Laberinto No.934 (08/05/2021)

Page 1

Suplemento cultural de MILENIO

LABERINTO HOMBRE DE CELULOIDE

CIENCIA

FERNANDO ZAMORA

GERARDO HERRERA CORRAL

No dejes de mirarme y el poder del arte

La física en pie de lucha contra la pandemia

Foto: Pergamon Film

SÁBADO 8 DE MAYO DE 2021 AÑO 17 - NÚMERO 934

Martínez Baracs: Cortés y el factor indígena Guadalupe Alonso Coratella/ FOTOGRAFÍA: OMAR FRANCO

Foto: UdG


-02-

ANTESALA

8 DE MAYO 2021

EN EL BANQUILLO

Desatino TEDI LÓPEZ MILLS

L

a imaginación no comete errores. Si pongo la sombra de una mujer encima de la mesa atravesada por la luz inoportuna del lunes que apesta al incendio de un bosque aledaño y digo que la sombra no equivale a una persona, pero sí a un cuerpo, y afirmo que haré todo lo posible por hablar en su nombre para que haya al menos un vínculo solidario y yo represente el símbolo genérico o algo parecido, nadie podrá advertirme con furia o desdén que infrinjo una regla. O si aconsejo que tú y él y ellas y ellos se junten bajo el toldo gris mientras se decide quién será la voz cantante del grupo, la figura de la identidad con la que tú y él y ellas y ellos comulguen sin las dudas del caso porque siempre hay caso, nadie podrá acusarme de que borro individuos adrede por no comprometerme con la causa de señalarlos una por uno o viceversa. Cuestión de política y no de arte, de estrategias y no de realismo burdo. Si trazo escenarios íntimos es por falta de recursos: poco espíritu y muy dado a las convenciones de la tristeza por los efectos dramáticos que produce en los paisajes del barrio donde desempeño un papel protagónico a fin de evitar malentendidos acerca de cómo debe interpretarse tal o cual experiencia. La sequía es otra cosa. Las vacas y los borregos muertos en el polvo donde antes la hierba y los pastizales tuvieron mucho que ver y se humedecía el tramo correspondiente para que los cuadrúpedos fueran triscando alegres “hacia el futuro”, no son de ningún modo el principio de una mentira o de un cálculo erróneo de consecuencias. La piel en los esqueletos despedazada por el sol no es un asunto de matices, sino el puro cuero aún asido a los huesos porque le falta tiempo para disolverse o absolverse y caer en el polvo con las pezuñas por delante. La noticia será que al menos hay restos y queda la esperanza de que las criaturas resuciten, llueva en los campos, se colmen las presas y se diga al cabo que la escasez de agua fue solo anecdótica. Si comparo los minuteros de mi reloj con soldaditos de juguete, tendré que explicar los despliegues y repliegues alrededor de los números. Si explico que jamás visité la recámara de los niños por miedo a desordenar las figuras en los estantes, se me recordará que nunca hubo niños y que no debo abusar de las emociones en detrimento de las ideas. Pienso en los reacomodos en mi cabeza cuando se me sugiere que delire a mis anchas en vez de avanzar punto por punto, como si esto fuera la crónica de un país custodiado por el señor que nos insulta todas las mañanas desde una tarima con el micrófono pegado a los labios y la sonrisa inconfundible y el dedo índice al aire: ¡ustedes, ustedes, ustedes! Cuento los nombres en su lista de enemigos y me equivoco. Cuento los nombres en mi lista de poetas y me equivoco. Escribo el año de un nacimiento y me equivoco. El catálogo de errores lo elabora mi amigo conforme los va descubriendo con júbilo. Se mueven perdidas las cifras en la página como las moscas en mi cuarto.

Pienso en los reacomodos en mi cabeza cuando se me sugiere que delire a mis anchas

_

No dejes de mirarme. Dirección: Florian Henckel von Donnersmarck. Alemania, 2018. Disponible en HBO.

HOMBRE DE CELULOIDE

Lo sabido no pensado

N

FERNANDO ZAMORA @fernandovzamora FOTOGRAFÍA PERGAMON FILM

o dejes de mirarme es algo más que el título de una película alemana; es el consejo que, en ella, ofrece una muchachita un poco loca a su sobrino que quiere ser pintor. La chica se lo dice durante una visita a la exposición Arte degenerado que promocionaron los nazis en 1937 y que resultó en la primera colección de arte moderno. No dejes de mirarme fue dirigida por Florian von Donnersmarck, reconocido autor de La vida de los otros, película que, en 2006, lo volvió famoso. Como sucede con el gran arte, esta obra está íntimamente relacionada con la vida del autor. Tanto que, a pesar de que parece un retrato de Richter, es en realidad un autorretrato. Porque solo en la superficie, No dejes de mirarme cuenta la historia de un pintor que se asemeja a Richter. Esto no importa. Tampoco que a través de su protagonista cuente la historia reciente de Alemania. “Solo lo subjetivo es arte, si no, sería artesanía,” afirma Donnersmarck. Y tiene razón. El pintor de No dejes de mirarme aquí se llama Kurt Barnert. Kurt se enfrenta a la definición de pintura que ofrecen tres sistemas: para los nazis, debe ser heroica; para los comunistas, proletaria; y para los capitalistas, “una idea”. Sin embargo,

lo importante es que a lo largo de su vida el problema de Kurt ha sido existencial: ¿por qué he recibido el don de hacer arte? Sí, puede que en esta pregunta haya alguna relación con Richter, pero más bien se encuentra íntimamente ligada con la vida de Von Donnersmarck, quien después de La vida de los otros viajó a Hollywood, hizo una película con Johnny Depp y luego “se vació”; ya no supo qué decir. El director se había vuelto una suerte de camaleón que pasó de Berlín a California, del cine de autor al cine de productor. Camaleón. Este apodo despectivo se le ha dado a Richter y en ello estriba la identificación del director con él. Pero hay más: durante el clímax, Kurt consigue que su némesis, el malo de la película, se desplome. ¿Qué ha visto el profesor Carl Seeband en esta inocente pintura de un niño que parece apuntar hacia otra pintura que representa a un nazi? En la respuesta estriba un discurso en torno al poder del arte y su capacidad para

Como sucede con el gran arte, esta obra está íntimamente relacionada con la vida del autor

decir aquello que en psicoanálisis se llama “lo sabido no pensado”. En efecto, Kurt el pintor sabe cosas que no ha pensado conscientemente. Más de lo que puede decir. Pero sus pinturas, como las de todos los grandes, develan el interior de sus protagonistas. Así que, más allá del biopic, No dejes de mirarme es un discurso sobre el poder del arte y este, el poder, es otro tema: ¿por qué el profesor Seeband mata o deja vivir? Porque puede. Así le responde a un comandante ruso cuando decide salvar a su hijo. Y así responde Kurt, el pintor, cuando le preguntan por qué dibuja letras con consignas proletarias a mano alzada y sin usar plantilla: “Porque puedo”. El poder del arte, parece estar diciendo Von Donnersmarck, radica en la capacidad de revelar algo que está más allá de la superficie, algo que trasciende la técnica y el discurso vacuo del arte moderno. El poder está en “mostrar la verdad”. Porque también eso se lo dice la tía lunática al niño de cinco años: “ahí donde hay algo verdadero, ahí está el arte y está también la belleza”. No se trata de un descubrimiento moderno. Para nada. Ya los medievales sabían que la verdad, para serlo, tiene que estar plenamente identificada con la belleza y la bondad.

_


ANTESALA

8 DE MAYO 2021

POESÍA

Nos ha nacido... HADEWIJCH DE AMBERES (1200?-1248?) TRADUCCIÓN DE STEFAAN VAN DEN BREMT

Nos ha nacido el nuevo año, bendito sea Dios por esto. Contento acoge la primavera quien se deleita en amor y reconoce sinceramente estar dispuesto en cada temporada a sufrir penas por el alto amor. En toda temporada ha de penar quien a amor alto ha de servir incrementando su alto servicio, si quiere prosperar en él y si se empeña en experimentar cómo amor ama con amor al robarle razón y corazón. Nueva temporada y nuevo amor, ambos hieren el mismo fondo. Probarlo ahora de nuevo es lo que hirió mi corazón: que aquella noble figura persiste en su sutil natura ocultada tan largo tiempo. Servir a amor en la nueva temporada quizá parezca algo muy nuevo. Pues hay ahora muy poca gente que aspire al gusto de amor verdadero. Pues al extraño cruel le queda oculto cómo me ha robado el corazón la estación que por mucho anhelo. Hadewijch fue redescubierta en 1838, cuando el filólogo alemán Franz-Joseph Mone encontró dos manuscritos en la Biblioteca Borgoñona de Bruselas. Ediciones El Tucán de Virginia acaba de publicar la edición de todas sus canciones.

EX LIBRIS

Borges me devora pero yo soy Borges/ EKO

-03-

ESCOLIOS

Lecturas de crisis ARMANDO GONZÁLEZ TORRES

@Sobreperdonar

M

ucho se habla de la capacidad de la lectura para ayudar a sanar en tiempos de desgracia. En efecto, la vivencia lectora depara sorprendentes experiencias lenitivas, aun ante el auge de las pantallas y dispositivos electrónicos. Michèle Petit en El arte de la lectura en tiempos de crisis (Océano, 2021) hace un emotivo y esperanzador recuento de ejercicios de impulso de la lectura y formación de lectores entre sectores desfavorecidos en diversas partes del mundo. Esta estudiosa de las prácticas de lectura nutre sus argumentos con una extensa experiencia de campo, con una prosa nítida y con una gran capacidad de empatía. Para la autora, las situaciones de crisis vuelven la realidad sombría, informe e indistinguible y, ante ello, la lectura constituye un asidero, que ayuda a recuperar el aliento y alimenta la disposición a conversar, imaginar y vivir. La lectura brinda ligereza y movilidad al pensamiento encadenado en el fatalismo y ensancha los lindes de un mundo que se percibe cerrado. De acuerdo a Michèle Petit, en la actual pandemia, no solo aumentaron la lectura y las ventas de librerías, sino que se incrementó la demanda por los clásicos y por géneros “difíciles”, como el ensayo. También se extendió el fenómeno de la tertulia virtual y se han multiplicado espacios que combinan el desahogo colectivo y el diálogo libresco y que a menudo se denominan, indicativamente, “biblioterapia”. Así, la emergencia sanitaria ha impulsado numerosas manifestaciones de lectura sociable, no utilitaria y, en muchos sentidos, curativa. Ciertamente, la curación por la palabra, como la llama Pedro Laín Entralgo en su bello libro, se remite a la antigüedad griega y, como sugiere Michèle Petit, la lectura, o incluso el recuerdo de la lectura, brinda un auxilio fundamental para la resistencia y la reparación del individuo en situaciones límite, como la guerra, el exilio, el cautiverio o las grandes depresiones económicas. En estas circunstancias, el libro ofrece una hospitalidad al individuo desasido y la lectura contribuye, a la vez, a evadir y reintegrarse a la realidad, a entender y reorganizar la propia historia, a devolver o crear nuevas identidades y pertenencias. La lectura permite que el individuo, en el entorno de la crisis, se considere como algo más que un superviviente y avizore horizontes renovados. La autora, sin embargo, advierte sobre el peligro de instrumentalizar la lectura como un remedio estándar para desazones o patologías. El acto de la lectura es multifacético y las lecturas más curativas no se reducen a la función del cuidado, ni son deliberadamente edificantes. De hecho, la lectura, entre más desprovista de propósitos prácticos, conduce a ese estado de contemplación sin deseo que los antiguos asociaban a la felicidad. Tal vez, como dice Petit, la fase más reveladora de la lectura es cuando el lector, que ha permanecido absorto, levanta la vista del libro y contempla, como nuevo y fresco, el espectáculo del mundo.

En la pandemia, aumentaron las ventas de librerías y la demanda por los clásicos

_


-04-

DE PORTADA

8 DE MAYO 2021

Con la Conquista cayó el imperio mexica, pero no el mundo indígena, sostiene Rodrigo Martínez Baracs en entrevista

“Hay que librarnos de esa historia de buenos y malos”

D

GUADALUPE ALONSO CORATELLA FOTOGRAFÍA ARCHIVO RMB

octor en Historia y Etnohistoria por la ENAH y autor, entre casi una decena de libros, de De la A a la Z. El conocimiento de las lenguas de México (2015), Rodrigo Martínez Baracs ofrece en entrevista una visión integral de la Conquista. A la superioridad tecnológica de los españoles agrega el disgusto de los pueblos sometidos de Mesoamérica como una de las causas principales de la caída del pueblo mexica. Un imperio, afirma, fue sustituido por otro imperio. “A 500 años de la Conquista de México no es necesario replantearnos la historia, sino revisarla desde el análisis objetivo y sus consecuencias en el presente”. Así lo formula el historiador Rodrigo Martínez Baracs. “Fueron acontecimientos tan complejos que conviene acercarse desde múltiples puntos de vista, ya sea a la luz de los acontecimientos mismos, una serie de hechos que sucedieron en el corto plazo, o desde la perspectiva del tiempo, partiendo de lo que pasó hasta llegar al presente, porque a 500 años aún vivimos las consecuencias; no lo hemos resuelto, nos sigue doliendo. Es como el paciente del psicoanálisis que no acaba de entender qué sucedió en sus primeros años de vida. En este sentido, los historiadores funcionan como psicoanalistas de la nación: pueden quitarnos traumas, el trauma de derrotados, de vencidos, que deriva de causas históricas complejas. “Mucha gente identifica la Conquista con la caída del Imperio mexica, es decir, la caída del mundo prehispánico en su conjunto. No fue así. Cayó un imperio y fue sustituido

por otro imperio. Tampoco implicó la destrucción total de la población indígena. Recordemos la catástrofe demográfica causada por la epidemia. Esto no tiene que ver necesariamente con la caída de Tenochtitlan, sino con el encuentro de dos mundos. La población indígena disminuyó entre 80 y 90 por ciento; sin embargo, la sobrevivencia de al menos un millón de personas fue suficiente para el mestizaje. Los indígenas nunca dejaron de ser mayoría en la población novohispana, muchos vivían en sus pueblos, con sus propias autoridades, hablaban sus lenguas. Este sería uno de los elementos importantes de continuidad. Los señoríos, los altépetl (agua-cerro), en los que estaba dividido el territorio mesoamericano siguieron existiendo con sus propias autoridades indígenas, pero ya con categorías españolas como gobernadores indios, cabildos compuestos por alcaldes ordinarios, regidores, fiscales, escribanos, que ejecutan la administración del pueblo. Todo esto a la española, pero con personal indígena. Los españoles tenían la intención de fundar, no de destruir. No porque fueran blancas palomas sino porque se percataron de que había una civilización, una población más abundante, rica, organizada, a diferencia de la que habían encontrado en las Antillas. Apenas Cortés y sus hombres llegan a México se dan cuenta de la cantidad de oro que hay y prevén que a través de la población indígena y su organización política podrán organizar al país para beneficio de estos y de la Corona española. Aquí es donde se da lo que James Lockhart define como ‘falsa identificación mutua’. Los españoles, muy orgullosos, dicen: ‘Miren qué bien hemos sometido a los indígenas, los tenemos en sus pueblos, con su cabildo indio, la conquista fue un éxito’. Y los indios dicen: ‘Tenemos

estas instituciones españolas, pero seguimos siendo nosotros mismos, conservamos la identidad de nuestro altépetl, nuestras propias autoridades’. Es una mutua incomprensión que resulta en una buena adaptación entre los rasgos tradicionales indígenas y los rasgos tradicionales españoles”. El primer documento español escrito en México “Este proyecto de los españoles está presente desde los primeros documentos”, refiere Martínez Baracs. “Uno de los más tempranos, de junio de 1519, fue reproducido por mi padre, José Luis Martínez, en el primer tomo del libro Documentos cortesianos. Se trata de las instrucciones que redacta el cabildo de la Villa Rica de la Veracruz dirigidas a los procuradores Montejo y Portocarrero, para negociar varias cosas ante el rey Carlos I de España. Entre otras, no permitir que Diego Velázquez se apropie de la nueva tierra, sino que le den a Cortés el poder como justicia mayor, como capitán y luego como gobernador. Los miembros del cabildo, junto con Cortés, conocían de la destrucción, casi total, de la población indígena en las Antillas y querían evitar que esto sucediera. Por eso fray Bartolomé de las Casas, en su Brevísima relación de la destrucción de las Indias, de 1542, dice: ‘En México y su comarca está un poco menos malo’, pensando acaso en la intención de Cortés y sus hombres de conducirse con más cuidado. Se trata entonces de respetar estas unidades políticas, los altépetl, que serán la base de la supervivencia de buena parte de la población indígena dentro de la catástrofe demográfica que va a vivir”.

“Los españoles querían fundar pues se percataron de que había una civilización”

Una gran revolución Para Martínez Baracs, “la caída de Tenochtitlan es un momento importante dentro de esta gran revolución que traerá la Conquista, aunque muchas cosas se hubiesen dado de igual manera. América y el Viejo Mundo, Europa, Asía y África, tenían grandes diferencias tecnológicas que influirían en el desenlace de la Conquista debido a la superioridad armamentística española; asimismo, la llegada de la rueda, los metales, la escritura alfabética, el libro. También se da una expansión impresionante del ganado. No había ganado, ni mayor ni menor. Sin embargo, estos factores no serán determinantes en la caída de Tenochtitlan. Tampoco bastaba con que llegaran 500, luego 1500 y hasta 2 mil españoles. Por mucho que tuvieran armaduras, pólvora, perros y caballos, no hubiesen podido vencer a ejércitos de cientos de miles de guerreros mesoamericanos. Los mexicas estaban rodeados en su ciudad, sometidos a una epidemia terrible y esto los debilitó. Está el factor, que se enfatiza cada vez más, de la gran cantidad de señoríos enemigos o sometidos a los mexicas. Antes se hablaba de la genialidad de Cortés, que logró formar una gran alianza indígena antimexica. Los nuevos historiadores destacan no tanto la iniciativa española de esta alianza, como la iniciativa indígena. Había un gran disgusto entre la población mesoamericana, tanto de los enemigos de los mexicas como de los que estaban sometidos a ellos y otros grupos que se alían a los españoles. Esta alianza no se hubiese dado de no haber visto que los españoles tenían una tecnología militar considerable. Aquí destacaría el papel de Doña Marina, La Malinche, quien les transmitió la conveniencia de ‘aliarse con esta gente que nos va a ayudar debido a su superioridad militar’. Con mi mentalidad del siglo XXI, tiendo a pensar que era lógico que se aliaran


DE PORTADA

8 DE MAYO 2021

con los españoles porque, aunque la religión católica no sea la mejor del mundo y fue muy violenta a lo largo de la historia, los españoles llegaron a ofrecer una religión de paz y amor que contrastaba con la religión teocráticomilitarista-sacrificial-antropófaga de los pueblos indios. Pienso que esto fue importante, pero quizá estoy cayendo en mis propios prejuicios”. Malintzin y sus elecciones “Las crónicas de la Conquista dicen muy poco de ella y son pocos los datos factuales que podemos agregar; por eso me gusta citar el libro de Camilla Townsend: Malintzin’s Choices: Una mujer india en la Conquista de México. Investiga diferentes acontecimientos: su vida náhuatl, veracruzana, maya tabasqueña, junto a Cortés en la Conquista y junto a Juan Jaramillo después de la Conquista, y con-

cluye que solo podemos imaginarnos cómo se escogió a sí misma en estas circunstancias. Es una noción sartreana de la libertad. El hombre no escoge su mundo, el mundo en el que vamos a vivir, pero sí podemos escogernos a nosotros mismos en los mundos que nos tocaron vivir, en las situaciones, como diría Sartre, que a cada uno nos toca. A Malinche le fue mal en la medida en que prevaleció la visión indigenista liberal, pero tras varias décadas nos hemos librado de esta noción. No fue traidora, ella misma había vivido en un señorío oprimido por los mexicas. Ahora tenemos ideas cada vez más positivas, más claras, de cuáles eran sus opciones. Hay un elemento importante: en pocas conquistas como en la de México hablaron las armas, pero también el diálogo. Fue una conquista dialogada gracias a una mujer inteligente que entendió esta gran ruptura, esta gran re-

volución, y ayudó a los diferentes pueblos a integrarse en un nuevo mundo”. Entender a Cortés, no como mito, sino como hecho histórico Hernán Cortés, de José Luis Martínez, es un libro canónico sobre el conquistador. “Se trata de una versión objetiva, intermedia”, dice Martínez Baracs. “Tenemos la postura indigenista y también la visión indigenista de Cortés. Desde la Independencia, se reforzó la idea liberal de nuestra historia que coloca a Hernán Cortés como villano y considera ilegítimos los tres siglos de domino español en México. Quien intervino de manera decisiva en el libro de mi padre fue Octavio Paz. Él criticó la idea de que México había dejado de ser México en esa época y que volvería a serlo hasta 1821. Es la visión liberal de nuestra historia, que se implantó en el siglo XIX, se reforzó

El miembro de número de la Academia Mexicana de la Historia.

-05-

después de la Revolución y nos llegó a través de la historiografía liberal priista que ahora el gobierno está retomando: la de españoles malos, indios buenos. Mi padre aprovecha las ideas de Octavio Paz sobre el cambio civilizatorio que se dará a partir de entonces y comprende que es necesario transformar el mito del Cortés bueno o malo y plantearlo como un hecho histórico, más allá de las versiones adversas o favorables, estudiar a Cortés con la documentación que tenemos a la mano”. Él se enoja como señor “El nombre Moteuczoma”, explica el historiador, “viene de mo: reflexivo; teuctli: señor; zoma: enojar. Se enoja como señor. Él asume el gobierno de la Triple Alianza en 1502, hasta su muerte, en 1520. Ese mismo año, cuando toma el poder, ocurre un encuentro muy interesante de Cristóbal Colón, en la costa de Honduras, con una nave mercante mesoamericana. Les robaron lo que traían: cacao, cobre, muchas riquezas; los despojaron de sus bienes y los dejaron ir. Ellos mismos le habrían dicho a Colón y a su gente: ‘Sigan navegando hacia allá y van a llegar a algo importante’. No le interesó. Colón hubiera podido descubrir México en 1502, pero se empeñó en encontrar un paso marino para proseguir su camino a Asia, a las verdaderas Indias. Estos mercaderes seguramente relataron su encuentro a los demás. La noticia corrió por las rutas comerciales mesoamericanas. A partir de ahí se supo que estaban cerca estas personas poderosas, abusivas, malolientes, que iban a llegar, y que podían destruir el imperio. En alguna ocasión, se encontró flotando un cofre y se lo llevaron en gran secreto a Moteuczoma. Ahí encontró telas maravillosas, una espada que se empeñó en romper golpeándola contra el suelo y que no se rompía. La presencia cercana de seres armados capaces de acabar con el reino fue una noticia que se difundió de boca en boca, por más que Moteuczoma tratara de ocultarla. De este modo, se mitologizó aquel rumor que circulaba como teléfono descompuesto. Fue ocupando el lugar de los sueños, de las visiones, y le dio sentido a acontecimientos extraordinarios como temblores o cometas. Quizá esta sería la base de información que transmiten los llamados presagios de la Conquista y que los historiadores han tratado de estudiar desde la lógica mesoamericana. Sin duda tendrían que ser vistos así, pero sin olvidar que ya existían datos de la llegada de cierta gente”. Cómo acercarnos a la historia “Hay que librarnos de esta historia de bronce, de héroes, de la historia infantil de buenos y malos”, concluye Martínez Baracs. “Como decía Pilar Gonzalbo, gracias a los historiadores podemos saber que los buenos no eran tan buenos y los malos eran todavía peores. En el caso de Cortés, tenía muchos elementos de maldad, pero también elementos de luz, en particular, su verdadera identificación con el mundo mesoamericano, su voluntad de conservarlo en su unidad política fundamental. Con la Conquista cae el imperio mexica, pero no se derrumban sus unidades constitutivas. Gracias a eso el mundo indígena sigue vivo y es un legado que debemos de transmitir”.

_


-06-

CIENCIA

8 DE MAYO 2021

DESMETÁFORA

La física contra el Covid-19 Sus contribuciones han hecho posible el combate a la pandemia en muchos frentes

C

uando la humedad en una habitación es muy alta las pequeñas gotas suspendidas crecen con rapidez y se precipitan al suelo en poco tiempo. Esto evita que sean aspiradas por las personas que podrían infectarse con la presencia del virus en el aire. Es por eso por lo que físicos especialistas recomiendan mantener una humedad relativa por encima del 40 por ciento en recintos cerrados para evitar que el virus se mantenga flotando más tiempo y se propague a mayor velocidad en el aire seco infectando a un número mayor de individuos. Este conocimiento es el resultado de investigación en laboratorios de física. De manera que, además de la mascarilla y de un flujo continuo de aire, se recomienda vigilar la humedad relativa que evita de manera óptima los contagios cuando se mantiene entre el 40 y el 60 por ciento. Con esto los hospitales, aeropuertos, salones de clases, etcétera, podrían reducir el número de contagios. Por si esto fuera poco, se ha podido observar que un aire seco propicia que la piel de la mucosa en la nariz se vuelva más permeable, dejando pasar al virus con mayor facilidad. El control de la humedad en aviones y medios de transporte, salas de cine y teatros debería tomar en cuenta estos resultados de mediciones en laboratorio. Una evaluación de los daños que el Covid-19 produce a los pulmones hace indispensable la radiografía de tórax. La imagen del tejido blando se puede mejorar de manera considerable con el uso de radiografías por contraste de fase que permite ver con mayor claridad estructuras en el material biológico. Existen ya muchas variantes de esta técnica y en México se realiza investigación en el área desde hace tiempo. Cuanto mejor sea la calidad de la imagen de los pulmones mejor será la evaluación del médico. La radiografía por contraste de fase utiliza la información que se genera cuando los rayos X atraviesan materiales con diferentes índices de refracción. La radiografía tradicional solo considera la absorción. Los termómetros que ahora vemos por todas partes hacen uso de la radiación infrarroja que emite nuestro cuerpo para medir la temperatura sin necesidad de contacto directo. Estos dispositivos podrían ser grandes auxiliares en el combate a la pandemia, pero el uso correcto

GERARDO HERRERA CORRAL gherrera@fis.cinvestav.mx FOTOGRAFÍA UDG

Personal de salud haciendo uso de los oxímetros.

requiere de entrenamiento del operario, de condiciones adecuadas en su uso, de termómetros precisos y de la calibración apropiada. Desafortunadamente, no contamos con nada de eso y el montaje teatral en los supermercados en que se mide la temperatura para poder ingresar es solo un trámite burocrático que mantiene alejados a los inspectores. El termómetro que se usa en todas partes es de aplicación industrial y la resolución no es tan importante pero la demanda de aparatos de este tipo es tan grande que las compañías los distribuyen al por mayor aun cuando son incapaces de distinguir una hipotermia de una fiebre. Las cámaras termográficas que se usan en algunos lugares tienen resoluciones de dos grados, aunque dicen contar con precisión de un grado. Desafortunadamente, ni un grado de precisión es útil para detectar enfermos. La pandemia ha promovido el desarrollo de termómetros capaces de

Un aire seco propicia que la piel de la mucosa en la nariz se vuelva más permeable

detectar hasta un 90 por ciento de las fiebres en pruebas controladas, pero todavía están muy lejos de ser producidos con estándares de calidad que permitan satisfacer la demanda. En condiciones de laboratorio se pueden lograr niveles de exactitud del orden de 0.3 por ciento, pero difícilmente se logra contar con 0.5 en el uso público. Ahora se desarrollan mejores termómetros y con certeza estaremos listos para la próxima pandemia. Por lo pronto, continuemos entrando en los establecimientos públicos con hipotermias fulminantes o fiebres nunca vistas para que de esa manera le demos empleo a una persona que usa el aparato, además de al ejército de inspectores que miran con meticulosidad y celo de relojero suizo cómo la temperatura es medida a todos sin excepción aunque la medición dependa de la hora del día más que del estado de salud del que pasa por ahí. Los oxímetros miden el nivel de saturación del oxígeno en la sangre y son verdaderos auxiliares durante el padecimiento. Funcionan con la luz de dos leds que emiten en rojo (con una longitud de onda de 660 nanómetros) y en infrarrojo

(que tiene una longitud de onda de 940 nanómetros). Cuando la hemoglobina está oxigenada absorbe más luz infrarroja y permite que pase más luz roja. En cambio, la hemoglobina sin oxígeno hace lo contrario: absorbe más luz roja que infrarroja. La relación de estas dos medidas permite calcular la cantidad de hemoglobina que transporta oxígeno. Al colocarlo en un dedo o en el lóbulo de la oreja nos dará una buena idea de la cantidad de oxígeno que está siendo transportada por la sangre en ese momento, con una precisión del orden del 2 por ciento. Esto significa que si se mide un 92 de saturación de oxígeno bien puede ser 90 o 94. Con esa precisión es suficiente para que nos demos cuenta del estado de nuestro organismo. Hay que evitar uñas pintadas y considerar que el color de la piel puede cambiar las lecturas ligeramente. Con todo, es un aparato genial y de gran utilidad que hace uso de la física de materiales al interaccionar con la radiación y que todos debemos tener en casa. No son todas, pero sí algunas de las más familiares contribuciones de la física al combate del Covid-19.

_


EN LIBRERÍAS

8 DE MAYO 2021

NARRATIVA, ENSAYO Tomás Nevinson

La última sonrisa en Sunder City

-07-

A FUEGO LENTO Agnes Grey

Sol de la incertidumbre México, 2020

Javier Marías Alfaguara México, 2021 688 páginas

Luke Arnold Gamon México, 2021 288 páginas

Anne Brontë Austral México, 2021 305 páginas

Nueva aparición del agente británico Tomás Nevinson quien ahora debe encontrar a la mujer que diez años atrás, en 1987, dirigió dos atentados del IRA y la banda ETA. Con este ingrediente básico, Marías construye una novela sobre los límites de nuestros actos, sobre la posibilidad de hacer daño para evitar un mal mayor. Como escribe el narrador: “ya se ve que matar no es tan extremo ni tan difícil e injusto si se sabe a quién”. La acción convive con la más punzante reflexión.

Con esta novela el también actor y guionista australiano hace su debut en la literatura fantástica (se dice deudor de Tolkien). En 4390, una banda de cazadores de dragones funda Sunder City. Antes de que los humanos la destruyeran con sus máquinas, la magia existía naturalmente. El detective privado Fetch Phillips es contratado por el director de una escuela a la que asisten niños con una herencia mágica para que encuentre a un profesor de raíces vampíricas.

Esta es la primera novela de la menor de las hermanas Brontë (18201849), quien escribió bajo el seudónimo de Acton Bell. Publicada en 1847, sigue los pasos de una institutriz con hambre de mundo, capaz de tomar sus propias decisiones y probarse a sí misma, sin importar lo que digan los demás. El tono es abiertamente autobiográfico pues durante cuatro años Anne Brontë desempeñó el mismo oficio para la familia de un reverendo.

La leyenda de la Peregrina

Amar a Lawrence

Todo lo que queda

Carmen Posadas Espasa México, 2021 480 páginas

Catherine Millet Anagrama España, 2021 216 páginas

Sue Black Paidós México, 2021 381 páginas

Como explica la autora española, su obra se había concentrado en lo que le sucede al ser humano pero un día se dio cuenta que los objetos también poseen una vida. La Peregrina del título no es una persona, sino una famosa perla; su sobrenombre se debe a su acepción como algo “extraordinariamente bello o único”. Encontrada por un esclavo en el Archipiélago de las Perlas en Panamá en el siglo XVI, perteneció a María Tudor, esposa de Felipe II de España, y a Elizabeth Taylor.

La autora de La vida sexual de Catherine M. aborda la vida y obra de D. H. Lawrence. El interés resulta obvio. Como el autor de El amante de Lady Chatterly, Millet es una exploradora del deseo femenino, del espíritu transgresor y a contracorriente de la moral dominante. El resultado es una lectura profunda de sus diarios y novelas y un cuadro completo de su ideario político y sus lances amorosos, una suerte de ensayo que no desdeña los planos autobiográficos.

¿Por qué la muerte nos sigue pareciendo espeluznante, brutal y grosera?, se pregunta la autora de este ensayo, una connotada antropóloga forense. Será, intenta responder, porque no tratamos con ella a menudo. Pero qué podemos decir de quienes conocen sus múltiples rostros, sus variadas manifestaciones. Son justamente esos rostros los que ofrece este libro, cuyos casos nacidos de la propia experiencia terminan por modelar lo que fueron algunas vidas.

Bajo un sol negro ROBERTO PLIEGO robertopliego61@gmail.com

U

n México que disputa la hegemonía mundial con la Gran Bretaña mientras el principio de incertidumbre de Heisenberg ha puesto de cabeza los hechos históricos del planeta entero, un grupo de narcotraficantes abatidos por las tropas fantasmales de Francisco Villa, un antiguo centinela de la Hermandad de los Caduceos, un franciscano llamado a juicio por la Inquisición tras dejar el testimonio de un avistamiento extraterrestre: estas son algunas de las extravagancias que concede Sol de la incertidumbre (Editorial An-Alfa-Beta/ UANL), una asombrosa y deleitable colección de relatos. El mundo según Ramón López Castro tiene una consistencia porosa: un callejón miserable es la entrada a un palacete habitado por una hermosa pareja que se alimenta de otros seres humanos para conservar su juventud; el destino de un antiquísimo rey tentado por las artes negras de un nigromante se resuelve en un viaje a través del tiempo que concluye en la caída de Tenochtitlan. El futuro condiciona el pasado, el presente puede concebirse como un largo corredor en el que una puerta se abre para permitir la entrada de espectros o seres inquietantes y luego se cierra para anunciar a su vez la apertura de otra puerta. Uno de los mayores dones de Sol de la incertidumbre es su poder para provocar nuestra extrañeza. Cuando más cómodos nos sentimos, es decir, cuando más hechos estamos a la representación convencional de la realidad, López Castro da un golpe de mano para instalarnos frente a paisajes, imágenes, objetos que provienen de un orden trastocado Pienso, por ejemplo, en “El sol sea con nosotros”. Lo que parece una sesión psicoanalítica no es sino la recreación del mito del origen del universo según la tradición maya, una relación de hechos en la que nada parece echado al azar y el reino animal conserva la historia de la especie humana. Los motivos que guían la imaginación de Ramón López Castro son múltiples y se asientan en una configuración fantástica de la literatura. Por caminos siempre inesperados, y a la vera de un poderoso y rico arsenal de recursos estilísticos, exhiben un impulso natural para combinar y trasponer ideas, para hacernos mirar hacia ese otro lado que desconocemos o solo presentimos.

_


LABERINTO

DIRECCIÓN: JOSÉ LUIS MARTÍNEZ S. EDICIÓN: ROBERTO PLIEGO EDICIÓN WEB: ÁNGEL SOTO ARTE Y DISEÑO: JOSÉ LUIS MEDINA G.

8 DE MAYO 2021

http:// www.milenio.com/cultura/laberinto/Facebook: Laberinto Milenio/Twitter:@SCLaberinto/Instagram: milenio_laberinto

TOSCANADAS

Armas y letras DAVID TOSCANA

E

l Siglo de Oro me gusta por su concepto del honor, de la valentía, del espíritu caballeresco. Había en los autores una buena dosis de sabiduría que se capta en los argumentos y, cuando vemos alguna de sus obras de teatro o la leemos o la escuchamos leer, nos aparecen frases o versos tan bien dichos que parecen dichos. “La razón hace al valiente, y al cobarde hace el temor”, dice Tirso de Molina en El burlador de Sevilla, y continúa hablando de que “el que se pone a servir, voluntad no ha de tener, y todo ha de ser hacer, y nada ha de ser decir”. En El vergonzoso en palacio menciona algo que se volverá famoso años después con Calderón de la Barca: “No creáis en los sueños, que los sueños sueños son”. Pero esto ha de ser una consigna bien conocida y el toque calderoniano está en haber agregado que la vida es sueño.

Don Quijote habla de manera distinta sobre el “hacer”, pues no pone tal verbo en un sirviente sino en el hombre de acción: “Sábete, Sancho, que no es un hombre más que otro si no hace más que otro”. Aunque sobre el decir opina lo mismo que Tirso de Molina y le pide a Sancho “que te abstengas y reportes en el hablar demasiado conmigo; que en cuantos libros de caballerías he leído, que son infinitos, jamás he hallado que ningún escudero hablase tanto con su señor como tú con el tuyo”. Sin embargo, Sancho sabe negociar su palabrería. “Si vuestra merced se enoja”, respondió Sancho, “yo callaré y dejaré de decir lo que soy obligado como buen escudero, y como debe un buen criado decir a su señor”. Así, don Quijote no puede sino conceder: “Di lo que quisieres, como tus palabras no se encaminen a ponerme miedo; que, si tú le tienes, haces como quien eres, y, si yo

no le tengo, hago como quien soy”. Aunque aquellos escritores solían ser cristianos que de dientes para afuera hablaban de poner la otra mejilla, lo cierto es que en sus personajes el acero se aprestaba con presteza. “De lengua al agraviado caballero ha de servir la espada, no la pluma” o, cuando no llega a buen fin el arreglo verbal de una disputa: “lo que la ciencia erró, venza el acero”, muy parecido a “la lengua suspended, y hable el acero” o “donde el acero ha de hablar, calle la lengua”. Así pues, no salía tan barato insultar a alguien. Siempre que lo hizo, don Quijote hubo de sostenerlo con las armas o pagarlo en los huesos. Por eso gran prudencia era cerrar la boca. Baltasar Gracián escribió: “Siempre hay tiempo para enviar la palabra, pero no para volverla”. Y Calderón de la Barca dijo: “Cuando tan torpe la razón se halla, mejor habla, señor, quien mejor calla”.

_

BICHOS Y PARIENTES

Thoreau: la desobediencia todavía

H

ace unos pocos años, Henry David Thoreau era recordado como el autor de Walden, una obra ambiciosa en varios sentidos: literario, filosófico, político. Hoy, su obra más reconocida es un ensayo breve y lleno de una subversión insólita: Desobediencia civil. Y, frente al prestigio de estas dos obras, extraña el desconocimiento de sus demás escritos: 39 volúmenes de sus diarios, poemas, ensayos… todos emprendidos con una vitalidad de atleta y con un estilo muy peculiar, a la vez claro y difícil. Si bien es un maestro de la transparencia, también es uno de esos pensadores que hilan mientras escriben y el talento les da para seguir de frente en vez de andarse corrigiendo sus cuartillas perfectas. Lo mismo es genial que prolijo, se contradice, se reinventa y, sobre todo, se busca y persigue a sí mismo. Nos deja esta extraña idea de que corre al bosque a perseguir su interioridad, que se le ha ido a inervarlo todo en la naturaleza. Es una disposición de ánimo que comparte con los otros grandes de su siglo y tierra: ese descomunal yo que oscila entre la autarquía radical y el panteísmo. Con Emerson, su amigo y benefactor, la certeza de que “nada tiene autoridad sobre uno mismo... la verdad es interior a cada alma”; con Walt Whitman, “Yo mismo me celebro y a mí mismo me canto;/ Y mis pretensiones serán las tuyas,/ Pues que cada átomo mío también te pertenece”. Como Herman Melville, que escapó a buscarse a sí mismo a las islas del Pacífico Sur (Taipi), Thoreau fue al frío de Concord a construirse a sí mismo: “me fui al bosque porque quería vivir deliberadamente”

JULIO HUBARD FOTOGRAFÍA ANÓNIMO

—en inglés, deliberately: un adverbio que al traducirse tal cual pierde toda la carga intencional—. La forma deliberada de Thoreau implica todo: él construyó su casa, su cama y los pocos muebles con la madera de los árboles del bosque de Walden Pond, en unas tierras cuyo propietario era Ralph Waldo Emerson. Como su cabaña, quiso su escritura y su vida entera, así, con esas manos que no dejaban de ser suyas a la vez que de la naturaleza. Lo herían de gravedad las

Nada peor que la articulación de los dos mecanismos que avasallan al sujeto: gobierno y esclavitud

enajenaciones. Amaba sus herramientas y la inteligencia y trabajo de las máquinas, pero rabiaba porque “el hombre se ha vuelto instrumento de sus instrumentos”. Despreciaba a la persona capaz de deponer su genésico yo para servir en calidad de utensilio, que equivale a una traición no solo a uno mismo sino al propósito entero de la creación y la naturaleza. Vivió acosado por la ambición de lo indecible: sí a las máquinas, no a la dependencia de ellas; sí al gobierno, siempre que sea un buen gobierno y, en estricta lógica: el mejor gobierno es el que gobierna menos y, por tanto, un gobierno óptimo es el que no gobierna nunca. No es una contradicción, si suponemos una sociedad armónica, educada y libre, con esa altísima y utópica esperanza de que las sociedades se conformaran

El autor de Walden, pionero de la desobediencia pacífica.

de adultos racionales y libres. Pero esa descripción básica y mínima de los filósofos es un sueño irrealizado. Y Thoreau vivió asaltado por la aguda neurosis de que nada, nadie, está a la altura de su ser. Ni siquiera él mismo, en su autosuficiente soledad. Como dijo Alfred Kazin: “tuvo que escribir su vida para convencerse a sí mismo de que había vivido”. Nada peor que la articulación de los dos mecanismos que avasallan al sujeto: gobierno y esclavitud. Con toda su insensata sensatez, Thoreau odió admirablemente las disposiciones del presidente James K. Polk, un demagogo que arreció las leyes esclavistas e invadió México con argucias y calumnias. No quiso convertirse en un subversivo violento porque habría significado empeñar su ser y esfuerzos en otra forma de la servidumbre. Pero construyó la mejor herramienta imaginable para deshilvanar el poder: dejarlo hablando solo; darse la vuelta y no hacerle caso. Desobedecer. Dejó de pagar sus impuestos y fue a dar a la cárcel: “bajo un gobierno que encarcela injustificadamente, el verdadero lugar para el hombre justo es también la prisión”. Thoreau murió a los 45 años, en 1862. Ni sombra de noticia tuvo de su creciente influencia de aquel breve ensayo sobre la Desobediencia civil, donde abrevaron Yeats y Tolstoi, pero sobre todo Mahatma Gandhi y Martin Luther King. Y solo hay un secreto en toda desobediencia civil: hacerse responsable de los propios actos. Ni Antígona, ni Sócrates, como tampoco Gandhi o King, pretendieron nunca ser inocentes; todos tuvieron claro que violaban la norma de un gobierno injusto.

_


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.