3 minute read
El disfraz de la información
Gabriela Seoane*
En las conferencias mañaneras que ofrece el presidente Andrés Manuel López Obrador desde el 2 de diciembre del 2018, ya se ha hecho costumbre escuchar todo tipo de acusaciones y hasta amenazas en contra de los que él considera sus adversarios. El objetivo principal de “informar sobre los temas de mayor relevancia” se ha diluido, convirtiéndose, por el contrario, en un espacio en el que incluso se ocultan hechos o se presentan con una interpretación muy personal del primer mandatario.
Advertisement
De acuerdo con el Diccionario de Periodismo de López de Zuazo, un informe es una “exposición ordenada de hechos de actualidad y sus causas con un estilo impersonal y objetivo”.
Al inicio de las conferencias de prensa matutinas, el mandatario mexicano se presentaba con miembros de su gabinete y ofrecía datos sobre determinados temas de interés general para la población.
Con el tiempo, la asistencia de los funcionarios del gobierno a las conferencias matutinas ha disminuido, así como también la información documentada que ahí se ofrece. A cambio, se ha convertido en una tribuna para exhibir a los detractores de la llamada cuarta transformación, en muchas ocasiones con datos erróneos que nunca son aclarados, pero además se ha transformado en un peculiar ejercicio de comunicación, en el que mediante el uso del vocabulario se intenta transformar la realidad.
Un ejemplo muy claro de esto ocurrió cuando la periodista de Animal Político, Nayeli Roldán, le preguntó al presidente sobre las labores de espionaje que realizó el Ejército Mexicano con el sistema Pegasus, en contra del defensor de derechos humanos de Tamaulipas, Raymundo Ramos; caso que salió a la luz debido al hackeo de miles de documentos de la Secretaría de la Defensa que realizó el grupo Guacamaya. Sin embargo, López Obrador afirmó que su gobierno no realiza espionaje sino labores de inteligencia.
Explicó que antes se realizaba “el espionaje (y) tiene que ver con la persecución política, con limitar las libertades, con amenazar, intimidar, reprimir a los opositores”, en cambio “la inteligencia tiene que ver con los métodos para prevenir actos de sabotaje, de crímenes, porque el Estado tiene como propósito proteger a todas las personas”. (sic)
Y para rematar la defensa de las acciones del Centro Nacional de Inteligencia, el presidente puntualizó que no llamaría a la mañanera al general Audomaro Martínez, director general del centro para dar una explicación sobre la base legal del espionaje y la compra de Pegasus, porque: “no es a partir de lo que a ustedes les conviene, que son contrarios a nosotros” …”ustedes no marcan la agenda, son una prensa tendencio- sa, vendida, alquilada al servicio de los corruptos”.
*Gabriela Seoane es licenciada en periodismo y comunicación por la UNAM FES Acatlán y Maestra en educación también por la UNAM. Se ha desempeñado como guionista, redactora y reportera de radio y televisión. Ofrece capacitación para entrenamiento en medios y ha sido profesora del ITESM CCM en el Departamento de Español, Literatura y Arte de la preparatoria.
Cabe destacar que no es la primera vez que el presidente se niega a que funcionarios de su gobierno acusados de corrupción rindan cuentas, y lo que en otras administraciones calificó de moches ahora lo refiere como contribuciones; los acarreos son en realidad “acciones de apoyo a nuestro movimiento”; y cuando se le acaban las excusas recurre al insulto en contra del medio o periodista que da a conocer los actos deshonestos de sus colaboradores, aun cuando sean respaldados por fotografías, videos o documentos.
Es importante destacar que dejando de lado lo chusco que pudieran parecer estas contradicciones, se convierten en un asunto de interés general, ya que el gobierno actual no solo se niega a transparentar la información, sino que se esfuerza por generar narrativas que desvían la atención y consiguen que las personas soslayen, por ejemplo, que el Ejército Mexicano esté actuando en distintas áreas del país, aún en labores que no le corresponden y lo hace con la tranquilidad de que no tendrá que rendir cuentas.
De igual manera se ocultan las verdaderas cifras de las compras de medicamentos y de otros insumos para el sector salud, que han repercutido en una deficiente atención de los pacientes. Tampoco se han explicado los recortes en distintas dependencias de- bido a la “austeridad republicana” que también se han traducido en despidos injustificados y demandas por cancelación arbitraria de contratos que le terminan saliendo más costosos al Estado.
Pero lo más grave es que hasta el momento no se ha transparentado el destino de esos recursos que supuestamente han significado un ahorro para el erario y, por lo menos hasta el momento, no se reflejan en una mejoría de áreas fundamentales como la salud y la educación, o en apoyos reales para impulsar el desarrollo económico.
Podemos ver que las conferencias mañaneras ya no son solamente un instrumento de propaganda política, se han convertido también en la cortina de humo en la que la información se diluye y se sustituye por explicaciones bizarras, y lo más grave, por insultos en contra de quienes osan cuestionar el ejercicio del poder en turno. En este caso no se trata solo de que “una mentira repetida mil veces se convierte en verdad”, sino de un chabacano intento de ocultar la realidad.
Referencias
1. López de Zuazo Algar, A. (1977). Diccionario del Periodismo. Editorial Pirámide.
2. EL Universal. (10/03/2023). “Ustedes no van a poner la agenda”: Así respondió AMLO a la periodista Nayeli Roldán. Recuperado de: https://www.youtube.com/watch?v=0_IwbbR5TrE