De Cultores #42

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De Cultores Saber el vino Diciembre de 2009 Nº 42

Sumario • Madera noble, el uso del roble Como material íntimamente ligado a los grandes vinos, el roble aporta complejidad y elegancia. La calidad de las barricas es esencial para lograr auténticos ejemplares premium.

Vitivinicultura

La tierra se expresa

Cuestiones de terruño

• Pasión por el cristal, copas con historia Con el correr del tiempo, los fabricantes de copas fueron evolucionando y perfeccionando sus creaciones, pero hubo uno que fue y sigue siendo el más importante de todos: Riedel.

• Recorrido gourmet por Napa Valley La alternativa más original para visitar la región de Napa Valley es, sin dudas, su Wine Train, un ferrocarril que transita más de 40 kilómetros entre bodegas y viñedos y ofrece a los turistas tres propuestas gastronómicas que se adaptan a distintos paladares y bolsillos.

• El Embajador del Vino Argentino Además de ser el más grande bailarín que ha dado nuestro país, por su pasión por el vino y por ser una de las personalidades más reconocidas, Julio Bocca fue nombrado con este título que lleva con orgullo por el mundo entero.

Publicación coleccionable editada por Bodega Luigi Bosca - Familia Arizu

Edición Impresa

Finca Los Nobles, Las Compuertas | Luján de Cuyo - Bodega Luigi Bosca | Familia Arizu

Un buen terruño constituye el principal factor de caracterización regional en todo vino de gran calidad. En Mendoza, la altura, unida al clima y el suelo, imprime a los vinos un carácter inconfundible que se traduce en colores vivos, aromas envolventes y sabores expresivos. Todos los países vitivinícolas del mundo están sujetos, inevitablemente, a la conjunción de factores que determinan la calidad de sus vinos. Algunos de ellos son modificables por la mano del hombre, mientras que otros responden únicamente a los caprichos de la naturaleza. El manejo de la agricultura y la enología tiende a cambiar de acuerdo con los avances tecnológicos,

Beber con moderación. Prohibida su venta a menores de 18 años

pero las inclemencias del tiempo, la humedad ambiente o los vientos, por ejemplo, son cuestiones que muy difícilmente se pueden atemperar o corregir. Sin embargo, los viñateros del planeta han sabido capitalizar esas situaciones y transformarlas en elementos de identidad e incluso de prestigio. Los franceses tienen su terroir, los californianos su clima del Pacífico, los chilenos continúa pág. 4

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Saber el vino

Editorial

Novedades

Autorretrato con identidad varietal

Evolución, el evento del año El 29 de octubre pasado, en el lujoso Alvear Palace Hotel de la Ciudad de Buenos Aires, la familia Arizu agasajó a sus principales clientes con un recorrido por la colección de sus marcas. Todas ellas, además de haber potenciado su individualidad y distinción, han logrado una sintonía única con la evolución de la Bodega. “La evolución fue el concepto rector sobre el cual se pensó todo el evento, ya que logra resumir el constante desarrollo de nuestra familia de vinos durante los últimos años. Es un componente natural de la marca. Evidencia una alimentación consciente de nuestra visión. Acarrea pertinencia con el contexto actual de la bodega, así como también manifiesta innovación, compromiso y perseverancia. Evolucionar es un proceso continuo cuya principal expresión es nuestro estilo vigente y contemporáneo”, comentó Alberto Arizu (h), director comercial de Luigi Bosca. Los invitados pudieron repasar la evolución de las marcas y degustar las nuevas añadas de todos los vinos en cinco salones del hotel (Vendôme, Pompadour, Versailles, María Antonieta y Régence). Algunos de los vinos más comentados por los invitados fueron los siguientes: • Luigi Bosca Selectos: Ícono 2006, Finca Los Nobles Cabernet Bouchet 2005, Gala 1 2007, Gala 3 2008, Luigi Bosca Malbec D.O.C. 2007 y Bohème Brut Nature. • Luigi Bosca Reserva Riesling 2009 y Luigi Bosca Reserva Malbec 2007. • Finca La Linda Viognier 2009, Finca La Linda Bonarda 2008 y Finca La Linda Extra Brut.

Desde hace más de un siglo, nuestra familia trabaja incansablemente en la búsqueda de la máxima expresión del vino argentino. Con total devoción y entrega, generación tras generación, hemos apostado a esta tierra pródiga, pero respetando el terruño, esa aura mística cuasi religiosa entre la planta, la tierra, la naturaleza y el hombre, promotor principal de la diversidad y artífice de grandes ejemplares con personalidad. Como ingeniero agrónomo, durante años mi trabajo ha sido tratar de obtener a partir de la Vitis vinifera la mejor calidad de nuestros planteles. La trajeron los inmigrantes, entre ellos, mi bisabuelo, y ya no nos despedimos de ella, se arraigó en los suelos mendocinos y se hizo nuestra. Asimismo, generó una conciencia casi de coleccionista y del rol social que el trabajo podía aportar a nuestra vitivinicultura. Fuimos siempre tras la clasificación y la pureza varietal que habían adquirido una identidad propia de la región, sobre todo con cepajes poco difundidos, como el Cabernet Bouchet –una variedad francesa que se introdujo en el país en 1860–, el Riesling, el Petit Verdot y el Gewürztraminer, pero también con el Cabernet Sauvignon y, fundamentalmente, con el Malbec. De todas ellas, tratamos de obtener vinos originales, complejos, elegantes, tanto en aromas como en sabores, y con una gran capacidad de conservar su potencial en el tiempo. Así, Luján de Cuyo, donde se encuentran nuestras fincas centenarias y nuestro varietal emblema, se ha adaptado maravillosamente y se convirtió en la primera denominación de origen oficial de la Argentina y de América. Fue un logro y un desafío que nos propusimos afrontar para mostrar al mundo lo que podemos lograr con este cepaje. Hoy nos alegra ver cómo cada una de nuestras botellas representa el alma del terruño, la familia, la pasión de la gente que trabaja en nuestra tierra, un conocimiento cada vez mayor de nuestros consumidores, la complejidad de los procesos, el profundo conocimiento de la uva y nuestro deseo de expresar la esencia misma del vino argentino. Ing. Alberto Arizu Vicepresidente

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Enología Uso del roble

Madera noble Como material íntimamente ligado a los grandes vinos, el roble aporta complejidad y elegancia. La calidad de las barricas es esencial para lograr auténticos ejemplares premium.

Sala de barricas - Bodega Luigi Bosca | Familia Arizu

Hace mucho tiempo se descubrió que una madera en particular, la de roble, es altamente indicada para fabricar vasijas vinarias. Más tarde se llegaría a otra conclusión importante: que su papel trasciende el de un simple contenedor. El roble posee una madera dura y aromática, cuyas esencias se complementan muy bien con los aromas

Claves de una barrica de roble

Fabricación • Corte y estacionamiento

Uso en bodega

Para vinos de alta gama, las barricas se utilizan sólo dos veces (primer y segundo uso). Después pueden continuar aportando elementos de calidad a vinos de gama media durante otros tres o cuatro usos.

Origen

El roble es un nombre genérico para definir más de 250 especies del género Quercus. Para tonelería se utilizan dos especies europeas (Quercus petraea y Quercus robur) y una americana (Quercus alba).

El roble americano proviene de los estados Pennsylvania, Missouri, Kentucky, Minnesota y Ohio.

y sabores propios de los vinos. Por eso, la crianza en barricas de roble es una práctica enológica que se remonta a la Edad Media. Los grandes tintos –de buena concentración y estructura– necesitan un tiempo de estacionamiento y una buena parte se da bajo la tibia influencia del roble. Allí ocurre una serie de intercambios físicos y químicos que

posibilitan la incorporación de oxígeno en pequeñas cantidades a través de los poros de la madera. En ese momento, los vinos estabilizan su color y ganan en complejidad al sumar los aromas y taninos del roble. La práctica se ha extendido a ciertos vinos blancos (con el Chardonnay a la cabeza), que bajo determinadas pautas de producción pueden ser íntegramente vinificados y estacionados en el noble material. La calidad del roble está basada en su origen geográfico, la edad de los árboles, su porosidad (el tamaño de los poros determina la calidad de sus taninos) y los procesos de fabricación de las piezas. Así, las diferencias de calidad entre las distintas marcas conforman toda una jerarquía. Aunque el universo del roble para uso enológico es muy variado, el podio del prestigio y de los precios está encabezado por las tonelerías francesas. De allí salen buena parte de las piezas que serán destinadas, en diferentes partes del mundo, a cobijar en su interior muchas de las mejores, más renombradas y más caras etiquetas vinícolas del planeta.

Las mejores tonelerías cortan las duelas siguiendo la veta natural de los árboles. Luego, éstas son estacionadas al aire libre entre uno y dos años, período en el cual pierden los taninos más duros y las resinas vegetales menos deseables.

Precio También se utilizan robles de Eslovenia.

El roble francés proviene de Allier, Tronçais, Limusin, Jura, Darney, Bourgogne, Les Bertranges y Vosges.

Una barrica francesa proveniente de una tonelería de primera línea cuesta entre:

US$ 700

US$ 1.000

• Selección, tostado y armado Una vez estacionadas, se seleccionan las duelas sanas y sin defectos para su cepillado y posterior secado por calor y humo de leña, también llamado tostado. Su grado de intensidad determina los tipos: fuerte (o alto), medio plus, medio y suave (o bajo). Durante este proceso también se logra la curvatura de las duelas, que permite el armado final y manual con sunchos metálicos, sin utilizar tornillos ni tarugos. Fuente: Revista El Conocedor Nº50

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Saber el vino

Cuestiones de terruño viene de pág. 1

sus valles cerrados, los países muy fríos sus vinos de hielo (icewines), y así sucesivamente. Cada uno posee un elemento clave a partir del cual asume su singularidad. Si trasladamos este concepto de validez universal a Mendoza, son muchas las particularidades que generan la expresión de los diferentes terruños. Sin embargo, existe uno que se destaca sobre el resto por su incidencia contundente en el perfil y la calidad de los vinos: la altura. Prácticamente todas las regiones del vino mendocino se sitúan entre los 500 y los 1.500 metros sobre el nivel del mar, lo que significa tener asegurado un clima marcado por la amplitud térmica, la excelente radiación solar, las noches frescas, la ausencia de contaminación y la prolongación del período de madurez. Como resultado, las uvas que crecen y maduran en ese entor-

no producen vinos profundos, intensos y francos, que ven potenciada su tipicidad varietal gracias a la presencia de todos los elementos naturales que proporcionan estructura, color, aroma y sabor. Además, ciertas particularidades topográficas, propias de la geografía precordillerana de nuestro país, nos diferencian notablemente de otras zonas altas del mundo. En muchas regiones de planeta, que podrían adjudicarse también el rótulo de “altas”, existe el problema de la falta de luminosidad. Así ocurre en áreas vitivinícolas de Suiza, Hungría o Chile (citando esos tres casos sólo a modo de ejemplo ya que hay muchos otros), en las que las bondades de la altitud se ven disminuidas por lo abrupto del paisaje: pendientes demasiado pronunciadas en medio de valles muy cerrados. Tales condiciones implican

serios inconvenientes en el manejo de los viñedos y, especialmente, en la maduración de los racimos, que reciben muy pocas horas de sol al día. En la Argentina, mientras tanto, los valles son abiertos, amplios y generalmente con poca pendiente. Allí los viñedos gozan de todos los beneficios combinados del clima (seco, moderado, luminoso, con gran amplitud térmica) y el terreno (uniforme, profundo y aireado), que les aseguran esa etapa crucial de la madurez de los frutos, prolija y paulatina, tan deseable para las uvas destinadas a vinos de gran calidad. Para graficarlo de una manera simple, nuestros valles son como grandes “llanuras” enclavadas en lo alto, en contraposición con los ejemplos anteriormente citados, que presentan la típica forma de un “pozo” entre las montañas. Y esto, llevado al terreno de los vinos que se obtienen en cada caso, establece dos estilos bien diferentes. Las zonas altas de Europa producen vinos casi siempre blancos (el sol no es suficiente como para madurar uvas tintas), de extrema acidez y paladar neutro. En materia de vinos tintos, los viñedos implantados en los valles de países como Chile, Perú o Bolivia poseen una radiación solar muy superior a la de Europa, pero claramente inferior a la de la Argentina. Así lo evidencian las notas herbáceas y salvajes que se dan en sus vinos tintos, lo cual es particularmente notorio en el caso del Cabernet Sauvignon, una variedad sumamente proclive a generar ese tipo de aromas y sabores cuando no ha gozado de la luminosidad necesaria. Los ejemplares de Mendoza, en cambio, se distinguen por el carácter de fruta madura, jugosa y plena, obtenido siempre gracias a esa maravillosa posibilidad de contar con buen sol desde las primeras horas de la mañana hasta las últimas de la tarde.

Todos juegan de norte a sur

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Indudablemente, los efectos más deseables de la altura se producen a partir de los 600 metros sobre el nivel del mar. En Mendoza, tales bondades comienzan a notarse hacia el sur de la capital, en los tradicionales departamentos de Maipú y Luján de Cuyo. El primero incluye destacadas comarcas,


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Salta vertiginosa Los beneficios que se verifican en los viñedos altos están estrechamente relacionados con la personalidad del vino producido en los Valles Calchaquíes. Esta singular región vitivinícola salteña agrupa diversos terruños diferenciados entre sí por las marcas del altímetro, que van desde los 1.700 metros en Cafayate hasta los 2.400 en Colomé, pasando por los 2.000 en Yacochuya y la comarca de La Viña. El gigantesco valle se encuentra contenido por cordones montañosos que le dan una forma de “V” con vértice en la localidad de Santa María, en la provincia de Catamarca. La sierra de los Pastos Grandes, la Nevada de Cachi y las Sierras de Quilmes son las formaciones ubicadas al oeste, y al este se encuentran las sierras de Carahuasi, las cumbres Calchaquíes y el embalse de Cabra Corral. Los vinos salteños llevan implícito el molde de su cuna, que tiene su ejemplo más emblemático en la fragancia voluptuosa del Torrontés, cuyos aromas intensamente frutados y florales son reconocidos mundialmente como un carácter varietal único y diferente.

Finca Los Nobles, Las Compuertas | Luján de Cuyo - Bodega Luigi Bosca | Familia Arizu

como Lunlunta y El Paraíso, donde la altitud crece desde el noreste hacia el sudoeste, con extremos de 800 metros en la parte más alta y 600 en la más baja. En Luján, mientras tanto, las alturas oscilan desde los 1.067 metros, en Las Compuertas, hasta los 860, en Carrodilla, pasando por algo más de 1.000 en Vistalba, Agrelo y Perdriel. Siguiendo hacia el sur y torciéndose ligeramente hacia el oeste, bien adentrado en los primeros faldeos de la precordillera, el Valle de Uco también se caracteriza por las importantes altitudes que se registran en sus viñedos. De ese modo, en cada buena región vitivinícola mendocina se logra

un período equilibrado de madurez de la uva durante el cual las variedades blancas producen sus aromas varietales primarios y las tintas, además, fijan en el hollejo los taninos y el color que dotarán a los vinos de intensidad y estructura. Por todo lo visto, la altitud de los viñedos es una condición geográfica que llena de tipicidad los vinos de nuestro país. Y más allá del auge presente o futuro de los “vinos de altura”, semejante patrimonio debe ser inteligentemente capitalizado, defendido y conservado. Después de todo, es una de las pocas cosas que llevan el sello natural de la Argentina.

Godoy Cruz

Fincas de Bodega Luigi Bosca | Familia Arizu 1

Finca Los Nobles

MENDOZA

Sáenz Peña 5516, Las Compuertas | Luján de Cuyo

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43,5 ha cultivadas | 1.050 msnm (metros sobre el nivel del mar) 2

Finca La Linda

Coquimbito

Viamonte 898, Vistalba | Luján de Cuyo

28,4 ha cultivadas | 960 msnm 3

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Finca La España Acceso Sur 6300, Carrodilla | Luján de Cuyo

Chacras de Coria

16 ha cultivadas, 820 msnm 4

Finca Don Leoncio Carril Barrancas 11.990, Barrancas | Maipú

195 ha cultivadas, 780 msnm 5

Las Compuertas 6

Ruta 60 8091, Fray Luis Beltrán | Maipú

5

40

Perdriel

Finca Los Miradores 44 ha cultivadas | 1.150 msnm

Luján de Cuyo

1

4,4 ha cultivadas | 900 msnm

Carril Benigno Aguirre s/n, Los Árboles - Tunuyán | Valle de Uco

Lunlunta

3

2

Finca La Puntilla Acceso Sur 6300, La Puntilla | Luján de Cuyo

7

Gral. Ortega

60

82

Finca El Paraíso 145 ha cultivadas | 800 msnm

6

Maipú

40

7

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7

4 hacia Tunuyán

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Barrancas


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Lifestyle Copas con historia

Riedel: pasión por el cristal Con el correr del tiempo, los fabricantes de copas fueron evolucionando y perfeccionando sus creaciones, pero hubo uno que fue y es considerado el más importante de todos: Riedel. La copa de traza esbelta con forma de cáliz montado sobre un pie, tal y como la conocemos hoy, apareció en el último tercio del siglo XVI. A partir de ese momento, no dejaron de surgir fabricantes que, con el paso tiempo, fueron perfeccionando el nuevo accesorio. Sin embargo, hubo una firma que se destacó sobre el resto y que, aún hoy, es considerada la más importante del mundo: Riedel. La historia de esta dinastía se inicia a comienzos del siglo XVIII, en el norte de Bohemia –territorio que hoy pertenece a la República Checa y a Polonia–, y a partir de ese momento once generaciones se han dedicado a la producción de cristal. La tradición empieza con Johann Christoph Riedel, pero fue un miembro de la novena generación, Claus Riedel, el responsable del crecimiento asombroso. Después de la Segunda Guerra Mundial, Claus consiguió escapar del cautiverio y se estableció en una pequeña aldea donde conoció a Swarovski, director de la fábrica de vidrio de la localidad, quien pidió reunirse con él ya que había sido su bis-

abuelo, Josef Riedel, quien le había enseñado cómo fabricar el cristal. En 1956 les propusieron a los Swarovski tomar el mando de una fábrica en la pequeña ciudad de Kufstein, Austria. Sin embargo, decidieron prestarle a Claus el dinero necesario para que fuera él quien pusiera en funcionamiento una empresa en bancarrota llamada Tiroler Glashütte. En 1961, Claus presentó por primera vez lo que distinguiría para siempre a esta empresa del resto: copas diseñadas para destacar particularidades específicas de cada vino. En 1973, Claus dio otro salto aún más significativo cuando presentó la serie Sommeliers, fabricada a mano. Al descubrir cómo la forma de una copa afecta al vino que contiene, reveló un factor importantísimo: prácticamente todas las copas que la gente utilizaba eran demasiado pequeñas para poder apreciar el vino en su máxima expresión. Luego fue Georg Riedel, su hijo, quien aportó al negocio una visión

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mucho más analítica y desarrolló copas específicas para cada cepaje. Actualmente, Maximilian, hijo de Georg y miembro de la undécima generación de Riedel, dirige la empresa en los Estados Unidos y ya es reconocido en el mundo por haber desarrollado la serie Riedel O. Riedel comercializa hoy en día tres marcas: Riedel, Spiegelau y Nachtmann. Entre las colecciones que lanzó al mercado, hay cuatro series que se distinguen sobre el resto: • Sommeliers: serie de copas de diez tamaños diferentes, desarrollada con la ayuda de la Asociación de Sommeliers Italianos. • Vinum: la primera colección fabricada a máquina en toda la historia y diseñada teniendo en cuenta los distintos cepajes. • Wine: su aspecto y su precio las sitúan en la categoría de copas funcionales, fabricadas a máquina. • Vinum Extreme: estas copas marcaron un importante avance en el concepto de copas para gourmets.


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Turismo The Wine Train

Un recorrido gourmet por Napa Valley

La alternativa más original para visitar la región de Napa Valley es su Wine Train, un tradicional ferrocarril que transita más de 40 kilómetros entre bodegas y viñedos y ofrece a los turistas tres propuestas gastronómicas que se adaptan a distintos paladares y estilos.

Napa Valley representa la nueva industria del vino, no sólo por sus distinguidas etiquetas, sino porque ha desarrollado una propuesta gastronómica y turística del mismo nivel. Tanto es así que cada año cerca de 8 millones de personas recorren esta región vitivinícola y la convierten en el destino más elegido por quienes visitan Estados Unidos, después de Disney World. Una de las alternativas más tentadoras es el Napa Valley Wine Train, un recorrido de tres horas a través de algunas de las viñas más famosas del mundo. En sus vagones, que datan de la primera mitad del siglo XX, se puede disfrutar de un fresco almuerzo o de una cena de gala, elaborados bajo la cuidadosa mirada del reconocido chef Kelly Macdonald, mientras se observan los viñedos y bodegas desde los amplios ventanales. Las vías por las que transita el Napa Valley Wine Train fueron construidas en 1860 para trasladar a los invitados al resort de primavera de la ciudad de Calistoga. Durante el recorrido, que comienza en la estación McKinstry Street de Napa, se atraviesan cinco pueblos: Napa, Yountville, Oakville, Rutherford y Santa Helena, así como numerosas bodegas. Los tres coches comedor presentan cocinas y menús distintos. El más exclusivo es el Vista Dome, un redecorado pullman de 1952 con acceso exclusivo, que constituye el entorno ideal para una sofisticada celebración privada. La segunda alternativa es el restaurante Gourmet Express, emplazado en coches pullman de 1915 y 1917, que ofrece variados platos a base de ingredientes frescos de estación. Luego hay una degustación y más tarde se pasa al deck mirador, desde el cual se puede disfrutar del valle en su totalidad.

En el vagón más nuevo, puesto en funcionamiento en 1998, se emplaza Silverado Grill, un restaurante de atmósfera informal y estilo rústico que remite al lejano oeste. Otra de las atracciones del Wine Train es la opción de winery tours para aprender sobre degustación y los vinos de la región junto a un experto, en el marco de alguna reconocida bodega. Estos recorridos por los viñedos y las bodegas más famosas de Napa Valley incluyen un almuerzo gourmet de tres pasos y la participación en visitas y degustaciones privadas en las bodegas participantes. El Ambassador Winery Tour, por The Raymond Vineyards y ZD Winery, es más que un simple paseo por dos de las bodegas más afamadas del valle. La experiencia comienza en la estación de tren, donde un wine edu-

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cator da una charla sobre catas de vinos de la región mientras los turistas exponen sus dudas y participan de una degustación. En el Domaine Chandon Winery Tour, en cambio, los viajeros desembarcan en Yountville; desde allí, un transporte los lleva hasta las instalaciones de Domaine Chandon. Luego de disfrutar una visita de una hora y una degustación, los turistas vuelven a la estación de Napa para tomar el té y, en caso de que así lo deseen, hacer compras. Prácticamente igual a este tour es el Grgich Hills Winery Tour durante el cual se hace una visita y una degustación dirigida, y luego se vuelve al tren para comer el postre y retornar a la estación. Napa Valley Wine Train es una experiencia gourmet y enológica imperdible para todo aquel que visita uno de los terruños más famosos del mundo.


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Perfiles Entrevista con Julio Bocca

El Embajador del Vino Argentino Además de ser el más grande bailarín que ha dado nuestro país, por su pasión por el vino y por ser una de las personalidades más reconocidas, Julio Bocca fue nombrado con este título que lleva con orgullo por el mundo entero. tina, ya que tanto la danza como la vitivinicultura son dos actividades a las cuales hay que ponerles imaginación, control, improvisación y, sobre todo, mucho amor y cuidado día a día. Me da mucho placer poder representar el vino argentino en el exterior, más aún al ver la manera en la que se trabaja para promocionarlo: en equipo, cohesionados y no cada bodega por su lado. Esto que parece una obviedad es muy importante y deberíamos ponerlo en práctica en todos los órdenes de la vida del país.

Es el más grande bailarín que ha dado nuestro país. Su carrera siempre estuvo basada en el trabajo y en su talento innato. Después de 26 años arriba de los escenarios, hoy sigue vinculado a la danza como director de su propia compañía, el Ballet Argentino. Julio Bocca, un gran apasionado por el vino, es uno de nuestros representantes fronteras afuera, uno de los representantes de la argentinidad; no en vano es el actual “Embajador del Vino Argentino”, nombrado por Wines of Argentina, la entidad encargada de promocionar nuestras etiquetas en el exterior. ¿Qué significa para vos ser el embajador del vino argentino fronteras afuera? Estoy muy feliz con esta responsabilidad que me ha dado Wines of Argen-

¿Cuáles y dónde fueron las acciones de promoción que estuviste realizando? En lo que va del año fueron unas cuantas y en distintas ciudades del mundo: Moscú, Londres, Nueva York… no recuerdo bien si hubo alguna otra, quizás por tomar mucho –se ríe–. Más allá de las notas y entrevistas, las acciones que llevé a cabo estuvieron relacionadas con la danza; por ejemplo, mostrar una de nuestras músicas más representativas, el tango, a través de una pareja de bailarines que integra el Ballet Argentino. Según tus viajes y conocimiento de distintas ciudades y países, ¿cuál es tu actual percepción sobre nuestros vinos en el exterior? Realmente es excelente y su imagen crece diariamente. Hace algún tiempo, cuando vivía en Nueva York, los vinos argentinos estaban al fondo y bien arriba de las góndolas de los retails. Sin embargo, en la actualidad ya tienen su lugar y, de a poco, se meten en las preferencias de los consumidores. Sucede lo mismo en muchos restaurantes alrededor del mundo, que ya incluyen muchas de nuestras etiquetas en sus cartas.

¿Cómo y cuándo fue tu acercamiento al mundo del vino? Mi relación viene desde chico. Mi abuelo, como buen piamontés que elaboraba sus propios vinos para consumo personal en su tierra, trajo esas costumbres al llegar a la Argentina, el amor por el vino y por su presencia en la mesa de todos los días. Él me hizo probar un tinto por primera vez. Siempre solía convidarme, no puro, sino que vertía un poco en un plato de sopa para que el invierno no se sintiera tanto, o mojaba en la copa un trozo de pan bien crujiente. Así que desde aquella época estoy en cierta forma vinculado con el vino. ¿Qué vino argentino te gusta y qué variedad es la que más te llama la atención? La verdad es que me gustan todos, pero si tengo que ubicarlos en una escala de preferencias, me inclino definitivamente por los tintos y más por aquellos que tienen como protagonista al Cabernet Sauvignon, mi cepa predilecta. ¿Le prestás atención a la relación entre el vino y la comida? Generalmente, no estoy tan pendiente de este tipo de relaciones o maridajes entre bebidas y platos. Si el vino lo elige otro, me adapto, pero si tengo que hacerlo yo, prefiero que la elección sea más espontánea, dejarme llevar por la intuición, tal como es el arte. ¿Te divierte degustar nuevas propuestas o preferís ir a lo seguro, a lo que alguna vez probaste? Creo que la única forma de seguir aprendiendo sobre vinos es probando y probando. Es una experiencia que me gusta llevar a la práctica muy a menudo.

De Cultores Nº 42 - Diciembre de 2009 Director: Simposium | Editor responsable y propietario: Leoncio Arizu S.A. - Alicia Moreau de Justo 740 Of 7/8, Dock 5 - (C1107AAP) Buenos Aires, Argentina - (54-11) 4331-2206 e-mail: luigibosca@luigibosca.com.ar | Impreso en Gráfica Mediterránea, Zárate 1356, San Martín, Provincia de Buenos Aires, CP 1650 | Registro de la Propiedad Intelectual Nº 739.330 Permitida su reproducción total y/o parcial mencionando la fuente. Ejemplar de distribución gratuita.

Beber con moderación. Prohibida su venta a menores de 18 años


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