XVI Domingo Ordinario, Ciclo B
21 de julio de 2024
Arquidiócesis de Guadalajara, A.R.
Arquidiócesis de Guadalajara, A.R.
Los A póstoles cuentan a Jesús lo que han hecho, porque tienen clara conciencia de que están cumpliendo una misión recibida de É l. Queda claro que el protagonista es Jesús, y que de alguna manera hay que rendirle cuentas y dialogar con Él sobre la misión que Él ha encomendado.
El descanso siempre será necesario e indispensable para seguir adelante
Luego, Jesús hace notar la necesidad que descansen con É l, la importancia de apartarse juntos a un lugar solitario; le preocupa que sus discípulos no tengan el reposo necesario. Podemos reconocer esa mirada amorosa del Señor en medio de los cansancios de nuestra propia vida; allí, en nuestras tensiones y fatigas, Jesús nos ofrece un momento de compañía para aliviar nuestro agobio.
La compasión y el servicio al prójimo siempre serán prioridad
Sin embargo, la compasión ante los reclamos de la gente puede más que la necesidad de relax y soledad. Jesús había llevado a los discípulos a descansar,
pero, si avanzamos un poco más en la lectura de este texto, vemos que termina pidiéndoles que repartan el pan a la gente, porque deben reproducir en sus vidas la entrega de Cristo, que no vino a ser servido sino a servir.
Esto nos invita a pensar que el servicio generoso a los demás y la tarea evangelizadora nunca deberían ser algo agobiante o insoportable, y menos aún podemos pensar que es algo que nos impide el encuentro con el Señor. Porque viviendo el servicio al hermano con amor y en presencia de Jesús, ese mismo servicio nos brinda satisfacción interior y se convierte en un encuentro con el Señor. Es lo que podríamos llamar una “espiritualidad en acción”, que nos impide separar demasiado la oración del servicio.
Nunca debemos escatimar esfuerzos ni recursos en favor del Reino
Cuando nos indigna la injusticia y la corrupción, cuando nos duele la angustia de la gente sometida, marginada, excluida, mientras otros hacen fiesta y acumulan, cuando nos cansa la violencia y el egoísmo del ambiente, Dios nos invita a ofrecer lo poco que tenemos, nuestros cinco panes, nuestro tiempo, nuestro afecto, nuestras iniciativas. Con ese poco, entregado generosamente, Jesús puede comenzar a hacer algo grande.
“Señor, concédeme el descanso necesario en medio de la actividad que a veces me supera, pero no permitas que mire demasiado mis necesidades y no sea capaz de compadecerme de los demás. Regálame un corazón como el tuyo, incapaz de cansarse de amar y de servir”.
De pie
Sé propicio, Señor, con tus siervos y multiplica, bondadoso, sobre ellos los dones de tu gracia, para que, fervorosos en la fe, la esperanza y la caridad, perseveren siempre fieles en el cumplimiento de tus mandatos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
Del libro del profeta Jeremías 23, 1-6
Sentados
¡Ay de los pastores que dispersan y dejan perecer a las ovejas de mi rebaño!, dice el Señor. Por eso habló así el Señor, Dios de Israel, contra los pastores que apacientan a mi pueblo: “Ustedes han rechazado y dispersado a mis ovejas y no las han cuidado. Yo me encargaré de castigar la maldad de las acciones de ustedes. Yo mismo reuniré al resto de mis ovejas de todos los países a donde las había expulsado y las volveré a traer a sus pastos, para que ahí crezcan y se multipliquen. Les pondré pastores que las apacienten. Ya no temerán ni se espantarán y ninguna se perderá.
Miren: Viene un tiempo, dice el Señor, en que haré surgir un renuevo en el tronco de David: será un rey justo y prudente y hará que en la tierra se observen la ley y la justicia. En sus días será puesto a salvo Judá, Israel habitará confiadamente y a él lo llamarán con este nombre: ‘El Señor es nuestra justicia’ “. Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 22, l-3a. 3b-4. 5. 6
Sentados
R. El Señor es mi pastor, nada me faltará.
El Señor es mi pastor, nada me falta; en verdes praderas me hace reposar y hacia fuentes tranquilas me conduce para reparar mis fuerzas.
R. El Señor es mi pastor, nada me faltará.
Por ser un Dios fiel a sus promesas, me guía por el sendero recto; así, aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú estás conmigo. Tu vara y tu cayado me dan seguridad.
R. El Señor es mi pastor, nada me faltará.
Tú mismo me preparas la mesa, a despecho de mis adversarios; me unges la cabeza con perfume y llenas mi copa hasta los bordes.
R. El Señor es mi pastor, nada me faltará.
Tu bondad y tu misericordia me acompañarán todos los días de mi vida; y viviré en la casa del Señor por años sin término.
R. El Señor es mi pastor, nada me faltará.
De la carta del apóstol san Pablo a los efesios 2, 13-18
Sentados
Hermanos: Ahora, unidos a Cristo Jesús, ustedes, que antes estaban lejos, están cerca, en virtud de la sangre de Cristo.
Porque él es nuestra paz; él hizo de los judíos y de los no judíos un solo pueblo; él destruyó, en su propio cuerpo, la barrera que los separaba: el odio; él abolió la ley, que consistía en mandatos y reglamentos, para crear en sí mismo, de los dos pueblos, un solo hombre nuevo, estableciendo la paz, y para reconciliar a ambos, hechos un solo cuerpo, con Dios, por medio de la cruz, dando muerte en sí mismo al odio. Vino para anunciar la buena nueva de la paz, tanto a ustedes, los que estaban lejos, como a los que estaban cerca.
Así, unos y otros podemos acercarnos al Padre, por la acción de un mismo Espíritu. Palabra de Dios.
DEL EVANGELIO Jn 10, 27
R. Aleluya, aleluya
Mis ovejas escuchan mi voz, dice el Señor; yo las conozco y ellas me siguen. R. Aleluya.
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 6, 30-34
En aquel tiempo, los apóstoles volvieron a reunirse con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado. Entonces él les dijo: "Vengan conmigo a un lugar solitario, para que descansen un poco". Porque eran tantos los que iban y venían, que no les dejaban tiempo ni para comer. Jesús y sus apóstoles se dirigieron en una barca hacia un lugar apartado y tranquilo. La gente los vio irse y los reconoció; entonces de todos los poblados fueron corriendo por tierra a aquel sitio y se les adelantaron. Cuando Jesús desembarcó, vio una numerosa multitud que lo estaba esperando y se compadeció de ellos, porque andaban
como ovejas sin pastor, y se puso a enseñarles muchas cosas. Palabra del Señor.
DE LA COMUNION
De pie
Señor, muéstrate benigno con tu pueblo, y ya que te dignaste alimentarlo con los misterios celestiales, hazlo pasar de su antigua condición de pecado a una vida nueva. Por Jesucristo, nuestro Señor.
“El
que coma de este pan vivirá para siempre”, dice San Juan 6, 51; pero los Santos Padres tenían claro que no bastaba recibir la Hostia consagrada para tener la vida, porque hay que tomarla con fe y amor, estando en gracia de Dios.
¿Qué se pide para recibir dignamente la Comunión?
La Iglesia enseña que hay dos requisitos básicos que los católicos deben cumplir para recibir dignamente la sagrada Comunión:
Uno. Estar en Estado de Gracia. Significa estar libre de pecado mortal. Como dice el Catecismo en el numeral 1415: “Si uno tiene conciencia de haber pecado mortalmente no debe acercarse a la Eucaristía sin haber recibido previamente la absolución en el sacramento de la Penitencia”.
Dos. Observar el Ayuno Eucarístico. El derecho canónico, C.919, establece: “Quien vaya a recibir la santísima Eucaristía, ha de abstenerse de tomar cualquier alimento y bebida al menos desde una hora antes de la sagrada Comunión, a excepción sólo del agua y de las medicinas”. Sin embargo, los ancianos, los enfermos y sus cuidadores están exentos del Ayuno Eucarístico.
Oración para antes de comulgar
Señor Jesucristo, Hijo de Dios vivo, que por voluntad del Padre y la cooperación del Espíritu Santo, mediante tu muerte diste vida al mundo: líbrame
por la recepción de tu Sacrosanto Cuerpo y Sangre de todas mis culpas y de todo mal. Concédeme que yo siempre cumpla fielmente tus mandamientos y no permitas que jamás me separe de Ti. Amén.
Creo en Dios, Padre todopoderoso, Creador del Cielo y de la Tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos; al tercer día, resucitó de entre los muertos, subió a los Cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna.
Amén
VISITAS VIRGEN DE ZAPOPAN
DEL 22 AL 28 DE JULIO DE 2024
LUNES 22
10:00
La reconciliación Decanato San Ildefonso
LUNES 22
17:00
San Antonio de Padua Decanato San Ildefonso
MARTES 23
10:00
San Basilio El Grande Decanato Zalatitán
MARTES 23
17:00
Jesús de Nazaret Decanato Zalatitán
MIERCOLES 24
17:00
La Santa Cruz Decanato Zalatitán
JUEVES 25 10:00
San Gerardo de Mayela Decanato Zalatitán
JUEVES 25
17:00
San Francisco de Asís, Col. Jalisco Decanato Zalatitán
VIERNES 26
17:00
San Joaquín
Decanato Tetlán
SABADO 27
17:00
La Crucifixión del Señor Decanato Tetlán
DOMINGO 28
17:00
La Transfiguración Decanato Tetlán
“Padre, además de celebrar la Misa, ¿qué más hace un Sacerdote?”
Una vez un adolescente me preguntó: “Padre, además de celebrar la Misa, ¿qué más hace un Sacerdote?”. Yo le dije: “¿Por qué me preguntas eso?”, entonces él me respondió: “Es que le pregunté a mi mamá si ella sabía qué hacia un Sacerdote, además de celebrar la Misa, y ella me dijo que los Sacerdotes hacen muchas cosas, pero no me dijo cuáles, me sugirió que yo se lo preguntara a un usted la próxima vez que lo
viera, por eso vine a preguntarle”. Yo le respondí: “Los Sacerdotes llevamos a cabo múltiples tareas, oramos a Dios y encomendamos a la comunidad que nos ha sido confiada, celebramos la Misa o confesamos, atendemos personas durante la mañana y la tarde, dándoles diversos consejos y dirección espiritual, celebramos otros sacramentos, como el Bautismo y Matrimonio, visitamos ancianos y enfermos en sus casas
para confesarlos, conferirles la Unción de los Enfermos o llevarles la Comunión. Si tenemos algún tiempo libre, lo aprovechamos para leer y estudiar, para preparar alguna clase o tema que tengamos con algún grupo parroquial…
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