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Aragón Alimentos pone en marcha el programa “Formación de formadores en Alimentos de Aragón y su calidad diferenciada”

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CONSULTA JURÍDICA

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El miércoles 14 de diciembre la DO Campo de Borja participó en el I Salón de los mejores vinos de Aragón en el NH Collection Gran Hotel de Zaragoza. Se realizó la Cata Garnachas Históricas Project dirigida por José Ignacio Gracia, director de la DO Campo de Borja. Asistieron unas 40 persona. “ Poco más de treinta fuimos los afortunados invitados a ese acto, al que no faltó Eduardo Ibáñez, Presidente de la DO Campo de Borja”, informan desde el Consejo Regulador

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“En la cata hemos hecho un recorrido por los viñedos históricos a través de los mapas en Google Eart que se han creado para dicho proyecto”, explicó José Ignacio Gracia. Siete fueron los vinos elegidos, divididos en tres tandas correspondientes a la zona de menor altura sobre el nivel del mar (cercana al cauce del rio Ebro), la zona media y finalizar en la zona alta cuyos viñedos están situados entre los 600 y los 900 metros: Zona baja 300-450 mts, Tresor 2019-Bodegas Ruberte; Zona Media 450-600 mts, Nabulé 2019-Bodegas Aragonesas, Flor de Cayus 2019-Bodegas Ainzon, Cabriola 2017-Bodegas Borsao; Zona Alta 600900 mts, Veraton 2019-Bodegas Alto Moncayo, Palmeri Navalta 2017-Bodega Palmeri Sicilia, y Ermita Santa Barbara 2019-Cooper Cellars.

La Dirección General de Innovación y Promoción Agroalimentaria ha iniciado un programa de formación dirigido a los formadores más activos y comprometidos con nuestro patrimonio alimentario, a través de los colectivos HORECA de Aragón.

El pasado 6 de junio en la sede de Asocabar Zaragoza tuvo lugar la primera sesión piloto en la que participaron 35 formadores pertenecientes a varios colectivos HORECA, contando con retransmisión en ‘streaming’.

Los objetivos de esta iniciativa son, en un primer lugar, construir un programa de formación continua para formadores en nuestro patrimonio alimentario y su calidad diferenciada con un reconocimiento que acredite a quiénes superen los hitos del programa.

También, reconocer la labor de los formadores; segmentar los distintos grupos por niveles adquiridos; hacerles sentir parte del equipo de promoción de Alimentos de Aragón; conocer sus capacidades; detectar sus necesidades; proporcionarles información actualizada y herramientas de trabajo, certificar sus capacidades para ser portavoces y construir marca alrededor de nuestro patrimonio alimentario

La jornada piloto comenzó con la bienvenida de Asocabar Zaragoza, y continuó con la presentación del programa y del equipo coordinador SYPCA–SARGA, compuesto por Carmen Urbano, Pilar Abad, Susana Escobar, Valvanera Gil, Isabel Jiménez, María José Forga y Rai Poblet.

Tras ello, continuó Urbano abordando la formación en patrimonio alimentario de Aragón, a lo que siguió la entrega de documentación oficial por parte del equipo SYPCA–SARGA. La jornada concluyó con un turno de ruegos y preguntas. Durante la sesión se pudo comprobar el interés de los profesionales que están impartiendo formación sobre Alimentos de Aragón y su calidad diferenciada a través de colectivos como ACA, ASOCABAR, HORECA Zaragoza, TOPI, Rey Ardid o Miralbueno, entre otros. El equipo de la dirección general recogió ideas y propuestas para construir un programa de formación continua que reconozca el valor de la formación y de aquellos que la imparten, comprometidos siempre a estar en contacto y bien informados sobre todas las novedades de un sector estratégico para Aragón.

En la primera semana de julio se desarrolló la segunda sesión, esta vez, en la sede del Departamento de Agricultura, en la plaza San Pedro Nolasco de Zaragoza.

Sociedades, cofradías y colectivos gastronómicos en Zaragoza: el buen comer como acto social

Aunque la capital aragonesa no muestra la tradición de las sociedades gastronómicas de territorios como el País Vasco, en la ciudad se pueden encontrar ejemplos de agrupaciones que surgen alrededor de la buena mesa.

Zaragoza no es San Sebastián o ninguna otra población del País Vasco; el fenómeno de las sociedades gastronómicas tan característico de ese territorio no encuentra en la capital aragonesa un arraigo tan grande como en esas localidades norteñas. Sin embargo, en la ciudad sí que se pueden encontrar algunas de estas agrupaciones, además de otros colectivos alrededor de la gastronomía.

No obstante, en este asunto cabe matizar que las peñas que con tanto éxito se han desarrollado en Zaragoza, aunque su naturaleza sea distinta, pueden cumplir con algunos de los aspectos que llevan a fundar estos colectivos y, por ello, absorber parte del potencial público de las sociedades. Una vez hecho este matiz, este artículo muestra alguna de las agrupaciones de este tipo y otras similares que se pueden encontrar en la ciudad.

La Sociedad Gastronómica Los Sitios es una de las más conocidas. Este colectivo celebró el año pasado su primer cuarto de siglo, aunque ya alcanza los 27 años, y su actividad ha recobrado la normalidad después del lapso obligado por la pandemia de covid.

Tiene su local en pleno Casco Histórico y suma en la actualidad 60 miembros; algunos, de nuevo cuño, que plasman el relevo generacional en la iniciativa. Se trata de la segunda sociedad de este tipo que se constituyó en Zaragoza, surgida de un grupo de profesionales como médicos, funcionarios, abogados o empresarios.

De hecho, y como explican desde la sociedad, en Los Sitios no solo cultivan su gusto por la gastronomía mediante las comidas que preparan o actividades como ‘masterclass’ alrededor del universo culinario, sino que también acoge propuestas culturales, como por ejemplo la presentación que llevó a cabo el historiador Daniel Aquillué de su obra Guerra y Cuchillo. Algunas de estas iniciativas, además, las desarrollan sus propios miembros, expertos en determinadas materias.

La icónica borraja

Uno de los colectivos más llamativos alrededor del mundo de la mesa es la Cofradía de la Borraja y el Crespillo de Aragón, una agrupación que tiene como fin la investigación y la promoción de esta verdura tan característica de la Comunidad. “Si Italia es reconocida por la pasta, España por la paella, Burdeos por el vino, ¿Por qué no Aragón por la borraja?”, se preguntan en su página web.

En febrero esta cofradía cumplió sus primeros 11 años de vida, un periodo en el que sus miembros han portado el estandarte de la borraja, no solo en Aragón, sino en otros territorios, como hicieron recientemente en Tafalla, donde participaron en el XXX Capítulo General de la Orden Del Cuto Divino.

Símbolos como su escudo y su hábito oficial hacen de esta agrupación una de las más características que se pueden encontrar en la capital aragonesa. Además, el colectivo cuenta con una selección de cofrades de honor, como por ejemplo el exciclista Fernando Escartín, la periodista Beatriz Barrabés o, nombrados este año, los cocineros Rubén Martín y Luis Vicente.

Otra de las sociedades gastronómicas ligadas a la ciudad es la de El Mercao, cuyo nombre e imagen se inspiran en el icónico Mercado Central de Zaragoza.

La Papila Crítica: “Somos de gustos sencillos; nos gusta lo mejor”

Esta asociación cumple 20 años en 2023, dos décadas en las que han acercado la gastronomía con diversas actividades como catas, degustaciones y talleres y muchas otras propuestas, incluidas algunas con una importante faceta científica, como La Patata Marciana.

Probar unas cervezas, hace ya 20 años, fue el germen de una asociación, La Papila Crítica, que en estas dos décadas ha acercado la gastronomía a todas aquellas personas interesadas en conocer más y mejor este universo. Catas, degustaciones, talleres y diversas actividades han llevado el buen comer y productos de la máxima calidad a centenares de personas, acompañados por profesionales de primer nivel como los expertos Raúl Igual o Fernando Mora y científicos como el astrofísico Miguel Ángel Sabadell.

Carlos Acirón y José Luis Sorolla, fundadores de esta iniciativa, relatan que nació cuando quisieron degustar unas cervezas en unos tiempos no tan lejanos, pero en los que no era tan fácil como ahora acceder a determinados productos. Al final, lograron las preciadas bebidas, las acompañaron con unos panettones y las compartieron entre amigos. En ese momento es cuando surgió la posibilidad de ir un poco más allá con estas actividades. “Y, 20 años después, aquí estamos”, remata Acirón.

“Empezamos los dos y lo que hemos hecho es acompañarnos de gente que ha acabado siendo excelsa”, afirma Sorolla, un recorrido en el que, como cita su compañero en esta aventura, han podido colaborar con figuras como el Master of Wine Fernando Mora y los nombra- dos como mejores sumilleres de España Manuel Jiménez y Raúl Igual.

Un mundo inabarcable

“Al final ha sido siempre buscar la excelencia. Somos de gustos sencillos; nos gusta lo mejor”, afirma con sorna Sorolla sobre una forma de entender la gastronomía en la que tiene claro que, debajo de las diferentes posibilidades que ofrece, desde un destilado hasta cualquier preparación, “lo único que se ve es la puntita del icerberg” y que es “un mundo prácticamente inabarcable”.

En ese aspecto abunda Acirón, que matiza que su labor también persigue “que la gente se moje y aprenda” pues al hacerlo se adquiere un bagaje que permite desarrollar una sensibilidad gastronómica que difícilmente se puede alcanzar si no hay una mano experta detrás que guíe. “A pesar de que buscamos la parte lúdica, somos tremendamente profesionales en ese aspecto y por eso nos hemos rodeado siempre de gente que tiene una vis muy característica”, añade.

Aunque desde justo antes de la pandemia la asociación vive un periodo de menor actividad que antes, durante sus dos décadas de existencia ha realizado centenares de actividades, no solo para el público que simpatiza con la gastronomía, sino también, por ejemplo, para escolares. En ese campo desarrollaron La Olimpiada de los Sentidos, una iniciativa basada en juegos enfocado al alumnado de hasta 12 años que llegó a colegios de Zaragoza, Madrid, Málaga y Teruel y al Caixafórum.

También son la parte gastronómica del concurso La Patata Marciana, con la que se busca preparar de la mejor forma una patata para comer en el planeta rojo y en la que colaboran con el Instituto Nacional de Tecnología Aeroespacial y el Centro de Astrobiología Español.

Matiz científico y espacial tuvo también una de sus últimas, llevada a cabo el pasado mes y que consistía en la recreación, adaptada, de la primera cena que degustaron los astronautas del Apolo XI. Todo, acompañado por la charla del astrofísico Miguel Ángel Sabadell, que abordó cómo fue el lanzamiento y la llegada hasta la luna.

Ahora, y con el fin de celebrar estos 20 años, Sorolla y Acirón adelantan que existen planes, aunque no desvelan todavía en qué consisten exactamente. “Hay un par de actividades potentes en el aire, pero hasta que no las tengamos claras, con fechas, no las podemos desvelar. Va a haber una cena conmemorativa y una doble cata que va a ser especial”, concluyen.

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