Hoja parroquial Arquidiócesis de Guadalajara, A.R.
Nº 09 • II Domingo de Cuaresma • 28 de febrero de 2010
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Lo mejor de Jesús
E
n este segundo domingo de Cuaresma la liturgia nos invita a meditar el misterio de la Transfiguración de Jesús. «La Transfiguración es un gesto de amor de Jesús -señala el P. Juan Pablo Esquivel, y continúa explicando- para contrarrestar el escándalo de la cruz en el alma de los discípulos... Ellos nunca más olvidaron esta experiencia -como lo narra San Pedro en su segunda carta-». Siempre hace así Jesús con los suyos. En medio de los mayores padecimientos, da el consuelo para seguir adelante. Pedro exclama: «¡Qué bien estamos aquí! Hagamos tres carpas...» Lo importante es estar con Jesús... en la prosperidad, en la adversidad, en el gozo o en el dolor...
Gozaron anticipadamente del Cielo Los tres apóstoles, junto a Cristo, pudieron gozar anticipadamente, durante un tiempo muy corto, de la felicidad que en el Cielo será eterna, para siempre... y así tener ánimo en las dificultades venideras... También nosotros debemos pensar muchas veces con alegría en el Cielo, nuestra patria definitiva, donde están nuestros nombres: el lugar donde todo es reposo, alegría, regocijo, serenidad, calma, paz, resplandor y luz... donde no hay más oscuridad, ni dolor ni tristeza alguna, sino gozo eterno con Cristo, sus ángeles y santos..., y entre
ellos, nosotros, con los nuestros. ¿Cómo describir lo que es le Cielo? «Ni el ojo vió, ni el oído oyó...» ¿Cómo explicar a un ciego lo que son los colores? ¿O a un sordo lo que es la música? Supera totalmente la capacidad humana poder imaginar aquella hermosura infinita, aquel amor eterno saciando totalmente nuestros corazones. Toda belleza, toda bondad, y la maravilla infinita de Dios llenando nuestras almas. El pensamiento del Cielo, lejos de ser un escapismo, es un estímulo en nuestra lucha diaria. «Tan grande es
el bien que espero, que todo mal me es pasajero», decía San Francisco.
Encontrar a Jesús en la vida ordinaria «Se oyó la voz del Padre Eterno en la nube: Éste es mi Hijo, el amado: escuchadlo...» Pero al alzar nuevamente sus ojos no vieron a nadie sino sólo a Jesús, no ya transfigurado de gloria, sino al Jesús de todos los días, que en ocasiones pasa hambre, se esfuerza para ser comprendido, se cansa, tiene sed, e incluso llora. Lo normal Sigue en la Página 4
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ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 26, 8-9
De ti mi corazón me habla diciendo: “Busca su rostro”. Tu rostro estoy buscando, Señor; no me lo escondas.
SALMO RESPONSORIAL Salmo 26
R. El Señor es mi luz y mi salvación.
El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién voy a tenerle miedo? El Señor es la defensa de mi vida, ¿quién podrá hacerme temblar? R. El Señor es mi luz y mi salvación Oye, Señor, mi voz y mis clamores y tenme compasión; el corazón me dice que te busque y buscándote estoy. R. El Señor es mi luz y mi salvación No rechaces con cólera a tu siervo, tú eres mi único auxilio; no me abandones ni me dejes solo, Dios y salvador mío. R. El Señor es mi luz y mi salvación La bondad del Señor espero ver en esta misma vida. Ármate de valor y fortaleza y en el Señor confía. R. El Señor es mi luz y mi salvación
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO
Cfr. Mc 9, 7
R. Honor y gloria a ti, Señor Jesús. En el esplendor de la nube se oyó la voz del Padre, que decía: “Éste es mi Hijo amado: escúchenlo”. R. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Mt 17, 5
Éste es mi Hijo amado, en quien me complazco; escuchadlo. 2
NUESTRA MISA DE HOY Del libro del Génesis 15, 5-12. 17-18 En aquellos días, Dios sacó a Abram de su casa y le dijo: «Mira el cielo y cuenta las estrellas, si puedes». Luego añadió: «Así será tu descendencia». Abram creyó lo que el Señor le decía y, por esa fe, el Señor lo tuvo por justo. Entonces le dijo: «Yo soy el Señor, el que te sacó de Ur, ciudad de los caldeos, para entregarte en posesión esta tierra». Abram replicó: «Señor Dios, ¿cómo sabré que voy a poseerla?» Dios le dijo: «Tráeme una ternera, una cabra y un carnero, todos de tres años; una tórtola y un pichón». Tomó Abram aquellos animales, los partió por la mitad y puso las mitades una enfrente de la otra, pero no partió las aves. Pronto comenzaron los buitres a descender sobre los cadáveres y Abram los ahuyentaba. Estando ya para ponerse el sol, Abram cayó en un profundo letargo, y un terror intenso y misterioso se apoderó de él. Cuando se puso el sol, hubo densa oscuridad, y sucedió que un brasero humeante y una antorcha encendida, pasaron por entre aquellos animales partidos. De esta manera hizo el Señor, aquel día, una alianza con Abram, diciendo: «A tus descendientes doy esta tierra, desde el río de Egipto hasta el gran río Éufrates». Palabra de Dios.
De la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses 3, 17-4, 1 Hermanos: Sean todos ustedes imitadores míos y observen la conducta de aquellos que siguen el ejemplo que les he dado a ustedes. Porque, como muchas veces se lo he dicho a ustedes, y ahora se lo repito llorando, hay muchos que viven como enemigos de la cruz de Cristo. Esos tales acabarán en la perdición, porque su dios es el vientre, se enorgullecen de lo que deberían avergonzarse y sólo piensan en cosas de la tierra. Nosotros, en cambio, somos ciudadanos del cielo, de donde esperamos que venga nuestro salvador, Jesucristo. Él transformará nuestro cuerpo miserable en un cuerpo glorioso, semejante al suyo, en virtud del poder que tiene para someter a su dominio todas las cosas. Hermanos míos, a quienes tanto quiero y extraño: ustedes, hermanos míos amadísimos, que son mi alegría y mi corona, manténganse fieles al Señor. Palabra de Dios.
EVANGELIO Del santo Evangelio según san Lucas 9, 28-36 En aquel tiempo, Jesús se hizo acompañar de Pedro, Santiago y Juan, y subió a un monte para hacer oración. Mientras oraba, su rostro cambió de aspecto y sus vestiduras se hicieron blancas y relampagueantes. De pronto aparecieron conversando con él dos personajes, rodeados de esplendor: eran Moisés y Elías. Y hablaban de la muerte que le esperaba en Jerusalén. Pedro y sus compañeros estaban rendidos de sueño; pero, despertándose, vieron la gloria de Jesús y de los que estaban con él. Cuando éstos se retiraban, Pedro le dijo a Jesús: «Maestro, sería bueno que nos quedáramos aquí y que hiciéramos tres chozas: una para ti, una para Moisés y otra para Elías», sin saber lo que decía. No había terminado de hablar, cuando se formó una nube que los cubrió; y ellos, al verse envueltos por la nube, se llenaron de miedo. De la nube salió una voz que decía: «Este es mi Hijo, mi escogido; escúchenlo». Cuando cesó la voz, se quedó Jesús solo. Los discípulos guardaron silencio y por entonces no dijeron a nadie nada de lo que habían visto. Palabra del Señor.
Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un solo Señor Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su Reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un solo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Renovando mi vocación Isaías Eusebio Aguilar
¿Cómo nació tu vocación al sacerdocio? Nació por medio del ejemplo de los sacerdotes de mi comunidad, que me contaban sobre la vida del Seminario y me fueron motivando a conocerla. ¿Qué personas te han ayudado a conocer más y a perseverar en tu vocación? Todos los padres formadores del Seminario, mi familia y mis compañeros. Ellos me motivan a ponerle ganas cada día haciendo lo que tengo que hacer ahí. ¿Qué es lo que más te gusta en la vida del seminario? La celebración de la Misa y el estudio. La Misa es lo que me aumenta cada día mi fe y me da fortaleza. El estudio es mi manera de ofrecer a Dios mi vida en el Seminario. ¿Qué te cuesta trabajo en la vida como seminarista? Levantarme temprano. Al llegar al Seminario no estaba acostumbrado a hacerlo así.
¿Qué experimentas ante los estudios de preparatoria que se aproximan? Pienso que va a ser una experiencia nueva que puede seguir renovando mi vocación; seguramente servirá para ir tomando cada vez más en serio el sacerdocio. ¿Cuál piensas que es la labor del sacerdote en nuestra sociedad actual? Orientarla para que las malas costumbres que hay en ella vayan disminuyendo, se acerque más a Dios, piense más en Él, y no tanto en lo material, sino sobre todo en su salvación. ¿Qué le dices a los muchachos que están sintiendo inquietud por la vida sacerdotal? Que entrar al Seminario es una experiencia nueva, la oportunidad de tener muchos compañeros que te animarán. Que ahí adentro Dios te va aclarando tu vocación con la oración, y que también hay convivencia, deporte y otras cosas más.
Amén
El ayuno y la abstinencia en la Cuaresma El ayuno consiste en hacer una sola comida fuerte al día. La abstinencia consiste en no comer carne. Son días de abstinencia y ayuno el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo. La abstinencia obliga a partir de los catorce años y el ayuno de los diecio-
cho hasta los cincuenta y nueve años de edad. Con estos sacrificios, se trata de que todo nuestro ser (alma y cuerpo) participe en un acto donde reconozca la necesidad de hacer obras con las que reparemos el daño ocasionado con nuestros pecados y para el bien de la Iglesia. 3
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de los Apóstoles fue ver al Señor así, y lo excepcional fue verlo transfigurado. También nosotros: debemos aprender a encontrar a Jesús en la vida ordinaria, en medio del trabajo, en la calle, en quienes nos rodean, en la oración, en el sacerdote que perdona nuestros pecados y, sobre todo, en la Sagrada Eucaristía, presencia privilegiada. Normalmente, el Señor se nos mostrará allí, y allí debemos encontrarlo, huyendo de la tentación de desear siempre lo extraordinario.
Cuaresma: tiempo de preparación y conversión, para la vida eterna... También a nosotros (como a los Apóstoles) se nos ofrece, como en una «chispa», un anticipo (eso es la transfiguración) de la hoguera ardiente de la felicidad que es el Cielo, no para evadirnos, sino para obedecer la voz del Padre celestial: «Este es mi Hijo: ¡Escuchadlo!». Actualicemos más frecuentemente la conciencia de la presencia divina en lo habitual de cada día, procurando vivir con los pies en la tierra, las manos en nuestros trabajos, pero el corazón levantado hacia el Cielo, nuestro hogar definitivo para el cual nos preparamos.
JUBILEO CIRCULAR MARZO 1º 2 y 3 lunes, martes y miércoles NTRA. SRA. DE ZAPOPAN, Estadio JESUCRISTO REY DEL UNIVERSO JESÚS DE NAZARET, Zalatitán MONTE CARMELO NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO, Poncitlán EL REFUGIO, Mpio. de Tala NUESTRA SEÑORA DE LA ESPERANZA, Juchipila REINA DE LA PAZ, Zalatitán
5, 6 y 7 de marzo de 2010 Informes en los teléfonos: 36 34 1681 Teresa Velázquez 3614 2746 3644 7536 Lupita López
4, 5 y 6: jueves, viernes y sábado SAN JUAN BAQUTISTA, Polanco VIRGEN DE GUADALUPE, Juanacatlán EL SANTÍSIMO REDENTOR MATER NOSTRA NTRA. SRA. DEL PERPETUO SOCORRO, San Pedrito SAGRADO CORAZÓN, Tonalá SANTA MARÍA DE GUADALUPE, Bellavista NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE, Ajijic NTRA. SRA. DE GUADALUPE, El Teúl
12, 13 y 14 de marzo de 2010 Notaria San José
Boletín semanal de la Arquidiócesis de Guadalajara, A.R. Tiraje de 200,000 a 300,000. $ 40.00 ciento Director Responsable Pbro. Adalberto González González Redacción Pbro. Carlos Vázquez Romero • Liceo 17, Guadalajara, Jal. Tel.: 3942-4305 Administración Pbro. Rubén Darío Rivera • Alcalde 294, Guadalajara, Jal. Tel.: 3614-2746
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