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NEARSHORING ENERGÍA

El tema de moda, con justa razón, es el nearshoring y la oportunidad que representa para México.

La pregunta es si sabremos aprovecharla plenamente o nos iremos por el camino menos pesado de maximizar la rentabilidad en el corto plazo. Uno de los retos, sin duda, es el suministro de energía que, con la polarización del sector, ha recibido todos los reflectores.

Tan sólo en el primer cuatrimestre del año, México ha recibido la misma inversión extranjera que se consiguió durante todo 2022. Mejor aún, los anuncios de posibles inversiones, no comprometidas aún, apuntan a que el crecimiento será aún más acelerado.

Hasta aquí las buenas noticias, ahora tenemos que trabajar en materializarlas y en potenciarlas. La principal barrera no es la energía, contra lo que se publica en varios medios, sino la disponibilidad física de plantas donde se puedan instalar las empresas.

También, contrario a la percepción general, los destinos que se eligen no son solamente en frontera, de hecho, el Bajío tiene cerca del 50% del pastel y esto es debido a que el transporte ferroviario es más económico que el de tractocamiones y sigue creciendo, tal y como lo vemos en las fusiones y compras ferroviarias para maximizar la utilización de los activos disponibles.

Trabajar juntos

La disponibilidad de energía constituye una barrera, pero en buena medida los inversionistas no toman en cuenta esta variable y dan por sentado que se dispondrá del fluido eléctrico o de molécula de gas.

Craso error que ya he visto en muchas ocasiones y que se seguirá repitiendo. Es indispensable crear mecanismos para transparentar los sitios donde se cuenta con capacidad en lugar de estar dando vueltas y realizando estudios. Aunemos que la opacidad tiene como derivada la corrupción y creo que es su hermana siamesa.

A estas acciones, debemos de aunar temporadas abiertas para crecer la infraestructura, trabajando juntos. No podemos pensar, ni es deseable, que el Estado debe de hacer todas las inversiones. La disponibilidad de mano de obra calificada será un asunto que atender y por ello resulta imperativo programas de capacitación para estas personas, acompañado a planes integrales de desarrollo. Quizá en el mismo nivel el contar con ingenieros y técnicos, más de estos últimos, para contar con supervisores y desarrolladores.

Concientizar aspirantes

El esfuerzo del CONALEP es loable y debe de impulsarse con brío y determinación. La barrera ideológica, es que todos quieren ser ingenieros lo cual es un gravísimo error. Aquí tenemos dos vectores, el primero es que se debe concientizar a los aspirantes que es un camino adecuado para prosperar aunado a una campaña de enorgullecimiento de la profesión. La segunda, en la cancha de las empresas, es pagar mucho mejor a estos puestos.

La miopía de maximizar la renta en el corto plazo nos ha colocado en esta situación. Aquí hago un pequeño paréntesis. Mucho se cuestiona, correctamente, el que el ingreso de una mujer sea inferior al de un hombre para el mismo puesto y resultado. Lo que no hacemos es aplicar esto en la vida profesional: ¿por qué un abogado tiene que ganar más que un ingeniero? Y no me refiero a las altas esferas sino saliendo de la escuela. O, ¿por qué un ingeniero debe de ganar

5 veces más que un técnico?

Y no caigamos en la trampa de que bajar el sueldo a los ingenieros será la solución (ya vimos los resultados en este sexenio), hay que incrementar el ingreso del técnico. Mientras no lo hagamos, poco avanzaremos. La infraestructura y servicios paralelos (carreteras, aduanas, trámites expeditos y transparencia), por mencionar solo algunas, quedan bajo la responsabilidad federal, estatal y municipal. Los cambios constantes, las oscilaciones violentas del péndulo dan muy poca certeza y la continuidad se pierde. No acabamos un aeropuerto y hacemos uno de menos envergadura. No contamos con un verdadero plan de desarrollo. Llevamos a cabo una Reforma Energética y, por lo menos en el sector eléctrico, no hay un verdadero responsable de la planeación de largo plazo. Pasemos ahora a la disponibilidad de agua. Otro talón de Aquiles que debemos de ponerle mucho cuidado, hay zonas del país con escasez, pero en gran medida es por mal manejo. Lo vemos en California donde se asigna la culpa al usuario doméstico, se le restringe el suministro, cuando no es ni el 10% del total. Israel ha mostrado como se puede, si se gestiona correctamente.

Dado que el gobierno federal piensa que tener organismos que ayuden a atraer inversión es tirar el dinero, los Estados tienen que recoger el guante, pero de ver- dad. No como el gobernador de Nuevo León en la Messe industrial de Hannover, los que están ahí ya saben de sobra el potencial de México y muchos llevan décadas, y hasta más de una centuria en nuestra patria. Hay que visitar a las empresas más pequeñas y enfocadas a la fortaleza de cada región.

Un punto básico es la información: ¿qué está llegando y dónde? Ni siquiera el gobierno sabe a ciencia cierta, aunque jamás lo aceptarán. Hay consultores, como Jorge Flores Kelly de Aportace, quien cuenta ya con herramientas.

La oportunidad la tenemos enfrente, hay que aprovecharla. No dejemos que la indolencia y el rencor nos gane.

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