram:
JOSÉ LUIS MARTÍNEZ S. EDICIÓN: ROBERTO PLIEGO EDICIÓN WEB: ÁNGEL SOTO ARTE Y DISEÑO: JOSÉ LUIS MEDINA G.
n las últimas semanas han aparecido muchísi mos comentarios acerca de la prisión preventiva oficiosa. Desde un ensa yo estupendo de Gabriel Zaid, hasta opiniones sobre el mismo ensayo y sobre el absurdo del sistema penal. En artículos y por Twitter, Sergio García Ramírez, José Elías Romero Apis y Jo sé Ramón Cossío, tres encumbrados juristas y conocedores de los tres po deres, a los más altos niveles, han es crito muy críticamente sobre el tema.
Contra la tradición jurídica culta
10 DE SEPTIEMBRE 2022
E
hora que ocurrió lo que ocurrió en Verona con Plácido Domingo, en la que fue considerada “una de las veladas más humillantes para todo el sector artís tico”, me llamó la atención una línea en el mensaje de la orquesta. “Merece más el público, que corre el riesgo de habituarse a la mediocridad”.
BICHOS Y PARIENTES
pasado a formar parte de la tradición del derecho civil. Así, un abogado de un país relativamente subdesarro llado de Centroamérica puede estar convencido de que su sistema legal es claramente superior al de Esta dos Unidos o Canadá... Reconocerá nuestro desarrollo económico ma yor, y quizá envidiará nuestro nivel de vida. Pero se consolará pensando que nuestro sistema legal está sub desarrollado, y que los abogados del derecho común son personas relati vamente incultas”.
LABERINTO
El sistema jurídico mexicano es tan intrincado que el Fondo de Cultura Económica tuvo que publicar un libro de John Henry Merryman, un nota ble jurista estadunidense, concebido para allanar las infinitas compleji dades con que topan y se abruman los abogados de Estados Unidos, Ca nadá o Gran Bretaña, cuando se ven frente a los requerimientos legales y procesales de muchos países que pertenecen a la esfera de, como su título:
JULIO HUBARD FOTOGRAFÍA ARCHIVO MILENIO
mediocridaddeEnsoberbecidossu
hubiesen abucheado al pianista; quizá nuestras cortesías sientan que un abu cheo es de mal gusto. Lo extraño fue que el público se conmovió más por la pifia y vergüenza del pianista que por el propio concierto, y quizás el pianista nunca recibió tan afectuosos aplausos.
A diferencia de lo que busca una or questa como la de Verona, en muchas actividades se procura la mediocridad. Los editores, por ejemplo, se sienten más cómodos publicando una novela mediocre que una sublime, pues los lectores tienden a la mediocridad. Y con esto no ofendo a nadie, ni descubro nada nuevo: todo bulto es, en promedio, mediocre. Ocurre que a veces la medio cridad desciende de nivel.
¿Alguien entiende qué sucedió con Florence Cassez, o el caso de Rosario Robles?
Bajo esa lente, puede suponerse que el hombre mediocre no está capacitado para reconocerse como mediocre; perci be su tibieza vital, mal gusto, rusticidad y apatía como atributos. El mediocre de cepa dice con imperio cosas como: “No pude pasar del primer capítulo de Don Quijote”. Ingenieros lo pone así: “La vul garidad es el blasón de los hombres en soberbecidos de su mediocridad”. _
La famosa aurea mediocritas no debería funcionar en las artes, y sin embargo funciona y hasta se celebra porque al menos es superior a lo in ferior; y haciendo caso a la etimolo gía de mediocre, tendría que ser un absurdo hablar de “mediocrísimo”.
perfectamente entender lo que suce dió con O. J. Simpson, los hermanos Menéndez, los policías asesinos de George Floyd. En cambio, ¿alguien entiende qué sucedió con Florence Cassez, con Rosario Robles, o el caso de García Rodríguez y Reyes Alpízar, que estuvo hace poco en la Corte In teramericana de Derechos Huma nos? ¿Es posible creer en la justicia si ningún ciudadano la comprende?
DAVID TOSCANA
Resulta notable que, en la lengua inglesa, productora de derecho con suetudinario, hasta el título de Kafka se vuelve imposible: TheTrial: “El jui cio”. Desde ahí ya van por fuera: preci samente lo que nunca sucede es eso: el juicio, mucho menos la sentencia. Es un proceso, pero eso no tiene que ver con la justicia ni con la ley. Es un uni verso autónomo, con reglas propias, pero nunca enunciadas. La gastada broma de que Kafka, en México, sería costumbrista, se queda ingenua. _
TOSCANADAS
Durante su concierto en la Arena de Verona.
En este rubro, seguramente la clasi ficación de los seres humanos no sigue una curva normal. José Ingenieros dice que “el hombre mediocre es justo-me dio sin sospecharlo. Lo es por naturale za, no por opinión; por carácter, no por accidente. En todo minuto de su vida, y en cualquier estado de ánimo será siempre mediocre… Su criterio carece de iniciativas… Sus entusiasmos son oficiales… Es por esencia imitativo y está perfectamente adaptado para vi vir en rebaño”. Agrega que el mediocre piensa con cabeza ajena y es incapaz de formarse ideales propios.