De Cultores #46

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De Cultores Saber el vino Octubre de 2010 Nº 46

Sumario • Agua, tan necesaria como escasa

En la Argentina, hablar de viñas obliga a mencionar el agua, más aún por las características propias de gran parte de los valles productivos locales. El riego, una tarea compleja y fundamental para el desarrollo de la vid, implica mucho más que humedecer la tierra.

Enología

El arte de la mezcla

La magia del blend

• Con sabor a mar

La enorme variedad de pescados y frutos de mar que existe en nuestro país brinda la posibilidad invalorable de realizar múltiples maridajes con los diferentes ejemplares de la producción vinícola nacional.

• El léxico del vino

Terruño, D.O.C. y Single Vineyard… Cada vez más aparecen escritos estos términos en las etiquetas de tintos y blancos argentinos. ¿Qué particularidades engloba cada una de estas palabras?

• Confesiones de una mujer muy especial

Desde enormes edificios hasta innovadoras bodegas, cada una de sus obras deslumbra con sus formas atrevidas y líneas futuristas. Zaha Hadid, la arquitecta iraquí ícono de la mujer moderna, rompió con todos los paradigmas sociales de su continente y de la profesión.

Publicación coleccionable editada por Bodega Luigi Bosca - Familia Arizu

Edición Impresa

Después de varios años de supremacía absoluta, los vinos varietales comenzaron a compartir protagonismo con los blends entre las preferencias del público consumidor. Desde el punto de vista nominal, se trata simplemente de reemplazar una sola variedad de uva por varias, pero la realidad indica que un buen corte puede esconder el máximo grado de perfección enológica asociada a los vinos de un terruño. En los últimos dos decenios, la coyuntura vitivinícola internacional se ha vuelto sorprendentemente dinámica. Los mismos mercados del primer mundo que hace diez años anhelaban varietales frescos y frutados hoy empiezan a requerir algunos cambios tendientes a descubrir una vez más las virtudes del assemblage, el corte, la mágica combinación de vinos de distintas varie-

Beber con moderación. Prohibida su venta a menores de 18 años

dades que se complementan entre sí. Esto, en una visión sensata, es bueno. Los logros del varietalismo se han visto saturados por exceso de oferta en los últimos años. En muchos casos, países emergentes en el tema del vino han empezado a producir vinos de características estandarizadas recurriendo a un perfil aceptable en las franjas de precios más económicas, desdibujando la compecontinúa pág. 4

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www.luigibosca.com.ar


Saber el vino

Editorial

Novedades

Un blend que nos define como familia

Nace el Corte Reservado de Finca La Linda Finca La Linda es una colección de vinos jóvenes de alta calidad. Hasta el momento esta línea estaba compuesta por varietales originales, elegantes y frescos. Con el mismo concepto de innovar e invitar al consumidor a descubrir la aventura de un buen vino y profundi­zar en las cosas que disfruta, Finca La Linda suma nuevas propuestas bajo el nombre Corte Reservado. Se trata de dos blends (uno blanco de Chardonnay y Viognier y uno tinto de Malbec y Syrah) que exponen el arte del enólogo e invitan a apreciar el aporte de cada cepaje y el paso por madera. Equilibrados, con buen cuerpo y gran complejidad, ambos Finca La Linda | Corte Reservado son ideales para situaciones especiales.

Los Arizu, desde siempre, hemos honrado y construido un patrimonio que no sólo es familiar, sino también de todos los que trabajan con nosotros. A diario veneramos y vivimos el terruño porque sabemos que la intención de la vid se puede interpretar. Establecer una relación íntima y estrecha, casi simbiótica, entre la tierra y el hombre constituye la principal razón de ser de cada uno de nuestros vinos de colores vivos, aromas envolventes y sabores tan profundos como complejos. Es nuestra forma de sentir y entender la vitivinicultura, una mirada –tal vez diferente– que valora y pone en práctica la herencia que nos legaron nuestros antepasados, pero que no deja de lado ni la incorporación de los adelantos tecnológicos ni las innovaciones. Es ese saber hacer el que nos permite imprimir nuestro sello en cada vino de nuestra colección. Con el paso del tiempo, hemos aprendido que las vides crecen a la sombra del viticultor y que el terruño, el lugar donde los vinos se convierten en tales, encierra la identidad y personalidad de cada una de nuestras etiquetas; es allí donde se expresan las vides que cuidamos más que a nosotros mismos. Desde nuestros comienzos, nuestro grial siempre fue la búsqueda de la calidad y la pureza varietal, al igual que el profundo conocimiento de los suelos de la rica región de Mendoza. Por eso, en la actualidad, nuestros exponentes pacientemente concebidos muestran un carácter único, una impronta imborrable que constituye la parte más importante de nuestra experiencia e historia, son nuestro orgullo. Citando al célebre escritor francés Georges Perec: “No hay mejor manera de mostrar un edificio que a través de la vida de sus habitantes: el carácter, el estilo de vida y la personalidad de sus dueños”. Con la misma visión de los que nos antecedieron y ese fervor centenario que nos fue transferido por generaciones, hoy pensamos un vino que, a las claras, sintetiza todos estos preceptos que profesamos y representa el estado del arte de la enología de la bodega: un blend que nos define como familia, un corte con mayúsculas que lleva nuestra firma. Un Luigi Bosca. De Sangre.

El nuevo Gala 4 llega a las góndolas La línea de blends jóvenes de alta gama de la bodega Luigi Bosca, que encierra de manera inmejorable todas las características que identifican a los nuevos vinos argentinos (innovación, modernidad y elegancia), incorpora un nuevo ejemplar: Gala 4 Luigi Bosca, un corte de Cabernet Franc y Malbec. Las uvas para elaborarlo fueron seleccionadas de las mejores parcelas de viñedos propios ubicados en las zonas mendocinas de Las Compuertas (Finca Los Nobles) y Carro­dilla (Finca La España). Luego de un paso por madera, el resultado es un vino elegante y estructurado, de color rojo rubí con tonos violáceos. En nariz se pueden apreciar complejos aromas, mientras que en boca su impacto es dulzón y aterciopelado, con un final persistente. Su potencial de guarda es de 15 años.

Lic. Roberto Arizu Presidente

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Vinicultura Importancia del riego

Agua, tan necesaria como escasa En la Argentina, hablar de viñas obliga a mencionar el agua. El riego, una tarea compleja y fundamental para el desarrollo de la vid, implica mucho más que humedecer la tierra.

del suelo. Asimismo, no precisa nivelación del terreno, provoca una disminución de las malezas, reduce considerablemente las dosis de fertilizantes y aumenta la producción con una mejora considerable de la calidad de la uva. Sin embargo, este método presenta elevados costos de adquisición, instalación y mantenimiento.

En el hemisferio sur, con la primavera se inicia el ciclo biológico anual de la vid. Está compuesto de seis etapas con características muy particulares: el lloro, la brotación,

la floración-cuaje, el envero, la maduración y el reposo vegetativo. En cada uno de estos procesos, son fundamentales las labores culturales del hombre y el riego.

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FLORACIÓN-CUAJE A partir de noviembre comienza la floración de los brotes. Si el tiempo es seco y soleado, se lleva a cabo una buena polinización de las flores y se forman los granos de uva. En un primer momento, todos los granos, cualquiera sea la variedad de la uva, tienen un color verde encendido. Mientras los racimos están en formación, se corrige la cantidad de ellos en la planta mediante raleos para que los frutos tengan una buena carga de nutrientes y minerales.

ENVERO En diciembre, el grano cambia de color, pierde clorofila y toma los tonos propios de la variedad. Se comienza con los deshojes para lograr buena insolación de los granos, pero sin excesos ya que las hojas son necesarias para la fotosíntesis.

Julio

Junio

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BROTACIÓN En octubre aparecen las primeras hojas y los pámpanos (sarmientos verdes) inician su crecimiento.

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LLORO Es la primera manifestación de actividad en la planta después del reposo invernal. Se refiere a la savia que fluye por los cortes de poda.

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Ciclo vegetativo de la vid

gar. No hay una sola forma de hacerlo, son tres los métodos más utilizados en el país: • Riego por manto: consiste en la inundación del terreno; se aplica principalmente en parrales, espalderos y en los sistemas de conducción libre. Para su utilización, se debe tener una textura media del suelo y el terreno nivelado. Este tipo de riego consume una gran cantidad de agua. • Riego por surco: está constituido por zanjas lineales que atraviesan la viña en forma paralela a las hileras y que reciben el caudal de un surco principal ubicado en la cabecera de la parcela. Los surcos deben tener una nivelación en sentido longitudinal con un pequeño declive para la circulación del agua. Es uno de los métodos más empleados por su facilidad de manejo y buen rendimiento. • Riego por goteo: en los últimos años se ha difundido mundialmente por su practicidad, excelente rendimiento y ahorro de agua. Realiza un riego localizado mediante emisores situados en tuberías que se encuentran longitudinalmente a los pies de las cepas y que distribuyen el agua directamente a la raíz. Sus principales ventajas son el aprovechamiento del agua aportada y un nivel de humedad óptimo y constante

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El tema del riego en la vitivinicultura siempre ha sido objeto de controversia, no sólo en la Argentina, sino también en otros países productores. ¿El motivo? Los efectos del agua y su manejo pueden afectar en forma directa la calidad de la cosecha. Con un correcto riego de las viñas, los agrónomos consiguen obtener un buen vigor de las plantas. Sin embargo, su aplicación indiscriminada (sobre todo cuando se proporciona agua durante la maduración) puede conducir a una disminución de la calidad de la uva y, posteriormente, del vino. Existen ciertas pautas a partir de las cuales los técnicos realizan sus experiencias para lograr una mejora de los resultados finales. Las necesidades hídricas de la vid aumentan entre la brotación y el envero, y luego disminuyen hasta la cosecha. Según la fase del ciclo vegetativo de la vid, por ejemplo, un exceso de humedad puede causar deficiencias en el cuajado de los frutos, retrasar el envero o aumentar el tamaño de los granos (hacerlos acuosos, pobres en azúcar y más ricos en ácidos). Por lo tanto, el manejo del agua es bastante más complejo de lo que parece y, por ello, resulta necesario coordinar momentos y necesidades, más allá del solo acto de re-

MADURACIÓN Los granos aumentan de tamaño y pierden su carga ácida (los ácidos málico y tartárico son quemados por la respiración de la uva). Las bayas comienzan a concentrar azúcares desde comienzos de febrero hasta la vendimia. REPOSO VEGETATIVO Luego de la cosecha, entre abril y mayo, las hojas toman colores amarillentos y se caen. Hasta la primavera, la planta deja de extraer del suelo los nutrientes indispensables que transporta a través de la savia.


Saber el vino

La magia del blend viene de pág. 1

tencia entre quienes aspiran a lograr productos cada vez mejores en lugar de más baratos. Por eso, la necesidad de recuperar las prácticas enológicas de ciertas regiones del mundo (que tienen a Bordeaux como ícono) es real, y la Argentina posee un amplio campo de acción en ese sentido gracias a su parque de cepajes. Nuestro país puede producir vinos genéricos en modalidades clásicas o novedosas y así lo estamos empezando a hacer, en la convicción de que el mundo del vino es mejor cuanto mayor sea la cantidad de opciones que atraigan a los buenos paladares y satisfagan su sensibilidad. El fenómeno está en sintonía con el espíritu reinante entre analistas vitivinícolas y consumidores calificados, que exigen sabores cada vez más sofisticados y complejos. Ahora bien, esta especie de “elogio del blend” tiene su fundamento en ciertos aspectos que van mucho más allá de la simple condición de corte entre distintos vinos. Si se analiza cuidadosamente, un assemblage

de alta gama requiere toda una serie de decisiones previas que involucran no sólo las características de los cepajes intervinientes y sus proporciones, sino también (aunque no sea tan visible a simple vista) las características del terruño en toda la extensión del término: el suelo, el clima, el manejo del viñedo y la marcha de cada temporada. Incluso la tradición histórica de una región vitivinícola determinada puede ser la principal causa de su blend más conocido y característico, de sus componentes, de su silueta y del estilo particular que lo hace reconocible. Así como los platos de cierta gastronomía regional nos hablan de los cultivos que allí crecen, de los animales que se crían y de las especies que se pescan, el corte típico de los vinos en cierto lugar también nos habla de las uvas que mejor crecen, de su sol, de su temperatura, de sus vientos y de su tierra. Muchas comarcas históricas europeas se sustentan en ello. A la ya mencionada Bordeaux, con sus particularidades localiza-

das en Medoc, Saint-Émilion o Pomerol, podrían agregarse los afamados vinos del Rhone, los españoles de Rioja y Ribera del Duero, o los italianos de Chianti, entre tantos otros ejemplos de regiones que lograron ciertas fórmulas de corte basadas en proporciones ensayadas durante siglos de perfeccionamiento. En el Nuevo Mundo, mientras tanto, algunos países comienzan a generar estilos propios a partir de sus variedades más reconocidas. Los tintos argentinos de corte con predominio de Malbec forman uno de los casos plenamente vigentes por su exitosa aceptación internacional. Otros productores también optan por el blend, pero en una versión libre, sin ataduras de componentes ni porcentajes. Esta filosofía del “corte variable” se viene imponiendo con fuerza desde hace al menos una década para vinos de muy alta calidad y consiste en algo tan efectivo como sencillo: elaborar cada año el mejor corte posible según la madurez y el grado de perfección obtenido por las distintas variedades. No hay, en este caso, ninguna fórmula preestablecida porque la naturaleza es la que dicta las normas. Más recientemente han comenzado a surgir otras novedosas variantes del concepto: blends de terruños y blends de cosechas, por ejemplo, que se suman a los modelos tradicionales y aumentan saludablemente las alternativas disponibles en la materia.

Ensamblados, no mezclados

El trabajo que tienen las bodegas a la hora de diseñar un gran blend es, como hemos visto, mucho más complejo y profundo de lo que parece a simple vista. No se trata de mezclar vinos hasta dar con el resultado más aceptable; bien al contrario, la conformación de su silueta comienza mucho antes, en el mismo viñedo, y no concluye hasta el final de la crianza superior en barricas de roble. Tanto es así que incluso un alto porcentaje de una sola variedad puede representar, según el caso, un vino muy distinto. A veces, la uva mayoritaria es el alma de su estilo, el sello inconfundible, pero otras puede ser un simple relleno de fondo sobre el cual aparece el mínimo porcentaje de otro cepaje que modifica, y hasta arrolla, su personali-

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Luigi Bosca De Sangre Un blend distintivo

dad. Vale la pena analizar este concepto, que arroja luz sobre la delicada línea en la que se mueven quienes aspiran a lograr un vino de corte verdaderamente superior y singular. Veamos de qué se trata. El carácter de ciertas variedades constituye el cimiento sobre el que se sostiene la personalidad de muchos vinos, incluso cuando su participación no es excluyente. Por eso, no sólo se puede hablar de los vinos que transitan por la varietalidad pura, directa y bien conocida, sino que existe una legión de ejemplos en los que, dentro de un blend, un cepaje dominante resulta indispensable para dar forma a su estilo propio y particular. Técnicamente, un Rioja tinto es un blend de hasta tres variedades, pero tanto su personalidad como su prestigio se basan en el perfil que le aporta una sola de ellas, la Tempranillo, independientemente de que su presencia sea del setenta, del ochenta o del cien por ciento. Los ejemplos mencionados pueden extenderse casi hasta el infinito, incluso abarcando ejemplos de regiones históricamente reconocidas por ser “bastiones” del blend. Cualquiera puede imaginar o conjeturar cómo es un vino del Medoc sin Petit Verdot, pero ¿quién podría hacer lo propio si éste careciera de Cabernet Sauvignon? Por otra parte, un porcentaje mínimo de “retoque” varietal puede ser tan transformador como inocuo, ya que la naturaleza intrusiva de algunas cepas contrasta con la neutralidad de otras. Pongamos como ejemplo un sólido Cabernet Sauvignon tocado con un 10% de Merlot. Sí, tal vez el

primero se vea suavizado levemente, pero su personalidad poderosa, aromática y tánica no se verá sustancialmente modificada. Imaginemos luego el corte al revés: un elegante y fresco Merlot cortado con un 10% de recio y salvaje Cabernet Sauvignon. ¿El resultado?: el Merlot se empieza a ver absolutamente cambiado, sacudido en su identidad por efluvios y texturas ajenos a su delicado carácter primario. Frente a tantas posibilidades en juego, nuestro país tiene la oportunidad para afianzar el exitoso camino de liderazgo que viene sosteniendo en los últimos años. Nuestro extenso y variado parque varietal permite la experimentación y el desarrollo del blends tintos únicos en el mundo. Este potencial ya ha sido señalado en reiteradas ocasiones por expertos extranjeros. Sólo hace falta el esfuerzo empresarial y la creatividad para salir al mundo con los cortes que representen lo mejor de cada uva, de cada valle, de cada familia, de cada bodega. Porque una conjunción de buenos vinos realizada con sabiduría puede ser, también, un punto de encuentro de paisajes y de historias. Tal vez, el arte del blend constituya la quintaesencia del buen vino argentino, de la calidad entendida como parte de un proceso integral que, junto a las variedades elegidas, involucra el terruño, el manejo del viñedo, la vinificación y la crianza. Sólo así se logran los niveles de excelencia que son reconocidos por todos los mercados mundiales, por la prensa internacional y, sobre todo, por los consumidores de los cinco continentes.

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En el marco de un almuerzo y degustación que tuvo lugar en el Alvear Palace Hotel, la familia Arizu presentó Luigi Bosca De Sangre, el primer blend bajo la marca Luigi Bosca, una nueva línea formada por un único corte compuesto por Cabernet Sauvignon, Merlot y Syrah. Este nuevo exponente de la colección logra expresar íntimamente la personalidad y el carácter de la familia Arizu adquiridos a lo largo de cuatro generaciones de vitivinicultores. “Este vino nace con la pasión y la visión que nos fueron legadas a través de una tradición de más de cien años. Es una proclama de individualidad, un gesto que nos define, una experiencia personal. Un Luigi Bosca De Sangre”, expresó Roberto Arizu, presidente de la bodega. Se trata de un blend vigoroso y robusto, de gran intensidad, con un paso por boca largo y aterciopelado, y aromas exuberantes que provienen del suelo granítico. Un vino que en su nombre resume una impronta permanente que constituye la parte más importante en la tradición de hacer grandes vinos para la familia Arizu. De su historia. De su orgullo. De su sangre. Luigi Bosca De Sangre surge de la selección de las mejores parcelas de los viñedos de la familia de Finca Los Nobles, en Las Compuertas, y de Finca El Paraíso, en Maipú, Mendoza, y tiene un potencial de guarda de 15 años.


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Gastronomía Maridajes entre vinos y pescados

Con sabor a mar La variedad de pescados y frutos de mar que existe en la Argentina permite múltiples maridajes con los diferentes ejemplares de la producción vinícola nacional. determinar por sí mismo la característica del plato. Incluso unas almejas crudas requieren de limón, que hace aconsejable el maridaje con espumosos secos o blancos de buena acidez. Los mejillones a la provenzal son complicados: recordemos que el ajo distorsiona el sabor de los vinos. Los calamaretti fritos van de maravillas con tintos carnosos al estilo Bonarda o Merlot. El pulpo, en su preparación más conocida “a la gallega”, también concuerda con vinos tintos de aroma franco y frutado.

A pesar de la cultura “carnívora” que domina el escenario de la gastronomía argentina, la gama de pescados comestibles que se encuentra diseminada en nuestros ríos, mares y lagos es verdaderamente enorme, así como la amplia variedad de vinos apropiados para distintos tipos de cocciones, aderezos y texturas. Habitualmente, los pescados se suelen dividir de maneras poco útiles a la hora de cocinarlos o comerlos, como “de mar” y “de río”. Mucho más interesante es tipificarlos con un criterio gastronómico que tenga en cuenta el equilibrio de sabores según cada plato. Un mismo pescado no resulta igual si está cocinado al vapor, su sabor se muestra de modo genuino y pleno, que si viene servido en un chupín cargado de salsa y condimentos. Siguiendo ese razonamiento, un mismo vino no tendrá igual efecto frente a un marisco crudo con limón que frente al mismo marisco en forma de parrillada o fritanga. Existen pescados de carne blanca y suave con sabores livianos, frágiles. A esta categoría pertenecen pejerreyes, lenguados y merluzas. En cocciones sencillas (horno, plancha, vapor), sienten amistad por los vinos blancos frescos de estructura dócil: Pinot Gris o Chardonnay sin roble. El siguiente escalón lo ocupan aquellos de tex-

tura media, entre los que podemos considerar el salmón, la trucha y el esturión. Para complementar ese carácter se imponen blancos de buen cuerpo (Chardonnay y Viognier elaborados en roble), rosados y tintos livianos, como el Pinot Noir. Los pescados de textura y sabor pleno son el pez espada, la sardina, el atún y la caballa, que se prestan para combinar con aquellos tintos robustos representados por los buenos Malbec, Syrah y Cabernet Sauvignon, individualmente o en cortes. La salsa, o cualquier otro tipo de cobertura, es un capítulo aparte. Un pescado con salsa de hierbas puede ir magnífico con un aromático Sauvignon Blanc o incluso con un Torrontés. Las salsas a base de manteca otorgan consistencia y untuosidad, permitiendo la puesta en escena de algún delicado Merlot o un joven Tempranillo. Para aquellas de gusto suave −hechas con crema− se puede volver a lo clásico: blancos simples y ligeramente frutados. Los pescados ahumados pueden funcionar bien con tintos criados en madera. Con el ceviche, los escabeches y las marinadas hay que actuar cuidadosamente debido a la presencia importante de vinagre o limón. En forma similar a lo que sucede con las pastas, el sabor de los mariscos no suele

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Todos los sabores en los blancos de Luigi Bosca

Aunque, como hemos visto, la gastronomía marítima, fluvial y lacustre del país acepta toda la gama cromática de vinos, las preparaciones más tradicionales en nuestras latitudes son aquellas que combinan con vinos blancos. Para ello, Luigi Bosca cuenta con un abanico de etiquetas adecuadas según cada caso particular. Finca La Linda Torrontés es un blanco joven, cautivante, floral, frutado y envolvente, que se acopla de maravillas con las preparaciones ligeramente especiadas. Finca La Linda Viognier y Finca La Linda Chardonnay Unwooded tienen una textura amable, plena de reminiscencias a frutas blancas y tropicales, que sostienen muy bien el sabor de las cocciones al vapor. Luigi Bosca Sauvignon Blanc, con su tipicidad cítrica y vegetal, es el compañero ineludible de los pescados a la plancha o parrilla. Luigi Bosca Gala 3 es un corte de Chardonnay (elaborado en roble), Viognier y Riesling, cuya complejidad de notas almendradas y terpénicas lo hace ideal para los platos de pescados y mariscos a la cacerola. Finalmente, Finca Los Nobles Chardonnay cuenta con el perfecto equilibrio entre fruta y mineralidad, entre cuerpo y elegancia. Nada mejor, en este caso, que los excelentes salmones y truchas de nuestro sur.


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Cultura El lenguaje del vino

La tierra y sus expresiones Terruño, D.O.C. y Single Vineyard… Cada vez más aparecen escritos estos términos en las etiquetas de los vinos argentinos. ¿Qué particularidades engloba cada una de estas palabras? En su obra De re rustica, el agrónomo y escritor hispano-latino Lucius Columela (Cádiz, principios de la Era Cristiana - Tarento, entre los años 60 y 70 d. C.) aseguraba que “la calidad del suelo contribuye muchísimo a la bondad y abundancia de los frutos”. Con sus dichos, este sabio oficial romano se adelantó casi veinte siglos a su tiempo. En nuestro país, actualmente, se ha mejorado muchísimo el trabajo sobre la viña con sistemas de manejo de extrema precisión. De la misma manera, el suelo ha tomado protagonismo, y términos como terruño, D.O.C. y Single Vineyard pasaron a tener mayor relevancia. Veamos a qué se refiere cada uno en forma detallada. • Terruño. De acuerdo con la obra Clasificación de los vinos y denominaciones francesas, la palabra terroir, o terruño, designa una asociación entre la composición del suelo, la orografía, el microclima y la manera particular de trabajar que tiene el hombre de una zona, que le otorga al vino un carácter distintivo. En viticultura no es sencillo precisar cuál será el mejor suelo para cultivar la Vitis vinifera dado que siempre depende en gran medida de la variedad de uva elegida; lo que sí se puede afirmar es que donde hay carencia de materia orgánica y la planta está obligada a enraizar hasta una buena profundidad en busca de nutrientes, se logran los mejores resultados. Por otro lado, la orografía del terreno es otro factor que debe conocer el viticultor ya que de ésta dependerá buena parte de los procesos del ciclo vegetativo de la vid. La inclinación del terreno, la orientación geográfica del viñedo, la altura sobre el nivel del mar y la localización (si está próximo a un río o lago) determinarán un manejo diferenciado de las plantas. Ligado a la orografía está el microclima. Existen tres tipos: el de la propia cepa, el del viñedo y el de la región. El que va a

caracterizar a un terruño es el del viñedo. Los aspectos salientes son: la temperatura, la humedad, los milímetros de lluvia que caen por año, el soleamiento, los vientos predominantes y la magnitud de las temperaturas extremas. Todas estas variables pueden conformar un medio ambiente específico, distinto al de otras zonas limítrofes, lo que permitirá un desarrollo singular de la cepa, que será transmitido al grano de uva. Por ende, el mosto obtenido ofrecerá características peculiares que deberán luego ser manejadas por el enólogo en la bodega. Entonces, el terruño no se refiere a una fracción de terreno, sino a una interacción de varios elementos que se encuentran en la naturaleza sumados a los hábitos del hombre en el lugar. Todos ellos, con sus múltiples combinaciones, conforman y tipifican un entorno único en el cual se desarrollará la vid. De esta manera, quedan sentadas las bases para que el viticultor y el enólogo obtengan los productos que expresen todas las bondades del terruño que ellos representan. • D.O.C. (Denominación de Origen Controlada). Esta designación hace referencia

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a una región geográfica con límites precisos dentro de la cual existen viñedos que aportan las uvas para que las bodegas –también ubicadas en el lugar– elaboren sus vinos con pautas de producción previamente establecidas por la misma denominación. Así, los vinos en cuyas etiquetas figura la sigla D.O.C. han sido controlados por los técnicos de los establecimientos que componen la entidad: desde el viñedo utilizado (kilos de uva recogida por hectárea, modo y momento de riego, maduración de la uva, etcétera), pasando por el método de elaboración, hasta el uso de la madera. Un vino con Denominación de Origen Controlada aporta un piso garantizado de calidad, definido por cada casa vinícola del grupo y supervisado por el Consejo Asesor de esa D.O.C. Esto no quita que las bodegas puedan tener otros vinos en su portfolio que no entren dentro de esos estándares y que pueden ser aun de mayor calidad. • Single Vineyard. Cuando un vino es elaborado con bayas de un viñedo único en el que las características se mantienen constantes año tras año para una misma variedad de uva y el mismo productor, estamos en presencia de un Single Vineyard.


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Perfiles Entrevista con Zaha Hadid

Confesiones de una mujer muy especial Desde enormes edificios hasta innovadoras bodegas, cada una de sus obras deslumbra con sus formas atrevidas y líneas futuristas. La arquitecta iraquí, ícono de la mujer moderna, rompió con todos los paradigmas sociales de su continente y de la profesión. resto: todas sus maquetas parecían explotar en pequeños pedazos, en bloques sin ningún ángulo a 90º. Después de recibirse, el paso del tiempo no aquietó sus ganas de seguir innovando. Sus proyectos más conocidos son el pabellón LFone en Weil am Rhein y un complejo de viviendas (Berlín, Alemania), la Zona de la Mente en el Domo del Milenio (Londres, Inglaterra), una estación de tranvías (Estrasburgo, Francia), la remodelación de la bodega López de Heredia (La Rioja, España) y el Centro de Artes Contemporáneas (Cincinnati, Estados Unidos). En la actualidad tiene proyectos de los más variados en las ciudades más grandes del mundo: centros de arte, bodegas, terminales de ferrys, complejos de cines y hasta un puente. Es que Zaha no para.

Con sólo ver su rostro y, en especial, al escuchar su acento, esa manera de pronunciar su inglés británico, pero mucho más labial y subrayado, no caben dudas de que sus raíces están arraigadas en el Oriente Medio. Su estilo único y talento infinito la han llevado al lugar en que se encuentra en una profesión dominada –hasta su irrupción– por los hombres. ¿De quién se trata? De la iraquí Zaha Hadid, la mujer número uno de la arquitectura mundial. Sus diseños edilicios no dejan de asombrar por la belleza y atrevimiento de sus formas, el uso de los materiales y su adaptación al entorno. Hasta su adolescencia vivió en Bagdad, su ciudad natal, y un buen día partió a Inglaterra para estudiar en la Asociación Arquitectónica de Londres. En aquellos años, su creatividad y sus obras fuera de lo común ya hicieron que sobresaliera del

¿De dónde surge su vocación? Fue una sumatoria de circunstancias. Recuerdo a mis padres llevándome a una exhibición de la obra del arquitecto estadounidense Frank Lloyd Wright en la Opera House de Bagdag. Allí había mucho material sobre sus proyectos: planos, croquis, maquetas… Quedé fascinada. Tenía no más de 6 años y fue una experiencia tan impactante que aún hoy la sigo recordando. Otro factor que también influyó, cuando niña, fueron los viajes que hacía con mi familia en un pequeño bote, visitando algunos pueblos dentro de los pantanos del sur de Irak. La integración entre la arena, el agua, la vida silvestre, los edificios y las personas daba como resultado un paisaje realmente hermoso que quedó en mi retina para siempre. Ya más grande estudié matemáticas, y fue en ese momento cuando me di cuenta de que había una conexión entre la lógica de esta ciencia exacta, el concepto de la arquitectura, la abstracción y la geometría. Eso terminó por decidirme.

¿Le resultó difícil ingresar a la profesión sabiendo que en algún momento fue territorio sólo de hombres? La vedad que no. Cuando adolescente, en Irak era más común que las mujeres se interesaran por la arquitectura que en Europa. De hecho, en muchas de las universidades alrededor del planeta, el 50% de los alumnos de los primeros años de la carrera son mujeres. Es cierto que aún existe un mundo en el cual la mujer es tabú y que tradicionalmente las elecciones femeninas estaban más orientadas hacia el diseño de interiores, al textil, etcétera, pero eso fue hace muchísimo tiempo. ¿Cuáles son las influencias para sus obras? Mis ideas provienen de la observación de los lugares, de la naturaleza, de las personas moviéndose por la ciudad. Siempre estudio cómo se mueven las personas a través de un espacio y de qué manera lo utilizan. Yo trato de capturar fluidamente y sin fisuras estas cuestiones para lograr contextos urbanos modernos. ¿Cuál es su visión de la arquitectura actual? La arquitectura es un vehículo con el que se pueden abordar determinados temas referidos al bienestar de las personas. Se trata de crear entornos placenteros y estimulantes para todos los aspectos de la vida social. El estado actual de la arquitectura requiere de una profunda investigación y de una curiosidad permanente. En forma recíproca, los proyectos actuales más avant-garde animan y fortalecen el desarrollo continuo de las tecnologías digitales y los materiales de construcción, constituyendo un ida y vuelta muy alentador. Y lo más importante es que a través de la arquitectura se puede lograr que la gente vislumbre otro mundo, uno que la entusiasme y la haga sentir bien.

De Cultores Nº 46 - Octubre de 2010 Directores: Fabricio Portelli y Giorgio Benedetti | Editor responsable y propietario: Leoncio Arizu S.A. - Alicia Moreau de Justo 740 Of 7/8, Dock 5 - (C1107AAP) Buenos Aires, Argentina - (54-11) 4331-2206 e-mail: luigibosca@luigibosca.com.ar | Impreso en Gráfica Mediterránea, Zárate 1356, San Martín, Provincia de Buenos Aires, CP 1650 | Registro de la Propiedad Intelectual Nº 739.330. Permitida su reproducción total y/o parcial mencionando la fuente. Ejemplar de distribución gratuita.

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