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LA NATURALEZA, MI MÁS GRANDE INSPIRACIÓN…

“Pati, con i latina, así se escribe porque soy hija del maíz, no una gringa…”, dice jocosa Martha Isabel Ruiz Corzo cuando se le pregunta por qué le llaman así en lugar de su nombre de pila.

La ambientalista mexicana, a quien se le reconoce por su ardua labor a favor de la Sierra Gorda de Querétaro, recuerda que, en el pasado, alguien le dijo “Pata” en lugar de Martha y desde entonces, gustosa, adoptó el nombre de Pati por práctico, además de que ¡Martha!, lo asociaba con el grito que le daba su mamá cuando la enojaba.

Primer violín de la Orquesta de Cámara de la Ciudad y maestra de música en la John F. Kennedy School, a los 30 años de edad, por razones que ella misma define como espirituales y de un llamado del destino, decide dejar de ser una dama talla 7. Guarda los tacones, encajona el maquillaje, se “desviste” de la comodidad citadina y cancela fiestas de fin de semana para ir mejor, en pos de una vida áspera… Aunque más benéfica para ella y su familia porque, además, uno de sus hijos padecía de asma de la que, por cierto, se curó tras una receta de solo cucharadas de naturaleza...

Dicharachera, llena de energía y proyectos por cristalizar en favor de la Sierra Gorda de Querétaro, Martha Isabel, fundadora de GESG, asegura que hasta el último momento de su vida lo dará por recuperar el equilibrio del “pedacito” de patria que le tocó proteger

En 1987 con su esposo, Roberto Pedraza Muñoz, (quien confiesa la secunda en todas sus “locuras”) y algunos amigos, funda el Grupo Ecológico Sierra Gorda (GESG). Desde entonces, no ha conocido otra manera de existir, sino la de servir a la naturaleza y a la comunidad. Y es que, en su opinión, no hay nada más absurdo y vacío que haber nacido para solo servirse a sí mismo. Así que, por ello, el desarrollo económico de las comunidades locales y la protección de la biodiversidad de la Sierra Gorda de Querétaro, han sido, por 40 años, uno de sus más fuertes motivos para vivir.

“Cuando tenía 30 años, un día me dije, ya no quiero ir a bodas a tomar jaiboles y solo estar platicando; tenía un vacío muy grande y muchas preguntas, la necesidad de una búsqueda muy espiritual…”

Sin electricidad, pero con mucha luz

Con ello en mente, Pati Ruiz Corzo “quemó sus puentes” y con su esposo, decidieron jugársela y cambiar su escenario instalándose en Agua del Maíz, en la que no había electricidad, pero sí una pesada caminata cuesta arriba para tocar la puerta de lo que sería su hogar. La comunidad, de donde es originario su esposo y su familia, está profundamente enraizada con las tradiciones y la naturaleza de lo que hasta el día de hoy es su suelo y su techo: la Sierra Gorda de Querétaro.

La mayor aventura de su vida se empezó a gestar cuando era preciso bajar al pueblo por provisiones para su hogar. Tenía que caminar por terrenos disparejos, basureros por los cuatro puntos cardinales y encontrarse con gente preocupada por la forma en cómo se “desataban” los cazadores; por el abandono en que se percibía su ecosistema, “un desorden en el que cada quien jalaba la cobija para su lado”.

Pati relata que le tomó unos cinco años aprender a vivir de la vida rural, a coger el hilo y comprender que, con el bagaje de su historia personal y pensamiento, podría hacer algo que valiera la pena. “Y el Grupo Ecológico

A 35 años de distancia, ¿las personas de la región están más preparadas en ecología?

Es una cultura en formación, pero es tangible, ya existe en Sierra Gorda, que es el objetivo más caro de nuestro corazón, es un pedacito de la patria. Pero toda la Tierra está contaminada, profanada, se ha roto el equilibrio. Ya pasamos el punto de no retorno, lo que tú y yo conocimos en nuestra infancia, nuestros hijos, nuestros nietos no lo van a conocer

Personajes que la han inspirado Gabriela Mistral, que mi madre acuñó en mi corazón. San Francisco de Asís siempre ha sido una inspiración; la vida simple me encanta, pasar de contar monedas a accesar a la abundancia… Nietzsche en su acción, no en la filosofía. Y Hahnemann, el padre de la homeopatía, que ha sido mi ídolo desde que era pequeña por su invitación a sanar desde tus emociones. Pero la gran inspiradora para mí, es la madre naturaleza. Nuestros nietos no lo van a conocer surgió como una muy auténtica llamada de servicio a favor de la tierra. Viviendo con la naturaleza, percibo la presencia divina en todo lo que me rodea, en el repollo, en la carne del mango, en el arroyo, en el naranjo… Abro mi ventana y tengo un portento de amor, de sabiduría viva.

Entonces encontré algo en dónde servir con todas las fuerzas de mi ser, en dónde clavar ese ímpetu que siempre traje adentro. Siempre he vivido como un volcán, me comporté como señora talla 7, pero sabía que no era mi aspiración última.

De la pasión a la acción

Pati platica que, entre muchas otras, una de sus más grandes satisfacciones ha sido la de haber conseguido en 1997 el decreto de la reserva de la biosfera del 33% del norte del estado de Querétaro como un área natural federal protegida, la única en el sistema nacional, afirma, que se gestionó por la sociedad civil.

Era tierra de nadie, cualquiera pretendía abrir camino y dejar cicatrices, relata. Por eso, Grupo Ecológico bus- có el decreto para tener el placer de decir “no, señor gobernador, no puede construir su presa, sus túneles, anexos volados o lo que sea. Claro, nos dieron muchos palos, pero al final fue un placer aplicar la normatividad en el territorio, elaborar el primer programa del manejo de la reserva y el único”.

Pati se entusiasma con su propia charla y energía, asegura que por eso hoy, Sierra Gorda es punta de lanza por tantos aprendizajes, tantas líneas replicándose en otros lados y ser una reserva que le ha entrado a todo. Desde 1992, enfatiza, su organización ya abordaba la reducción del carbono y hablaba sobre los créditos de carbono.

“Me tomó casi 30 años el que hoy tengamos un Sello Querétaro. Del convenio de Kioto (1997, que pone en funcionamiento la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático) a que se llevara a cabo una organización con los dueños de los bosques, hay una brecha sin puente. Y lo que está haciendo Grupo Ecológico es construir ese puente para que esos mecanismos de reducción de huella de carbono tengan reglas amigables en los contextos de los dueños de la tierra, que es gente sencilla. Gente del campo que no tenían ni título de propiedad, ni INE, ni acta de nada… no hablan ni español. Entonces someterlos a procesos fiscales con la bolsa de valores y esas cosas… soy

Grupo Ecológico

Sierra Gorda lo integran (cada uno con objetivos diferentes)

• Grupo Ecológico Sierra Gorda

• Bosque Sustentable Sierra Gorda

• Productos y Servicios turísticos Sierra Gorda,

• Joya del Hielo

• Viva Sierra Gorda enemiga de eso; yo creo en el protocolo amoroso, en lo entendible, en que todos aquí aman sus recursos naturales”.

Mucha talacha por delante

Por eso, para este 2023, Pati aspira alcanzar un contingente de 700 docentes queretanos capacitados con un diplomado en herramientas didácticas para la acción climática. Se trata, comenta, de una estrategia de política pública con la SEDESO y la propia SEDEQ del estado, dirigida a los profesores para sensibilizarlos en el tema, con campañas de limpieza, grupos de jóvenes para reforestación, cuidado de huertos y más.

“Va a ser parte de los programas que los maestros desarrollen en las escuelas, no como un contenido muerto en un libro de texto, sino pura acción. Hasta ahora tenemos a 127 profes que, por cierto, todos fueron niños ecológicos. Es decir, que en su niñez, recibieron instrucción por parte de Grupo Ecológico. Es un diplomado virtual, pero con validación académica del Tec de Monterrey”.

En paralelo, Pati pretende que antes de que acabe este año consigan cuando menos, registrar 20 mil hectáreas con el Sello Querétaro para que los dueños de los bosques reciban los beneficios y dejen la tala de montes o de ser propietarios de ganaderías depredadoras.

“También queremos consolidar nuestra red de reciclaje. En Sierra

Gorda debemos tener unos 130 pequeños centros de acopio, 13 de ellos mayores y otros chiquitos en distintas comunidades. Vamos a echar a andar dos centros de composteo; traigo la ambición hasta el tope porque tenemos un cochinero por todos lados, nunca se ha atendido la Sierra en ese sentido de aguas residuales y tenemos décadas de atraso”.

Innovación para el cambio

La ambientalista platica que, con toda la voluntad de la comisión estatal del agua, se hizo un diagnóstico y resultó que se necesita de importantes recursos porque es sanear a la Sierra con soluciones tecnológicas diferentes a las hasta ahora implementadas. El problema de las plantas de tratamiento es que requieren cuando menos de tres hectáreas planas y en esta zona eso no existe.

“Es una de nuestras prioridades este año porque no es posible hacer turismo si tenemos la casa sucia, pero nunca había encontrado la voluntad del gobierno. Ahora tengo amigos, y por eso mucha esperanza. De acuerdo al diagnóstico que digo, no necesitamos tanta lana para sanear, con unos 700 mil pesos remediamos Río Verde. Son soluciones de 750, 400 mil pesos frente a las actuales plantas de tratamiento que son surrealistas...

Sus grandes tesoros

• Su familia

• La música

• La homeopatía

Cómo define la música

• Como una herramienta de transformación social. Con la capacidad de conectar, de elevar, de establecer un lenguaje común para emocionar.

• Desde hace 34 años mantiene, de forma ininterrumpida, un programa radiofónico llamado Nuestra Tierra.

Con qué alimenta su alma

Adoro la presencia divina en todo, pero no de los mundos subterráneos y oscuros, eso no me gusta. Me gusta la creación, la creación de la mente de Dios padre, un rayo de sol cristalizado en el amoroso vientre de la madre tierra. La naturaleza, para mí, es el puro amor.

Es un objetivo muy fuerte el bajar las descargas residuales, y es que, por ejemplo, una sola pollería avienta 25 litros de aceite requemado diario al agua, y eso, cuando se combina con excremento, se vuelve difícil de descomponer y entonces todas las plantas se taponan y contaminan. Proponemos un sistema para que los aceites de residuales tengan su propio procesamiento y se transformen en ceniza que se pueda echar a una hortaliza.

Finalmente, la entrevistada revela que de sus mejores virtudes tiene la la paciencia y la perseverancia. Por eso, quienes han creído que podría desistir de sus objetivos ante los problemas que se le podrían presentar o poner, para que abandone algún proyecto, se han quedado con la frustración.

“Soy fríamente calculadora, jamás doy un paso en falso, mantengo la brújula y el timón y camino con mucha paciencia y perseverancia para conseguir lo que quiero. Así que hoy hemos logrado mucha conciencia, mucha participación, organización, capacitación, seguimiento, fortalecimiento de capacidades locales y ahí estamos hasta que se fraguan los procesos, sin importar el tiempo que me tomen”, concluye.

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