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Michelle T. Schärer-Umpierre Abrazada por el mar

Abrazada por el mar

Por: Cristina D. Olán Martínez

“Abrazada por el mar.”

Así se sintió Michelle T. Schärer Umpierre la primera vez que buceó. El mar la acompaña desde que comenzó sus estudios de Bachillerato en Zoología en la Universidad de Florida Central, donde experimentó sus primeros encuentros submarinos en diversos viajes de investigación a los cayos de la Florida y a las islas Dry Tortugas.

Asimismo, el nombre de Dry Tortugas fue un presagio de lo que serían sus trabajos de investigación subsiguientes. Su tesis de maestría estuvo enfocada en epibiontes, es decir, organismos que habitan en la superficie de las tortugas de las aguas circundantes a la Isla de Mona. Este tema es uno muy interesante, ya que las tortugas marinas, con frecuencia, tienen organismos en su caparazón y en su piel. Algunos de ellos pueden causar daño al huésped, en este caso, la tortuga; en otros no causan daño. Los epibiontes también son indicadores del movimiento y de la ecología del huésped.

Su pasión por las tortugas fue el motivo que la condujo, en 1999, al Programa Sea Grant de la Universidad de Puerto Rico (PSGUPR). Esta relación entre Michelle, Sea Grant y las tortugas continúa hasta el día de hoy.

“Durante ese año me aproximé a Sea Grant porque estaba colaborando en un proyecto acerca del carey de concha en la Isla de Mona,” comentó Schärer acerca de cómo llegó a Sea Grant buscando apoyo para su tesis de maestría mientras también colaboraba, desde 1996, con los biólogos, Carlos Diez y Robert van Dam en el Proyecto Carey-Isla de Mona, el cual estudia el carey y la tortuga verde o peje blanco.

Foto: Robert van Dam

También en 1999, solicitó a Ruperto Chaparro Serrano, actual director del PSGUPR, una colaboración para llevar a cabo un Simposio que se llamó Secretos de Amona. Dicho simposio, realizado en el año 2000, fue una iniciativa de la organización Amigos de Amona, colectivo que Schärer presidió durante varios años. El propósito era promover la conservación de la Isla de Mona. De ahí en adelante, Schärer ha permanecido vinculada al PSGUPR, debido a sus proyectos de investigación, su disertación doctoral, su pasión por la conservación de los recursos marinos y costeros y su labor en el Centro Interdisciplinario de Estudios del Litoral (CIEL).

Schärer ha sido autora de numerosas publicaciones producto, en su mayoría, de sus años dedicados a la investigación. Agregaciones de peces, tortugas marinas, áreas marinas protegidas, corales, pesquerías y conservación son algunos de los diversos temas abordados en sus investigaciones. No obstante, a pesar de la multiplicidad de temas trabajados, todos están cobijados bajo el sello que caracteriza a Michelle: el conocimiento y la educación como medio para lograr un interés real en la conservación y el uso sustentable de nuestros recursos marinos y costeros, lo que muestra la manera en que la científica ha hecho suya la misión del Programa Sea Grant.

“Michelle tiene un interés genuino en la conservación de los recursos marinos y costeros. Ha sabido transmitir el conocimiento científico para contribuir a la educación sobre estos recursos y al manejo y uso sustentable de los mismos,” sostuvo Chaparro.

Los proyectos en los que ha participado le han permitido construir relaciones profesionales significativas. Sobre la manera en cómo trabaja, Michelle afirma que es importante “aprovechar oportunidades de colaboración, tener una pregunta clara, saber lo que se quiere, sentarse a escribir, mantener la disciplina y establecer prioridades.” Sus compañeros de trabajo hacen eco, también, de la forma en que la investigadora lleva a cabo sus tareas. “Es una trabajadora insaciable, para la cual un segundo es muy valioso. Hay que estar muy despierto para trabajar con ella; exige y exprime tu mente hasta niveles insospechados. Me encanta estar con personas que piensan rápido y ella es muy, muy rápida. Por lo tanto, aprendes muchísimo en muy poco tiempo,” comentó Daniel Mateos Molina, colaborador en varios proyectos de investigación dirigidos por la doctora Schärer Umpierre.

Schärer ha sido mentora de muchos estudiantes a través de su trabajo. Su desempeño en proyectos como Capacity-building for Oceanic Sustainability via Trainig Aimed at Students (COSTAS) y el CIEL evidencian su capacidad de liderato y de trabajo en equipo. COSTAS, por ejemplo, fue un proyecto de enfoque transdisciplinario que aunaba estudiantes de los recintos de Humacao, de Río Piedras y de Mayagüez. Muchos de estos estudiantes prosiguieron maestrías y carreras

Michelle mide el coral cuerno de alce en la Reserva Marina Tres Palmas. Foto: Efraín Figueroa Ramírez

Foto: Centro Interdisciplinario de Estudios del Litoral De izquierda a derecha, parte del equipo COSTAS: Carlos Carrero, Marielba Rivera, Veila González, Manuel Valdés Pizzini y Michelle Schärer.

vinculadas a campos tales como la conservación, la abogacía y la salud.

“Durante esos años de COSTAS, Michelle fue la mentora que nos inició, a varios estudiantes de sociología, en el conocimiento costero. En el CIEL, siempre ha sido un placer trabajar con Michelle pues siempre está dispuesta a colaborar y a explicarnos los pormenores de diversos asuntos marinos a quienes no somos muy duchos en esos temas,” aseguró Carlos Carrero Morales, quien ha trabajado junto a Schärer en la creación de los planes de manejo de la Reserva Marina Tres Palmas, de la Reserva Marina Isla Desecheo y de la Reserva Natural La Parguera.

A Michelle, el trabajo con el mar, con la costa y con los pescadores, le viene en la sangre. Junto a su padre, René Schärer, ha trabajado en la formación y en el desarrollo de organizaciones de base comunitaria que buscan el manejo sabio de los recursos naturales en Brasil, en particular de los recursos marinos y costeros, y el mejoramiento en la educación y en las condiciones de vida de los miembros de dichas comunidades. Amigos da Prainha do Canto Verde y el Instituto Terra Mar son ejemplo de las organizaciones en las que Michelle y su padre han estado involucrados.

Las comunidades costeras atendidas por estos proyectos dependen, principalmente, de la agricultura de subsistencia y de la pesca para poder sobrevivir y obtener ingresos. Además, se ven afectadas directamente por los cambios en el clima, por las sequías y por la pobreza. Durante años, en estas comunidades, se han llevado a cabo un sinnúmero de luchas a favor de la conservación del mangle, del uso apropiado de la tierra, de una pesca sustentable y de una mejor educación, entre otros motivos. En los estados de Ceará y Espíritu Santo, ubicados al noreste y al sureste de Brasil respectivamente, Michelle ha ganado una experiencia de vida que solo se obtiene fuera de los salones de clase, un conocimiento que se adquiere a través del contacto directo con la gente y con el mar.

Ese contacto directo ha sido un elemento fundamental en su carrera profesional. El llevar a cabo trabajo de campo y poder relacionarse directamente con los usuarios del recurso, le ha brindado una perspectiva más amplia del conjunto de ecosistemas marinos y costeros, y de la interacción de las personas con estos.

Al bucear, hacer transectos, contar peces y tomar en sus manos las tortugas, Michelle se ha ido formando como científica y ha logrado llevar al papel, eficazmente, su trabajo de campo y sus lecturas. Papel y agua, dos elementos que de primera intención no combinan, son, en las manos de Michelle, recursos poderosos para poder transmitir los resultados de sus trabajos de investigación y el mensaje de conservación y de uso sustentable.

“Michelle tiene una gran habilidad para comunicar la ciencia en un lenguaje que muchos pueden entender,” comentó Manuel Valdés Pizzini, director del CIEL.

Sin embargo, no es solo papel y verbo lo que Schärer maneja. Sus compañeros de trabajo reconocen su gran habilidad para utilizar la tecnología en el desarrollo de modelos y de mapas y en el análisis de los datos obtenidos en el trabajo de campo. Su dominio de la tecnología, su ojo atento para la fotografía submarina, sus destrezas como comunicadora y el arduo trabajo en el mar se fusionan exitosamente en una fórmula cuyos resultados se evidencian a través de sus publicaciones científicas, de sus artículos para Marejada y Fuete y verguilla, de su colaboración

en la edición y en la revisión de las publicaciones del Programa Sea Grant, y de la compilación de leyes y de documentación sobre áreas marinas protegidas, entre muchas otras contribuciones que se pudieran destacar. Recientemente, Schärer también colaboró con Valdés Pizzini en el trabajo de política pública, Una mirada al mundo de los pescadores: Una perspectiva global, y también, ha sido agente clave en la implantación del Programa de reporte de capturas de especies altamente migratorias.

Con el paso del tiempo, la investigadora ha sabido nutrirse del conocimiento de aquéllos que ya poseían una vasta experiencia procedente de sus años de trabajo en el mar y en asuntos relacionados a los recursos costeros. El doctor Juan G. González Lagoa, el doctor Manuel Valdés Pizzini, el científico Michael Nemeth y el buzo y pescador Godoberto López Padilla son algunas de las personas que le proveyeron apoyo incondicional, mentoría y aliento durante su paso por el doctorado en el Departamento de Ciencias Marinas de la UPRM. También, Schärer reconoce el apoyo financiero provisto por el PSGUPR para lograr su disertación doctoral, la ayuda de Ruperto Chaparro, director del PSGUPR, y el respaldo del doctor Richard Appelddorn en el Instituto Caribeño de Arrecifes de Coral (CCRI, por sus siglas en inglés).

Su disertación doctoral estuvo enfocada en cómo la composición del paisaje submarino puede ser utilizada para describir la conectividad de los hábitats para los peces de arrecife. La misma le brindó la oportunidad de fortalecer vínculos de colaboración y, sobre todo, de demostrar la aplicabilidad de la investigación científica en el manejo de los recursos, en su caso particular, en el manejo de la Reserva Natural de Isla de Mona.

De igual forma, la investigación le ha permitido realizar constantemente una de las actividades que más disfruta y le apasiona: bucear, estar bajo el agua. Allí, bajo las olas, Michelle dice sentirse “segura y tranquila” y puede escuchar “el sonido del silencio.”

“Hay que sumergirse para ser feliz, ” aseguró Michelle con una sonrisa que iluminaba su rostro.

Arrecifes de coral del sur de Isla de Mona.

“Hay que sumergirse para ser feliz,” aseguró Michelle con una sonrisa que iluminaba su rostro.

Foto: Héctor J. Ruiz Torres

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