Guadalix dela sierra segunda republica guerra civil

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LA SIERRA CONVULSA

GUADALIX DE LA SIERRA DURANTE LA SEGUNDA REPÚBLICA, LA GUERRA CIVIL Y EL PRIMER FRANQUISMO

ROBERTO FERNÁNDEZ SUÁREZ

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Introducción

Guadalix de la Sierra era, en el primer tercio del siglo XX, una población eminentemente rural. La tenencia de la tierra había cambiado poco desde épocas anteriores. Una gran mayoría de vecinos era propietaria de pequeñas propiedades que no superaban 1 hectárea por familia, escasa cantidad de tierra para poder mantener una familia entera. Para ello, era necesario trabajar en otras tareas como la de mantener una pequeña huerta en la ribera del río Guadalix, los llamados quiñones, que permitían a las familias humildes de la localidad tener una ayuda de cierta importancia en frutas, legumbres, hortalizas y demás grano como el trigo, centeno, cebada y almorta1. Otra posibilidad era la de trabajar para otros vecinos más pudientes como jornalero pero también como mediero, aportando su fuerza de trabajo y la de su propia yunta de mulas o bueyes. El mantenimiento de esta fuerza animal era un gasto considerable para las familias humildes por lo que el recurso comunal de las tierras pertenecientes al ayuntamiento era un alivio económico importante. Dichas dehesas municipales servían para pasto gratuito como alimento para las bestias, propiedad de los vecinos de la localidad. Realmente esta situación de principios del siglo XX no había cambiado mucho de épocas anteriores. A mediados del siglo XVIII, por ejemplo, más del 80 % de las familias se dedicaban a la agricultura y la ganadería, sector productivo principal a lo largo del tiempo y aún imperante en el primer tercio del siglo XX en Guadalix de la Sierra. De un total de 173 familias existentes en la población, 11 se dedicaban principalmente al pastoreo, 28 cabezas de familia eran jornaleros del campo, es decir obreros agrarios sin tierras mientras que la gran mayoría, 116 familias, eran labradores, es decir propietarios de tierras propias a las que se dedicaban para mantener a sus familias. En este grupo mayoritario de vecinos, dueños de fincas, dominaba el pequeño propietario, en su gran mayoría2. Este sector agrario, dominante en la sierra de Madrid, era fundamentalmente dependiente. A pesar de ser propietarios, el tamaño de sus propiedades no alcanzaba para mantener holgadamente a su familia. Era 1

. Ver una buen estudio sobre la vega del río Guadalix y su importancia en la historia de esta localidad: Guadalix de la Sierra. Arqueología e historia de una vega, p:131 y al.(2015). Para datos generales de l Comunidad de Madrid, ver Roberto Fernández Suárez et al: “La sierra convulsa” (2015) 22 . Para dichos datos del siglo XVIII, ver García Márquez, Mª Carmen (1990)

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imprescindible la búsqueda de otras actividades económicas complementarias a la principal, situación que provocó una extrema complejidad en las relaciones sociales locales. Un de ellas era aprovecharse de las relaciones de parentesco. Las familias en situaciones económicas parecidas se auto-ayudaban en tareas agrarias como forma de mantener su precario nivel económico. Otra posibilidad era la de ofrecerse como mano de obra para vecinos más pudientes. Para ello era fundamental “llevarse bien con los demás vecinos”, ser buen trabajador y cumplir con los tratos convenidos con las otras partes. Pero también se podía conseguir incluso trabajar tierras de otros mediante acuerdos o tratos, lo que se llama en diferentes partes del país, ser “medianeros”: se cultivaban tierras ajenas a cambio de una parte de la cosecha. Estas relaciones económicas crearon, a lo largo del tiempo, unas fuertes redes sociales entre los vecinos, cimentadas en una interdependencia bastante acentuada entre unos y otros. Los cambios estructurales, con el paso del tiempo, eran prácticamente nulos. No hubo concentración de tierras en manos de unos pocos vecinos, ni existieron propietarios latifundistas que hubiera obligado a un empobrecimiento de gran parte de los jornaleros locales. Se mantuvo esta configuración social y económica sin apenas cambios hasta la llegada de la Segunda República en Guadalix de la Sierra. A nivel político, la pequeña élite local se confundía con los mayores propietarios agrarios locales con la inclusión de miembros de otros sectores económicos de la localidad como determinados comerciantes, boticario, médico, etc… Dicha élite, a partir de finales del siglo XIX, una vez consolidado el bipartidismo político entre liberales y conservadores en la monarquía del monarca Alfonso XII y más tarde de Alfonso XIII, se consolidó en los ambientes rurales y locales del país con fuertes relaciones con los representantes políticos superiores, los diputados a Cortes y el gobernador civil de la provincia, relaciones que pretendieron fijar dicho modelo bipartidista con el apoyo de la élite política local, llamada también los caciques. Esta configuración social de la vida social y económica locales que cimentaba una pequeña población rural como era Guadalix de la Sierra tenía un gran enemigo. No procedía de su interior sino desde fuera, desde lo que se llamó la modernidad. Los acontecimientos producidos a consecuencia de la invasión francesa de Napoleón, las posteriores políticas nacionales inmersas en luchas dinásticas de la Corona Española, dejaron las arcas del Estado en la ruina lo que provocó, de las manos de los liberales, varias desamortizaciones de

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tierras de propiedad eclesiásticas y concejiles con el fin de recuperar parte de la deuda con la venta de dichas propiedades a manos privadas. En Guadalix de la Sierra, se vendieron propiedades eclesiásticas de la iglesia parroquial y de las ermitas del pueblo, en especial la de la ermita de Nuestra Señora del Espinar, patrona de la localidad. Concretamente el 16 de marzo de 1861 se vendieron las propiedades de dicha ermita que quedaron adjudicadas al vecino Pedro Junco3. En este caso particular, la compra de dichas propiedades se realizó por un vecino de la localidad, sin participación foránea, lo que desgraciadamente no ocurrió con una de las grandes propiedades municipales, la dehesa del Quejigal. Fue un acontecimiento de gran relevancia y que tuvo graves consecuencias para la población de Guadalix de la Sierra. El Estado obligó por ley a que todos los ayuntamientos pudieran demostrar tanto la titularidad como el uso común de sus dehesas. Y así se hizo por parte del ayuntamiento de Guadalix de la Sierra, ratificado por el Estado mediante Real Orden de 1 de diciembre de 1884. Dicha dehesa tenía una extensión de 410 hectáreas y cercada toda ella de pared de piedra. Al norte, lindaba con las Calerizas, al este con montes de propiedad privada, al sur con terrenos labrados del “Verdugal” y al oeste con el camino de San Agustín del Guadalix. Pero, once años después, un particular, Enrique Ortiz Lanzagosta, denunció al ayuntamiento de Guadalix de la Sierra en 1895 “de que la dehesa del Quejigal no se destinaba a los fines de la concesión de excepción porque el ayuntamiento de Guadalix de la Sierra arrendaba sus pastos”4. Fue el inicio de una turbia operación de especulación que tuvo con objetivo desproteger la dehesa del Quejigal para apropiarse de ella mediante su compra a manos privadas. Una vez aceptada dicha denuncia por la Dirección General de Propiedades, ésta la declaró procedente y revocó la Real Orden de 1884 que exceptuaba la venta de dicha dehesa. En consecuencia, el 15 de febrero de 1896, dicha Dirección General disponía la enajenación de dicha dehesa y, a continuación, procedía a su inmediata venta para el 7 de octubre de 1896. Pero ¿Qué hizo el ayuntamiento de Guadalix de la Sierra para evitar esta situación? Las autoridades locales siempre alegaron en su defensa falta de 3 4

Ver Equipo A de Arqueología: “Guadalix de la Sierra”. P: 130 en adelante. Ver más detalles en Equipo A de Arqueología: “Guadalix de la Sierra”, pp: 131-134. (2015)

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información por parte del Estado. Fueron engañados desde el interior del Estado por algunos que interfirieron para facilitar su venta a manos privadas. La Real Orden del 15 de febrero de 1896 no fue debidamente notificada al ayuntamiento de Guadalix de la Sierra, así se defendió el consistorio al mismo tiempo que recurrían dicho acuerdo cuando ya se había realizado la venta de dicha dehesa, el 31 de octubre de 1897. Dicha Dirección General desestimó, el 28 de septiembre de 1898, las justificaciones presentadas por el ayuntamiento y solo le quedaba al consistorio interponer un recurso a dicho dictamen. Esta operación, lamentablemente, no se llevó a efecto. No sabemos por qué el ayuntamiento no utilizó esta última oportunidad para defender su dehesa. ¿Por incapacidad, por falta de recursos, por olvido o simplemente por una interesada negligencia? Lo que parece cierto es que las supuestas trampas que pudieron emanar desde el interior del Estado pudieron tener connivencia entre los miembros del ayuntamiento del año 1898. El primer comprador de la dehesa del Quejigal, Manuel Berriatua, un testaferro en toda regla, la vendió por 140.000 pesetas el mismo día de su compra a quien realmente le interesaba su adquisición: a Esteban Hernández Martínez, criador de reses bravas. El pueblo de Guadalix de la Sierra se quedó sin dehesa, sin una fuente gratuita e importante de ayuda para todos sus vecinos. Hasta 1931, las quejas del ayuntamiento fueron constantes, “llegando a choques con motivo a esta cuestión y a cierta violencia”5. No era para menos, porque esta sospechosa privatización había creado un cierto empobrecimiento general de la población a costa de “la recría de reses de lidia que cabe considerar como punto de lujo y ostentación”6. Como muestra de este malestar, el periódico El Globo recogió en su noticiario la reunión mantenida el 4 de junio de 1909 entre una comisión de vecinos y miembros del Ministerio de Hacienda para intentar reconducir esta situación. En 1930, Guadalix de la Sierra tenía 1.274 habitantes, menos que Miraflores de la Sierra pero más que las localidades vecinas de Chozas de la Sierra o Pedrezuela. Del total de varones existentes, 657, 180 eran analfabetos, es decir un 27 % mientras que las mujeres, en total 617, 195 eran analfabetas, un 30 %, un porcentaje ciertamente elevado pero en consonancia con la media de los demás pueblos serranos durante esos años. Con la existencia de una 5

Ministerio de Agricultura. Dirección General de Planificación y Desarrollo Rural. Reforma Agraria, parte primera. Legajo 82. 6 Idem

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escuela para niños y niñas, abandonaban los estudios entre los 15 y los 16 años y tanto los varones como las mujeres entraban rápidamente en el mundo laboral, primero el que correspondía al mundo familiar. Estos datos procedentes de censos nacionales contrastan con la dificultad de consultar información documental histórica procedente del archivo municipal de Guadalix de la Sierra. Esta inmensa fuente de información no existe en la actualidad porque, como veremos más adelante, dicho archivo quedó destruido en un incendio ocurrido en 1937. Todo ello dificulta enormemente la posibilidad de estudiar el pasado de la localidad. Tenemos muy poca información que ofrecer. Por ejemplo, durante el periodo de la dictadura de Primo de Rivera cuando el general suspendió los ayuntamientos monárquicos y procedió a crear ex profeso unos nuevos sin elecciones, en 1923 hasta el nombramiento de nuevo ayuntamiento con el gobierno del general Berenguer en 1930, sabemos de forma indirecta que el alcalde de Guadalix de la Sierra, durante unos pocos años, fue Antonio Vázquez Fernández. Era labrador. Había nacido en esta localidad el 17 de enero de 1877, siendo sus padres Nicomedes e Isabel. No podemos conocer quiénes fueron sus concejales durante ese periodo ni quienes fueron nombrados en 1930. Una falta de información que nos impide conocer los nombres de aquellas personas que estuvieron implicados en los asuntos municipales a lo largo de esos años. Más si cabe si pensemos en que este periodo de la dictadura fue un intento de promover a otras personas en la política local, diferente de la élite monárquica. Se conoce, sin embargo, la composición del ayuntamiento del año 1925, en pleno periodo de la dictadura de Primo de Rivera, sin saber exactamente el tiempo que ejercieron su mandato sus ediles. Son nombres, desde luego, que no volverán a aparecer entre la élite política local posterior inmediata.

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Cuadro nº 1: Composición del ayuntamiento en 1925 durante la dictadura de Primo de Rivera Nombre y apellidos Mariano Blázquez Cesáreo Hernán Carmelo López* Ignacio Hernán Ruperto García Máximo García Eugenio Sanz

Cargos Alcalde Concejal Ídem Ídem Ídem Ídem Ídem

Fuente: Ayuntamiento de Guadalix de la Sierra. Elaboración Propia. * Propietario y comerciante, padre de Martín López Díaz , concejal republicano y alcalde franquista de la 1º post-guerra.

Las elecciones municipales del 12 de abril de 1931 y el surgimiento de la segunda República

Después del fracaso de la aventura dictatorial de Primo de Rivera, los ayuntamientos del país fueron renovados por el gobierno del general Berenguer con la autorización del rey Alfonso XIII. Bajo la promesa expresa de volver a convocar elecciones municipales para 1931, la corta experiencia política de dicho general se vio comprometida con el fallido golpe militar en Jaca en favor de la proclamación de la República en 1930. Fue una especie de transición hacia algo que mucha gente pensaba que sería nuevo. Se prepararon las elecciones municipales para el 12 de abril de 1931 con más efervescencia que en otros años anteriores a la dictadura. En las poblaciones importantes del país como Madrid se presentaron muchos candidatos de diferentes partidos monárquicos, republicanos y socialistas como muestra de dicho interés por dichas elecciones. Sin embargo, en contextos rurales como Guadalix de la Sierra, existía otro ambiente, más sosegado y rutinario. Esta localidad no se vio inmersa en operaciones participativas con presentaciones de numerosos candidatos para ser elegidos concejales. Es más, la élite política local pactó entre sus miembros

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más destacados lo que permitía el artículo 29 de la Ley electoral de 1907, la no celebración de elecciones si “no hay mayor número de candidatos que el número de elegibles”, el llamado encasillado. Por su número de habitantes, a esta localidad le correspondía 9 concejales y si se presentaban igualmente 9 candidatos a la Junta electoral, dicha Ley permitía la posibilidad de no realizar elecciones ya que los mismos interesados pactarían los cargos entre sí. Y así fue lo que ocurrió en dicha localidad7. Fue el ejemplo palpable que la política local estaba en manos de dicha élite local, los caciques que tuvieron la posibilidad de controlar el contexto político local para evitar cualquier sobresalto con posibles candidatos no controlados por ellos mismos. Esta decisión tomada demostró igualmente que no estaba presente en Guadalix de la Sierra, durante esos tiempos, una alternativa política a dicha élite, muy cómoda con este contexto monárquico, una alternativa que solamente podía venir del republicanismo. Una acción legalmente constituida que tuvo funestas consecuencias en el ámbito rural del país. Provocó el acomodo y asentamiento de los caciques locales en detrimento de una necesidad democrática que pasaba por expresar sus ideales en las votaciones. Influyó negativamente en acentuar la apatía vecinal ante los procesos electorales, no sintiéndose implicados en la vida local, teniendo en cuenta que las mujeres y los hombres menores de 25 años tampoco podían participar. El 12 de abril de 1931 no se celebraron elecciones municipales en Guadalix de la Sierra. Los compromisarios ya habían pactado la lista de concejales para regir los destinos de la localidad. El 14 de abril, dos días después de dichas elecciones municipales, se proclamó la segunda República. Con el monarca exiliado, las fuerzas monárquicas se quedaron sin referentes políticos inmediatos y muy perplejas ante la nueva situación. Lo mismo ocurrió con los concejales del ayuntamiento de Guadalix de la Sierra. Todos ellos monárquicos, esperaron el desenlace de los acontecimientos políticos de la provincia. Pero desde las altas esferas del gobierno provisional de la República y del ratificado por las urnas en junio del mismo año, los ánimos por republicanizar la vida política local fueron uno de sus objetivos inmediatos. Para ello había que animar a las agrupaciones republicanas locales a que denunciaran el resultado de las elecciones municipales ganadas por los monárquicos y así forzar nuevas elecciones que se 7

Pero no fue la única población que se acogió a este articulado. Por ejemplo, la vecina San Agustín del Guadalix hizo la misma operación.

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celebraron en mayo de dicho año. Pero en Guadalix de la Sierra no se hizo porque no existía aún por esas fechas agrupación republicana. Cuadro nº 2: lista pactada y no votada del ayuntamiento en las elecciones del 12 de abril de 1931.

Nombre y apellidos Victoriano Cortés Rodríguez Juan Peñas Bertólez Mariano Gil Mariano González Gonzalo Balbino García Nicolás Baonza de Castro Juan Blázquez Alberto Junco Gamo Gregorio Revilla Rubio

Cargo Alcalde

En representación Monárquico

1º teniente Alcalde Concejal Ídem

Ídem Ídem Ídem

Ídem Ídem Ídem Ídem Ídem

Ídem Ídem Ídem Ídem Ídem

Fuente: Ministerio de Agricultura. Elaboración propia.

El gobernador civil republicano de la provincia, muy al tanto de los resultados electorales de cada pueblo, no estaba satisfecho de lo que había ocurrido en Guadalix de la Sierra el 12 de abril. Sin el apoyo de una agrupación republicana que le sirviera de conexión y con el uso del artículo 29 para no contemplar elecciones, las relaciones entre dicho gobernador civil y la élite política local no tuvieron que ser muy cordiales. Conscientes de esta situación, la élite política local de tradición monárquica tuvo que reconvertirse para adaptarse al nuevo contexto político. Todos ellos tuvieron que asimilar la nueva realidad republicana. Para ello buscaron nuevos apelativos. Muchos de ellos se llamaron “republicanos independientes”, otros se afiliaron a partidos republicanos de nuevo cuño como el PLR, ajenos a los republicanos que gobernaban en coalición con los socialistas desde abril de 1931 en las Cortes. Una de las primeras intervenciones del ayuntamiento de Guadalix de la Sierra fue en junio de 1931, cuando el alcalde Victoriano Cortés, en nombre del ayuntamiento, expuso una queja al nuevo gobierno republicano en relación a la pérdida de la dehesa del Quejigal, ocurrida en 1898. Aprovechando nuevos

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aires con el cambio de gobierno, el consistorio local volvió a reivindicar la recuperación de su dehesa, usurpada por manos privadas. En 1932, el alcalde, esta vez Juan Peñas Bertólez, volvió a insistir ante el presidente de la República, Manuel Azaña y el ministro de Trabajo, Largo Caballero dejando claro “que no se interpuso el oportuno recurso por causas y motivos que no conocemos pero que indignan y sublevan al pueblo con la desdichada misión de su representación municipal de aquella época”8. La pérdida de la dehesa había supuesto una merma económica importante para muchas familias del pueblo. Así lo certificaban una serie de vecinos en una carta el 26 de junio de 1931: Mariano Gil, Mariano Revilla, Benito Revilla, César Sánchez, Felipe Márquez, Cayetano Gil, Florentino Gil, Jesús Estebaranz, Blas Gamo, Fermín González, Tomás Gil García, Luis Revilla, Benito González, Rafael Revilla, Vicente Esteban y el secretario del ayuntamiento, Joaquín Santos, diciendo que “al quedarse el pueblo sin dehesa, en mayor o menor escala, todos sus vecinos eran propietarios, todo el pueblo se resintió, encareciéndose los arrendamientos y el terreno y como consecuencia los débiles cayeron y fueron brotando decenas de obreros que hubimos de abandonar nuestro hogar para buscar un jornal fuera del pueblo”9. Protestas en vano ya que dicha dehesa nunca volvió a ser de propiedad municipal Lo cierto es que la llegada de la segunda República en Guadalix de la Sierra fue una oportunidad para el surgimiento y visibilidad de organismos como sindicatos y partidos. Uno de los primeros organismos que se creó en la localidad fue la UGT. No sabemos la fecha exacta pero bajo el calor del gobierno republicano-socialista entre 1931 y 1933, ambiente favorable para el surgimiento de la sindical socialista, por primera vez en la historia de la localidad, un sindicato de clase se creó con la intención de defender los intereses de los obreros de la localidad. Dicha creación sindical fue el primer peldaño para la creación de un contexto local diferente a épocas anteriores. Con la República, surgieron organismos que no pudieron existir anteriormente. La UGT fue una de ellas pero no la única. A nivel político, el primer partido que se oficializó fue Alianza Popular (AP), partido conservador que intentó agrupar a los vecinos de ideología conservadora de la localidad. A su cabeza estuvo el que fuera alcalde de la localidad en 1932 Juan Peñas Bertólez, concejal “pactado” de la lista de 1931. Coincidiendo con los primeros meses de 1934, los vecinos más abiertos al 8 9

Ministerio de Agricultura. Legajo 82. Idem

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ideal republicano se afiliaron a Unión Republicana (UR). Dicho partido resultó de una escisión de Alianza Republicana (AR), que se dividió en dos, los seguidores del presidente de la República, Manuel Azaña, en Izquierda Republicana (IR) y los seguidores del moderado Martínez Barrio con UR. Fue dicho partido, el centrado UR, el elegido por los vecinos republicanos de Guadalix de la Sierra y ser el primer partido político republicano de la localidad. Su máximo exponente en la localidad fue Constantino Herranz Márquez. En este contexto político local, en el que determinados partidos políticos tanto de derechas como de centro-izquierda llegaron a tener buena afiliación de vecinos, el gobierno republicano-socialista decidió que la localidad de Guadalix de la Sierra debía sumarse a otras poblaciones madrileñas para realizar elecciones democráticas que el artículo 29 de la Ley electoral de 1907 impidió en 1931. Una vez aprobado en Cortes en diciembre de 1932, todos los concejales elegidos por dicho artículo fueron cesados de sus funciones y sustituidos por una comisión gestora representada, en el caso de Guadalix de la Sierra, por tres personas: un representante del Estado, normalmente un funcionario, en nuestro caso un maestro del que no conocemos su identidad, un representante de los obreros elegido por su sindicato, Juan Ramírez García y un representante de los contribuyentes cuya elección recayó en Victorino Junco Anguas. El alcalde provisional de dicha comisión era elegido entre sus tres miembros cuya elección recayó en el candidato obrero, Juan Ramírez García. Una vez en funcionamiento en enero de 1933, dicha comisión gestora fue la encargada de preparar las nuevas elecciones municipales, para finales de abril de 1933. Celebradas el 23 de abril de 1933, los vecinos mayores de 23 años de la localidad pudieron votar, esta vez, a sus candidatos, incluido las mujeres por primera vez en la historia. Pudieron elegir a más candidatos que los que correspondía para concejales, prueba de que el efecto democrático de esta ley fue positiva. Otro factor a tener en cuenta fue el posicionamiento político de los candidatos. Debían presentarse con unas determinadas siglas, lo que para muchos pudo forzar identidades políticas. Los candidatos conservadores se alinearon tras las siglas de Acción Popular y la CEDA mientras que los republicanos de la localidad se presentaron representando a los partidos Acción Republicana y Republicanos Radicales-Socialistas que estaban gobernando en esos momentos o Republicanos Radicales que se hallaban en la oposición. Sin embargo, no es hasta el año siguiente, cuando se creó Unión

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Republicana cuando los republicanos del pueblo optaron por fundar una agrupación de dicho partido, ejemplo de un republicanismo moderado10.

Cuadro nº 3: resultados de las elecciones municipales celebradas el 23 de abril de 1933

Nombre y apellidos Constantino Herranz Márquez Joaquín Revilla Gil Feliciano García González Juan Ramírez García Rafael González López Isabelo Esteban Ayuso Pedro Lara Gutiérrez Isidoro Blázquez Revilla Álvaro Junco García Esteban Hernanz Arias Martín López Díaz

Nº de votos 356 353 353 350 347 338 242 241 239 233 216

En representación Republicano de izquierdas

Alianza Popular/CEDA ¿Republicano? UGT/republicano Republicano de izquierdas

UGT/republicano AP/CEDA AP/CEDA AP/CEDA AP/CEDA AP/CEDA

Fuente: Hemeroteca de la Comunidad de Madrid. Boletín Oficial de la Provincia de Madrid. Elaboración propia.

Esta nueva corporación, elegida por los vecinos, debía reunirse previamente y entre todos, en elección secreta, votaban los cargos de alcalde, teniente alcalde y concejales. No conocemos las relaciones de fuerzas que pudieron influir en los nombramientos pero lo cierto es que dicho cargo principal estuvo en manos de dos alcaldes diferentes entre 1934, 1935 y primeros meses de 1936. En 1934 el alcalde fue Joaquín Revilla Gil y a continuación hasta la victoria del Frente Popular en febrero de 1936, el alcalde fue Álvaro Junco García, todos ellos de ideología derechista. De los 9 concejales, cinco eran de derechas y cuatro de izquierdas, por lo que parece que la balanza se tumbó del lado derechista. Años más tarde, el secretario del ayuntamiento, Joaquín Santos Olalla, recordará los enfrentamientos que existieron entre su persona y el representante de los contribuyentes, Victorino Junco Anguas durante los meses que duró esta comisión gestora en 1933. Los problemas personales 10

Todos los detalles de las elecciones de abril de 1933, ver Roberto Villa García.

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(¿políticos?) afloraron entre ellos en ese momento políticamente complicado. Según él, sufrió “injusticias y violencias en su persona, acentuándose de manera notable desde la constitución de la comisión gestora municipal. (…) En la primera sesión de constitución de la comisión gestora el vocal patronal se unió al vocal obrero que resultó elegido presidente y seguidamente empezó Victorino Junco Anguas una persecución infame contra el exponente (es decir Joaquín Santos) pues en las sesiones públicas que se celebraban a la que asistía con gran algarada y escándalo la mayor parte de los afiliados a la sociedad obrera local, que se reclutaban en el centro obrero, en tono airado y de burla me preguntaba; ¿dónde está el carbón de la casa del ayuntamiento?”. Según el secretario del ayuntamiento, las tensiones afloraron en ese preciso momento movidas por motivos puramente personales en contra suya cuyo origen estaba en manos del cacique del pueblo. “En todos los momentos del gestor municipal Victorino Junco, trataba por todos los medios de echarme con escándalo la sociedad obrera local con un odio africano y manifiesto que se revelaba en todos sus actos inspirado sin duda por la representación local del caciquismo abyecto y miserable que empobrecía España, Álvaro Junco García, tío carnal de Victorino Junco”.11 En noviembre, en primera vuelta y diciembre, en segunda, de 1933, se celebraron elecciones legislativas para las Cortes y los resultados de Guadalix de la Sierra fueron los siguientes:

Cuadro nº 4: resultados elecciones legislativas de diciembre de 1933

Electores: 745 Candidatos Izquierdas 2.002 votos

Votantes: 554 Candidatos Derechas 1.549 votos

Fuente: Boletín Oficial provincia de Madrid. Elaboración propia.

En dichas elecciones, ganó el partido republicano Radical que gobernará con la CEDA, desbancando a la anterior coalición republicano-socialista, iniciando un periodo de derechización de la República. Sin embargo, en Guadalix de la Sierra, los votos fueron, en su mayoría, para el bloque de 11

Ver Archivo Histórico de Defensa. Sumario consejo de guerra contra Joaquín Santos Olalla, sumario 46342, caja 95/15

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republicanos de izquierdas. Comparando las elecciones municipales de abril de 1933 con las legislativas de diciembre del mismo año, llama la atención que una población que votaba mayoritariamente a la izquierda para las Cortes fuera gobernada por alcaldes de derechas, lo que hace aún más complejo entender las relaciones de poder existentes en la localidad. A partir de 1934 en adelante, Guadalix de la Sierra se fue polarizando poco a poco entre opciones ideológicas cada vez más públicamente marcadas. Recordemos que los partidos políticos existentes estaban en manos de Unión Republicana y Acción Popular, mientas que la única organización sindical era la UGT. En esos momentos, la derecha local quiso fortalecerse pensando en su juventud, creando un Círculo Católico donde agrupar a las Juventudes Católicas de la localidad. Una especie de rearme ideológico aprovechando el viento a favor con el triunfo de las derechas en las elecciones legislativas. El nuevo gobierno conservador de la nación siguió las pautas del anterior gobierno respecto a su política intervencionista en los ayuntamientos. Si el anterior gobierno forzó la “republicanización” de los antiguos cargos municipales monárquicos con la intención de acabar con el caciquismo local, este gobierno estuvo muy atento a los resultados electorales de diciembre de 1933 así como de la incidencia municipal en favor de la huelga revolucionaria de octubre de 1934. No tenemos constancia de incidencias de dicha huelga en Guadalix de la Sierra salvo una declaración de un militante de CNT de Madrid, Florentino Rodríguez Sánchez, que se hallaba en esta localidad durante dicha huelga. Según él, “detuvieron en Guadalix de la Sierra a diez o doce individuos y gracias a la intervención de Juan Peñas Bertólez puso en libertad a los que pudo, que dicha persona a raíz de dichos sucesos, le facilitó protección con el fin de que no le fuese encontrada una pistola que llevaba”12. 1934 fue un año complicado para este ayuntamiento. Sabemos que en enero de dicho año el alcalde que firmó los presupuestos del año fue Joaquín Revilla Gil, miembro de Acción Popular. Pero tal vez a raíz de los sucesos de octubre en el pueblo como represalia, así como del resultado de las elecciones de diciembre de 1933, Juan Peñas Bertólez, “el ejecutor de las órdenes del partido Acción Popular que daba para el pueblo (…) fue requerido por el diputado Luis Fernández Heredia para que le diese nueve nombres para el

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Ver Archivo Histórico Nacional. FC.Causa General, 81, exp:12.

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nombramiento de gestora municipal lo cual hizo y siendo inmediatamente nombrados gestores del ayuntamiento los individuos que él había elegido”13. En efecto, si en los primeros meses de 1934, en la composición del ayuntamiento, estaban presentes miembros de UR y UGT como lo indica el cuadro anterior nº 3, los nombramientos realizados por el hombre fuerte de Acción Popular en el pueblo, Juan Peñas Bertólez, en octubre de 1934, y avalados por el gobernador civil de la provincia así como por la directiva de dicho partido en Madrid, dejaban un nuevo ayuntamiento sin rastro de concejales de UR y UGT. Fueron expulsados mediante la nueva comisión gestora, atropellando el deseo democrático ejercido por los vecinos en 1933.

Cuadro nº 5: composición de la comisión gestora nombrado en octubre de 1934 (hasta marzo de 1936)

Nombre y apellidos Álvaro Junco García Mariano González Gonzalo Nicolás Baonza de Castro Martín López Díaz Jesús Lara Gutiérrez Victorino Junco Anguas Tiburcio Rodríguez Conde Esteban Hernán Arias

En representación de Alcalde. Acción Popular Concejal. Idem idem idem idem idem idem idem

Fuente: Archivo Municipal de Guadalix de la Sierra. Elaboración propia.

Este gobierno municipal monocolor en manos de los conservadores y dirigido por el presidente Álvaro Junco García duró el tiempo que se mantuvo en el poder la CEDA en el gobierno nacional. La sintonía entre poder central y local era absoluta y total. Unieron sus tiempos de gobierno, dejando claro que el poder central procuraba influir en la autonomía de las elecciones locales. En febrero de 1936, se celebraron nuevas elecciones legislativas, muy polarizadas entre dos frentes políticos, los defensores del Frente Popular y los de la CEDA. Unas elecciones ganadas por el Frente Popular en las que los datos 13

Declaración de Juan Peñas Bertólez. Idem

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de Guadalix de la Sierra dieron el triunfo para la CEDA. A diferencia de las elecciones legislativas celebradas en diciembre de 1933, esta localidad votó a favor de la CEDA. En comparación entre ambas votaciones, los partidos de izquierda perdieron casi 400 votos mientras que los de derechas ganaron 200 votos, superando en algo más de 100 votos al bloque del Frente Popular.

Cuadro nº 6: Resultados de las elecciones de febrero de 1936 en Guadalix de la Sierra. Electores con derecho a votar: 770 Candidatos Frente Popular 1.632 votos

Votantes totales: 566 Candidatos CEDA 1.747 votos

Fuente: Boletín oficial provincia de Madrid. Elaboración propia.

El nuevo gobierno del Frente Popular estuvo muy pendiente de la política local. En la misma lógica que los gobiernos anteriores, se forzó mediante la creación de comisiones gestoras la eliminación de las que el gobierno de la CEDA, año y medio antes, había impuesto a su vez. Un círculo viciado cuyas consecuencias directas en el plano local fueron muy importantes ya que forzaron relaciones políticas cada vez más tensas entre muchos vecinos. En Guadalix de la Sierra, el alcalde presidente de la comisión, Álvaro Junco García tuvo que renunciar a su condición y en nombre de todos los demás concejales renunciar a continuar ejerciendo el poder municipal. El nuevo gobernador civil de la provincia de Madrid, el socialista Carlos Rubiera, nombró a una nueva comisión gestora con aquellos vecinos que más se identificaban con los ideales del Frente Popular, entre los miembros de UR y UGT, las únicas organizaciones existentes en esos momentos en favor de dicha coalición. Entre ambas coparon los puestos ya que la distribución de la misma estuvo repartida de la siguiente forma: 5 vocales para UR y 4 para la UGT. Cuadro nº 7: Composición de la comisión gestora municipal a partir de marzo de 1936. (sólo constan los que se han podido documentar) Nombre y apellidos Constantino Herranz Márquez Isabelo Esteban Ayuso Rafael González López Cirilo Perdiguero García

Cargo Alcalde presidente Vocal Vocal Vocal

Fuente: AHD. Sumarios diversos Consejo de guerra. Elaboración propia.

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En representación de UR UGT UR ¿UR?


Firma del alcalde presidente de la comisiรณn gestora, Constantino Herranz, instaurada en marzo de 1936. Fuente: Archivo municipal de Guadalix de la Sierra.

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Entre marzo y el 18 de julio, la falta de documentación nos impide saber qué tipos de acuerdos fueron tomados por esta nueva comisión gestora impuesta por el gobierno del Frente Popular, a la excepción de uno: fue la de determinar la depuración de los trabajadores y funcionarios del ayuntamiento que no fueran afines a los ideales republicanos del Frente Popular. Así lo cuenta Cándido Nieto García, el auxiliar de secretaría del ayuntamiento del periodo republicano, unos años más tarde siendo subjefe de Falange,: “Que en marzo de 1936, al ser repuestos de sus cargos concejiles, el ayuntamiento del Frente Popular después del amañado triunfo electoral del 16 de febrero, la directiva de la sociedad obrera en un escrito presentado al dicho ayuntamiento solicitaba que se diera de “baja a todos los empleados municipales que no fueran republicanos” y llevado el asunto a sesión del día 7 de marzo, quedó pendiente sobre la mesa para nuevo estudio y examen, pudiendo afirmarse que no se llevó a efecto porque la guardia civil del puesto de Miraflores había sido enterada e hizo acta de presencia en el pueblo”14. Esta moción no llegó a cumplirse ya que todos los trabajadores municipales siguieron en sus puestos de trabajo una vez pasado el 18 de julio de 1936, fecha del golpe militar.

Las consecuencias del golpe militar del 18 de julio en Guadalix de la Sierra

Todo fue muy rápido. Ante las angustiosas noticias de golpe militar por parte de los militares desde África y su paso a la península, los miembros de la comisión gestora se reunieron de urgencia en el ayuntamiento para tomar decisiones. Pero primero había que informarse de lo que pasaba en Madrid. El destino de esta provincia estuvo muy vinculado con el destino definitivo del asalto al cuartel de la Montaña de Madrid. Hasta su rendición, unos pocos días después del golpe militar, la situación no tuvo un claro vencedor. En este tiempo de espera, los miembros de la comisión gestora consideraron que había que controlar la situación del pueblo para evitar manifestaciones públicas de apoyo a la sublevación. Para ello era fundamental controlar todas las armas 14

. Idem nota 12

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existentes en el pueblo, sobre todo las que estuvieran en manos de vecinos que la comisión gestora consideraba de derechas y afines al golpe militar. Entre los miembros de la comisión gestora y la directiva de la UGT donde se concentraron los vecinos afines a la República, se reclutaron voluntarios que se prestaron a realizar controles domiciliarios para requisar armas. Francisco Gil Madridano fue uno de ellos: “Que el 18 de julio estaba en Guadalix, a los dos días recogieron las escopetas de todo el pueblo empezando a hacer guardias y en la cárcel donde tenían detenidas a 11 personas de derechas, practicándose también en el pueblo algunos registros aunque él no efectuó ninguno”15. Otro miliciano, Antonio Duarte Calderero, decía: “Presté mis servicios de control en la carretera siendo mi misión detener a todos los coches que pasaban y pedirles la documentación”16. Al mismo tiempo, como suscribía Cirilo Perdiguero García como alcalde de la comisión gestora en octubre de 1936,: “el fundamento de las detenciones fue debido a que la alcaldía de este municipio dio un pregón el día 20 de julio, haciendo saber que todo el que tuviera armas las presentara en la casa del ayuntamiento en el plazo de 2 horas bajo penas severas”17. Los vecinos que consideraron de derechas fueron arrestados y llevados a la cárcel del ayuntamiento, otras se presentaron con armas al ayuntamiento cumpliendo la orden, entre ellos a Juan Peñas Bertólez, Francisco Hernán, el sacristán, José Blázquez “el tejero”, Carmelo López, Álvaro Junco García, Mariano Gil Rodríguez, Nicanor Candelas Gil, Martin López Díaz, Carmelo López Gálvez, Mariano González Gonzalo, Miguel Junco Gil, Francisco Hernán Martin, etc… No fueron los únicos ya que hubo en septiembre otra redada de vecinos considerados de derechas que fueron arrestados en la cárcel del ayuntamiento como José Matesanz el maestro, Ignacio Villas el cura, Alberto y Nicolás Baonza, Sebastián Anguas, Cesáreo Hernán, Antonio Revilla, Lucas Serrano, Florencio Baonza, Mariano García, Victorio Junco, Victorino García, Jesús García, Esteban Hernán, Elías Gamo, Jesús Lara, Balbino García, Eugenio Sanz, Antonio Vázquez Fernández etc... La preocupación por los elementos contrarios al régimen republicano del Frente Popular fue una constante prioridad en estos primeros momentos después del golpe militar para los representantes de la legalidad republicana. La mayoría de los arrestados fueron llevados a la Dirección General de Seguridad de Madrid con la certificación sellada como 15

AHD. Sumario contra Francisco Gil Madridano, Sumario 9703, Legajo 3137 AHD. Sumario contra Antonio Duarte Calderero, sumario 68 298, legajo 5395 17 AHN. Archivo Histórico Nacional. Causa General, 81, exp: 12. 16

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desafectos al régimen republicano, donde fueron llevados a la cárcel como el caso de Álvaro Junco García: “Que el 21 del mismo mes de julio se presentó a mi casa el alguacil municipal en buenas formas por orden del alcalde me presentara en el ayuntamiento, donde fui y me dijo dicho alcalde “queda Usted detenido provisionalmente” (..) El día 10 de agosto fui conducido con mis compañeros a Madrid ”18. Lo mismo le pasó a Antonio Vázquez Fernández que “fue detenido en septiembre por las milicias del pueblo las cuales en unión de otras diez personas más le enviaron a la DGS. Fue puesto en libertad en octubre estando en Madrid hasta diciembre de 1937 en que se marchó al pueblo porque tenía la mujer enferma, no saliendo nada a la calle durante el tiempo que estaba en el pueblo, limitándose a pasear por su casa y por el corral”19 Seguiremos el caso concreto del vecino Juan Peñas Bertólez, máximo representante de la derecha local desde su arresto en el pueblo hasta su condición de desaparecido en Madrid. Él mismo dijo en la celebración de su juicio “que fue detenido en su pueblo el 21 de julio por el alcalde en virtud de haberse hallado en un registro que se efectuó en su casa una pistola y otras armas antiguas sin licencia para tales armas, quedando en el calabozo del ayuntamiento y trayéndole a la Dirección General de Seguridad donde pasó a la prisión de san Antón de Madrid donde ha permanecido hasta el 8 de septiembre en que fue puesto en libertad por orden de dicha Dirección. Que se fue a vivir en casa de una hermana en la calle Conde Duque donde hace unos 4 o 5 días fue detenido por la tarde por un policía y unas milicias que dijeron iban cumplimentando una orden. Me llevaron al Ministerio de la Guerra donde fue sometido a un interrogatorio”20. En efecto, Juan Peñas Bertólez poseía armas propias sin licencia. Como él mismo aseveró: “Ante el temor de que se le recogieran estas armas, las arrojó a un pozo. Cuando fue requerido por las autoridades para que las entregase, negó tenerlas, ocultando también que las había arrojado al pozo pero confesó este extremo cuando observó que se disponían a registrarlo”21. Los milicianos locales realizaron dicho registro y hallaron dichas armas. Genaro Frutos, jefe de las milicias del pueblo, informaba de dicha actuación: “el día que se realizó el registro en su domicilio se encontró en un pozo una pistola Star del nueve corto y una caja de cápsulas y un fusil

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AHD: Sumario contra Constantino Herranz Márquez, sumario: 35 758, caja 2302 nº 9 AHN. Causa General,297, exp:112 20 AHN. Causa General,81,exp:12 21 Idem 19

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partido por la mitad. Dichas armas las tiene las milicias de Guadalix de la Sierra”22. El 8 de septiembre fue liberado de la cárcel por orden de la DGS. En esta decisión debemos ver la ayuda de Florentino Rodríguez Sánchez, un miliciano anarquista, afiliado a la CNT de Madrid. Según la sobrina de Juan Peñas, María Junco Anguas, certificó: “que Florentino Rodríguez auxilió a mi tío Juan Peñas Bertólez siempre que le fue necesario poniéndose incondicionalmente a su disposición. Primeramente gracias a su intervención fue puesto en libertad de la cárcel de san Antón”23. En octubre, fue otra vez detenido en Madrid sin intervención de las milicias del pueblo, celebrándose su juicio en el tribunal popular de Madrid, sección 1.

Informe del jefe de milicias locales Genaro Frutos Rubio. Fuente: AHN. Causa general, 81, exp:12.

En esta ocasión, Juan Peñas Bertólez volvió a contar como testigo a su favor a Florentino Rodríguez Sánchez. Según su sobrina María Junco Anguas: “ siendo vuelto a detener por la policía roja y encontrándose casualmente el 22 23

Idem AHD. Sumario contra Florentino Rodríguez Sánchez, Sumario 39870, Legajo 5846

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citado Florentino en la casa que habitábamos, le acompañó y avaló de nuevo. Después fue juzgado por los tribunales populares de los que salió absuelto gracias a su declaración en favor de mi tío, el que tuvo la desgracia de desaparecer pocos días después en la evacuación de la cárcel Modelo”24 . Durante la celebración de su juicio, Juan Peñas Bertólez se apoyó en los avales de dicho Florentino Rodríguez Sánchez que le consideraba adicto al régimen republicano. El episodio que relató sobre la excarcelación realizada por dicho Juan Peñas de obreros presos en Guadalix por los sucesos de octubre de 1934 debe tomarse con pinzas ya que pudo ser un argumento a su favor (no contrastado) para su aval. Dicho aval fue ratificado por un supuesto sobrino de Juan Peñas, Nazario García Peñas, miliciano y afiliado a la UGT de Madrid. Sin embargo, dicho Nazario no parece que fuera realmente su sobrino (otra información sin contrastar por dicho tribunal militar) ya que sus padres se llamaban Francisco García y Francisca Peñas Peñas y no Bertólez25. Fueron, por lo tanto, avales forzados para influir en el tribunal a favor del denunciado, lo que finalmente decidió la absolución del mismo. Pero su desgracia fue la de no conseguir su liberación de la cárcel Modelo antes de las sacas realizadas en la misma en noviembre cuyos destinos terminaron en el arroyo de san José de Paracuellos del Jarama. Así pudo ser igualmente este mismo destino compartido con otros dos vecinos de esta localidad, José Blázquez Sánchez y Francisco Hernán. El control del orden local fue una prioridad para los defensores de la legalidad republicana. Con ese objetivo se plantearon la vigilancia de las carreteras, vigilar el flujo de vehículos que pasaban por el término en busca de personas que quisieran huir hacia el otro lado de la sierra. Para ello se necesitaban vecinos entregados a la causa republicana, dejaran sus trabajos y se convirtieran en milicianos, siendo para ello remunerados. Muchos de ellos se ofrecieron voluntarios, todos procedentes de la UGT local y del partido UR, únicas organizaciones existentes en el pueblo afines a la República en esos momentos. Éste fue el caso de Avelino Corrales Revilla: “fue uno de los caracterizados elementos que en los primeros días del Movimiento se distinguió por su actividad revolucionaria saliendo a las entradas del pueblo y caminos principales con armas”. Otro miliciano, Valeriano García Arias, comentaba que: “que desde el principio prestó sus servicios como miliciano con una escopeta a las órdenes del comité”. Que el miliciano Pablo Arias Gil “formaba parte de los 24 25

AHD. Idem AHD. Sumario contra Nazario García: Sumario sin nº, Caja 3270/9

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grupos revoltosos y revolucionarios haciendo guardias desde los primeros instantes� etc‌

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Fuente: El Heraldo. Hemeroteca Nacional. Recoge el caso de Juan Peñas Bertólez.

24


Fuente: AHN. Causa General.81,exp:12. Informe de Cirilo Perdiguero García, alcalde-Presidente de la comisión gestora sobre Juan Peñas Bertólez.

25


Fuente: AHN. Causa General, 81, exp:12. Aval de la CNT en favor del detenido Juan Peñas Bertólez.

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Dichas milicias locales quedaron organizadas bajo el mando de su jefe, Genaro Frutos Rubio de UGT, ocupando así mismo el cargo de jefe del comité de investigación, el responsable de la seguridad local. El reclutamiento para dichas milicias tuvo que incentivarse por los dirigentes locales ya que necesitaron más milicianos para las tareas necesarias. El propio Genaro Frutos Rubio, jefe de milicias, tuvo que exhortar a los jóvenes obreros para que dejaran su trabajo e ingresaran a las milicias. Avelino Corrales Revilla, también de UGT, le ayudó en esta tarea: “conminó a los elementos marxistas a que abandonasen el trabajo y dedicasen todas sus actividades a la vigilancia de los elementos de orden y simpatizantes con la causa nacional, fue uno de los primeros voluntarios y presionó a los afiliados de la UGT a que ingresasen en las milicias, consiguiéndolo en gran medida”26. Dichos milicianos realizaron su trabajo de control pero para ello cobraban un sueldo que en parte estaba sufragado por las aportaciones de los vecinos de derechas acaudalados. Algunos entregaron el dinero sin aparente crítica pero otros se sintieron coaccionados bajo amenazas por los dirigentes milicianos para entregar dichos pagos27. Así lo confirmaba el derechista Martín López Díaz: “desde el primer día del Movimiento, y asesorado por el célebre maestro de Manzanares, Vicente Blázquez organizó las milicias populares erigiéndose en su jefe y poniendo un cartel en él que a la puerta del cuartel decía “milicias populares, se admiten donativos” teniendo las personas de orden la inexcusable obligación de aportar regalos”28. Otro aspecto a tener en cuenta fue la situación bélica que sufrió la sierra madrileña en la que no se escapó Guadalix de la Sierra. El destacamento de transmisiones del cuartel de El Pardo se volcó en el golpe militar pero la caída del cuartel de la Montaña le obligó a emprender una huida hacia la sierra para alcanzar la parte segoviana que estaba en manos de los sublevados. En su paso por Colmenar Viejo y Manzanares el Real, dicho destacamento fue frenado por los milicianos republicanos alertas y decididos en impedir su paso. Tras los combates, el gobierno republicano nombró jefe de milicias de la sierra al 26

AHD. Sumario contra Avelino Corrales Revilla, sumario 48740, legajo: 3299 . Como así lo aseveran los vecinos: Mariano Candelas García, Mariano González Gil, Urbano Baonza Esteban, Martin Martín González, Lucas Serrano Serrano y José Matesanz Esteban, todos afiliados a Falange Española de esta localidad en 1939. 28 AHD. Sumario contra Vicente Blázquez Márquez, Sumarios 60017 y 29988, legajo 3299 27

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alcalde de Manzanares el Real, el maestro Mariano Yáñez Tirado que había tenido cierto protagonismo en esta operación militar29. Una de sus primeras medidas fue la de unificar milicianos de esta parte de la sierra con la creación de la milicia “enlace de la sierra” donde se apuntaron vecinos de Manzanares el Real, Chozas de la Sierra y Guadalix de la Sierra. En efecto, sabemos por Vicente Blázquez Márquez de UGT que: “en los primeros días de estallar el Movimiento, se presentó un hombre de Manzanares apodado el calvo que propuso formar milicias en el pueblo reuniéndose varios individuos del pueblo con tal objeto entre los que figuran Vicente Gil Madridano y Avelino Corrales Revilla, siendo nombrado el declarante Jefe de los mismos por el motivo de haber estado tres años sirviendo en el ejército”30. Sin duda, ese hombre de Manzanares fue Mariano Yáñez Tirado. Consiguió crear dicha milicia entre los vecinos del pueblo afines a la causa republicana, empezando por los elementos más radicales de la UGT y algunos de UR. Ese fue el caso de Vicente Blázquez Márquez que fue elegido responsable de dichas milicias: “en los primeros días de octubre se incorporó al frente con la categoría de capitán de milicias “enlace de la sierra”, posteriormente ingresó en el ejército con la misma categoría de capitán hasta el final de la guerra”31. De forma voluntaria, la juventud del pueblo afín a la República se alistó de forma voluntaria para luchar en el frente, en primer lugar encuadrada en las milicias “Enlace de la sierra” y, a partir de 1937, en la 28º Brigada del ejército del Centro. Destacaron el propio Vicente Blázquez Márquez como capitán, Avelino Corrales Revilla como teniente, Eufemio Ballesteros Revilla, Valeriano García Arias, Ricardo Válcarcel Gamo como sargentos, Vicente Gil Madridano como cabo, Joaquín Espinosa Ballesteros como comisario político y otros muchos como soldados sin graduación.

¿Quién dominó la situación local durante el verano de 1936?

Ya hemos comentado que las personas más comprometidas con la causa republicana, los afiliados a la UGT y a UR, fueron los que tomaron la iniciativa 29

. Ver La sierra convulsa (2015). . AHD. Sumario contra Vicente Blázquez Márquez, Sumarios 60017 y 29988, legajo 3299 31 AHD: idem 30

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por controlar a la localidad en momentos convulsos. Tuvieron que ser momentos complicados ya que la situación local no fue una explosión general en favor del Régimen republicano del Frente Popular (recordemos que en las elecciones de febrero ganaron las derechas). Ante esta situación harto complicada, sabemos que la comisión gestora municipal capitaneada por el alcalde Constantino Herranz Márquez fue la que llevó las primeras iniciativas respecto al control y seguridad en el pueblo. Pero ello no implicaba directamente que el poder local estuviera en sus manos. En primer lugar, a pesar de la escasez de información, el 24 de julio, la comisión gestora no pudo evitar el saqueo de la iglesia parroquial. Tras el golpe militar, los curas párrocos dejaron de oficiar, algunos se escondieron, otros huyeron y otros más fueron arrestados y acabados asesinados. En el caso de esta localidad, el cura párroco Ignacio Villas quedó arrestado, dejando las llaves a alguna autoridad local, véase el alcalde o el comité para su custodia. Pero lo cierto es que la iglesia parroquial fue asaltada según comenta el alcalde franquista Vicente Torres en 1939: “la iglesia fue saqueada haciéndolo en masa, destrozando los ornamentos y otros objetos de culto católico”32. Esta respuesta del alcalde franquista destaca el ataque a la iglesia como un hecho colectivo y anónimo, sin protagonistas a la vista. De hecho, en la documentación consultada, no se han encontrado referencias a la acción directa de determinados vecinos en el saqueo. La única de ellas proviene de Vicente Blázquez Márquez, diciendo: “que no intervine en el saqueo de la iglesia como puede probarlo el cura Ignacio Villas ya que deposité las joyas en casa del propio cura cuando se hizo cargo de la misma alcaldía”33. Este ataque anticlerical, centrado en objetos y ornamentos, no en personas, se centró en la iglesia parroquial dejando intacta la ermita de la patrona, la Virgen del Espinar según aseveró el alcalde franquista Vicente Torres. No fue hasta unos meses después cuando se saquearon de nuevo los templos religiosos, una segunda vez, como veremos más adelante pero en otro ambiente diferente. Desde luego, el contexto local estaba muy contagiado por los acontecimientos bélicos que ocurrían en la sierra madrileña. Las carreteras estaban transitadas por camiones repletos de milicianos, por milicias foráneas que pasaban por la localidad camino del frente o de regreso a Madrid. Solían parar e interesarse por la situación local ya que se consideraban la esencia de la 32 33

AHN. Causa general. Guadalix de la Sierra, 1508, exp:5 AHN. Sumario contra Vicente Blázquez Márquez. Ver nº sumario más arriba.

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revolución iniciada tras el golpe militar. Incluso, al igual que un terremoto, pasaban por el pueblo con la intención de “limpiar” la localidad de cualquier resto del viejo mundo que se estaba derrumbando. Un buen ejemplo de lo que estamos hablando lo confirma Vicente Blázquez Márquez cuando dice que : “ añade que durante su actuación impidió que fueran sacados del pueblo el sacerdote y varias personas de derechas a pesar de que los milicianos que pasaban por el pueblo al regreso del frente le preguntaban continuamente “cuantos paseos habían dado” y al enterarse de que no habían dado ninguno les exigían las personas de derechas que estaban en la cárcel y las personas de derechas para llevárselos a lo cual el declarante se oponía”34. La presión exterior de las milicias por influir en el contexto local respecto a la “limpieza” política dejó claramente a la vista que el nivel de compromiso con dicha violencia política entre milicias foráneas y comité local no estaba equiparado. No compartían la misma percepción de la realidad local ni las formas para emprender un cambio. Incluso, entre los miembros locales afines a la causa republicana, existieron diferencias respecto a las formas, modos e intensidades que había que imponer entre los vecinos. Lo cierto es que, a nivel local, afloraron desde los primeros días después del golpe militar, diferencias entre los dos organismos que dirigían la legalidad republicana del Frente Popular. La mayoría de los pueblos serranos implantaron, con más o menos celeridad, el llamado comité del Frente Popular donde estuvieron representados todos los partidos y sindicatos afines a la República, comité que pretendía representar realmente a todas las opciones políticas de la localidad. En el caso de Guadalix de la Sierra nunca llegó a crearse dicho comité del Frente Popular. Esta ausencia pudo deberse a las (¿malas?) relaciones entre los dos organismos legales a la República, la comisión gestora municipal y la UGT con su comité directivo. Esta polarización entre ambos organismos parece existir desde el 18 de julio. Las primeras discrepancias surgieron respecto a quiénes debían ser arrestados. Constantino Herranz Márquez, alcaldepresidente de la comisión gestora creada en marzo y en el ejercicio de su función después del 18 de julio, reconocía presiones respecto al control de la seguridad: “que es cierto que el 20 de julio de 1936 se personó en casa de Esteban Hernán Arias acompañado de varios con el objeto de que Francisco Hernán Martin les hiciera entrega de una pistola que poseía, que al querer detener a tal Francisco se opuso el declarante por comprender que la pistola no 34

AHD. Sumario contra Vicente Blázquez Márquez, idem

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constituía delito pues al mostrársela vio que era un encendedor en forma de pistola”35. A pesar de su oposición como alcalde, Francisco Hernán Martín fue detenido y llevado al calabozo del ayuntamiento. Su cargo de alcalde no parece haber sido suficiente para imponer su autoridad. Tuvo de transigir en presiones y realizar acciones que no compartía: “que el 13 de agosto de 1936 por la fuerte presión que en el ayuntamiento le hicieron Vicente Blázquez Márquez, Agustín Gil Fernández, Ricardo Valcárcel Gamo, Nicolás Gil y otros más, se personó en casa de Feliciana Anguas con la intención de que la maltrataran, manifestándola que a requerimiento de los voluntarios dejase la casa para establecer su cuartel de milicias”36. Constantino Herranz Márquez, como alcalde y máximo representante de la legalidad republicana en el pueblo, no ejercía como tal, el poder no estaba realmente en sus manos. Como él mismo dijo: “que presionado por la turba roja, me vi obligado a detener o llevar a efecto su detención a Nicanor Candelas Gil, Martin López Díaz, Carmelo López Gálvez, Álvaro Junco García, Mariano González Gonzalo, Miguel Junco Gil y Francisco Hernán Martin”37. En estas condiciones de inferioridad, tuvo que aceptar su condición secundaria, procurando evitar en sus posibilidades desmanes como en el caso del interrogatorio que se quería realizar en el campo al retenido José Blázquez Sánchez., : “víctima de la presión que se me hacía autoricé a que saliera dicho José Blázquez para prestar la declaración en el campo que en el ayuntamiento no hizo y para tener seguridad de que nada le ocurriera acompañé a la expedición en un coche conducido por Nicolás García González”38. Tanto en temas relacionados con la seguridad y control de los vecinos de derechas como en otros más económicos, el alcalde había perdido legitimidad para imponer su poder: “que no he intervenido en requisas ni incautaciones ya que de esto los encargados de hacerlo eran los del comité de la UGT”39. Incluso, vecinos de derechas como Martín López Díaz fueron testigos de estas desavenencias, ofreciendo su versión: “que haciéndose dueño del ayuntamiento por la fuerza de las armas que le seguía, Vicente Blázquez obligó al alcalde Constantino Herranz a dimitir, ocupando su puesto aumentando el terror con su sola presencia en el cargo, lo que dejó al mandar sus huestes a defender la sierra”40. 35

AHD. Sumario contra Constantino Herranz Márquez, sumario: 35 758, caja 2302 nº 9

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AHD. Idem AHD. Idem 38 AHD. Idem 39 AHD. Idem 40 AHD. Sumario contra Vicente Blázquez Márquez, Sumarios 60017 y 29988, legajo 3299 37

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De hecho, desde finales de agosto de 1936, la comisión gestora municipal cambió de perfil. Sin llegar a un acuerdo para crear el comité del Frente Popular, lo que ocurrió fue un cambio (¿forzado?) de alcalde-presidente. Las fuerzas de la UGT parecían dominar la situación e impusieron a su candidato, a Vicente Blázquez Márquez como principal figura de esta comisión gestora. Tanto era así que la propia Falange local, años más tarde, reconocía esta relación de fuerzas: “y hasta que se formó el comité decretaba esta sindical UGT detenciones, lo que llamaban incautaciones y se hacían valer hasta dentro del ayuntamiento sus deseos y autoridad, enviando informes y atestados de los detenidos a la Dirección General de Seguridad”41. Eufemio Ballesteros Revilla era el presidente de UGT cuando se inició el golpe militar. Tal vez por ello,: “a finales de agosto aproximadamente, obedeciendo órdenes superiores tuve que desempeñar el cargo de responsable de investigación y vigilancia (..) y me dedique a ir poniendo en libertad a unos veinte vecinos de este pueblo que se encontraban detenidos en septiembre cuando me hice cargo de responsable de investigación y vigilancia”42. ¿Fue una iniciativa personal o amparada por el resto del comité de la UGT? Lo cierto es que esta acción acabó con la tendencia anterior de arrestar a vecinos de derechas. Cuadro nº 8: nueva composición de la comisión gestora municipal a partir de finales de agosto de 1936 hasta febrero de 1937 (incompleto)

Nombre y Cargo apelidos Vicente Blázquez Alcalde-presidente hasta primeros de Márquez octubre Cirilo Perdiguero Alcalde-Presidente desde octubre García hasta febrero de 1937 Inocente Herranz Vocal Consejero Márquez Isabelo Esteban Vocal Consejero Ayuso Constantino Vocal Consejero Herranz Márquez Fuente: AHD. Elaboración propia. 41 42

AHD. Sumario contra Marcial del Campo Barrio, sumario 58658, legajo 7588 AHD: sumario contra Eufemio Ballesteros Revilla, Sumario: 57822, Legajo 2707

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Representación UGT ¿UGT? UGT UGT UR


A partir de septiembre, el control por parte de los miembros de la UGT estaba garantizado. Ya representaban la única organización capacitada para imponer sus criterios sobre el resto de la población.

Cuadro nº 9: composición del comité de la UGT en 1936 (antes y después del 18 de julio) lista incompleta.

Nombre y apellidos Eufemio Ballesteros Revilla Eugenio Hernán Pascual-Sanz Agustín Gil Fernández

Cargo Presidente Secretario Tesorero

Fuente: AHD. Elaboración propia.

La retaguardia en guerra: gestión y conflictos.

Una vez estabilizada la línea de frente en las cumbres de esta parte de la sierra, destacó una prioridad entre los responsables de la comisión gestora municipal y del comité de la UGT locales, la del abastecimiento de la población en circunstancias de guerra. Tal vez por ello, el comité de la UGT de Guadalix de la Sierra tomó una de sus más importantes decisiones, recuperar el agravio sufrido con la venta de la dehesa del Quejigal, unos cuarenta años antes. No se habían olvidado de esta pérdida y este momento fue el idóneo para recuperar ese bien preciado que ni la justicia monárquica ni las buenas palabras de los ministros republicanos habían conseguido solucionar. Ellos sí lo conseguirían con los medios a su alcance. Según el hijo de la propietaria, José Gabriel Hernández Plá que luchó con el bando franquista, nos cuenta cómo se realizó dicho acto de incautación: “El 22 de julio de 1936 fue asaltada la finca propiedad de su madre Luisa Plá Pané denominada la Dehesa Quejigal por las hordas marxistas todos de fusiles, pistolas, puños en alto (…) de todo ello tomó posesión el secretario Joaquin Santos en nombre del ayuntamiento,

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solemnizando el despojo con salvas de fusilería y pronunciando después unas palabras alusivas al acto que realizaron, entre otras las siguientes “ Viva la maravillosa dehesa de Guadalix”, “que ya era hora que volviera a sus legítimos dueños” y otras más. De forma violenta conminaron al guarda de aquella propiedad Juan Estebaranz Garcia a que le entregara bajo sus órdenes y dejando a dos individuos armados de fusiles en la finca”43. El protocolo, altamente ritualizado de esta incautación y fuertemente emotivo por parte de los miembros del comité y del ayuntamiento que refleja esta información, nos da la pista sobre el fuerte interés por recuperar esta propiedad para el común. El acta de incautación legalmente promovido por el gobierno republicano mediante su Instituto de Reforma Agraria (IRA) formalizaba la cesión de las propiedades cuyos dueños eran declarados afectos a la sublevación militar o que las habían abandonado cuyo destino iba a parar en manos de las organizaciones sindicales y municipales que las pondría en funcionamiento y a producir. Éste fue el recurso utilizado por el comité de la UGT y de la gestora municipal para apartar a sus dueños derechistas de sus propiedades y usarlas para nuevos fines. El antiguo propietario de la dehesa del Quejigal siguió con su informe : “Inmediatamente comenzaron las matanzas de ganado, llegando incluso a traer al matadero de Madrid 200 vacas. Del importe de esta venta nos fue entregado por el matadero la mitad por ser los únicos herederos”44. Las necesidades de consumo de carne en Madrid fueron una prioridad que se cebó en los animales que pastaban en dicha finca: “en dichas fechas pastaban 567 vacas de vientre, 173 crias, 3 toros sementales, todos de nuestra extinguida ganaderia de reses de lidia conocida con el nombre de Herederos de Esteban Hernández, más 8 reses mansas. Asimismo en el pajar se encontraban unas 2.000 pacas de heno con un peso aprox de 60.000 kgs”45. Con lo que quedó, el comité de UGT y la comisión gestora municipal implantó un servicio de cuotas para alimentar a los vecinos del pueblo como así lo aseveró Isabelo Esteban Ayuso de UGT : “Que es verdad que cobraba cuotas a los vecinos por la carne que se daba del ganado que se había incautado, por orden del ayuntamiento”46. Otros vecinos propietarios de derechas de la localidad vieron incautadas sus cosechas cuyos productos fueron repartidos mediante bonos entre la 43

AHD. Sumario contra Vicente Blázquez Márquez, ver sumario más arriba. AHD. idem 45 AHD: Idem 46 AHD. Sumario contra Isabelo Esteban Ayuso , Sumario: 35766, Legajo: 7399 44

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población local. Por ejemplo, el propietario y comerciante Martín López Díaz fue uno de ellos : “Que en septiembre de 1936 se formaron grupos que dirigiéndose en casa de mi padre se llevaron 600 fanegas de trigo”47. Según informe de la Falange local, el comité y el ayuntamiento : “Incautó 600 fanegas de grano a Carmelo López, 50 reses lecheras a Juan Peñas, 200 reses a herederos de Cortes, 800 a Patricio Sanz, 90 a los hermanos Blázquez y Felipe Gil”48. En particular, al labrador Gregorio Serrano González, en agosto de 1936, se le incautó : “192 fanegas de trigo, 22 de centeno, 14 de cebada y 6 de almortas”49 Otra de las medidas realizadas por el ayuntamiento y el comité de la UGT fue la incautación de edificios. Las nuevas necesidades de la guerra obligaron a conseguir locales para reunión de organizaciones emergentes como milicias, Socorro Rojo Internacional etc… Las primeras incautaciones se centraron en las casas de aquellos vecinos derechistas que estaban en la cárcel de Madrid. Por ejemplo, la vivienda de Feliciana Anguas, mujer del preso Juan Peñas Bertólez, fue incautada por el ayuntamiento el 13 de agosto de 1936 para que se ubicase el cuartel de las milicias locales50. Una serie de vecinos derechistas de la localidad informaba en 1939 que el secretario del ayuntamiento, Joaquin Santos Olalla, les había comentado que iban a incautar el local de la Juventud Católica: “que Joaquin Santos en una de las primeras noches del Movimiento nos dijo que a la mañana siguiente los obreros se iban a incautar de nuestro centro de la Juventud Católica, seguidamente que pudo y por conducto del auxiliar de secretaria Candido Nieto Garcia se lo comunicó a Lucas Serrano Serrano como persona de confianza. Que gracias a esta confidencia, de tanto valor, se pudo retirar del centro antes de que fuera ocupado por la horda roja, la biblioteca, listas y otros papeles que teníamos de mucho peligro en aquellas circunstancias de terror pues entre ellos había uno con los puntos de Falange Española” 51. Y así se hizo, convirtiéndose en el nuevo local de UGT. Con los inicios del año 1937, coincidiendo con la plena recuperación y consolidación del Estado republicano, las organizaciones politicas y sindicales locales eligieron a un nuevo consejo municipal. Fue un periodo de reestructuración de los cargos responsables de dichos organismos. Muchos 47

AHD. Sumario contra Vicente Blázquez Márquez. AHD. Idem 49 AHD. Sumario contra Marcial del Campo Barrio, sumario 58658, legajo 7588 50 AHD. Sumario contra Constantino Herranz Márquez, sumario: 35 758, caja 2302 nº 9 51 AHD. Sumario contra Joaquin Santos Olalla, sumario 46342, caja 95/15 48

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milicianos estaban en el frente, dándose de baja de sus funciones sindicales y políticas o simplemente llamados por su quinta.

Cuadro nº 10: Composición del consejo municipal de marzo de 1937 hasta mayo de 1938 (incompleto)

Nombre y apellidos Isabelo Esteban Ayuso Constantino Herranz Márquez Inocente Herranz Márquez Cirilo Perdiguero García

Cargo Alcalde-Presidente Vocal concejal Vocal concejal Vocal Concejal

representación UGT UR/CNT UGT ¿UGT?

Fuente: AHD. Elaboración propia.

Mientras tanto la cúpula de la UGT también se renovaba. Fueron elegidos los siguientes cargos:

Cuadro nº 11: Composición directiva de la UGT local a lo largo del año 1937.

Nombre y apellidos Marcial del Campo Barrio Eugenio Hernán Pascual-Sanz Inocente Herranz Márquez Francisco Márquez Gamo Vicente Esteban Esteban Pedro Orejón del Valle

Cargo Presidente Secretario Tesorero Vocal Vocal Vocal

Fuente: AHD. Elaboración propia.

Esta precaria estabilidad en la retaguardia republicana de Guadalix de la Sierra fue aprovechada por diferentes gupos para posicionarse en el entramado político local. Como consecuencia, se observó una mayor complejidad de la vida social, económica y política en esta localidad.

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Por un lado, parte del bloque dominante de la UGT se fue radicalizando y desde su seno sindical, optaron por crear un partido político, el de mayor proyección a partir de 1937. Así se creó el Partido Comunista, con sus Juventudes Unificadas. Esta opción política atrajo sobre todo a la juventud local y en particular a un grupo importante de mujeres. De esta manera, este grupo social fue tomando cada vez más importancia en un contexto de retaguardia en que los varones se iban al frente, dejando lugar a la expansión y protagonismo de los más jóvenes y de las mujeres que empezaron a ocupar cargos destacados, sobre todo en diferentes tareas fundamentales en la retaguardia (apoyo a trabajos del campo, confección de ropas etc…) y en ayuda solidaria con el Socorro Rojo Internacional (SRI). Ya hemos visto cómo UR y UGT, las únicas organizaciones republicanas activas a partir del 18 de julio de 1936, sufrieron entre sus cabecillas enfrentamientos y tensiones de tal manera que a partir de finales de agosto del mismo año, la UGT acaparó los órganos locales de poder, quedando totalmente marginada UR. Pero la vida cotidiana en retaguardia forzó nuevas estrategias. Por un lado, los miembros de la diluida UR con la aprobación de vecinos conservadores de la localidad fundaron a primeros de dicho año de 1937 la CNT. La sindical anarquista fue una oportunidad para este sector de personas que tuvieron la posibilidad de protegerse legalmente y defender sus vidas y bienes del acoso que estaban padeciendo. Aprovechando la flexibilidad interna de dicho sindicato, se afiliaron al mismo un número importante de vecinos. En primer lugar, los que procedían de la antigua UR como Constantino Herranz Márquez y tal vez Julián García García que se convirtió en su presidente pero también vecinos derechistas como el secretario del ayuntamiento, Joaquin Santos Olalla. Un informe interno de la comarcal de la CNT, fechado en junio de 1937, decía lo siguiente: “ la sindical de Guadalix de la Sierra tiene 100 afiliados, en su totalidad ganaderos y campesinos, la mayoría pequeños propietarios. Toda la máxima producción de sus afiliados es leche, queso, legumbres, patatas. La colectividad de CNT no existe pero se dejan de economías a beneficio del sindicato un 20 % de la venta de la leche que es vendida bajo el control del sindicato. Se fabrica el queso por cuenta del sindicato”52. Protegidos y amparados por dicho sindicato, pero también activos políticamente, la CNT local tuvo derecho a representación y toma de decisiones 52

Archivo de la Guerra Civil Española. PS. Madrid. 1008.

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en los órganos directivos, sobre todo el consejo municipal donde estaba presente Constantino Herranz Márquez. De esta manera, los “pequeños propietarios” se vieron representados, sus intereses inmediatos protegidos sobre todo a raiz de la creación de la colectividad agraria de UGT que intentó aglutinar a todos los propietarios de la localidad. Un aspecto importante que había que solucionar era la organización de la producción agraria de la localidad. A lo largo de 1936, se realizaron las primeras incautaciones de fincas y bienes procedentes de vecinos derechistas pero faltaba organización para seguir produciendo y abastecer con coherencia a la población local, más teniendo en cuenta que en 1937 se instalaron tropas estables del ejército republicano en la localidad. Dichas incautaciones nacidas al calor del momento revolucionario del verano de 1936 se realizaron bajo el consejo del IRA pero aún a 4 de mayo de 1937, el consejo municipal no había oficializado la creación de una junta municipal calificadora de expropiación de fincas rústicas como dictaba el decreto ley de 7 de octubre de 193653. La verdad es que los acontecimientos locales fueron más rápidos que los decretos del gobierno. No solamente esta junta quedaba obsoleta en la medida en que ya se habían realizado las incautaciones en la localidad a los pocos días tras el 18 de julio, sino que la propia UGT local asumió las incautaciones realizadas y sus miembros crearon un consejo de administración de fincas incautadas. Como apuntó un comité municipal franquista en 1939 : “Incautaciones: que la sindical UGT siguiendo instrucciones recibidas y dadas por un funcionadrio del IRA que vino a este pueblo a este efecto, empezó a decretar incautaciones de fincas, ganados y granos que se hicieron en este pueblo nombrando un consejo obrero de administración de fincas incautadas cuyo consejo vulgarmente se denominaba comité”54. Dicho consejo se creó en 1937 cuando se asentó la nueva cúpula de la UGT local (ver cuadro nº 11), coincidiendo sus miembros con los de dicho comité de administración de fincas incautadas. Y ellos fueron los promotores de la creación de la colectividad agraria. Nacida del interés de la propia UGT por organizar colectivamente la producción agraria local, sus máximos dirigentes fueron los ugetistas Marcial del Campo Barrio como presidente y Pedro Orejón del Valle como directivo. Formaron parte de dicha colectividad todas las fincas incautadas hasta el 53 54

Hemeroteca de la Comunidad de Madrid. Ver Boletin Oficial de la provincia de Madrid de 7 de mayo de 1937. AHD. Sumario en contra de Crescente Revilla Esteban, sumario 59 272, legajo 4227 .

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momento y tal vez contando con el ingreso voluntario de algún propietario. Todas ellas fueron trabajadas por obreros y obreras a cambio de un salario. Dichas fincas incautadas poseían un marcador visual donde constaba el nombre de la colectividad como decía el ugetista Pablo Revilla Esteban : “se incautó de las fincas rústicas a las que puso la bandera roja”55. A partir de 1937 en adelante, dicha colectividad fue aumentando su producción con el ingreso de más fincas privadas que fueron colectivizadas. Uno de los afectados, el labrador Gregorio Serrano González dijo en 1939 : “me hicieron comparecer a su despacho un día de marzo de 1937 para manifestarme que cuatro de mis fincas (las mejores) quedaban a su disposición y que me abstuviera de pisar en ellas. Que como no accedía a sus pretensiones me dirigieron ofensivos insultos y agravios que soporté ante el inminente peligro de ser agredido, llamándome el Pedro Orejón “ladrón” porque según decián ellos todas mis propiedades eran robadas y que a partir de aquel dia pasaban a ser de ellos, como así ocurrió con una finca al sitio de la Rejada de la cual me despojaron” 56. La presión demográfica por aumento de población procedente de zonas bombardeadas, la presencia militar y las necesidades de la población local hicieron que la colectividad de la UGT no funcionara en un contexto favorable. Además, los propietarios agrarios locales como Gregorio Serrano no eran partidarios de ingresar en la colectividad. Dicha colectividad no consiguió agrupar a todos los propietarios para poder afrontar plenamente la rentabilidad de su producción y el control del consumo y precios de sus productos en el mercado. Recordemos que la CNT local agrupó a aquellos cien “pequeños propietarios” que no quisieron aventurarse en la colectividad ugetista, siguieron produciendo y vendiendo sus productos bajo el control de dicho sindicato en clara competencia con la cooperativa ugetista. Por ello, la situación local no era un bálsamo de tranquilidad. En este sentido, el ugetista Francisco Gil Madridano comentaba que había denunciado : “a 17 personas de CNT la inmensa mayoría afiliada desde hacia muy poco a la referida sindical. La presentó estando en Madrid y dirigida a la UGT para que ésta a su vez la emitiera oficialmente como asi se hizo teniendo que presentarse a fortificar en el frente de Madrid. Estando en Guadalix convaleciente de su herida de bomba presentó otra denuncia contra los individuos afiliados a la CNT

55 56

AHD. Sumario contra Pedro Revilla Esteban, sumario 68 298, legajo 5395 AHD. Sumario contra Marcial del Campo Barrio, sumario 58658, legajo 7588

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en número de 6 por estimar que abusaban en administrar los bienes que les habían sido encomendados”57. El conflicto entre los sindicatos UGT/CNT en Guadalix de la Sierra, a partir de 1937 en adelante, no fue ideológico sino estratégico y práctico. Tenía que ver con las nuevas relaciones de poder que se habían creado tras el nuevo contexto local surgido tras el periodo convulso del verano/otoño de 1936 cuyas claves internas hemos intentado demostrar.

El secretario municipal y la quema del ayuntamiento

Joaquin Santos Olalla era el secretario municipal del ayuntamiento desde 1914, una pieza clave en el entramado administrativo y político local. Residía con su familia en la parte superior del ayuntamiento. Como funcionario había conseguido mantenerse en su delicado puesto a través de varias etapas históricas importantes, la monárquica, la dictadura de Primo de Rivera, la IIª República y parte de la guerra civil y en los últimos años tenía a su cargo un auxiliar, Cándido Nieto García. Debemos decir de inicio que él mismo se consideraba una persona de orden, tradicional y conservador. Empezaron sus problemas personales cuando, una vez implantada la IIª República, se creó la comisión gestora municipal para preparar las elecciones municipales de 1933 tal como vimos anteriormente. Dicha comisión presidida por el representante de los obreros, Juan Ramírez García, estaba realmente, según el secretario, manipulada por el representante de la patronal, Victorino Junco Anguas, su enemigo personal. No sabemos el génesis de estas enemistadas, pero lo cierto es que el secretario se vio de inmediato atacado por Victorino Junco Aguas cuando tuvo una buena oportunidad para ello. Así de lacónico consideraba su relación : “En todos los momentos del gestor municipal, Victorino Junco trataba por todos los medios de echarme con escándalo la sociedad obrera local con un odio africano y manifiesto que se revelaba en todos sus actos inspirado sin duda por la

57

AHD. Sumario contra Francisco Gil Madridano, sumario 9703, legajo 3137

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representación local del caciquismo abyecto y miserable que empobrecía España Álvaro Junco Garcia, tio carnal de Victorino Junco”58. Así las cosas, Joaquín Santos se quejaba de las maniobras emprendidas por el propio Victorino Junco con las demás fuezas políticas locales: “En la primera sesión de constitución de la comisión gestora el vocal patronal se unió al vocal obrero que resultó elegido presidente y seguidamente empezó Victorino Junco Anguas una persecución infame contra el exponente pues en las sesiones públicas que se celebraban a la que asistía con gran algarada y escándalo la mayor parte de los afiliados a la sociedad obrera local, que se reclutaban en el centro obrero, en tono airado y de burla me preguntaba; “¿donde está el carbón de la casa del ayuntamiento?” Y como no tenía relación con el empleo y uso de este combustible sino que era función del alguacil, asi lo manifestaba y éste confirmaba que era cierto. Otras veces decía qué donde estaban los recibos de la luz del alumbrado de la casa del ayuntamiento, en la misma forma, tono y público y le contestaba que como conocía por no haber aprobado ninguna cuenta del suministro de luz los abonaba de mi bolsillo particular, en evitación de que pudiera creerse al tener casa habitación dentro del ayuntamiento que pudiera aprovecharme de este suministro. Despúes siempre con algarada y público preparado y dispuesto, trató de echarme de la casa habitación que disfrutaba, terminando con el acuerdo de imposición de una renta de 350 pesetas y a la que recurrí y como existía un acuerdo anterior de concesión municipal, el tribunal contencioso municipal falló el pleito a mi favor 59”. Vivir en el mismo ayuntamiento fue una fuente de problemas para dicho secretario. Cuando se creó la comisión gestora del Frente Popular en marzo de 1936, con representantes políticos y sindicales afines a dicha causa, el problema del secretario subió de tono. Según decía Joaquín Santos :“ La semilla sembrada por Victorino Junco Anguas daba sus frutos (…) había de continuar el calvario a que se me había sometido y ya en el ayuntamiento, la mayoría socialista, la sociedad obrera UGT, pedía la destitución de todos los empleados municipales, pero en realidad lo que interesaba era la inmediata expulsión del exponente y como desafecto al régimen existente socialista” 60. Sin conseguir sus objetivos de expulsar al secretario del ayuntamiento, el golpe militar y los meses inmediatos fueron testigos de las extrañas relaciones 58

AHD. Sumario contra Joaquín Santos Olalla, sumario 46342, caja 95/15 AHD. idem 60 AHD. Idem 59

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entre el funcionario y los miembros de la comisión gestora y del comité obrero de UGT. Era una persona sospechosa pero imprescindible para el comité obrero. Recordemos que tuvo su responsabilidad cuando firmó como secretario el acta de incautación de la dehesa del Quejigal. Así recordaba dicho secretario esos momentos : “Asi le sorprendió la revolución roja, desarmado de su arma oficial, con vigilancia en el ayuntamiento, amenazas de muerte, pasarme en capilla toda una noche esperando mi fusilamiento, teniendo que sufrir el tormento de brigadas y militares, comisarios rojos que preguntaban por el faccioso de Guadalix “61. Ésto fue el caso concreto de la visita del socialista y alcalde de Colmenar Viejo en esos momentos Isidoro Marivela Paredes : “Que una tarde vinieron de Colmenar Viejo Isidoro Marivela y otro más y subieron al ayuntamiento donde se acercaron a la mesa que servía de despacho al secretario en época de verano y dijeron “tenemos antecedentes de que el secretario y su auxiliar son desafectos al régimen y venimos a detenerles”, pero la gente allí presente dijo que no, hasta ahora hacen lo que se les manda y pasados unos momentos penetraron a la secretaria estando un rato y al salir oí que les dijo el Marivela “ojo con éste” por el secretario “62. Estaba claramente en el punto de mira de muchas personas. La verdad es que no podía continuar mucho tiempo más en estas condiciones hasta que llegó su expulsión del cargo el 11 de febrero de 1937. Todo fue en aumento y la continuidad de su cargo ya era un tema generalizado entre la población. Él mismo comentó los hechos: “el 11 de febrero de 1937 en que las hordas rojas en violento motin por las calles a los gritos de “muera el secretario”, “mueran los fascistas”, “abajo don Joaquin”, mientras con sendos garrotes y amenazas de muerte en la casa consistorial un grupo de milicianos y paisanos dirigidos por Alfonso Hernán Pamplona, Antonio Duarte Calderero y Rufino Esteban Ayuso le exigian la presentación de la dimisión del cargo, como así se hizo” 63. La acción colectiva en contra su figura le obligó a firmar su dimisión. Otro testigo de los hechos, su ayudante Cándido Nieto García, dijo : “Que el 11 de febrero de 1937 se formó un motín en la plaza, oyendo varias veces gritos de muera el secretario y pidiéndole la dimisión del cargo, le hicieron salir del ayuntamiento llevándole la turba entre gritos y amenazas hasta la casa de los padres de su esposa”64.

61

AHD. Idem AHD. Idem 63 AHD: Idem 64 AHD. Idem 62

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Sin secretario oficial, el ayuntamiento siguió funcionando con un sustituto pero su antiguo hogar en el mismo ayuntamiento que tantos problemas había dado a su anterior poseedor aún quedaba con todos sus enseres. Hasta que la noche del 2 al 3 de marzo del mismo año ocurrió la desgracia. “Que no le dejaron sacar los muebles, ropas y efectos que tenía dentro de las habitaciones que ocupaba dentro de la casa ayuntamiento, quemándosele todo en el incendio habido en la misma el dia 2 de marzo y tuvo que irse con su familia a Cabanillas”65. El incendio de la noche del 2 de marzo de 1937 no solamente destruyó los enseres pertenecientes al secretario dimitido sino que el archivo municipal que guardaba parte de la historia de la localidad desde los siglos XV/XVI quedó totalmente quemado.

La presencia militar en Guadalix de la Sierra

En 1937 se instalaron de forma estable tropas del ejército republicano. El estado de guerra obligaba a la población civil a someterse a sus edictos que abarcaban muchos aspectos de la vida local. Abastecimiento, salud pública, ingerencias diversas como forzar el desplazamiento de civiles para ocupar sus viviendas para necesidades propias del ejército fueron algunos de los aspectos en los que influyó su presencia. Sus decisiones podían ser impopulares como las que comentaba el alcalde de la localidad en 1938, Ricardo Gil Anguas, : “durante este periodo el comandante de la brigada 333 le requirió para evacuar 17 personas, negándose a ello con el argumento de que se precisaba denuncias precisas contra dichas personas”66. Pero el ejército republicano en esta localidad también se encargó del orden público y de la vigilancia de los vecinos además de mucha gente refugiada. Seguiremos el caso de una investigación y denuncia contra refugiados y vecinos inciada por los militares establecidos en la localidad. El 15 de febrero de 1938, el servicio de inteligencia (SIM) informaba a la justicia que “ estando el 105 batallón de la 27 Brigada mixta en Guadalix de la Sierra y 65 66

AHD. Idem AHD. Sumario contra Ricardo Gil Anguas, sumario 58157, caja 186/4

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sabiendo que existe una familia con ideas fascistas se estableció el servicio de tres compañeros que se introdujeron hábilmente en el círculo de sus relaciones y actividades. Por ello se adquirió la certeza de su desafección al Régimen, patentizado en todas las conversaciones sostenidas”67. Los tres militares infiltrados se relacionaron con Rosario Manzano García, de 19 años, natural de Madrid. Era hija del asentador del mercado de la Cebada de Madrid. A primero de 1937, en vista de la escasez de víveres existentes en Madrid, toda la familia se trasladó a Guadalix de la Sierra, una localidad que conocían y donde la posibilidad de abastecimiento eran mejores que en la capital. Dicha Rosario hizo amistad con la vecina Carmen García Morate, hija de un labrador del pueblo llamado Balbino y de Aurelia. Tenía 17 años y era estudiante. También se relacionó con otra vecina, Julia Vázquez Ballesteros, igual de jóven que las anteriores, hija de Antonio Vázquez Fernández, derechista de la localidad que había sido alcalde del pueblo unos años durante la dictadura de Primo de Rivera. La investigación llevó a la familia Vázquez. Escondido en el desván de su casa, Antonio Vázquez manifestó a la policía militar: “que los papeles comprometedores que tenía en su poder los rompió al principio del movimiento y de nada serviría su detención pués cuando los fascistas tomaran Sagunto cortarían las comunicaciones con Cataluña y tendrá perdida la guerra el gobierno de la República”68. A su hijo y hermano de Julia, Aquilino, confesó a los tres soldados infiltrados que no le importaría pasarse a la zona fascista con ellos ya que según él : “ en su cuadra tiene escondidas dos bombas de mano y cuatro fusiles con las cuales dice que se pensaba pasar al campo enemigo”. Realmente quería hacer como su hermano, Nicómedes Vázquez, quien se atrevió a pasar al otro lado de la sierra. ¿Cómo pensaban pasarse? Como dijo Rosario Manzano: “ se presentaron en una ocasión en mi casa los tres soldados con la intención de pasarse al campo enemigo, rogándola a ella que les pusiese en contacto con alguna persona que pudiera facilitarles la evasión” 69. Tenía un contacto en Miraflores de la Sierra que había ayudado a pasar a Nicomedes Vázquez. Se llamaba Francisco Lorente Altozano, alias el coplas, capataz de peones camineros de dicha localidad, camuflado como afiliado a la UGT pero realmente un adicto al 67

AHN. Causa General, 297, exp: 12 AHN. Idem 69 AHN. Idem 68

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bando franquista. Con estas pesquisas, la cadena estaba descubierta. Sólo faltaba un elemento más para aumentar la culpabilidad de las denunciadas. A las tres jóvenes no les importó realizar la propuesta que les había indicado los soldados infiltrados: “los soldados, un día, las propusieron que les confeccionase una bandera bicolor con el fin de colocarla una noche sobre la torre de la iglesia a lo que ellas aceptaron ”70. Finalmente, las tres jóvenes estuvieron en la cárcel el tiempo que transcurrió su juicio, entre marzo y octubre de 1938. El informe del alcalde de la localidad fue determinante para que no fueran castigadas. El tribunal popular, al final, las absolvió de cualquier delito.

70

AHN.Idem

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Fuente: AHN. Causa General,297, exp:12. Informe favorable del alcalde Ricardo Gil Anguas respecto a las denunciadas por el SIM.

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Nuevos protagonistas, mismos problemas

Cumpliendo con las órdenes gobernativas, el consejo municipal se renovó con presencia de partidos y sindicatos en función de su fuerza real. Al mismo tiempo, Isabelo Esteban Ayuso, el anterior alcalde, tuvo que incorporarse al frente llamado por su quinta dejando paso a un nuevo alcalde:

Cuadro nº 12: Composición del consejo municipal desde junio hasta noviembre de 1938 (lista incompleta)

Nombre y apellidos Ricardo Gil Anguas Inocente Herranz Márquez Constantino Herranz Márquez Cirilo Perdiguero García

Cargo Alcalde-Presidente Vocal Vocal Vocal

Representación UGT UGT CNT ¿UGT?

Fuente: AHD. Elaboración propia

Las progresivas derrotas del bando republicano en el frente a medida que avanzaba el año 1938 tuvieron su efecto en la retaguardia republicana. Crisis de abstecimiento a la población, desavenencias políticas internas, desánimo generalizado etc… influyeron en los ánimos republicanos. Concretamente, en Guadalix de la Sierra, los seis meses que duró este consejo municipal (entre junio y noviembre de 1938) no fue más que un reflejo de la difícil gestión municipal en tiempos convulsos. El alcalde Ricardo Gil Anguas así lo certificaba: “Que se hizo cargo del ayuntamiento como alcalde presidente en junio de 1938, siendo expulsado por la sindical UGT por no avenirse a darles satisfacción en aquellas cosas arbitrarias que ella pretendía”71. Más allá de cuestiones formales y administrativas como, por ejemplo, sacar a subasta pública los pastos de las propiedades municipales de la Cabeza en 2 lotes por 750 pesetas anuales cada

71

AHD. Sumario contra Ricardo Gil Anguas, sumario 58157, caja 186/4

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uno, Hoyorredondo en 4 lotes de 500 y 350 pesetas, La Mesa por 250 pesetas y la Dehesilla por 250 pesetas72.

Cuadro nº 13: Composición del último consejo municipal republicano desde diciembre 1938 hasta marzo 1939.

Nombre y apellidos Eugenio Gil Rodríguez Ángel Revilla de la Paz Domingo P. García Ángel Gil Villegas Constantino Herranz Márquez Cirilo Perdiguero García

Cargo Alcalde-Presidente Vocal Vocal Vocal Vocal Vocal

Fuente: AMG. Elaboración propia.

Las mujeres como colectivo activo en la retaguardia

La retaguardia republicana, en Guadalix de la Sierra como en otros muchos pueblos de la sierra, se estabilizó a partir de 1937 lo que provocó que un sector importante de la misma, las mujeres, tuviera un protagonismo hasta ahora poco o nada reconocido. Sobre todo las más jóvenes, alrededor de los 20 años de edad, fueron las que de forma colectiva ocuparon un espacio que habitualmente estaba en manos de los hombres. Fue el momento propicio y se atrevieron a entrar en el campo de la política. Se afiliaron, en el caso de esta localidad, a las Juventudes Socialistas Unificadas (JSU), al Partido Comunista así como a su filial cooperante humanitaria, el Socorro Rojo Internacional (SRI). Entraron en el mundo del trabajo, antes masculino, de forma necesaria por falta de hombres activos por encontrarse en el frente. Incluso, unas pocas de ellas tuvieron un cierto liderazgo sindical, humanitario y politico destacado, sobre todo de la mano del PC, un partido y una ideología que se expandió con gran eficacia y celeridad en la retaguardia republicana de la sierra madrileña a 72

Hemeroteca de la Comunidad de Madrid. Boletín Oficial de la Provincia de Madrid. 1 de enero de 1938.

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partir de 1937. Fueron activas en la propaganda militante, otro aspecto que estaba dominado por los hombres. En este aspecto destacó Felicitas Márquez Gamo : “por ser presidenta y secretaria general del Partido Comunista de Guadalix, la mayor propagandista y revolucionaria, consiguió afiliar a todas las demás que pertenecieron al partido”73. Otra mujer, como fue el caso de Vicenta Gil Márquez, hija del alcalde Ricardo Gil Anguas: “puso a su hija Vicenta de 24 años al servicio del SRI en calidad de propagandista en la venta del diario “Ayuda” para de este modo observar de cerca cuanto en contra de la causa roja se hiciera”74. La necesidad de locales y la escasa disponibilidad para ocupar algún espacio obligó al PC y al SRI a incautarse de un local que consistió en ocupar, en un primer momento, una habitación de la vivienda de Feliciana Anguas, y más tarde otra habitación de la vivienda de Valentina Blázquez Ballesteros para realizar sus actividades propias, como ella mismo dijo: “que la incautación de la habitación de su casa consistió en que Vicenta Gil Márquez en unión de otras varias, tomó posesión de la referida habitación con presencia del alcalde”. La escasez de hombres fue un hecho destacado de gran importancia para la vida cotidiana de la localidad. Esta carencia fue suplida por el trabajo de las mujeres, unas colaborando con las fuerzas republicanas y otras forzadas a ello como así lo expresaron las jóvenes derechistas en 1939, María y Nieves Junco Gil, Manolita Torres, Saturnina Blázquez y la ya conocida Julia Vázquez Ballesteros: “Denuncian a Isabelo Esteban Ayuso porque en el verano de 1937 siendo alcalde nos dio la orden para que en aquel momento, a las tres de la tarde, fuésemos a matar la langosta” 75. El que mejor pudo explicar esta actuación fue el propio alcalde Isabelo Esteban Ayuso : “Con respecto a la extinción de la langosta lo único que hizo fue publicar un bando para que acudiese todo el pueblo a hacerlo y al ver que no iba nadie ordenó al alguacil que fuese casa por casa, a todas las del pueblo para que le ayudasen en la extinción pero sin distinción de personas sino a todas en general pues él mismo estuvo indagando quince días matando dicho insecto”76. Pero lo cierto es que utilizar como mano de obra forzosa a las personas consideradas de derechas para obras de utilidad como trincheras (hombres), 73

AHD. Sumario contra Felicitas Márquez Gamo, sumario 35770 ,legajo 3356 AHD. Sumario contra Ricardo Gil Anguas, sumario 58157, caja 186/4 75 AHD. Sumario contra Isabelo Esteban Ayuso, Sumario: 35766, Legajo: 7399 74

76

AHD. Sumario contra Isabelo Esteban Ayuso, Sumario: 35766, Legajo: 7399

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limpieza y tareas del campo (mujeres) fue una constante en la retaguardia republicana. En esta localidad, también se realizaron dichas actividades y las siguientes jóvenes derechistas Saturnina Blázquez, Carmen García Morate, Julia Vázquez Ballesteros, Victorina González, Felisa Junco, Natividad Pascual, Encarnación Anguas, María López, Isidora Martín, Anastasia García, María Junco, Alejandra Balza, Isidra Rubio, Francisca Revilla, Carmen García, Concepción Garcia, Segunda Cristóbal lo denunciaron en 1939 : “ a Felicitas Márquez Gamo que en unión de Pilar Sanz Gamo y Elvira Arias Gil que presidían el SRI, avisadas que fuimos por Antonio Duarte Calderero y Alfredo Nuño Perdiguero, ambos armados de fusil, para que fuéramos al cuartel de milicias que establecieron los voluntarios del pueblo donde indicaba Felicitas y las referidas Pilar, Elvira y otras, nos hicieron limpiar habitaciones, hacer camas, fregar suelos e ir con cestos de ropa a dos o tres kms donde nos las hacían lavar, actuando de capatazas al estilo soviético y siempre custodiadas por dos milicianos armados de fusil” 77. La propia comunista Elvira Arias Gil exponía su versión : “Que por orden del jefe de milicias, Vicente Blázquez, ella igual que las personas de derechas fregaba suelos, lavaba ropa, y hacía camas, sin que se recibieran malos tratos, comían juntas cuando iban a lavar al rio con la garantía de los milicianos para evitar que las maltratasen” 78. Muchas de ellas trabajaron en la colectividad de la UGT como principal fuente de ingresos como fue el caso de Eusebia Nieta de la Cruz : “porque necesitaba medios de subsistencia para vivir trabajaba en la granja de la UGT“79. Como colectivo activo en la retaguardia, las mujeres protagonizaron actos de apoyo a la República. Uno de los más significativos, ocurridos en esta localidad, fue la de acudir a la llamada del gobierno republicano que por radio instó a las mujeres en la retaguardia apoyaran en actos solidarios con las necesidades de guerra de la República. Las mujeres de la localidad, atentas a dicha llamada radiofónica, actuaron de inmediato en una comitiva que se dirigió al ayuntamiento, : “: que Perfecta Hernán Vallejo fue quien por su gran fervor y entusiasmo con la causa roja, apoyándose en los llamamientos que este gobierno hacía a la mujer para que colaborase en la medida de sus fuerzas en la retaguardia, se dirigió al ayuntamiento manifestando que solo necesitaba su 77 78

79

AHD. Sumario contra Felicitas Márquez Gamo, idem AHD. Sumario contra Elvira Arias Gil, Sumario 58592, Caja 1908/3 AHD. Idem

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apoyo para ir a los comercios a que la entregasen las primeras materias para hacer jerseys. Asintió el ayuntamiento enviando a Pedro Garcia Corral para que caso de resistencia de los comerciantes a hacer entrega a dichas mujeres, él dijera que el ayuntamiento lo pagaría” 80. En efecto, el guardia municipal Pedro García Corral y dos milicianos acompañaron a este grupo de mujeres hasta las tiendas de Álvaro Junco García y Martín López Díaz donde se llevaron género para confeccionar ropa para los soldados, con la garantía que no sería un acto de vandalismo sino de compra y venta, avalado por el ayuntamiento.

Primer franquismo en Guadalix de la Sierra

Las tropas franquistas entraron en Guadalix de la Sierra el 28 de marzo de 1939 siendo de inmediato destituído el ayuntamiento republicano y nombrando de inmediato una comisión gestora municipal. Una de las tareas principales de esta comisión fue la de ejecutar la orden militar de aclarar los sucesos y desmanes ocurridos durante “el periodo rojo”. Para ello se creó una comisión informativa de varios vecinos que colaboraron con el nuevo régimen en ajustar las cuentas con el pasado. Sus informes sirvieron para arrestar y llevar a la cárcel de Colmenar Viejo a todos los vecinos, hombres y mujeres, que habían tenido protagonismo en favor de la 2º República. Todos ellos pasaron por consejos de guerra cuyo sumario se iniciaba en función de denuncias de vecinos de la localidad relativos a su actuación. Otra de las primeras iniciativas del nuevo régimen fue la creación de Falange Española como único partido político legítimo, partido en que los vecinos se afiliaron para demostrar su adhesión al nuevo régimen. Un buen ejemplo de ello fue la polémica surgida entre el secretario Joaquin Santos Olalla y Victorino Junco Anguas. El “odio africano” que el segundo demostró contra el secretario se inició en periodo republicano pero siguió con la victoria de las tropas franquistas. De hecho, tanto Victorino como su tío Álvaro Junco, le denunciaron por haber participado en algunas de las fechorías de los “rojos”. Sin embargo, el secretario se defendió aludiendo a ese odio de origen caciquil 80

AHD. Sumario contra Perfecta Hernán Vallejo, Sumario 35 748, Legajo 4773

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de ambos, dejando claro la estrategia que tomó el propio Victorino cuando se implantó el régimen franquista. Decía que : “al ganar los nacionales, se consideró el hombre más representativo de las derechas, se apoderó del ayuntamiento, no fue a campo de concentración, empezó a disponer como falangista, sin tener en cuenta su actuación anterior y le considero autor de mi persecución antes de la revolución y co autor de la subsiguiente por el odio que infiltró a sus compañeros de UGT para mi persecución durante la dominación roja y responsable de todos los daños que he sufrido”81. Desde luego, la victoria franquista implicó un alineamiento de posiciones públicas de muchos vecinos, unos más convencidos que otros con el nuevo régimen. La ocupación de los cargos municipales estuvo monopolizado en los primeros años del franquismo por personas que habían sufrido, directa o indirectamente, la represión republicana. El puesto de alcalde pasó de mano en mano en los primeros meses después de la victoria franquista como muestra de cierta inestabilidad. El primero fue el maestro Urbano González Martín así mismo subjefe de las milicias de Falange que necesitó salvoconductos para moverse a Toledo y Cuenca, alejado de su familia, durante la guerra 82. También fue alcalde y secretario de Falange Vicente Torres que sufrió arresto domiciliario. Más tarde fue alcalde y jefe de Falange Martín López Díaz que sufrió arresto, requisas en su tienda y encarcelamiento. En 1940 era alcalde Gregorio Serrano González quien sufrió también requisas y arrestos. Como jefe de Falande encontramos a José Matesanz, el maestro, que había sido arrestado en 1936 y Cándido Nieto García, el auxiliar de secretaria, apartado de su oficio por derechista y subjefe de Falange en 1940. Sin olvidar a la figura de Victorino Junco Anguas. Todos ellos habían sufrido, en mayor o menor medida, la represión republicana y fueron las personas claves que coparon el nuevo poder municipal franquista. Muchos de ellos también fueron los responsables de informar a las autoridades militares respecto a los vecinos republicanos que estaban en causa de sumario de consejo de guerra. Bien es cierto que no todos los informes fueron negativos en contra de los denunciados republicanos, habiendo casos en que vecinos derechistas avalaron con su firma a determinados republicanos. El caso más llamativo fue el de Constantino Herranz Márquez, único republicano fusilado en Madrid el 11 de noviembre de 1939. En su sumario, vecinos derechistas le avalaron, afirmando que : “por circunstancias especiales 81 82

AHD: sumario contra Joaquín Santos Olalla, sumario 46342, caja 95/15 AHD. Ídem y sumario contra Nicolás García González, sumario 58658, caja 1702/5

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este hombre que ha sido en todas las circunstancias de su vida una persona honrada de buena conducta, le correspondió el papel más dificil y lamentable de la dominación roja(..) Detenidas personas respetables de derechas, todo su esfuerzo, buena fe y voluntad se concentró en salvar la vida de las mismas con grave riesgo y exposición de la propia ante las hordas criminales que durante bastantes días se presentaban en la localidad pidiendo los presos con amenazas, provocaciones e insultos, llegando su heroismo a pasarse la casi totalidad de las noches mientras duró la detencion sentado a la puerta de la prision para evitar que nadie pudiera pasar en evitacion de cualquier atentado criminal y con la plena y absoluta seguridad de que antes de si pudiera ocurrirles algun acto desagradable y grave tenían que matarle a él ” 83. Esta carta aval fue firmada por vecinos conscientes de que sus firmas eran una expresión de honestidad y justicia más allá de partidismos. Los firmantes fueron : Jesús Lara, Pedro Lara, Nicolás Baonza, Mariano Candelas, Gregorio y Luis Revilla, Cecilio González, Mariano Rubio, José Frutos, Félix Ballesteros, Juan Blázquez, José Maria García, Amalio García, V. García, Tiburcio Rodríguez, Juan Rodríguez, Juan Rubio, Balbino García, Francisco Perdiguero, Rodrigo Pulmariño, Antonio Gil, Rosendo Blázquez, Antonio Gil, Francisco Gil, Ignacio Villas el cura párroco, Eusebio García, Agustin García, Sebastián Anguas, Valero González84.

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AHD. Sumario contra Constantino Herranz Márquez, sumario: 35 758, caja 2302 nº 9

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AHD: idem

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PROTAGONISTAS Pablo Arias Gil Nacido en 1902 en Guadalix de la Sierra, chofer, casado, hijo de Román y Tomasa, casado con Margarita Rubio Esteban, afiliado a UGT, formó parte del grupo de milicianos que realizó guardias armadas, arrestos domiciliarios de vecinos de derechas, se enroló voluntario en el cuerpo de Tren del ejército republicano. El tribunal militar de Colmenar Viejo, a 27 de julio de 1939, le condena a muerte. El auditor de guerra lo ratifica el 2 de agosto pero el Jefe del Estado le conmuta a la pena inferior (30 años), el 13 de octubre de 1939. El 3 de julio de 1943, se le conmuta la pena a 15 años de reclusión menor estando en el penal de Ocaña. El 30 de agosto de 1943 fija su residencia en Medina de Rioseco.

Eufemio Ballesteros Revilla Nació en 1910, en Guadalix de la Sierra, cantero, soltero, fue presidente de UGT en 1936, responsable del comité de investigación en septiembre de 1936 liberando a todos los presos que se hallaban en la cárcel del pueblo, hizo guardias armadas, participó en incautaciones, miliciano en las milicias “enlace de la sierra”, sargento del ejército republicano, el 6 de julio de 1939, el tribunal militar de Colmenar Viejo le condenó a 6 años y 1 día de prisión mayor.

Vicente Blázquez Márquez Nació en 1902 en Guadalix de la Sierra, hijo de Mariano y Felipa, soltero, chófer y hortelano, afiliado a UGT desde 1935, alcalde de la comisión gestora desde finales de agosto de 1936 hasta primeros de octubre del mismo año, pieza clave por su responsabilidad en formar las primeras milicias que se crearon a raíz del golpe militar, realizó arrestos de personas de derechas de la localidad, sirvió con carácter voluntario desde el 1 de agosto de 1936 hasta el 28 de marzo de 1939 ostentando el cargo de teniente y capitán en las milicias enlaces de la sierra y el 111 batallon de la 28 brigada mixta. Detenido en el penal de Aranjuez, el fiscal del tribunal militar de esta localidad solicitó su condena a

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muerte a 11 de septiembre de 1939. El 19 de septiembre de 1939, el mismo tribunal le condenó a muerte. Pero el auditor de guerra le conmutó la pena a 30 años el 8 de enero de 1941.

Vicente Gil Madridano alias “Chacata” Nació en Guadalix de la Sierra en 1911, hijo de Mariano y Alfonsa, jornalero, soltero, afiliado a UGT, realizó guardias armadas, incautaciones y registros como miliciano, ingresó en las milicias “Enlaces de la sierra”, se fue voluntario a las milicias pasando posteriormente al ejército republicano donde llegó a cabo. El tribunal militar de Madrid a 29 de marzo de 1943 le condenó a 16 años de reclusión menor.

Avelino Corrales Revilla Nació en Guadalix de la Sierra en 1899, hijo de Pedro y Francisca, casado, cantero, afiliado a UGT desde 1932, ingresó en el ejercito rojo el 5 de agosto de 1936 como voluntario, alcanzó la graduación de teniente, estuvo de las milicias de enlace de la sierra y en la 28 brigada mixta, participó en dos batallas, en el puerto del Reventón el 10 de marzo de 1938 y en Guadalajara el 16 de abril de 1938. Estuvo hospitalizado el 18 de abril de 1938 y pasó por reeemplazo a su domicilio el 7 de marzo de 1939. Él mismo decía: “Que en los primeros días de agosto se formaron milicias voluntarias en el pueblo y salieron para el frente de la sierra donde le nombraron teniente por sus conocimientos militares por haber servido anteriormente en el ejercito, cargo que desempeñó hasta el 18 de abril de 1938 en que fue hospitalizado”. Arrestado en Aranjuez, el tribunal militar de esta localidad le sentenció a muerte pero el auditor de guerra le conmutó a 30 años el 24 de septiembre de 1940.

Marcial del Campo Barrio Nació en 1906 en Guadalix de la Sierra, hijo de Mariano y Adelaida, casado, jornalero, afiliado a UGT desde 1932, fue presidente de UGT en 1937, presidente de la colectividad de UGT en el mismo periodo, responsable de incautaciones de fincas y bienes para dicha colectividad. Sentencia del tribunal militar de Colmenar Viejo, a 26 de julio de 1939, que le considera autor de

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delito de auxilio a la rebelión con la circunstancia atenuante calificada de poca transcendencia a la pena de dos años de prisión menor.

Antonio Duarte Calderero Nació en Salguiana (Salamanca) en 1915, soltero, vecino de Guadalix, hijo de Antonio y Margarita, afiliado a UGT desde 1932 y al Partido Comunista en 1937. Permaneció en Guadalix hasta el 11 de agosto de 1936, fecha que salió para incorporarse al ejército republicano de forma voluntaria, se enroló en la 28 brigada mixta, sin conseguir graduación y permaneciendo en ella hasta finalizar la guerra. Estuvo en los frentes de Somosierra, Guadalajara, Teruel. A partir del 18 de julio, como otros muchos jóvenes, realizó tareas de control con armas por el pueblo. Realizó detenciones bajo las órdenes del comité. Colocó la bandera roja en la torre de la iglesia con Pedro Revilla Esteban también bajo las órdenes del comité. El tribunal militar de Madrid a 17 de diciembre de 1942, condenó a Antonio Duarte Calderero a 12 años de prisión.

José Manuel Duarte Calderero Nació en 1912, cantero, ingresó a la UGT en 1934 y en el transcurso del movimiento ejerció el cargo de vocal del comité de la UGT durante 15 dias teniendo que dejar dicho cargo por incorporarse a su quinta. Realizó requisas. Sin pasar por un tribunal militar, el auditor de guerra le absuelve de todos los cargos.

Joaquin Espinosa Ballesteros Nació en 1914 en Guadalix de la Sierra, casado, hortelano, afiliado a la UGT desde 1933, él mismo dice: “que me incorporé al ejército rojo llamado por su quinta de 1934 siendo destinado al 5º batallon del cuartel del Pacífico, en septiembre de 1936 pasé a las milicias de Perea “enlaces de la sierra” y de éstas a la 28 brigada mixta, 111 batallón, 3 compañia y en transmisiones hasta noviembre de 1938 que quedé hospitalizado en el militar nº 21 de Chamartin. Que ostenté solamente los empleos de soldado, pues aunque quedé durante unos 10 o 12 dias como comisario político delegado de la 3 compañía”. A pesar de conseguir muchos avales a su favor, el tribunal militar de Colmenar Viejo a 20 de julio de 1940 le condenó a 6 años de prision menor.

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Isabelo Esteban Ayuso Nació en Guadalix de la Sierra en 1907, casado, jornalero, hijo de Mariano y de Pilar, afiliado a UGT, se presentó por UGT a las elecciones municipales de abril de 1933, elegido vocal de la comisión gestora desde marzo hasta septiembre de 1936, continuó de vocal en la siguiente comisión gestora hasta febrero de 1937 donde fue elegido alcalde hasta mediados de 1938. El tribunal militar de Colmenar Viejo a 26 de Julio de 1939 le condenó a muerte pero el auditor de guerra le conmutó la pena original por la inferior en grado, es decir a 30 años de cárcel el 24 de Octubre 1939. El 24 de febrero de 1944, disfrutó de los beneficios de libertad condicional , habiendo fijado su residencia en Guadalix , calle mayor nº 12.

Vicente Esteban Esteban Nació en Guadalix de la Sierra en 1912, soltero, jornalero, hijo de Benito y Leonor, afiliado a la UGT desde 1933, participó en registros, fue miembro del consejo de administración de fincas incautadas. El tribunal militar de Colmenar Viejo, a 26 de julio de 1939 le absolvió, aunque el fiscal solicitaba 6 años de cárcel. Fijó su residencia en Madrid.

Genaro Frutos Rubio Nació en Guadalix de la Sierra en 1906, soltero, zapatero, hijo de Doroteo y Rosario, reside calle de la Fragua,5, afiliado a UGT, fue el jefe de las milicias sustituyendo a Vicente Blázquez Márquez en dicho cargo y por ello al frente de detenciones de personas de derechas de la localidad. Al finalizar la guerra, se hallaba detenido en Santiago de Compostela, Pamplona y más tarde en Alcalá de Henares. El tribunal militar de Colmenar Viejo, a 13 de noviembre de 1941, le condenó a 30 años de reclusion perpetua. El 15 de noviembre de 1945 estando en la prision de Alcalá de Henares solicitó le sea concedido el indulto. El 7 de febrero de 1946, estando en la cárcel de Alcalá, se le informó que ha sido indultado, fijando su residencia en Guadalix de la Sierra, disfrutando de libertad provisional.

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Valeriano García Arias Nació en Guadalix de la Sierra en 1906, hijo de Nicasio y Justa, casado, domicilio calle Hospital, 5, profesión: mozo camión, afiliado a la UGT desde 1935, prestó desde el principio sus servicios como miliciano con una escopeta a las órdenes del comité, ingresó como voluntario el 5 de agosto de 1936, alcanzando la graduación de teniente, sirvió en las milicias “enlaces de la sierra”, pasando a la 28 brigada mixta, 111 batallon. Hospitalizado el 23 de noviembre de 1937, pasando a la 26 brigada mixta el 1 de octubre de 1938 con destino en el 10º batallón. Detenido en Ocaña al finalizar la guerra, el tribunal militar de Aranjuez, a 11 de julio de 1939 le sentenció a 30 años de reclusion mayor. El 26 de octubre de 1939 ingresó en la cárcel san Cristóbal de Pamplona. Desde el 4 de agosto de 1942 estuvo en la cárcel del Dueso en Santoña. El 4 de diciembre de 1943 se le conmutó a 12 años de reclusión menor. Desde el 16 de enero de 1943, estuvo disfrutando los beneficios de libertad condicional estando en el penal de Chozas de la Sierra. Fijó su residencia en Miraflores de la Sierra.

Pedro García Corral Nació en Guadalix de la Sierra en 1901, casado, jornalero, hijo de Mateo y Margarita, afiliado a la UGT, empleado municipal como guarda de campo desde 1927, fue secretario de la colectividad de UGT en su parte final, fue el acompañante del grupo de mujeres que recogieron género de las tiendas de Martín López Díaz y Álvaro Junco García. El tribunal militar de Colmenar Viejo, a 27 de julio de 1939, le condenó a 12 años y 1 dia, pero el auditor de guerra lo declaró nulo y pide revisión del caso. Es nuevamente juzgado por el mismo tribunal militar, a 10 de noviembre de 1939, que le sentenció esta vez a 6 años de prisión mayor. El 19 de febrero de 1940 ingresó en la cárcel de Colmenar Viejo. El 5 de abril de 1944 se le conmutó a 4 años de prisión mayor.

Nicolás García González Nació en Guadalix de la Sierra en 1913, casado, chófer, afiliado a la UGT, (sección transporte) desde 1933, ha prestado servicio en el Ejército republicano desde septiembre de 1937 y antes en el parque militar de automóviles de Miraflores de la Sierra. Fue requerido como chófer acompañar al detenido José

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Blázquez Sánchez hasta el Montecillo para interrogarle. También conduciendo un camión recogía las vacas sacrificadas de la dehesa del Quejigal. Muchos vecinos de derechas le avalaron como persona honesta y caritativa. A 5 de abril de 1940, estando en la cárcel de Colmenar Viejo, el auditor de guerra acordó dejarle en libertad por considerar suficientemente sancionado con la prision preventiva sufrida.

Ricardo Gil Anguas Nació en Guadalix de la Sierra en 1884, viudo, hortelano, hijo de Nicolas y Maria, afiliado a Unión Repúblicana y UGT, hizo guardias armadas en las calles del pueblo en los primeros días después del golpe militar, fue alcalde entre junio y noviembre de 1938 al dimitir por desavenencia con el comité de la UGT. El 7 de febrero de 1940 es liberado de la cárcel de Colmenar Viejo y el tribunal militar le puso en libertad definitiva el 5 de abril de1940 en función del acuerdo tomado del auditor de guerra.

Agustín Gil Fernández, alias “el Chaqueta” Nació en Guadalix de la Sierra en 1894, soltero, jornalero, hijo de Florencio y de Gregoria, afiliado a la UGT, tesorero de dicho sindicato en 1936, participó en vigilancia como miliciano armado, participó en requisas y arrestos domicilios de aquellos vecinos derechistas que, más tarde, fueron a la cárcel Modelo de Madrid y desaparecieron. El tribunal militar de Colmenar Viejo, a 28 de junio de 1940, le condenó a 30 años de reclusión mayor.

Francisco Gil Madridano Nació en Colmenar Viejo en 1910, cantero, casado, hijo de Mariano y Alfonsa, su mujer se llamaba Faustina Esteban Esteban, natural de Guadalix. Afiliado a la UGT, el 20 de julio de 1936 se presentó en el ayuntamiento de Guadalix siendo luego entregada una escopeta con la que hizo guardias en las salidas del pueblo y en la puerta de la cárcel donde se encontraban los detenidos de derechas y lo realizó durante dos meses. Luego se fue de voluntario a las milicias de protección de la sierra, permaneciendo allí hasta el 20 de octubre que ingresó en carabineros en la quinta brigada mixta a las órdenes del comandante Sabio, siendo destinado a Alcoy donde permaneció 8 dias pasando después por varios

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lugares, pasando al frente de Madrid hasta el 15 de noviembre de 1936 en que fue retirado por ser herido por metralla de una bomba de aviación, estando en el hospital hasta el 14 de mayo siendo destinado al tribunal médico de Valencia, pasando después a la comandancia de Madrid a prestar servicios de guarnición de bancos donde permaneció hasta la entrada en Madrid de las tropas franquistas. El tribunal militar de Colmenar Viejo, a 6 de julio de 1939, le sentenció a 30 años de reclusión mayor. El auditor de guerra a 17 de julio de 1939 le redujo la pena a 20 años de reclusión mayor.En 1941 estuvo en la cárcel de Cuéllar.

Leonor Gil Madridano Nació en Guadalix de la Sierra en 1915, casada, sus labores, hija de Mariano y Alfonsa, miembro de Socorro Rojo internacional, fue una de las mujeres que recogieron el género de la tienda de Martín López Díaz. Sentencia del tribunal militar en Colmenar Viejo a 26 de julio de 1939: se la absolvió.

Vicenta Gil Márquez Nació en Guadalix de la Sierra en 1914, casada, sus labores, hija de Ricardo y Ángela, durante la guerra fue una propagandista del periódico de SRI “Ayuda”, estuvo afiliada al PC. Sentencia del tribunal militar de Colmenar Viejo, a 28 de junio de 1940: se la absolvió. Se la liberó de la cárcel de mujeres de Madrid el 2 de diciembre de 1940.

Amparo Gil Villegas Nació en Guadalix de la Sierra en 1900, casada, sus labores, hija de Justo y Emilia, afiliada a SRI, fue una de las mujeres que recogieron el género de las tiendas de Martín López Díaz, como ella misma dice : “Que es cierto que en una ocasión de llevar una niña hija suya a la consulta médica, oyó decir a Tomasa Hernando Olalla (comentando un mitin de Azaña) que debían darle dos tiros y el mismo dia visitó la declarante el SRI donde hizo estas declaraciones y seguidamente acompañada por los representantes de aquel Partido Comunista se dirigió al ayuntamiento haciendo constar cuanto manifestó Tomasa Hernando”. El tribunal militar de Colmenar Viejo, a 26 de julio de 1939, decidió absolver a la procesada por no ser los hechos realizados constitutivos de delito.

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Pero el auditor de guerra pidió su anulación y solicitó se celebre otro tribunal con nuevas pruebas. Se volvió a celebrar el tribunal militar sobre su caso en Colmenar Viejo, a 15 de noviembre de 1939, donde se la sentenció a 6 años y 1 dia de prisión mayor. El 22 de diciembre de 1939 estaba en la cárcel de mujeres de Madrid. El 30 de septiembre de 1940 se le ordenó la puesta en prision atenuada fijando su residencia en Guadalix, cuando estaba en la cárcel de Durango. El 29 de julio de 1943 se le conmutó la pena a tres años de prisión menor.

Eugenio Hernán Pascual-Sanz Nació en Guadalix de la Sierra en 1909, hijo de José y Luisa, labrador, afiliado a UGT, fue secretario de UGT antes de la guerra civil, miembro del comité directivo de UGT en 1937 y miembro del comité de administración de fincas incautadas, se incorporó al ejército republicano cuando llamaron su quinta en marzo de 1938 hasta la terminación de la guerra. El tribunal militar de Colmenar Viejo, a 26 de julio de 1939, le condenó a 1 año de prisión menor. Pero el auditor de guerra declaró nulas las investigaciones realizadas y pidió que se repita el juicio. Se volvió a reunir el tribunal militar de Colmenar Viejo, a 10 de noviembre de 1939, y le condenó a 12 años y 1 día de reclusión menor. El 16 de febrero de 1942, fue puesto en libertad condicional sin destierro saliendo de la cárcel de santa Rita de Madrid. El 5 de abril de 1944 se le conmutó a 6 años de prision menor.

Perfecta Hernán Vallejo Nació en Guadalix de la Sierra en 1910, sus labores, hija de Justo y Gabriela, afiliada a SRI, considerada como una de las mujeres más influyentes en el episodio de la recogida del género de las tiendas de Martín López Díaz y Álvaro Junco García después de oir por radio el llamamiento del gobierno republicano para que las mujeres se implicaran en la retaguardia. El tribunal militar de Colmenar Viejo, a 26 de julio de 1939, la absolvió. Pero el auditor de guerra lo declaró nulo y pidió que se vuelva a realizar. El 15 de noviembre de 1939, el tribunal militar de Colmenar Viejo la condenó a 6 años y 1 dia de prisión. El 29

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de julio de 1943 se le conmutó a 4 años de prisión menor, ffija ijando su residencia en Navalafuente.

Constantino Herranz Márquez

Nació en Guadalix de la Sierra en 1900, viudo, labrador, hijo de Emilio y Teodora, afiliado a Unión Republicana antes de la guerra y durante la misma a la CNT. Fue el candidato más votado en las elecciones municipales de abril de 1933 pero no consiguió la alcaldía. En marzo de 1936, el gobernador civil de la provincia de Madrid del gobi gobierno rno del Frente Popular le nombró alcaldepresidente de la comisión gestora. Con ese cargo, tiene que afrontar los acontecimientos convulsos que surgieron tras el golpe militar del 18 de julio. Quiso controlar personalmente los arrestos de personas de dere derechas que tenían armas en sus viviendas, realizó las primeras incautaciones de fincas como la dehesa del Quejigal y viviendas para necesidades de los organismos sindicales y políticos afines a la República. Cayó en desgracia en agosto de 1936, siendo relegado do del cargo por Vicente Blázquez Márquez como nuevo alcalde. A partir de ese momento, mantuvo hasta finales de la guerra una

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posición secundaria como concejal en minoría política en el consejo municipal. Durante su juicio, fue denunciado por los familiares que le vieron capitanear los arrestos de dichos vecinos de derechas pero tuvo una gran muestra de avales de otros vecinos que reconocieron “su heroismo” en la defensa de los presos así como “su esfuerzo, buena fe y voluntad” hacia ellos. El tribunal militar de Colmenar Viejo de Colmenar Viejo, a 26 de julio de 1939, le sentenció a muerte. El jefe del Estado se dió por enterado el 13 de octubre de 1939. Fusilado en Madrid el 11 de noviembre de 1939.

Inocente Herranz Márquez Nació en Guadalix de la Sierra en 1906, soltero, hijo de Emilio y Teodora, jornalero, afiliado a la UGT, a partir de 1937 ocupó el cargo de tesorero del comité obrero de la UGT y del comité de administración de fincas incautadas, representó a la UGT como vocal en el consejo municipal de agosto de 1936 de forma ininterrumpida hasta diciembre de 1938, como miembro del comité de UGT realizó incautaciones de fincas y bienes para la colectividad. En su juicio, recibió avales de vecinos derechistas destacando su labor en salvar sus bienes. El tribunal militar de Colmenar Viejo, a 28 de junio de 1939, le condenó a 12 años de cárcel.

Felicitas Márquez Gamo Nació en Guadalix de la Sierra en 1913, soltera, hija de Cecilio e Ines, sus labores, destacó su figura política durante la guerra ya que cómo dice ella misma : “ asumió la direccion y jefatura del Partido Comunista y pertenecía al Socorro Rojo Internacional”. Fue responsable de las tareas domésticas que requería la retaguardia, implicando a la población femenina de la localidad: limpieza de ropas y viviendas, confección de ropa así como de actos de propaganda repartiendo el periódico “Ayuda” y : “Es cierto que salió mi retrato en la prensa en ocasión de una conferencia dada por el Ministro de Agricultura a la que asistí invitada como delegada del Partido Comunista en un coche que mandó el ministerio”. El tribunal militar de Colmenar Viejo, a 26 de junio de 1939, la condenó a 12 años y 1 día de prisión menor. Fue puesta en libertad condicional después de ser conmutada su pena a seis años, el 21 de agosto de 1943, de la cárcel de San Sebastian.

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Francisco Márquez Gamo Nació en Guadalix de la Sierra en 1910, hijo de Cecilio e Inés, chofer, afiliado a la UGT, hizo guardias armadas según el alcalde franquista Martín López Díaz: “que desde el primer día del movimiento armado de fusil unas veces y de escopeta otras se dedicó a ocupar las entradas del pueblo ejerciendo estrecha vigilancia sobre todas las personas que presumiera que pudieran ser simpatizantes con la causa nacional”, realizó requisas a las órdenes de UGT y detenciones de vecinos derechistas, vocal de la directiva de UGT y del comité de administración de fincas incautadas. El tribunal militar de Colmenar Viejo, a 20 de julio de 1940, le sentenció a 20 años de prisión menor.

Pedro Orejón del Valle Nació en Colmenar Viejo en 1910, soltero, jornalero, hijo de Inocente y Cándida, vecino de Guadalix, afiliado a UR y a la UGT antes del 18 de julio y a partir de 1937 al Partido Comunista, fue vocal del comité directivo de la UGT en 1937, miembro del comité de administración de fincas incautadas, realizó incautaciones de fincas para la colectividad de UGT, fue dirigente de la misma, hizo guardias armadas en los primeros días, acompañó a las mujeres que iban a lavar la ropa de los milicianos al río. El tribunal militar de Colmenar Viejo, a 26 de julio de 1939, le condenó a 6 años y un dia de prisión mayor. Pero un informe de la guardia civil de Miraflores a 15 de mayo de 1946 nos aclara su defunción en la cárcel: “tengo el honor de informarle que dicho individuo ha muerto, causa ésta por la que no puedo llevar a efecto su cumplimiento que es la de comunicar su conmutación a 4 años”.

Raimundo Pérez Anguas Nació en Guadalix de la Sierra en 1910, soltero, chófer, hijo de Felipe y Maria, afiliado a UGT, como otros jóvenes del pueblo realizó guardias armadas en los días sucesivos al 18 de julio, fue miliciano acompañante en arrestos de vecinos derechistas que acabaron, meses después asesinados en Madrid. Por ello el tribunal militar de Colmenar Viejo, a 26 de julio de 1936, le condenó a pena de muerte. El auditor de guerra, a 11 de agosto de 1939, consideró que hay gran contradicción entre las declaraciones y acordó por ello declarar la nulidad de esta sentencia militar. Se volvió a reunir el tribunal militar de Colmenar Viejo, a

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16 de noviembre de 1939, y le condenó a 12 años y 1 dia de reclusión menor. Estando Raimundo Pérez Anguas en la prisión de Nuestra Señora del Remedio de Liria (Valencia), se le conmutó la pena a 6 años y 1 dia. Y el 2 de agosto de 1943, se le conmutó a 1 año de prisión menor.

Bautista Ramírez González Nació en Guadalix de la Sierra en 1899, casado, empleado de la empresa Eléctrica Madrileña, hijo de Sebastián y de Asunción, con domicilio en Madrid calle Velarde, 12. Fue otro más de los acompañantes del alcalde Constantino Herranz con el detenido José Blázquez Sánchez al Montecillo para interrogarle según los denunciados o para torturarle según los denunciantes, acción que acabó sin desgracias personales. El tribunal militar de Colmenar Viejo, con fecha 25 de de Julio del 1939, le condenó a la pena de 20 años de prisión mayor. Con fecha de 23 de Septiembre de 1944 fue conmutada su pena original por la de 12 años. Fue puesto en libertad de la prisión central de Ocaña con fecha de 13 de Noviembre de 1948, fijando su residencia en Madrid, después de haber conseguido el indulto el 1 de septiembre de 1948.

Crescente Revilla Esteban Nació en Guadalix de la Sierra en 1919, soltero, jornalero, hijo de Galo y Juliana, afiliado a la UGT y a partir de 1937 al Partido Comunista, fue vocal del comité directivo de UGT y del comité de administración de fincas incautadas a finales de la guerra civil, como tal incautó fincas para la colectividad de la UGT. Sirvió en la 28º brigada, 111 bon del ejército republicano. Fue concentrado, al finalizar la guerra, en Cerezo de Abajo e ingresó en el campo de concentración de Salamanca el 2 de mayo de 1939. El tribunal militar de Madrid a 14 de junio de 1940 le declaró en libertad definitiva por considerarle suficientemente sancionado con la prisión preventiva sufrida.

Pablo Revilla Esteban Nació en Guadalix de la Sierra en 1915, hijo de Mauricio y de Rufina, soltero, campesino, afiliado a la UGT desde 1935 y a partir de 1937 al Partido Comunista según sus denunciantes. Según sus propias declaraciones: “prestó servicios de forma voluntaria en las milicias rojas en forma de control de coches

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desde agosto hasta diciembre de 1936, luego salió para Miraflores donde hacía guardias en la casita de camineros y en los parapetos con la intención de detener la marcha de las tropas nacionales. Estuvo en Somosierra, Brunete, Guadalajara y Levante entre Teruel y Castellón y al terminar la guerra fue detenido en Cuenca, sirvió en la 28 brigada en varias compañias durante toda la guerra”. Colocó con otros milicianos la bandera roja en la torre de la iglesia así como otras banderas rojas en fincas incautadas por la UGT. A las órdenes del comité, fue uno de los milicianos que se llevó a las jóvenes del pueblo para limpiar el local de las milicias. Al final de la guerra, quedó detenido en el cuartel de Transmisiones de El Pardo. El tribunal militar de Madrid, a 17 de diciembre de 1942, condenó a Pablo Revilla a 12 años de prisión pero después del mismo, este consejo de guerra declaró con las nuevas aportaciones de testigos conmutar a 3 años de prisión menor a Pablo Revilla Esteban.

Leandra Revilla Mayor Nació en Guadalix de la Sierra en 1903, hija de Luis y Ladislaa, sus labores, se la supone afiliada a SRI, fue una de las mujeres que recogieron los géneros de las tiendas de Martín López Díaz y Álvaro Junco García después de la llamada radiofónica del gobierno republicano que exhortaba a las mujeres en participar y ayudar en la retaguardia. El tribunal militar de Colmenar Viejo la absuelve por no ser los hechos relatados constitutivos de delito.

Pilar Sanz Gamo, Eusebia Nieto de la Cruz, Elvira Arias Gil Pilar Sanz Gamo nació en Guadalix de la Sierra en 1915, Eusebia Nieto de la Cruz en 1909 y Elvira Arias Gil en 1912 en la misma localidad. Fueron juzgadas las tres en el mismo consejo de guerra en Colmenar Viejo. Tanto Pilar Sanz como Elvira Arias reconocieron que estuvieron afiliadas al SRI mientras que Eusebia Nieto al SRI y al Partido Comunista, de hecho ella trabajaba en la colectividad de la UGT. Participaron en las actividades de limpieza del local de las milicias, limpiando la ropa en el río con las demás jóvenes de la localidad. Como decía Pilar Sanz Gamo : “Los servicios en el lavadero fueron custodiadas por milicianos para protegerlas para que no sufrieran abusos en el río por parte de otros hombres “. Estuvieron las tres en la cárcel de Colmenar Viejo hasta que se celebró el juicio común a las tres en el tribunal militar de Madrid que las absolvió.

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ARCHIVOS CONSULTADOS: AHD: Archivo Histórico de Defensa AMG: Archivo Municipal de Guadalix de la Sierra AHN: Archivo Histórico Nacional Archivo del Ministerio de Agricultura AGCE: Archivo de la Guerra Civil Española Hemeroteca de la Comunidad de Madrid y Hemeroteca Nacional.

BIBLIOGRAFÍA: Equipo A. de arqueología (2015): Guadalix de la Sierra. Arqueología e historia de una vega. Madrid. Fernández Suárez, Roberto y otros (2015): La sierra convulsa. Segunda República, guerra civil y primer franquismo al norte de Madrid. Círculo Rojo. García Márquez, Mª Carmen (1990): Economía y sociedad en Guadalix de la Sierra, a mediados del siglo XVIII, pp: 25-38, en Cuadernos de Estudio, nº 1 (1990). Madrid. García Márquez, Mª Carmen (1991): Introducción a Guadalix de la Sierra (1752) según las respuestas generales del Catastro de Ensenada. Madrid. Prada Rodríguez, Julio (2013): Clientelismo y poder local en la segunda República en Hispania Nova. Revista de historia contemporánea, nº11. Rodríguez Barreira, Óscar(2011): El pueblo contra los pueblos. Intervención gubernativa y clientelismo en las instituciones locales durante la segunda República. En Ayer, 83,pp:175-211. Villa García, Roberto (s.f): La democracia en el campo. La práctica electoral en el mundo rural durante la segunda República. En Asociación de Historia Contemporánea, www.ahistcon.org. Villa García, Roberto (2012): “Burgos podridos” y democratización. Las elecciones municipales de abril de 1933. En Hispania. Revista Española de Historia, vol 72, nº 240. Madrid., pp: 147-176

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