XXVII Domingo Ordinario, Ciclo B
6 de octubre de 2024
Arquidiócesis de Guadalajara, A.R.
NO. 40
Fundada el 4 de junio de 1930. Registro postal: IM14-0019 INDA-04-2007-103013575500-106
Arquidiócesis de Guadalajara, A.R.
Fundada el 4 de junio de 1930. Registro postal: IM14-0019 INDA-04-2007-103013575500-106
Este domingo nos presenta un texto evangélico que contiene dos argumentos: “que el hombre no separe lo que Dios ha unido”, y “el que no recibe el Reino de Dios como un niño no entrará en él”. Son las dos caras de una misma moneda. Dios es unidad y, habiéndonos creado a su imagen, también nosotros estamos llamados a la unidad. Dos encantos: el matrimonio como unión fiel e indisoluble del hombre y la mujer, y el recibimiento de los niños y el respeto a su dignidad.
El riesgo de vivir sin amor
La c ontraparte está en la dureza de corazón, que está en contraste con la intención originaria de Dios. La esclerocardia no sólo impide vivir los valores de la auténtica humanidad, sino que ni siquiera permite entenderlos.
No se entiende el amor como don de sí mismo a otra persona, como don recíproco y comunión.
Es entonces cuando se entra en la lógica del poder y de la posesión que reduce al otro a mero instrumento para usarlo. Consecuentemente, la convivencia se convierte en convergencia de intereses y de egoísmos que terminará segu-
ramente en conflictos y separación. La eventual llegada de los hijos puede ser rechazada incluso con el aborto o pretendida como una posesión para la propia gratificación, degradando su dignidad de personas.
En la familia, el amor, en cambio, permite compartir la vida cotidiana. Todos los miembros de una familia se educan recíprocamente: los esposos se educan el uno a la otra y viceversa, los papás educan a los hijos y los hijos educan también a los papás.
No abaratar
“No se debe abajar la montaña, es necesario ayudar a las personas a subirla, cada quien a su propio paso”. Es tarea de la Iglesia Universal, de la Iglesia Diocesana, de la Iglesia doméstica señalar la montaña con toda su altura, es decir, enseñar integralmente (sin descuentos) la verdad. Al mismo tiempo, es labor de la Iglesia acompañar maternalmente a las personas en su ascenso, o sea, ayudarles a vivir la verdad, que la comprendan y que la pongan en práctica.
El modelo del matrimonio es el amor de Dios ¿Por qué el matrimonio es para toda la vida? Porque el Señor así nos ama, nos ama desde siempre y para siempre. El Se-
ñor nos ama, nos perdona, nos revitaliza. Nuestra oración al respecto ha de ser mirando a Dios y pidiéndole que derrame en nosotros su Espíritu, que nos enseñe el arte de amar y de perdonarnos.
El mundo nos propone un modelo de relaciones inmaduras “usa y tira”. Jesús, en cambio, nos propone un amor maduro, fiel y fecundo, amor que escucha, que comprende, que atiende. Conviene rezar juntos en las casas, así como cultivar la ayuda recíproca, el agradecimiento mutuo y el servicio desinteresado.
Éste es el proyecto de Dios: que nos amemos en serio, intentando siempre reconstruirnos y mejorarnos.
Por último, no osemos impedir a los niños que se acerquen a Jesús: enseñémosles a rezar, llevémoslos a recibir los sacramentos, no les “estorbemos” en su relación con Dios. Los niños no van a ir solos al templo, tienen que ser acompañados por su papás y padrinos; ese fue el compromiso adquirido el día que los bautizaron. No los alejemos de Dios con nuestro mal comportamiento, con nuestra desidia y nuestra pereza espiritual. Es natural que un niño quiera acercarse a lo sagrado, es gran inmadurez que nosotros se lo impidamos.
Dios todopoderoso y eterno, que en la superabundancia de tu amor sobrepasas los méritos y aun los deseos de los que te suplican, derrama sobre nosotros tu misericordia para que libres nuestra conciencia de toda inquietud y nos concedas aun aquello que no nos atrevemos a pedir. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
Del libro del Génesis 2, 18-24
Sentados
En aquel día, dijo el Señor Dios: “No es bueno que el hombre esté solo. Voy a hacerle a alguien como él, para que lo ayude”. Entonces el Señor Dios formó de la tierra todas las bestias del campo y todos los pájaros del cielo y los llevó ante Adán para que les pusiera nombre y así todo ser viviente tuviera el nombre puesto por Adán.
Así, pues, Adán les puso nombre a todos los animales domésticos, a los pájaros del cielo y a las bestias del campo; pero no hubo ningún ser semejante a Adán para ayudarlo.
Entonces el Señor Dios hizo caer al hombre en un profundo sueño, y mientras dormía, le sacó una costilla y cerró la carne sobre el lugar vacío. Y de la costilla que le había sacado al hombre, Dios formó una mujer. Se la llevó al hombre y éste exclamó: “Esta sí es hueso de mis huesos y carne de mi carne. Esta será llamada mujer, porque ha sido formada del hombre”.
Por eso el hombre abandonará a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer y serán los dos una sola cosa. Palabra de Dios.
Del salmo 127, 1-2. 3. 4-5. 6
R. Dichoso el que teme al Señor.
Dichoso el que teme al Señor y sigue sus caminos: comerá del fruto de su trabajo, será dichoso, le irá bien.
R. Dichoso el que teme al Señor.
Su mujer, como vid fecunda, en medio de su casa; sus hijos, como renuevos de olivo, alrededor de su mesa.
R. Dichoso el que teme al Señor.
Esta es la bendición del hombre que teme al Señor:
"Que el Señor te bendiga desde Sión, que veas la prosperidad de Jerusalén todos los días de tu vida".
R. Dichoso el que teme al Señor.
De la carta a los hebreos 2, 9-11
Sentados
Hermanos: Es verdad que ahora todavía no vemos el universo entero sometido al hombre; pero sí vemos ya al que por un momento Dios hizo inferior a los ángeles, a Jesús, que por haber sufrido la muerte, está coronado de gloria y honor. Así, por la gracia de Dios, la muerte que él sufrió redunda en bien de todos. En efecto, el creador y Señor de todas las cosas quiere que todos sus hijos tengan parte en su gloria. Por eso convenía que Dios consumara en la perfección, mediante el sufrimiento, a Jesucristo, autor y guía de nuestra salvación. El santificador y los santificados tienen la misma condición humana. Por eso no se avergüenza de llamar hermanos a los hombres. Palabra de Dios.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO 1 Jn 4, 12
R. Aleluya, aleluya
Si nos amamos los unos a los otros, Dios permanece en nosotros y su amor ha llegado en nosotros a su plenitud. R. Aleluya.
Sentados
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 10, 2-16
Enaquel tiempo, se acercaron a Jesús unos fariseos y le preguntaron, para ponerlo a prueba: "¿Le es lícito a un hombre divorciarse de su esposa?"
Él les respondió: "¿Qué les prescribió Moisés?" Ellos contestaron: "Moisés nos permitió el divorcio mediante la entrega de un acta de divorcio a la esposa". Jesús les dijo: "Moisés prescribió esto, debido a la dureza del corazón de ustedes. Pero desde el principio, al crearlos, Dios los hizo hombre y mujer. Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su esposa y serán los dos una sola cosa. De modo que ya no son dos, sino una sola cosa. Por eso, lo que Dios unió, que no lo separe el hombre".
Ya en casa, los discípulos le volvieron a preguntar sobre el asunto. Jesús les dijo: "Si uno se divorcia de su esposa y se casa con otra, comete adulterio contra la primera. Y si ella se
divorcia de su marido y se casa con otro, comete adulterio". Palabra de Dios.
De pie
Dios omnipotente, saciados con este alimento y bebida celestiales, concédenos ser transformados en aquel a quien hemos recibido en este sacramento. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Está ya a las puertas el mes de octubre y se nos presenta como una oportunidad de revitalizar este ejercicio de piedad —el Rosario— y de renovarnos en esta práctica de devoción mariana tan antigua ya y tan nueva, tan recomendada por el Magisterio de la Iglesia, tan apta para conducir a los fieles a Cristo y al Evangelio.
Rezar el Rosario en el templo, rezar el Rosario en familia, rezar el Rosario en particular, aprender a rezar el Rosario, rezarlo frecuentemente, rezarlo diariamente, rezarlo como una alabanza a la Virgen, como una súplica a nuestra Madre, como una manera muy apta de acercarnos a Cristo en la contemplación de los misterios de la Salvación.
Del Rosario nos habla largamente el Papa Paulo VI en su exhortación apostólica “El Culto Mariano” y nos recomienda y encarece su rezo frecuente, recordando su eficacia para promover la vida cristiana.
La misma Virgen María nos ha manifestado su deseo y voluntad de que se extienda y se multiplique el rezo del Rosario. Así nos lo hizo saber primero en Lourdes y luego en Fátima, y debemos interpretar que su voluntad sigue siendo la misma porque no se sabe que después de lo manifestado en Fátima la Virgen
se ha hecho presente ahí o en alguna otra parte para decirnos que ya no quiere que lo recemos. Octubre como “mes” del Rosario es ahora la oportunidad que Dios pone en nuestro camino para que nos renovemos en el conocimiento, en el aprecio y en la práctica de este ejercicio de piedad tan provechoso: el Rosario.
Creo en Dios, Padre todopoderoso, Creador del Cielo y de la Tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos; al tercer día, resucitó de entre los muertos, subió a los Cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén
VISITAS VIRGEN DE ZAPOPAN
DEL 7 AL 12 DE OCTUBRE DE 2024
LUNES 7
17:00
Santuario de Guadalupe
Decanato Sagrario Metropolitano
MARTES 8 17:00
San Felipe Neri Decanato Sagrario Metropolitano
MIERCOLES 9 17:00
Catedral Decanato Sagrario Metropolitano
JUEVES 10 17:00
Catedral Decanato Sagrario Metropolitano
VIERNES 11 18:00
Explanada del Cabañas
SABADO 12 6:00
Basílica de Zapopan Decanato Zapopan
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