Villa 20

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Secretaría de Hábitat e Inclusión del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires Plaza de las Risas, en Villa 20: Un espacio soñado por el barrio Villa 20, Unidad Territorial de Inclusión Urbana Comuna 8 Sur, Barrio de Villa Lugano, Ciudad de Buenos Aires, Argentina

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Resumen: En este documento presentamos un recorrido por los procesos de intervención de la Secretaría de Hábitat e Inclusión en la Villa 20, del barrio porteño de Villa Lugano. Dentro del marco de políticas públicas que lleva adelante el Gobierno de la Ciudad, los proyectos “Terraplén Chilavert” y “Plaza de las Risas”, realizados en la Manzana 30, se constituyen en casos claves por su nivel de impacto dentro de la comunidad y en procesos emblemáticos de articulación entre la arquitectura física y la gestión social. Aquí mostramos las estrategias utilizadas por el equipo de la Secretaría de Hábitat e Inclusión para trabajar en un contexto complejo, atravesado por coyunturas de alto nivel de conflicto. Compartimos cómo se puede transformar un barranco que funcionaba como acceso al barrio en una obra urbana de calidad y cómo convertir un baldío disputado por los vecinos en un espacio público que hoy es punto de convivencia, integración y calidad. Se pone así de manifiesto una política pública continua que busca adaptarse y trascender los tiempos y las problemáticas específicas de cada comunidad, generando proyectos que puedan ser sostenibles y sustentables.

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¿Qué es la Secretaría de Hábitat e Inclusión? La Secretaría de Hábitat e Inclusión es un organismo del Ministerio de Desarrollo Económico del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires que trabaja por la construcción de una ciudad inclusiva, donde todas y todos sus habitantes puedan ejercer plenamente su derecho a la ciudad. ¿Qué hacemos? La Secretaría de Hábitat e Inclusión promueve la urbanización y la inclusión social en villas, núcleos habitacionales transitorios y complejos habitacionales. Para ello diseña y coordina estrategias de integración urbana y social, con una participación central de la ciudadanía. A través de un abordaje integral, busca favorecer el desarrollo urbano sostenible y, mediante el diseño de una arquitectura física y social, trabaja para construir una ciudad inclusiva. ¿Cómo lo hacemos? La Gestión Social del Hábitat La Secretaría de Hábitat e Inclusión trabaja bajo un nuevo paradigma: la Gestión Social del Hábitat. Este considera a la comunidad como la protagonista de la transformación física y social del territorio. Así, se apunta a generar una relación entre la comunidad y el Estado, creando un vínculo directo que permita el fortalecimiento de las instituciones, la construcción de espacios de participación, convivencia y concertación colectiva. La Gestión Social del Hábitat se concreta en tres ejes: 1) Presencia territorial El objetivo principal de la presencia territorial es la construcción de vínculos de confianza entre el Estado y los ciudadanos y ciudadanas, así como el fortalecimiento de los vínculos y redes entre quienes trabajan en y desde los territorios. La Secretaría de Hábitat e Inclusión y el Ministerio de Desarrollo Urbano diseñaron 7 UTIU, Unidades Territoriales de Inclusión Urbana, para atender de manera conjunta las villas, complejos habitacionales y barrios aledaños; en cada UTIU se conformó una Gerencia Territorial, que garantiza la presencia permanente con equipos interdisciplinarios; se instalaron en cada UTIU uno o más Portales Inclusivos, oficinas del Gobierno de la Ciudad, y en varias UTIU funcionan ya también Sedes Sociales, con programación académica y cultural para los y las vecinas. 2) Urbanismo Social Comprende el mejoramiento físico de las villas y barrios informales para su progresiva incorporación al tejido urbano de la ciudad. La transformación del entorno es

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proyectada por la comunidad a través del consenso y la participación, haciendo especial hincapié en los espacios públicos. La Secretaría de Hábitat e Inclusión tiene como criterio que todas las obras físicas que ejecute tengan un contenido y un resultado social. 3) Inclusión desde la perspectiva del Hábitat Se busca aumentar el protagonismo y la participación de los ciudadanos y ciudadanas, fomentando el desarrollo de las capacidades humanas que permitan fortalecer la vida comunitaria y avanzar hacia la integración y la equidad. El acceso al hábitat debe ser uno de los principales factores de inclusión social, al convertir lo público (educación, salud, cultura, deporte, recreación, transporte, espacio público, etc.) en sinónimo de calidad y en símbolo de equidad.

¿Cómo se inserta el trabajo de la Secretaría de Hábitat e Inclusión con el Plan General de la Ciudad? Trabajar en equiparar y construir para que el sur tenga las mismas condiciones y recursos que el resto de la ciudad, es priorizar la inclusión y la calidad de vida para todos los vecinos y vecinas de Buenos Aires. Pensando en una ciudad que vibra y se conecta, la meta es que todos y todas puedan nutrirse del capital cultural, tecnológico, diverso y dinámico que hoy gozan las grandes urbes. La zona sur concentró históricamente la mayoría de las villas y asentamientos de la ciudad, y allí el deterioro progresivo en las condiciones de vida, la falta de oportunidades y el crecimiento de la informalidad fueron profundizando la fragmentación dentro la ciudad. El Índice de Sustentabilidad Urbana (ISU), diseñado por el Ministerio de Desarrollo Urbano de la Ciudad de Buenos Aires, permite visibilizar estas diferencias y direccionar el trabajo. El ISU desglosa diversos indicadores que permiten evaluar la calidad de vida en cada territorio de la ciudad, según una perspectiva integral. Así, mientras el ISU general de la Ciudad de Buenos Aires es de 0,68, el promedio de las 6 UTIU definidas en la zona Sur es de 0,39; eso equivale a un 43% menos, lo que evidencia la inequidad territorial. El desafío que asumió desde un primer momento el Gobierno de la Ciudad fue el de abordar esta problemática para transformar la zona sur, resignificando y revalorizando la vida en esa zona de la ciudad, donde la Secretaría de Hábitat e Inclusión ocupa un rol crucial al revertir el modo en que el Estado interviene y se vincula con los vecinos y vecinas de villas y complejos habitacionales, siendo en la zona sur uno de cada cuatro habitantes.

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Breve línea de tiempo del proceso general

Diciembre 2011: Creación de la Secretarìa de Hábitat e Inclusión

JULIO 2013: Inicio de la arquitectura social para las obras. Participación, apropiación y diseño de estrategia de gestión social

Marzo 2012: Comienza trabajo territorial en Villa 20

Agosto 2013. Procesos participativos para las obras. Mediación en la resolucion de conflictos. Comienzo de obras Terraplén Chilavert y Plaza de las Risas

Septiembre 2012: Comienza trabajo en Portal Inclusivo

Junio 2014. Proyectos culturales, deportivos y de construcción de ciudadania. Finalización de obra integral Terraplén Chilavert y Plaza de las Risas.

Enero 2013: Conformación de Gerencia Territorial

2015: Gestión Social,Proceso Participativo e Inauguración Corredor Celedonio Escalada y nuevo Portal Inclusivo.

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¿Qué es la Secretaría de Hábitat e Inclusión? La Secretaría de Hábitat e Inclusión es un organismo del Ministerio de Desarrollo Económico del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires que trabaja por la construcción de una ciudad inclusiva, donde todas y todos sus habitantes puedan ejercer plenamente su derecho a la ciudad. ¿Qué hacemos? La Secretaría de Hábitat e Inclusión promueve la urbanización y la inclusión social en villas, núcleos habitacionales transitorios y complejos habitacionales. Para ello diseña y coordina estrategias de integración urbana y social, con una participación central de la ciudadanía. A través de un abordaje integral, busca favorecer el desarrollo urbano sostenible y, mediante el diseño de una arquitectura física y social, trabaja para construir una ciudad inclusiva. ¿Cómo lo hacemos? La Gestión Social del Hábitat La Secretaría de Hábitat e Inclusión trabaja bajo un nuevo paradigma: la Gestión Social del Hábitat. Este considera a la comunidad como la protagonista de la transformación física y social del territorio. Así, se apunta a generar una relación entre la comunidad y el Estado, creando un vínculo directo que permita el fortalecimiento de las instituciones, la construcción de espacios de participación, convivencia y concertación colectiva. La Gestión Social del Hábitat se concreta en tres ejes: 1) Presencia territorial El objetivo principal de la presencia territorial es la construcción de vínculos de confianza entre el Estado y los ciudadanos y ciudadanas, así como el fortalecimiento de los vínculos y redes entre quienes trabajan en y desde los territorios. La Secretaría de Hábitat e Inclusión y el Ministerio de Desarrollo Urbano diseñaron 7 UTIU, Unidades Territoriales de Inclusión Urbana, para atender de manera conjunta las villas, complejos habitacionales y barrios aledaños; en cada UTIU se conformó una Gerencia Territorial, que garantiza la presencia permanente con equipos interdisciplinarios; se instalaron en cada UTIU uno o más Portales Inclusivos, oficinas del Gobierno de la Ciudad, y en varias UTIU funcionan ya también Sedes Sociales, con programación académica y cultural para los y las vecinas.

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2) Urbanismo Social Comprende el mejoramiento físico de las villas y barrios informales para su progresiva incorporación al tejido urbano de la ciudad. La transformación del entorno es proyectada por la comunidad a través del consenso y la participación, haciendo especial hincapié en los espacios públicos. La Secretaría de Hábitat e Inclusión tiene como criterio que todas las obras físicas que ejecute tengan un contenido y un resultado social. 3) Inclusión desde la perspectiva del Hábitat Se busca aumentar el protagonismo y la participación de los ciudadanos y ciudadanas, fomentando el desarrollo de las capacidades humanas que permitan fortalecer la vida comunitaria y avanzar hacia la integración y la equidad. El acceso al hábitat debe ser uno de los principales factores de inclusión social, al convertir lo público (educación, salud, cultura, deporte, recreación, transporte, espacio público, etc.) en sinónimo de calidad y en símbolo de equidad.

¿Cómo se inserta el trabajo de la Secretaría de Hábitat e Inclusión con el Plan General de la Ciudad? Trabajar en equiparar y construir para que el sur tenga las mismas condiciones y recursos que el resto de la ciudad, es priorizar la inclusión y la calidad de vida para todos los vecinos y vecinas de Buenos Aires. Pensando en una ciudad que vibra y se conecta, la meta es que todos y todas puedan nutrirse del capital cultural, tecnológico, diverso y dinámico que hoy gozan las grandes urbes. La zona sur concentró históricamente la mayoría de las villas y asentamientos de la ciudad, y allí el deterioro progresivo en las condiciones de vida, la falta de oportunidades y el crecimiento de la informalidad fueron profundizando la fragmentación dentro la ciudad. El Índice de Sustentabilidad Urbana (ISU), diseñado por el Ministerio de Desarrollo Urbano de la Ciudad de Buenos Aires, permite visibilizar estas diferencias y direccionar el trabajo. El ISU desglosa diversos indicadores que permiten evaluar la calidad de vida en cada territorio de la ciudad, según una perspectiva integral. Así, mientras el ISU general de la Ciudad de Buenos Aires es de 0,68, el promedio de las 6 UTIU definidas en la zona Sur es de 0,39; eso equivale a un 43% menos, lo que evidencia la inequidad territorial. El desafío que asumió desde un primer momento el Gobierno de la Ciudad fue el de abordar esta problemática para transformar la zona sur, resignificando y revalorizando la vida en esa zona de la ciudad, donde la Secretaría de Hábitat e Inclusión ocupa un rol crucial al revertir el modo en que el Estado interviene y se vincula con los vecinos y

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vecinas de villas y complejos habitacionales, siendo en la zona sur uno de cada cuatro habitantes.

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Manzana 30 Villa 20 Comuna 8 SUR ¿Dónde está ubicada?

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El proceso que relatamos en este documento da cuenta de la intervención de la Secretaría de Hábitat e Inclusión en la manzana 30 de la Villa 20. Sin embargo el número de intervenciones de la Secretaría de Hábitat e Inclusión en la UTIU 8 Sur es mayor pues en cada UTIU se trabaja con un proyecto más amplio, que llamamos Proyecto Urbano Integral. El presente documento sistematiza una experiencia relevante de la Secretaría de Hábitat e Inclusión en la comunidad, por lo tanto tiene un recorte en el tiempo y en el espacio. Se busca dar cuenta de las claves y los sentidos de una experiencia que puede leerse como herramienta exitosa. Es la llave para abrir nuevas preguntas, plantearse nuevos desafíos y continuar el camino de la transformación en la intervención social.

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DATOS POBLACIONALES: La Villa 20 está ubicada en el barrio porteño de Villa Lugano, en la Comuna 8, y es parte de la Unidad Territorial de Inclusión Urbana (UTIU) 8 SUR. El polígono que abarca la villa está comprendido por las vías del ferrocarril Belgrano Sur, las avenidas Escalada y Fernández de la Cruz y la calle Larrazábal. Según los censos poblacionales del INDEC (Instituto de Estadística y Censos), en 1991 la cantidad de habitantes de la Villa 20 era de 7.460 personas, en 2001 aumentó a 16.323, llegando en el 2010 a un número aproximado de 22.200 habitantes. Debido al subregistro atribuido al Censo 2010 en las villas, a la desactualización de los datos y a la observación de las dinámicas de crecimiento en el territorio, la Secretaría de Planeamiento del Ministerio de Desarrollo Urbano realizó un análisis del crecimiento morfológico de las villas, que arrojó que en 2014 la población de la Villa 20 rondaría las 32.400 personas.

Trabajar en la villa 20: Tomas, desalojos y un conflicto habitacional que persiste: El porqué de las villas tiene una explicación común anclada a cuestiones estructurales y a procesos históricos. La emergencia habitacional es una problemática que atraviesa a la ciudad de Buenos Aires y a otras ciudades de Argentina desde principios de siglo XX. Aproximarse a una comprensión de la situación de villas y complejos habitacionales de la ciudad implica situarnos en un marco de reflexión que abarque a toda la sociedad. Las lógicas que se reproducen en las villas no se comprenden sino en función de ciertas matrices ancladas en la sociedad en su conjunto. Los imaginarios que se construyen en torno a las villas y sus habitantes están hoy en día sumamente mediatizados, por lo que suele suceder que se tome una parte por el todo y así persistan visiones prejuiciosas o cuando menos simplistas de la situación. El trabajo territorial permite acceder al aprendizaje de la complejidad, lo cual es ya un avance porque se parte de una realidad concreta. Esto no significa tener las respuestas para las problemáticas que se observan, ni siquiera implica hacer la lectura adecuada sobre las mismas, pero asegura el conocimiento de las dimensiones que atraviesan el conflicto y la ampliación de las voces que son escuchadas y reconocidas.

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Como suele ser la tendencia, las villas se hacen visibles frente a la opinión pública y gran parte del abanico político cuando las consecuencias de la exclusión y de la informalidad desbordan los límites de la villa. En febrero del 2014, un terreno sobre la avenida Fernández de la Cruz, ex cementerio de autos, fue tomado por un grupo de personas que rápidamente se instaló y consolidó un asentamiento que fue luego bautizado como “Papa Francisco”. Siete meses después, en septiembre de 2014, la toma fue desalojada por efectivos del gobierno nacional y municipal, y por orden judicial. Varios punteros políticos del barrio están procesados por haber incitado a la toma y haberse lucrado con la situación de cientos de familias que no podían seguir pagando los precios exorbitantes que se pagan por una pieza adentro de la villa. El gobierno de la Ciudad tiene una orden, bajo el marco de la Ley 1770, de sanear el predio contaminado y allí hacer viviendas para las familias que hoy habitan la Villa 20. PUICO COMUNA 8, varios equipos, un solo proyecto: Desde el año 2014 todos los organismos del gobierno de la ciudad que hacen a la calidad de vida diaria de vecinos y vecinas de un determinado territorio, se reúnen a pensar integralmente como mejorar y proyectar un mejor futuro. Dentro del marco de lo que es un Plan Urbano Integral (PUI) se piensa estratégica y articuladamente para así completar el rompecabezas que se encastra para proyectar una ciudad justa para la vida. La Secretaría de Hábitat e Inclusión junto con el Ministerio de Desarrollo Urbano lidera esta tarea y a partir del año 2014 se encuentra en proceso de consolidar el PUI Comuna 8(PUICO 8). Este permitió poner el foco en la compleja problemática de la villa 20 y su 12


contexto, para brindar una respuesta basada en la sinergia y la integralidad, que amplíe su mirada y tenga como horizonte la ciudad en su conjunto. Para ello se plantearon y articularon ejes relacionados a la educación, la seguridad y la justicia, la producción y el empleo, el hábitat, la salud y la cultura. Hoy la prioridad debe ser la urbanización de la villa 20 con todos los pasos y dimensiones que esta requiere. Dentro de esta proyección y marcha hacia la ciudad deseada, ya hoy se encuentran en ejecución obras de gran impacto para la transformación integral de la zona como la Villa Olímpica, la Re-funcionalización del Lago Regulador Soldati, el Centro de Transferencia de Cargas y la Terminal de Ómnibus de larga distancia. A su vez, otras importantes obras ya fueron finalizadas, como por ejemplo la puesta en valor del Parque Indoamericano y la creación del Polo Educativo de Villa Lugano, emplazado precisamente en la villa 20.

Conocer el contexto en el cual surge una toma ilegal no impide que esta suceda. Puede ser un primer paso para abordar la situación, apuntando a la raíz del problema y no a sus efectos. Puede completar el cuadro de situación sin desconocer actores, factores, dimensiones. Podría ser la base para crear respuestas integrales y efectivas a un conflicto de larga data como es el del hábitat de la ciudad. La responsabilidad del gobierno es generar más y mejores políticas, la responsabilidad de la sociedad es pensar las villas desde nuevos esquemas y anteponer la empatía al prejuicio.

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En el siguiente gráfico se señalan los obstáculos comunes para acceder a un alquiler en la ciudad formal

Propiedad en garantia en CABA

Adelanto de pago de aproximadamente cuatro meses de alquiler

Muchas veces se exige exhibir recibo de sueldo

EXCLUYE AL TRABAJADOR INFORMAL, QUE SE VE OBLIGADO A PAGAR UN ALQUILER EN UNA VILLA QUE PROMEDIA POR PIEZA, PARA EL MES DE MARZO DEL 2015, LOS DOS MIL PESOS ARGENTINOS AL MES

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¿Cómo nace el proyecto de transformar la Manzana 30 en la Plaza de las Risas? Cualquier persona que transita la ciudad, y particularmente la que vive o trabaja en un barrio informal, sabe que son muchísimos los desafíos a abordar para la transformación de dichas zonas. Además de las problemáticas compartidas con los demás barrios informales de la ciudad, la situación de la Villa 20 se agudiza por los niveles de contaminación ambiental que tiene su suelo. Esta contaminación se generó por la presencia de un “cementerio de autos”1 que ocupó hasta hace poco tiempo gran parte de los terrenos lindantes a la comunidad. Las baterías de los autos y demás residuos tóxicos se filtraron al suelo y a las napas de agua, convirtiéndose en un factor de riesgo para los habitantes de la zona. Aunque actualmente se redujo considerablemente el tamaño del predio ocupado por el “cementerio de autos”, hay un terreno ocupado por la Policía Federal que sigue funcionando con el mismo uso. A este panorama de extrema complejidad, en el que se entrecruzan las órdenes judiciales para urbanizar la Villa 20, dictaminadas en la Ley 1770 del año 2005 a raíz de la problemática ambiental, se sumó una toma ilegal y el posterior desalojo, del que habló en la sección anterior. Hoy por hoy, el predio se encuentra vallado y en proceso de saneamiento para poder albergar futuras viviendas sociales. La llegada de la Secretaría de Hábitat e Inclusión La Secretaría de Hábitat e Inclusión trabaja desde 2012 en este y otros barrios informales de la ciudad, construyendo caminos para mejorar la vida cotidiana de los habitantes de la comunidad. En un primer momento, el equipo de la Secretaría de Hábitat e Inclusión comenzó a realizar su trabajo sin disponer de un espacio físico en el barrio. Cuando en el mes de septiembre de 2012 comenzó a funcionar el Portal Inclusivo en Fonrouge 4300 comenzó a darse también en la mayoría de los vecinos la visibilidad de un espacio de gobierno que abrió sus puertas para proponer, escuchar, estar y consensuar, y surgieron desde la comunidad un abanico de propuestas y proyectos que fueron siguiendo diversos cursos.

La Playa Espora, conocida como el “Cementerio de autos”, es un predio de 12 hectáreas que linda con la Villa 20 y que registra altísimos niveles de contaminación, ya que desde la década de los 80 hasta el año 2009, cuando se retiraron prácticamente la totalidad de los coches, funcionó como un depósito de vehículos afectados a causas judiciales, administrado por la Policía Federal. 1

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El desafío para el Gobierno de la Ciudad fue poder seguir los caminos que van siendo marcados por la comunidad, laberínticos procesos que muchas veces derivan en bifurcaciones y calles sin salida, requiriendo de gran esfuerzo y creatividad para llegar a un destino diferente: muchos de los proyectos propuestos por la comunidad pueden no ser viables en el momento actual; en otros proyectos, a pesar de las propuestas de la comunidad, posiblemente sean más pertinentes las ideas que lleva el equipo de gobierno; y en algunos otros, se hace necesaria una concertación especial entre lo que comunidad y gobierno proponen. Así, para lograr realizar los cambios en el barrio, se necesita del trabajo estratégico de un equipo de gobierno que sepa articular los diversos saberes que coexisten en cada comunidad y las prácticas propias de cada lugar, con políticas y proyectos claros, viables y confiables. Y para eso también es indispensable contar con una comunidad activa, con nuevos liderazgos, con personas comprometidas con el desarrollo de su territorio, por fuera de intereses particulares. Este es el camino que elige la Secretaría de Hábitat e Inclusión: diseñar y ejecutar proyectos públicos que se gesten en conjunto con la comunidad a partir de la cercanía, el respeto y la confianza. La razón del porqué elegir ese camino es el saber que la fuerza está en el compartir el recorrido, para llegar todos juntos y así seguir unidos por un lugar conquistado colectivamente.

A través de la escucha y del contacto directo legitimamos la posibilidad de ir proyectando cómo mejorar la vida cotidiana de los vecinos sobre la plataforma del derecho a la ciudad. Trabajar sobre estas dimensiones nos permite reconfigurar los vínculos de convivencia y humanizar las políticas de intervención social. Esto nos otorga la posibilidad de reconocer que la base social es vincular y relacional, aspectos que la estadística, la técnica o la infraestructura por sí solas no incorporan. La cercanía

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del gobierno con la comunidad, y de la comunidad con el gobierno, permite construir esos lazos de confianza y de trabajo conjunto, y permite avanzar en objetivos comunes a pesar de las diferencias o, precisamente, a partir de esas diferencias. AsĂ­, al estar, escuchar y observar lo que pasa en cada uno de los territorios, se vuelve evidente que no hay otra forma de empezar que no sea por el principio: cĂłmo transformar las entradas fĂ­sicas al barrio.

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¿Quiénes formaron parte de los proyectos Terraplén Chilavert y Plaza de las Risas? La detección y fortalecimiento de las organizaciones y colectivos comunitarios que tienen como objetivo la mejora del barrio, es una de las estrategias claves del modelo de trabajo de la Secretaría de Hábitat e Inclusión. Esta línea tiene que ver con el reconocimiento de las trayectorias, de la dinámica barrial y de la sinergia del trabajo de todos los actores comprometidos con la mejora de la vida en el barrio. A continuación se mencionan las organizaciones e instituciones que participaron en distintas instancias del proyecto de transformación de la manzana 30 en la nueva Plaza de las Risas:            

Comedor Doña Lorenza Comedor Niño Jesús Fundación Actuar Hoy Junta Vecinal de Villa 20 Cooperativa 2 de octubre Parroquia María Madre de la Esperanza ONG Green Cross Colectivos de mujeres vecinas de la Manzana 30 (no agrupadas bajo ninguna organización) Cruz Roja Argentina UOCRA (Unión de obreros de la construcción Argentina) Ministerio de Ambiente y Espacio Público (MAYEP) de la Ciudad: Dirección de Ordenamiento del Espacio Público y Mantenimiento de Espacios Públicos Ministerio de Desarrollo Económico de la Ciudad: Subsecretaría de Deportes y Secretaría de Hábitat e Inclusión (Secretaría de Hábitat e Inclusión) .

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Un desafío para pocos, como era antes el acceso al barrio: El barrio, la Villa 20, tiene solo dos entradas, una de las cuales es la que conecta con la avenida Escalada. La diferencia de nivel entre la avenida y el barrio estuvo siempre saldada mediante un barranco atravesado por unas escaleras precarias e inseguras, y una huella que marcaba el camino para entrar y salir del barrio, en una fuerte pendiente. La huella en la barranca funcionó durante largo tiempo como el signo visible del camino por la cual bajaba la gente si tenía un cochecito o le daba miedo tomar las deterioradas escaleras. Demás está decir que una persona con movilidad reducida tenía en este sitio una barrera física infranqueable, que también era una barrera simbólica, que imponía y hacía crecer la distancia entre la villa y la ciudad formal. Estas imágenes ilustran el estado del acceso a la Villa 20 previo a la intervención:

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Al pie de esa misma barranca se extendió durante años un espacio baldío, altamente deteriorado y cubierto de partes de auto y basura. Si bien su uso generó durante mucho tiempo enfrentamientos entre vecinos, siempre existió un acuerdo en la comunidad de resguardar ese espacio para jugar, practicar deportes, etc. Pero este espacio no alcanzó a cumplir del todo esa función, los niños no podían jugar tranquilos ni seguros en un lugar lleno de chatarras de autos y basura. Así comienza este proyecto, con un panorama de abandono y constantes desafíos, pero con una comunidad y un equipo de gobierno llenos de propuestas. La gestión social diseñada y puesta en marcha fue la que sostuvo la obra física y la que aseguró que hoy la transformación sea física pero también social.

Empezar por el principio: Acceso al barrio Proyectos Terraplén Chilavert y Plaza de las Risas, en la Manzana 30 El problema de acceso al barrio a través de la avenida Escalada era una de las principales preocupaciones de los vecinos. Las condiciones en las que se encontraba este eje fundamental de conexión con la ciudad formal, que posibilita el acceso a las paradas de colectivo, al premetro y al principal hipermercado de la zona, necesitaba ser renovado. Sin embargo, la problemática de contaminación ambiental mencionada que atraviesa el barrio no permitía realizar obras en el sector visionado: la manzana 30. En ese contexto, el trabajo mancomunado entre los vecinos y la Secretaría de Hábitat e Inclusión comenzó con la articulación de esfuerzos para poder encontrar soluciones a este significativo problema.

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Plaza de las Risas hoy

Como primer paso, los vecinos, en el marco de la situación judicial, juntaron firmas solicitando la autorización del juzgado para realizar una obra en la zona. Desde la Secretaría de Hábitat e Inclusión se gestionó un estudio ambiental en el espacio donde se pensaba realizar la obra, que realizó la organización no gubernamental Green Cross. Los resultados del estudio confirmaron altos niveles de contaminación en el predio que solía funcionar como “cementerio de autos” y niveles menores de contaminación en la manzana 30, que podían ser atenuados mediante la construcción de un contra piso de cemento y la plantación de árboles y plantas. Dichas acciones fueron incorporadas al diseño y ejecución del proyecto arquitectónico y paisajístico.

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Terraplén Chilavert, perspectiva urbanística: La intervención realizada surge como respuesta a una problemática de accesibilidad entre la avenida Escalada (el nivel más elevado respecto al barrio) y la calle Coronel M. Chilavert (el nivel más bajo). El acceso peatonal desde el barrio hacia la avenida Escalada y viceversa se encontraba desfavorecido por esta diferencia de nivel de 7,35 metros desde una calle hacia otra. La conexión de calles se realizaba a través de una escalera que se encontraba en muy mal estado, producto de un choque vehicular, y una subida de tierra marcada por la huella que dejaron los propios vecinos luego de tanto transitar el barranco. A raíz del análisis de esta problemática y de la comprensión de que dichas calles son vitales para la vinculación del barrio con el resto de la ciudad, por ser ésta la única salida hacia la calle Fernández de la Cruz en 700 metros, se decidió con la comunidad realizar una intervención que vincule de manera directa al barrio con Escalada y que, además, contemple las normas de accesibilidad que dictamina la Ley 962. La obra permite conectar el barrio con el hipermercado ubicado en Escalada y Fernández de la Cruz, con las paradas de metrobús y del premetro, y con las paradas de colectivos. En un futuro cercano (2018), esta intervención permitirá conectar con los diversos equipamientos públicos que se generarán para la Villa Olímpica. Arquitectónicamente, la intervención posee dos grandes sectores bien diferenciados: por un lado, existe la rampa y su comunicación con diversas escaleras, que permiten la elección de distintos recorridos, haciendo dinámico el trayecto de subida y bajada del terraplén. Dicho sector se potenció con una intervención paisajística que sigue las líneas y el recorrido, acompañando la rampa y las conexiones con las escaleras. Asimismo, en uno de los laterales del sector se realizaron gradas conformadas por durmientes y diversos materiales que le dan al área un aspecto más orgánico y de cierta naturalidad. Se buscó un equilibrio entre las partes de materiales más rígidos como el hormigón y las partes más blandas y orgánicas como la barranca de tierra existente. Por otro lado, la intervención contempló la construcción de dos canchas, una de fútbol y otra de vóley, lugares de descanso y un gran patio de juegos para niños. Se pudieron conformar estos sectores claramente delimitados pero a su vez articulados por una vereda lateral que vincula dichos espacios y cierra la intervención, dejando prevista la realización de una futura capilla para poder brindar misas al aire libre. La extensa tarea de la Secretaría de Hábitat e Inclusión permitió conformar un proyecto de una fuerza y un carácter integral que superó las expectativas inicialmente planteadas por los y las vecinas. Leonel Lume, arquitecto de la Secretaría de Hábitat e Inclusión

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La manzana 30, espacio querido y disputado: La manzana 30 es una de las dos puertas de entrada al barrio, su carta de presentación hacia adentro y hacia fuera. Es un espacio que fue siempre resguardado, poniendo en evidencia la importancia dada por la comunidad al hecho de tener un espacio donde los niños y las familias puedan encontrarse, jugar y compartir el tiempo libre. Este valor que tiene el espacio para la comunidad es una potencialidad que debe canalizarse en procesos de construcción de ciudadanía que fortalezcan el respeto, la convivencia y el cuidado del entorno. Las obras se constituyen en el trasfondo ideal para ser acompañadas con una gestión social, para lograr la mayor integralidad. A continuación se expone parte del camino recorrido para lograr la libre y mejor utilización del espacio por parte de todos los vecinos y vecinas. Es decir, el recorrido transitado junto a la comunidad para que el apego que sentían los vecinos por el espacio se transformara en participación y apropiación, y para que se pasara del conflicto cotidiano por el uso del espacio, a la tolerancia y a la convivencia.

Para fomentar la continuidad del proceso participativo de los vecinos en el proyecto de la manzana 30, la Secretaría de Hábitat e Inclusión convocó a los vecinos a un Taller de Imaginarios A partir de diversas ideas que surgieron desde el equipo de trabajo, los vecinos comenzaron a expresar sus deseos, demandas y sueños en relación al espacio a intervenir. Recogida la visión inicial de las y los vecinos, y para generar mayor consenso con la comunidad, se realizaron mesas participativas mediante las cuales los vecinos pidieron ampliar el espacio destinado a la plaza. Entre los vecinos con la colaboración de la Junta Vecinal, la Cooperativa 2 de Octubre y el equipo de la Secretaría de Hábitat e Inclusión, se impulsó entonces la recuperación de un pequeño espacio que se encontraba tomado en forma privada para poder ampliar la plaza y así priorizar el uso público de ese espacio. Luego de la concertación fruto de los primeros encuentros participativos, se presentó a la comunidad el primer plan de obras. En ese momento surgió un claro conflicto de intereses entre un grupo de vecinas que deseaba que se incluyera dentro del proyecto una cancha de vóley para dar continuidad a una actividad que venían realizando y otro grupo de mujeres quería que el espacio se destinara exclusivamente a la recreación de los más pequeños.

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El equipo territorial de la Secretaría de Hábitat e Inclusión se encontró frente al desafío de mediar entre ambos grupos, apuntando a lograr que la creación de este nuevo espacio público se adecue a lo que –según el Gobierno de la Ciudaddebería ser la esencia de estos lugares: espacios de unión capaces de fortalecer a la comunidad. De este modo, el proceso iniciado en las mesas participativas, que comenzó con un altísimo nivel de enfrentamiento entre estos dos grupos de mujeres (incluidas situaciones de violencia dentro y fuera de los espacios de participación), pudo culminar en un Pacto Ciudadano que se evidencia hoy en día en el uso armonioso y plural que tiene el espacio. Involucrar a los vecinos en la toma de decisiones

Habilitar espacios en los que se escuchen todas las voces

Construcción de tolerancia y pautas de convivencia Generar canales de diálogo constructivo entre los sectores que presentan disidencias

Diseñar propuestas que permitan poner en juego el respeto por el otro

Para poder lograr la concertación, se habilitó dentro del portal un espacio de mediación donde se trabajó sistemáticamente junto con ambos grupos de mujeres un camino de conciliación y construcción de acuerdos. Teniendo en cuenta que muchas veces el enfrentamiento es producto de la inexistencia de canales de comunicación, la Secretaría de Hábitat e Inclusión habilitó y promocionó espacios de diálogo para que cada vecino pudiera hacer oír su voz. Reconociendo que el conflicto es la mayor parte de las veces resultado de la imposibilidad de ponerse en el lugar del otro, se promovió la escucha respetuosa y la construcción de puntos de acuerdo.

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“En las reuniones se plantearon cuestiones ligadas a la convivencia, que fueron de gran utilidad tanto para ellos (los vecinos) como para nosotros (equipo de trabajo de la Secretaría de Hábitat e Inclusión). Hubo personas que pudieron hablar por primera vez entre sí. Una vez alcanzado el acuerdo entre las partes, los vecinos y vecinas se comprometieron a comenzar un capítulo nuevo entre ellos y en relación con el espacio, como miembros de una misma comunidad. De este modo se pudo concretar el nuevo plano de obra y establecer pautas para que todos los vecinos queden en contacto para continuar el proceso en forma pacífica y participativa. Ante la persistencia del conflicto y en vista a que debíamos llegar a un acuerdo, se nos ocurrió que la única manera de solucionar el problema tenía que ver con plantear normas de convivencia que pudieran satisfacer a la comunidad enfrentada, involucrándonos más que nunca desde la Secretaría de Hábitat e Inclusión para que cualquier pacto que pudiera concretarse tuviera al Estado como garante de derechos y obligaciones de toda la comunidad.” Carla Lavagnino, profesional del equipo de la Secretaría de Hábitat e Inclusión en Villa 20. Las palabras de Carla dan cuenta de cómo la presencia y cercanía de los equipos de la Secretaría de Hábitat e Inclusión adquieren gran relevancia en casos como este. Es la presencia diaria en cada uno de los barrios lo que vuelve posible acompañar a la comunidad, comprender las lógicas de los conflictos y redefinir el rumbo para lograr mejores resultados.

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La Comisión para la Plena Participación e Inclusión de las Personas con Discapacidad (COPIDIS), la declaró como un Espacio Inclusivo por la accesibilidad que garantizan el terraplén de avenida Escalada y el Patio de Juegos Inclusivos. ¡Es la primera plaza en toda la Ciudad de Buenos Aires en recibir este reconocimiento y un orgullo para la Villa 20 por ser pioneros!

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Llegar a buen puerto: Los resultados de los proyectos Terraplén Chilavert y Plaza de las Risas se visibilizan en varias dimensiones. Sus plazas están siempre colmadas de niños, las canchas son disfrutadas por todos los vecinos y vecinas, y son además el escenario donde cotidianamente la Secretaría de Hábitat e Inclusión brinda sus proyectos deportivos y culturales. La calidad de la obra, que a su vez comprende una dimensión estética, convoca a vecinos de otros barrios, promoviendo la integración entre distintos sectores de la ciudad. El uso positivo y el cuidado del espacio son evidencias de la apropiación del proyecto por parte de la comunidad.

“Yo acá en la plaza juego al vóley, a la pelota, traigo a mis hermanitos, a mi sobrinita. ¡Todo el tiempo estoy acá! así que esto fue muy importante porque se disfruta más ahora estando en el barrio”. Abigail Ríos, vecina villa 20. Esto demuestra que los procesos de gestión social tienen resultados que operan desde lo vincular y desde lo simbólico: se reconstruye y se crea el tejido social, teniendo como plataforma el espacio público como promotor de convivencia y como lugar de socialización. La satisfacción de los vecinos con los resultados del proceso de la obra de la manzana 30 generó credibilidad hacia el Gobierno de la Ciudad para futuras propuestas de obras, como la del Corredor Celedonio Escalada, que anticiparemos brevemente a continuación. ¿A dónde jugarán los niños? Gabriela, Clara y Mirna son vecinas de la villa 20 hace más de diez años. Su mirada es alegre, en su voz se encuentran todos los matices de la emoción que le produce revivir el proceso que atravesó la manzana 30 en conjunto con su comunidad. Mientras hablamos, desde la plaza colmada de niños llega el sonido siempre gratificante de risas y juegos. Esa era la principal meta de un grupo de mujeres que cada vez que se sentaban a tomar mate y miraban ese paisaje, antes baldío y cubierto de basura, chatarra, autos abandonados, soñaban con algo mejor “porque los chicos no podían seguir jugando en esa situación, se lastimaban porque había vidrios, chatarras, además en verano se levantaba mucho polvo y eso afectaba su salud”. Cuentan que siempre los vecinos habían cuidado ese espacio de posible toma, poniendo alambres, improvisando calesitas y canchas. El panorama se empeoraba al considerar el acceso: “Donde está ahora la rampa, la gente subía por el barro y se caían, las escaleras estaban rotas, inestables, se movía toda la escalera, daba miedo, estaba improvisada con un alambre, por eso la gente optaba por la loma, que ya estaba marcadísima”.

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“Yo no tengo hijos pero soy feliz de que esto esté así”, las palabras de Gabriela condensan el sentimiento de gratificación por la construcción colectiva que pudo dar frutos y resultados palpables. Agrega Clara: “Esto para mí es hermoso, mi vida dio un giro de ciento ochenta grados, porque sentimos que hicimos algo por el barrio y porque logré muchas cosas y hacer nuevas amistades”. Así se van tejiendo los relatos de estas tres mujeres que, cuando diariamente se enfrentaban con ese anterior paisaje de polvo y chatarra, se preguntaban “¿Qué pasaría si hacemos algo para que cambie este lugar?”. La satisfacción va también más allá de la obra, por los lazos consolidados en el camino y por la reactivación del poder creer en que los cambios son posibles. “Ahora ya no hay más peleas, está todo tranquilo. Vemos chicos y grandes jugar. Qué lindo sería lograr algo así en mi país”, agrega Clara, ilusionada. La mayoría de los vecinos no imaginaban que después de las peleas, los enojos y enfrentamientos, se iba a poder llegar a un acuerdo y que ahora prime el respeto y la convivencia. Pero lo que más orgullo le imprime a su testimonio es el de haberse sentido protagonistas de esta historia y parte activa de la transformación. Un espacio público también es terreno de conflicto, si en él se pueden dirimir conflictos y establecer articuladamente reglas; entonces dicho espacio se revitaliza como espacio vivo, donde cotidianamente se aprende lo que significa vivir en comunidad.

MUJERES EN ACCIÓN EN MANZANA 30 Dicen que la unión hace la fuerza, y cuando a la unión se le suma la creatividad, el resultado, además de fuerte, es valioso. Eso sucedió en la práctica comunitaria que realizaron las mujeres en el marco del taller de Prevención de Accidentes Domésticos, del Programa Mujer y Hábitat, dictado por la Fundación UOCRA. Las mujeres aprendieron albañilería, plomería y electricidad, para poder detectar y arreglar aquellas cosas del hogar que no garantizan seguridad, sobre todo para los más chiquitos.

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Así fue que surgió la iniciativa de realizar una práctica comunitaria en la Plaza de las Risas, colocando azulejos de colores en el mural que previamente había sido diseñado por los chicos del barrio. Con paciencia, dedicación y entusiasmo, las mujeres tuvieron varias jornadas en las que fueron llenando la pared de pedacitos de mosaico. Al principio costaba ver el efecto por tratarse de una acción tan detallada, ¡pero el resultado final fue sorprendente! Celia, vecina del barrio y participante del Taller de Prevención de Accidentes Domésticos: “Yo nunca pensé en venir acá y hacer este Mural, es como un sueño. Vengo, aprendo, y me olvido de las cosas de casa porque estoy concentrada en esto. Hoy estamos acá y mañana podemos lograr más cosas, porque las cosas se presentan”.

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Indicadores cuantitativos relevados en el Portal Inclusivo de Villa 20: Inserción territorial e interés por las propuestas de la Secretaría de Hábitat e Inclusión: 38% de las consultas en el Portal son sobre las actividades que ofrece la Secretaría de Hábitat e Inclusión. Impacto del desalojo: 57% de las emergencias que se consultaron en el Portal fueron por subsidios después del desalojo. Protagonismo de las mujeres: 95% de las personas que se acercaron al Portal a consultar fueron mujeres. Capital social: el 76% de las actividades se coordinaron con referentes u Organizaciones sociales de base del propio barrio. Inauguración de canchas en Plaza de las Risas: 554 participantes en Programa de Deporte Inclusivo.

Otros proyectos de la Secretaría de Hábitat e Inclusión en la Villa 20: Continuar el camino hacia la inclusión: ¿Por qué seguir por el Corredor Celedonio Escalada? Luego de la intervención en manzana 30, con la lógica de sostener una política pública continua, se sigue trabajando desde el Gobierno de la Ciudad, en el proyecto del Corredor Celedonio Escalada. El mismo se piensa así como un eje que traza una continuidad urbanística con el Terraplén Chilavert y la Plaza de las Risas. También implica replicar un modelo de gestión participativa, dinámica y pedagógica. El proyecto del Corredor Celedonio Escalada surgió dentro de la órbita de intervención de la Secretaría de Hábitat e Inclusión, como una respuesta a las problemáticas emergentes producto de la precariedad del estado en la que se encontraba este espacio. El Corredor, que tiene una longitud de 500 metros, es un camino altamente transitado, sobre todo como ruta de niños y sus padres hacia las escuelas ubicadas en avenida Riestra. El reconocimiento de la importancia que asume este corredor en cuanto eje de circulación surge del trabajo cotidiano en el barrio, el cual permite reconocer los hábitos, rutinas y recorridos diarios de la comunidad: por dónde van y vienen los niños de la escuela, dónde se juntan los jóvenes, cuáles son las horas más transitadas, los atajos y los espacios inseguros que los vecinos buscan evitar.

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El proyecto del Corredor Celedonio Escalada se enmarca así dentro de una de las estrategias utilizadas por la Secretaría de Hábitat e Inclusión, que consiste en dotar de nuevos usos y sentidos a los trayectos de mayor circulación dentro de los barrios para resolver problemáticas de inseguridad, mejorando el estado de las calles, poniendo iluminación y mobiliario urbano, haciendo paisajismo y buscando la participación y apropiación de la comunidad en todas las etapas.

Conexión con la ciudad formal

Accesibilidad, seguridad, calidad

Creación de espacios públicos

Mas ciudad para todos los vecinos y vecinas

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Buenas Prácticas: El modo de intervención de la Secretaría de Hábitat e Inclusión implica, como se deduce del desarrollo del caso, un proceso dinámico, en función de una relación cercana de intercambio con la comunidad. Conceptos básicos para el éxito de la intervención en la manzana 30:

Conocimiento exhaustivo y cercano de la comunidad

Fortalecimiento de vínculos con organizaciones claves dentro del barrio, impulso y crecimiento de nuevos liderazgos individuales y colectivos, y desarrollo de redes de cooperación

Gestión de instancias de mediación, espacios de diálogo y propuestas superadoras de conflictos

Flexibilidad y creatividad en el diseño de la obras

El presente documento busca acercar a otras personas y entidades al proceso general de las intervenciones realizadas en la Villa 20. No fue un camino lineal sino que implicó una permanente búsqueda de adecuación de las herramientas a una realidad conflictiva y en permanente cambio. Esto supone el ejercicio de una postura permeable a la demanda del contexto sin perder de vista cual es el horizonte al que se quiere llegar.

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