N.º 15 • II D OMINGO
DE
P ASCUA , C ICLO B
• 12 de Abril de 2015 •
«PAZ a ustedes»
«P
az a ustedes» es el saludo de Jesucristo resucitado a los suyos. Pero no sólo es un saludo, es también un don, un regalo. La paz de Dios, que no es sólo la ausencia de guerras, de malos tratos, de rencores y envidias, de falta de respeto a los derechos del hombre. Es mucho más. Ya en el Antiguo Testamento, la Paz de Dios quería decir la comunicación al hombre de la salvación de Dios; comunión con los hermanos en la justicia y el amor. Precisamente por esto, la “paz de Dios” era esperada para el momento de la venida del Mesías, y así liberar definitivamente a su pueblo. El saludo pascual de Jesucristo resucitado –que escuchamos en el Evangelio de hoy– nos dice que este tiempo ya ha llegado. Él ofrece la paz, porque por medio de Él, y creyendo en Él, es posible la experiencia de la alianza, de la intimidad con el Señor; la experiencia constante del amor tierno y esponsal de Dios; es posible la comunión fraterna, que es reflejo de la comunión con Dios. «Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor». La alegría es también un don, un regalo de Jesucristo resucitado. Es el saludo de Jesucristo resucitado a sus discípulos, en el Evangelio. Alegría que nace de la experiencia profunda del Resucitado, y que se comunica rápidamente a los demás, como hicieron las mujeres a los discípulos de Emaús. Alegría, gozo profundo y sereno que debería palparse en nuestras comunidades cristianas, e irradiarse en nuestra sociedad. «Reciban el Espíritu Santo». Jesucristo resucitado es el Apóstol del Padre, el enviado del Padre. Y como Él ha sido enviado por el Padre, envía a sus apóstoles y discípulos; a nosotros también, por
medio del sacramento del Bautismo y la Confirmación. Y «exhaló su aliento sobre ellos», como en la primera creación lo hizo con el hombre y lo hizo un ser viviente, o cuando el Señor ordena a Ezequiel que invoque al Espíritu y reúna "todos los huesos", su pueblo disperso, y lo haga otra vez su pueblo. Jesucristo resucitado aparece hoy como el Señor Dios creador que "exhala su aliento", que es el Espíritu Santo, el Espíritu del Padre y suyo, para regenerar a toda persona, para anunciar y comunicar el perdón de los pecados, el jubileo, la amnistía de todo mal y de todo pecado.
1
ORACIÓN COLECTA
Dios de eterna misericordia, que reanimas la fe de este pueblo a ti consagrado con la celebración anual de las fiestas pascuales, aumenta en nosotros los dones de tu gracia, para que todos comprendamos mejor la excelencia del Bautismo que nos ha purificado, la grandeza del Espíritu que nos ha regenerado y el precio de la Sangre que nos ha redimido. Por nuestro Señor Jesucristo...
SALMO RESPONSORIAL
Sal 117, 2-4. 13-15. 22-24 R. La misericordia del Señor es eterna. Aleluya.
Diga la casa de Israel: “Su misericordia es eterna”. Diga la casa de Aarón: “Su misericordia es eterna”. Digan los que temen al Señor: “Su misericordia es eterna”. R. La misericordia del Señor es eterna. Aleluya. Querían a empujones derribarme, pero Dios me ayudó. El Señor es mi fuerza y mi alegría, en el Señor está mi salvación. R. La misericordia del Señor es eterna. Aleluya. La piedra que desecharon los constructores, es ahora la piedra angular. Esto es obra de la mano del Señor, es un milagro patente. Este es el día del triunfo del Señor, día de júbilo y de gozo. R. La misericordia del Señor es eterna. Aleluya.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 20, 29
R. Aleluya, aleluya. Tomás, tú crees, porque me has visto. Dichosos los que creen sin haberme visto –dice el Señor–. R. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios todopoderoso, concédenos que la gracia recibida en este sacramento pascual permanezca siempre en nuestra vida. Por Jesucristo, nuestro Señor.
2
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 4, 32-35 La multitud de los que habían creído tenía un solo corazón y una sola alma; todo lo poseían en común y nadie consideraba suyo nada de lo que tenía. Con grandes muestras de poder, los apóstoles daban testimonio de la Resurrección del Señor Jesús y todos gozaban de gran estimación entre el pueblo. Ninguno pasaba necesidad, pues los que poseían terrenos o casas, los vendían, llevaban el dinero y lo ponían a disposición de los apóstoles, y luego se distribuía según lo que necesitaba cada uno. Palabra de Dios. Lectura de la primera carta del apóstol san Juan 5, 1-6 Queridos hermanos: Todo el que cree que Jesús es el Mesías, ha nacido de Dios. Todo el que ama a un padre, ama también a los hijos de éste. Conocemos que amamos a los hijos de Dios, en que amamos a Dios y cumplimos sus mandamientos, pues el amor de Dios consiste en que cumplamos sus preceptos. Y sus mandamientos no son pesados, porque todo el que ha nacido de Dios vence al mundo. Y nuestra fe es la que nos ha dado la victoria sobre el mundo. Porque, ¿quién es el que vence al mundo? Sólo el que cree que Jesús es el Hijo de Dios. Jesucristo es el que se manifestó por medio del agua y de la sangre; Él vino, no sólo con agua, sino con agua y con sangre. Y el Espíritu es el que da testimonio, porque el Espíritu es la verdad. Palabra de Dios.
EVANGELIO Lectura del santo Evangelio según san Juan 20, 19-31
A
l anochecer del día de la Resurrección, estando cerradas las puertas de la casa donde se hallaban los discípulos, por miedo a los judíos, se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: “La paz esté con ustedes”. Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Cuando los discípulos vieron al Señor, se llenaron de alegría. De nuevo les dijo Jesús: “La paz esté con ustedes. Como el Padre me ha enviado, así también los envío yo”. Después de decir esto, sopló sobre ellos y les dijo: “Reciban al Espíritu Santo. A los que les perdonen los pecados, les quedarán perdonados; y a los que no se los perdonen, les quedarán sin perdonar”. Tomás, uno de los Doce, a quien llamaban el Gemelo, no estaba con ellos cuando vino Jesús, y los otros discípulos le decían: “Hemos visto al Señor”. Pero él les contestó: “Si no veo en sus manos la señal de los clavos y si no meto mi dedo en los agujeros de los clavos y no meto mi mano en su costado, no creeré”. Ocho días después, estaban reunidos los discípulos a puerta cerrada y Tomás estaba con ellos. Jesús se presentó de nuevo en medio de ellos y les dijo: “La paz esté con ustedes”. Luego Continúa en pág. 3
La Profesión de nuestra
Fe
Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso, Creador del Cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un solo Señor Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por Quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación, bajó del Cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras; y subió al Cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su Reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo; que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un solo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén.
Gloria a Dios en el Cielo, y en la Tierra paz a los hombres que ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos; te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial,
le dijo a Tomás: “Aquí están mis manos; acerca tu dedo. Trae acá tu mano, métela en mi costado y no sigas dudando, sino cree”. Tomás le respondió: “¡Señor mío y Dios mío!”. Jesús añadió: “Tú crees porque me has visto; dichosos los que creen sin haber visto”. Otras muchas señales milagrosas hizo Jesús en presencia de sus discípulos, pero no están escritas en este libro. Se escribieron éstas para que ustedes crean que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengan vida en su nombre. Palabra del Señor.
¿Cómo enseñar a nuestros hijos a REZAR?
H
oy, en muchas de nuestras familias, ya no se reza. Y empiezan las justificaciones: nos da pena proponer a la familia; la oración parece algo forzado, artificial, no nos sale de dentro; los hijos son demasiado pequeños o demasiado crecidos... Sin embargo, la oración en familia es posible. El primer paso lo tiene que dar la pareja, aprendiendo a orar ellos juntos. Una oración en pareja, sencilla, normal, sin demasiadas complicaciones, hace bien a la pareja creyente y es la base para asegurar la oración en los hijos. Provocar el ambiente apropiado La oración en familia pide un cierto clima. Algunas familias reservan en la casa un lugar o "rincón de oración" como expresión de que se le deja a Dios un sitio en la casa. Es un rincón preparado con alguna Biblia, un cirio, alguna planta decorativa... ese rincón se puede adornar de manera apropiada en algunos tiempos litúrgicos. También se puede cuidar más lo que entra en el hogar (cierto tipo de revistas, videos, libros, cassettes,
Gloria
Dios Padre todopoderoso. Señor Hijo único, Jesucristo, Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre. Tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; Tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica;
programas de TV). No es difícil suscribirse a alguna revista cristiana, comprar libros sanos y educativos para los hijos, Evangelios y Biblia para los niños, grabaciones para orar, audio del Rosario. Se puede también introducir algún símbolo, imagen o signo religioso de buen gusto. Los lugares más apropiados son, sin duda, la sala de estar donde la familia se reúne para descansar, hablar o ver la tele, y las habitaciones de los hijos donde, entre otros pósters y objetos variados, puede haber algunos de tipo religioso, algún recuerdo de la Primera Comunión o la Confirmación, alguna imagen de Jesús. Saber enseñarles Antes que nada, es necesario que el niño vea rezar sus padres. Si ve a sus padres rezar sin prisas, quedarse en silencio, cerrar los ojos, ponerse de rodillas, desgranar las cuentas del Rosario, poner el Evangelio en el centro de la mesa después de haberlo leído despacio, el niño que capta la importancia de estos Continúa en la página 4
Tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo Tú eres santo, sólo Tú, Señor, sólo Tú, Altísimo Jesucristo, con el Espíritu Santo, en la gloria de Dios Padre. Amén.
3
Viene de la página 3
momentos, percibe la presencia de Dios en el hogar como algo bueno, aprende un lenguaje religioso, palabras y signos que serán grabados en su experiencia; aprende unas actitudes y se va despertando en él la sensibilidad religiosa. Nada puede sustituir a esta experiencia. Pero, además, es necesario orar con los hijos. Los niños aprenden a orar rezando con sus padres. Hay que hacerlos participar en la oración, que aprendan a hacer los gestos, a repetir algunas fórmulas sencillas, algún canto, a estar en silencio hablando con Dios. El niño ora como ve orar. Llegará un momento en el que él mismo podrá bendecir la mesa, iniciar una oración o leer el Evangelio con la mayor naturalidad. La oración queda grabada en su experiencia como algo bueno, que pertenece a la vida de la familia, como el reunirse, el hablar, el reír, el discutir o el divertirse. Autor: José A. Pagola
JUBILEO CIRCULAR 13, 14 y 15: Lunes, Martes y Miércoles NTRA. SRA. DE GUADALUPE, Santa Anita NTRA. SRA. DEL REFUGIO, Cerro del Cuatro INMACULADA CONCEPCIÓN, Zalatitán SANTA MARÍA REINA SAN JUAN DIEGO, Sta. Margarita Reina SAN ANTONIO DE PADUA, Col. Vicente Guerrero NTRA. SRA. DE GUADALUPE, Matatlán SAN JOSÉ, San Miguel de la Paz
16, 17 y 18: Jueves, Viernes y Sábado SAN RAFAEL, Toluquilla NTRA. SRA. DE LA AURORA MARÍA REINA DE MÉXICO CASTÍSIMO PATRIARCA SEÑOR SAN JOSÉ NTRA. SRA. DE LA SALUD, Huentitán el Bajo CRISTO SALVADOR SAN ANTONIO DE PADUA, Ocotlán SAN ISIDRO LABRADOR, Jamay
Arquidiócesis de Guadalajara. Banco Santander, CLABE: 014320650983012668 Donativos a ala cuenta: 65-09830126-6
4
Boletín semanal de la Arquidiócesis de Guadalajara, A.R. Tiraje de 200,000 a 300,000. $40.00 ciento