EDITORIAL SEDE son: Carlos Fernández Luz González Pilar Gutiérrez Pedro Ruiloba Recaredo Ruiz Silvia Sáiz Juan Villegas
Diseño y Maquetación Adrián Alcorta Diseño de Portada Rebeca Gruber Colaboración Tamara M. Cayón Agradecimientos Roberto González Edita Asociación Cultural SEDE Complejo Deportivo Oscar Freire 39300 Torrelavega CANTABRIA Tel. 616 17 09 16 teatrosede@gmail.com
Ú
ltimamente, nos ha llegado la noticia de que, en Finlandia, ha logrado una notable representación parlamentaria una formación política de clara ideología ultraderechista. No vamos a entrar en sus temas preferidos, ya que la tendencia política por la que se decantan no nos deja ninguna duda (Inmigración finlandesa, ¡temblad!). Nos vamos a referir a lo que implica la denominación que han elegido para la agrupación: “Verdaderos Finlandeses”. ¿Hasta dónde se han remontado en su pasado histórico para definirse como verdaderos? Por supuesto, descartamos a la primera generación de finlandeses nacidos de familias inmigrantes. Efectivamente, son finlandeses. Pero, ¿verdaderos? Nos atrevemos a pensar que sus vecinos suecos y noruegos asentados en su país no contarán: ni siquiera son finlandeses. Cualquier individuo donde uno de los progenitores, ambos o incluso ascendentes en segunda, tercera, cuarta (¿hasta la quinta?) generación, provengan de otro país, ¿es verdadero finlandés? Y aquellos ciudadanos cuyos ancestros hayan formado parte de aquellas hordas bárbaras que invadieron el país haciéndose de él a golpe de saqueo y muerte, ¿son verdaderos finlandeses? ¡Qué lío!
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HOLA AMIGOS por Pablo Torres
A
migos... suena a tópico, pero cuánto se ha devaluado este concepto a fuerza de su uso indiscriminado. Tengo la sensación de que ha ocurrido como con las palabras malsonantes: se han vuelto algo tan común que prácticamente han perdido su verdadero significado, su “matiz”. ¿Esto significa que derrochar amistad produce la pérdida de su verdadero significado y de su “matiz”? Quién sabe. Menuda paradoja: ahora va a resultar que no se debe derrochar amistad. Pero lo cierto es que “no derrochar” es lo que está de moda, estamos hartos de oír que un buen “écolo”, como dicen los franceses, un ciudadano concienciado con el entorno, para entendernos, debe hacer un uso racional de los recursos evitando su despilfarro. Y sin embargo, de una cosa estoy seguro: la vida estaría más vacía que el cerebro de Paris Hilton si nunca se derrochara amistad. Un término este de “amistad” que, extrapolado al mundo del cine, desata irremediablemente en mi cabeza una asociación de ideas un tanto extraña: una ballena asesina con un retrete; tiene
una explicación. Hace tiempo una chica me habló de una tercera persona que acababa de salir del baño, con cara de alivio, exclamando: ¡he liberado a Willy! Figúrense ahora: cuanto más trato de no pensar en ello, más me viene a la mente esa imagen grotesca. Los misterios de la mente. Tremendo. Toda la inocencia, la ternura de Liberad a Willy (1993) tiradas por el re... echadas a un re...
A un re... Escuchado así, de manera aislada, “a un re” suena como si le estuviéramos pidiendo a un trompetista que está interpretando una melodía en “do”, que la vuelva a tocar un tono más alta (ya avisé de que la mente es misteriosa). Pero en realidad, mis asociativas neuronas han establecido sobre la marcha una nueva conexión entre el retrete y otro concepto (que no tiene nada que ver ni con ballenas asesinas, ni con trompetistas ni con, afortunadamente, temas escatológicos). Este “a un re” al que me refiero es “a un recuerdo” y no con ello hago alusión a un “re-no-loco” (ni mucho menos a un animal nórdico que tira de un trineo presentando un comportamiento atípico y desconcertante). No, hablo de recuerdos. De los de la infancia, aquellos que se nos quedan grabados en lo más profundo de nuestro ser. Relacionar cine, amistad y recuerdos de la infancia es toda una alusión a Cinema Paradiso (1989). Esta coproducción franco-italiana es una joya, un auténtico homenaje al cine de siempre por medio del cual el director italiano
Giuseppe Tornatore nos embarca en un viaje espacio-temporal hasta la Sicilia de su infancia, hasta la penuria de los años cuarenta y cincuenta pero también, desde luego, a la añoranza de los tiempos pasados. El largometraje no tuvo demasiada repercusión en Italia y, sin embargo, lo ganó prácticamente todo en 1989: el Oscar, el Globo de Oro y el Bafta a la mejor película en lengua no inglesa, así como el premio especial del jurado de Cannes. Además, el ya desaparecido Philippe Noiret, el entrañable Alfredo, que elegía a sus amigos por su aspecto y a sus enemigos por su inteligencia (tomen nota), ganó igualmente un premio Bafta y un European Film Award al mejor actor. La amistad entre Toto y Alfredo es tan especial, tan intensa, que acaba pareciendo una relación entre padre e hijo. Cinema Paradiso: con sus tintes autobiográficos, sus toques de humor y su costumbrismo es una excelente elección para una tarde lluviosa de domingo. Una obra entrañable y nostálgica magistralmente salpimentada con, bajo mi modesto punto de vista, una de las mejores aportaciones musicales del maestro Ennio Morricone y con la importante colaboración de su hijo Andrea en la creación de uno de los temas principales. Un leitmotiv muy pegadizo que todos hemos escuchado alguna vez en un anuncio de televisión por Navidad.
Tipología de amigos Otro grande de la música del cine, John Williams, fue el responsable de la banda sonora de una película que marcó a buena parte del público infantil a comienzos de los ochenta: “E.T.: el extraterrestre” (1982). La aparición de este film de Spielberg, supuso un punto de inflexión en la idea que teníamos sobre los habitantes de otros mundos: ya fuera a través de la ficción radiofónica “La Guerra de los Mundos” (1938) de Orson Welles, bien a través de la visión que Ridley Scott nos ofrecía sobre estos seres por medio del letal octavo pasajero de la nave Nostromo en “Alien” (1979) o bien ya se tratara de terribles amenazas llegadas desde fuera de los confines del Sistema Solar, como en “La amenaza de Andrómeda” (1971). Pero E.T., con su casa y su teléfono, su sólo aparente inocencia y su bicicleta voladora, dio un giro completo a esta tendencia. La clave del éxito de Spielberg fue, posiblemente, lograr que los espectadores nos sintiéramos identificados con aquella historia de amistad pura y mágica. Todo niño en los ochenta quería tener un amigo como E.T. y en el fondo de su corazón se sentía un poco “Elliott”. En realidad, este modelo de amistad entre un niño y “algo raro” se ha hecho tremendamente popular desde entonces y han surgido no pocas historias, con más o menos fortuna, ya sea ese “algo raro” otro extraterrestre (como en el caso de “Mi amigo Mac”, 1988), un fantasma (“Casper”, 1995), un robot (ejemplos: “Cortocircuito” (1986), el asombroso ovnirobot –me pido uno de esos– de “El vuelo del navegante” (1986) o el protector “Terminator 2: el juicio final” (1991) o incluso algún animal (“Colmillo Blanco”, 1991), “Liberad a Willy”... ¡¡Oh no, me ha vuelto a venir “eso” a la cabeza!!.
Son, en todo caso, ejemplos de amistades en las que un personaje aparentemente sin importancia en el mundo de los adultos, como es un niño, acaba adquiriendo la máxima relevancia desde su posición de interlocutor privilegiado y exclusivo. En definitiva, historias diseñadas para el público infantil y juvenil. El cine nos ha presentado otros casos de amistad menos inocente y con un enfoque más irónico, casi burlesco: siguiendo el patrón de dos grandes clásicos, “Dos hombres y un destino”
(1969) y “El golpe” (1973), que contaron con dos grandes actores, Newman y Redford, pero en este caso desde un punto de vista más contemporáneo, George Clooney y Brad Pitt unen sus fuerzas a las de varios “amigos” para dar su “golpe” particular en “Ocean’s Eleven” (2001). El largometraje debió tener éxito, porque posteriormente hubo un “Twelve” y hasta un “Thirteen” (2004 y 2007 respectivamente).
O LA S A S H O G O L I G O I M A S H A L M O O G I H M G A I M A Estos delincuentes tan simpáticos parecen tener don de gentes, pero lo cierto es que hacer amigos no es siempre tarea fácil. Y si no, que se lo pregunten a Daniel Brühl en “Feliz Navidad” (Joyeux Nöel), de Christian Carion, Francia (2004). No, no siempre es fácil y menos en pleno campo de batalla durante la Primera Guerra Mundial. “Feliz Navidad” es una película curiosa, muchos dirían que excesivamente fantasiosa, inverosímil tal vez. Pues se equivocarían de pleno: está basada en hechos reales. Durante la Nochebuena de 1914, y según se recoge en ciertos documentos, los soldados de tres bandos, el francés, el británico y el alemán, se olvidaron de las armas y de la guerra por un momento y se comportaron como hermanos. Una pizca de azúcar entre tanto amargor.
Los años perdidos Pero, por desgracia, en el mundo no hay ni edulcorante suficiente para esconder el amargor de la guerra ni lazos suficientemente fuertes como para unir del todo a las personas; una amistad que parece fuerte como el acero, a veces, sin saberse muy bien cómo, se quiebra en mil pedazos. Quizás es que somos orgullosos; quizás ignorantes; quizás simplemente somos imperfectos: el caso es que un día, el mecanismo deja de funcionar. Michael Tolajian ha escrito y dirigido un documental extraordinario, “Hermanos y enemigos: Petrovic y Divac” (Once Brothers), recién estrenado en
2010, que nos invita a una profunda reflexión sobre las acciones que toma el ser humano. Si las guerras son siempre un sinsentido, cuando uno ve este trabajo, simplemente no puede entender por qué los seres humanos nos comportamos así. Tolajian nos traslada hasta la Yugoslavia de los años noventa, los de su terrible conflicto armado. En conjunto, todas “las guerras” yugoslavas duraron tanto como duró aquella década. El balance: 130.000 personas muertas y millones de familias que vieron desplazadas de su hogar y con sus vidas destrozadas. “Hermanos y Enemigos” es un trabajo impecable que conseguirá que hasta a los más duros se les meta una broza en el ojo mientras conocen a fondo la historia de estas dos leyendas del baloncesto:Vlade Divac, serbio y Dražen Petrovic, croata.
El baloncesto los juntó y se hicieron grandes amigos. Dos fuera de serie del baloncesto yugoslavo que abrieron las puertas de la NBA a otros jugadores europeos. Durante los comienzos de su carrera en Estados Unidos, cada uno en una ciudad diferente, se llamaban por teléfono a diario. En su juego individual eran buenos, pero juntos, en aquella selección yugoslava mítica con la que ganaron la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Seúl y el oro contra Rusia en el mundial del 90 (Argentina), eran excepcionales. Precisamente al momento de ganar esa final surgió la discordia. Por aquel entonces, se había comenzado a disparar ya el sentimiento nacionalista de las diferentes etnias de la antigua Yugoslavia, que exaltaban en público de forma abierta. Al finalizar el partido, un hombre portando la sahovnica, la bandera croata, se adentró en la cancha y Divac, viendo que no se trataba de la bandera yugoslava, la que él consideraba que representaba a todos los miembros del equipo, tuvo una discusión que desembocó en que acabara tirando dicha bandera croata al suelo. Esto fue interpretado por los croatas como un ultraje y desembocó en el distanciamiento y posterior enemistad de Petrovic. El paraguas del Telón de Acero se cerraba y el país balcánico se iba desmembrando a pasos agigantados. La guerra estalló.
A L O S H O G I A S AM HOLA S O O G G I M A A medida que iba transcurriendo el tiempo, el conflicto armado iba a peor y la relación con sus compañeros croatas se iba deteriorando cada vez más. Una frase de Divac lo resume todo: “para crear una amistad hacen falta años; pero se puede destruir en cuestión de segundos”. Divac se convirtió en persona non grata para la opinión pública croata y se sentía terriblemente dolido con sus antiguos compañeros. No obstante, siempre esperó con tesón al día en que él y Petrovict pudieran hablar y reconciliarse. El destino lo impidió. Cruel destino.
En resumen Y es que el ser humano es inestable como el uranio aunque con enlaces tan débiles como un hilo de seda. Insisto: el concepto de “amistad” está muy devaluado. Hay quien se jacta de tener muchos, muchísimos amigos. Hasta debajo de las piedras. Siempre he pensado que los amigos de verdad, aquellos que asociamos a esa definición de amistad de la que hablábamos antes, la que no ha perdido ni su verdadero significado ni “su matiz”, generalmente se pueden contar con los dedos de una sola mano. No son necesariamente los que ves todos los días. La amistad es así de caprichosa: exige pensar en términos cualitativos, no cuantitativos. Puedes encontrarte con una persona cada tres años y sin embargo disfrutar de una amistad con ella mucho más pura y más fuerte que la que sientes por gente que ves todos los días. Estamos hablando de personas que, con simplemente mirarte a la cara ya saben lo que pasa por tu mente. Que no te dejarían tirado como a un trapo viejo en los momentos difíciles –ni tú tampoco a ellas-. Quizás los amigos no se buscan: se encuentran. La gente que me aprecia siempre me ha dicho que “es bueno tener amigos aunque sea en los infiernos” y me fío bastante, tanto de los dichos populares como de las personas que me aprecian. En cualquiera de los casos, les recomendaría que siguieran el consejo que le daba Alfredo a Toto en Cinema Paradiso: “ten mucho cuidado y encuentra a los amigos adecuados”.
L O H IG M A
LA E
n “El conde Lucanor“, del infante Juan Manuel (que aunque lleve el nombre infante era ya un tío con pelos en los huevos), un libro de historias moralizantes de 1355, hay una historia sobre la amistad. Un padre y un hijo conversan sobre los amigos. El hijo asegura tener decenas de amigos dispuestos a todo por él, mientras que el padre afirma no tener más que un amigo y medio. Cuando ambos ponen a prueba a sus respectivos amigos, simulando el hijo haber asesinado a un hombre, los del hijo ponen pies en polvorosa con una excusa, mientras que el amigo y medio del padre demuestran su condición sin fisuras. Una moraleja que todos sabemos: los verdaderos amigos se pueden contar con los dedos de una mano, e incluso
tras una larga vida muchas personas no tienen más que un amigo de verdad. El tema de los falsos amigos es muy antiguo, y de hecho la historia de Juan Manuel es posiblemente copiada de alguna antigua historia árabe o india. Ya en la Biblia, en la parábola del hijo pródigo, encontramos el tema. Mientras duran el dinero, las parrandas y las fiestas, el hijo se encuentra rodeado de muchos buenos amigos. Pero cuando se ve solo y pobre, sin nada que llevarse a la boca más que las bellotas con las que debería alimentar a los cerdos que cuida, la única ayuda viene de la familia. En la literatura del Siglo de Oro, el amigo es normalmente ese personaje que se cepilla (o quiere cepillarse) a tu mujer. La historia tiene múltiples variantes. Una de mis preferidas es la del “condenado por desconfiado“, que aparece en varias novelas y obras de teatro. Un hombre joven se casa con la mujer perfecta: bella, fiel, hacendosa y cariñosa. La chica lo tiene todo. Pero nuestro personaje
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AMISTAD ESTÁ EN LOS por Javier Blanco Obeso
LIBROS
no está contento. Sabe que su mujer le es fiel, pero quiere saber si le sería fiel en caso de un intento de seducción. Así que convence a su mejor amigo para que intente seducir a su esposa. El final nos lo podemos imaginar. La pobre cae rendida en los brazos del amigo y el marido incauto acaba de cornudo por imbécil. Otro ejemplo de amistades peligrosas con mujeres por medio lo tenemos en Therese Raquin, de Zola. Dos amigos inseparables. Uno de ellos se casa con
una mujer algo histérica, que se aburre pronto de él y termina acostándose con el amigo. Al final terminan matando al pobre cornudo. A partir de aquí Zola teje una historia angustiosa de terror psicológico, con la sombra del amigo muerto acechando sobre una historia de amor que comienza mal y termina peor. Sin embargo, en la literatura también encontramos historias de amistad que, vistas desde la perspectiva libre de prejuicios actual, incluso podrían esconder un tipo de relación homosexual. El mejor ejemplo lo tenemos en el doctor Watson y Sherlock Holmes. ¿Qué podemos decir aquí que no sepamos? Dos hombres solteros que viven bajo el mismo techo, lo comparten casi todo y prácticamente se pasan el día juntos... Y hablando de literatura inglesa, la serie de Harry Potter es, olvidando toda la parafernalia de ciencia ficción y magia, una historia de amistad. En el primer volumen, la autora nos presenta a Harry como un mago con poderes
extraordinarios. En los capítulos posteriores esto cambiará completamente (y en mi opinión de manera acertada). Harry es un mago del montón. Tiene un par de puntos fuertes, como volar y el hechizo patronus, pero si analizamos la clave de su éxito contra Voldemort, hemos de decir que solamente gracias a sus amigos consigue salir airoso de la mayoría de las situaciones. En los libros de Rowling el individuo aislado no puede conseguir nada, necesita a sus amigos. En ese sentido, Harry Potter es una historia de amistad por encima de todo, de sacrificio total, incluso de la propia vida, y esa amistad entendida de manera clásica es la fuerza que logra lo imposible: la destrucción de Voldemort, cuyo único punto débil es precisamente que no tiene amigos, está solo. Sus seguidores están con él por miedo, ambición o pura maldad. Es el segundo mago más poderoso del mundo, y toda su fuerza resulta inútil ante un grupo de amigos. Otro ejemplo de esto serían Los tres mosqueteros de Dumas. Detrás de todas las aventuras, de todas los lances y escarceos, de todos los duelos y los pistoletazos, no existe más que la historia de cuatro amigos que cabalgan juntos.
En contra de lo que pueda parecer, los amigos no tienen que ser necesariamente parecidos. Ya lo hemos visto en el caso de Sherlock Holms y Watson. En español tenemos el caso que a todos nos viene a la mente: Don Quijote y Sancho. Dos personas que no pueden ser más diferentes: uno delgado, el otro gordo, uno lunático y soñador, el otro con los pies en la tierra... Y sin embargo son amigos. Y tienen una amistad que sobrevive a las peores palizas, humillaciones y derrotas. Ser amigo cuando todo va bien no es difícil, lo difícil es serlo en la adversidad, cuando la vida nos da malas cartas. En la amistad, como en el amor, no se trata de la búsqueda de lo igual, sino de lo diferente. El amigo no es aquel que es como yo, sino el que me complementa y perfecciona. La versión cómic de Don Quijote y Sancho Panza serían los eternos Mortadelo y Filemón. La amistad es a veces también amor e incluso sexo. Libros sobre el tema hay a montones. Una magnífica novela es Castillos de cartón de Almudena Grandes. El libro cuenta una historia de amistad, amor y sexo entre tres amigos. La mezcla de estos tres elementos es a menudo explosiva, y difícil es que al final no acabe todo reventando y llevándose a sus protagonistas por delante, como ocurre en cierta medida en esta obra. Sin embargo, amistad y amor no tienen por qué aparecer en paralelo. La amistad es muy a menudo la antesala de lo que vendrá después. Una amistad en la niñez o adolescencia puede obsesionarnos el resto de nuestra vida, de manera que seamos incluso capaces de dejarlo todo por una mujer a la que no vemos desde hace años. Es lo que le ocurre a Hajime en una novela de Haruki Murakami, en la que la repentina aparición de Shimamoto, su amiga de la infancia, pone su vida literalmente patas arriba. Resumiento, ¿qué es la amistad? A modo de moraleja diré que la amistad no se compra con dinero, los verdaderos amigos no te abandonan en los momentos de dificultad. Tú solo eres fuerte, pero con tus amigos lo serás mucho más. Tu mejor amigo se parece a ti, pero también te complementa con sus diferencias. Entre la amistad y el amor hay una frontera que se puede traspasar, aunque hay que aceptar las consecuencias. La verdadera amistad dura toda la vida. Y Sócrates dijo: “no dejes crecer la hierba en el camino de la amistad“.
V
oy a decorar la empuñadura de este artículo con las palabras pronunciadas por el jefe indio Dan George, quien fuera el líder espiritual de la Primera Nación: <<Si habláis con los animales, ellos hablarán con vosotros y podréis llegar a conoceros. Si no les habláis, nunca les conoceréis y lo que no se conoce se teme. Lo que se teme se destruye>> A lo mejor es por eso. A lo mejor ése el motivo por el que el ser humano, de un modo continuo y obsesivo, se ha alejado del mundo animal al que, por más que pretenda disimularlo con filosofías y perfumes, pertenece. Tal vez es por eso, porque ha olvidado hablar con los animales, por lo que ha conducido a numerosas especies a la extinción o los umbrales de la misma. Por eso, voy a escribir sobre otras amistades. Por eso, y porque la amistad entre humanos hace mucho tiempo que me genera dudas.
Los ejemplos de perros y gatos cuya devoción por sus dueños les conduce a la muerte por tristeza cuando su amigo humano ha fallecido son tan numerosos, que voy a sortear la tentación de hablar de algunos de ellos. Además, eso supondría mezclar a los humanos en un artículo sobre la amistad cuyo objetivo primordial es demostrar que se puede escribir sobre la amistad sin que haya humanos de por medio. Leo a la insigne Jane Goodall que ella conoció en cierta ocasión a una perra que comenzó a producir leche cuando un día apareció en la casa una gatita recién nacida. La gata y la perra entablaron una relación que trasgredía las normas incluso de la amistad. El felino mamó de la perra, y gracias a ella sobrevivió. James Herriot dio cuenta de la bellísima relación de amistad que entablaron un pequeño gato y un cerdo, pero tal vez una de las relaciones de amistad más extraordinarias de las que he tenido noticia fue la protagonizada por un perro llamado Chino y un pez que atendía por el nombre de Falstaff. Para empezar, a pesar de los nombres que los humanos les pusieron, ambos eran animales en primer lugar. Uno de ellos era un perro, y el otro un pez, nada más y nada menos. Más tarde habría que añadir que el perro era un
otras amistades
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por Mariano F. Urresti
jugando despreocupadamente en la localidad canadiense de Churchill.
goleen retriever y que tenía 9 años de edad. Por su parte, el pez era una carpa y había crecido hasta alcanzar la medida de 38 cm. Durante seis años, el perro acudió periódicamente hasta la laguna donde vivía el pez. Chino se aproximaba a la orilla y aguardaba a que Falstaff nadase hasta él y lo mordisquease las patas. Luego, el perro se quedaba en silencio, contemplando a su amiga de un modo enternecedor. Sucedió que los propietarios de Chino, la familia Heath, tuvo que trasladarse de casa y decidieron llevarse la carpa con ellos. Una vez instalados, construyeron un estanque artificial para que perro y pez siguieran manteniendo aquella amistad sincera, silenciosa y extraordinaria. Este hermoso ejemplo de amistad es tan sólo uno de los muchos que podría traer a colación en este artículo, pero este artículo –como sucede tantas veces con la amistad entre los humanos- tiene una medida que no puedo superar. Y cuando las líneas suman las precisas, el artículo –como la amistad entre los hombres- concluirá. No obstante, no me resisto a recordar una historia publicada en diciembre de 1994 en la revista National Geografic protagonizada por un magnífico oso polar de 454 kilos de peso que se había hecho uña y carne de un perro esquimal. En el artículo aparecían las fotografías de ambos
Para que sepan más de ellos, les diré que el perro se llamaba Hudson, aunque eso a él le traía sin cuidado –como a todos los perros-. Hudson vio al oso –de cuyo nombre no tenemos noticia alguna y tampoco creo que a él le preocupara realmente la circunstancia de no haber sido bautizado- y se aproximó a él con menos cautela de la que en principio parecía adecuada. De hecho –y esto es algo que sólo quienes conocen bien a los perros sabrán interpretar- en su aproximación llevaba dibujada en su cara esa sonrisa lobuna de felicidad que tantas veces yo mismo he visto en aquellos perros que han tenido a bien compartir su vida con la mía. v El oso miró al perro con sus ojillos y comprendió lo que quería Hudson. Y así comenzó el juego el primer día. Y digo el primer día, porque la amistad entre ambos se prolongó durante las semanas necesarias para que el frío volviera a construir el mundo de hielo que tan grato resulta al oso polar. Llegado el frío y formado el hielo, el oso partió hacia su destino. Pero estoy seguro de que aquella amistad no se quebró por un comentario, por un dinero no devuelto, por una mentira, por una disputa amorosa, por un mero interés comercial. Creo que resultaría apasionante y enriquecedor tener amigos como Hudson, como el oso polar, como Chino o como la carpa Falstaff. Afortunadamente, cuando termine de escribir estas líneas me aguarda Duende, dispuesto a jugar conmigo sin condiciones y sin otra pretensión que la de ser mi amigo.
LAZOS
por Javier Perales http://licorprohibido.blogspot.com Las simientes que unen lazos germinan al abrigo cรกlido de las palabras sin intenciones, del beneplรกcito amistoso. El acuerdo tรกcito inviolable prescinde de obviedades al vestirse sin distinciones de colores sin ataduras, simplemente la creencia sincera en las buenas acciones anima al conjunto acorde a vivir sintiendo que por encima de individuos, de onanismos soterrados prevalecen las visiones agradables de optimismos necesarios y la gratitud que alimenta la complicidad.
Poema SedeRevista.com por Eduardo José Villanueva López
entre sábanas No entendí por qué no fuiste capaz de mirarme a los ojos mientras hablabas de amor, ni entendí por qué esa voz tan quebrada me resultó tan dulce. Con tus dedos deslizándose sobre el colchón tratabas de hacer un dibujo que explicara las palabras que salían de tu boca y quiero que sepas que noté el temblor en la mano, el miedo en las pestañas y ese calor húmedo hirviendo bajo la ropa. Me dijiste que para amar hace falta ser un iluso o estar enfermo, que en los juegos de dos siempre hay un intruso que nunca vemos y que no es ni más ni menos que nuestro reflejo en los ojos del otro. Que unos necesitan querer y otros sentirse queridos, que hay quien con poco se conforma y quien nunca, nunca jamás se siente saciado. Bajaste el tono de voz hasta hacer de él algo cercano a un susurro, a un tierno castigo. Esperabas una respuesta, que de una forma u otra contestara, pero no hablé, ya era demasiado tarde y no sentía nada.
La
por Leticia Baselga Coordinadora del área de Residuos de Ecologistas en Acción Extraído de la revista El Ecologista Nº 68 www.ecologistasenaccion.org/
E
n 2010 generamos en nuestro país el doble de basura doméstica que en 1990, unos 27 millones de toneladas. Son 600 kilos por persona al año, 1,6 kilos por persona y día. Casi el 70% fue eliminado en un vertedero o incinerado y el resto reciclado o compostado de algún modo, menos de lo que exige la normativa de la Unión Europea, que tampoco es muy ambiciosa: sólo obliga a reciclar el 50% de los residuos municipales... para 2020. Este año se aprobará la nueva Ley de Residuos, un marco normativo que regulará la futura generación y gestión de residuos y en la que deberán basar-
se las Comunidades Autónomas para elaborar sus propias legislaciones. Es positivo que la ley diferencie claramente el compost, obtenido exclusivamente de biorresiduos limpios, del material bioestabilizado que procede de residuos mezclados. También es un avance que se incluyan el ruido y los olores como factores a considerar dentro de la política de residuos y que se obligue a los productores a gestionar los residuos de sus productos adecuadamente y a hacerse cargo de los correspondientes costes. Pero esta ley sigue fomentando la cultura del usar y tirar. No fomenta la reducción, no pone medidas para acabar con el derroche actual de los recursos naturales, necesarios para la producción de los bienes de consumo. Tampoco plantea sistemas alternativos a la gestión actual de residuos, a pesar de que muchos de los sistemas actualmente en vigor han demostrado con creces su ineficacia, como la ne-
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que nos espera
La obsolescencia programada, los bienes de usar y tirar y el modelo de consumo delirante y compulsivo de nuestra sociedad generan enormes y crecientes cantidades de basura sin que la administración se decida a tomar medidas eficaces para evitarlo. De hecho, la nueva Ley de Residuos no servirá para poner coto a este despilfarro. fasta gestión de los envases ligeros del contenedor amarillo que realiza EcoEmbes. Considera la incineración como operación de valorización en vez de eliminación y no establece la obligatoriedad de instaurar ningún sistema de depósito, devolución y retorno de envases (pagar por los envases al comprar el producto y recuperar el dinero al devolverlos). En cuanto a la eliminación de las bolsas de plástico de un solo uso, que se antoja sencilla viendo cómo se han prohibido en otros países sin problema, en España está siendo aplazada una y otra vez debido a la reticencia del poderoso lobby del plástico y la pusilanimidad de los legisladores. Reducir la cantidad de basura no da dinero a ninguna empresa, que cuanta mayor cantidad gestionan, más ganan; la prevención, al contrario, sólo aporta beneficios al inte-
rés general, al contribuyente, a la salud y al medio ambiente. Es evidente que en este asunto también sigue mandando el capital.
Incineración La industria incineradora se frota las manos desde que la Directiva Marco de Residuos de 2008 fomentara esta opción, sin que tuviera nada que ver que Caroline Jackson, eurodiputada inglesa encargada de preparar el informe previo para el Parlamento europeo, trabajara para una empresa de este sector. En España, la futura Ley de Residuos hace lo propio y, a pesar de las numerosas alegaciones que así lo exigían, no fija una
tasa que convierta la incineración en una opción cara para los ayuntamientos [1]. Además de la contaminación atmosférica y de las enfermedades que provoca [2], la incineración de residuos produce cenizas y escorias altamente tóxicas, agrava el cambio climático y destruye materiales que podrían ser recuperados, como papel, plásticos y restos orgánicos. Es una solución muy cara, de tecnología sofisticada y delicada –la construcción de una incineradora cuesta decenas de millones de euros, por no mencionar su mantenimiento–, detrae fondos que podrían destinarse a reducir, recuperar y reciclar, y genera muchos menos puestos de trabajo que los programas de basura cero. En cuanto a la producción de electricidad por estas instalaciones, numerosos estudios coinciden en que su eficiencia es muy pequeña, las emisiones de CO2 proporcionalmente son más elevadas que las de otras tecnologías de generación eléctrica y el ahorro energético que se podría obtener con medidas de prevención, reutilización y reciclaje es muy superior a la energía que se recupera en una incineradora. En los últimos años Ecologistas en
Acción ha elaborado y propuesto varios planes de gestión de residuos municipales alternativos a la incineración – para Asturias, Ceuta o Melilla, entre otros– en los que, con mucho menor coste, se crean puestos de trabajo y se recuperan materiales de alto valor comercial [3].
Alternativas: consumo responsable, basura cero y recogida puerta a puerta. España, en comparación con otros países industrializados, tiene unos niveles bajísimos de recogida selectiva y aprovechamiento material. Tenemos que invertir en políticas de prevención, recogida selectiva, reutilización, reciclaje y compostaje de residuos limpios. Los planes de Basura cero tienen como objetivo que vayan desapareciendo las soluciones de final de tubería, léase vertederos e incineradoras. Se trata de implantar un cambio de modelo de producción y consumo, un concepto de vida sostenible en el que los productos se diseñen para ser reparables y duraderos y en el que la basura se considere como un recurso más. Cada vez hay más ciudades en todo el mundo que ponen en marcha políticas de reducción y tratamiento de los residuos basados en esta idea. Teniendo en cuenta que el óptimo aprovechamiento de los recursos contenidos en los residuos exige la separación en origen, un sistema que da un resultado excelente es la recogida puerta a puerta [4], basada en la entrega segregada de las distintas fracciones según un calendario preestablecido. Es el sistema que utilizan por ejemplo la
Notas y referencias ciudad de Bruselas y casi un centenar de municipios catalanes y vascos. La primera ciudad en aplicar un plan Basura cero fue Canberra, Australia, en 1995; le siguió la ciudad de San Francisco, Estados Unidos (7.000.000 habitantes) que logró reducir la basura municipal un 50% en 10 años. Una buena política de recogida diferenciada y de reciclaje y aprovechamiento de la basura crea empleo y consigue que los municipios ahorren e incluso ganen dinero con la venta de los materiales. El ayuntamiento de Logroño, por ejemplo, ganó en 2008 más de medio millón de euros por este concepto [5].
1 En Flandes, Bélgica, por ejemplo, se pagan 110 € por tonelada de basura llevada a incinerar. 2 El estudio Étude d’incidence des cancers à proximité des usines d’incinération d’ordures ménagères, por P. Fabre y otros, establece un claro vínculo entre la exposición a las emisiones de las incineradoras entre 1972 a 1990 y el cáncer en los años 90. 3 Asturias: www.ecologistasenaccion.org/IMG/pdf_PLAN_ SOSTENIBLE_RESIDUOS_AST.pdf Melilla: www.ecologistasenaccion.org/rubrique19.html 4 www.portaaporta.cat 5 www.larioja.com/20090603/local/nuestras-comarcas/ ayuntamiento-ahorro-millones-recogida200906031334.html 6 More Jobs, Less Waste, de Anna MacGillivray con la colaboración de Dr Julian Parfitt: www.foeeurope.org/publications/2010/More_Jobs_Less_Waste_Sep2010.pdf 7 Francesca Colombo: www.tierramerica.net/2003/0623/articulo.shtml 8 Ecomafia 2010: http://risorse.legambiente.it/docs/premessa.0000001845.pdf 9 http://maestro.unep.or.jp/ietc/Publications/spc/ Waste&ClimateChange/Waste&ClimateChange.pdf
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JOVELLANOS Y CABARRÚS:
AMIGOS EN BANDOS OPUESTOS por Luz González Fernández
E
n este número hablamos de amistad y es este sentimiento humano el que, muchas veces, define acontecimientos históricos muy importantes. Las revoluciones son realizadas por hombres y mujeres que sienten, padecen y luchan por sobrevivir. Cuando analizamos los hechos, en ocasiones, olvidamos que tiene por protagonistas seres humanos que, a pesar de vivir sucesos relevantes, no dejan por ello de, eso, vivir y los sentimientos como la amistad forman parte de ese devenir vital. Muchas amistades podían ser protagonistas de esta historia que hoy nos ocupa pero prefiero dedicarme a dos amigos que tuvieron que elegir caminos completamente opuestos y ambos creían haber hecho lo correcto. De hecho, se escribían a menudo y esas epístolas son prueba de los argumentos que esgrimieron para justificar sus actos. Me refiero a Baltasar Gaspar Melchor María de Jovellanos (nació el 5 de enero) y Francisco de Cabarrús. Los dos vieron en el reinado de Carlos III una oportunidad para modernizar
España, era necesario sacar al país del atraso y ellos eran dos de los muchos intelectuales que tenían ideas para llevarlo a cabo. El Informe sobre la Reforma Agraria de Jovellanos incidía en la necesidad de modernizar el sector económico más importante de ese momento (el primario) y pilar del desarrollo de la industria (sector secundario). Por su parte, Cabarrús fue figura importantísima en la fundación del Banco de San Carlos, hito fundamental en el desarrollo financiero. Sin embargo, la muerte de Carlos III significará la caída en desgracia de este último al ser acusado por sus enemigos de estafa, debido a los problemas que tuvo el banco, y su ulterior ingreso en el castillo de Batres (Madrid) como prisionero. Jovellanos, ante estos sucesos, intentó liberar a su amigo sin éxito. Diez años después Godoy rehabilitaría a Cabarrús ya que el valido de Carlos IV era muy aficionado a lo francés y nuestro protagonista tenía grandes aliados en el país vecino. Empero, será ahora Jovellanos el que tendrá problemas ya que, después de ser nombrado Ministro de Justicia (cargo que disfrutará brevemente), caerá en desgracia y será también retenido en un castillo esta vez el de Bellver en Mallorca. Como vemos, las vidas de estos dos amigos son paralelas pero en fechas distintas. Desde luego Cabarrús intentó su liberación, pero tampoco lo consiguió. Mientras Jovellanos está prisionero en Mallorca, sucede un hecho fundamental que precipitará los acontecimientos posteriores. Fernando, hijo de Carlos IV y heredero al trono,
protagoniza el Motín de Aranjuez, una rebelión contra Godoy e, indirectamente, contra Carlos IV. Es común en la historia de España que los enemigos del protegido del rey del momento se apoyen y adulen al heredero, normalmente inseguro o poco inteligente, para eliminar al protegido y, de paso, conseguir en el nuevo rey un pelele que sirva a sus intereses. El caso es que Godoy fue destituido y Carlos IV obligado a abdicar en favor de su hijo. Sin embargo, el padre no va a dejar la corona sin luchar y manda cartas a Napoleón pidiendo su ayuda para recuperarla. El emperador ve en este hecho una oportunidad para conseguir su objetivo desde hace tiempo; conquistar España. Manda llamar al padre y al hijo ofreciendo su mediación y una vez que estos se encuentran en suelo francés los obliga a abdicar en su persona. Napoleón, por su parte, nombrará Rey de España a su hermano José Bonaparte. Pero, volvamos a nuestros protagonistas ¿qué ha sido de ellos?. Uno de los últimos decretos de Fernando VII posibilita la liberación de Jovellanos y en su vuelta a la península se encuentra con el levantamiento de 2 de Mayo contra los franceses. Este hecho lo convertirá en un personaje, aclamado por su resistencia al despotismo, y en un guía de la burguesía del momento. Cabarrús, entretanto, también se significará por su sabiduría económica y sus relaciones internacionales amplias. Como vemos, esta vez sí coin-
ciden los dos en buenos tiempos aunque el país sufra una guerra. Será esta guerra, la de la Independencia, la que pondrá a prueba su amistad. El 27 de mayo de 1808, en una Zaragoza levantada en armas, se reúnen los dos amigos para dialogar sobre los nuevos acontecimientos, cómo éstos podrían influir en la historia de España y qué papel podían jugar ellos. El diario de Jovellanos explica cómo transcurrió el encuentro. Se reunieron en el domicilio de un tal Hermida, Comenzó a media mañana y duró «hasta mucho después de mediodía cuando comimos». Además, describe cómo se sentían ante los acontecimientos vividos y cuál era la naturaleza de su amistad: «La llegada se señaló con abrazos y lágrimas y lamentaciones sobre la triste suerte de la patria». Ahora desconocemos si ya sabían que José Bonaparte les iba a pedir que colaboraran con él y dudamos de si habían decidido cuál era la mejor manera de ayudar a España. Se dice que Cabarrús, en este momento, apoyaba decididamente al frente patriótico (bando español contrario a los franceses) y un posterior encontronazo con un bandolero le hará cambiar de idea, aunque también se rumorea que ya había aceptado ponerse a las órdenes de los franceses. Sea como fuere, los dos discutirían cuál era la mejor manera de servir a España y, seguramente, lo francés significaría progreso frente a lo reaccionario, lo atrasado y lo inquisitorial de lo genuinamente español. Los historiadores que han estudiado el tema hacen hincapié en que los ilustrados de antes de la guerra se convierten en afrancesados en ésta por lo que puede ser que ambos vieran, a priori, una oportunidad en la invasión francesa. Pero, ¿qué hicieron en realidad? José Bonaparte les ofreció a Cabarrús el Ministerio de Hacienda y a Jovellanos el de Interior. El primero aceptó el cargo, el segundo no sólo lo rechazó sino que se incorporó a la Junta de Asturias y más tarde a la Central (órgano regente es-
pañol que tomará las decisiones ejecutivas durante la guerra). Es decir, tomó partido diametralmente opuesto al de su amigo. ¿Cómo justificó su decisión?. Estas fueron sus palabras: “España no lidia por los Borbones ni los Fernando; lidia por sus propios derechos, derechos originales, sagrados, imprescriptibles, superiores e independientes de toda familia o dinastía. España lidia por su religión, por su constitución, por sus leyes, sus costumbres, sus usos, en una palabra por su libertad...”. Cabarrús, por su parte, también argumentaba su proceder exponiendo que su manera de actuar era la única efectiva para mejorar España y luchar contra “la multiplicidad de los males de la Administración pública”. Jovellanos le contestó muy duramente: “Será usted un hombre execrable y execrado de su patria... usted vagará errante sin familia, sin patria, sin amigos”. Pero Cabarrús no cejó en su empeño de convencer a Jovellanos de que su alternativa era la correcta y sólo ésta conduciría a la felicidad pública. Incluso, cuando el emperador fue derrotado en Bailén y se veía que, quizás, la empresa francesa no tendría éxito, Cabarrús seguía convencido de que había hecho lo correcto. Ahora bien, viéndolo con perspectiva histórica la verdad es que José Bonaparte no realizó verdaderas reformas, sino que se dedicó a aprobar numerosas normas que cambiaron las cosas en apariencia pero no consiguieron la transformación en el fondo. Así lo expresó Jovellanos: “el problema no es que la reforma francesa fuera extranjera, sino que no era reformista”. Lo cierto es que ni uno ni otro sobrevivieron lo suficiente para ver si su elección tenía el resultado que esperaban. Cabarrús falleció en Sevilla en abril de 1810 cuando parecía que Francia iba a triunfar por lo que no vivió para contemplar la derrota de su causa. Jovellanos, muerto a finales del año siguiente, no presenció el triunfo de los suyos.
Al fin y al cabo deseaban lo mismo pero pensaban que el camino para conseguirlo era completamente diferente. La realidad es que lo que ellos anhelaban se consiguió con la labor legislativa de las Cortes de Cádiz, a pesar de que el reinado de Fernando VII imposibilitó que se llevara a efecto. De todas formas, la semilla ya estaba plantada y más tarde o más temprano el anhelo de estos dos amigos se haría realidad. La amistad es un sentimiento muy fuerte pero los principios también lo son y estos amigos los antepusieron a la primera. Sin embargo, ambos continuaron escribiéndose intentado justificar con el otro sus decisiones porque, seguramente, consideraban que su amistad debía estar por encima de todo o, al menos, un amigo debe entenderte a pesar de todo.
Rosas blancas por susana herrera
A
na llegó la primera, como siempre. Ella decía que era una persona muy puntual, pero Elena tenía razón cuando decía que puntual es quien llega a la hora, no antes de tiempo. Y Ana siempre se adelantaba al horario acordado. Aquel día la reunión era en casa de Marina, quien abrió la puerta limpiándose las manos en el delantal y dejando salir hacia el descansillo un exquisito aroma a chocolate recién hecho. A pesar de que Ana se había adelantado más de media hora y tal vez porque lo había adivinado, la anfitriona ya tenía toda la merienda preparada: bizcocho casero, pastitas de té, rosquillas de anís, donuts y hasta galletas dietéticas de sésamo para Raquel, que por enésima vez había empezado una dieta adelgazante. Marina
se las había puesto en un platito en el lugar que siempre ocupaba en la mesa, aún sabiendo que la fuerza de voluntad de su amiga no era de hierro precisamente y que, en consecuencia, terminaría por meterse en la boca un trozo de bizcocho bien empapado en chocolate diciendo que mañana sin falta empezaría a tomárselo en serio. Era como un ritual. Sin ese comentario de Raquel, los “chocolates”, como ellas llamaban a esas reuniones, no serían lo mismo. Llevaban ya quince años reuniéndose los viernes, cada dos semanas. Todo empezó de forma esporádica, el día en que Elena les invitó a todas a merendar para celebrar que había aprobado la última asignatura de la carrera. Después de pasar una tarde estupenda, riendo y charlando, Beatriz se había ofrecido para ser la siguiente y así repitieron dos semanas más tarde en su casa. Lo que había empezado como una celebración aislada, había dado paso a una costumbre que todas echaban de menos cuando por alguna razón tenían que posponer alguna de esas meriendas.Y es que algo
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tan sencillo como juntarse a disfrutar de una taza de chocolate caliente, muchas veces sirve no solo de entretenimiento, sino también de motivación e incluso de terapia. Lucía siempre bromeaba diciendo que la risoterapia la inventaron ellas y que era una lástima que no la hubiesen patentado en su momento. Y es que cuando los problemas se comparten en grupo, se llega más fácilmente a minimizar el efecto negativo que tienen en las personas. Durante esos quince años habían cambiado muchas cosas en las vidas de las siete amigas. Habían terminado los estudios, algunas habían empezado a trabajar, habían festejado bodas, habían nacido niños y habían acudido juntas a algún que
otro funeral. Todas habían atravesado épocas buenas y otras que no lo habían sido tanto.Y en éstas últimas, el apoyo de las demás había sido siempre fundamental para la afectada en cada caso. Por ejemplo, cuando surgieron los graves problemas de Beatriz, que fue la siguiente en llegar ese día a la reunión. Sus dos amigas se alegraron de ver el buen aspecto que tenía. Por fin había recuperado la sonrisa y el peso que había perdido durante los trámites de su traumático divorcio. Había sido víctima de malos tratos por parte de su marido y tardó bastante tiempo en confesar a alguien esa situación. Como muchas otras personas que, desgraciadamente, lo padecían a diario, confiaba en que las cosas se arreglarían con el tiempo y, sobre todo, sentía vergüenza e incluso culpabilidad. Elena fue la primera en darse cuenta de que algo sucedía y no paró hasta conseguir que Beatriz se sincerase con ella. Con paciencia y mucho cariño, el grupo consiguió convencerle para que denunciase la situación y a partir de ahí las cosas fueron un poco más fáciles. Aunque todavía le quedaba un largo camino por recorrer para sentirse de nue-
vo liberada y feliz. Ella siempre decía que sin el apoyo de sus amigas, nunca hubiese tenido el valor necesario para poner fin a la pesadilla en que se había convertido su vida. Raquel y Lucía llegaron juntas. La primera, con su genial sentido del humor que alegraba cualquier fiesta. Rechoncha y feliz, como se definía a sí misma, tenía una especial habilidad para levantar el ánimo de todo el mundo. Elena siempre decía que Raquel transmitía energía positiva.Y realmente era así. Siempre veía la parte positiva de las cosas, o el vaso medio lleno. Siempre dispuesta a ayudar, ya podían contarle la historia más trágica del mundo, que ella siempre le daba la vuelta y sacaba ánimos y fuerza de donde parecía no haberlo. “Si hubieras sido psicoterapeuta, chica, te habrías forrado”, solían decirle. Y ella, halagada en lo más profundo, siempre respondía que se podía ser peluquera y psicoterapeuta al mismo tiempo. Es más, afirmaba que las peluqueras son muchas veces las principales confidentes de los secretos de las personas. Seguramente tenía razón, porque es más fácil que contemos nuestra vida en el ambiente distendido de una peluquería, a personas que percibimos que son como nosotros, que a un extraño en un frío despacho de una consulta médica, por muy titulado que sea. Lucía entró tras ella con un precioso ramo de rosas blancas. Ese día era el cumpleaños de Elena y ella había sido la encargada de comprar el regalo. Durante unos momentos, el sentimiento de emoción que todas querían disimular en esa celebración, les embargó a las cinco cuando Lucía colocó el ramo sobre la mesa, en el lugar que siempre ocupaba Elena. Nadie dijo nada. A veces la expresión de los ojos dice mil veces más que cualquier frase articulada con la voz. Seguramente todas pensaban lo mismo, que estaban allí para homenajear a Elena en su cumpleaños y que ella de-
seaba una alegre fiesta, con música y risas. Pero ninguna de las cinco se atrevió a romper ese incómodo silencio, que ya duraba más de lo deseado. El teléfono de Marina sonó en ese preciso instante. Era como si Merche, a distancia, hubiese intuido que era el momento idóneo para llamarles. Al parecer, su hermana le había telefoneado para decirle que no podía ir a su casa a quedarse un par de horas con su madre, como habían acordado, por lo que a Merche le resultaba imposible acudir a la cita. La vida de Merche se había complicado bastante durante el último año. Hacía ya un tiempo que su madre tenía problemas para recordar palabras como bicicleta, cuchara y manzana. Al principio eran despistes sin importancia, aislados, como tiene cualquier persona. Pero solo era el inicio de un proceso que irremediablemente avanzaba demasiado rápido. Más tarde empezaron los olvidos más serios; la imposibilidad de recordar lo que había hecho el día anterior; la repetición una y mil veces de los mismos comentarios o preguntas a quienes tenía a su alrededor y, sobre todo, la insistencia para que le llevasen a lo que ella entendía como su casa, que era el lugar donde había nacido y se había criado hasta que se casó a los veintidós años. Como una niña pequeña le pide algo a su madre, con la mirada perdida y una angustia creciente, trataba de convencer a una hija a la que ya no reconocía de que su madre le estaba esperando allí y que seguramente estaría muy preocupada por ella. Además Merche contaba con poca ayuda. Como pasa habitualmente en los hogares donde esa maldita enfermedad decide asentarse, hay un familiar que carga con toda la responsabilidad y los demás se escabullen hábilmente con excusas tales como “yo no tengo tiempo”, “estoy muy ocupado” o “es que yo para esto no sirvo...” Cuando Marina colgó el teléfono y explicó la situación a las otras cuatro, tampoco hizo falta que nadie hablase. Quizá Merche no tuviese a su lado a su familia, pero siempre tendría a sus amigas. El chocolate y los dulces se quedaron en la mesa. Ese día no iban a merendar, pero eso carecía ya de importancia. Seguramente Elena, desde donde estuviese, se sentiría feliz de que su cumpleaños se celebrase de esa manera, apoyando una vez más a quien en ese momento lo necesitaba. Y así, representada mediante un bonito ramo de rosas blancas, fue junto a sus cinco amigas a pasar la tarde en casa de Merche.
Yo
acuso
ac
por Javier Blanco Obeso
E
ste artículo debería haber tratado sobre la amistad, que es el tema de la revista que tiene usted entre sus manos. Pero hoy he leído una noticia que me ha conmocionado, y que me ha hecho pensar sobre una palabra que pronunciamos a diario, que empapa los cimientos de nuestra sociedad y a la que dedicamos inmensos recursos: justicia. Se llama Miguel Francisco Montes Neiro, tiene 60 años y lleva desde hace treinta y cinco años entre rejas, sin haber disfrutado ni un solo día de libertad condicional. Es el preso más antiguo de España. No es el caso de un inocente en prisión. Este hombre ha delinquido, y tribunales de justicia le han condenado con todas las garantías del estado de derecho. Pero vamos a empezar desde el principio, ¿qué ha hecho? Según su abogado, solo ha cometido delitos de poca monta: robos en grado de
tentativa, delitos contra la salud pública, que entiendo como asuntos de drogas. También ha falsificado documentos. Es decir, lo que se llaman delitos de baja estofa. Nos hallamos, entonces, ante un ratero, un caco, un choricete, quizás camello, quizás traficante de drogas. Pero la verdadera razón por la cual lleva tanto tiempo en prisión son sus repetidos intentos de fuga. Sí, la fuga, como esos soldados ingleses que hemos visto en películas tipo “evasión o victoria“, y que en la gran pantalla nos resultan tan simpáticos cuando intentan largarse del campo de concentración escondidos en una pila de calzoncillos sucios. Miguel Francisco también tiene historias legendarias, aunque teñidas de humor negro. En uno de sus intentos de suicidio (y ya lleva varios, otra manera de intentar fugarse), los guardias lo encontraron ahorcado en su celda. Sin muchos preámbulos lo dieron por muerto y lo llevaron a la morgue, donde se despertó rodeado de cadáveres. Como en una película, se levantó y saltó por la ventana. Estuvo fugado algunos meses. Resultado: 35 años en prisión. Entró en 1976 y ahí sigue. Yo nací en 1974, así que puedo decir que este pobre hombre lleva en la cárcel prácticamente toda mi vida. Por más que intento no logro imaginarme lo que puede ser estar 35 años en prisión.
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cuso
acuso
Cualquier persona con dos dedos de frente, con sentido común, con un sentido primario y sencillo de la justicia, le parece que lo que le han hecho a este hombre es una auténtica monstruosidad. Donde una persona normal ve a alguien que no ha matado a nadie y que aún así lleva más tiempo en prisión que el mismísimo Tejero, los jueces que se han ocupado de su caso durante tantos años no ven nada anormal.Y en más de treinta años han debido pasar por delante de este señor innumerables jueces, ayudantes, fiscales, abogados, funcionarios judiciales, policías. Cientos, quizás miles de personas con capacidad de decisión, o al menos de influencia, han permitido que un ladrón cualquiera, que un caco sin importancia, un delincuente de pacotilla, lleve más tiempo en prisión de los que en España pasa el peor de los violadores, el más monstruoso de los asesinos, el más vil pederasta o el terrorista más sanguinario. ¿Dónde están y estaban esas personas que juraron en su día defender la justicia, que no es otra cosa que la defensa del débil frente al fuerte, del necesitado? La justicia es sinónimo de civilización, es confianza del ciudadano en que existe un orden que vela por él, que lo de-
fiende de los abusos. ¿Dónde queda la justicia cuando hay personas encerradas de por vida simplemente por haber intentado fugarse? Por eso titulo este artículo con la misma frase que Zola, hace 113 años, usó para protestar por la injusta condena de un inocente. Yo acuso a jueces, fiscales, abogados, funcionarios, que han sepultado a este hombre en una cadena perpetua de facto, aplicando con obcecación e inhumanidad una burocracia despiadada. Recuerdo que la cadena perpetua no existe en España. Esto se puede llamar aplicar la ley con exactitud, seguir con rigor el ordenamiento judicial, pero no se podrá nunca llamar justicia. Esa misma justicia que el ser humano lleva buscando miles de años sin encontrar del todo. El último delito de este hombre fue aprovechar el velatorio de su madre para intentar fugarse de nuevo. Pero, ¿cuál fue su primer delito? Desertar de la mili. Desde aquel momento fatídico no ha salido de la cárcel. Cuando se publique este artículo, es posible (y así lo espero) que uno de los poderes del estado haya dejado de seguir el camino de la burocracia y haya optado por el de la justicia. En cualquier caso quedan 35 años entre rejas a las espaldas sin haber matado a nadie.
I
Los dramas mitológicos
Calderón escribió casi una veintena de dramas mitológicos. Al estardirigidos al rey y la aristocracia, ya que se representaban generalmente en fiestas reales, y por los recursos económicos y técnicos para su montaje escénico, la fastuosidad y la riqueza ornamental y plástica. Tan importante o más que la acción, son la música y la escenografía. Sin las trabas materiales que imponían los teatros públicos, y consciente del gusto cortesano por la riqueza, no sólo en vestuario y decorados, sino en la misma palabra dramática, que preferían llena de sutilezas conceptuales, de fuerzas emotivas y de lirismo, construye estas piezas como una fiesta para los cinco sentidos. Para tales fiestas el dramaturgo encuentra un filón temático en la mitología clásica, donde héroes y dioses compiten en una espléndida naturaleza. Calderón los viste con ropas del XVII y se lanza con formidable fantasía a entretejer una complicada intriga. Títulos destacados son La estatua de Prometeo, El hijo del sol, Faetón, Ni amor se libra de amor o Céfalo y Pocris. Esta última, a manera de farsa mitológica, casi esperpéntica, llena de equívocos, de chistes fonéticos, de situaciones bufas y, en ocasiones, absurdas.
II
Comedias
Tan abundantes como sus dramas, en ellas lleva al máximo la estilización formal y de complejidad escénica los temas propios de ambiente cortesano, urbano o rural, y de intención éticamente ejemplar o finamente costumbrista, específicos de la comedia de
“capa y espada” o comedia de “ingenio”, tan solicitadas por los directores de compañías teatrales para satisfacer al público y su gusto por la pieza de intriga donde acontecen incontables lances, las más equívocas situaciones, se manejan similares conceptos sobre el amor, el honor y la sociedad, se utiliza la palabra tanto con función lírica como dramática, se anuda y desanuda el enredo, y se llega, por fin, al final feliz, alegre y despreocupado. Calderón se distingue entre sus contemporáneos por la perfección de la mecánica teatral con que construye sus mundos cómicos, donde ni un solo cabo de la intriga queda suelto, ni un solo nudo sin desenlazar.
III
El auto Sacramental
Para definirlo sigamos lo que nos dicen Lope y Calderón, cuyas definiciones se complementan: Y ¿qué son autos?. Comedias/ a honor y gloria del pan/ que tan devota celebra/ esta coronada Villa/por su alabanza sea/ confusión de la herejía/y gloria de la fe nuestra/ todas historias divinas
Continua
HISTORIA DEL TEATRO El teatro barroco en españa por Fernando Sánchez Rebanal
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Calderón nos da su definición: Sermones/puestos en verso, en idea/representable, cuestiones/ de la Sacra Teología/que no alcanzan mis razones/ a explicar ni comprender/ y al regocijo dispone/ en aplauso de este día.
Añadiendo algún detalle a estas definiciones podemos señalar que el asunto de cada auto es la Eucaristía, pero el argumento varía. La representación del auto sacramental formaba parte de la celebración de la festividad del Corpus Christi, que pasó a ser universal en la segunda mitad del siglo XIII. El centro del día era una procesión de extraordinaria pompa, con un importante simbolismo. Era pues, un acto en el que se mezclan lo solemne y lo festivo. Si en un principio los autos se representaban en la iglesia o en el pórtico, ya en el XVII se hacía sobre carros, cada vez más perfectos y complicados, en los que se transportaban actores, vestuarios y decorado, hasta el tablado donde se representaba, que podía tener hasta veintitrés metros de largo, al cual se ensamblaban los carros. Las presentaciones estaban sometidas a una minuciosa reglamentación que obligaba a los municipios a hacer prodigios organizativos. El vestuario de los actores llegó a adquirir lujo y riqueza inusitados, renovándose todos los años. Se sabe que en Castilla los primeros actores de los autos eran sacerdotes, pero enseguida se encomendaron a actores profesionales. Esto hizo que en España, los actores estuviesen bien vistos por la jerarquía eclesiástica, al contrario que en otros países. Un problema que ha llamado la atención de todos los investigadores ha sido el de la asistencia a los autos de público de todas las clases sociales, y por tanto, de variados tipos
de educación. Consistiendo estos en complejas construcciones intelectuales, que exigían importantes conocimientos teológicos, asombra el entusiasmo y la masiva afluencia del público. Pero no debemos olvidar varias cosas: en primer lugar, las farsas sacramentales de Diego Sánchez de Badajoz, aunque mucho más simples que los dramas de Calderón; en segundo lugar, que en las fiestas barrocas es frecuente el uso de la alegoría; en tercer lugar, los autos sacramentales eran una fiesta para los sentidos (escenografía, música, vestuario, tramoya), con el sonido que proporciona el verso, junto con apariciones y tdesapariciones, etc. Si el dramaturgo quiere transponer al drama la teología sacramental, no tiene más remedio que acudir a la alegoría, Paralelamente a esto, el auto transcurre en un tiempo indefinido.
IV
Avances escenográficos
La palabra mágica del teatro barroco era “bastidor”. La nueva forma de decoración escénica procedía de Italia, y se extendió por toda Italia desde 1640. Se consideraba su inventor Giovanni Battista Aleotti, maestro de obras de la corte de Ferrara. Desarrolló un sistema de cambios, basado en los polígonos y prismas giratorios empleados hasta el momento, que ofrecía más posibilidades que los tres tipos de escenario utilizados en el Renacimiento. Constaba de una serie de tablas planas que podían retirarse hacia un lado, cubiertas de lienzos pintados, y que se movían mediante correderas. La primera aplicación de que se tiene noticia tuvo lugar en 1618, año en que Aleotti construyó el teatro Farnese de Parma, por Aleotti, en 1613. Seis años después de la muerte de Aleotti en 1638, aparece el arquitecto escénico Nicola Sabattini, con una obra que marcó el camino de las máquinas escénicas: Pratica di fabricar scene e machine ne’teatri. En ella manifiesta la necesidad de mucho espacio de-
trás, encima y debajo de los foros y de la escena, para colocar las máquinas, así como para las ampliaciones y reducciones que sean necesarias. Modifica el telón de foro pintado en perspectiva, que ha de ser ocultado detrás del escenario. De todas formas, los maestros de escena eran en general muy celosos con sus técnicas. Por ejemplo, conocemos el caso de Giovanni Burnacini y su hijo Ludovico, que tras una función para Fernando III en Ratisbona, desmontaron la construcción teatral cuidadosamente, y la fletaron río abajo hasta Viena. El jesuita italiano Andrea Fozzo es otro nombre importante. Sus decorados para las grandes fiestas de la iglesia de los jesuitas en Viena, sus frescos del techo, sus altares y construcciones ofrecían la realización práctica de su obra Perspectivae pictorum atque architectorum. Su aplicación al teatro se debió a la familia italiana de los Galli-Bibiena. Con el empleo virtuosista de la perspectiva diagonal, escaleras quebradas, galerías de arcadas, arquitecturas palaciegas, multiplicaron la profundidad de sus escenarios hasta el infinito superlativo, del escenario ilusionista, que sobrevivió hasta bien entrado el siglo XIX.
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DE LA REV
Tras 12 años ed mos dado el pa requerían. No ofrece más posi menos el tacto
Durante este adelante los dos trabajando. El d y el día 27 en e na –con motivo representamos “ queños y mayor
VENIDOS AL NUEVO FORMATO
VISTA CULTURAL SEDE.
ditando la revista en papel, heaso tecnológico que los tiempos cabe duda de que este formato ibilidades, aunque echaremos de del papel satinado.
e trimestre por fin hemos sacado s proyectos en los que estábamos día 24 de marzo en nuestro local el Instituto Marqués de Santillao del Día Mundial del Teatro–, “¡Es la guerra!”. Obra para peres, con muy buena acogida.
También ha visto la luz nuestro primer cortometraje, “Vida y Olga”. Su estreno tuvo lugar en la Casa de Cultura de Torrelavega el día 22 de febrero. Un día antes, se preestrenó en el salón de actos del Hospital Sierrallana, que albergó gran parte del rodaje. A partir de ahí, se ha proyectado en la cafetería Pilo Urbano (28 de marzo), en Espacio Mujeres (31 de marzo), y en el bar La Oveja Negra (13 de abril). Próximamente sabremos la fecha de su exhibición en el Festival Internacional de Cortometrajes de Torrelavega. ¡A ver si hay suerte!
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QUIEN TIENE UN AMIGO, TIENE U
¿
E
n nuestra contemporánea sociedad moderna, donde se da un peso importante a las relaciones sociales, nadie dudaría en ofrecer una respuesta llena de contenido ante la formulación de esta pregunta. Todas las personas tenemos un ideal de amistad, y aunque en su momento aprendimos de carrerilla qué elementos componían la tabla periódica de la química, o qué continentes formaban nuestro mundo, no existía una asignatura que abordara la explicación de este concepto, y por ello surgirían diferentes aproximaciones. En cambio si desgranamos el término “amistad” en sus últimos componentes, como si de una fórmula química se tratara, muchas personas nos replantearíamos nuestra respuesta inicial ya que, por un lado es un término tan amplio que resul-
ta difícil dar una respuesta universalmente válida; y por otra parte existen diferentes fórmulas relacionales entre los seres humanos, que se confunden entre ellas, y se hable de amistad cuando lo que emergen son constructos como el “colegueo”, el sentimiento de compañerismo, la identificación con los demás, el enamoramiento, entre otros. El concepto amistad es una dualidad en sí misma, ya que supone algo tan global y genérico que resulta una obviedad, pero, como decíamos anteriormente, al pretender atajar una definición concreta, esta tarea se torna compleja. Han sido muchos los autores que en sus obras, sus estudios o sus teorías, han hecho alusión a la descripción de este constructo. Ya Confucio, cinco siglos a. de C. describía cinco tipos diferentes de relaciones humanas; cuatro de ellas tenían un carácter jerárquico, pero al enunciar la quinta, que denominó amistad, ya delimitó una característica fundamental de la misma, al hablar de una relación entre pares. Las diferentes épocas históricas y los movimientos sociales que han ido aconteciendo, incluso las diversas culturas que conviven
¿
por Myriam Martínez Muñoz
¿
UN TESORO... PERO,
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QUÉ ES LA AMISTAD en la actualidad, han marcado diferentes rasgos característicos de este concepto, diferentes formas de entenderlo, de experimentarlo y de vivirlo, pero estas diferencias siguen teniendo nexos comunes que nos llevan a hablar de lo mismo, aunque puede que desde diferentes partes del prisma.
Al hilo de la pregunta inicial, si estudiamos la mayoría de los significados más conocidos de la palabra amistad, veríamos que tienen poco que ver con nuestra idea de lo que es un “verdadero amigo”. Precisamente para profundizar en esta afirmación de forma similar a una receta culinaria, vamos a desgranar los ingredientes que podemos conjugar para poder hablar del concepto amistad, para tomarlo como punto de partida: -10 cucharadas de Igualdad y Reciprocidad. Es necesario que el caldo de cultivo en el que se desarrollan las relaciones de amistad sea una posición igualitaria y recíproca entre las personas integrantes de este nexo. Nos estamos refiriendo a que ambas personas aportan y reciben similares compromisos y beneficios de dicha relación. Esta posición
de equidad, supera las diferentes situaciones de jerarquía establecidas de forma “artificial”. Por simplificar esta idea, podemos entender que jefe y empleado dentro del mundo laboral están en posiciones diferenciadas, y les une una relación desigual de jerarquía, pero fuera de ese entorno ¿puede establecerse una relación entre iguales a la hora de compartir experiencias, actividades e intereses?. -Medio kilo de emoción. Para desmenuzar este concepto es necesario que lo concretemos en otros como el sentimiento de cariño hacía la otra persona, o incluso podemos ir más allá, y hablar de amor. Francesco Alberoni entiende la amistad como “la forma ética del eros”, es decir, una forma muy determinada de amor, diferente a la vivida entre amantes, o el amor paterno-filial, pero en definitiva amor... Lógicamente, esta emoción, tiene que vivirse de forma recíproca entre ambas partes, lo cual parece algo obvio, pero invito al lector a que dedique unos minutos a reflexionar sobre cuántos amigos y/o amigas posee, sobre los que pueda asegurar sin dudarlo, que este sentimiento de amor esté presente de forma recíproca. -Varias rodajas de necesidad de pertenencia y de afiliación. La amistad cubre varias necesidades que el ser humano presenta, y entre ellas hace que la persona sienta que forma parte de algo. Este sentimiento es fundamental en el desarrollo evolutivo de la especie humana; en palabras de Aronson, somos “animales sociales” y necesitamos de los demás para vivir, para sobrevivir, no en vano uno de los peores castigos que se puede infligir sobre una persona, es el aislamiento. Creo que aquí tenemos una de las claves fundamentales de todas las relaciones que se dan a lo largo
de la vida, ya sea en seno de la familia, entre compañeros de estudio o trabajo y entre parejas: el sentirse integrante de algo que es compartido. Pero también aquí radica la posible confusión entre lo que es o no es verdadera amistad o simple compañerismo o “colegueo”; esta idea última, cobra gran importancia al intentar entender el comportamiento en edades puberales o adolescentes. -Varios puñados de empatía, a gusto del consumidor. La empatía supone uno de los ingredientes indispensables de la amistad y muchas veces pasa desapercibida y sin hacer ruido. Estamos refiriéndonos aquí a la capacidad de una persona de ponerse en la piel de otra, en determinados momentos, especialmente ante experiencias de sufrimiento o de dolor. El ejercicio de esta capacidad supone un verdadero tesoro, ya que resulta bastante difícil de encontrar en las relaciones con los demás. Decíamos en líneas anteriores, que nuestra sociedad da gran importancia a lo social, pero lo hace de una particular manera, ya que dentro de estas aparentes relaciones con los demás impera el individualismo por encima de todo. Esto parece algo contradictorio pero lo vemos en un ejemplo muy claro: nos agrada ser partícipes de las alegrías y celebraciones de los demás, pero tenemos que hacer un esfuerzo extra para involucrarnos en los sufrimientos ajenos, porque se puede ver interferido nuestro propio bienestar. Por todo lo anterior, en la empatía radica la esencia de la afirmación “quien tiene un amigo, tiene un tesoro”. -300 gramos de compromiso. Una relación de amistad supone una relación de compromiso recíproco, por el cual y de forma implícita, las partes asumen “ciertas obligaciones” como pueden ser: la lealtad, el respeto y la fidelidad. Ésta, es la parte más aparentemente visible de la amistad. Por otro lado en cuanto se trunca cualquiera de estos componentes adquiridos de forma bilateral se pone en
pelig ro la relación de amistad, ya que resulta muy difícil el reestructurar una falta de respeto o una traición. -2 cucharas soperas de sacrificio. Entendemos aquí sacrificio como el concepto que hace alusión a los momentos en los que tendremos que hacer un esfuerzo extraordinario para alcanzar un beneficio mayor en pro de la relación, venciendo los propios gustos, intereses y comodidades. -En la medida de lo posible añadir sinceridad y honestidad a partes iguales. - Y cualquier otro ingrediente que el consumidor quiera añadir, para dar un toque especial a cada relación; por ejemplo la simpatía, el compartir aficiones y gustos, diversión, cercanía... Podemos añadir aquí todas las especies que nos apetezcan para aliñar nuestras relaciones de amistad con los demás. Queda evidente lo complejo de este concepto a la hora de atinar con una perspectiva universalmente válida. Cada relación de amistad llevará en mayor o menos medida cada uno de los componentes enunciados, y de la confluencia de los mismos podremos extraer las diferentes definiciones del concepto amistad para cada persona, pero sin olvidar que no hay verdades absolutas en torno a este tema.
ARCH
E
stas preguntas se las hacen muchos ciudadanos y con ellas cuestionan de alguna manera los recursos empleados en su dotación y mantenimiento. Y no es extraño: la opinión más común es que sólo sirven para almacenar papeles y periódicos “viejos” que ya no le sirven a nadie, a excepción de unos pocos investigadores y gente con tiempo para dedicarse a curiosear por el pasado. Y nada más lejos de la realidad. Quizás el pasado más o menos reciente de nuestro país ha influido en esta apreciación: la transparencia no es precisamente una de las galas con que se adorna una dictadura, y un Archivo abierto al ciudadano supone un ejercicio de transparencia democrática: en los Archivos, y concretamente en los Archivos Municipales, organizamos, conservamos y ponemos a disposición del usuario los documentos que genera el Ayuntamiento –la administración más cercana al ciudadano– al ejercer sus competencias sobre el mun cipio y sus vecinos y residentes.
El Archivo y nuestra vida cotidiana Desde que nacemos y nos empadronamos hasta que nos marchamos del municipio y nos dan de baja en el Padrón Municipal de habitantes, (porque cambiamos de residencia o, en el peor de los casos, porque abandonamos este mundo cruel), muchos aspectos de nuestra vida quedan reflejados en la documentación municipal. Más pronto o más tarde nos hacen falta: porque hemos comprado un piso de 2a mano y para pedir una subvención nos exigen un plano en determinada escala; o bien queremos hacer una reforma en nuestra vivienda y necesitamos conocer las paredes maestras para no causar males mayores; porque tenemos una diferencia con un vecino sobre un garaje; porque tenemos una fuga enorme y nos urge saber por dónde van las arquetas; porque tenemos un familiar muy enfermo, vemos la inminencia de un desenlace fatal y no encontramos el justificante de haber comprado un nicho; porque tenemos un negocio y nos piden una licencia de apertura que... ¡vete tú a saber dónde está, si yo cogí un traspaso¡; porque Hacienda me pide que justifique lo que pagué de contribución urbana (ahora IBI) hace 5 años y he perdido el recibo....Y no sigo por no aburrir y citar sólo los casos más comunes en nuestro Archivo. Como veis, nada de esto tiene que ver con la Historia y sus fanáticos ni con los investigadores profesionales, sino con nuestra vida cotidiana, con nuestros intereses materiales como individuos. Como colectivo de vecinos y ciudadanos, al Ayuntamiento le sirven para defender nuestros intereses cuando estos se enfrentan a otros, sean éstos de individuos, de otras administraciones o de grandes grupos empresariales.
HIVO... HEMEROTECA.... ¿QUÉ ES ESTO?... ¿PARA QUÉ SIRVE?
Así pues ¿a quién le interesa el Archivo Municipal? Pues a todos los ciudadanos del Municipio, como ya han podido comprobar muchos de los que se han acercado en busca de ese documento que le iba a permitir acreditar un derecho o, simplemente, ahorrarse muchas molestias, paseos y dineros. Incluso a nivel internacional resulta a veces escalofriante percibir el valor de los documentos a los que no damos importancia más que cuando nos faltan: el caso de empresas afectadas por el atentado de las Torres Gemelas que no pudieron reanudar su actividad por haber perdido toda su documentación, o el más doloroso de Japón donde ni se va a poder saber cuántas personas en realidad han desaparecido por haberlo hecho también los archivos y registros donde constaba su existencia. Porque los documentos no los generamos por capricho o preferencias personales, sino que, por así decirlo, se nos acumulan sin quererlo: yo puedo elegir tener una colección de mariposas, o de jarras de la Guerra de las Galaxias, o de comics manga, o de películas de ciencia-ficción, pero no puedo elegir tener un archivo de contratos, facturas de agua, luz, electricidad, escrituras notariales de los bienes raíces que tengo –si los tengo, claro–, extractos bancarios –si tenemos una cuenta corriente, por supuesto, cosa cada vez más cuesta arriba en estos tiempos que corren– e-mails de amigos (y de menos amigos). Estos documentos –y otros muchos en función de los azares de la existencia de cada uno– los recibimos queramos o no. Y justo en eso se diferencia un Archivo del resto de Centros de Información y Documentación (Bibliotecas, Hemerotecas y Centros de Documentación propiamente di-
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chos): en los Archivos los documentos se producen de manera “natural” como producto y testimonio de la existencia y actividad de una persona, empresa u organismo, mientras que en el resto la decisión de tenerlos es arbitraria: una Biblioteca puede decidir comprar libros de W.C. Andrews o no, mientras que un Archivo no puede elegir qué documentos tiene. Pero sí qué documentos queremos conservar y cuáles destruir: Pasado un tiempo prudencial – que suele venir marcado por una ley– está claro que todos eliminamos las facturas de agua, teléfono, luz, gas, pero no los contratos. Es decir, conservamos los documentos que nos sirven para poner de manifiesto los derechos que nos asisten y eliminamos aquellos que han dejado de tener ese valor con el paso del tiempo.
El archivo, la historia y nosotros También en la administración municipal muchos documentos dejan de tener valor legal pero siguen teniéndolo como información y testimonio de cómo fue nuestro terruño y sus habitantes y cómo
nos vamos desarrollando a lo largo de los siglos: es decir, adquieren un valor histórico porque conforman nuestra memoria como colectivo y los guardamos de forma permanente y para siempre jamás: Libros de Actas de Acuerdos, Resoluciones de Alcaldía, Padrón Municipal de Habitantes, Libros de Ingresos y Pagos, planos, fotografías y un largo etc. Y ¿por qué para siempre jamás? A ver, porque ya es sabido que un pueblo que no conoce su historia está condenado a repetir sus errores, y aún así.... Es difícil concebir algo más desasosegante que perder la memoria de lo que fuimossomos, a nivel individual o colectivo: ¿cómo “tiro” para adelante si no sé quién soy ni de dónde vengo? Recordemos lo mal que lo pasa el pobre Jason Bourne (en la trilogía de películas que llevan su nombre) y eso que tenía recursos para exportar... Y aquí entran en escena los investigadores y aficionados a la Historia que son los que se enfrentan a pecho descubierto con los documentos para interpretarlos y contarnos a los demás nuestra historia a través de libros y publicaciones que encontramos más tarde en las Bibliotecas. Bueno, no quiero asustar. Cierto es que los documentos son áridos (la historia no está hecha, hay que hacerla y esa es labor para la que hay que estar preparado) pero también son emocionantes. Sí, emocionantes, y no me retracto, y accesibles para todos. De hecho, muchas personas no especialistas, que empezaron a venir en busca de algo que necesitaban, han seguido haciéndolo, no ya por necesidad, sino por afición, porque la labor de investigación en un Archivo tiene mucho de detectivesca: del hilo han ido sacando el ovillo, atando cabos sueltos...especialmente los que han quedado “enganchados” de la genealogía. Como vemos el “quién soy, de dónde vengo”, clásico donde los haya, pero
que nos procura momentos de pura euforia, tanto al que lo encuentra como a nosotros, los guardianes de los papeles, para quienes no hay nada más gratificante que ver la alegría –porque es alegría– de un ciudadano ante un bisabuelo del que no sabía absolutamente nada, o el “pasmo” cuando se encuentran que su abuela, en realidad, se casó dos veces y tiene por ahí más familia de la que pensaba.Y esto, combinado con redes sociales como Facebook o Twitter, posibilita la reunión, en ocasiones a escala planetaria (porque hay familia que marchó a América, a Suiza...), de miembros de familias, en realidad muy extensas, cuando el que empezó la investigación pensaba que estaba “solo en el mundo”.
¿Y la Hemeroteca? Bueno, creo que esto ya nos suena más, aunque sólo sea por la frecuencia con que, en los medios de comunicación, políticos, tertulianos y grupos afines, se incitan, más o menos gentilmente, a su visita, por aquello de refrescar la memoria cuando caen –con cuánta frecuencia– en “donde dije digo, digo Diego”. Pues sí, en la Hemeroteca conservamos y ponemos a vuestra disposición periódicos, pero cuando tienen más de 1 año: si quiero leer el periódico de hoy o de hace un mes, o de hace cuatro, me voy a la Biblioteca; pero si quiero consultar un número del año pasado o de hace 10 o de hace 50, me voy a la Hemeroteca. La consulta de los periódicos “viejos” es una experiencia que atrapa: cuando los estábamos metiendo en cajas e instalándolos en las estanterías, a veces veías una noticia de un hecho que en su momento hizo correr ríos de tinta y que habías olvidado por completo...(en mi caso, la desaparición del Nani, por ejemplo) y nos sumía (temporalmente, por supuesto, en caso contrario no hubiéramos abierto todavía) en un estado de “encantamiento” ante la fragilidad de la memoria y la constatación de los terriblemente difíciles momentos que ha superado nuestro país. Y eso da ánimos para encarar el presente, que también se las trae. La Hemeroteca también es una fuente muy usada por los historiadores por lo que es una buena cosa que Archivo y Hemeroteca compartan espacio y recursos.
Archivo, Hemeroteca, Salas de Estudio con amplio horario, acceso a Internet, ¡aparcamiento!... ¿hay quien dé más? Además de lo que llevamos dicho y conscientes de que a la ciudadanía le hacen falta lugares para estudiar con sus propios apuntes y materiales, hay dos hermosas salas en las que hacerlo. En una de ellas hay ordenadores con acceso a Internet y en la otra, conexión Wi-Fi. Los torrelaveguenses somos centrípetos (todo lo que no esté en la Plaza Mayor, Bulevar, Plaza de Baldomero Iglesias, está “lejos”), característica que nos vendría bien ir modificando porque nos sustrae de disfrutar de servicios realmente cómodos y pensados para el usuario: salas de estudio abiertas desde las cuatro de la tarde hasta las 10 de la noche –excepto en vacaciones–; aire acondicionado, sala de descanso con máquina de bebidas calientes, ¡aparcamiento propio! –todo un lujo en nuestra ciudad– y a una distancia de 20 minutos andando desde el puro centro –el Ayuntamiento– y eso, tomando como referencia la zancada de la que esto les cuenta, que no llega al 1,60 de estatura. La verdad es que, para ser una ciudad dinámica, a veces somos bastante estáticos –y me incluyo–.
Agradezco mucho a SEDE que me haya dado la oportunidad de divulgar un servicio muy bien dotado y poco conocido. La meta que me propuse fue quitarle “hierro” a un servicio que se asocia únicamente con especialistas y que, por su concepción multifuncional y de aprovechamiento de recursos, es útil a todos los ciudadanos. Por ello, si quieren saber más acerca del centro, pueden acudir a nuestra web: www.archivotorrelavega.es.
AYUNTAMIENTO DE TORRELAVEGA