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Corredor Ecológico del Noreste
Tesoro natural en peligro
Corredor Ecológico del Noreste: Tesoro natural en peligro
En el año 2007, se presentó el Proyecto de la Cámara 2150. El mismo pretendía declarar y designar como reserva natural el área denominada como Corredor Ecológico del Noreste (CEN). El proyecto fue aprobado. El valor ecológico del CEN y su potencial para ser convertido en un área para la recreación y el turismo de naturaleza lo hicieron merecedor de tal protección. No obstante, en el año 2009, el gobernador Luis Fortuño derogó dicha ley. Ahora más que nunca, el CEN corre el peligro de ser convertido en área de desarrollo de hoteles, como San Miguel Resort y Dos Mares Resort, de viviendas lujosas, de campos de golf y de carreteras. Sus múltiples ecosistemas, sus playas y los organismos que allí habitan están expuestos al desarrollo no planificado.
¿Qué es el Corredor Ecológico del Noreste?
El CEN está localizado en la franja costera al norte de la carretera PR 3, entre los condominios de Sandy Hills en Luquillo y el Balneario Seven Seas en Fajardo (ver mapa). Ocupa aproximadamente 3,000 cuerdas de terreno en las que se encuentran las playas de San Miguel, La Selva, Las Paulinas El Convento y La Colorá.
El CEN alberga diversos ecosistemas naturales tales como: bosques costeros, humedales, manglares, arrecifes de coral, praderas de yerbas marinas, una laguna bioluminiscente y millas de playas vírgenes que sirven de hábitat para más de cincuenta especies raras, críticas, amenazadas o en peligro de extinción y posiblemente únicas en Puerto Rico. Además, las playas del CEN son consideradas como unas de las más importantes en los Estados Unidos para el desove del tinglar, la tortuga marina más grande del mundo. Sus recursos lo convierten en parte esencial de nuestro patrimonio natural.
¿Qué se ha hecho para proteger el CEN?
A lo largo de treinta años, a nivel de la legislatura y de las agencias gubernamentales, se han llevado a cabo esfuerzos por proteger los recursos que posee el CEN. En 1978, por ejemplo, el Gobierno de Puerto Rico y la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) adoptaron el Plan de Manejo de la Zona Costanera (PMZC). Este plan recomendaba la designación de las fincas El Faro, Seven Seas y parte de El Convento Norte, como reserva natural. En el año 1990, una parte sustancial del CEN fue incluida como parte del sistema de barreras costaneras bajo la Ley Federal de Barreras Costaneras. También, en 1996, la Junta de Planificación (JP) estableció el Plan de Desarrollo
Turístico de la Costa Nordeste de Puerto Rico en el que se adoptaba como política pública que todo proyecto propuesto en el CEN debía mantener el carácter paisajista y las condiciones naturales de la región. Asimismo, en 1999, la Asamblea Legislativa aprobó la Ley de la Reserva Natural de la Finca de Seven Seas. Además, en septiembre de 2003, el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) identificó al CEN como una de las Áreas con Prioridad para la Conservación en Puerto Rico.
Muchos han sido los esfuerzos, los estudios y la documentación que prueban que el CEN constituye un tesoro natural que debe ser protegido para la salud de nuestros ecosistemas y para el disfrute de toda la ciudadanía. En respuesta a la acción tomada por el gobernador Luis Fortuño, cientos de personas y decenas de organizaciones han unido esfuerzos a favor de la protección del CEN. La Coalición Pro Corredor Ecológico del Noreste y el Sierra Club son ejemplos de ello. Estos grupos se han dado a la tarea de batallar por que se honre la designación inicial, han llevado el pleito a los tribunales y han decido que, con una colaboración directa con las universidades, pueden obtener resultados más detallados sobre los recursos que posee el CEN, lo que a su vez sirve como taller para científicos locales.
El mapa de Puerto Rico muestra el área que compone el Corredor Ecológico del Noreste.
Diagrama: Oliver Bencosme Palmer
El fin de semana del 11 al 13 de diciembre de 2009 se llevó a cabo el Bio-Blitz. El mismo fue organizado por el Sierra Club y tuvo como objetivo principal la cuantificación y la identificación de las especies críticas de la zona. Este inventario biológico contó con la participación de investigadores provenientes de la Universidad de Puerto Rico (UPR), recintos de Bayamón, Carolina, Humacao, Mayagüez y Río Piedras, así como también de la Universidad Metropolitana en Cupey, de la Sociedad de Ambiente Marino, del Programa Sea Grant de la UPR y de varios capítulos de la organización estudiantil de la Sociedad Ecológica de América (SEEDS, por sus siglas en inglés).
Nuestra experiencia en el Bio-Blitz comenzó con una reunión en el estacionamiento en el balneario de Seven Seas, donde conocimos a los compañeros y a las compañeras que colaborarían en las tareas del día. Luego, Camilla Feibelman, representante de Sierra Club, nos dio la bienvenida y proseguimos a realizar una caminata que nos conduciría hacia las áreas que serían estudiadas. Este recorrido duró aproximadamente unos 45 minutos. Atravesamos humedales, manglares, playas de arena y rocosas hasta que llegamos al lugar de estudio: Playa Convento. Allí, nos dividimos en dos grupos y comenzamos a observar y a apuntar todo lo que vimos. Cada persona se ocupó de aquellos aspectos o especies que correspondieran a su especialidad, como por ejemplo, peces, algas, corales, entre otros organismos. Durante la actividad, buscamos, específicamente, organismos que estuvieran en peligro o estuvieran protegidos por leyes federales y estatales; ya que la protección de éstos apremia y, a su vez, facilita el proceso de llevar a cabo reclamaciones y de exigir la designación del CEN como reserva y como hábitat crítico para estas especies. Como parte de las tareas realizadas durante la actividad, hicimos snorkeling en parejas y cubrimos grandes parchos de corales y bancos de arena, en los cuales encontramos gran variedad de organismos. A pesar de que las condiciones del mar no fueron las ideales, pudimos identificar una amplia gama de organismos.
El CEN constituye un lugar con un alto potencial para la conservación, para la investigación y para la recreación. El área, además, es un escape del diario vivir de la ciudad. Los escenarios y los organismos que se observan tienen un valor que no se puede calcular en dólares ni en centavos. Su aportación mayor redunda en una mejor calidad de vida para todos y para todas. Les invito a que visiten el CEN y decidan por ustedes mismos si necesita ser conservado. Muchos y muchas entendemos que sí.
Algunos organismos que habitan en el CEN
Ilustración: José Drasich Colliard, Daniel Irizarri Oquendo y Alexis Rivera Miura
Nombre científico Nombre común Hábitat Información general
Dermochelys coriacea tinglar
Eretmochelys imbricata carey de concha
Especie pelágica, se acerca a la costa a comer. Se alimenta casi exclusivamente de aguavivas. Frecuentemente, utiliza las playas del CEN para depositar sus huevos. Especie en amenaza crítica de extinción. Protegida por leyes locales y federales.
Una parte de su vida transcurre en mar abierto. Luego, esta especie se mueve a los arrecifes donde se alimenta principalmente de esponjas. Usa las playas del CEN para poner sus huevos. Especie en amenaza crítica de extinción. Protegida por leyes locales y federales. Gran atractivo para el buceo y para el snorkeling turístico.
Acropora palmata
coral cuerno de alce
Crece en los arrecifes, especialmente donde rompe la ola.
Foto: Rosemarie Vásquez Cruz
Protegida por la Ley # 147 de PR y la Ley Federal de Especies en Peligro de Extinción del 1973. Ofrece refugio a muchos organismos marinos. En el año 2006, fue declarada como especie amenazada.
peces, invertebrados variados
Arrecife de coral Poseen gran importancia comercial, turística y ecológica.
Para más información puede acceder a la página electrónica de Sierra Club: http://puertorico.sierraclub.org/. También, puede buscar en youtube: Valorando el CEN (http://www.youtube.com/watch?v=31ap7XDYWvw), video producido por el Programa Sea Grant de la UPR.