Sede Social Soldati

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Secretaría de Hábitat e Inclusión del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (SECHI) Sede Social Soldati: “Nos estamos transformando” Complejo Habitacional Soldati, Unidad Territorial de Inclusión Urbana Comuna 8 Norte, Barrio Villa Soldati, Ciudad de Buenos Aires, Argentina

Resumen: En este documento se describe el trabajo que llevó adelante la Secretaría de Hábitat e Inclusión (SECHI) en el Complejo Habitacional Soldati1 . A su vez, se complementa con un breve recorrido del contexto histórico y social que aporta una matriz de comprensión sobre la cotidianeidad de los vecinos y vecinas que allí habitan. El proceso que se narra es el del establecimiento de la Sede Social Soldati, como primer hito de intervención de la SECHI en la comunidad. El mismo compone un proceso de transformación de un lugar que supo ser escenario de situaciones de inseguridad y consumo de drogas a un espacio de encuentro, participación y aprendizaje para la comunidad. Esta reconstrucción de sentidos, en términos simbólicos y materiales, se enmarca en el modelo de gestión de la SECHI que apunta a la transformación física y social que permita avanzar hacia la inclusión y concertación ciudadana.

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Se denomina “complejo habitacional” a aquellos conjuntos habitacionales que responden a un diseño urbano-arquitectónico preconcebido, donde la producción del espacio urbano y de la vivienda guardan características particulares, entre ellas: a) son espacios que, delimitados o no a través de barreras físicas, se diferencian de los espacios continuos puesto que la imagen urbana que proyectan es homogénea en su interior y mantiene rasgos diferentes con respecto a su entorno; b) contienen un grupo de viviendas cuyo número es preconcebido e inalterable en el sentido cuantitativo; c) ofrecen una o varias tipologías de vivienda que se repiten para uno u otro grupo doméstico, y d) cuentan con espacios colectivos (Duhau, Mogrovejo y Salazar, 1994, citado en Giglia, 1996).

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Foto del ANTES de la Sede Social

La Sede Social hoy:

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¿Qué es la Secretaría de Hábitat e Inclusión? La Secretaría de Hábitat e Inclusión es un organismo del Ministerio de Desarrollo Económico del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires que trabaja por la construcción de una ciudad inclusiva, donde todas y todos sus habitantes puedan ejercer plenamente su derecho a la ciudad. ¿Qué hacemos? La Secretaría de Hábitat e Inclusión promueve la urbanización y la inclusión social en villas, núcleos habitacionales transitorios y complejos habitacionales. Para ello diseña y coordina estrategias de integración urbana y social, con una participación central de la ciudadanía. A través de un abordaje integral, busca favorecer el desarrollo urbano sostenible y, mediante el diseño de una arquitectura física y social, trabaja para construir una ciudad inclusiva. ¿Cómo lo hacemos? La Gestión Social del Hábitat La Secretaría de Hábitat e Inclusión trabaja bajo un nuevo paradigma: la Gestión Social del Hábitat. Este considera a la comunidad como la protagonista de la transformación física y social del territorio. Así, se apunta a generar una relación entre la comunidad y el Estado, creando un vínculo directo que permita el fortalecimiento de las instituciones, la construcción de espacios de participación, convivencia y concertación colectiva. La Gestión Social del Hábitat se concreta en tres ejes: 1) Presencia territorial El objetivo principal de la presencia territorial es la construcción de vínculos de confianza entre el Estado y los ciudadanos y ciudadanas, así como el fortalecimiento de los vínculos y redes entre quienes trabajan en y desde los territorios. La Secretaría de Hábitat e Inclusión y el Ministerio de Desarrollo Urbano diseñaron 7 UTIU, Unidades Territoriales de Inclusión Urbana, para atender de manera conjunta las villas, complejos habitacionales y barrios aledaños; en cada UTIU se conformó una Gerencia Territorial, que garantiza la presencia permanente con equipos interdisciplinarios; se instalaron en cada UTIU uno o más Portales Inclusivos, oficinas del Gobierno de la Ciudad, y en varias UTIU funcionan ya también Sedes Sociales, con programación académica y cultural para los y las vecinas. 2) Urbanismo Social

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Comprende el mejoramiento físico de las villas y barrios informales para su progresiva incorporación al tejido urbano de la ciudad. La transformación del entorno es proyectada por la comunidad a través del consenso y la participación, haciendo especial hincapié en los espacios públicos. La Secretaría de Hábitat e Inclusión tiene como criterio que todas las obras físicas que ejecute tengan un contenido y un resultado social. 3) Inclusión desde la perspectiva del Hábitat Se busca aumentar el protagonismo y la participación de los ciudadanos y ciudadanas, fomentando el desarrollo de las capacidades humanas que permitan fortalecer la vida comunitaria y avanzar hacia la integración y la equidad. El acceso al hábitat debe ser uno de los principales factores de inclusión social, al convertir lo público (educación, salud, cultura, deporte, recreación, transporte, espacio público, etc.) en sinónimo de calidad y en símbolo de equidad.

¿Cómo se inserta el trabajo de la Secretaría de Hábitat e Inclusión con el Plan General de la Ciudad? Trabajar en equiparar y construir para que el sur tenga las mismas condiciones y recursos que el resto de la ciudad, es priorizar la inclusión y la calidad de vida para todos los vecinos y vecinas de Buenos Aires. Pensando en una ciudad que vibra y se conecta, la meta es que todos y todas puedan nutrirse del capital cultural, tecnológico, diverso y dinámico que hoy gozan las grandes urbes. La zona sur concentró históricamente la mayoría de las villas y asentamientos de la ciudad, y allí el deterioro progresivo en las condiciones de vida, la falta de oportunidades y el crecimiento de la informalidad fueron profundizando la fragmentación dentro la ciudad. El Índice de Sustentabilidad Urbana (ISU), diseñado por el Ministerio de Desarrollo Urbano de la Ciudad de Buenos Aires, permite visibilizar estas diferencias y direccionar el trabajo. El ISU desglosa diversos indicadores que permiten evaluar la calidad de vida en cada territorio de la ciudad, según una perspectiva integral. Así, mientras el ISU general de la Ciudad de Buenos Aires es de 0,68, el promedio de las 6 UTIU definidas en la zona Sur es de 0,39; eso equivale a un 43% menos, lo que evidencia la inequidad territorial. El desafío que asumió desde un primer momento el Gobierno de la Ciudad fue el de abordar esta problemática para transformar la zona sur, resignificando y revalorizando la vida en esa zona de la ciudad, donde la Secretaría de Hábitat e Inclusión ocupa un rol crucial al revertir el modo en que el Estado interviene y se 4


vincula con los vecinos y vecinas de villas y complejos habitacionales, siendo en la zona sur uno de cada cuatro habitantes.

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Breve linea de tiempo:

Diciembre 2011: se crea la Secretaría de Hábitat e Inclusión

Enero 2013:Creación de Gerencia para la Unidad Territorial de Inclusión Irbana Comuna 8 Norte

Enero 2013: Inserción territorial en Complejo Habitacional Soldati. Mapeos con vecinos. Inauguración en conjunto con APRA de Unidad de Atención Veterinaria.

Abril del 2014: Se inaugura Sede Social Soldati. Comienzan a desarrollarse gestión social para todos los espacios públicos del CHSoldati

Mayo 2014: comienza trabajo del I Instituto de la Vivienda de la Ciudad (IVC) para el mejoramiento de las fachadas

Mayo del 2014 :Consolidación Consejo de Mujer.

Diciembre 2014: Mejoramiento Centro Civico inauguración Cancha Fundación Messi

Febrero 2015: Inauguración Plaza Lacarra

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El presente documento sistematiza una experiencia relevante de la SECHI en la comunidad, por lo tanto tiene un recorte en el tiempo y en el espacio. No se incluyen aquí todas las intervenciones que se realizaron durante el periodo relevado, como tampoco las intervenciones que vendrán. Se busca dar cuenta de las claves y los sentidos de una experiencia que puede leerse como exitosa para que se transforme en herramienta para abrir nuevas preguntas, plantearse nuevos desafíos y continuar el camino de la transformación en la intervención social.

Complejo Habitacional Soldati ¿Dónde está ubicado? El Complejo Habitacional (CH) Soldati se encuentra emplazado en el barrio porteño de Villa Soldati, perímetro delimitado por las arterias: Mariano Acosta, Av. Gral. Roca, Lacarra y Rodríguez de Triana. El mismo pertenece a la Comuna 8 y responde, dentro del marco de trabajo estratégico desde el cual trabaja la SECHI, a la Unidad Territorial de Inclusión Urbana 8 Norte. Los 119 edificios que componen el CH Soldati, con su peculiar diseño de volúmenes diferenciados, formas distinguibles y colores llamativos, fueron licitados y construidos durante los años 1971 - 1978, sobre un predio de 19 hectáreas, consolidándose como uno de los más grandes emprendimientos de viviendas sociales construidos en la Ciudad de Buenos Aires. Si bien no existen fuentes que reflejen fielmente el número de personas que habitan en el Complejo Habitacional se sabe que el mismo cuenta con 3.200 unidades funcionales en los que residen, según estimaciones de la Secretaría, aproximadamente trece mil personas.

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JUNTOS TRANSFORMAMOS SOLDATI:  Comunidad  Ministerio de Medio Ambiente  Agencia de protección ambiental (APRA) departamento de sanidad y protección animal  Ministerio de Salud  Centro de Atención primaria de la salud N°6 (CESAC)  Ministerio de Educación  Jardín de infantes N°3 y escuelas primarias N°17 y 18  Ministerio de Cultura  Ministerio de Desarrollo Social  Comedor “Los solcitos de Soldati”  Subsecretaría de tránsito  Ministerio de Desarrollo Económico  Secretaría de Hábitat e Inclusión (Sechi)  Instituto de Vivienda (IVC)  Subsecretaría de Deportes  Policía Metropolitana  Asociación Argentina de Tenis  Fundación Grano de Mostaza  Fundación Cruz Roja  Fundación Uocra  Fundación Marangoni  Colectiu p.6  Estudio Montaner-Muxi, Barcelona  Fundación Leo Messi  Fundación Suma

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Breve reseña histórica: El Complejo Habitacional Soldati albergó a lo largo del tiempo grupos sociales de diversas trayectorias y orígenes. Si bien la construcción del complejo se vincula al Plan de Erradicación de Villas de Emergencia implementado en 1967, fueron destinados también a este complejo personas afectadas por el ensanche de la Av. 9 de Julio y empleados públicos, quienes accedían al mismo como parte de un plan de acceso a la primera vivienda. La marcada heterogeneidad de una población compuesta por grupos familiares de distintos orígenes y trayectorias, sin dispositivos para generar lazos de inclusión, iría a repercutir luego en los procesos de socialización establecidos en el interior del complejo. Es importante destacar que el tiempo y el contexto en el que se piensa y ejecuta una política habitacional de la dimensión del Complejo Habitacional Soldati no es un dato que nos hable del pasado, es un factor constitutivo que atraviesa los tiempos y define el presente de sus habitantes. El clima de la época en la que se edificó el Complejo indicaba una correlación directa entre los campos de la arquitectura y la teoría social, es decir, una relación directa entre el diseño arquitectónico y los modos de socialización y hábitos de sus residentes. Fundamentándose en esta teoría, el Complejo Habitacional Soldati buscaba no sólo dar respuesta a una demanda habitacional concreta sino que apuntaba también a actuar como un espacio normalizador y socializador en relación a la vida de las personas.

El temple de la época acertaba al momento de entender que la arquitectura física tiene su correlato en la dimensión social de la existencia y que la organización de los espacios atraviesa la organización de los cuerpos que lo habitan; sin embargo, falló al desconocer que un cambio en el plano de lo material, concretamente una respuesta habitacional, es insuficiente para garantizar la integración y la generación de nuevas pautas de convivencia. Aquellos límites para garantizar la integración y la calidad de vida con los que se encontraron los proyectos de vivienda social de la época, se extienden hasta el presente. El siguiente esquema busca reflejar de forma dinámica los factores que convergen en la 10


actualidad en el grave problema habitacional que afecta la vida de las personas que viven en el Complejo Habitacional Soldati: un espacio que se proyectรณ como modelo de socializaciรณn y devino en un รกmbito de conflicto social y estigma.

Problemรกticas asociadas a la gestiรณn de la propiedad Complejo Habitacional Soldati en emergencia habitacional: Ley 623

Disfunciรณn consorcial, deterioro de infraestructura, falta de mantenimiento

Sobredimensiรณn y centralizaciรณn de consorcio รบnico

Tensiรณn entre prรกcticas formales e informales de administraciรณn

Bajos ingresos, dificultad para afrontar el pago de expensas

Situaciรณn dominial irregular que genera discontinuidad en los pagos de expensas y en el cuidado del entorno

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Presencia territorial: el Estado se hace en el barrio El primer paso para comprender un espacio es comprender que cada uno cuenta una historia; una historia que habla de la vida de los habitantes en su entorno. Reconocer esa historia es fundamental a la hora de trabajar desde el Estado con la comunidad. Es desde esta perspectiva que la SECHI comenzó a trabajar en el Complejo Habitacional Soldati en el año 2012. El camino empezó por reconstruir las vivencias de los vecinos de la comunidad de CH Soldati y la experiencia de las organizaciones que median en su dinámica diaria, en un afán por tejer la dimensión vincular necesaria para la habilitación social. Esto requirió el reconocimiento por parte de la SECHI de las pautas y normas organizativas que rigen dentro del barrio y un trabajo constante del equipo en la reconstrucción de vínculos de confianza hacia un Estado que se miraba con recelo. Así, se asumió el desafío de la reconstrucción del contrato social que habilite nuevas formas de trabajo entre la comunidad y el Estado y nuevas propuestas para construir hacia adelante. En esta línea, un equipo territorial de la SECHI caminó el barrio, conoció las historias de sus vecinos, los secretos de sus pasillos y fue tejiendo una red de confianza con la comunidad, que permitió ir habilitando y conociendo el terreno para la posterior consolidación de la SECHI en la comunidad.

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Sólo habiendo recorrido ese camino se logró afianzar un vínculo fuerte entre el Estado y la comunidad, que permitió avanzar en la segunda etapa del proyecto: la creación de la Sede Social Soldati. Ingredientes para un buen comienzo: Cristian Korn es parte fundamental del equipo de la SECHI que trabaja en el Conjunto Urbano Soldati. Su entendimiento de la importancia de lo vincular al momento de realizar este tipo de tareas complementa una manera de pensar las políticas públicas desde una perspectiva holística y humana. Por mucho tiempo se reprodujeron en el país modelos de intervención social que oscilaban entre enfoques técnicos y perspectivas asistencialistas. Desde la SECHI se intenta acompañar un nuevo modelo, una gestión que considera que la reparación material debe estar acompañada con la vincular, en un proceso donde la comunidad debe ser mucho más que un espectador pasivo. “Cuando vos representás al Gobierno y llegás al barrio, así sin nada, es complicado que la gente te entienda y te valore, que sepa que vos estás acá para hacer algo bueno para el lugar. Pero también es parte del desafío ganarse esa confianza y lograr una buena relación con los vecinos. Se caminó y habló mucho con todos los vecinos, yo he armado un grupo, no sé si de amigos, pero he armado un vínculo con muchos chicos. Hemos compartido asados, cumpleaños, bautismos.” Cristian expone con estas palabras el desafío que supone zanjear un nuevo camino de acercamiento, que no esté fijado dentro de prácticas clientelares tradicionales, sino que busca trazar nuevas lógicas. Cristian, al igual que todo el equipo de la SECHI que trabajó y trabaja en el Conjunto Urbano Soldati, está muy satisfecho con la respuesta de los vecinos desde que se inauguró la Sede Social. Poner el cuerpo en contextos donde cotidianamente se interpone la tragedia, el desamparo y la violencia hace de los nuevos aires de esperanza un resorte desde donde se puede volver a creer, y a su vez compromete a seguir trabajando. Quizás lo que se abre hoy no son puertas, sí son ventanas, por donde se asoma la fortaleza y dignidad de una comunidad que quiere que sean oídos sus reclamos y derechos, pero también que sean reconocidos sus aspectos positivos y luminosos. Además de ese vínculo respetuoso y considerado con la comunidad, otro aspecto fundamental es el vínculo interno, el que se da entre el equipo de trabajo. “(…) cuando llegan las 9 de la mañana que entramos, y después cuando son las 5 de la tarde que nos vamos, siempre funcionamos como un equipo, cuando llegamos y cuando nos vamos. Y eso suma mucho, tiene mucho que ver, porque uno solo no puede lograr nada. (...) Uno solo,

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todo el mundo lo sabe, no puede hacer las cosas o llegar como llegamos nosotros, un equipo tan unido como estamos.” Es así que si bien este fue el primer paso de la SECHI dentro del universo del Conjunto Soldati, empezar con los elementos humanos necesarios fue un buen comienzo.

La creación de la Sede Social Soldati: recuperación y equipamiento de un espacio público de todos y para todos:

El mantenimiento de los espacios comunes dentro del CH Soldati depende en la actualidad del Instituto de la Vivienda del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (IVC). Este organismo ha contratado a una cooperativa conformada por vecinos del barrio para llevar adelante la tarea. Esta modalidad se adoptó a partir de la Ley de Emergencia Habitacional, luego de que las problemáticas asociadas a su administración devinieran en el abandono o utilización privada de esos espacios comunes.

“Los espacios son como la gente: nacen, crecen, se deterioran, a veces mueren. Pero, eso sí, hay espacios que viven aventuras”. Pablo Neruda

El espacio que hoy ocupa la Sede Social y los espacios públicos aledaños, sobre la calle Corrales al 3400, llamado inicialmente la jaulita por los vecinos, solía ser un espacio sumamente conflictivo dentro del barrio. El mismo revestía todas las aristas de negatividad posibles: consumo de drogas, delincuencia, abusos. Ubicado en un eje neurálgico del barrio, en el medio de dos jardines de infantes y dos escuelas primarias, los vecinos hacían lo posible para evitar el paso por el lugar. La cercanía del equipo SECHI a la comunidad del CH Soldati permitió entender que transformar ese espacio representaba un paso fundamental para la vida cotidiana de la comunidad en una doble dimensión: desde su aspecto material implicaba ganar un espacio de uso comunitario para el barrio mientras que desde el aspecto simbólico implicaba transformar un espacio de estigma en uno de identificación positiva.

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La reconstrucción de lazos de confianza y reconocimiento de dinámicas barriales implicó:

Presencia territorial

Desarrollo de proyectos deportivos y culturales para fortalecer el vínculo con la comunidad e instalar y recoger propuestas Articulación con instituciones educativas y con la cooperativa barrial para la realización de un mapeo con perspectiva de género Articulación con el Departamento de Sanidad y Protección Ambiental (APRA) para la creación de una zona de descanso y una unidad veterinaria solicitada por los vecinos

El equipo de la SECHI recorrió el barrio, construyendo un mapa social y entablando vínculos de confianza con los vecinos.

Para dinamizar la participación de la comunidad se realizaron Encuentros Interbarriales, Clínicas Deportivas, partidos de futbol y talleres de cultura, entre otras actividades.

Se gestionaron encuentros con padres y madres del Jardín N°3 y con mujeres que trabajan en la Cooperativa “El Nuevo Quincho” para construir el mapa de hábitos y recorridos cotidianos de las personas.

A través de las campañas de Control Clínico Veterinario y Castraciones se comienza a construir un lazo con la comunidad y un espacio de referencia.

EL ORGULLO DE UNA COMUNIDAD: Daniela Felipa Pinto vive en uno de los departamentos de Soldati, aunque nació en Salta, en una comunidad Tupí Guaraní. Hace ya once años que está comprometida con el barrio, siempre creyendo que algo mejor es posible y, sobre todo, merecido. Ella es la clase de persona que quiere mostrar con orgullo lo que muchos buscan invisibilizar. Daniela no solo está orgullosa de ser vecina de Soldati, también lo está de ser miembro de la comunidad Tupí Guaraní de donde es oriunda. Cuando llegó a Soldati no le gustó: “Cuando yo llegué, después de haber venido del microcentro aunque fuera casa tomada, me pareció muy feo el barrio. Me volvió a la reminiscencia mi pueblo (Orán, Provincia de Salta) por el abandono todo que tenía el barrio. No sé, no me gustó”. Decidió no quedarse con eso y unir destinos, el gran disparador fue cuando hablando con la directora del colegio de su hijo se dio cuenta del desconocimiento generalizado sobre su comunidad: “Y ahí me empezó a preocupar eso: estamos vivos, existimos, ¿cómo la sociedad no va a saber que

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todas las comunidades existimos, no solo la mía?”. Daniela encuentra un punto en común entre Soldati y su comunidad: el sentimiento de estar en las fronteras de los olvidados: “También nosotros los pueblos originarios estamos en el mismo lugar que está Soldati. Como que no nos sentimos respaldados. Estamos olvidados”. Para escapar de ese espacio de sombras, Daniela pudo armar un local de la comunidad Tupí; su meta fue darle un lugar de contención a los niños, al ver el abandono de aquellos cuyos padres estaban sumidos en adicciones sabiendo que justamente era eso lo que más necesitaban: “Nosotros les damos desde clases de apoyo, contención, amor que es lo que los chicos más necesitan”. La mayoría de estos referentes rechaza a los políticos que los utilizan como elementos para su propio rédito. En cambio, pretenden encontrar pares en quienes apoyarse y confiar. Daniela encontró en Laura Ramallo, miembro del equipo de la SECHI en Soldati, esa cualidad: “(…) ella tiene una manera de trabajar muy linda, es muy hacia el otro no es despersonalizada. La mayoría de la gente vale por lo que hacen ellos. Ella no. Ella valoriza tu trabajo. Valoriza acá mi lugar.” Es ese respeto por las trayectorias y esa escucha desinteresada la que tiene los mejores frutos a la hora de construir lazos para abrir nuevos caminos. Tejer historias basadas en el respeto y la cooperación con todos los vecinos del Conjunto Urbano Soldati, a través de un Estado que se hace presente y se muestra humano, es el gran desafío de la SECHI de aquí en adelante.

La construcción de la Sede Social Soldati desde una perspectiva comunitaria: “Cuando vi la Sede fue una emoción porque entré yo con los ojos cerrados para sorprenderme. Y la verdad que me encanta, me enamoré, me enamoré porque dije, los chicos tienen lo que se merecen” Claudia Romero, del comedor “Los Solcitos de Soldati” Para llevar adelante la creación de la Sede Social, la SECHI trabajó junto a los vecinos a través de mesas participativas. Las mesas participativas son una herramienta clave que la SECHI utiliza para hacer efectivo un espacio de diálogo y concertación con la comunidad. En cada una de las mesas se invita a todos los vecinos a imaginar, proponer, discutir y consensuar el proyecto de obra que se quiere realizar.

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En el caso del CH Soldati, realizar una convocatoria abierta y plural que se hiciera extensiva a toda la comunidad resultó un desafío importante debido a la existencia de lógicas de temor y escepticismo que condicionaban la participación de la comunidad. Estas lógicas, que surgían de fuertes enfrentamientos en el interior del barrio y generaban disputas sobre el uso de los espacios públicos y el poder que se ejerce sobre ellos, llevaron a los vecinos del CH Soldati a recluirse en su ámbito privado y llevaron a la SECHI a reafirmar la importancia de la construcción de la Sede Social. Frente a la baja representación que se canalizaba a través de las mesas participativas, el equipo de la SECHI buscó además otras vías alternativas para conocer más en profundidad la opinión y el deseo de los vecinos: generó canales de diálogo con referentes del barrio (educadores, líderes de organizaciones barriales, vecinos, etc.) y aumentó sus recorridos periódicos por el lugar para escuchar directamente la voz de la comunidad.

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La propuesta del equipo de la SECHI, teniendo en cuenta que el espacio de “la jaulita” se encontraba completamente destruido debido a los múltiples incendios y al uso inadecuado que se le había dado al lugar, implicaba tirar abajo el espacio. Los vecinos, sin embargo, rechazaron la iniciativa y propusieron en cambio recuperarlo y transformarlo. Así nació el proyecto final de la nueva Sede Social Soldati y otros tantos para sanear otros espacios públicos dentro del barrio, dando lugar a nuevos procesos de transformación junto a la comunidad. Una vez construida la Sede, el equipo de la SECHI comenzó a trabajar junto a los vecinos en la oferta de programas que se irían a desarrollar desde el espacio. Es así cómo se logró que en la actualidad las actividades ofrecidas desde la Sede Social, llevadas adelante en articulación con organizaciones de la sociedad civil y distintas agrupaciones del barrio, respondan a las demandas e intereses de la comunidad, cumpliendo a su vez con los objetivos a los que se apunta desde los programas de inclusión que desarrolla la Secretaría.

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Mónica es entusiasta, vecina de Soldati hace cinco años, tiene cinco hijos a quienes cría sola, sin embargo le sobra energía para desplegar. Participa activamente del Consejo de Mujeres que se conformó desde la SECHI, un grupo de vecinas que se constituyen en agentes de cambio y de voces fundamentales a la hora de diseñar políticas públicas en el lugar. A Mónica le gusta que haya un lugar donde poder participar, donde poder hacer, tanto ella como sus hijos. “Antes a los chicos los veías todo el día en la calle y ahora no, están todo el día acá adentro. Todo el día haciendo folklore, musicoterapia, dibujo, arte, de todo(… )En un barrio así tan complicado, que haya gente que te escuche y que te quiera ayudar está bueno. Para los chicos más que nada” Poder brindar ese espacio de contención, donde los vecinos encuentran que tienen un lugar en donde invertir su tiempo, sus ganas, sus sueños, es la misión de la Sede Social; misión dinámica, que debe ir acompañando el ritmo y las demandas del barrio .

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MÁS DE 30 ACTIVIDADES

5 Organizaciones Barriales Y 15 Organizaciones de la Sociedad Civil trabajando en la Sede Social

MAS DE 5 MIL PARTICIPANTES DESDE SU APERTURA EN ENERO 2014

Más cultura: Si bien el Complejo Habitacional Soldati reviste muchas de las problemáticas sociales que son propias de las villas de la ciudad (situación informal de la tenencia, servicios básicos deficitarios, altos índices de empleo informal, etc.), no ha estado dentro del campo de acción de la mayoría de las entidades de gobierno o de otras organizaciones de la sociedad civil. Esta situación se tradujo en una escasa oferta tanto cultural como deportiva y la falta de espacios para socializar y trabajar asuntos de índole colectiva dentro del Complejo. Una comunidad que da y recibe: En el verano del 2014/2015 toda la grilla de actividades de verano estuvo dada por vecinos y vecinas del barrio. Todas estuvieron colmadas. Si bien desde la SECHI se comenzó la gestión para que estas personas pudieran comenzar a recibir una retribución monetaria a través de una organización de la sociedad civil (OSC) por su tiempo y dedicación, hasta el momento de finalizar este documento lo hacían como se dice popularmente “por amor al arte”. También por amor a su comunidad y al sentimiento que supone ser parte de un movimiento que va transformando al barrio. Como se cuenta a lo largo del documento, la inauguración de la Sede Social atrae constantemente a vecinos y vecinas, así fue como se fueron acercando vecinos preguntando si podían utilizar el espacio para dar clases, de forma gratuita. Cristina Páez fue una de las primeras, dos veces

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por semana le da danzas folclóricas a más de 30 niños. Iván, también vecino, quería compartir sus conocimientos de taekwondo. Arnaldo trae su telar y comparte su pasión y saberes con los demás. Laura es directora de una escuela de Villa Soldati, ella da clases de teatro a maestras y directoras de jardínes y escuelas de la zona. Las personas mayores tienen también su espacio de encuentro en los talleres de memoria que dicta Adriana. José vivía en el barrio, ahora vive en Zavaleta pero da clases de hip hop. En la Sede Social las historias se multiplican; dentro del equipo de la SECHI crece la convicción de que deberían ser los vecinos los que protagonicen la grilla de actividades para la Sede Social en el 2015, para así poder darse un real empoderamiento y fortalecimiento de la comunidad a través de la cultura.

La ampliación de la red comunitaria no fue solo a nivel vecinal sino que también se fortalecieron los lazos con otras instituciones públicas que trabajan en el barrio. Además de los trabajos de mapeo, huerta y muralismo realizados con las escuelas y jardínes de la zona, hoy la sede social es el espacio para que los profesionales del Centro de Salud y Asistencia Comunitaria (CESAC) brinden sus talleres y también donde el Ministerio Público Fiscal atiende a los vecinos.

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La foto mental del antes y después de este proceso tiene más que imágenes que se transforman, tiene nuevas formas, sonidos, hábitos y sentidos. La Sede Social y los nuevos espacios públicos que la rodean son la postal patente de que el cambio es posible y que el Estado debe habilitar todos los recursos posibles para que esto suceda. Es también símbolo de que cuando la comunidad es protagonista del proceso esto transforma la manera en la que se vive el barrio, cuando los vecinos y vecinas se apropian de algo que no es de nadie pero es de todos.

Berta Pintos, integrante del Consejo de Mujeres por el barrio “Da mucha esperanza el saber que estamos mejorando como vecinas para organizarnos y esto hace que tengamos un motivo para juntarnos y proyectar cosas. Sueño con la unión de todos los vecinos, que luchemos por los ideales del barrio porque hay mucho por hacer”

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CULTURA VIVA COMUNITARIA - Folklore

¡EL FOLKLORE ESTÁ VIVO! Todos los lunes, miércoles y viernes, la Sede Social Soldati vibra a puro folklore. Un grupo de chicos más de 20 chicos aprende a bailar de la mano de Cristina Páez, una vecina del barrio que vuelca la pasión de toda su vida para enseñarle a su comunidad. Cristina Páez nació en Catamarca, una provincia que la vio crecer y le inculcó el amor por la tradición y el folklore. Desde chica empezó a interesarse por el mundo del baile y se incorporó al cuerpo de danzas de su provincia. En el año 2000 llegó a Villa Soldati para vivir junto a su familia y, después de completar sus estudios, comenzó a trabajar como auxiliar en la Escuela Nº17 del barrio. “Yo quería enseñarles a los chicos lo que realmente es el folklore, que no lo vean como algo que ya pasó”, cuenta Cristina, quien trajo la pasión desde su provincia pero no tenía un lugar donde compartirla. La llegada de la Sede Social Soldati en la calle Corrales la sorprendió, y el mismo día que abrió sus puertas no dudó en acercarse para ver de qué se trataba ese nuevo lugar para el barrio. Ni bien entró al salón suspiró y cuenta que lo primero que pensó fue que sería un lugar ideal para poder cumplir su sueño de dar clases de folklore. “Cuando conté que bailaba me preguntaron si quería enseñar, que no hacía falta que tuviera título y que con tener ganas de dar clases alcanzaba”, y comenzó a convocar a los niños del barrio para sus clases. Hoy, el salón de la Sede Social Soldati se llena de niños que aprenden a bailar folklore todos los lunes, miércoles y viernes. La profesora asegura que, además de enseñarles a bailar, busca transmitirles valores como el respeto a la danza y a sus compañeros. “Cada día que me despierto pienso en los chicos”, cuenta Cristina, quien además confecciona los trajes de baile para sus alumnos, con retazos de tela que le acercan los papás que con gran compromiso van a ver las clases. “Mi historia es muy dura y yo hoy en este lugar me siento convertida… el cariño de los chicos me hace sentir muy bien”, reflexiona Cristina Páez, quien ahora tiene un lugar para compartir su pasión por el baile y para demostrarles a los chicos que el folklore está vivo en cada uno de ellos.

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Objetivos Sede Social Soldati:

Traer el Estado al barrio para escuchar, responder y acompañar Dinamizar y socializar diversas expresiones culturales

Gestionar espacios de debate, formacion y aprendizaje colectivos

Democratizar el acceso a la informacion

Proyectar el deporte como herramienta de inclusión y socialización

Potenciar la perspectiva de genero en el diseño del espacio público

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Mapeo con perspectiva de género: La SECHI convocó a un grupo de mujeres del Complejo Habitacional Soldati para conformar un Consejo de Mujeres. Las mujeres que conforman el Consejo trabajan en el reconocimiento y adaptación urbanística de los proyectos que se realizan, de modo que todas las intervenciones tengan perspectiva de género a partir del análisis de las rutinas y hábitos cotidianos de las personas.

OBRAS EN CH SOLDATI  Impermeabilización, revoque y pintura de los más de 100 bloques del Complejo Habitacional  Estación del Metrobús en la Avenida Roca  Construcción y funcionamiento de Sede Social  2 Plazas Cívicas  2 Portales Inclusivos del Gobierno de la Ciudad  4 Patios de Juegos  1 Cancha de fútbol-tenis  3 Canchas de fútbol cinco, de césped sintético, 

una de ellas construida con el apoyo de la Fundación Leo Messi

 Varios espacios de encuentro y descanso

Desafíos a futuro: La apropiación informal de los espacios comunes, que va desde la apropiación de espacios como la jaulita hasta la apropiación de las escaleras interiores de cada edificio, las ampliaciones que han realizado algunos vecinos sobre los espacios verdes y pasillos y la obstrucción de la gran mayoría de los espacios circulatorios, constituye hoy una fotografía del Complejo Habitacional Soldati que revela la dificultad con la que se encuentran los vecinos desde hace décadas. La situación de violencia ligada al narcotráfico y el enfrentamiento entre bandas que atraviesa al barrio parecen tornar aún más difícil esta situación. Si bien actualmente la presencia de Gendarmería (fuerza de seguridad dependiente del gobierno nacional) permite a los vecinos desplazarse con mayor seguridad dentro del barrio, el temor persiste entre los vecinos. Muchas zonas son reconocidas por los habitantes del CH Soldati

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como espacios propios de uno u otro bando, por lo que muchos prefieren mantenerse al margen. Este es el contexto en el cual la SECHI ha comenzado a desplegar su trabajo. Recuperar los espacios públicos dentro de este contexto no es un desafío menor ya que la SECHI no sólo debe trabajar para recuperar los espacios hoy deteriorados sino que debe, sobre todo, recomponer los lazos sociales que se han deteriorado a lo largo de los años. Frente a este desafío la SECHI trabaja, junto a la comunidad del CH Soldati, en pos de quebrar la historia de apropiación y mal uso de los espacios públicos, para recomponer los lazos sociales, siempre tan vulnerados, de modo de garantizar nuevos espacios de recreación y socialización dentro del barrio que ayuden a fortalecer la relación entre vecinos y vecinas para una mejor convivencia.

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Reconocimiento de las lógicas de conviviencia y prácticas del barrio

Prácticas culturales y deportivas como dispositivo de aprendizaje, contención e integración

Valoración de los saberes y las experiencias de las mujeres en sus vivencias de género

Transformación material y simbólica del espacio público - CH Soldati-

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