XXXII Domingo Ordinario, Ciclo B 10 de noviembre de 2024
Arquidiócesis de Guadalajara, A.R.
NO. 45
Fundada el 4 de junio de 1930. Registro postal: IM14-0019 INDA-04-2007-103013575500-106
“En su pobreza, ha echado todo lo que tenía para vivir”
Las lecturas de hoy nos presentan el valor de la entrega de la vida. El Evangelio contiene dos escenas en el templo enlazadas por la referencia a las viudas, en las que Jesús enseña modelos a rechazar o a seguir.
La generosidad es una característica propia del ser humano. Creado a imagen y semejanza de Dios, el hombre se convierte en un reflejo de Dios en cada acto de generosidad.
De hecho, acostumbramos a decir que una persona es muy humana, como sinónimo de que es muy generosa.
Podemos afirmar que la generosidad nos humaniza, mientras que, por el contrario, el egoísmo, la avaricia y la codicia nos deshumanizan. La generosidad es más notoria y hasta sublime cuando la persona se desprende de algo que le es muy necesario; son de admirar los gestos de generosidad y desprendimiento de aquellos que son muy pobres.
Cada acto de generosidad es obra del Espíritu Santo que nos inspira, nos fortalece y nos mueve para actuar en la caridad.
Una viuda pobre se convierte en ejemplo a imitar. Jesús observa cómo los ricos van echando grandes cantidades en el cepo del templo, pero la viuda solo dos moneditas.
Calidad
Jesús aprovecha la ocasión para enseñar a sus discípulos sobre el auténtico valor de lo que se da a Dios: no es cuestión de cantidad sino de calidad. La viuda pobre ha dado todo lo que tenía para vivir. En esas dos monedas está presente toda su vida, que la ofrece a Dios, mientras que los ricos dan de lo que les sobra. La misma generosidad muestra la viuda pobre pagana de la primera lectura. Ofrece al profeta Elías del poco alimento que tienen para vivir ella y su hijo. Se abandona a la palabra de Dios que promete un inagotable de alimento a contracambio de la donación. Y su generosidad obró el milagro, que los mantuvo con vida en tiempo de sequía.
La Carta a los Hebreos nos muestra a Jesús como modelo o paradigma de esta donación de la vida, pues se ha ofrecido por entero al Padre, de una vez para siempre, y con su sacrificio ha destruido el pecado y nos ha dado vida eterna.
De pie
Dios omnipotente y misericordioso, aparta de nosotros todos los males, para que, con el alma y el cuerpo bien dispuestos, podamos con libertad de espíritu cumplir lo que es de tu agrado. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA
Del libro de los Reyes 17, 10-16
Sentados
En aquel tiempo, el profeta Elías se puso en camino hacia Sarepta. Al llegar a la puerta de la ciudad, encontró allí a una viuda que recogía leña. La llamó y le dijo: “Tráeme, por favor, un poco de agua para beber”. Cuando ella se alejaba, el profeta le gritó: “Por favor, tráeme también un poco de pan”. Ella le respondió: “Te juro por el Señor, tu Dios, que no me queda ni un pedazo de pan; tan sólo me queda un puñado de harina en la tinaja y un poco de aceite en la vasija. Ya ves que estaba recogiendo unos cuantos leños. Voy a preparar un pan para mí y para mi hijo. Nos lo comeremos y luego moriremos”. Elías le dijo: “No temas. Anda y prepáralo como has dicho; pero primero haz un panecillo para mí y tráemelo. Después lo harás para ti y para tu hijo, porque así dice el Señor Dios de Israel: ‘La tinaja de harina no se vaciará, la vasija de aceite no domingo 10 de noviembre de 2024 51 se agotará, hasta el día en que el Señor envíe la lluvia sobre la tierra”.
Entonces ella se fue, hizo lo que el profeta le había dicho y comieron él, ella y el niño. Y tal como había dicho el Señor por medio de Elías, a partir de ese momento ni la tinaja de harina se vació, ni la vasija de aceite se agotó. Palabra de Dios.
Del salmo 145, 7. 8-9a. 9bc-10
SALMO RESPONSORIAL Sentados
R. El Señor siempre es fiel a su palabra.
El Señor siempre es fiel a su palabra, y es quien hace justicia al oprimido; él proporciona pan a los hambrientos y libera al cautivo
R. El Señor siempre es fiel a su palabra .
Abre el Señor los ojos de los ciegos y alivia al agobiado. Ama el Señor al hombre justo y toma al forastero a su cuidado
R. El Señor siempre es Fiel a su palabra.
A la viuda y al huérfano sustenta y trastorna los planes del inicuo. Reina el Señor eternamente, reina tu Dios, oh Sión, reina por siglos.
R. El Señor siempre es fiel a su palabra.
SEGUNDA LECTURA
De la carta de los hebreos 9, 24-28
Hermanos: Cristo no entró en el santuario de la antigua alianza, construido por mano de hombres y que sólo era figura del verdadero, sino en el cielo mismo, para estar ahora en la presencia de Dios, intercediendo por nosotros. En la antigua alianza, el sumo sacerdote entraba cada año en el santuario para ofrecer una sangre que no era la suya; pero Cristo no tuvo que ofrecerse una y otra vez a sí mismo en sacrificio, porque en tal caso habría tenido que padecer muchas veces desde la creación del mundo. De hecho, él se manifestó una sola vez, en el momento culminante de la historia, para destruir el pecado con el sacrificio de sí mismo.
Así como está determinado que los hombres mueran una sola vez y que después de la muerte venga el juicio, así también Cristo se ofreció una sola vez para quitar los pecados de todos. Al final se manifestará por segunda vez, pero ya no para quitar el pecado, sino para salvación de aquellos que lo aguardan y en él tienen puesta su esperanza. Palabra de Dios.
ACLAMACIÓN ANTES
DEL EVANGELIO Mt 5, 3
R. Aleluya, aleluya
Dichosos los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos. R. Aleluya.
EVANGELIO
seg
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 12, 38-44
En aquel tiempo, enseñaba Jesús a la multitud y le decía: “¡Cuidado con los escribas! Les encanta pasearse con amplios ropajes y recibir reverencias en las calles; buscan los asientos de honor en las sinagogas y los primeros puestos en los banquetes; se echan sobre los bienes de las viudas haciendo ostentación de largos rezos. Estos recibirán un castigo muy riguroso”.
En una ocasión Jesús estaba sentado frente a las alcancías del templo, mirando cómo la gente echaba allí sus monedas. Muchos ricos daban en abundancia. En esto, se acercó una viuda pobre y echó dos moneditas de muy poco valor. Llamando entonces a sus discípulos, Jesús les dijo: “Yo les ase-
guro que esa pobre viuda ha echado en la alcancía más que todos. Porque los demás han echado de lo que les sobraba; pero ésta, en su pobreza, ha echado todo lo que tenía para vivir”. Palabra del Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
De pie
Alimentados con estos sagrados dones, te damos gracias, Señor, e imploramos tu misericordia, para que, por la efusión de tu Espíritu, cuya eficacia celestial recibimos, nos concedas perseverar en la gracia de la verdad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Peregrinación Diocesana a la montaña de Cristo Rey
Con la intención de renovar la Consagración al Sacratísimo Corazón de Cristo Rey, y el deseo de hacer presente el Reino de Dios, se invita a los fi eles de la Arquidiócesis de Guadalajara, a participar en la peregrinación anual al Cubilete o Montaña de Cristo Rey, que se llevará a cabo el lunes 18 de noviembre de 2024.
Los Obispos de México, a través de la Conferencia del Episcopado Mexicano, en 1920, aprobaron que se construyera el Monumento Nacional a Cristo Rey, para cumplir un voto que hicieron al Sagrado Corazón el 11 de junio de 1914 y, además, el compromiso de entronizar a Cristo en el corazón de México, para lograr la paz y la conservación de la fe.
Terminado e inaugurado el Monumento actual, el entonces
Cardenal José Garibi Rivera, motivó en la propia Arquidiócesis la Peregrinación a la Montaña a Cristo Rey, escribió: “Felizmente está ya instalada la imagen de Cristo Rey (…) en la Montaña del Cubilete (…) corresponderá a la Provincia Eclesiástica de Guadalajara hacer esta peregrinación el día 21 de mayo próximo…”. Termina la circular encomendando la organización de la peregrinación al Padre Meza Ledezma, publicado en la Circular del día 21 de marzo de 1951.
GLORIA
Gloria a Dios en el Cielo, y en la Tierra paz a los hombres que ama el Señor.
Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso Señor, Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre. Amén
P FESIÓN DE NUESTRA FE
Creo en Dios, Padre todopoderoso, Creador del Cielo y de la Tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos; al tercer día, resucitó de entre los muertos, subió a los Cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén
Padre, ¿Se pueden arrojar las cenizas