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Qué son los microplásticos?
Bolitas de resina plástica y fragmentos de plásticos fotodegradados colectados en Mission Bay, Auckland, New Zeland.
Por Mariana González González, MA
Editora, Programa Sea Grant de la Universidad de Puerto Rico
Los comparan con algo tan pequeño como una semilla de sésamo (ajonjolí), y hasta con algo tan grande como la goma de borrar de un lápiz. Seguramente, la última vez que fuiste a la playa y tomaste un puñado de arena no sabías que, de hecho, tenías en la mano algunas de estas minúsculas y coloridas piezas de plástico. Tienen nombre propio, se les llama microplásticos, y como sugiere su prefijo son extremadamente pequeños. El tamaño de estos es de 5 milímetros o menos, y es precisamente su condición de miniatura lo que los convierte en un residuo peligroso, sobre todo para microorganismos, tanto terrestres como marinos. Aunque los impactos negativos de estos microplásticos aún están en investigación, científicos aseguran que poco importa que sean “micro”: estos son igual de amenazantes que cualquier otro plástico de tamaño grande.
¿Qué productos se consideran microplásticos?
Te sorprendería saber que llevamos puesto el microplástico que más contamina los cuerpos
de agua: las microfibras de nuestras prendas de vestir. Estos filamentos sintéticos se encuentran en telas como trapos de limpieza, ropa de cama, manteles de mesa…, y se liberan en cada lavada. Investigadores, por ejemplo, estiman que un promedio de 1900 fibras individuales, de una sola pieza de ropa, se enjuagan en un lavado.
Mencionan, también, que este número crece aún más cuando se trata de una chaqueta de poliéster, la que es capaz de liberar hasta 1 millón de fibras sintéticas. Con semejante cantidad de microfibras que quedan a merced de nuestro medioambiente, no es de extrañar que un 85 % de este material, hecho por el ser humano, se encuentre en las costas del mundo.
Otro microplástico que puebla nuestros cuerpos de agua, y que utilizamos recurrentemente, son las microesferas. Estas son partículas de plástico que se añaden a productos de aseo (como limpiadores faciales, pasta de dientes y gel de baño), por ejemplo, para que actúen como depuradores. En cuanto a estos, al menos, ya hubo concienciación de parte del Gobierno estadounidense, y en el 2015 se aprobó la Microbead-Free Waters Act, que prohíbe la venta y distribución de cosméticos de enjuague que contengan microesferas de plástico. De la degradación de los macroplásticos, es decir, los plásticos de más de 5 milímetros de grande (como las bolsas de plástico, las botellas de agua y las envolturas de dulces) también resultan microplásticos. Asimismo, también los nurdles o pellets, esas bolitas de plástico “crudo” que se utilizan para fabricar materiales de plástico, se convierten en estos micropedazos tan amenazantes.
¿Cómo llegaron los microplásticos al mundo y a nuestras aguas?
La existencia de los microplásticos se hizo evidente en los años 70, en la costa de Nueva Inglaterra (al este de los Estados Unidos de Norteamérica). Desde entonces su presencia ocupa la mayoría de los cuerpos de agua: mares, océanos, lagos y ríos. Para hacernos una idea de lo acaparadores que son estos “microresiduos”, basta con decir que un 90 % del plástico que se halla en el medio marino oceánico son microplásticos. Al ecosistema marino, por otro lado, llegan de dos maneras, y la primera es a través de las plantas de tratamiento de aguas residuales. Estos tratamientos están diseñados para depurar el agua que ya no es apta para uso humano, y luego devolverla al ambiente natural. Los microplásticos (como esas microesferas del jabón y del limpiador facial que utilizaste en el aseo) llegan a estas plantas entre las aguas residuales, y son capaces de traspasar el filtro depurador, desembocando, junto con el agua procesada, hacia los cuerpos de agua. En estas plantas de tratamiento también puede ocurrir que, ante una lluvia tempestuosa, las aguas usadas que están a la espera de depurarse se desborden, y corran contaminadas a las vías fluviales.
La otra forma como los microplásticos llegan a los cuerpos de agua es mediante la fragmentación de macroplásticos. Es decir, cualquier botella de agua olvidada en la arena se convertirá en pedazos minúsculos al exponerse a los rayos ultravioletas, al viento y a las olas, todo lo que necesita para comenzar a degradarse y, eventualmente, llegar
Playa Pájaros en la Isla de Mona, P.R. Las corrientes marinas arrastran y dispersan desechos plásticos de lugares remotos.
Se observan microplásticos, pequeños pedazos de resinas de plástico y otros desechos marinos en la playa cerca de Bahía Sucia, Cabo Rojo, Puerto Rico.
al mar. De hecho, se menciona que los plásticos no desaparecen del medioambiente, si no que se transforman. Exacto: en microplásticos que se separan y esparcen, ya sea por el ecosistema terrestre o el marino, donde podrían permanecer, según investigadores, hasta más de 100 años.
¿Cómo afectan los microplásticos?
Las amenazas que enfrenta el ecosistema marino ante la invasión de los microplásticos aún están en investigación. Los científicos están buscando resolver de qué forma interactúan los microplásticos, los contaminantes que liberan, y también los organismos que se alimentan de ellos. Hasta hoy, los problemas que se presentan están relacionados con la ingesta de estos microresiduos. Es decir, organismos, tanto vertebrados como invertebrados, confunden el plástico con alimento y mueren a causa de inanición. El Dr. Weinstein, por ejemplo, profesor de la universidad The Citadel (Carolina del Sur), y de quien leeremos más adelante, realizó junto a sus estudiantes cadetes una investigación en la que se observaba el efecto de la ingesta de microesferas de plástico en 16 camarones de yerba. Todos murieron a causa de problemas gastrointestinales.
Por otro lado, que los corales, peces, camarones, lombrices y un sinfín de organismos y microorganismos se alimenten de plástico no solo trae efectos mortales y sustanciales a nuestro ecosistema marino, sino también al ser
humano. Científicos también hablan sobre la posibilidad de que los microplásticos absorban contaminantes químicos, y estos terminen en nuestro plato de comida en forma de camarón al ajillo. Pongámoslo así: los microplásticos son como esponjas que durante su viaje hacia el mar se empapan de todos los contaminantes que encuentran en el camino; desde los contaminantes del basurero en el que posiblemente se encontraban, hasta los químicos que utilizaron para su fabricación. Toda esta contaminación la ingiere ese organismo que luego se pescará, y que eventualmente compraremos a un pescador en la plaza del mercado. Sí, a este proceso lo conocemos como cadena alimentaria, o cadena trófica: el organismo se come el microplástico y nosotros nos comemos el pescado. Siendo así, que un organismo marino consuma estos microresiduos posiblemente contaminados, es un efecto que no solo debe interesar a los científicos, si no al mundo entero.
Glosario
aguas residuales – Aguas que se contaminaron luego de ser usadas por el ser humano.
depuradores – Aparato o instalación que limpia las aguas residuales.
gastrointestinales – Que pertenece al estómago y al intestino.
inanición – Debilidad por falta de alimento.
ingesta – Introducir comida a la boca.
poliéster – Material que se utiliza para la fabricación de telas.
sintéticos – Que se obtienen mediante procedimientos industriales y que imitan un material natural.
¿Cómo puedes ayudar a reducir la contaminación por microplásticos?
1. Usa la ropa más de una vez antes de lavarla. Si esta no tiene mal olor, claro, engánchala para que tome aire y reúsala luego. Mientras más se lava una prenda de ropa, más microfibras sintéticas libera.
Menos lavado equivaldrá a que menos microfibras se escapen. 2. Compra menos plástico. En vez de botellas de plástico, opta por comprar una botella de aluminio que puedas rellenar con agua antes de salir de casa; lleva, además, tu bolsa reusable cuando vayas de compra. 3. Recoge la basura cuando vayas a la playa. No solo la tuya, si no la que encuentres olvidada en la costa. 4. Colabora con organizaciones. Existen grupos, organizaciones e investigadores que se dedican a estudiar los efectos negativos que producen los microplásticos a nuestro ecosistema. Puedes colaborar con ellos desde difundiendo sus noticias hasta haciendo alguna donación monetaria si tu bolsillo te lo permite. 5. Reporta la contaminación. Si encuentras plástico (o cualquier otro tipo de contaminante) en las costas, retíralo del área, si es posible, o repórtalo a cualquier agencia encargada. 6. ¡Cuenta lo que sabes! Ya conoces sobre los microplásticos y lo mucho que estos pueden perjudicar a nuestro ecosistema. Cuenta a los demás lo que sabes, y sobre todo anímalos a reducir la compra de plásticos, a lavar la ropa cuando sea necesario, a reportar la contaminación y también a colaborar con organizaciones que se dedican a cuidar el medioambiente.
Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos. Amenazas toxicológicas del plástico. Recuperado de https://espanol.epa.gov/espanol/amenazas-toxicologicas-del-plastico.
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Black, L. (2016). Microfibres: The microplastic causing macro-problems in global waters. Lake
Ontario Waterkeeper. Recuperado de http://www.waterkeeper.ca/blog/2016/9/8/microfibres-themicroplastic-causing-macro-problems-in-global-waters.
Desperdicios plásticos depositados en la Bahía Sucia, Cabo Rojo, Puerto Rico.